Plantilla1 - La Política Online

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INTERPONE ACCION DECLARATIVA DE CERTEZA (ART. 322 DEL
CPCCN) - SOLICITA MEDIDA CAUTELAR SUSPENSIVA
Señor Juez:
José M. Torello y Santiago Alberdi, apoderados del Partido
PRO Propuesta Republicana ON y de la Alianza “Cambiemos” ON, Luis
Mariano Genovesi y Juan Manuel López apoderados de la Alianza
“Cambiemos” Orden Nacional y de las Listas 135 E “El Poder de la Unión” y
135 F “República de Libres e Iguales” respectivamente y Maximiliano Ferraro
apoderado de la Lista 135 F “República de Libres e Iguales, constituyendo
domicilio procesal en Balcarce 412 4 piso de ésta Ciudad Autónoma de
Buenos Aires y domicilios electrónicos en 23210033459, 20305021467 y
23301384769 a V.S. nos presentamos y decimos:
I. OBJETO
Que venimos a interponer acción declarativa de certeza (art.
322, Código Procesal Civil y Comercial de la Nación) contra el Estado
Nacional, con domicilio en Balcarce 50, Ciudad de Buenos Aires, a fin de que
se habilite la designación de fiscales partidarios por distrito único (art. 94 de la
Constitución Nacional y arts. 164 bis inc. b) y 164 quater del CEN, modificado
por ley 27.120) por parte de los partidos de orden nacional a fin de que los
representen respecto a las boletas de precandidaturas de presidente y
vicepresidente de la Nación y Parlamentarios del Mercosur Distrito Nacional.
Subsidiariamente, para el caso de una interpretación contraria,
solicitamos se declare la inconstitucionalidad del art. 56 a 58 del Código
Electoral Nacional, siempre y cuando se entienda “distrito” con el alcance del
art. 45, y no con el art. 94 de la Constitución Nacional; por las
consideraciones de derecho que se expondrán a continuación.
Asimismo solicitamos como medida cautelar que se nos
permita la designación por ante VS de fiscales por distrito único (art. 94 de la
Constitución Nacional), en las próximas elecciones primarias abiertas
simultáneas y obligatorias del 09 de agosto de 2015, suspendiéndola
aplicación del segundo párrafo del art. 41 de la ley 26.571, hasta tanto se
resuelva en definitiva.
II.
ADMISIBILIDAD FORMAL DE LA ACCIÓN
La acción declarativa de certeza (art. 322, CPCCN) procura
"hacer cesar un estado de incertidumbre sobre la existencia, alcance o
modalidades de una relación jurídica, siempre que esa falta de certeza
pudiera producir un perjuicio o lesión actual al actor y éste no dispusiese de
otro medio legal para ponerle término inmediatamente".
La incertidumbre tiene origen en que la regulación prevista en
los art.56/58 del Código Electoral Nacional es anterior a la reforma
constitucional de 1994 y es en ésta oportunidad en la que aparece en nuestra
legislación el “distrito único” para la elección de la fórmula presidencial; por lo
que su interpretación pierde certeza.
Como todos sabemos, con anterioridad las autoridades del
Poder Ejecutivo eran electas mediante colegios electorales que se reunían en
las ciudades capitales de cada uno de los distritos provinciales. Todas las
normas anteriores –leyes 22.838, 22.847, 22.864, dec.2135, entre otrosregulaban conjuntamente la elección de electores de Presidente y de
diputados nacionales. Por lo que se entendía como “distrito electoral” el
territorio y padrón electoral equivalente a una Provincia, tal como dispone el
art. 45 de la Constitución Nacional.
Pero, a partir de 1994, la Carta Magna establece la elección de
fórmula presidencial por voto directo, estableciendo expresamente que “A
este fin el territorio nacional conformará un distrito único” y si bien se ha ido
actualizando numerosas normas electorales para tornarlas coherentes con las
modificaciones incorporadas por la reforma constitucional, las normas acerca
de las designaciones de fiscales se ha seguido interpretando con el alcance
anterior.
La reciente ley 27.120 también dispone la elección por distrito
único para Parlamentarios de MERCOSUR por distrito nacional (art 164 bis
CEN).
Esto ocasiona una distorsión en el sistema electoral y causa un
perjuicio concreto a nuestras agrupaciones –y las demás agrupaciones de
orden nacional- en cuanto las boletas electorales de orden nacional no
contarían con la debida fiscalización. Recordemos que fiscalizar incluye tanto
el contralor de la mesa electoral y escrutinio como también la provisión de
boletas.
Ampliaremos.
Acreditado el perjuicio, deja de ser una cuestión abstracta o
meramente especulativa para estar claramente ante un caso que habilita su
jurisdicción.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha admitido la
procedencia de la acción declarativa de inconstitucionalidad a partir del
precedente “Provincia de Santiago del Estero c. Nación Argentina” de 1985
(Fallos: 307:1379); admitiéndose en su jurisprudencia actual la interposición
de una acción declarativa de inconstitucionalidad en el marco del artículo 322
CPCCN.
Por lo expuesto, la acción meramente declarativa representa una
verdadera tutela judicial preventiva ofrecida por la ley dirigida a superar un
estado de incertidumbre sobre los alcances de una situación o relación
jurídica. Bajo estos parámetros, la presente acción puede incluso servir de
base para el ejercicio de otras pretensiones, entre ellas la declaración de
inconstitucionalidad de un acto de alcance general, como ocurre en el
presente caso.
III.- FUNDAMENTOS
La fiscalización electoral consiste en el ejercicio de todos aquellos
medios de vigilancia y control electorales con el objeto de asegurar que los
comicios se desarrollen conforme a la legislación electoral y traduzcan la
expresión libre, espontánea y auténtica de los ciudadanos. En nuestro
sistema, los fiscales son representantes de sus listas, cuidan y reponen sus
respectivas boletas, formalizan los reclamos, controlan el escrutinio de mesa
y colaboran en el escrutinio definitivo.
Todas y cada unas de estas tareas son esenciales al resultado
electoral. Y en nuestro país -y desde sus comienzos-, el legislador ha optado
por priorizar en este contralor al autointerés. Si bien hay tareas de control
encargadas a las autoridades administrativas y judiciales, se deposita en los
propios interesados tareas tan fundamentales como la propia provisión de las
boletas en las mesa de comicios o el control de la cantidad de votos
obtenidos.
Desde antaño, el Estado ha delegado esta tarea esencial en los
representantes de las lista o de las agrupaciones políticas, basado en la idea
de que serán los propios candidatos y/o sus representantes (primeras leyes
electorales) o las agrupaciones políticas que los propongan quienes mejor
desarrollaran esta tarea en cuanto son ellos los que ponen en juego sus
expectativas políticas.
La importancia de los fiscales y su rol público ha sido reconocida por las
Cámara Nacional Electoral, así se ha pronunciado al respecto “La misión de
los fiscales, como su denominación lo indica, es la de controlar y verificar,
durante todo el transcurso del acto eleccionario, si las disposiciones legales
que lo rigen se cumplen en su integridad, y en caso de presunto
incumplimiento hacer la protesta correspondiente ante el presidente de la
mesa receptora de votos, dejando constancia de las anomalías que creyeren
se hubieran cometido o se estén cometiendo, mientras se encuentran en
ejercicio de sus cargos (arts. 57, 102 "d" y concordantes del Cód. Elect.
Nacional) a fin de que las autoridades de mesa puedan tomar en cuenta los
fundamentos del reclamo y resolver en consecuencia”. (causa "Alianza
"Unidad de los Neuquinos para el Cambio s/apelación -Mesa N° 1 Masculina Neuquén Capital (J.E.N.";Expte. N° 1983/91 CNE), entre otros.
En este sentido, los mecanismos de fiscalización electoral son la
expresión más concreta de garantía a los derechos constitucionales y
políticos, a los de partidos políticos, candidatos y ciudadanos y, en suma, a la
legitimidad del proceso democrático representativo.
Ahora bien, ya dijimos que la regulación actual es anterior a las
modificaciones electorales de raigambre constitucional. Su antecedente, la
primigenia ley 19.495, es una ley de facto prevista para el viejo Estatuto de
1972; todas normas de gobiernos de facto. También algunas de sus reformas
presentan esta inconstitucionalidad de origen.
A partir de la restauración constitucional de 1983 se le introducen
algunas reformas para compatibilizar aquel texto originario a la elección
presidencial por los colegios electorales. Por lo que se equiparan las normas
referidas a los electores de presidente y vicepresidente con las de diputados
nacionales (art.148 Dec.2135/1983). En este marco, la fiscalización se
organiza por distritos, con el alcance del art. 45 CN, tal como se lee en el
actual art..39.1CEN.
Es la ley 24.444 del 23 de diciembre de 1994 la que modifica el
capítulo de elección de fórmula presidencial adecuándolo a la elección por
distrito único. Sin embargo, no se modifican otras cláusulas generando
inconsistencias y contradicciones en el Código Electoral Nacional. Así, se
mantiene el citado art.39 que sigue hablando solo de distritos locales, y el
art.108 que otorga a todos “los partidos que hubiesen oficializado lista de
candidatos podrán designar fiscales…”
En otras palabras, mantener una interpretación restrictiva del término
“distrito” significa que los partidos de orden nacional no puedan designar
fiscales y en consecuencia se deja indefensas las listas de Presidente y
Vicepresidente de la Nación y de Parlamentarios del Mercosur por Distrito
Nacional.
Más aún, la ley 26.571 amplió expresamente la designación de fiscales
en las PASO, a “las listas internas de cada agrupación política reconocida”
(art. 41). Ahora bien, del juego del art.56/58 del CEN y este art.41 nos
encontramos que las listas de Orden Nacional se ven privados de, por
ejemplo, reponer sus boletas en las mesas, verificar el desarrollo del comicio,
reclamar por irregularidades que les afecten o controlar en el escrutinio de
mesa, mientras que si pueden hacerlo las listas distritales. Este trato desigual
es inadmisible a la luz de las garantías constitucionales deparadas a los
partidos políticos como instituciones fundamentales del sistema democrático.
Una mirada superficial y de simplicidad teórica nos puede hacer
suponer que toda lista interna distrital va a defender por igual su propia
categoría como la nacional. Sin embargo, nuestro sistema político y partidario
es mucho más complejo. Esta no implica un juicio de valor, sino simplemente
descriptivo. Basta mirar el actual mapa de alianzas distritales y confrontarlas
con las alianzas nacionales para detectar posibles intereses contrapuestos o,
al menos, de distinta intensidad entre las distintas categorías.
En estos casos, el fiscal de distrito priorizará la boleta distrital. Y aun
cuando esto no ocurriera, la tarea en la mesa –sobre todo en las primarias- es
intensa y, sobre todo, en el momento del recuento de votos seguramente su
atención estará centrada en la categoría local y no sobre la nacional cuyo
autointerés es más bajo. Entonces, sucede que se registran observaciones
para una categoría y se dejan pasar otras.
Todo
esto,
termina
en detrimento de la voluntad del elector
cuyo sufragio no fue suficientemente custodiado.
Otra hipótesis donde se advierte la incertidumbre es ante un eventual
ballotage. En la doble vuelta ya se decidieron todos los cargos locales, ya los
fiscales designaron por los partidos de distrito trabajaron en dos elecciones
generales. Y nos encontramos solo con listas nacionales, que de no
aceptarse la interpretación propuesta, dependerán de fiscales designados por
otra agrupación –la distrital- que aunque compartan objetivos su interés
concreto en esta elección ya se dilucidó.
Cuesta encontrar una razón atendible para aceptar que en un comicio
general donde solo se disputa fórmula presidencial por distrito único, el fiscal
debe acreditar domicilio en el territorio que fiscaliza. En todas las mesas de la
República estarán las mismas dos boletas y el intereses en su defensa no
guarda ninguna relación con el domicilio del fiscal que las proteja. En cambio,
sí parece relevante que sean seleccionados por la agrupación de orden
nacional y que rindan cuenta ante ella.
La única manera de solucionar estas inconsistencias producto de
normas de distintos períodos es entender que en los años electorales en que
se eligen autoridades presidenciales cuando los arts.56/58 del CEN dicen que
los fiscales deben ser del “distrito”, se refiera tanto a distrito local como distrito
único.
Más aún, esta incoherencia normativa ha sido subsanada respecto a los
fiscales informáticos –hoy representantes tecnológicos-. Así, el decreto
776/2015 dispone su designación tanto los partidos o alianzas de orden
nacional como distrital y, en las PASO, las listas internas (art. 5° y 6°).
Obsérvese que cuando se detallan sus atribuciones coinciden con las de los
fiscales informáticos del CEN.
También se ha ampliado la fiscalización frente a la distribución de
espacios audiovisuales de campaña que ya no solo está a cargo de los
apoderados partidarios, sino que se designan representantes técnicos tanto
por las agrupaciones de orden nacional como las distritales y las respectivas
listas internas (art.5°y 6° dec.776/2015).
En definitiva, los partidos y alianzas de orden nacional pueden fiscalizar
la asignación de espacios y el escrutinio ante la Dirección Nacional Electoral
pero no pueden hacerlo en las mesas del comicio.
Los fiscales son inherentes a la transparencia electoral. Su rol es
central ya que en las elecciones son representantes de las agrupaciones
políticas y tienen por misión velar por el correcto desarrollo de los comicios,
asegurando que se respete la voluntad electoral de todos los ciudadanos y las
leyes y procedimientos electorales.
Por todo lo expuesto, y a la luz de las nuevas normas constitucionales
vigentes, el término “distrito” del art.58 del CEN debe entenderse tanto como
distrito “local” (art.45 CN) como distrito “único” (art.94 CN y art. 164 bis ley
27.120), atendiendo a la naturaleza de los cargos a elegir, permitiendo que
cada agrupación política interviniente en la contienda electoral vea
resguardados sus derechos a través de la designación de sus propios
fiscales, en quien confía el contralor de todo el proceso electoral, siempre en
los términos y con los alcances establecidos en la normativa vigente.
IV.
SUBSIDIARIAMENTE
SOLICITA
DECLARACIÓN
DE
INCONSTITUCIONALIDAD
Para el supuesto de que no se compartiera la interpretación defendida
en
los
párrafos
anteriores,
venimos
a
solicitar
la
declaración
de
inconstitucionalidad sobreviniente de los art.56 a 58 C.N. en cuanto exige a
los fiscales “ser electores del distrito en que pretendan actuar”, entendiendo
por “distrito”, distrito provincial; por violación a los arts. 37 y 38 de la
Constitución Nacional.
El art.37 CN garantiza “el pleno ejercicio de los derechos políticos” y los
fiscales y las boletas son instrumentos necesarios –e imprescindibles- el día
del comicio para ese pleno ejercicio. Se ha dicho que “la boleta de sufragio…
contiene la expresión de la decisión del elector, ‘equivale al voto mismo’” y “…
el Estado tiene la responsabilidad de velar por la efectiva disponibilidad de
boletas correspondientes a todas las agrupaciones políticas que hayan
postulado candidatos pues –en tanto constituye el elemento mediante el cual se
exterioriza la voluntad del elector- resulta indispensable para el ejercicio del
sufragio activo”. (fallos CNE 3103/2003, 3268/2003 y 5080/2013).
Esta disponibilidad de boletas no depende solo de su impresión, sino
también de que efectivamente estén el cuarto oscuro y que una vez en él, se
pueda proceder a su cuidado y reposición. La libertad de sufragio del elector
depende en definitiva de que estén a su disposición todas las boletas porque
“la boleta no es un instrumento al servicio del partido sino que constituye la
posibilidad física de que se expresa el ciudadano” (CNE, fallos cit.). Y esta
responsabilidad es delegada por la ley electoral al partido que presenta la lista
mediante la institución de los fiscales. Entender que el partido de orden
nacional no pueda designar fiscales por distrito único se traduce en una forma
indirecta de violentar los derechos del elector en la medida que no se le
garantiza adecuadamente que todas las boletas estén en el cuarto oscuro.
No parece coherente que el Estado destine recurso públicos para la
impresión de boletas y que luego no permita que haya un representante de la
agrupación política que las acerque al lugar de votación y controle su existencia
durante todo el comicio.
Asimismo, se vulnera la voluntad del elector cuando se impide al partido
o alianza de orden nacional y/o a la lista de la fórmula presidencial el control de
los sufragios emitidos en la mesa de votación y/o dejar sentado en el Acta de
escrutinio las observaciones que considere pertinentes en reguardo de esa
lista. Sin estas últimas, no hay posibilidad de recursos posteriores. En
reiteradas resoluciones la Cámara Nacional Electoral ha rechazado pedidos de
nulidad de actas de escrutinio, por entender que la falta de impugnación u
oposición de los fiscales partidarios presentes dotan de una fuerte presunción
de legitimidad a la actuación cuestionada. Es decir que, el consentimiento de
los fiscales a la actuación de las autoridades de mesa intervinientes son
fundamentales a la hora de decidir sobre su validez o nulidad.
Así ha dicho “Que, finalmente y sólo entonces a mayor abundamiento, la
misión de los FISCALES es la de controlar y verificar, durante todo el
transcurso del acto eleccionario, si las disposiciones legales que lo rigen se
cumplen en su integridad, y en el supuesto de un presunto incumplimiento,
hacer la protesta correspondiente ante el presidente de la mesa receptora de
votos, dejando constancia de las anomalías que creyeren se hubieran cometido
o se estén cometiendo, mientras se encuentran en ejercicio de sus cargos (cf.
artículos 57; 102, inc. d, y concordantes del Código Electoral Nacional) a fin de
que las autoridades de mesa puedan tomar en cuenta los fundamentos del
reclamo y resolver en consecuencia (cf. Fallos CNE 1115/91; 1948/95; 1964/95;
2172/96; 2720/99; 3283/03 y 3285/03, entre otros).- Se ha destacado también
que es en el acto mismo de los comicios cuando los FISCALES de los partidos
políticos,
en
cumplimiento
de
su función de control, deben efectuar los
reclamos pertinentes respecto de la inclusión en los padrones de quienes no
figuran en ellos -cf. artículos citados- (cf. Fallos CNE 263/85; 486/87; 3283/03 y
3285/03).- En el caso, si el fiscal del sublema recurrente -que estaba
presente y firmó el certificado de escrutinio (cfr. informe de fs. 2 vta.)creía que las autoridades de la mesa estaban agregando votantes en
forma indebida, debió haber dejado constancia de su disconformidad,
puesto que -tal como se ha establecido- el hecho de haber suscripto el
acta de escrutinio sin observaciones debe forzosamente interpretarse
como que consideró legítima la inclusión de los ciudadanos agregados
(cf. Fallos CNE 258/85; 263/85; 1115/91; 3283/03 y 3285/03) y así debe
reputarse toda vez que no se ha demostrado lo contrario (cf. Fallos CNE
1948/95 y jurisprudencia allí citada)”.- (CAUSA: "Cóspito Carina Lorena solicita
nulidad mesa mixta Nº 734 (UCR)" Expte. Nº 4140/05 CNE- FORMOSA FALLO Nº 3613/2005).- (la negrita y el subrayado nos pertenece).
Estas mismas privaciones vulneran el art.38 CN en cuanto garantiza la
competencia para la postulación de candidatos a cargos públicos electivos y
contribuye al sostenimiento económico. Ya dijimos que sin fiscales no hay
boletas y ha dicho la CNE que “y “por ello no es posible afirmar que cuando el
artículo 38 de la Constitución Nacional establece que el Estado ‘contribuye’ al
sostenimiento económico de las actividades de los partidos políticos, esta
circunstancia lo exima de la obligación de asegurar que las agrupaciones se
encuentren en condiciones de ofrecer a todos los electores el referido elemento
para que puedan expresar su voluntad política en los comicios. La forma de
gobierno representativa y la participación ciudadana que supone el sistema
democrático imponen esa solución” (causa UNEN, ratificada por la Corte
Suprema de la Nación).
Tampoco se le garantiza la participación electoral en condiciones
equitativas si no puede controlar el escrutinio o dejar a salvo sus defensas en la
mesa de escrutinio.
Luego, si se mantiene una interpretación contraria a la propuesta,
entendiendo que solo los partidos de distrito pueden designar fiscales, la
exigencia del art.58 del Código Electoral Nacional resulta contraria a los art.37 y
38 C.N. y así solicitamos que se declare.
V. ACLARACION.-
Todo lo aquí planteado es a favor de que las agrupaciones políticas de
orden nacional puedan designar fiscales por distrito único para el resguardo
de las listas de precandidatos a la fórmula presidencial y parlamentarios del
Mercosur por distrito nacional, dejando constancia que mediante la presente
acción no se pretende modificar ni contradecir las reglamentaciones actuales
del Código Nacional Electoral en cuanto a la emisión del voto de los fiscales
(vgr. derogación del segundo párrafo del art. 58 del CEN) ni las disposiciones
de la Cámara Nacional Electoral en Acordadas 18, 37 y 103 /2013 respecto a
la imposibilidad de efectuar agregados en el padrón de mesa y en el deber de
los fiscales de votar en la mesa que le corresponda.
VI. MEDIDA CAUTELAR.-
Mi parte solicita que, previo a todo trámite, V.S. dicte una medida
cautelar disponiendo lo necesario para la designación de los fiscales de
distrito único por parte de los partidos políticos y alianzas de orden nacional
con el alcance solicitado, hasta tanto recaiga sentencia definitiva en estas
actuaciones.
La medida cautelar que se solicita es procedente por cuanto se
verifican en el caso todos los requisitos que establece el artículo 230 del
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
En este caso la verosimilitud del derecho es evidente, a la luz de lo
dicho precedentemente, recordando que la Constitución Nacional en su art.
94 prevé expresamente la elección directa de presidente y vicepresidente de
la Nación por parte del pueblo, disponiendo que “A este fin el territorio
nacional conformará un distrito único”.
De no contar con los fiscales solicitados, se atenta contra los
derechos y garantías de las agrupaciones políticas nacionales frente a las de
distrito local que sí pueden contar con dichos representantes afectando el
principio de igualdad (art. 16) y de igualdad de sufragio del art..37
garantizados en la Constitución Nacional.
Respecto de este requisito, la Corte Suprema de Justicia de la
Nación se ha pronunciado expresando que “las medidas cautelares [...] no
exigen de los magistrados el examen de la certeza sobre la existencia del
derecho pretendido, sino sólo de su verosimilitud” (“Kraft Foods Argentina c.
Provincia de Chubut”, Fallos 325:388).
Con relación a la situación de peligro en la demora, debe señalarse
que, ante la inminencia de las elecciones primarias convocadas por el decreto
775/2015 la incertidumbre genera un inmediato perjuicio en lo que respecta la
protección constitucional invocada.
Al respecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha expresado
que para la concesión de medidas precautorias como la de autos, el peligro
en la demora debe establecerse tomando en cuenta “los diversos efectos que
podría provocar la aplicación de las disposiciones impugnadas” (Central Dock
Sud S.A. c/ Buenos Aires, Provincia de s/ acción declarativa, 20/10/98, C. 83
XXXIV y Fallos 314: 1312). Y en el mismo sentido, también ha resuelto que
“[...] es de la esencia de la medida sub examen enfocar sus proyecciones -en
tanto dure el litigio- sobre el fondo mismo de la controversia, porque dichas
medidas precautorias se encuentran enderezadas a evitar la producción de
situaciones que podrían tornarse de muy dificultosa o imposible reparación en
la oportunidad del dictado de la sentencia definitiva (causa S.2597 XXXVIII
citada)” (“P. de M. I. J. M. c. Asociación Civil Hospital Alemán”, Fallos
326:2503):
Finalmente, con respecto a la contracautela, se debe tener presente
que se trata de un medio cuya finalidad es la de asegurar el eventual
resarcimiento por los daños y perjuicios que pudieran resultar en caso de que
la demanda fuera rechazada.
Sin embargo, atento a las particulares características del presente
caso, siendo parte agrupaciones políticas que cuentan con la protección de
gratuidad de la ley 23.298, 26.215 y CPCCN, la contracautela no resulta
procedente. Caso contrario, y a todo evento solicito que se fije como
contracautela la caución juratoria, la que solicito se tenga por cumplida con el
presente escrito.
VII.- LOS EFECTOS DE LA PRESENTE ACCIÓN
En virtud de los principios de igualdad y equidad electoral solicitamos
que los efectos de esta causa se dicten con el alcance general que la Corte
Suprema de la Nación en la causa “Halabi”.
VIII. RESERVA DELCASO FEDERAL
Para el el supuesto que V.S. o el tribunal de alzada no compartan los
argumentos expuestos y omitan hacer lugar a lo peticionado en la presente
acción declarativa, en legal tiempo y forma formulamos expresa reserva del
caso federal a fin de habilitar la posibilidad de concurrir ante la Corte Suprema
de Justicia de la Nación por la vía prevista en el artículo 14 de la Ley Nº 48
toda vez que el rechazo de la acción declarativa de certeza, e
inconstitucionalidad planteada en subsidio, violentaría los artículos 16, 37 y 38
de la Constitución Nacional y tratados internacionales incorporados por el art.
75 inc 22, CN.
IX. PETITORIO
Que por lo expuesto, solicito a V.S.
1. Nos tenga por presentado, por parte y por constituido el domicilio
procesal y electrónicos indicados.
2.
Se haga lugar a la medida cautelar solicitada.
3.
Se dicte sentencia favorable con el alcance invocado.
Quiera V.S tener presente lo expuesto y proveer de conformidad que así,
SERÁ JUSTICIA
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