FELIX LUNA EL MÁS PROLÍFERO HISTORIADOR ARGENTINO La reciente desaparición de Félix Luna nos lleva a meditar sobre su extensa, profunda y variada historiografía. Fue quizás el historiador argentino que más honda huella dejó en nuestro país en todos sentidos: investigó con originalidad, aportó importantes trabajos, incursionó en el folklore, en la poesía, en la cuentística y llevó a cabo durante más de cincuenta años la mayor labor de divulgación histórica que se haya realizado entre nosotros y quizás en toda América Latina. Puso a la historia al alcance y degustación del pueblo y lo hizo de una manera seria, equilibrada y con mucha, muchísima humanidad y humor. Si bien no fue riojano perteneció a una familia riojana de larga trayectoria. Tanto es así que su primer trabajo “La Rioja después de la Batalla de Vargas” lo publicó en el número 3 año V de septiembre de 1946. La publicación que dirigía Dardo de la Vega Díaz y que fue la más importante colección de trabajos de historia de La Rioja y una de los más importantes del país dio a conocer este trabajo de juventud de un estudiante de derecho que se inclinaba ya por las labores históricas. En esa primera publicación vemos que muchos de los presupuestos o visiones sobre esta materia que tuvo Luna ya estaban esbozados en el mismo: originalidad, seriedad y minuciosidad en la investigación, amena y elegante exposición y todo ello entreverado con mucho humor, bonhomía y humanidad. A esta primera incursión la seguiría el primer trabajo de significación como fue la biografía sobre Yrigoyen, libro liminar que tendría un largo y fructuoso destino y que aún hoy sigue siendo de interés. Pero el libro que realmente lo destacaría fue “El 45” en el que utilizando el recurso de la historia oral realizó un minucioso análisis de la génesis del peronismo, libro que sindicaría a Luna como una nueva voz en la historiografía seria del país. Y luego seguirían sus trabajos sobre Alvear, Roberto Ortiz para desembocar en un voluminoso libro que sería “Perón y su tiempo”. Hay sin embargo un libro que lo hizo extraordinariamente popular y le permitió regresar a incursionar en la historia de La Rioja: “Los caudillos”. Este libro surgido en la década del 60 fue uno de los más populares que escribió. En él estudia con singular acierto las figuras de cinco caudillos argentinos: Artigas, Pancho Ramírez, Facundo, Peñaloza y Varela. De ahí destacamos que de los cinco caudillos tres fueron riojanos. No debemos olvidar que en 1963 se realizó un congreso de homenaje al centenario del asesinato del Chacho que recogió trabajos de singular importancia y en 1967 al cumplirse los cien años de la batalla de Pozo de Vargas se realizó un encuentro similar. Pero Luna no se quedó simplemente en la labor historiográfica, ya por esos años había comenzado a hacer conocer una serie de trabajos poéticos como “Alfonsina y el mar”, “Zamba para usted”, etc., dirigiendo por un tiempo la revista “Folklore”. Sus años como diplomático en Suiza durante el gobierno de Arturo Frondizi le hicieron conocer una revista de divulgación francesa que lo inspiró. “Le miroir de l´ histoire” (El espejo de la historia) que le sugeriría hacer algo similar a su regreso al país. Y así en 1967 comenzaría su larga y exitosa trayectoria la revista especializada que más hizo por el conocimiento de nuestro pasado. Miles de colaboradores, especialistas o no, publicaron y siguen publicando en sus páginas. Más de 500 números muestran esta curiosa trayectoria de una revista que sigue y sigue apareciendo. En “Confluencias” una suerte de amable autobiografía Luna entre serio y jocoso nos cuenta de los avatares de su vida, de su conocimiento del Ande, de su rechazo casi inmediato luego de obtener su título de abogado de ejercer esa profesión y de su temprana inclinación por la historia. Y además todo le sirvió para la divulgación. Desde colecciones en fascículos a colecciones como “Historia integral de la argentina” o sus programas de televisión contando en vivo y directo nuestra historia a lo que se agrega su constante y rutinaria presencia en todas las ciudades del país dando conferencias, participando de congresos, simposios y demás. E incluso a él también se le debe ser pionero en libros de historia dedicados a los niños. No fue un historiador acartonado y cariculico e incluso tuvo mucha resistencia para ser nominado como académico de número de la Academia Nacional de la Historia. Y algo que hay que destacar es que su discurso de aceptación en dicha institución fue justamente sobre el tema que lo apasionó toda su vida: la divulgación y la utilización de los medios para el conocimiento de la historia. Que siempre mantuvo una suerte de espíritu jocoso lo muestra un curioso librito “Los Luna” donde cuenta para sus hijas y nietos el origen e historia de la familia Luna, e inventa quizás que el antipapa Luna fue uno de sus antepasados más lejanos. La historia a Félix Luna no solamente lo apasionaba sino que le producía mucha alegría. Y casi cerrando su círculo vital donó hace un par de años a La Rioja un libro “Temas de historia colonial riojana” en la que reunió la mayor parte de sus trabajos sobre historia de La Rioja. Pero además es bueno hacer constar que mucha de la obra de Luna fue de tipo ensayístico utilizando material histórico para visualizar el futuro de este país que quiso entrañablemente. Félix Luna fue el más destacado historiógrafo que tuvo la Argentina en el siglo XX. Miguel Bravo Tedin