accidentes geograf

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APRENDAMOS A VER BAJO EL AGUA
LOS ACCIDENTES PROPIOS DE NUESTRAS COSTAS DE ARENA
Lo que se dice en esta nota, no tiene un lenguaje técnico ni pretende ser un
informe de geología marina, sino se refiere a las características de nuestras playas
de arena descriptas en lenguaje corriente. No podemos ver bajo el agua todos los
días
Sólo vemos los diferentes lugares de la costa aquí escritos, cuando el mar está
tranquilo y no hay grandes olas que rompen desde lejos o vienen encimadas.
Tampoco podemos ver, en el mar que está planchado y apenas hay una pequeña
rompiente a nuestros pies.
Cuando hay estas condiciones extremas en el mar, únicamente podemos localizar
los diferentes lugares y accidentes, si en días anteriores exploramos esa zona de la
costa en una extrema bajante, y tomamos puntos de referencia para poder
ubicarlos. Vemos las zonas profundas y las bajas, por las ondas, olas y rompientes
En los días de buen estado del mar, hay dos rompientes bien definidas. Una que se
levanta y rompe sobre el banco que está alejado, y otra ola (orillera) un poco más
baja, que se levanta y rompe cerca de la orilla. Atrás de ambas rompientes hay
ondas que no rompen. Allí en las ondas más bajas, es donde está la mayor
profundidad del canal.
Se puede ver la profundidad por el color del mar Claro: poca profundidad. Oscuro:
más profundidad.
En días de mar verde claro con viento suave del Este o el Sur, podemos ver las
zonas más profundas, por que el mar allí se pone verde limpio y más oscuro. Y
hasta podemos ver, que entre el primer y segundo canal, se hacen como calles
profundas transversales o perpendiculares, que entran al segundo canal, más
oscuras con ondas bajas sin olas: esos son chupones.
Al relieve del fondo no lo vemos, pero lo vamos palpando con los pies
En nuestra costa, se forman dos canales paralelos a ella, que tienen una
conformación bastante típica y repetida. En marea alta, puede que haya un tercer
canal de fondo palangana, bastante plano que se lo puede pasar con el agua por la
rodilla.
Al meternos en el agua, el declive por lo general es leve, hasta llegar al serrucho o
pianito, que son ondulaciones de arena que suben y bajan, y que anuncian que
viene el escalón. El escalón es justo donde se levanta la ola y donde comienza la
profundidad del canal.
Esta profundidad va en aumento hasta donde termina el canal, en el hoyo: donde
está lo más profundo del canal. Este hoyo del canal, está al pie del banco y para
subir a él, hay que trepar una pendiente empinada. Esta pendiente es la rampa de
subida. Por ahí subimos al banco que tiene poca profundidad. El banco queda
sumergido con rompientes en marea alta, pero en la baja, comúnmente queda
como un lomo de arena visible.
Los canales son irregulares en profundidad y pueden tener pozos sorpresa,
inesperados. En general, están en la parte más ancha del canal y se los puede
localizar palpándolos con los pies en la marea más baja.
De acuerdo a las mareas cambian las características de un mismo lugar, por eso es
necesario tener siempre a la vista la tabla de mareas del lugar donde estamos,
para poder predecir como estará una misma playa en un determinado momento de
la marea.
Nuestras costas de arena están cambiando constantemente. Después de cada
sudestada, cambia la geografía de la costa. Cuanto más fuerte sea la sudestada,
más transformaciones habrá. Por lo cual conviene ir de día en la marea más baja,
cuando comienza a aquietarse el mar y asentarse la arena. Así podemos explorar y
reconocer como está el relieve del fondo, que seguramente se mantendrá con
pequeñas variaciones hasta la próxima sudestada. Recordemos que justo donde se
levanta la ola, siempre está el escalón (o veril) donde comienza la profundidad del
canal.
Ollas o chupones
Los chupones y ollas son los lugares más profundos de la costa. Podemos distinguir
la olla, porque la línea de la orilla forma una amplia panza hacia el continente de
unos cincuenta metros de borde a borde. Este accidente indica la presencia de un
chupón, más o menos profundo, que se interna mar adentro generando una fuerte
correntada. Podemos ver los chupones, porque la rompiente pierde continuidad,
donde no hay banco de arena y vuelve a surgir del otro lado, donde reaparece el
banco de arena. El chupón es una boca del canal que se ha abierto en el banco, por
donde se llena o vacía de agua. Allí el banco está como cortado de manera bien
definida, y se suele ver como una calle de agua turbulenta, que cuando arrastra
arena se lo ve más marrón, y que entra perpendicular o en diagonal al mar. Por lo
general, el chupón presenta una forma de embudo que atraviesa el banco. En un
canal profundo y ancho hay dos de estos embudos, uno de entrada y otro de salida
del agua. Antes de la boca del embudo, en el canal se suele hacer una olla
profunda, con numerosos pozos sorpresa, y en su fondo la arena suele estar floja,
suelta, por el movimiento constante de la correntada. El chupón de salida o
desagote, es el más peligroso para bañistas, por eso en verano los guarda vidas los
señalan con banderas rojas y prohíben bañarse. Este chupón, es el desagüe que
vacía con mucha fuerza el canal sobre todo cuando comienza la marea en bajante.
Cuando la marea está muy baja, con viento de la costa, podemos ver como
dibujado en la arena el chupón, porque al retirarse el agua del primer canal, queda
marcado en la arena como un arroyo que tiene entrada, recorrido y salida del agua,
tomando la forma de un arco muy abierto que en las dos puntas se conecta con el
mar.
La mejor manera de comenzar a reconocer los chupones es preguntándoles a los
guarda vidas dónde están, y que les enseñe como verlos allí, en ese lugar.
El chupón y la olla se definen y delimitan bien, cuando el estado del mar es bueno
durante varios días y el fondo asienta y afirma.
En los chupones, el mar está más erizado pero en superficie es casi chato, pues no
se levantan olas como a los lados donde hay banco, porque allí el mar atravesó y
desmoronó el banco. El agua en el chupón está agitada, revuelta y suele haber
remolinos de arena bien visibles y oscuros, en la superficie. A los costados del
chupón las olas no avanzan derecho, paralelas a la costa, sino transversalmente, y
se entreveran y chocan entre sí.
En la playa, donde está la boca del chupón se hace una pendiente brusca, la costa
baja en picada. El serrucho es mínimo o no existe. El escalón es abrupto y
profundo, y se pasa del agua a la rodilla, a quedar con el agua al pecho si se baja el
escalón. En la orilla suele haber un manto de conchillas y caracoles que el mar trajo
con gran fuerza por esa boca y la depositó en la costa.
A los lados del chupón generalmente hay dos restingas: puntas o lenguas de arena
debajo del agua y a poca profundidad. Son largas entradas al mar, que bordean los
costados del chupón. Una restinga por lo general, es más larga que la otra, según
la deriva prevaleciente. El chupón y las restingas son difíciles de ver a simple vista,
a menos que el agua esté muy clara, en que se ve verde claro en la restinga y
verde oscuro al borde (la cornisa) de la restinga hacia la mayor profundidad.
En el caso que alguno sea sorprendido, pierda pie y sea chupado, los guarda vidas
aconsejan no asustarse ni nadar contra la corriente del chupón, sino con
tranquilidad, flotar, nadando con tranquilidad, sin tragar agua, (llamando a los
guarda vidas si los hay) y permitiendo que la corriente lo lleve unos 10 o 15 metros
adentro, porque cuando haya pasado por la boca del chupón, a la altura del banco,
las mismas olas lo llevarán a uno u otro costado del banco donde podrá hacer pie.
Una vez con los pies sobre el banco, tendrá que buscar la salida una parte baja en
el primer canal para cruzarlo caminando, alejándose lo más posible del chupón.
A mar abierto, sin canales ni bancos
Otro accidente de la costa no muy frecuente, se da cuando el fondo del mar queda
como un plano inclinado, donde no hay canales ni banco. Esto sucede cuando en un
amplio sector de la playa, el banco fue derribado por la sudestada. Cuando se da
este tipo de costa, lo primero que vemos es una lomada pronunciada (berma) entre
la orilla y el médano de contención que es alto, después una entrada en el agua en
pendiente muy inclinada, luego una sola rompiente cerca de la orilla, y si
observamos a los costados, a lo lejos (200 metros o más) a la derecha e izquierda,
vemos que por allá, hay una segunda rompiente que está alejada de la orilla. Allí sí,
hay banco y los dos canales, como es común en nuestras costas.
Si entramos al agua en este sector a mar abierto, lo primero que palparemos con
los pies es un serrucho, de ondulaciones muy pronunciadas y fofas, de arena
suelta.
Además, si el mar está picado en la zona de la rompiente hay remolinos y
movimientos de arena. Volvemos a advertir: Ojo, que justo donde se levanta la ola
está el escalón.
Este mar abierto, por lo general puede mantenerse días o semanas, pero también,
aunque no es tan frecuente, ha permanecido por meses y hasta años.
Repetimos: si la costa muestra una elevación, lomada o barranca de arena entre el
médano de contención y la orilla, seguramente la costa será profunda y la
pendiente de entrada al agua muy inclinada. En cambio, la costa chata o plana,
presentará una pendiente suave y poca profundidad debajo del agua.
Este tipo de accidente costero, sin bancos ni canales, es peligroso para los bañistas
porque las aguas parecen tranquilas, poco profundas por la única rompiente y no se
ve una superficie revuelta ni erizada, pero todo ese sector es como un gran chupón,
hondo y en ciertos lugares no visibles, tiene profundas ollas y fuertes correntadas
interiores.
Cómo reconocer y explorar una canaleta
Cuando buscamos una canaleta tenemos que buscar que la segunda rompiente esté
lo más alejada de la costa posible, pues allí en el medio queda una canaleta ancha,
no profunda y con corrientes suaves. Cuando el primer canal toma estas
características lo llamamos canaleta.
La canaleta es ancha, larga, poco profunda y móvil. Puede tener de ancho 50, 80 o
100 metros o aún más. Esta canaleta es como un río que corre paralelo a la costa,
entre la costa y el banco, con ondas pero sin olas ni rompientes grandes; con una
sola una rompiente pequeña en la orilla que hace un sonido característico: splish,
splish.
Esa canaleta puede tener de largo 300, 1000 o 2000 metros, parece una inmensa
bañadera de poca profundidad. Al entrar en la canaleta, bajando el escalón, el agua
llega a un metro aproximadamente, y en la parte más profunda, al final de la
canaleta, en el hoyo, antes de la rampa que sube al banco, lo ideal es que el agua
no pase del metro cincuenta. Esto nos da una idea de cuán leve es la inclinación de
este fondo tipo palangana.
Una vez que encontramos la canaleta hay que meterse en el agua, caminarla por
dentro, recorrerla de día, hacerse un mapeo mental de sus diferentes lugares y de
ser posible en marea baja, para luego saber moverse en ella o aprovecharla mejor
pescando, cuando esté en marea alta. Conviene recorrer esa canaleta, para saber
donde comienza y donde termina, tomando puntos de referencia de la costa. Pues
donde empieza y termina se hace un fondo cóncavo como cucharas, en donde la
concentración y tráfico de peces es más intenso. Igual que en el acceso de entrada
de agua a la canaleta cuando la marea sube y en el chupón de salida cuando está
bajando. En esos accesos acechan los peces más grandes a los más pequeños.
Después de cada sudestada, hay que volver a explorarla nuevamente porque
seguro habrá cambiado en su configuración geográfica. La canaleta se va moviendo
según las corrientes internas del mar que trasladan la arena y los cambios de
vientos.
Nosotros decimos que “se va corriendo” mes a mes o año a año.
Por ejemplo desde el principio del año 2006 en la zona Norte, la mejor canaleta
estaba desde la calle 306 hasta el balneario La Punta en que se ponía demasiado
profunda y peligrosa por el chupón de salida del canal. Ahora, después de una serie
de sudestadas desde el 2008, la canaleta comienza un poco antes del Balneario La
Punta y llega casi hasta el último médano con vegetación.
Hay una correntada o deriva que va generalmente en una dirección definida pero
dentro del canal hay además, angostas calles o correderas por donde fluye el agua
en más cantidad y con mayor rapidez. Es bueno poder ubicarlas porque por allí
pasan los peces y también aguardan las especies cazadoras.
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