Documentos de la colección _____________ en el ordenamiento jurídico colombiano

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Documentos de la colección
_____________
El derecho de acceso a la información pública
en el ordenamiento jurídico colombiano
Alexei Julio Estrada
La calidad de la información, atendiendo a
las condiciones de la respuesta al derecho de
petición
Fabián G. Marín Cortés
Mecanismos de acceso a la información pública
Germán Suárez Castillo
Situación de la libertad de
expresión en Colombia
Carlos Cortés Castillo
Experiencias sobre aceso
a la informacion nuevas tecnologías
Este documento fue insumo de la Cátedra Ciro Angarita Barón de la Defensoría del Pueblo llevada a
Panel de discusión
Abril 20 de 2010
cabo en marzo de 2010. La presente publicación
fue posible gracias al apoyo de la Fundación Konrad Adenauer y la Embajada Británica. Las opiniones expresadas en este material no representan
aquellas de las organizaciones antes mencionadas
ni de la Fundación para la Libertad de PrensaFLIP o la Defensoría del Pueblo de Colombia.
Percepción de la sociedad civil y los
organismos de control sobre el
acceso a la información pública
22 de abril de 2010
Panel de discusión
1
Embajada Británica
Bogotá
Situación de la libertad de
expresión en Colombia
Carlos Cortés Castillo
*
Abogado de la Universidad de Los
Andes; especialista en Periodismo, también de Los Andes. Trabajó en la Defensoría del Pueblo en
el periodo de Eduardo Cifuentes,
primero en la oficina de Prensa y
después en el área de derechos humanos. Fue colaborador de Publicaciones Semana, en especial de
Semana.com. Dirigió la Fundación
para la Libertad de Prensa (FLIP)
entre 2005 y 2009. Actualmente
es profesor de ‘Política y derecho
de medios’ del Programa de Periodismo y Opinión Pública de la
Universidad del Rosario, consultor
en temas de derecho a la información y periodista de La Silla Vacía
(www.lasillavacia.com).
Resumen del texto
El presente texto hace una descripción de la sesión desarrollada sobre la situación de la libertad de expresión en Colombia. La aproximación que hizo el ponente es netamente práctica.
Después de hacer unas breves consideraciones sobre lo difícil que resulta medir la libertad
de expresión en una sociedad, desarrolla seis casos prácticos sobre violaciones a este derecho.
En cada caso, se resumen los argumentos planteados por los participantes y se hacen unas
consideraciones a manera de reflexión final. Algunos de estos temas se complementan con
jurisprudencia de la Corte Constitucional.
2
Palabras clave
Violación a la libertad de expresión, derecho a la información, artículo 20, amenaza, obstrucción, intimidación, reserva de la fuente, estigmatización, periodistas, medios de comunicación, no censura, controles posteriores, controles desproporcionados.
1. Introducción
El objetivo de la sesión era mostrar, desde un punto de vista práctico, cuál es el panorama
de la libertad de expresión y el derecho a la información en Colombia. Para centrarse en
este aspecto, los asistentes habían tenido en sesiones anteriores una aproximación al marco
constitucional y legal de estos derechos. Este contexto les permitiría analizar la realidad con
unos elementos conceptuales previos. Por esta razón, la sesión no ahondó en consideración
de tipo teórico.
La metodología que se escogió para desarrollar la sesión fue el estudio de caso. Se seleccionaron seis a partir de hechos registrados por la Fundación para la Libertad de Prensa
(FLIP), específicamente relacionados con la actividad periodística. Estos hechos se adaptaron - se modificaron los nombres y lugares reales - y se ofrecieron los siguientes elementos
de análisis:
››Posible violación a la libertad de expresión o el derecho a la información: análisis de la
conducta que constituye una violación de este derecho.
››Uso ‘problemático’ de la libertad de expresión o el derecho a la información: análisis del
comportamiento del periodista y la relación con la posible violación. Cuando se habla
de ‘problemático’ no se quiere entrar a evaluar desde la perspectiva ética esta actuación,
cosa que no es el objeto de la sesión, pero sí dejar planteados algunos elementos para la
reflexión.
››Papel del periodista y/o del funcionario público: rol que jugaron las partes en el hecho.
¿Qué influencia tiene el papel de uno y otro en el hecho que se analiza?
Para llevar a cabo esta discusión, el grupo se dividió en seis grupos de entre siete y ocho
personas. Posteriormente, un representante de cada grupo expuso las conclusiones.
Esta metodología permite entender el ejercicio del periodismo y los riesgos y obstáculos
que enfrenta. Si bien el ponente hizo referencia a las cifras sobre ataques a periodistas y
medios de comunicación, el objetivo, más que compartir cifras frías, era propiciar una discusión alrededor de los siguientes puntos: cómo se identifica una violación a la libertad de
expresión; cuáles son las violaciones recurrentes en Colombia, y cuál es el papel de la prensa
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carlos cortés castillo
en este contexto.
El presente documento no incluye un aparte de conclusiones, toda vez que éstas se abordaron en el desarrollo de cada caso.
2. La difusa frontera de la libertad de expresión
Antes de iniciar la discusión práctica, el ponente hizo algunas consideraciones abiertas a discusión sobre en qué consiste medir el grado de libertad de expresión. El planteamiento central en este punto es el siguiente: si bien existen metodologías válidas para evaluar el estado
de la libertad de prensa - como un desarrollo de la libertad de expresión - en una sociedad,
siempre se tratará de un diagnóstico aproximado.
Cuando hablamos de libertad de expresión nos referimos a un derecho individual y a la
vez colectivo. Dicen Owen Fiss que la visión democrática concibe la libertad de expresión
como un derecho de autodeterminación colectiva.1 La deliberación como principio fundante de esta libertad, no sólo reafirma al sujeto sino que fortalece el debate democrático.
Las cifras no nos van a responder con precisión la pregunta de cómo está el debate democrático en un país. Un monitoreo nos dará un diagnóstico útil, sin duda, pero no podrá
decirnos con precisión de qué temas la gente no habla por miedo, por conveniencia o por
considerar que su visión sobre la realidad ya no es susceptible de deliberación.
El ponente quiso compartir entonces con los asistente su opinión sobre lo que sucede en
Colombia: el debate en nuestro país se ha ido estrechando y agrietando lentamente. La posibilidad de plantear ciertos puntos de vistas se ha ido restringiendo casi sin darnos cuenta.
El debate se agrieta cuando nos ofendemos. No sólo cuando nos agredimos, sino cuando nos sentimos indignados con facilidad por lo que otro dice; cuando nos consideramos
atacados en nuestras convicciones. Dice el filósofo Karl Popper en su texto ‘Tolerancia y
responsabilidad intelectual’: “Debo enseñarme a mí mismo a desconfiar de ese peligroso
sentimiento o convencimiento intuitivo de que yo soy quien tiene razón. Debe desconfiar
de este sentimiento por poderoso que pueda ser”. En Colombia parece que sucediera lo
contrario: no desconfiamos de nuestro pensamiento sino del pensamiento de los demás.
El principal culpable de que nuestro debate se esté estrechando y de que los ciudadanos
nos estemos aislando - planteó el ponente -, es el Gobierno. Se ha dedicado con disciplina y
rigor a moldear una versión oficial e imponerla como única verdad, a arrinconar a los críticos hasta volver su discurso una expresión marginal. Ha estigmatizado y puesto en riesgo a
los que ofrecen perspectivas diferentes, y se ha encargado de sacar del debate público términos que antes definían mejor nuestra realidad. ¿Cuando fue la última vez, se le preguntó a
los asistentes, que usted dijo o leyó “conflicto armado”? ¿No se siente raro cuando lo dice?
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carlos cortés castillo
Este discurso oficial, que suena a todo volumen y a toda hora y que acalla las demás voces, surte un efecto contundente, y es que sin saberlo, aprendemos a autocensurarnos. No
sólo los medios de comunicación y los periodistas, sino también los demás los ciudadanos.
Dice Coetzee al respecto:
1 Owen M Fiss, The Irony of Free Speech. Harvard University Press. Cambridge Massachusetts. Londres, Inglaterra, 1996.
Cuando ciertas clases de escritura y discurso, incluso ciertos pensamientos, se convierten en actividades furtivas, la paranoia del Estado está en proceso de reproducirse en la psique del súbdito, y el Estado puede soñar con un futuro en el que se
podrá permitir que las burocracias de supervisión vayan desapareciendo, ya que su
función, en la práctica, se habrá privatizado.2
Los asistentes en general estuvieron de acuerdo con este planteamiento. Centraron sus comentarios en algunos hechos o anécdotas sobre el particular. No obstante, algunos también
plantearon críticas a la manera como algunos medios de comunicación y periodistas actúan.
Este punto de discusión se postergó para el análisis de los casos, a lo cual se dedicó el resto
de la sesión.
3. Análisis de casos
a. La estigmatización
Cunditá es un departamento alejado del centro del país donde tradicionalmente ha habido
presencia guerrillera. Si bien en los últimos meses este grupo ilegal ha mantenido un bajo
perfil y está replegado por la acción de las fuerzas militares, decide hacer un paro armado
para demostrarle al gobierno que no está derrotado. La orden perentoria es que no puede
haber transporte público (taxis, lanchas y buses).
Después de un par de días, las emisoras locales reportan que Cunditá está paralizado. Esta
noticia molesta al Ministro de Defensa, quien desestima el parte negativo ante los medios
de la capital. Un alto mando militar de Cunditá cita a los periodistas locales y les dice que
“no le hagan el juego al terrorismo” y les entrega un comunicado donde se da un parte de
normalidad. Los periodistas lo publican, y pocas horas después comienzan a recibir llamadas intimidantes del comandante del grupo guerrillero.
››Posible violación a la libertad de expresión o el derecho a la información. Los participantes identificaron dos situaciones que atentan con la libertad de expresión. Por un
lado, la presión oficial de parte del Ministerio de Defensa para que la versión inicial de
los periodistas sea corregida. Allí, además, se subraya la expresión “no le hagan juego al
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carlos cortés castillo
terrorismo”. Por otro lado, las amenazas de los grupos armados después de que los periodistas publicaron una nueva versión de la información.
››Uso ‘problemático’ de la libertad de expresión o el derecho a la información. “Los
2 J. M. Coetzee. Contra la censura. Ensayos sobre la pasión por silenciar. Debate. Mayo de 2007, página 55.
periodistas están entre la espada y la pared”, dijo uno de los asistentes. Los periodistas
tuvieron que ceder a la presión de la fuente oficial. Para algunos, esa actuación es cuestionable. Para otros, la mayoría, los periodistas no tenían alternativa diferente a hacer eso.
Más allá de eso, el presente caso no planteó para los presentes un uso ‘problemático’ de la
libertad de expresión. En las circunstancias en que se plantean los hechos, la situación en
que deben trabajar los periodistas resulta dramática.
››Papel del periodista y/o del funcionario público. En este punto hubo una reflexión
sobre la manera como actuó la fuerza pública. Específicamente, se analizó la expresión
hacerle “juego al terrorismo”. Los asistente consideraron que esa expresión estigmatizaba
la labor de la prensa y no les permitía de manera libre consultar otras fuentes y analizar
la información diferente a la oficial.
***
Este tipo de casos son comunes en Colombia, y muchas veces pasan desapercibidos. En
zonas con problemas de orden público, como Arauca o algunos lugares de Norte de Santander, los periodistas tienen muchas dificultades para consultar fuentes al margen de la ley, o
para contradecir la versión oficial de los medios.
Frente a la expresión estigmatizante de la fuerza pública, es importante recordar lo siguiente: los funcionarios públicos tiene derecho a ejercer su libertad de expresión, pero en
el uso de ésta, deben abstenerse de difundir expresiones que pongan en riesgo a los ciudadanos. En especial, de las poblaciones en riesgo. Sobre el particular, ha dicho la Corte
Constitucional:
Así pues, como a todas las autoridades, al Presidente compete una posición de garante respecto de los derechos fundamentales de todos los habitantes del territorio
nacional, que hace que cuando se dirija a los ciudadanos deba abstenerse de emitir
cualquier declaración o afirmación que lesione o ponga en riesgo tal categoría de
derechos.
Esta obligación adquiere mayor relevancia tratándose de sujetos de especial pro-
6
tección constitucional tales como los defensores de derechos humano, los reinsertado, los desplazados por la violencia o los miembros de comunidades de para
quienes, debido al estado de vulnerabilidad en el que se encuentran, que se ma-
carlos cortés castillo
nifiesta en un mayor nivel de exposición a riesgos de carácter extraordinario y de
amenaza de sus derechos fundamentales - especialmente de los derechos a la seguridad personal, a la integridad física y a la vida -, merecen un tratamiento especial
y la adopción de medidas reforzadas de protección.3
3 Corte Constitucional de Colombia. Sentencia T-1191 de 2004. Magistrado Ponente, Marco Gerardo Monroy Cabra.
b. La obstrucción para acceder a información
Durante la jornada electoral para el Congreso de la República, los reporteros gráficos y
camarógrafos del departamento de Santana no logran hacer su trabajo: los oficiales de la
Policía encargados de la seguridad en los puestos de votación les prohíben tomar fotos e
imágenes. Los miembros de la fuerza pública argumentan que la medida la notificó mediante circular el comandante de la Policía de Santana.
Preocupados de que la medida pudiera repetirse en las elecciones presidenciales, y extrañados después de ver imágenes y fotos de la jornada electoral en otros departamentos,
los periodistas se reúnen con el comandante de la Policía. Éste argumenta que la decisión
la tomó después de reunirse con los delegados de la Registraduría, quienes en un oficio le
recomendaron que debía tomar las medidas necesarias para preservar el orden público. El
comandante concluye que el objetivo era proteger a los votantes para que no fueran identificados por grupos armados al margen de la ley.
››Posible violación a la libertad de expresión o el derecho a la información. El grupo
que analizó este caso, de manera mayoritaria, planteó que había una restricción al acceso
a la información. Consideraron que era discriminatorio que mientras algunos periodistas
de otras ciudades registraban la jornada, los de esta ciudad no podían hacerlo.
Entre los presentes había funcionarios familiarizados con el tema, que consideraron a todas
luces desproporcionada la medida. Si bien las normas prevén que los medios de comunicación no pueden vulnerar la jornada electoral ni irrespetar la privacidad del voto, esto no
implica que se pueda establecer una restricción absoluta.
››Uso ‘problemático’ de la libertad de expresión o el derecho a la información. El
grupo encontró que la actuación de los periodistas, de acuerdo con los hechos, no era
problemática.
››Papel del periodista y/o del funcionario público. Se analizó el papel que cumplió
el comandante de la Policía y se consideró desproporcionado. La norma electoral debe
interpretarse en el contexto de mantener la seguridad de los comicios, pero permitir la
acción de la prensa.
***
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carlos cortés castillo
El acceso a la información no se refiere únicamente al acceso a documentos públicos, sino
también a sitios y lugares. En materia de acceso a la información, la regla general es el acceso y la reserva, la excepción. Tales reservas deben estar establecidas por ley. Una norma de
carácter policial no puede tener un efecto restrictivo desproporcionado.
c. La amenaza
Un día después de leer al aire un comunicado de prensa del Ejército, el periodista Pedro Pérez fue amenazado por un particular. Al sentirse afectado por la información allí revelada, el
desconocido llegó a la emisora ‘Ondas Estéreo’, donde trabaja Pérez, y lo insultó y amenazó
de muerte. El comunicado oficial, leído en el noticiero, informaba sobre un allanamiento
donde habían sido encontrados unos objetos robados, dinero y armas, y se había capturado
a un sospechoso.
Esta persona había sido liberada pocas horas después de la noticia, y fue quien se acercó
a las instalaciones de la emisora para increpar al periodista por la desacreditación pública de
su imagen. El periodista le explicó que se trataba de la retransmisión de un comunicado del
Ejército. Agregó que si era necesario, los micrófonos de la emisora estaban abiertos para hacer una réplica de la información suministrada por el Ejército. El desconocido, en un tono
amenazante, le respondió a Pérez: “Hasta que no maten a un periodista en este pueblo, no
dejarán de joder”.
››Posible violación a la libertad de expresión o el derecho a la información. La violación es la amenaza del particular contra el periodista. Si bien esta persona no le dijo
directamente al comunicador que lo asesinaría, la manera intimidante como le habló se
considera una amenaza.
››Uso ‘problemático’ de la libertad de expresión o el derecho a la información. En este
punto hubo una discusión muy activa sobre el papel del periodista al leer un comunicado
oficial del Ejército. Para algunos, el periodista estaba basándose en información oficial y
simplemente leyó un comunicado que contenía una noticia policial.
Otros asistentes consideraron que el apego a la versión oficial es preocupante. En este caso,
el individuo salió libre, por varias razones posibles, y al parecer no está involucrado con los
hechos. Se discutió cómo este tipo de ejemplos se dan con frecuencia en varias regiones del
país.
››Papel del periodista y/o del funcionario público. Al ofrecer un espacio de réplica, el
periodista está propendiendo por una imparcialidad en el cubrimiento. También se plantea que ofrecer este espacio no es suficiente, ya que desde el momento mismo en que se
produjo la información debió contarse con la otra versión del hecho. Naturalmente, el
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carlos cortés castillo
particular que amenazó al periodista actuó de manera intolerante. Bajo ninguna circunstancia se justifican sus palabras contra el periodista.
***
Los periodistas suelen confiar de manera excesiva en los comunicados oficiales de la Fuerza
Pública. Este tipo de información está protegida jurídicamente. El criterio del reporte fiel
establece que un periodista puede confiar en esta información y presumir que es veraz.
No obstante, desde el punto de vista práctico, cuando esta información está errada, genera muchos problemas para los periodistas. En particular, los ‘positivos’, entendidos como las
fotos de los capturados adelante del escudo de la Policía, deben usarse con cautela.
En cuanto a la amenaza, no puede considerarse que está se configura únicamente cuando se hace una expresión directa contra el periodista. Su definición es mucho más amplia.
Según la FLIP, una amenaza es una “intimidación directa con el anuncio o insinuación de
la provocación de un mal grave para el periodista o su familia. Constreñimiento para que el
periodista haga, tolere u omita alguna conducta que tenga efecto en su oficio”.
Las autoridades consideran que muchos de estos hechos no pueden ser formalmente investigados, y es usual que le rechacen la denuncia a un periodista que quiere poner en conocimiento esto. Por otro parte, en su actividad diaria, el periodista no reconoce situaciones
que, de acuerdo con lo anterior, configuran amenazas e intimidaciones. A primera vista, un
caso como éste, para muchos periodistas, hace parte de los gajes del oficio.
d. El lenguaje que genera riesgo
El periodista Fernando Fernández tiene un programa radial de opinión llamado ‘Política al
día’. Este espacio, que suele aparecer únicamente durante la época electoral, tiene una línea
editorial muy dura contra el gobierno local. Fernández suele usar calificativos agresivos en
todas sus denuncias, que además carecen de sustento fáctico. En uno de sus programas, afirma que al gobernador “no le alcanza lo que roba para salir a bailar con todas sus mozas”.
Durante esa emisión, las líneas de la emisora colapsan por la cantidad de llamadas del
público, la mayoría de ellas para protestar por lo que dice el periodista. Pocos días después,
el gobernador sobrevive a un atentado, al parecer autoría de grupos armados ilegales. En
su primera declaración a los medios después del hecho, el gobernador se despacha contra
Fernández: “Si este periodista me quería hacer matar, por poco lo logra”.
››Posible violación a la libertad de expresión o el derecho a la información. Los asisten-
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carlos cortés castillo
tes criticaron las declaraciones del gobernador, quien de manera indirecta pero muy clara,
señala al periodista como instigador del atentado. Consideran que se trata de una amenaza y de una declaración estigmatizante que pone en un alto riesgo al comunicador.
››Uso ‘problemático’ de la libertad de expresión o el derecho a la información. La discusión en este punto giró en torno al tipo de periodismo que hace el periodista. Todos
aclararon que de ninguna manera se justifica que a un periodista lo ataquen, sea cual sea
la razón. No obstante, destacaron que este tipo de periodismo es muy común en el país.
Las críticas contra funcionarios públicos, aunque suelen tener sustento, están revestidas
de fuerte ataques verbales y descalificaciones personales.
››Papel del periodista y/o del funcionario público. El papel del periodista quedó explicado en el aparte anterior. Ahora, la declaración del funcionario público es, desde todo
punto de vista, inaceptable. Si el funcionario tiene diferencias con el periodista, debe
tramitarlas a través de procesos judiciales, y no de declaraciones públicas que lo ponen en
riesgo. Los asistentes estuvieron de acuerdo en este punto.
***
Al igual que en el primero caso, las declaraciones estigmatizantes ponen en riesgo a los
periodistas. Así que, para este caso, es importante centrarse en la relación entre el tipo de
periodismo y el riesgo del periodista (hecha la salvedad de que ningún ataque contra un
periodista se justifica). Un periodismo que se aleja de los estándares de imparcialidad y veracidad está más expuesto a querellas judiciales, lo cual es normal, o represiones físicas, lo
cual es del todo anormal.
Sobre este punto, es importante recordar que la Constitución Política establece que no
habrá censura, lo que implica, entre otras cosas, que los controles a la información sólo
pueden ser posteriores. No obstante, los medios de comunicación sí tienen un deber de autorregulación, que también está consagrado en el artículo 20 de la Carta. De alguna forma,
la tesis que plantea la Corte – en la opinión del suscrito – es que la autorregulación es obligatorio, pero sus contenidos son voluntarios. Al respecto, ha dicho el tribunal:
Dicha autorregulación, que se ha de ejercer a través de la autonomía del correspondiente
medio de comunicación, puede traducirse en diversas soluciones que armonicen los intereses y derechos constitucionales en juego; por ejemplo, en el establecimiento de criterios
especiales dependiendo del horario en el cual se transmiten los programas, -solución a la
que se ha acudido frecuentemente en el derecho comparado-, aunque bien puede tal medio
de comunicación optar por otras fórmulas, tales como confiar exclusivamente en el criterio
de los productores y presentadores del programa.4
e. El decomiso de material periodístico
En la ciudad de Urales, capital del departamento de Urales, trabaja el camarógrafo Rodrigo
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carlos cortés castillo
Rodríguez. Una tarde, mientras pasa por la plaza del pueblo, observa cómo una carretilla
bomba explota en plena vía pública. En medio del caos, saca su cámara y comienza a filmar
las escenas posteriores al atentado. Poco después llega el comandante de la Brigada, quien
bastante molesto le pregunta a Rodríguez por qué estaba ahí justo antes de la explosión.
4 Corte Constitucional. Sentencia T-391 de 2007. Magistrado Ponente, Manuel José Cepeda.
Inmediatamente increpa al periodista y le decomisa el material filmado. En la rueda de
prensa posterior prohibe la entrada del camarógrafo. En las sucesivas ruedas de prensa el
veto no se levantaría. La noche del atentado, el noticiero de la competencia de Rodríguez
emite imágenes del atentado, menos detalladas que las que él tenía, pero con la declaración
en el sitio de los hechos del comandante.
››- Posible violación a la libertad de expresión o el derecho a la información. Los
asistentes se refirieron a dos violaciones de este derecho. Por un lado, el decomiso del
material periodístico, sin razón justificada. Por el otro, lado la preferencia que tuvo el
comandante a favor de un medio de comunicación y el veto contra el camarógrafo que
tomó las imágenes.
En el primero caso, algunos consideraron que tal acción podía estar legitimidad si buscaba
proteger el orden público. Otros rechazaron esa posición, ya que una autoridad militar no
es una autoridad judicial.
››Uso ‘problemático’ de la libertad de expresión o el derecho a la información. No
se identificó un uso problemático como tal. Los participantes consideraron que aunque puede ser molesto para las autoridades que estos hechos terroristas se registren, está
claro que los periodistas pueden y deben hacerlo, en tanto se trata de temas de interés
público.
››Papel del periodista y/o del funcionario público. En este punto se centraron en el
papel del funcionario público. Consideraron que su actuación fue del todo arbitraria.
Además, sugiere que el camarógrafo es cómplice por estar en ese lugar “justo” antes de
los hechos. Los vetos como el que describe el caso, son muy comunes en todo el país. De
manera cotidiana las autoridades deciden no entregar declaraciones a un medio o prohibirle el ingreso a las entidades. Esto fue reiterado por varios participantes.
***
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Frente a este ejercicio, es importante referirse a dos puntos. Por un lado, los vetos periodísticos suelen ser sutiles, abstractos o indefinidos. Y usualmente ni los periodistas ni las autoridades protestan por que éstos se produzcan. Pero se consideran restricciones ilegítimas a
la libertad de expresión. Son exclusiones arbitrarias y subjetivas.
Por otro lado, el decomiso del material periodístico, además de constituir un acto arbitra-
carlos cortés castillo
rio, es también una violación del derecho a la reserva de la fuente, protegido por el artículo
74 de la Constitución. La protección de la reserva de la fuente no se limita la identidad de
una fuente como tal, sino a aquellos elementos e información que permite identificarla. El
archivo periodístico, entendido como la información que no ha sido o no fue publicada,
está protegido. Dice la Corte Constitucional:
Como lo ha señalado de manera reiterada la Corte Constitucional, la inviolabilidad del secreto profesional (la reserva de la fuente) permite que un periodista
guarde el secreto sobre la existencia de una determinada información, su contenido, el origen o la fuente de la misma, o la manera como obtuvo dicha información. La reserva de la fuente es una garantía fundamental y necesaria para proteger
la verdadera independencia del periodista y para que pueda ejercer la profesión y
satisfacer el derecho a la información, sin que existan limitaciones indirectas ni
amenazas que inhiban la difusión de información relevante para el público.5
f. La omisión de la autoridad
En la ciudad de Birmania, departamento de Santa Lucía, una reconocida comerciante es
asesinada, aparentemente por delincuencia común. Tres periodistas llegan al lugar de los
hechos, y comienzan a tomar fotos e imágenes del cuerpo, y a entrevistar a los testigos sobre
lo sucedido.
Minutos después aparece el esposo de la víctima. Preso de la ira, golpea sin parar a dos de
los periodistas, rompe la cámara fotográfico y amenaza a la otra periodista, quien toma un
taxi y sale del lugar atemorizada. Los auxiliares de Policía que están en el lugar de los hechos
apenas observan lo sucedido. Cuando finalmente se tranquiliza la situación, una vecina comenta: “Eso les pasa por imprudentes”.
››Posible violación a la libertad de expresión o el derecho a la información. La violación que identificaron los participantes es la agresión física a los periodistas de parte de
un particular. Algunos consideraron que éste había reaccionado de esa manera por ira e
intenso dolor, lo cual si bien no justifica su acción, si la sitúa en un contexto diferente.
››Uso ‘problemático’ de la libertad de expresión o el derecho a la información. Los participantes consideraron que la actuación de los periodistas fue sumamente imprudente.
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carlos cortés castillo
Citaron ejemplos de publicaciones que hacen ese tipo de periodismo en varios lugares del
país. “Siempre tiene la foto del muerto”, dijo uno de ellos. “Es el síndrome de la chiva”,
dijo otro.
››Papel del periodista y/o del funcionario público. En este punto se hizo un análisis
sobre la actuación del funcionario público. La consideraron equivocada al no prevenir la
agresión y, además, encontrarla justificada.
5 Corte Constitucional. Sentencia T-298 de 2009. Magistrado Ponente Luis Ernesto Vargas.
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De este ejercicio es importante destacar que la obligación de las autoridades en la protección
de los periodistas y, por ende, en la protección de la libertad de expresión, no se limita únicamente a una obligación de no hacer. Es decir, de no interferir en la acción de los medios
de comunicación, de no censurar y de no restringir. La obligación también comprende un
deber de hacer, de llevar a cabo acciones que aseguren que los periodistas puedan informar
y hacer su trabajo. Más allá que estén competiendo una imprudencia que pueda generar más no justificar - la agresión.
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