choco diccionario, dichos, diretes, glosario tabasqueño

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CHOCODICCIONARIO
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A CUPACHE.- Acuestas
ANAGUAO o.- Tímido
AGALAMBAO O AGALAMBADO. Tonto, lelo, idiota, mentecato.
AMASHITO O AMASH. Chile picante.
ANONA. Fruta comestible.
ASINITA. Poco, pequeño, chiquito.
A VÉ. Contracción de a ver.
¡AY JUELA! Contracción de la frase hay hijo de la...
¡AY MOJO! Expresión irónica que sirve para decir, que no se está
de acuerdo con algo. Que exageras
BACAL. Olote, corazón de la mazorca del maíz.
BALDE. Cubeta.
BATEA. Utensilio para lavar ropa; comúnmente de madera.
BEJUQUILLA. Culebra delgada y verde.
BAÚL. Caja de madera para guardar ropa.
BOLO. Borracho
BOLERA. Borrachera.
BOCAÍTO O BOCADITO. Una probadita.
BOLONCOTÉ. Nombre de un árbol que; produce una fruta pequeña
de color guinda. La palabra es de origen maya.
BUSH O GUAJE. Recipiente pequeño que se utiliza para llevar agua.
CACAO. Semilla del fruto del cacaotero, se emplea en la fabricación del
chocolate y el polvillo, también en el chorote, que son bebidas típicas
de Tabasco.
CAJETE. Utensilio para comer, comúnmente de barro.
CANALETE. Remo.
CAYUCO. Embarcación hecha de tronco de árbol.
CEREQUE. Llámese así en Tabasco al agutí (tuza).
CERNIDOR. Cedazo hecho con fruto del güiro que se utiliza comúnmente
para colar pozol, masa para tamales y guisos.
COMAL. Utensilio de barro sin vidriar que se utiliza para cocer las tortillas,
los totopostes, etc., y para tostar café, cacao, maíz, almendras, etc.
CONCHA DE TORTUGA. Caparazón de tortuga que sirve para recolectar
maíz y también se usa como instrumento de percusión.
CONTRA. Lo que se pide gratis después de comprar; pilón.
COROZO. Fruto de la palma del mismo nombre.
CUTUPACHE. Llevar en las espaldas a alguien.
CHASTUPES. Cigarros preparados por el mismo fumador.
CHAYA. Hoja comestible.
CHECHO. Llorón, estar muy mimado, excesivamente consentido.
CHICHlMBACAL. Ave pequeña canora.
CHlCHlGUAR O ACHlCHIGUAR. Cuidar los niños pequeños. En el cacaota,l
árbol que da sombra a la planta de cacao mientras crece.
CHlNÍN. Fruta comestible, parecida al aguacate.
CHISPO. Ebrio, borracho, jumo.
CHOCA. Mujer tabasqueña.
CHOCO. Hombre tabasqueño, denominación común del campesino.
CHOCHA. Cerda. Puerca gorda, femenino de puerco.
CHOMBO. Zopilote, ave de rapiña.
CHOROTE. Bebida tradicional tabasqueña, hecha a base del maíz cosido
y molido mezclado con cacao tostado y molido.
CHORRIADO. Vulgarismo por chorreado.
CHUCHUMO. Chichón, hinchazón, resultado de un golpe; también
cualquier otro tumor.
CHUMAO. Borracho, beodo, ebrio, jumo, pedo.
CHUCULÚN. Onomatopeya del ruido que hace un cuerpo al caer en
el agua.
CHUMANÍA. Expresión de piedad, pobrecito.
DEVANAR.- Ensuciar
ENCHUMBAO .- empapado
EMBICAR. Inclinar una taza u otro utensilio para beber su contenido.
ENGURUÑAO .- Arrugado, doblado
GUAO. Especie de la familia de las tortugas.
GUAYACÁN. Árbol de madera fina, resistente, de flores amarillas.
GUINDAR. Colgar.
HICOTEA O ]ICOTEA. La tortuga pinta.
ICHE. Exclamación de miedo o de asco.
JACAL. Choza.
JILIAR. Barrer con machete la jila de las siembras, como el cacao, caña de
azúcar, etc.
JOLOCHE. Envoltura seca de la mazorca de maíz.
JUACHOSO. Fachendoso, bien vestido, elegante.
JUAVOR. Favor.
JUCO. Fruto, principalmente el plátano, cuando comienza a madurar.
JUJO. Fruto tropical parecido a la granada china de otras latitudes.
JUMERA. Borrachera.
JUNCAL. Abundancia de juncos.
JUNCO. Planta para lumillo, petatillo en la actualidad para hacer cortinas.
JULEPE. Regaño.
LAVAZA. Desperdicios de comida que se utiliza de alimento para los cerdos.
MANO. Unidad de medida equivalente a cIinco, ej.: una mano de maíz, de leña, etc.
MIJILOTE. Tigrillo.
MISHO. Gato.
NASAS. Utensilio de pesca para atrapar camarones y piguas.
PAPALOTA. Sinónimo de mariposa.
PACHULÍ. Planta cuyas hojas aromadas se usan para perfumar la ropa.
PASMAO. Pasmado, pálido.
PEJELAGARTO. Pez comestible.
PEPENAR. Recoger algo del suelo.
PESPITA. Nombre de una linda avecilla de color carmesí.
PETATE. Estera. Hay dos clases: el común y el de cañita; el primero tejido de
guano y los de cañita que son más finos y caros.
PIGUA. Langostino de río.
PINOL. Polvo de maíz tostado.
POCHITOQUE. Tortuga pequeña de mucha fiereza que vive en los jahuactales.
POLICARPO VALENZUELA. Gobernador de Tabasco en la época del porfiriato.
POTE. Pocillo. Recipiente con asa para tomar líquidos.
POZOL. Bebida de maíz sancochado y.molido, con o sin cacao.
PRINGANDO.- Lloviznando
PUSCAHUA.- Envoltura de papel
PUSHO .- Pálido
PUQUE. Huevo echado a perder, pero también cuando la persona es enfermiza
o está muy pálida.
RAMA. Tira bordada a mano con nombre.
RASPADOR. Punta de machete curvada para raspar jícaras.
REBOLLÓN. Barullo, aglomeración desordenada de gente.
RECULAR. Echarse para atrás.
SANCOCHAO. Sancocho, comida solamente hervida.
SALAMERO. Metiche, chismoso.
SAHUMERIO. Utensilio para sahumar en las ofrendas.
SAZÓN. Dícese del fruto antes de empezar a madurar.
SCHOTISTA. Cantante de coplas de schotis madrileño.
SHISHO. Contracción de "sí sotho".
SHIS.- Residuo
SHOTO. Sinónimo de amanerado.
SISOTE. Pan de sal parecido a la telera o al bolillo.
SOBAR. Tallar, friccionar.
SOLLE]O. Cubierta, superficie de algo, piel humana o de animal.
SOMATARSE. Darse un golpe fuerte, caerse de un árbol, etc.
SOSQUIL. Estropajo.
SURUMBO. Mareado, tonto, medio ebrio.
TAPANCO. Sitio utilizado para guardar el maíz, situado en las vigas de las
chozas.
TAPESCO. Parecido al tapanco, sólo que éste es de patas a una altura de 1.5 m.
TATARATEAR. Temblar, vibrar.
TATA, TATITA. Hipocorístico de papá.
TENATE. Canasto grande tejido de palma para el mandado.
TETESHADO. Tuzado, mal cortado.
TILICO .- enclenque, flaco, débil
TOLOQUE. Saurio parecido a una lagartija.
TOLLA. Pequeña batea que sirve para dar de comer a los animales.
TOSHITO. Huerfanito, solitario.
TOTOPOSTE. Tortilla grande y delgada de maíz nuevo.
TRIPÓN. Chamaco, niño pequeño.
TUTUPICHE. Cuchupiche, orzuelo o perrilla (inflamación de glándulas
sebáceas de párpados).
YAGUAL. Aro que sirve para guardar tortillas, cacao, etc.
ZAMPAR. Propinar; dar, principalmente, un golpe.
ZAPATEO. Baile regional tabasqueño.
Chocotips
BUTIFARRAS
Ingredientes:
Tripas de cerdo las necesarias
Jugo de limón, el necesario
Sal la necesaria
2 gramos de sal de nitro
2 kilos de carne de cerdo molida
25 pimientas de castilla molida.
5 dientes de ajo molidos.
1 pizca de cominos molidos.
3 cucharadas de vinagre
1 nuez moscada entera.
Manera de prepararse:
Prepare las tripas en la siguiente forma: lávelas perfectamente con
limón y sal. Después vuelva la parte interior hacia afuera y repita el
procedimiento. Amarre un extremo y sople hasta llenarlas de aire;
enseguida amarre el otro extremo para que permanezcan infladas.
Luego séquelas al sol. Cuando estén listas, póngalas a remojar en
agua con sal nitro. Antes de usarlas escúrralos, apretándolas entre
los dedos.
Posteriormente, revuelva la carne con la pimienta, el ajo, el comino,
el vinagre y sal al gusto. Rellene las tripas, haciendo un amarre cada
cinco centímetros. Luego lleve la butifarra al fuego en el agua
necesaria con una pequeña cantidad de sal y nuez moscada.
Déjela cocer hasta que alcance su punto, que se reconoce cuando
al punzarla con una aguja no suelta líquido. Para servir decore
con hojas de maíz.
Anécdotas: Mercado Pino Suárez
Los mercados son de algún modo la casa grande del pueblo, la que muestra
ssu alma, conserva sus raíces y el verdadero rostro de su ser y de su comer, además,
punto de partida para valorar la economía del lugar donde está ubicado.
Allá por los años 40's, Villahermosa tuvo en pleno corazón de la ciudad un rico mercado
conocido con el nombre de "Gregorio Méndez", construido en la segunda mitad del siglo
pasado, a muy pocos metros del palacio de Gobierno. Y como todos los mercados del
mundo, en sus aceras y entorno, pululaba multitud de vendedores ambulantes ofreciendo
su disímbola mercancía. Y, desde luego, además de los puestos fijos interiores existían
aquellos que lo rodeaban como un ancho y multicolor cinturón, en ellos por lo general se
vendía jugos de frutas, helados, horchatas, golosinas de hechura casera, pan de nata,
marquesote, rebanadas de tortas de maíz nuevo, tortitas de yuca, copas nevadas,
hojaldras de pollo o de jamón, pastelitos inflados, aguas frescas de jujo, piña, naranja,
limón, marañón, guanábana, sandía, pitahaya y melón, sin faltar el agua de coco, los
coloraditos y el pozol.
Al crecer el movimiento comercial en el centro de la ciudad a principios del presente siglo,
fue insuficiente ese mercado, teniendo las autoridades a bien construir frente al costado
oriente del Parque Juárez, el que después se llamaría "José María Pino Suárez".
El mercado "Pino Suárez" era un galerón con techo de dos aguas, con bastante luz y
ventilación y de elevada altura acorde a nuestro clima; tenía definidas sus áreas:
comedores, abarrotes, carnicerías, pescadería, vísceras, aves de distintas especies y
sabores. Casi todos los puestos tenían sus paredes cubiertas de mosaico blanco hasta
determinada altura, los abarroteros acostumbraban proteger los suyos con malla de
alambre, misma que aún utilizan.
Un gran espíritu de hermandad existía entre la familia casera; los nagateros que así se les
llamaba a quienes expendían carne de res, y matapuercos a quienes comerciaban carne
de cerdo, todos eran personas conocidas.
¡Ah! y la comida, no se come en ningún
lugar del mundo, ni en el más caro
restaurante del universo, nada tan sabroso como lo que allí en el mercado se cocinaba.
NOCTURNO A MI MADRE
HACE un momento
mi madre y yo dejamos de rezar.
Entré en mi alcoba y abrí la ventana.
La noche se movió profundamente llena de soledad.
El cielo cae sobre el jardín oscuro.
Y el viento busca entre los árboles
la estrella escondida de la oscuridad.
Huele la noche a ventanas abiertas,
y todo cerca de mí tiene ganas de hablar.
Nunca he estado más cerca de mí que esta noche:
las islas de mis ausencias me han sacado del fondo del mar.
Hace un momento,
mi madre y yo dejamos de rezar.
Rezar con mi madre ha sido siempre
mi más perfecta felicidad.
Cuando ella dice la oración Magnífica,
verdaderamente glorifica mi alma al Señor y mi
espíritu se llena de gozo para siempre jamás.
Mi madre se llama Deifilia,
que quiere decir hija de Dios, flor de toda verdad.
Estoy pensando en ella con tal fuerza
que siento el oleaje de su sangre en mi sangre
y en mis ojos su luminosidad.
Mi madre es alegre y adora el campo y la lluvia,
y el complicado orden de la ciudad.
Tiene el cabello blanco, y la gracia con que camina
dice de su salud y de su agilidad.
Pero nada, nada es para mí tan hermoso
como acompañarla a rezar.
Todos los días, al responderle las letanías de la Virgen
?Torre de Marfil, Estrella Matinal?,
siento en mí que la suprema poesía
es la voz de mi madre delante del altar.
Hace un momento la oí que abrió su ropero,
hace un momento la oí caminar.
Cuando me enseñó a leer me enseñó también a decir versos,
y por ese tiempo me llevó por primera vez al mar.
Cuando la pobreza se ha quedado a vivir en nuestra casa,
mi madre le ha hecho honores de princesa real.
Doña Deifilia Cámara de Pellicer
es tan ingeniosa y enérgica y alegre como la tierra tropical.
Oigo que mi madre ha salido de su alcoba.
El silencio es tan claro que parece retoñar.
Es un gajo de sombra a cielo abierto,
es una ventana nueva acabada de cerrar.
Bajo la noche la vida crece invisiblemente.
Crece mí corazón como un pez en el mar.
Crece en la oscuridad y fosforece
y sube en el día entre los arrecifes de coral.
Corazón entre náufrago y pirata
que se salva y devuelve lo robado a su lugar.
La noche ahonda su ondulación serena
como la mano que en el agua va la esperanza a colocar.
Hermosa noche. Hermosa noche
en que dichosamente he olvidado callar.
Sobre la superficie de la noche
rayé con el diamante de mi voz inicial.
Mi voz se queda sola entre la noche
ahora que mi madre ha apagado su alcoba.
Yo vigilo su sueño y acomodo sus nubes
y escondo entre mi angustia lo que en mi pecho llora.
Mi voz se queda sola entre la noche
para decirte, oh madre, sin decirlo,
cómo mi corazón disminuirá su toque
cuando tu sueño sea menos tuyo y más mío.
Mi voz se queda sola entre la noche
para escucharme lleno de alegría,
callar para que ella no despierte,
vivir sólo por ella y para ella,
detenerme en la puerta de su alcoba
sintiendo cómo salen de su sueño
las tristezas ocultas,
lo que imagino que por mí entristece
su corazón y el sueño de su sueño.
El ángel alto de la media noche,
llega.
Va repartiendo párpados caídos
y cerrando ventanas
y reuniendo las cosas más lejanas,
y olvidando el olvido.
Poniendo el pan y el agua en la invisible mesa
del olvidado sueño.
Disponiendo el encanto
del tiempo enriquecido sin el tiempo;
el tiempo sin el tiempo que es el sueño,
la lenta espuma esfera
del vasto color sueño;
la cantidad del canto adormecido
en un eco.
El ángel de la noche también sueña.
Sólo yo, madre mía, no duermo sin tu sueño!
Las Lomas, 8 de marzo de 1942 . CARLOS PELLICER CÁMARA
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