PROGRAMA INTRO INGRESO 2014 RESPONSABILIDAD SOCIAL Y CAPITAL PROFESORA: Lic. Aurora Arena Sede Mar de Ajó: Martes 17 a 21 hora 1 INTRODUCCIÓN “Los hombres son como los ríos: el agua es en todos la misma, pero cada uno de ellos es más angosto aquí, más rápido acá; allí más lento, allá más ancho; a veces limpio, a veces turbio; ora frío, ora cálido. Cada hombre lleva en sí los gérmenes de todas las cualidades humanas, pero a veces se manifiesta una cualidad, otras veces otra y el hombre se torna diferente de sí, a la vez que sigue siendo el mismo hombre.” León Tolstoi Este módulo está destinado a los ingresantes al PROGRAMA INTRO del Departamento de Ingreso y Admisión de la Universidad Atlántida Argentina. Los contenidos propuestos serán transversales a la formación académica que recibirán los alumnos durante las cursadas de sus respectivas carreras de grado. Las lecturas seleccionadas proponen poner en contacto a los alumnos con textos académicos provenientes de diversas disciplinas de las periodísticos, entrevistas y diversas ciencias sociales, artículos fuentes de datos. En este módulo te proponemos: Reconocer la importancia de los actuales debates sobre el capital social desde el enfoque del Desarrollo Humano. Leer, interpretar y analizar diferentes fuentes: bibliográficas, gráficas, estadísticas, orales y escritas) vinculadas al Desarrollo Humano en Argentina. Incorporar, analizar, interpretar, asociar y comparar conceptos aportados por el Enfoque del Desarrollo Humano. 2 CONTENIDOS La condición humana El poeta, filósofo y ecologista español Jorge Riechmann analiza la sociabilidad humana como un componente inherente a la condición humana. Este pensador considera que: “Los intensamente sociales. La copresencia de seres humanos somos animales un yo y un tú es el hecho constitutivo de lo humano: lo humano se funda en lo Interhumano. Somos siempre interdependientes (además de ecodependientes, ya habrá ocasión de insistir sobre ello). Como nos recuerda Tzvetan Todorov –en ese imprescindible ensayo de “antropología de la sociabilidad” que es La vida en común--, la primera distancia en la cual puede focalizarse la mirada del bebé no es 2 cm. – –donde se encuentra el seno que lo amamanta— sino 20 cm., donde se encuentra el rostro de su madre. “La sociabilidad no es un accidente ni una contingencia: es la definición misma de la condición humana. (…) Esta ‘vocación’ significa que tenemos una necesidad imperiosa de los otros, no para satisfacer nuestra vanidad sino porque, marcados por una incompletud original, les debemos nuestra existencia misma”. 3 ACTIVIDAD 1: Te invitamos a leer un breve texto de Tzvetan Todorov y a conocer en tu opinión por qué para este autor “la sociabilidad no es maldita, (sino) liberadora”. LA SOCIABILIDAD NO ES MALDITA, ES LIBERADORA “Siempre hay que volver a esto: no existe un sí mismo anteriormente como un capital que se transmite por herencia, que se puede distribuyéndolo entre los otros o encerrar cuidadosamente en la disfrutarlo a gusto. El sí mismo sólo existe en y por las otros; intensificar el intercambio social significa de la existencia no podría ser uno u otro, sino ‘en las horas del milagro’, para hablar constituido, dilapidar trastienda para relaciones con los intensificar el sí mismo. La meta más de sí mismo o más sociedad, como Saint-Exupéry, ‘una cierta calidad de las relaciones humanas’. (...) Si la meta última de las fuerzas políticas de un país es solamente alcanzar el máximo de consumo y el máximo de producción, sin interrogarse nunca sobre el efecto que estos logros tendrán sobre las relaciones interpersonales, que la meta el despertar puede llegar a ser brutal (...). Tomar conciencia de del deseo humano no es el placer sino la relación entre los seres humanos puede aparecerían como actuar de modo permitirnos que nos reconciliemos con situaciones que insatisfactorias bajo la vara de otros criterios y, a la vez, que se mejore la vida de la sociedad de forma duradera y general. 4 (...) La dependencia no es alienante, la sociabilidad no es maldita, es liberadora; hay que deshacerse de las ilusiones individualistas. (...) No hay ver en la sociabilidad ni una cualidad que debe ser cultivada ni una tara debe ser extirpada, y no hay que reducirla ni a la generosidad ni a la Todo el mundo tiene derecho a existir y solicita, para lograr su meta, del otro: esta solicitación no es nada condenable; puesto que no se que que vanidad. la mirada relaciona con ninguna elección, es por definición extramoral.” Tzvetan Todorov, La vida en común, Taurus, Madrid 1995, p. 207-209. Las sociedades: ¿Están progresando o van a peor? Evolución y tipos de sociedades: (Macionis, John y Plummer, Ken, Sociología, Capitulo 3, Sociedad, Madrid, Prentice Hall, 1999) Como cabe imaginar, cada uno de ellos dio respuestas distintas a esta preguntas. A medida que vayamos avanzando en el capítulo iremos señalando en qué se parecen y en qué se diferencian sus respuestas. 5 Evolución y tipos de sociedades El hombre de hielo, al que nos hemos referido al principio del capítulo vivía en una sociedad muy antigua. Vivió antes del nacimiento del imperio egipcio y de la civilización griega, y antes incluso del nacimiento de las ciudades en Europa. Como personas acostumbradas a los modernos medios de transporte y los continuos avances tecnológicos en el mundo de la comunicación miramos al hombre de hielo, un remoto antepasado nuestro, con una enorme expectación. Pero los sociólogos que estudian las sociedades antiguas (junto con los arqueólogos y los antropólogos) ya han aprendido mucho acerca de nuestro pasado. Gerhard Lenski y Jean Lenski han registrado las más importantes características de las sociedades que han aparecido y desaparecido a lo largo de la historia. Además de entender las sociedades pasadas, su trabajo nos sirve también para entender nuestra propia sociedad. En la terminología de estos autores, el objeto de su investigación el estudio de la evolución sociocultural, esto es, el estudio de los cambios sociales que se suceden cuando una sociedad adquiere nuevos conocimientos, en particular, nuevas tecnologías (Lenski, Nolan y Lenski, 1995). De forma parecida al biólogo que estudia la evolución de las especies, el sociólogo que emplea esta perspectiva estudia cómo las sociedades se van transformando a lo largo de los siglos a medida en que van consiguiendo tener un mayor control del entorno natural en el que se desenvuelven. Las sociedades que sólo disponen de tecnología rudimentaria sólo pueden alimentar a un número muy limitado de personas, que tienen poco control sobre sus propias vidas. Por el contrario, las sociedades avanzadas tecnológicamente (y aquí avanzadas no implica mejores) son sociedades con una población mucho más numerosa, cuyos miembros son también más diferentes 6 o distintos entre sí. En estas sociedades viven personas que tienen profesiones u ocupaciones más especializadas y, generalmente, personas que tienen distintas actitudes, creencias, oportunidades y estilos de vida Cuanto mayor sea el capital tecnológico que tiene una sociedad, mayor será el ritmo del cambio social. Las sociedades tecnológicamente simples cambian muy lentamente. De hecho, algunas prendas de vestir que llevaba el hombre de hielo del que hemos hablado son muy parecidos a las que llevaban los pastores que vivían en esa misma zona a principios de este siglo. Por el contrario, las sociedades tecnológicamente complejas cambian a un ritmo tan rápido que al final de su vida una persona apenas puede imaginarse cómo era la sociedad y sus propias condiciones de vida en el momento en que nació. Piense por un instante en algunos elementos que son ya parte de nuestra cultura que dejarían perplejo, quizá entusiasmado, pero más probablemente atemorizado a cualquiera que hubiera vivido tres o cuatro generaciones anteriores a la suya: los restaurantes de comida rápida, el fax, el teléfono Móvil, el cibersexo, los corazones artificiales, la cirugía por láser, la reproducción in vitro, la ingeniería genética, la realidad virtual creada por ordenador, la fibra óptica, los misiles inteligentes, la amenaza del holocausto nuclear, las estaciones espaciales, la cirugía transexual, la transmisión de imágenes vía satélite, etc. La verdad es que nos ha tocado vivir en un mundo bastante extraño; muy extraño incluso si lo comparamos con el mundo de nuestros abuelos. A medida que una sociedad se va haciendo tecnológicamente más avanzada, se generan cambios a un ritmo y de un alcance cada vez mayor y que terminan afectando todas las esferas de la vida. Por ejemplo, cuando nuestros antepasados aprendieron a utilizar la fuerza del viento, pronto empezaron a construir barcos de vela, molinos de viento y, más adelante, los primeros planeadores. Por poner un 7 ejemplo más actual, piense por un momento en los cambios que han producido en nuestro estilo de vida la energía atómica o la informática. Siguiendo las investigaciones de Gerhard y Jean Lenski, y tomando la tecnología como rasgo distintivo, vamos a describir a continuación cinco tipos de sociedades, que son las sociedades de cazadores y recolectores, las primeras sociedades agrícolas y de pastores, las sociedades propiamente agrarias, las sociedades industriales y las sociedades posindustríales. Sociedades de cazadores y recolectores Son sociedades que disponen de tecnologías simples que les sirven para cazar animales y recolectar alimentos. Desde el origen de la especie humana hasta hace unos doce mil años, todas las sociedades eran sociedades de cazadores y recolectores. Hace pocos siglos este tipo de sociedad era todavía relativamente frecuente en algunos territorios, pero hoy en día quedan pocas sociedades este tipo. Los aka y pigmeos de África central, los bosquimanos de África surororiental, los aborígenes australianos, los indios kaska del Canadá noroccidental, etc. Sin tecnologías que les sirvan para producir alimentos, los miembros de sus sociedades están continuamente buscando comida en su entorno natural. Sólo cuando una sociedad de este tipo habita una región en la que hay abundancia de alimentos, sus miembros tienen algún tiempo de ocio. Las sociedades de cazadores y recolectores se dividen en pequeñas bandas de pequeñas docenas de individuos cada una de ellas, que viven relativamente alejadas unas de otros. Son bandas nómadas, además, y se desplazan siguiendo la ruta de animales migratorios o cuando han 8 agolado los recursos naturales de la zona. Aunque periódicamente vuelven a sus lugares favoritos, no se asientan permanentemente en ningún lugar. Las sociedades de cazadores y recolectores están organizadas por vínculos de parentesco. La familia obtiene y distribuye los alimentos, protege a sus miembros más débiles y enseña a los niños las habilidades básicas para la supervivencia. La mayoría de los miembros participa en la mayoría de las actividades del grupo; la más importante, buscar comida. Hay sin embargo una especialización del trabajo, según criterios de edad y género. Los más jóvenes y los más viejos contribuyen en lo poco que pueden. Los adultos sanos tienen la responsabilidad de obtener los alimentos. De la recolección de frutos y alimentos vegetales se suelen encargar, las mujeres, y los hombres suelen especializarse en la caza. A pesar de esta división del trabajo y de responsabilidades, hombres y mujeres tienen un estatus o posición social semejante (Leacock, 1978). No existe un poder político formal en este tipo de sociedades. En la mayoría de ellas existe la figura del chaman, un líder espiritual que puede tener cieno prestigio en el grupo. El chaman no recibe ningún tipo de beneficio o compensación material por serio, y tiene que colaborar en la búsqueda de alimentos como cualquier otro miembro de la comunidad. También, aquellos que parecen más hábiles en la caza o la búsqueda de alimentos pueden tener más prestigio social, pero en realidad la organización de este tipo de sociedades es relativamente simple e igualitaria. Estas sociedades no suelen ser sociedades guerreras. Las lanzas, las flechas o los cuchillos de piedra se usan para la caza, pero no para la guerra. Las enfermedades y los desastres naturales (las sequías, las inundaciones, etc.) son sus mayores enemigos. Viviendo en condiciones en general bastante difíciles, los miembros de estas sociedades cooperan estrechamente unos con otros y comparten los recursos. 9 Aun así, muchos mueren en los primeros años de vida y, quizá, la mitad no llega a superar los veinte años de edad (Lenski, Nolan y Lenski, 1995:104). A lo largo de este siglo, muchas sociedades de cazadores se han visto fuertemente amenazadas por otras sociedades más complejas, que las han arrinconado en espacios cada vez más reducidos y dañado seriamente sus entornos naturales. Gerhard y Jean Lenski piensan que a finales del siglo XX habrán desaparecido por completo. Pero si bien es cierto que muchas de estas sociedades están seriamente amenazadas o en trance de extinción, también es cierto que algunas de ellas (como los innuit de Canadá, por ejemplo) no se han resignado a la extinción y están luchando por mantener su cultura y estilo de vida. Primeras sociedades agrícolas y ganaderas Hace diez o doce mil años nuevas tecnologías transformaron muchas antiguas sociedades de cazadores y recolectores. Se desarrolló, en primer lugar, una tecnología agrícola rudimentaria, que permitía la producción de alimentos a pequeña escala. Las herramientas más características en este periodo son la azada para remover la tierra, y todo tipo de utensilios utilizados para cavar y plantar las semillas. Parece ser que se empezó a utilizar estas herramientas en las tierras fértiles de Oriente Medio. Por un proceso de difusión cultural, estas nuevas, técnicas agrícolas ya se habían entendido en la mayor parte del mundo hace unos seis mil años. La transformación de las sociedades de cazadores y recolectores en sociedades agrícolas no fue inmediata ni generalizada. Los grupos humanos asentados en territorios ricos en caza y recursos alimentarios posiblemente no pensaron que las nuevas tecnologías fueran motivo suficiente para abandonar su estilo de vida y 10 estrategias de supervivencia (Fisher, 1979). Los yanomamo de la selva brasileña, son un ejemplo de una sociedad que decidió combinar la caza y recolección con el empleo de estas técnicas agrícolas rudimentarias (Chagnon. 1992). También hubo otras sociedades, en particular las que habitaban regiones más áridas o montañosas (como la región de los Alpes, donde vivió nuestro hombre de hielo), que no encontraron grandes beneficios en las nuevas técnicas agrícolas. Esos grupos humanos, sin embargo, desarrollaron otra tecnología, la del pastoreo, y que consiste en la domesticación de animales. También hubo sociedades que combinaron las dos tecnologías y que empezaron a obtener la mayoría de sus recursos alimentarios del cultivo rudimentario de la tierra y de los rebaños. Hoy en día, hay sociedades de este tipo en América del Sur, África y Asia. La domesticación de animales y el cultivo de "pequeños terrenos aumentó rápidamente la producción de alimentos. Esto permitió que las sociedades pudieran aumentar de tamaño, al ser posible alimentar no a docenas, sino a centenares de personas. Las sociedades especializadas en el pastoreo siguieron siendo nómadas pues tenían que mudarse constantemente en búsqueda de pastos frescos para el ganado. Por el contrario, las que adoptaron las técnicas agrícolas comenzaron a crear asentamientos más o menos permanentes, que se abandonaban cuando los campos dejaban de rendir lo suficiente. En estos asentamientos podían llegar a vivir miles de personas. La posibilidad de producir alimentos (cultivando el campo o creando rebaños) implicó la creación de un excedente material, esto es, se obtenían más recursos de los necesarios para la supervivencia diaria. Estos excedentes permitieron que algunas personas pudieran dedicarse a otras actividades distintas de la producción de alimentos, como la fabricación de herramientas, el comercio, la interpretación de las señales divinas, etc. En comparación con las sociedades de cazadores y recolectores, 11 las sociedades agrícolas y de pastoreo eran más complejas, pues ya empezaba a manifestarse una división o especialización del trabajo. Las creencias religiosas también sufrieron ciertos cambios. Mientras que los miembros de las sociedades de cazadores y recolectores solían pensar que el mundo estaba habitado por espíritus, los de las sociedades agrícolas practicaban el culto a los antepasados y solían pensar en la figura de Dios como el creador. Las sociedades de pastores dieron un paso más y pensaban que Dios intervenía directamente en el destino de la comunidad. La metáfora de Dios como el «pastor» de la comunidad (que era su «rebaño») la comparten el cristianismo, el judaísmo y el Islam. Tres religiones que nacieron en Oriente Medio y a partir de las creencias religiosas de las sociedades de pastores. Un mayor nivel de especialización y de complejidad en la organización social también produce un mayor nivel de desigualdad social. Siempre había familias o clanes que podían producir más que otros, con lo que obtenían más prestigio social y poder o influencia sobre el resto de la comunidad. Las alianzas con familias o clanes de igual prestigio o posición social servían para reforzar la preeminencia social de esas familias y garantizar su transmisión a los herederos. Con ello emergieron los sistemas formales de desigualdad social, Y así también sistemas políticos de dominación (o gobiernos, para entendernos; aunque gobiernos muy rudimentarios) que, respaldados por una fuera militar, tenían como finalidad proteger la posición social y económica de las familias o clanes más favorecidos. En un principio eran gobiernos que sólo podían tener autoridad sobre un territorio pequeño y un número bastante limitado de personas. Los grandes imperios nacerían más tarde, cuando ya se hizo posible desplazar las fuerzas militares rápidamente y a distancias más largas. 12 La domesticación de animales y el cultivo de la tierra transformaron las sociedades. Estas aumentaron sus recursos y se hicieron más complejas, pero, como acabamos de ver también más desiguales. Hubo avances tecnológicos, ciertamente, pero estos avances también dieron paso a instituciones como la esclavitud o a situaciones de guerra casi permanente. Sociedades agrarias Hace alrededor de unos cinco mil años (en la época en que vivió nuestro hombre de hielo), se produjo en Oriente Medio una nueva revolución tecnológica que transformó la historia de la humanidad. Se trató nada más y nada menos que el descubrimiento de la agricultura a gran escala, facilitada por la invención del arado y el empleo de animales de tiro. La importancia de este avance tecnológico, junto con la invención de la rueda, de los sistemas de irrigación, la escritura, la numeración y el uso cada vez más extensivo de los metales marcan claramente un periodo en la historia de la sociedad. El uso del arado permitió el cultivo de extensiones de tierra mucho más grandes que lo que permitía la azada u otras herramientas semejantes. Con el arado, además, se podía remover y airear la tierra mucho mejor que con la azada, con lo que, además de aumentar el rendimiento del suelo, se consiguió prolongar la fertilidad del mismo. Esta tecnología permitió a las sociedades agrarias cultivar las mismas tierras durante varios decenios, y así, crear asentamientos permanentes. Los excedentes alimentarios, y la posibilidad de transportarlos en carros tirados por animales, supusieron la creación de sociedades de grandes dimensiones, en términos de población y territorio. Y también, de grandes imperios. Se ha calculado que, en su periodo de esplendor, vivían en el Imperio Romano unos setenta millones de 13 personas, en una extensión de unos cinco millones de kilómetros cuadrados (Stavrianos, 1983; Lenski, Nolan y Lenski, 1995). Como ya había sucedido en la etapa anterior, un mayor excedente de recursos produjo un mayor grado de complejidad social. Algunas tareas que antes acaso todo el mundo realizaba (como abrir los campos o conservar o custodiar los alimentos) se convirtieron, en ocupaciones especializadas. La especialización hizo obsoleto el viejo sistema del trueque, y así no tardó en aparecer el dinero: A su vez, la invención del dinero facilitó el comercio y, consecuentemente, el desarrollo de las ciudades, que eran el centro dé las transacciones comerciales. Las sociedades agrarias eran también sociedades profundamente desiguales. En el extremo inferior estaban los esclavos y los campesinos, la fuerza de trabajo de las elites. Libres del trabajo manual, las élites de estas sociedades podían dedicarse a la filosofía y las artes; y, por supuesto, al gobierno dé la sociedad. Si bien en las sociedades de cazadores y recolectores y, hasta cierto punto, en las agrícolas las mujeres tenían un papel fundamental en la provisión de alimentos, con la invención del arado las mujeres fueron relegadas a tareas subsidiarias o secundarias. Según algunos autores, esto produjo la subordinación de la mujer frente al hombre (Boulding, 1976; Fisher, 1979). La religión reforzó el poder de las elites. Las creencias religiosas reforzaron la idea de que las personas estaban obligadas moralmente a ejercer aquellos trabajos que les correspondieran según su posición en la jerarquía social. Muchas de las maravillas del mundo antiguo, como la muralla china o las grandes pirámides de Egipto, fueron posibles porque emperadores y faraones ejercían un poder absoluto sobre grandes contingentes de personas, obligados a trabajar en las peores condiciones y sin esperanza de mejora. 14 En las sociedades agrarias, en fin, las elites acumularon un poder inmenso. Para mantener el control de los imperios se hizo necesario formar y reclutar toda suerte de burócratas y seguidores, encargados de administrar y controlar los dominios. De esta forma, junto con unas economías florecientes, emergieron los aparatos políticos y administrativos como esfera aparte o separada de la vida social. En las sociedades agrarias aumentó el nivel de complejidad y desigualdad social. También, y si las comparamos con las sociedades de cazadores y recolectores o las sociedades agrícolas y ganaderas, las sociedades agrarias se diferenciaban más entre sí, ya que los continuos avances tecnológicos, que permitían tener un mayor control sobre la naturaleza, daban pie a un mayor grado de variabilidad en las formas de organización social. Sociedades industriales Una nueva transformación tuvo lugar con el desarrollo de la tecnología industrial, basada en el empleo de maquinaria especializada por medio de fuentes avanzadas de energía. Hasta la época industrial, la principal fuente de energía había sido la energía muscular del hombre y los animales de carga. Al inicio de la revolución industrial, que podemos datar a mediados del siglo XVIII, empezó a generalizar el uso de la energía hidráulica en talleres y fábricas. Más adelante se empezó a emplear el vapor, lo que permitió el empleo de maquinaria más grande, pesada y eficiente. La invención de estas tecnologías disparó un proceso de cambio social inimaginable hasta entonces. En el transcurso de cien años, las sociedades que incorporaron estas tecnologías cambiaron mucho más de lo que habían cambiado en varios miles de años en el pasado. Estas grandes transformaciones sociales explican el nacimiento 15 mismo de la sociología. En el siglo XIX, los ferrocarriles y los barcos de vapor revolucionaron los transportes. Al poco tiempo, en algunas ciudades empezaron a construir grandes rascacielos que, haciendo pequeñas las viejas catedrales, simbolizaban muy bien la llegada de una nueva era. En los inicios del siglo XIX, el motor de combustión transformo aún más las sociedades, y la electricidad cambiaría drásticamente la vida cotidiana de las personas. El teléfono, la radio y la televisión explican la emergencia de lo que se llama la “cultura de masas”. Estos medios de comunicación fueron recortando gradualmente la importancia de las distancias geográficas, haciendo el mundo cada vez más pequeño. Los avances en la aeronáutica permitieron viajar a una velocidad mayor que el sonido, e incluso traspasar los límites de la tierra. La energía nuclear también ha cambiado el mundo de forma irreversible. Y el uso cada vez más extensivo de los ordenadores, que han multiplicado de forma hasta entonces inimaginable la capacidad de procesar información, ha originado a su vez una revolución informática, que está dando lugar a toda una nueva serie de cambios y a otro modelo de sociedad: la sociedad postindustrial. También el trabajo se ha transformado radicalmente. Si en las sociedades agrarias la mayoría de las personas trabajaban en el campo o en sus casas, en la sociedad industrial la mayoría de las personas comenzó a trabajar por cuenta ajena y en fábricas, instaladas en las proximidades de las fuentes de energía. Con ello perdieron importancia los vínculos de parentesco, los valores tradicionales, las creencias y las costumbres propias del mundo rural. La industrialización creo sociedades enormemente prósperas. Si bien al principio las condiciones sanitarias en las ciudades y núcleos industriales de Europa y Norteamérica eran bastante malas, las nuevas tecnologías y conocimientos médicos y la mejora en el nivel de vida de la población provocaron un descenso 16 notable en la incidencia de enfermedades infecciosas. Aumento así la esperanza de vida y, con ello, el tamaño de la población. La industrialización produjo también fuertes movimientos migratorios del campo a la ciudad, donde se concentraban las fábricas. Así, mientras que en las sociedades agrarias solo una de cada diez personas vivía en la cuidad, en las sociedades industriales tres de cada cuatro personas viven en centros urbanos. El nivel de especialización ocupacional, que como hemos visto ha ido aumentando gradualmente en el transcurso del tiempo, ha alcanzado su máximo nivel en la sociedad industrial. En las sociedades industriales, el prestigio de una persona depende de su ocupación o profesión y no de su pertenencia a un clan, una familia o una red clientelística, como ocurría en las sociedades agrarias. La movilidad geográfica y laboral genera a su vez una mayor conciencia de individualidad y, con ello, una mayor diversidad cultural. Esto se muestra en la formación de una enorme variedad de culturas, subculturas y contraculturas. La industrialización ha transformado también la institución familiar. El papel de la familia como agente de socialización (esto es, como el lugar donde se transmiten conocimientos, valores y creencias de generación a generación) se ha visto bastante erosionado. También, las familias han dejado de ser unidades de producción para ser unidades de consumo. El cambio tecnológico también está produciendo la aparición de nuevos modelos de familia, distinto de la familia tradicional, como la familia monoparenteral, las uniones homosexuales, etc. En los inicios de la industrialización solo un reducido número de personas pudo rentabilizar y beneficiarse de los avances tecnológicos, viviendo la mayoría de la población en condiciones de pobreza. Con el tiempo, sin embargo, oda la población pudo beneficiarse del aumento de los recursos que produjo la revolución industrial. 17 Ciertamente, la pobreza sigue siendo un problema importante en las sociedades industriales, pero comparada la situación actual con la de hace un siglo las cosas han mejorado notablemente: el nivel de vida es cinco veces mejor que hace cien años, y la desigualdad económica, política y social se ha reducido notablemente. Esto se debe, en parte a que las sociedades industriales necesitan trabajadores más cualificados. Mientras que en las sociales agrarias la mayoría de la población es analfabeta, las sociedades industriales dedican una parte importante de sus recursos a la educación de sus miembros, que tienen, además, una serie de derechos políticos inimaginables hasta entonces. De hecho, la industrialización genera demandas y expectativas de democratización, como se ha visto recientemente en Corea del Sur, Taiwán, República popular China, la antigua Unión Soviética o en Europa del Este. Sociedades post- industriales Muchas sociedades industriales están entrando en una nueva fase de desarrollo tecnológico. Hace algunos años, el sociólogo norteamericano Daniel Bell (1973) acuñó el término sociedad postindustrial para referirse al impacto de las nuevas tecnologías, que están orientando la economía a la producción y transmisión de información y conocimientos y, así, transformando de nuevo las sociedades. Si las sociedades industriales se caracterizan por sus fábricas y maquinarias, que sirven para la producción de bienes a gran escala, las sociedades postindustriales caracterizadas por el uso extensivo de las tecnologías que sirven para procesar, almacenar, transmitir información y conocimientos. Si en las sociedades industriales muchas ocupaciones requerían dominar ciertas habilidades mecánicas, las personas que viven en 18 sociedades postindustriales tienen que saber emplear las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Las nuevas tecnologías de la información están cambiando el tipo de calificaciones que demanda el mercado de trabajo, lo que implica un cambio en la estructura ocupacional de la sociedad. Veremos allí que en las sociedades postindustriales el contingente de trabajadores dedicados a la producción industrial es cada vez menor, al tiempo que el número de personas que está trabajando en ocupaciones en las que se procesa información (trabajadores de oficinas, científicos, profesores, ejecutivos, relaciones públicas, etc.) está aumentando progresivamente. La revolución de la información está transformando más drásticamente a las sociedades más ricas, pero esta es una revolución sin fronteras y su impacto se está haciendo notar a nivel global. La rapidez con la que es posible transmitir información y conocimientos a un bajo coste de una punta a otra del planeta está haciendo que el contacto entre las sociedades sea cada vez más estrecho y, así, que esté apareciendo una cultura global. Las nuevas tecnologías están acelerando el proceso de globalización. ACTIVIDAD 2: Teniendo en cuenta la descripción que nos presentan Macionis John y Plummer Ken sobre la evolución y los tipos de sociedades, te proponemos que completes el siguiente cuadro sinóptico describiendo sus características de acuerdo a cada uno de los modelos de sociedad. 19 TIPO DE MODELO DE TECNOLOGÍA DIVISIÓN DEL SOCIEDAD ORGANIZACIÓN EMPLEADA TRABAJO PODER POLÍTICO SOCIEDADES DE CAZADORES Y RECOLECTORES PRIMERAS SOCIEDADES AGRÍCOALS Y GANADERAS SOCIEDADES AGRARIAS SOCIEDADES INDUSTRIALES SOCIEDADES POSTINDUSTRALES 20 Capitalismo y Pobreza A continuación transcribimos una entrevista realizada por el Diario Página/12 a Natalia Alonso, directora de Oxfam organización de ayuda humanitaria, quien analiza los defectos y efectos del modelo económico europeo. (Diario Página / 12, 20 de enero de 2014). ACTIVIDAD 3: ¿Te animas a colocar el título a cada texto de la entrevista que transcribimos a continuación? TITULO: ……………………………………………………………………………………….. El Viejo Continente exhibe un nuevo mapa de la pobreza como consecuencia de las medidas de ajuste y los rescates a bancos y estados.. A más de cinco años del estallido financiero de 2008 y la gran recesión mundial del siglo XXI, Europa exhibe un nuevo mapa de la pobreza que, según la organización humanitaria Oxfam, podría tomar 25 años en revertirse. Las medidas de ajuste implementadas para equilibrar los más de cuatro millones de euros gastados en el rescate de bancos y estados están llevando a una explosión de los números de la pobreza tanto en el centro como en la periferia. En Portugal un 18 por ciento vive debajo de la línea de la pobreza, en España tres millones sobreviven con menos de 307 euros por mes, en Italia se duplicó el número de pobres en los últimos seis años y en el país más rico de los europeos, Alemania, casi ocho millones de personas sobreviven con sueldos de 450 21 euros mensuales gracias a los minitrabajos de la flexibilización laboral. Página/12 dialogó con la directora internacional de Oxfam, Natalia Alonso, sobre este nuevo panorama europeo. TITULO: …………………………………………………………………………………………. –Hay un nuevo mapa de la pobreza en Europa por las medidas de austeridad que han aumentado no sólo la pobreza sino los niveles de desigualdad. El cálculo que hacemos es que si se siguen aplicando estas medidas habrá entre 15 y 25 millones de europeos más en riesgo de pobreza en 2025. Si sumamos esta estimación a la población que ya hoy enfrenta este riesgo de pobreza según las cifras oficiales de la oficina de estadísticas europea, la Eurostat, tendríamos que en 2025 unos 146 millones de europeos, más de una cuarta parte de la población, estaría enfrentando este riesgo. Esto significa un aumento considerable en términos de lo que se llama pobreza relativa, medida en relación con el ingreso promedio de un país, pero también en cuanto a la pobreza absoluta, donde la supervivencia misma está en juego. Con la pérdida del empleo se va perdiendo la vivienda, la fuente de ingresos, los derechos sociales. Si a esto le añadimos el desmantelamiento de los sistemas de protección social por las medidas de ajuste, el resultado es un enorme aumento del número de gente vulnerable. Y lejos de resolver el problema de la deuda o de estimular el crecimiento, estas medidas de ajuste están empeorando la situación en ambos frentes. TITULO: ………………………………………………………………………………………… –Estos países por presión externa o de la misma Unión Europea han impuesto medidas muy drásticas y, por tanto, están experimentando un importante salto en los niveles de pobreza. Estos niveles se ven no sólo en el aumento del desempleo, sino 22 en el desempleo de más de dos años que significa en muchos países europeos la pérdida de cobertura social y la profundización de una espiral de pobreza. Cada país tiene su dinámica particular. En España e Irlanda hemos visto el fenómeno de los desahucios o desalojos de vivienda que impacta aún más sobre la extrema vulnerabilidad del desempleo generando virtuales parias y marginados sociales. En un momento en España se echaba a 115 familias por día de sus casas y no sólo se los echaba sino que se les mantenía la deuda porque no se admitía el valor del piso como pago. Esto a su vez afecta a los garantes del piso, que con frecuencia son los padres o familiares. TITULO: ………………………………………………………………………………………… –En el caso del Reino Unido, las medidas de austeridad que ha seguido el gobierno han impactado mucho más duramente al 10 por ciento más pobre que al más rico. Este 10 por ciento más pobre vio una reducción del 38 por ciento en su ingreso neto desde 2007. Es el impacto que han tenido los programas de ajuste en la desigualdad en Europa en general. En Grecia, Irlanda, Italia, Portugal, España y el Reino Unido se ha visto un crecimiento de los niveles de desigualdad comparables con el 16 por ciento de aumento que experimentó Bolivia en los seis años que siguieron al programa de ajuste de los ’90. En estos países europeos, o el 10 por ciento más rico gana más o el 10 por ciento más pobre gana menos o ambas cosas. Hoy el Reino Unido tiene niveles de desigualdad mayores que Estados Unidos. Si no se revierte la actual situación y se sigue con la política, el Coeficiente Gini de la desigualdad del Reino Unido y España se parecerá muchísimo al de Paraguay. 23 TITULO: …………………………………………………………………………………………. –La acción reequilibrante que tenía la Seguridad Social ya no está funcionando de la misma manera porque se han quitado o reducido los apoyos que existían a personas discapacitadas o desempleados. Esto crea mayor desigualdad, pobreza y crisis social. Y está aumentando otras desigualdades como la de género. Las mujeres son las primeras que pierden los puestos de trabajo. Estamos ante un modelo cada vez más desequilibrado, en el que muy pocos tienen mucho y gozan de una extraordinaria proximidad al poder político, lo que genera problemas de legitimidad. Según las proyecciones, se supone que habrá crecimiento económico en 2014 y 2015 en la Unión Europea, pero en caso de que efectivamente se produzca este crecimiento será muy desigual. La austeridad está sentando las bases de una Europa de profundas divisiones sociales y nacionales. El capital social, principios y crítica Gardy Augusto Bolívar Espinoza y Antonio Elizalde (2011) Capital y capital social 1 La perspectiva teórica del Capital, del siglo XIX, aparece alejada del capital social del siglo XXI. Ambas, con la misma raíz, sin embargo, pareciera que no se tocan, ni teórica ni prácticamente. Quizás, sería pertinente escudriñar esta relación. 2 Desde la década de los noventa, el tema del “capital social” ha sido visto por muchos estudiosos de la realidad social contemporánea como una propuesta promisoria, transversal y hegemónica. Tanto desde la economía, las ciencias morales, la ciencia y la sociología política, expertos de diversas instituciones internacionales han 24 concurrido a este campo en busca de soluciones para el diseño de políticas públicas, que es donde parece brillar más este concepto. 3 El “capital social”, sin embargo, –al contrario de su homónimo, el capital de Marx– no tiene una sola vertiente epistemológica ni posee una sola biblia que lo anide y, más bien, se expresa en múltiples vulgatas que se esfuerzan por encontrar su significado. Dentro de estas diversas interpretaciones, sin embargo, el neoliberalismo económico, la perspectiva del rational choice y el individualismo metodológico parecieran tener un papel especial. Aunque no es menos cierto que el tema del capital social también ha sido abordado por liberales y por movimientos sociales progresistas, que ven en él modos de acceder a una mayor equidad y a más justas y solidarias relaciones sociales. 4 Teñido de aportes teóricos y metodológicos novedosos, el capital social no está exento de referencias a clásicos antiguos y cercanos. Este hecho le da mayor amplitud y riqueza, pero también contribuye a su oscuridad: definiciones vagas o, simplemente, falta de definición, situación que afecta seriamente los intentos de cuantificación. El “Capital social” se usa pero no se está muy claro en qué se entiende por él. Probablemente porque, en su comprensión, concurre oblicuamente la sociología clásica en temas tradicionales de la economía; y, ésta vuelve a reconsiderar su relación con la ciencia política. De ahí que no es extraño que se cite a menudo a Aristóteles, Rousseau, Smith, Tocqueville, y Durkheim, pero, poco se cita a Marx. 5. Dos son las corrientes en que se puede ordenar el amplio campo del capital humano: las “definiciones estructurales” fundamentalmente referidas a Bourdieu y Coleman, y las definiciones culturales cuyo mejor representante sería Putnam. La primera se ubica, según Bourdieu, en “el agregado de recursos reales o potenciales que se vinculan con la posesión de una red duradera de relaciones más o menos 25 institucionalizadas de conocimiento y reconocimiento mutuo”: acceso a la información, obligaciones que se desprenden de la confianza mutua, o aprovechamiento de las normas sociales cooperativas. La referencia material de este enfoque se encuentra en las redes. Éstas tienen historia y continuidad, pueden estar cerradas, ser unidireccionales, simétricas, horizontales o, sus contrarios; los vínculos pueden ser fuertes o débiles o frecuentes, con puentes hacia otras redes, o volcados hacia su interior, etc. 6 La segunda, refiere a un fenómeno subjetivo: valores y actitudes cuyo centro es la confianza generalizada, vinculada a un “juicio moral” conectado con la “cultura política”. Se podría decir que para Putnam la virtud cívica es capital social. Los temas que recurren a este concepto son variados y amplios: la creación de Capital Humano; la efectividad de las instituciones democráticas; el desarrollo económico; y la acción colectiva. En las investigaciones sobre capital social éste aparece ya sea como variable dependiente o independiente: ya sea el conjunto de causas y procesos implicados en su formación, o sus consecuencias. 7 Uno de los intentos de aclarar el “capital social” sostiene que su denominación es retórica; el capital social sería sólo una “metáfora” o una metonimia. Sin embargo, no queda claro qué papel jugaría en el caso del capital social cada uno de los términos que componen este recurso lingüístico. Más bien, como indica la evidencia, lo social de este “nuevo” capital es un adjetivo, por lo demás no muy novedoso; afirmaría que el capital sería social, en oposición a otros capitales, los cuales: ¿no serían sociales? Se trataría de un “vehículo”, pero no se define cuál es el “fundamento” que permitiría enriquecer el significado del “tenor”. Desde la CEPAL se intenta justificar así al Capital social como metáfora: “recursos”. 26 8 “Los recursos son instrumentalidades que pueden ser aplicadas a la consecución de ciertos fines. En cuanto tales, son acumulables, transferibles, y aplicables a fines productivos. Es la noción de “recurso” lo que fundamenta la metáfora de la asociatividad tratada como “capital”.” (Atria (Consultor CEPAL), 2002). Es decir, lo que se entendería por capital social serían… recursos. ACTIVIDAD 4: En este breve texto se presentan dos enfoques sobre el significado del concepto CAPITAL SOCIAL. Te proponemos que trabajes grupalmente para responder el siguiente interrogante: ¿Qué diferencias encontras entre la definición estructural y la definición cultural del concepto Capital Social? Realiza un breve punteo de sus principales argumentos. El desarrollo humano: Enfoque centrado en el bienestar Luis F. López-Calva y Roberto Vélez Grajales, (2003) PNUD, México. El concepto de desarrollo humano: historia y estado de la discusión: La utilización del índice de desarrollo humano como indicador del nivel de desarrollo de una población se basa en la idea, generalmente aceptada hoy en los medios 27 políticos y académicos, de que si bien el crecimiento económico es una condición necesaria para explicar el grado de avance de un país, no constituye una condición suficiente. En otras palabras, se acepta la idea de que crecimiento y desarrollo son conceptos relacionados, pero distintos. La implicación empírica de dicha posición no es trivial: los indicadores del producto per capita, utilizados por muchos años como medidas del desarrollo de los países, son incompletos y no proporcionan toda la información deseada. Es común ver en la literatura correspondiente ejemplos de países que tienen una posición relativamente aceptable si las comparaciones internacionales se realizan con base en su ingreso per capita, mientras que resultan en posiciones inferiores cuando se incorporan otros indicadores. Existen también los casos opuestos, países cuya política social ha sido exitosa y brinda a la población acceso a servicios sociales que están por encima de lo que su nivel de ingreso podría permitirles. Conceptualmente, la discusión sobre el desarrollo económico fue redefinida a partir de las conferencias del profesor Amartya Sen tituladas “Equality of What?”. Sen retomó la discusión sobre la importancia de la igualdad económica planteando una pregunta central: ¿cuál es la dimensión relevante para medir la desigualdad?. Los conceptos introducidos en dicho debate serían desarrollados posteriormente en los trabajos del profesor Sen y de otros filósofos y economistas del desarrollo, de entre los cuales destaca “Bienes y capacidades” El argumento central de estos trabajos se basa en la idea de que la medición del bienestar no debe derivarse de indicadores “ex-post”, como lo planteaban los filósofos utilitaristas clásicos al otorgar una importancia central al acceso a bienes y servicios. De acuerdo con el profesor Sen, esta visión utilitarista carece de relevancia normativa. La nueva propuesta hace énfasis en el carácter instrumental del acceso a bienes y 28 servicios, concibiéndolos únicamente como un medio para poder alcanzar un plan de vida o una realización individual plena. Así, la medición del bienestar debería verse como un proceso con varios componentes: el acceso a bienes y servicios, una función de “conversión” de estos bienes y servicios en opciones reales de planes de vida y, por último, una función de “evaluación” que transforma la elección hecha en un nivel de satisfacción individual. La función de conversión, por ejemplo, introduce una gran heterogeneidad entre individuos, heterogeneidad que se consideraba inexistente en los enfoques utilitaristas o bien derivaba en implicaciones inaceptables. Un ejemplo clásico de implicación inaceptable de la regla utilitarista de bienestar social sería la de dar menos bienes a un individuo con alguna discapacidad debido a su imposibilidad de “convertir” dichos bienes en niveles altos de bienestar. ACTIVIDAD 5: 1. Explica brevemente en qué consiste la tesis del Profesor Amartya Sen según la cual crecimiento y desarrollo no constituyen sinónimos. 2. Lee el texto qué a continuación se presenta y describí en qué consiste el INDICE DE DESARROLLO HUMANO (IDH) a partir de los indicadores que propone para medir el desarrollo de los países. 29 ¿Sí un país se enriquece, sus habitantes viven mejor?: PNUD (2002): El Desarrollo Humano en la Argentina del Siglo XX. La experiencia argentina de los 90 ofrece elementos clave para responder a esta pregunta. Mientras en esa década crecía el Producto Bruto Interno, la nueva economía expulsaba mano de obra desde el sector industrial al sector de servicios o cuentapropista. En buena medida, este fenómeno se relacionó con la difusión de las nuevas tecnologías basadas en la informática, que permiten tener altos niveles de producción con muy pocas personas empleadas. A través de este proceso, millones de trabajadores perdieron sus empleos estables. Los nuevos contratos de trabajo se caracterizaron por su precariedad y gran parte de los trabajadores despojados de una ocupación estable se sumaron a las filas de los sectores más pobres de la sociedad. De este modo, se entiende por qué el crecimiento económico no debe ser considerado un fin en sí mismo. Por el contrario, un país crece cuando sus habitantes fortalecen su capacidad de elegir entre diversas opciones y no se ven limitados tan sólo a vivir bajo el imperio de necesidades económicas. En este sentido, el PNUD postuló el concepto de Desarrollo Humano como un proceso cuya meta es la expansión de las capacidades y opciones de los habitantes del país, que les permita alcanzar una vida libre para cada uno y justa para todos. Un cambio de rumbo como el que se propone aquí debe contar con un sistema de información confiable. En este sentido, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) tiene como objetivo la obtención de información adecuada para medir y comparar el desarrollo humano alcanzado por distintos países. Este índice elaborado por el PNUD toma en cuenta algunas condiciones básicas comunes a todas las sociedades y todos los tiempos y, a partir de ellas, elabora tres indicadores para medir el desarrollo 30 humano en la población de los países: la longevidad (tener una vida larga y sana), la educación (poseer los conocimientos necesarios para comprender y relacionarse con el entorno social) y el estándar de vida (tener ingresos suficientes como para acceder a un nivel de vida decente). COMPONENTES DEL IDHA 1 VIDA LARGA Y SALUDABLE Esperanza de vida al nacer Mortalidad infantil por causas reducibles 2 CONOCIMIENTOS Escolaridad (alfabetización y matrícula) Sobreedad escolar Calidad educativa (% de respuestas correctas en Matemática y Lengua) 3 VIDA DECENTE Ingreso total familiar per cápita ajustado Tasa de empleo (relación entre la población ocupada y la población total) Tasa de desempleo (relación entre la población desocupada y la población económicamente activa) 31 El desarrollo Humano en Argentina Informe Nacional sobre Desarrollo Humano 2013 Argentina en un mundo incierto: asegurar el desarrollo humano en el siglo XXI El Informe Nacional sobre Desarrollo Humano 2013, Argentina en un mundo incierto: Asegurar el desarrollo humano en el siglo XXI, muestra la evolución del desarrollo humano en el país, describe tendencias globales que condicionarán su futuro, y analiza las opciones estratégicas de Argentina para aprovechar las oportunidades y mitigar los riesgos e incertidumbres de un mundo en transformación. Este informe contribuye a la agenda de un debate complejo y, al mismo tiempo, fundamental para el futuro del país. Es una invitación a reflexionar sobre diagnósticos y lineamientos de políticas para favorecer el desarrollo humano de Argentina. La evolución del desarrollo humano: convergencia y cambios en la desigualdad 32 En las últimas tres décadas el desarrollo humano en el país presentó, en promedio, una tendencia positiva moderada, aunque muy variable. El nivel promedio de Argentina se mantuvo siempre por encima del promedio mundial y el de América Latina y el Caribe, y por debajo del promedio de la OCDE. Argentina disminuyó su brecha con la OCDE, la cual se redujo del -11% en 1980 al -8% hacia 2010. Al mismo tiempo, la brecha entre Argentina y América Latina y el Caribe se redujo del 15% al 8% en el mismo periodo, mientras que respecto del promedio mundial se redujo del 20% al 16%. Estas variaciones sugieren que la Argentina participa de un proceso de convergencia del desarrollo humano mundial hacia niveles cada vez más altos. A nivel subnacional, todas las jurisdicciones muestran, en mayor o menor medida, incrementos paulatinos en sus índices de desarrollo humano. También puede cambió la desigualdad en el desarrollo humano en los últimos lustros, como apreciarse en la tabla. La desigualdad en el desarrollo humano es 33 multidimensional: se manifiesta tanto en el desigual acceso a la salud, la educación y el ingreso, como en el desbalance entre estas dimensiones. La desigualdad penaliza el nivel de desarrollo humano, y hace que sea más bajo de lo que podría potencialmente ser. El desarrollo humano en Argentina se ve afectado por la desigualdad aunque con modificaciones en el tiempo, debido principalmente a cambios en la distribución del ingreso. La pérdida de desarrollo humano atribuible a la desigualdad, luego de incrementarse del 4,8% al 4,9% entre 1996 y 2001, disminuyó a 4,3% en 2006 y a 3,4% en 2011. Los cambios en la desigualdad a nivel nacional se reprodujeron con un patrón similar en casi todas las provincias. Esto invita a redoblar esfuerzos para que el país alcance un desarrollo humano congruente con su potencial de recursos humanos y físicos, y un grado de igualdad acorde con su historia social, objetivos aún distantes. 34 El nivel de desarrollo humano y la desigualdad, presentan una relación inversa: las provincias con más alto desarrollo humano son las menos desiguales, mientras que las provincias de menor desarrollo humano son las más desiguales. Mientras algunas de las provincias patagónicas (Santa Cruz y Tierra del Fuego) y la Ciudad de Buenos Aires presentan los mayores índices de desarrollo humano y la menor desigualdad, las provincias del Chaco y Misiones presentan índices de desarrollo humano bajos y desigualdad alta. La desigualdad también se manifiesta en el acceso diferenciado entre varones y mujeres a las dimensiones básicas del desarrollo humano. Para medirla se usa el Índice de Desigualdad de Género. El gráfico de abajo presenta el Índice de Desarrollo Humano (IDH) y el Índice de Desigualdad de Género (IDG) en 2011 para cada provincia. La diferencia entre uno y otro índice en cada una de las jurisdicciones es poca, lo que significa que la brecha de oportunidades entre mujeres y varones es relativamente baja. El rango de la diferencia entre ambos índices varía de 0,002 puntos o menos (en la ciudad de Buenos Aires y Río Negro) a 0,009 puntos (en San Luis y Catamarca). 35 Esto se debe a que las dimensiones de educación y salud favorecen en casi todas las jurisdicciones a las mujeres, que tienen una mayor esperanza de vida y mayor nivel educativo. La dimensión de ingreso, por el contrario, muestra siempre un sesgo favorable a los varones. ACTIVIDAD 6: 1) Selecciona un cuadro estadístico del Informe Nacional sobre Desarrollo Humano 2013 en Argentina. 2) Analiza sus indicadores. 3) Describí brevemente los datos más relevantes aportados. Tendencias globales Oportunidades, riesgos e incertidumbres para el desarrollo humano El mundo experimenta transformaciones que abren importantes oportunidades, pero también generan riesgos e incertidumbres. Tres tendencias globales son, por su alcance y su impacto, particularmente significativas para la trayectoria a mediano y largo plazo del desarrollo humano: la evolución demográfica, la revolución tecnológica y la globalización acelerada. 36 La evolución demográfica ha posibilitado un crecimiento sostenido de la población mundial, hasta alcanzar los 7000 millones de personas, y ha cambiado su estructura etaria, con un peso relativo mayor de las personas de más edad. Al mismo tiempo, la salud y la educación han mejorado. La esperanza de vida promedio en el mundo alcanza los 70 años, mientras que desde 1990 la alfabetización supera el 80%, la escolaridad promedio se incrementó en dos años, y la matriculación se incrementó en 12 puntos porcentuales. Asimismo, la migración, que entre migrantes internos e internacionales hoy totaliza 1000 millones de personas, presenta un gran potencial para el desarrollo humano, al facilitar a las personas movilizarse en busca de mejores oportunidades y opciones de vida. La revolución tecnológica replantea las formas de producción y consumo. El desarrollo humano depende en buena medida de la innovación productiva, es decir de la capacidad de los países y regiones para participar activamente en la creación de conocimientos y tecnologías, y difundirlos e incorporarlos en el conjunto de sus actividades económicas y sus relaciones sociales. Solo en 2011, los cuatro principales países en términos de innovación productiva (Japón, Estados Unidos, China y Corea del Sur aprobaron más de 700.000 nuevas patentes. La innovación en productos y 37 servicios facilita una mejor calidad de vida; por ejemplo, en los últimos años se han creado nuevas medicinas y alimentos de mayor poder nutritivo. Además, la innovación en procesos productivos y organizativos incrementa la productividad. Esto, a su vez, libera recursos que pueden ser orientados hacia otras áreas, como servicios de salud o educativos, o emprendimientos culturales. La ola innovadora más reciente, con la “revolución 2.0” como emblema, ha cambiado las formas de producción y gestión, la prestación y el intercambio internacional de bienes y servicios, y ha relocalizado industrias y empresas. Durante la última década, el uso de teléfonos celulares alcanzó casi a 90 de 100 habitantes, e internet superó los 30 cada 100, y en países de medianos y bajos ingresos creció exponencialmente. La globalización acelerada genera una mayor interdependencia mundial, y se manifiesta en la ampliación e intensificación de las relaciones entre diferentes países, instituciones, grupos sociales y personas. Cada vez más, eventos distantes impactan localmente, mientras que eventos locales lo hacen a escala mundial. La globalización es una gran oportunidad para el desarrollo humano. El potencial para expandir las capacidades y libertades reales de las personas crece con sus posibilidades de interactuar con otras personas y grupos, y cuando se exponen a otras culturas y modos de vida. La globalización se manifiesta en varios ámbitos. En la creciente interdependencia científica y tecnológica: el 35% de los artículos publicados en revistas internacionales son resultado de la cooperación transfronteriza, frente al 25% hace 15 años; en la reestructuración productiva mundial, con la permanente relocalización de centros de producción y la formación de cadenas globales de valor más extensas y complejas; o en la redefinición de los esquemas de integración y cooperación internacional y el ascenso del “Sur global” y de nuevas potencias emergentes, como los países BRICS. 38 Mirando hacia el futuro: opciones estratégicas para asegurar el desarrollo humano en un mundo incierto Las tendencias globales de cambio inducen a pensar en un conjunto de opciones estratégicas para Argentina que se pueden ordenar en una secuencia lógica. La evolución demográfica nos recuerda que el activo más importante del país es su capital humano. Al mismo tiempo, la revolución tecnológica nos enseña que el capital humano es hoy un insumo fundamental para la innovación productiva, ya que la creación y la adaptación de nuevas tecnologías no pueden llevarse a cabo sin una dosis sustantiva de creatividad. Por su parte, la globalización acelerada nos muestra que la innovación productiva constituye hoy la base fundamental para operar un cambio estructural que incremente la competitividad del país, de modo de lograr una inserción internacional inteligente y provechosa en la globalización que caracteriza al mundo contemporáneo. Fortalecer el capital humano para el desarrollo y la igualdad, requiere aprovechar el bono demográfico, potenciar la inclusión con un salto de calidad en la salud y la educación, y afianzar la reconquista de derechos para conseguir igualdad en el trabajo y la migración. 39 Argentina cuenta hoy con un “bono demográfico”. Esto implica un incremento de la cantidad relativa de trabajadores activos respecto del número de niñas, niños, ancianas y ancianos. La población argentina de 65 o más años es el 10,2% del total, mientras que la población de jóvenes menores de 29 años es de alrededor del 25% y la de menores entre 0 y 14 años se reduce de manera gradual. Los adultos que trabajan disponen entonces de un excedente para destinarlo a diversos fines, como el incremento en la tasa de ahorro e inversión. Sin embargo, este excedente se agotará cuando el bono demográfico se extinga, aproximadamente en dos décadas. Para entonces, debería asegurarse la transformación efectiva del excedente temporal que brinda el bono en ahorro e inversión, tanto en capital humano (salud y educación) como en capital e innovación productiva. En el ámbito de la salud, el gasto público y privado es elevado: alrededor del 10% de PIB, muy por encima del promedio de América Latina, y más cerca de los valores de países europeos. Pero existen aún desafíos, como la fragmentación de la cobertura y la calidad del sistema, la relativamente elevada proporción de enfermedades transmisibles, las tasas de mortalidad y los años potenciales de vida perdidos a causa de enfermedades y accidentes (hoy en 662,2 años cada 10.000 habitantes). En el ámbito de la educación, se han realizado importantes esfuerzos para garantizar la inclusión educativa y se ha incrementado el gasto educativo, que hoy supera los 6 puntos del producto interno bruto. No obstante, hay espacio para reducir la repitencia, la sobreedad y el abandono, y mejorar la promoción efectiva, el egreso y, en especial, la calidad de la educación. El desempeño decae a medida que avanza el ciclo escolar. Y en términos comparativos Argentina está por debajo 40 del rendimiento promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), debajo de Chile y Uruguay, y con resultados próximos a los de México, Brasil o Colombia en ciencia y matemática. Actividad 7: 1) Elabore un mapa conceptual en el que sintetice las tres tendencias globales presentes en el desarrollo humano. 2) Usted, está de acuerdo con la tesis que plantea que al fortalecer el capital humano se contribuye al desarrollo y a la igualdad. Argumente. 41 BIBLIOGRAFÍA (Diario Página / 12, 20 de enero de 2014): Desigualdad, pobreza y crisis. LA ACTUAL OXFAM. SITUACION DE EUROPA, SEGUN LA ORGANIZACION HUMANITARIA Gardy Augusto Bolívar Espinoza y Antonio Elizalde (2011): « Capital y capital social », Polis [En línea], 29 | 2011, URL: http:// polis.revues.org/1901. López-Calva L, F y Vélez Grajales R (2003): El concepto de desarrollo humano, su importancia y aplicación en México. ESTUDIOS SOBRE DESARROLLO HUMANO PNUD México No. 2003-1. Macionis, John y Plummer, Ken (1999): Sociología, Capitulo 3, Sociedad, Madrid, Prentice Hall. Tzvetan Todorov (1995): La vida en común, Taurus, Madrid, p. 207-209. PNUD (2002): El Desarrollo Humano en la Argentina del Siglo XX. PNUD (2013): http://www.revistahumanum.org/revista/argentina-en-un-mundo-. Wacquant Loic (2009): Parias Urbanos: Gueto, periferia y Estado. Siglo XXI Editores. Buenos Aires. 42