La Gloriosa: 1868 (conservador) que expulsa a Isabel II de España

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1868
1871
1873
1874
1876
1879
1881
1884
La Gloriosa: revolución liberal dirigida por el General Prim (progresista) y el General Serrano
(conservador) que expulsa a Isabel II de España
Reinado de Amadeo de Saboya
Amadeo abdica. Se proclama la I República
Golpe de Estado del General PavÃ−a: pone fin a la I República
29 Dic.: Golpe de Estado en Sagunto del General MartÃ−nez Campos Restauración de la
monarquÃ−a en la persona de Alfonso XII. El pronunciamiento fue ideado por Canovas de
Castillo, que asume el Gobierno. Se pacta el Turno PacÃ−fico de Partidos.
Constitución de Canovas
Se funda el Partido Socialista en Madrid. Su principal portavoz es el periódico El Socialista,
fundado en 1886.
Gobierno Liberal de Sagasta
Gobierno Conservador de Cánovas
Gobierno Liberal de Sagasta
Muere Alfonso XII Regencia de Mª Cristina
1885
1890
1892
1895
1897
1898
1899
1900
Pacto del Pardo: según este pacto Canovas cede el gobierno (1875-1885) a los liberales a
cambio de que se respetase su Constitución de 1876 en la que se establecÃ−a la MonarquÃ−a
Parlamentaria.
Gobierno Conservador de Canovas
Gobierno Liberal de Sagasta
Gobierno Conservador de Canovas
Gobierno Liberal de Sagasta
Canovas es asesinado, a partir de su muerte y del desastre del '98 el Turnismo se desestabiliza,
toman importancias las tendencias regeneracionistas.
Pérdida de las últimas colonias españolas en ultramar: Cuba, Puerto Rico, Filipinas y la
Isla de Guam.
Francisco Silvela sucede a Cánovas en el Partido Conservador, y asume el Gobierno. Francisco
Silvela es una figura salida del regeneracionismo conservador
Azcárraga toma las riendas del Partido Conservador
Gobierno Liberal de Sagasta.
1901
1902
1903
1904
1907
La Lliga Catalana arrasa en las elecciones de Barcelona.
MayorÃ−a de edad de Alfonso XIII: Fin de la Regencia de Mª Cristina. Alfonso XIII, al
contrario que su padre Alfonso XII, interviene en la polÃ−tica del paÃ−s.
Muere Sagasta
Gobierno Conservador de Antonio Maura: miembro del Partido Liberal desde el que ocupó
algunos ministros durante la Restauración. Tras su escisión de los liberales se integró en el
Partido Conservador en 1902, del que fue Jefe de Parido desde 1903. Es regeneracionista del ala
conservador y su objetivo es la "restauración desde arriba". Estaba dispuesto a conceder un cierto
grado de autonomÃ−a a Cataluña, pero se oponÃ−a firmemente al separatismo. Recibió el
apoyo de F.Cambó (lÃ−der de la Lliga Regionalista junto con Prat de la Riba).
Hasta esta fecha se suceden 11 gobiernos. Los 5 primeros, entre 1902 y 1905, presididos por
conservadores (Silvela, Azcárraga, Fernández Villaverde dos veces y Maura) y los 6 restantes
1
por liberales (Montero RÃ−os, Moret tres veces, López DomÃ−nguez y el Marqués de la
Vega de Armijo). Esto demuestra que el turnismo funcionó, pero tal inestabilidad era sÃ−ntoma
de la incipiente descomposición de los dos partidos dinásticos y de la dificultad para el jefe de
Gobierno de contar con la mayorÃ−a parlamentaria coherente.
Gobierno largo de A.Maura. A fin de regenerar el paÃ−s y acabar con el caciquismo presenta la
Ley de Reforma Electoral. El artÃ−culo 29 de esta ley fue muy debatido, según este artÃ−culo si
en un distrito no habÃ−a más candidatos que escaños, éstos eran automáticamente elegidos
sin necesidad de elecciones.
1906
1909
1910
1912
1913
Otra de las medidas tomadas por la legislación de 1907 es la obligatoriedad de los productos
nacionales, esta medida favorecÃ−a a Cataluña.
Conferencia de Algeciras: conferencia internacional celebrada en Algeciras (Cádiz), cuyo
objetivo era terminar con el enfrentamiento franco-alemán surgido por la cuestión de la
independencia de Marruecos. La resolución concluyó con el reconocimiento de la supremacÃ−a
de Francia en la cuestión marroquÃ−. Se establecieron las normas de permanencia de los
Europeos en Marruecos. A partir de este momento España comienza su protectorado en el norte
de Marruecos.
Maura es cesado por el rey a raÃ−z de los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona
(consecuencia del Desastre del Barranco del Lobo, donde las tropas españolas fueron derrotadas
por los rifeños bajo las órdenes de Abd-el-Krim. Este hecho obligó a la movilización de los
reservistas españoles de Barcelona, que al enterarse de lo sucedido en Marruecos se negaron a
marchar. Emprendieron una serie de actos vandálicos que sembraron el pánico en Barcelona).
La represión de los hechos estuvo seguida del fusilamiento de Ferrer i Guardia acusado de ser el
promotor de una revuelta fundamentalmente espontánea. Frente a la revolución desde arriba de
los conservadores, los liberales dirigidos por Monet se unieron al partido al grito de ¡Maura no!,
rompiendo con la unidad que el turno de partidos habÃ−a establecido hacia 30 años.
Alfonso XIII toma la iniciativa en la marcha polÃ−tica del régimen.
Canalejas ocupa la jefatura del Gobierno. Después de la muerte de Sagasta en 1903, el
enfrentamiento de Moret y Montero RÃ−os por el control del partido no se resuelve con un claro
vencedor y hay que esperar hasta el Gobierno de Canalejas para hallar un jefe reconocido.
Canalejas era regeneracionista liberal y actuó de forma sinceramente democrática. Su polÃ−tica
tuvo dos objetivos básicos: restauración del Pacto del Pardo y las relaciones exteriores para
alejar a Francia hacia el sur de Marruecos.
El Partido Socialista forma coalición con el Partido Republicano de Lerroux y consigue su
primer Acta de Diputado por Madrid: Pablo Iglesias.
Canalejas es asesinado en la Puerta del Sol de Madrid por el anarquista Pardinas. La muerte de
Canalejas asestó un duro golpe al partido liberal que se vio obligado de nuevo a abrir el debate de
la búsqueda de un nuevo jefe. Los enfrentamientos entre Romanones y la facción de Montero
RÃ−os (encabezada por GarcÃ−a Prieto tras la muerte de éste) restarán fuerza al partido.
Finalmente Romanones sucede a Canalejas al frente del ejecutivo.
El bloque de poder quedaba expuesto a la lucha interna en el seno de los partidos dinásticos y el
enfrentamiento entre ellos. Todo esto ponÃ−a en duda el funcionamiento normal de la alternancia
en el Gobierno.
El Rey le encarga a Eduardo Dato formar Gobierno. E.Dato es un personaje alejado del
Maurismo. Dato gobernó en una coyuntura determinada por la división interna de los dos
partidos dinásticos, pero en la que se apuntaba por la posibilidad de ampliación del sistema con
la incorporación del Partido Reformista. El fundador de este partido, MelquÃ−ades Ólvarez,
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1914
1915
1917
1921
1923
1925
apostaba por el progreso, la libertad y la democracia. La esperanza se fortaleció con motivo de la
aprobación parlamentaria de la ley de Mancomunidades.
Se aprueba la ley de Mancomunidades, pendiente desde la época de Canalejas. Esta ley
permitÃ−a que las provincias se mancomunaran con fines exclusivamente administrativos. Se
trataba de una antigua aspiración de los catalanistas, que la aprovecharon de inmediato para
constituir la Mancomunidad de Cataluña, presidida por Prat de la Riba.
Comienza la I Guerra Mundial: el Gobierno declaró la más absoluta neutralidad. Salvo el
Partido Radical de Lerroux todos estuvieron de acuerdo.
La generalización de objeciones a la polÃ−tica Dato movió al Rey a encargar a Romanones la
formación de Gobierno: durante su gobierno no obtuvo al apoyo ni de la derecha ni de su
propio partido. La oposición catalana se endureció a raÃ−z de la decisión de la Ministro de
Hacienda de introducir un impuesto sobre los beneficios extraordinarios de la guerra, obtenidos
por aquellas empresas que comerciaban con los paÃ−ses beligerantes, y que iba a recaer sobre el
núcleo duro del nacionalismo catalán: su burguesÃ−a industrial y comerciante.
PerÃ−odo de Crisis. Hay una oposición general al régimen por parte de sectores muy
diferentes: los militares en las Juntas de Defensa, el movimiento obrero, los sindicatos, la
oposición polÃ−tica, intelectuales… De ahÃ− la urgencia por convocar Cortes Constituyentes.
Otra de las consecuencias de esta crisis es la creación de las Juntas de Defensa y la Huelga
General de Agosto.
La coalición Solidaridad Catalana, liderada por la Lliga Regionalista, arrasa en las elecciones.
Desastre de Annual: derrota del ejército español en Melilla ante las kabilas rifeñas
marroquÃ−es, comandadas por Abd-el Krim. A consecuencia del desastre las Cortes exigen la
redacción de un expediente por el general Picasso (Expediente Picasso), el objetivo es buscar
responsabilidades por los acontecimientos de Annual.
Golpe de Estado de M.Primo de Rivera Dictadura Militar
Dictadura Civil de M.Primo de Rivera. Desembarco de Alhucemas.
M.Primo de Rivera dimite y se marcha a Francia donde muere meses después.
Alfonso XIII intenta restablecer la polÃ−tica del '76 pero ya nadie le apoya.
1930
1931
1932
Se firma el Pacto de San Sebastián: pretendió la incorporación de amplios sectores de la
burguesÃ−a a la lucha contra la monarquÃ−a. Lo firmaron polÃ−ticos como Azaña, Lerroux,
Alcalá Zamora, Casares Quiroga o Fernández de los RÃ−os. Este pacto aceleró el ritmo de la
instauración de la II República.
Breves gobiernos de Aznar y Berenguer. Se convocan elecciones municipales para estimar
cuáles son las preferencias de los españoles: vencen los republicanos.
Bienio Progresista: Niceto Alcalá-Zamora es nombrado presidente del gobierno provisional. En
Abril le sucede en el cargo Manuel Azaña. Se crea la figura del Presidente de la República, y se
piensa en Alcalá-Zamora para ocupar este puesto pues darÃ−a una imagen de respetabilidad al
régimen para reconciliarse con los sectores más conservadores de la sociedad.
En diciembre se aprueba la nueva Constitución, donde se reconocen las libertades individuales,
la soberanÃ−a nacional, el derecho al voto femenino, la definición de un estado laico….
En agosto se produjo un golpe de Estado, dirigido por el general Sanjurjo, que fracasó. Este
pronunciamiento era consecuencia de la oposición del ejército a la reforma militar llevada a
cabo por la izquierda.
1933
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1934
1936
Bienio Derechista o Negro. Azaña no aguanta las presiones sociales y dimite. Se celebran
elecciones en noviembre y ganan los partidos republicanos centristas y la coalición derechista
integrada en la CEDA. La mayor parte de los siete gobiernos formados durante este bienio fueron
presididos por A.Lerroux, a partir de 1934, la CEDA también formó parte.
Octubre: Huelga general de Asturias
Se convocan elecciones. A ellas concurren, por un lado, la práctica totalidad de los partidos de
izquierda, que formaban la coalición denominada Frente Popular, y por otro lado, las derechas,
divididas entre la CEDA y el Bloque Nacional. Los republicanos centristas, desprestigiados a
causa de los escándalos (Straperlo, Nombela), se presentaron por separado porque no lograron
integrarse en otra dictadura. El Frente Popular obtuvo la mayorÃ−a de los votos, aunque a poca
distancia de la CEDA.
Desde principios de marzo comenzó a organizarse un golpe de Estado militar, coordinado por
el general E.Mola, y del que formaban parte, tanto el promotor del anterior golpe de Estado de
1932, el general Sanjurjo, como otros destacados generales, a los que finalmente se unió el
general F.Franco. Lo que se preveÃ−a como un golpe de Estado rápido fracasó y esta
sublevación militar se convirtió en una larga y cruel guerra civil.
Fin de la guerra civil. Caen los últimos bastiones republicanos. Franco se erige como jefe de
1939
Estado y del Gobierno. Es el principio de la Dictadura.
ESPAà A, ¿MITO O FRACASO?
Tras el desastre colonial de 1898, ¿qué balance hubo del siglo XIX como legado al siglo XX? D.
Ringrose, un historiador económico, escribe una obra muy significativa: “España en 1700-1900, el mito
del fracaso”. Esto ilustra muy bien la situación: España se mueve entre el fracaso y el milagro. En 1898, la
visión que primaba era la catastrofista; hoy en dÃ−a, se ve desde el extremo contrario: es la España de la
libertad, de la democracia, del progreso, de la industrialización...
Datos de España a principios del siglo XX.
• DemografÃ−a: En 1900 la población era de 18.5 mill. de habitantes, con predominio de la
población rural y con pocos y no muy poblados núcleos urbanos. En el resto de Europa la
población era mucho mayor. En 1998, la población española era de aproximadamente 40 mill. de
habitantes.
La mortalidad es la más alta de Europa después de la URSS, lo que indica un gran subdesarrollo.
• EconomÃ−a: En 1900 el 46% del PIB procedÃ−a de la agricultura, que contaba con más mano de
obra que el resto de sectores. El 20% del PIB era de la industria, concentrada sobre todo en Cataluña
y Vizcaya. Prácticamente no habÃ−a sector servicios.
El ferrocarril contaba con 13000 km. (algo notable pero insuficiente comparando con otros paÃ−ses europeos)
El capital invertido era extranjero, aunque el gobierno tenÃ−a un gran interés en él para que pudiera
desarrollarse el comercio nacional con la periferia, vertebrarse el paÃ−s para ser como el resto de los paÃ−ses
de la Europa Occidental y para algo mucho más difÃ−cil: pasar de ser un imperio a ser una nación.
Es un momento en el que el mundo tiende al proteccionismo, y España destaca en esto sobremanera. Sus
aranceles son los más altos de Europa, aunque su aislamiento no es total. Esta tendencia proviene del
excesivo aislacionismo de Canovas (artÃ−fice de la Restauración) y que se fortalece con el desastre de 1898:
el llamado “recogimiento” (polÃ−tica nacional sin mayores pretensiones interiores, que ve con reparo las
relaciones internacionales económicas y polÃ−ticas. No se mete en los conflictos internacionales)
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El 90% del mineral de las ricas minas españolas se destina a la exportación. La mayor parte de las
empresas mineras españolas son realmente propiedad de grandes empresas extranjeras. Por lo que no se
contribuye al desarrollo industrial español sino al de otros paÃ−ses que ya están viviendo la Segunda
Revolución Industrial. Esto aumenta el desfase entre la economÃ−a de España y las economÃ−as más
desarrolladas de nuestro entorno.
• Sociedad: Predominan las tradiciones rurales y campesinas. La situación de la mujer (un gran
indicador del desarrollo de un paÃ−s) está muy atrasada con respecto a Europa. La mujer se halla
sometida al hombre, sin voto, con poca presencia en las universidades... Se trata de una sociedad
patriarcal, presente en toda Europa pero en grado sumo en nuestro paÃ−s.
Por ejemplo, en 1901 sólo habÃ−a 2 alumnas entre los 2844 alumnos de la universidad de Madrid. En 1909,
de 2844 alumnos de ciencias sólo 4 eran mujeres. à nicamente 2 en derecho entre 4685 y 11 en los 5111 de
medicina.
Respecto a la sociedad desde la legalidad, en 1889 el Código Penal recoge tres artÃ−culos sobre la mujer:
“El marido debe proteger a la mujer y ésta debe obedecer al marido”, “La mujer está obligada a seguir al
marido donde quiera que éste fije su residencia” y “El marido es el representante de la mujer, que no puede
ir a un juicio sin su autorización”. Esto indica el escaso desarrollo y las pocas libertades de la España de
principios de siglo.
Además, existen grandes desequilibrios entre diferentes zonas. Por ejemplo, en 1900 un jornalero andaluz
ganaba 1.5 pts por jornal mientras que uno valenciano cobraba el doble.
Las diferencias son mayores entre el proletariado rural y el escaso proletariado urbano. A pesar del tren, de la
centralización administrativa y de los intentos de nacionalización, España esta insuficientemente
vertebrada en este momento. Aunque ha tenido las revoluciones burguesas, la Revolución Industrial, posee
una economÃ−a de mercado (aunque inferior al resto de Europa)... los indicadores de progreso del paÃ−s
demuestran un desarrollo inferior con respecto a otros paÃ−ses. El problema de estos análisis es que la
comparación se establece con paÃ−ses que ya realizan su Segunda Revolución Industrial (Gran Bretaña,
Alemania, Francia...) y no con paÃ−ses a nuestro mismo nivel (Grecia, Italia...) Esto es lo que crea sensación
de subdesarrollo.
También es un buen indicador el analfabetismo y la desescolarización (entre el 64-65%), repartidos
desigualmente según el sexo (56% de hombres y 62% de mujeres), el ámbito (más en el rural que en el
urbano) y la región (más en el interior que en la periferia) En 1985, 2.5 mill. de niños están sin
escolarizar; tan sólo 1.5 mill. asisten a la escuela en toda España.
• Cultura: Es la Edad de Plata, un gran esplendor de la literatura y el periodismo. La novedad es que
los escritores viven principalmente de lo que publican en los periódicos. Han encontrado un mercado
provisional y provechoso en los periódicos. No es nuevo, pero su crecimiento es espectacular a
finales del siglo XIX. Se vive una situación paradójica: España no está totalmente
subdesarrollada en 1900 como puede parecer; su desarrollo no es completo pero es sorprendente su
precocidad en algunos aspectos de su polÃ−tica y su cultura. Por ejemplo, aunque tiene un 65% de
analfabetos, tiene un gran elenco de escritores, ensayistas, intelectuales... perfectamente comparables
al de cualquier otro paÃ−s. Esto explica el protagonismo y los problemas de los intelectuales: tienen
gran influencia, pero no encuentran un verdadero mercado cultural en España. Esta situación
impide la relación intelectuales / élites polÃ−ticas con un público tan abundante como el
francés, alemán o inglés...
A partir del siglo XIX estos intelectuales dejan una estela de intelectuales que llega a su mayor esplendor en la
Segunda República Española, y que son cortados con la Guerra Civil Española.
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Las tiradas más altas en Madrid en 1900 son las de El Imparcial (130000 ejemplares al dÃ−a) y las de El
Liberal y La Correspondencia España (100000 ejemplares al dÃ−a) Esta cifra puede considerarse baja en
relación con la prensa europea y norteamericana. Sin embargo, si comparamos con la trayectoria de la prensa
española el ascenso es espectacular. A principios del siglo XIX (en las épocas liberales) la mayor tirada
de un periódico en Madrid era de 5000 ejemplares por dÃ−a. También es mayor proporcionalmente con
respecto a hoy dÃ−a, teniendo en cuenta la población analfabeta de aquella época y la de la nuestra. Se
puede extraer como conclusión que la población alfabetizada de 1900 leÃ−a mucho más y más variado
que la actual. Eran un verdadero público lector, con el nuevo público que se incorpora en este momento: el
pequeño burgués.
• PolÃ−tica: En España hay 80000 soldados, 20000 oficiales y 500 generales, lo que produce la
hipertrofia del ejército español. Hay más oficiales de los necesarios, por lo que perciben un
sueldo menor, muchos están ociosos y sin destino y, lo peor de todo: con escasas perspectivas aparte
de las Guerras Coloniales (ultramar, norte de Ófrica...), lo que las convierte en el modus vivendi de
muchos oficiales.
La monarquÃ−a constitucional del momento (sólo formalmente, no siempre en la práctica) es similar a la
de la Europa del momento, sin distinguirse del resto de regÃ−menes liberales. Pero España sÃ− es precoz
en tres sentidos:
♦ Acepta el sufragio universal masculino desde 1890, siendo uno de los primeros en el mundo
(Gran Bretaña no lo hará hasta después de la Primera Guerra Mundial) Las Cortes de
Cádiz de 1815 ya son elegidas con este tipo de sufragio.
♦ Se crea un vocabulario concreto que luego será incorporado a muchas otras lenguas.
Destacan liberalismo, liberalista, liberal (el paso del adjetivo al sustantivo se produce en las
Cortes de Cádiz, cuando se crea la primera Constitución española), pronunciamiento
(forma particular de intervención militar en la vida polÃ−tica), camarilla, guerrilla...
¿Por qué la pérdida de los últimos restos de imperio colonial provocó en la sociedad española un
trauma infinitamente superior a la pérdida de toda la América Colonial? Porque, a pesar de la
importancia económica y simbólica de Cuba, Puerto Rico y Filipinas la reacción es desmedida. ¿Qué
explicación se puede dar entonces a este fenómeno?
• Cuando España pierde en 1824 las colonias de la América continental el paÃ−s está sumido en
unos problemas y unos cambios que eclipsan la importancia que pudiera tener el desarrollo de la
guerra en América (Guerra de la Independencia, revoluciones liberales, conato de guerra civil,
contrarrevolución, Restauración absolutista...) Además, al ser un hecho lejano hay poca
información y queda relegado a un segundo plano ante lo que ocurre en la penÃ−nsula. Pero a
finales de siglo, tras pasar unos años muy convulsos, hay una rara estabilidad (régimen
constitucional, doce años sin guerra civil, carlismo en recesión, sin casi pronunciamientos...) No
hay, por tanto, acontecimientos que ensombrezcan la guerra colonial, por lo que ésta acapara la
opinión pública de la sociedad española.
• Idea de José Ólvarez Junco: En el siglo XIX se produce en España, como consecuencia de la
modernización, un desarrollo de la conciencia nacional, tÃ−pica del liberalismo (España es de los
españoles), que no del absolutismo (España es del rey) A pesar de ser un siglo lleno de
perturbaciones, se consolida el liberalismo, que se refleja en la cotidianidad (sellos, escuelas...) y que
crea la conciencia nacional, idea que cala lo suficiente como para que a finales del siglo el desastre
colonial sea una gran calamidad colectiva (aunque no es una idea tan desarrollada como en Francia,
por ejemplo) Este sentimiento colectivo no existÃ−a antes de 1808, por lo que al perder las primeras
colonias el sentimiento no fue tan exagerado.
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• En España hay una prensa que, con sus limitaciones, tiene una difusión significativa entre la
opinión pública. Es una prensa que hace de la guerra de Cuba un gran acontecimiento informativo.
Contribuye esto a inflar el patriotismo y explica la sobrespectación de la sociedad española y su
depresión colectiva posterior. Sin embargo, en 1824 prácticamente no habÃ−a prensa que
difundiera los sucesos. Por ello, las primeras pérdidas coloniales pasaron inadvertidas para la
sociedad.
Todo esto explica la importancia que las instituciones, los polÃ−ticos, la opinión pública, la prensa... dio a
la guerra de Cuba y la profunda depresión en la que se sumió España tras el fracaso. Sin embargo, todo
esto conlleva una dualidad.
Hay que tener en cuenta que España arrastra desde tiempo atrás una conciencia de decadencia nacional del
siglo XVIII. También la Guerra Civil y el atraso industrial profundizan en esta frustración y complejo de
inferioridad con respecto al resto de Europa. Por eso, en el '98 la opinión pública española y sus élites
(los que gobernaban y los que aspiraban a ello) están impregnadas de fatalismo sobre el futuro español.
Pero a pesar de ello, por otra parte la sociedad también se siente eufórica ante la posibilidad de que la
guerra colonial depare un gran triunfo que le permita a España recuperar su prestigio internacional ante el
mundo y superar de este modo su complejo de inferioridad.
El que la gloria de España ya ha pasado se personifica en Canovas. Al redactarse la Constitución de 1876,
Canovas definió español como el que no puede ser otra cosa. Es claramente un espÃ−ritu fatalista.
En vÃ−speras del '98 hay una gran explosión patriótica y xenófoba, más o menos artificial, creada por
todas las fuerzas de la época para combatir dicho fatalismo. Tras el fracaso, todos acusarán a los demás
de haber creado este clima de falsa victoria. Estas fuerzas fueron las siguientes:
• Iglesia: Tuvo mucha influencia. En el sermón pronunciado en las iglesias de Madrid el 2 de Mayo de
1898 se dice que los norteamericanos no son bárbaros ni ignorantes, ni van desnudos, sino que se les
define como occidentales que usan máquinas de vapor y electricidad y que van vestidos de europeos.
Son muy avariciosos. Pero en realidad hay que tener ánimo porque no importan los ejércitos, sino
quien tiene más historia a sus espaldas, porque ese ganará la guerra.
• Republicanos: Periódico valenciano El Pueblo, dirigido por Vicente Blasco Ibáñez. Acusa al
gobierno de negociar a escondidas para no ir a la guerra, lo que constituye una humillación y una
cobardÃ−a que no es digna del pueblo español. Están sacrificando la honra de la nación y sus
posesiones y eso es una vergüenza. Consideran a España la mejor nación del mundo y se es
mejor cuanto más nacionalista se siente uno. El paÃ−s está mal gobernado según ellos y es
necesaria una dictadura militar porque España ha perdido sus facultades. Los últimos culpables
son los judÃ−os (manifestación clara de la xenofobia) Afirman que los traidores del gobierno
terminarán permitiendo que los judÃ−os (esclavos por excelencia) gobiernen España.
• Nacionalismo vasco: Se está formando en este momento. Va claramente contra el gobierno. En 1894
(antes de la última Guerra de Cuba) Sabino Arana es encarcelado por alegrarse de la derrota que
está viviendo el paÃ−s. Escribió con tono despectivo que España era una nación latina que
fracasarÃ−a en toda empresa que iniciara. Con la pérdida de las colonias se desarrollarÃ−a mucho
más el nacionalismo, por lo que este sector también estaba a favor de la guerra, convencido de
que la iban a perder y eso les beneficiarÃ−a.
• Socialismo: Representados por el periódico El Socialista son los únicos que se oponen a la guerra
colonial. Son varios sus motivos:
♦ El que un pueblo se imponga a otro por la fuerza va en contra de sus ideales.
♦ Los únicos que luchan son los trabajadores, los que no tienen dinero suficiente para librarse
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del servicio militar. Ellos creÃ−an que “O todos o ninguno”, ya que las clases acomodadas
que dirigÃ−an la patria no luchaban para defenderla.
♦ Porque el dominio de las colonias no beneficiaba en ningún sentido a los trabajadores. Y,
aunque tampoco les perjudicaba, no encontraban motivos para ir a morir allÃ− cuando su
posesión sólo beneficiaba a los ricos.
Los discursos que predominan, no obstante, son los del la Iglesia y los republicanos: hay que ir a la guerra
porque ésta se va a ganar. Esto provoca una euforia que se convertirá en depresión con una derrota que
abre los ojos a España sobre su verdadera situación.
A partir del fracaso, el discurso cambia y, dando por sentado que la guerra no se podÃ−a ganar en esas
condiciones (a pesar de lo que afirmaban antes del fracaso) buscan a los responsables de la vergüenza
nacional. El problema es que España no da más de sÃ− por su atraso económico e industrial, entre otros.
Pero también porque los españoles no logran acomodarse al mundo contemporáneo. ¿Significa eso
que España no puede ser una nación moderna? ¿No puede entrar en grandes empresas, meterse en
conflictos internacionales? Esta idea se da entre algunos, pero predomina la búsqueda de culpables y de
alternativas.
Esto es lo que caracteriza al pensamiento regeneracionista, con muchas bases antiguas. Hay una distinción
entre los distintos tipos de regeneracionistas.
• Francisco Silvela: “Sin pulso”. Expresidente del gobierno por el partido conservador. Poco después
de la noticia de la derrota e Cuba y poco antes de la derrota en Puerto Rico escribe que el problema
español es una enfermedad (todo el mundo coincide más o menos en esto) Falta vitalidad
colectiva, el pueblo está agónico. Los culpables son el pueblo (por su pasividad en la guerra) que se
ha dejado morir poco a poco y la prensa de gran circulación, que ha creado una falsa euforia para
vender más. Las posibles alternativas son importantes, porque hacen que gran parte de la clase
gobernante española dé un giro a la derecha. Entre estas opciones destaca el recortar las
libertades mediante la censura. Las libertades son las culpables de la depresión.
• Ricardo MacÃ−as: “El problema nacional”. Discurso tÃ−pico de la inocencia del regeneracionismo.
Describe primero caracterÃ−sticas de los españoles como su aspecto, la alimentación, el clima, la
forma de su cráneo... como medios de explicar el desastre. También habla de las enfermedades
del pueblo español (idioticia, incultura, desorientación...) y de sus posibles soluciones: una
polÃ−tica hidráulica, un polÃ−tica pedagógica, un gobierno nacional, justicia, el ejército, la
iglesia... Y también habla de cómo se han de hacer todos estos cambios. Tras ellos, España
podrá empezar a ganar guerras.
Los republicanos tienen un análisis más o menos en la misma lÃ−nea: el problema de España es la
libertad de prensa, la corrupción... Es necesaria, según ellos, un especie de dictadura de un solo hombre.
LA RESTAURACIÃ N.
La Restauración fue instaurada por un pronunciamiento militar dado el 29/Dic/1874 en Sagunto por el
General MartÃ−nez Campos. Fue diseñado por Canovas del Castillo, que fue presidente a partir de Enero de
1875 del Gabinete Referencia. También dictó la Constitución canovista de 1876, que duró hasta 1923,
convirtiéndose asÃ− en la más larga de la historia española hasta el momento.
La Restauración suponÃ−a la vuelta a la España de los Borbones, que habÃ−an sido expulsados en 1868
por la Revolución Gloriosa. Alfonso XII (hijo de Isabel II) es un prÃ−ncipe joven que ha vivido en el exilio
sus últimos seis años. A él ha cedido Isabel II los derechos de la corona española. Este nuevo
régimen va a empezar y a terminar con un pronunciamiento militar, muy tÃ−pico de la época. Lo
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singular que tiene es que es el más largo de todos los de la historia contemporánea. Teniendo en cuenta la
inestabilidad polÃ−tica (gobiernos, constituciones...) hasta el momento, ¿cómo consigue Canovas que la
monarquÃ−a parlamentaria sea asÃ− de estable? Lo veremos más adelante. Lo que hay que puntualizar es
que este sistema también vivió momentos de crisis:
• 1885, muere Alfonso XII de tuberculosis muy joven y sin dejar descendencia (al poco se descubre el
embarazo de su viuda) Esto preocupa por un posible vacÃ−o de poder. Se temen nuevas convulsiones
(sublevaciones, creación de una república, alzamiento carlista, pronunciamientos...) Entonces, se
produce el Pacto del Pardo, por el que Canovas cedÃ−a el gobierno a los liberales a cambio de que
respetaran la Constitución para preservar, de este modo, la monarquÃ−a parlamentaria. AsÃ− se
consolida el régimen y se evita cualquier ruptura polÃ−tica. En 1886 comienza la regencia de
MarÃ−a Cristina (viuda de Alfonso XII) hasta que su hijo alcance la mayorÃ−a de edad.
• 1887, asesinato de Canovas. El terrorismo es uno de los principales elementos perturbadores de la
Restauración.
• 1898, desastre colonial.
• 1902, reinado efectivo de Alfonso XIII, lo que significa el fin de la regencia de MarÃ−a Cristina.
• 1917, crisis polÃ−ticas, sociales e institucionales de las que el sistema canovista ya no se va a
recuperar. Es el principio del fin.
• 1923, pronunciamiento de Primo de Rivera. Fin de la Restauración.
El concepto de crisis es, quizás, el más importante de léxico contemporáneo (más incluso que
progreso) En la Restauración este concepto se usa muy a menudo, debido a los problemas coloniales y a la
inestabilidad polÃ−tica pactada entre los dos partidos. Son gobiernos muy cortos, lo que crea inestabilidad.
Cada cinco años se cambia el partido por mayorÃ−a absoluta pactada, aunque las elecciones son cada dos
años. Esto crea una sensación de movimiento continuo que pretende tapar el pacto. También se
esconden asÃ− circunstancias (presiones del ejército, colonias...) que, a pesar de estar algo mejor, obligan a
dar la sensación de que el poder es quien tiene la iniciativa. Es un sistema a la vez estable y discontinuo. El
poder tiene que tener la iniciativa de los cambios polÃ−ticos y sociales que sucedan en él y fuera de él
para no verse desbordado por los movimientos que se produzcan (obreros, sindicales...) Esto es lo que Maura
llamó la Revolución desde arriba. El poder lo tiene todo controlado y ya no hace falta una revolución
desde abajo, incontrolable para el gobierno.
AsÃ− pues, el término crisis ya estaba tan oÃ−do que en el '98 se utilizó otra fórmula: desastre. Coincide
este desastre con el cambio de siglo y con la mitad aproximada del régimen. A partir de 1898 se plantea el
hasta qué punto el régimen ha entrado en crisis. Porque la verdad es que ningún régimen en crisis
aguanta 25 años en el poder. La crisis verdadera y definitiva que le aboca a su final se produce en realidad
de 1917 a 1923 (y no con las pérdidas de Cuba y Filipinas), cuando por factores externos e internos se
descompone de verdad el régimen.
Lo que sÃ− ocurre en el '98 es que con el cambio de siglo hay una inflexión: el régimen comienza un
lento declive (lo que es distinto a tener que desaparecer) marcado por una mayor inestabilidad, un peor
funcionamiento de los mecanismos del sistema... Y todo, en gran parte, por la ausencia de Canovas del
Castillo. AsÃ− pues, se empieza a plantear la necesidad de una actualización. No es ésta una crisis
definitiva pero las cosas cambian: se replantea un gran debate nacional sobre la necesidad de revisar el paÃ−s.
Y, cuando inicia Alfonso XIII su reinado en 1902, a pesar de sus 16 años y del clima (descomposición,
sensación familiar, no tiene quién le guÃ−e, como hizo Canovas...) el papel de la corona es muy diferente
al que se predijo.
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La corona es muy importante para entender la estabilidad del régimen y la inestabilidad de los últimos
años. Uno de los poderes que se extralimitó continuamente en los anteriores perÃ−odos constitucionales
era la corona. Y Cánovas era consciente de que un régimen que pretenda ser estable, duradero y eficaz
debe defender los derechos a cuyo servicio está el régimen (propiedad...) La monarquÃ−a ha de tener una
gran significación histórica pero la menor participación pública. Porque si interviene en la polÃ−tica
(cambia la Constitución, manejan el ejército...) se genera inestabilidad y situaciones revolucionarias que
se vuelven contra ella. Y para que no se repitiera esa situación, Canovas tenÃ−a claro que, a pesar del poder
que la Constitución de 1879 le daba, este debÃ−a permanecer al margen.
Antonio Canovas del Castillo (Málaga, 1828) Liberal doctrinario. Estudió derecho y viajó a Madrid para
hacer carrera polÃ−tica, que empieza con Isabel II. Forma la Unión Liberal en 1854, tomando conciencia de
los problemas de funcionamiento que desde principios de siglo arrastra el régimen liberal español en sus
dos facetas (liberal y conservadora) y los problemas que esto produce. Lo que más le interesa a él como
buen doctrinario es que, al final, lo que cuenta son los intereses de clase (defender el derecho de propiedad)
Quiere una polÃ−tica estable que garantice la estabilidad social a los propietarios, para que los desheredados
no les quiten sus propiedades. Si esto no se consigue, el riesgo de Revolución social es altÃ−simo.
La Unión Liberal pretende ser el primer partido de centro de España, uniendo los elementos centristas del
partido moderado y del partido progresista, con el fin de acabar con la seudo guerra civil polÃ−tica en que se
han sumido los liberales de España, porque ya no sólo luchan contra el carlismo. Asó, quiere hacer unas
reglas que pacifiquen la vida pública española (los militares a los cuarteles, no insurrecciones populares,
clima propio al desarrollo de un paÃ−s y a su modernización...)
La Unión Liberal fracasa porque muchos (entre ellos Isabel II) nunca aprenden cuál debe ser su papel en un
régimen constitucional y parlamentario. En 1868, Isabel II pierde el trono y es expulsada de España con
su familia. La inestabilidad polÃ−tica es alta debido a las guerras coloniales, a las guerras carlistas, a la crisis
social, al conato de revolución social...
En 1873 se proclama la Primera República Española, seguida por una revolución cantonal con guerras
entre los distintos cantones. Este sexenio revolucionario es tan traumático también para el ejército, que
cuando llega Canovas en 1874 al poder el escarmiento que ha recibido la derecha española (iglesia,
ejército, clase propietaria, vieja clase polÃ−tica...), su miedo a una verdadera revolución social es tan
grande que ahora son especialmente receptivos a las directrices de Canovas, que goza casi de un poder
absoluto. Hasta dicta él mismo la constitución sin ningún tipo de oposición, ni en el sistema, ni fuera de
él. Se convierte en este momento en jefe del partido Alfonsino o Negrero, en el momento en que Isabel II
otorga los derechos de la corona a su hijo Alfonso XII.
El régimen que Canovas diseña no quiere restaurar lo de antes, sino que quiere quedarse con cosas del
régimen que derrocó a la reina y hacer una constitución liberal y generosa. Se reserva el poder ensayar
una restauración de la monarquÃ−a.
A pesar de la oposición de Canovas, a partir de 1890 hay sufragio universal. Esto le parecÃ−a el principio
del comunismo y el fin del principio de propiedad (lo que a él le interesaba), por eso se oponÃ−a. Su propia
“constitución no es democrática... gracias a Dios” (según sus propias palabras) Hay que corromperla para
que lo sea. Con esto nos queda muy claro la opinión de Canovas sobre el sufragio universal. No acepta la
constitución moderada de 1845 e intenta que su constitución tenga un carácter conciliador entre la
Constitución anterior y la más liberal de la historia del paÃ−s. Si, como muchos querÃ−an, se volviera a la
constitución anterior, se crearÃ−a de nuevo el clima para una nueva revolución.
En otro discurso, dirigiéndose a MartÃ−nez Campos (quién le entregó el poder) dice airosamente que la
Restauración no depende del ejército, sino de los monárquicos. à l fue quién organizó el nuevo
sistema y, una vez diseñado, cualquiera lo habrÃ−a podido llevar a delante. El mérito es suyo por crearlo,
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y no del ejército en ninguna medida. ¿Por qué “regaña” asÃ− a MartÃ−nez Campos? Para que el
régimen no sea mitificado como un golpe militar, sino como algo más democrático. No es algo similar a
lo anterior, es diferente. La Restauración no le debe nada al ejército y eso quiere dejarlo bien claro. Porque
si no podrÃ−a aparecer la creencia de que el poder civil está en deuda con el poder militar. Y como se trata
de que no haya más pronunciamientos, de que el ejército no se extralimite en sus funciones y de que por
fin el poder polÃ−tico y civil esté por encima del poder militar, hay que evitar cualquier posibilidad de que
se cree una deuda que, tarde o temprano, habrÃ−a que saldar. Aún asÃ−, el ejército va a ser muy
importante en adelante, pero Cánovas no quiere que se gobierne pensando en lo que se le debe.
Esto mismo se puede aplicar también a la corona. La Constitución canovista ha establecido un sistema de
doble confianza: el gobierno, para ser tal, necesita la confianza del Parlamento y del jefe del Estado, que en
este caso es el rey. Si no tiene ambas, no puede gobernar. Ningún gobierno sigue siéndolo si pierde una de
las confianzas. Esto lo dice la Constitución y en esto se habÃ−a basado la República. Pero lo original en
este punto de la Restauración es que la corona tiene poder pero debe carecer de iniciativa para administrar
libremente, por sÃ− misma, ese poder. Y cuando la corona provoca una crisis del gobierno (le retira su
confianza) y llama a formar gobierno a la oposición (esto pasa muchas veces) es porque los partidos han
pactado antes esta crisis del gobierno, para que haya alternancia. Esto dura hasta Alfonso XIII, que cree que
tiene poder efectivo y nombra y destituye gobiernos a su antojo. Por ahÃ− es por donde empieza a hacer agua
la Restauración.
La monarquÃ−a parlamentaria británica era lo que Cánovas proponÃ−a para España. Pero habÃ−a que
conseguir que fuera duradera. Que no fuera un freno para el desarrollo del paÃ−s aunque tampoco fuera
necesariamente su impulsora, y que se ajustase a la realidad de la nación. DebÃ−a aplicarse a la realidad
nacional y a sus rasgos de tal modo que pudiera superar aquellos factores negativos, incompatibles entre el
liberalismo y España.
¿Cómo lo consiguió Cánovas? Hay que tener en cuenta la perversión, el falseamiento sistemático del
régimen constitucional para que funcionara como una máquina perfectamente engrasada. Para ello hay
que incorporar unas “prótesis” que permitieran al cuerpo social y polÃ−tico desenvolverse con cierta
facilidad, imposible sin estos “aparatos ortopédicos” (según Costa) no escritos pero añadidos en la
práctica y que explican el funcionamiento de la Restauración. Muchos de ellos, ni siquiera eran nuevos:
caciquismo, oligarquÃ−a, fraude electoral, clientelismo, administración al servicio del régimen, uso
viciado del decreto de disolución, perversión sistemática del principio de soberanÃ−a nacional sobre el
que descansa la Restauración y el régimen constitucional... Esto se acentúa con el sufragio universal
(1890) Hasta entonces, en censo electoral era tan reducido que sesgaba al 4.5% del paÃ−s el derecho de voto
(este derecho venÃ−a de unos criterios económicos) En la práctica, el derecho a voto estaba en manos de
los incondicionales del régimen. AsÃ− se consigue que éste funcione porque a los votantes es a los que
más les interesa.
Pero estos vicios no son del todo como antes. Sigue habiendo fraude electoral, y Cánovas es un cÃ−nico
porque dice que si hubiera sufragio universal se corromperÃ−a el sistema electoral (que ya está bastante
corrupto) Y esta corrupción se hacÃ−a incluso con su propio partido, el conservador, en el poder, aunque
él no se manchara nunca las manos.
Quien se “manchaba las manos” era Romero Robledo (el pollo de Antequera), Ministro de la Gobernación y
amigo de Cánovas. Durante toda la Restauración hay fraude electoral. El sufragio electoral sólo incluyó
una nueva incertidumbre. No puede haber lucha polÃ−tica ni oposición porque ésta está creada por el
propio gobierno. Si bien éste también se preocupaba de representar la pluralidad del paÃ−s para que
pareciera que el Parlamento no estaba viciado (habÃ−a carlistas, republicanos...)
A veces, los más conservadores (Mauro, Silvela...) son quienes más critican la corrupción del régimen.
¿Por qué? Porque ahÃ− tienen una coartada para dar un giro conservador al mismo.
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¿Cómo se producen los vicios del sistema canovista de la doble confianza? En las elecciones se eligen unas
cortes que siempre salen por mayorÃ−as aplastantes asÃ− que no deberÃ−a haber problemas. Si la corona
además acepta las elecciones del poder, ¿cuándo y por qué se decide que haya una crisis de gobierno?
Evidentemente, cuando el rey retira la confianza (de las cortes no serÃ−a lógico cuando han tenido tanta
mayorÃ−a) y llama a las cortes a formar gobierno como dijimos más arriba. Es el Turno PacÃ−fico, y
funciona bastante bien hasta 1923, si bien las diferencias se van acortando hacia 1920.
El poder de la oposición es el poder moral, el saber que al cabo de un par de años serán ellos quienes
vuelvan a tener el poder efectivo AsÃ− que hay muchos funcionarios que esperan ansiosos a que llegue su
turno para volver a tocar poder. AhÃ− se produce el ensamblaje social y económico: oligarquÃ−a y
caciquismo es lo que domina toda España (reparto de poder, intereses compartidos entre conservadores y
liberales para repartirse el poder...)
Cuando la corona decide retirarle la confianza al gobierno es porque ha habido un pacto entre los partidos para
que haya una crisis de poder. No es la corona la que libremente dispone de sus prerrogativas y cambia el
gobierno a su antojo. Tiene ese poder pero no tiene iniciativa para hacerlo.
¿Por qué cada tan poco tiempo se pactan las crisis? Porque es un sistema clientelar (reparto de prebendas
entre amigos) En la medida en que el sistema es más o menos fluido más frecuente es la alternancia en el
poder y asÃ− más contentos están todos. AsÃ− se mantiene la disciplina del sistema: todo el mundo espera
su momento y nadie altera el orden establecido. Si lo hicieran, serÃ−a muy difÃ−cil pactar las crisis de
gobierno.
¿Cómo a partir de un gobierno en minorÃ−a en las cortes se restaura un orden constitucional? Con el
nuevo presidente del gobierno llega el decreto de Disolución, por el que se disuelven unas cortes con las que
el nuevo gobierno no podrÃ−a gobernar. Se convocan de nuevo elecciones y se pone en marcha la maquinaria
electoral del sistema para que salga una mayorÃ−a absoluta del partido del gobierno (quién convoca las
elecciones tiene asegurada su victoria y su mayorÃ−a absoluta)
¿Cómo funciona el sistema electoral, el caciquismo? Por el Ministerio de la gobernación, con el que se
dirige el orden público y el sistema electoral se cumple el encasillado (candidatos a diputados que deben ser
elegidos de los diferentes partidos, ya pactados por ellos mismos) Tanto los caciques del gobierno como los de
la oposición tienen el mismo interés en que todo salga bien. Para ello es fácil actuar sobre la voluntad del
electorado porque se divide España en pequeños distritos.
¿Cómo se aproxima el poder ejecutivo al electorado para ser el reflejo del pueblo y no al revés? Por los
gobernadores civiles de cada provincia, que se encargan del cumplimiento del encasillado en su zona y que se
ponen en contacto con las bases reales del sistema, con el poder real de la España profunda: los caciques,
quienes tienen influencia para conseguir de los electores de su distrito el cumplimiento de los resultados
previstos (con chantajes violentos, trueque de favores, dando trabajo al pueblo, librar del servicio militar,
librar de impuestos...) No sólo hay que conseguir los votos necesarios para cada diputado, sino también
las abstenciones. Y no importa que se sepa a verdad sobre este sistema siempre que funcione. Si la gente sabe
bien que las cosas no van a cambiar con las elecciones menor será la movilización y más fácil organizar
el encasillado.
Las instituciones polÃ−ticas en la España de la época tiene un valor relativo, porque las cortes no
representan a la sociedad. Las garantÃ−as constitucionales con frecuencia son anuladas o suprimidas por el
gobierno.
La mayor parte de los escaños del Congreso corresponden a distritos rurales, por lo que la España rural
tiene una representación marginal de las cortes. Son elecciones que se ganan por el caciquismo en la
España rural.
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EL CACIQUISMO Y LA CORRUPCIÃ N ELECTORAL.
El caciquismo estaba profundamente arraigado en la sociedad española. Tiene una gran influencia social
porque controla el poder social. Esta influencia procede de sus riquezas, influencias... Por estos poderes
consiguen destruir el resultado electoral que desean, les favorezca ese resultado o no.
En la vida cotidiana el cacique encarna un poder real que se traduce en chantaje a sus vecinos. O usaba su
poder e influencia a favor de la comunidad o para un determinado ciudadano si votaban lo que él querÃ−a.
Se entremezclaba la polÃ−tica con la sociedad, con lo que no se sabÃ−a dónde acababa una y comenzaba la
otra. Era un sistema de trueque (votos a cambio de favores del cacique) El régimen de la Restauración es
la edad de oro del caciquismo en España.
Esta forma de utilizar el poder era común a todos los regÃ−menes parlamentarios del mundo, aunque en
cada paÃ−s de un modo algo peculiar.
Hasta 1874 el caciquismo está al servicio de un régimen parlamentario concreto, ya que cada cacique
trabajaba para un partido polÃ−tico concreto. A partir de 1874, el caciquismo está al servicio del turno
pacÃ−fico, de la alternancia pactada en el poder entre el partido conservador y el liberal. Es decir: si se ha
acordado que ganen los conservadores él tiene que hacer todo lo posible para que salga mayorÃ−a
conservadora en su distrito y viceversa. Tiene que estar siempre de acuerdo con lo pactado aunque eso no sea
lo que más le beneficia en ese momento. La estabilidad se alcanza mediante la estabilidad polÃ−tica, que
consiste en el dinamismo o turnos de poder.
En la base del sistema están los caciques, que son propietarios de sus tierras, aunque ya no son señores
feudales. Esta es una situación que se dan tras el sexenio revolucionario, durante el cuál el paÃ−s habÃ−a
llegado a un gran desequilibrio y malestar al intentar repartir las tierras sin cultivar entre todos los campesinos
(lo que ocurrió en realidad fue que sólo unos pocos pudieron comprarlas y quedaron en manos de menos
personas aún: los caciques) Cánovas pretender ahora recuperar ese equilibrio, tanto polÃ−tico como social.
Pretende instituir al nuevo rey, Alfonso XII, y enseñarle a llevar a cabo una monarquÃ−a parlamentaria.
Para conseguir todo esto, el sistema electoral debe funcionar como una máquina programada para obtener
unos determinados resultados.
El trueque del régimen de la Restauración lo es a todos los niveles. HabÃ−a una complicidad porque todo
el mundo se habÃ−a beneficiado. Además, al gobierno le interesaba para que hubiera una desmovilización
social, ya que en la sociedad estaba la idea de que las elecciones no servÃ−an para nada. Por lo que no
tenÃ−an mucha conciencia polÃ−tica porque su voto valÃ−a muy poco.
A partir de 1898 se empieza a cuestionar el régimen de la Restauración y con él al caciquismo, la
oligarquÃ−a... Esto es debido a que en el sector del partido conservador se pide un giro a la derecha, porque
les molesta todo lo que el régimen tiene de liberal (derecho a la imprenta...) No reclaman una dictadura,
pero apuntan hacia ella. En esto, Maura es un paradigma, ya que lo que Maura querÃ−a era que no hubiera
partidos ni elecciones... Es un pre-fascista, que está a favor de un régimen dictatorial.
Por otro lado, el sistema entra en crisis y todo comienza a funcionar mal debido a la fragmentación de los
dos grandes partidos. Con esto se planteaba un problema serio de poder cada vez que se celebraban las
elecciones anticipadas. También a la corona se le presentarÃ−a un problema a la hora de elegir a un lÃ−der
que formara gobierno.
OPOSICIONES A LA RESTAURACIÃ N.
Son las fuerzas polÃ−ticas y sociales excluidas tácitamente del Turno PacÃ−fico. Son legales, concurren en
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las elecciones, tienen periódicos, gozan de relativa libertad (más o menos según la zona) El movimiento
obrero (socialismo y anarquismo) es el principal enemigo del régimen. Los nacionalismos periféricos
gozan de mayor libertad e influencia polÃ−tica por la tendencia aperturista del régimen. Son fuerzas que
llegarán a ser temibles para la estabilidad del sistema.
Modernos nacionalismos periféricos (Cataluña y PaÃ−s Vasco)
A partir de 1907 el catalanismo arrasa en las elecciones catalanas. En 1917, la Lliga Regionalista lidera un
amplio frente de oposición a la Restauración, e incluso está a punto de provocar su caÃ−da.
En los nacionalismos (sobre todo en el catalán) interviene una burguesÃ−a industrial muy poderosa e
importante, desarrollada en el siglo XIX, que ha hecho la Primera Revolución Industrial y que reclama un
poder polÃ−tico equivalente al poder económico que representaba. AquÃ− hay uno de los principales
fracasos del régimen canovista: aunque en muchos aspectos es una gran obra de ingenierÃ−a polÃ−tica, no
consiguió integrar en el juego polÃ−tico ni en la estructura del aparato del estado a las burguesÃ−as
periféricas (el caso vasco es algo diferente) Este es el gran fallo de un régimen que pretende representar a
todas las clases poderosas (incipiente empresariado industrial, hombres de negocios, terratenientes, Iglesia...)
• Cataluña.
A partir de 1830, Cataluña ya empieza su Revolución Industrial (máquina de vapor...) cuando el resto de
España aún no podÃ−a ni planteárselo a pesar del intento de Málaga (fallido por el alto precio del
carbón que tenÃ−a que venir desde Asturias en barco) y el caso de Vizcaya (a partir de 1870 triunfó)
Cuenta con una burguesÃ−a industrial poderosa, dinámica... que se siente desplazada del juego polÃ−tico de
la España liberal y de las decisiones que se toman en Madrid (proteccionismo vs. Librecambismo sobre
todo. Hay un sentimiento catalanista en el siglo XIX (aunque no cuajó el movimiento hasta más tarde) que
actúa de forma más importante que en el PaÃ−s Vasco. Se tiene un sentimiento cultural que exalta el
romanticismo (a partir de 1830), que se denomina Renaixença, y que es una conciencia de recuperación de
la identidad, de la lengua, de un sentimiento colectivo de patria perdido por razones polÃ−ticas a lo largo de
la historia)
Este afán por una recuperación de todos estos aspectos medievales (recuperación que podrÃ−amos
denominar incluso retrógrada) se desarrolla también en la mentalidad de una burguesÃ−a regional, que
incorpora en sus ideas de modernidad la recuperación de esa visión sentimental, mÃ−tica... de su propio
pueblo. Este argumento tÃ−pico de los nacionalismos se cumple perfectamente en Cataluña (se recupera la
lengua, los mitos, la identidad, los sufrimientos religiosos...) y produce también un renacimiento industrial
con la renacionalización de la zona.
A lo largo del siglo XIX se produce un conflicto entre la burguesÃ−a catalana y el poder polÃ−tico en Madrid
cada vez más acusado. Y esta incompatibilidad desarrolla y fortalece el sentimiento particularista en
Cataluña y sobre todo en determinados sectores (clases más ilustradas, burgueses...) Esto no quiere decir
que se quiera romper la unidad territorial de España ni que se pida la autonomÃ−a. Lo que se reclama es
una nueva polÃ−tica comercial (polÃ−tica proteccionista que preserve el mercado español a los productos
industriales catalanes, que no haya libre competencia con Gran Bretaña o Francia porque si no los precios
catalanes no son competitivos) y un nuevo discurso escuchado a medias porque la polÃ−tica ya es
proteccionista, aunque poco bajo el punto de vista catalán, lo que les crea ese sentimiento de marginación:
los intereses de Cataluña no son entendidos por Madrid.
A la vez que se desarrolla el preregionalismo burgués catalán en el marco del romanticismo literario y el
proteccionismo comercial, se desarrolla en toda la izquierda un sentimiento federalista que cuestiona más y
antes el sentimiento unitario de España. Se plantean la idea de España desde principios antagónicos al
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concepto y práctica de los federalistas, ya que no tiene nada que ver con los principios jacobinos que
habÃ−an inspirado a las izquierdas en las Cortes de Cádiz: una ideologÃ−a unitaria.
También hay que añadir un tercer factor (más importante en el PaÃ−s Vasco que en Cataluña): el
Carlismo. Las zonas donde más se desarrolló fue en los antiguos reinos que se incorporaron durante la
Edad Media al reino de Castilla y que conservaron sus fueros (Navarra, PaÃ−s Vasco, Cataluña, Valencia...)
que regulaban la vida privada y pública a pesar de haberse ido perdiendo. Estos fueros suponen cierto grado
de libertad, de autogobierno, de autonomÃ−a... de los reinos que se incorporaron a España por un pacto. Por
tanto, esta será una de las principales justificaciones de, entre otros, el nacionalismo vasco: el PaÃ−s Vasco
se unió a España por un pacto y ahora habÃ−a sido roto, por lo que ellos tenÃ−an derecho a volver a su
status anterior.
Los fueros son un concepto incompatible con el liberalismo. Significan privilegios. Y por eso los fueros eran
territoriales, corporativistas (Ej: Mesta), por estamentos... El liberalismo no pretende quitar derechos, sino
igualar los de todos. Pero un fuero sirve para marcar la diferencia, para subrayar el status. Si no, no tienen
sentido.
El carlismo es menos importante en Cataluña, pero hay que tenerlo en cuenta, sobre todo porque el carlismo
ha perdido una nueva guerra civil. Esto supone la constatación de que el carlismo tiene que resignarse a vivir
con el estado liberal o a cambiar de armas y de argumentos. Esto explica que una parte del carlismo se
actualice de diferente forma: el sector pragmático y españolista se adhieren al partido conservador de
Cánovas; el sector que hace hincapié en los fueros se pasa al nacionalismo vasco (Ej: Sabino Arana) o
catalán (regionalismo catalán)
El nacionalismo catalán empieza a organizarse hacia finales del siglo XIX. En 1901, se crea un partido con
esa ideologÃ−a, que hasta los años 30 hegemoniza el sentimiento nacionalista en Cataluña y tiene la
mayor parte de los electores: la Lliga Nacionalista, fundada por Prat de la Riba (También tiene como
antecedente otros partidos, como la Unión Catalanista de 1891 y el periódico la Veu de Catalunya, de 1891,
embrión del futuro movimiento regionalista catalán) Esta es la forma habitual de desarrollarse los partidos
polÃ−ticos de la España contemporánea: se crea un periódico para expresar unas ideas y, de ahÃ−, surge
un partido.
A finales del siglo XIX, cuando ese movimiento cultural y ese sentimiento regionalista, historicista... cuando
hay partido polÃ−tico, se hace un balance de la relación entre Cataluña y el estado liberal. Si en el siglo
XVIII se habÃ−a perdido soberanÃ−a y autogobierno, compensado por los beneficios del Imperio Colonial,
cuando se rompe esta relación (cuando se pierden las colonias) Cataluña tiene que vivir del mercado
nacional español (lo que la compromete en un proyecto nacional: desarrollar el paÃ−s), lo que crea una
relación injusta y desequilibrada entre Cataluña (por ser más avanzada e industrializada) y el estado
liberal unitario de Madrid. AsÃ−, se excluye a las emergentes élites catalanas, lo que es una rémora por
su carácter retrógrado para el desarrollo de Cataluña y de toda España. Ahora, con estos análisis, se ve
lo malo de este sistema. AsÃ− se entiende la nueva concepción de España que permite el desarrollo del
paÃ−s en su conjunto, la desaparición de una élite centralista e incompetente que ha llevado a España al
fracaso... y a cambio ofrece una élite periférica y progresista que ayuda al desarrollo de todas las zonas.
Esta es la versión catalana del regeneracionismo español, que no busca el separatismo como el
nacionalismo de Sabino Arana. Entre estos nuevos análisis se ve que:
• Entre 1833 y 1901, de 902 ministros sólo 24 habÃ−an sido catalanes.
• Entre 1833 y 1901, de 88 presidentes del gobierno sólo 3 (Prim, Figueras y Pi y Margall) habÃ−an
sido catalanes.
Esto ilustra su sentimiento de marginación. En 1914 (hombre fuerte del regeneracionismo en Madrid) dijo
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que desde 1902 juraron 180 ministros y ninguno fue catalán a pesar de existir en esa zona una pujante clase
social, con unas élites intelectuales y culturales que, evidentemente, se sentÃ−an desplazadas del aparato de
poder polÃ−tico y administrativo, y que aspiraba a participar en el gobierno de España y, de no ser posible,
en el gobierno de Cataluña.El no dar cabida de una forma equilibrada y proporcionada a todos es el gran problema de la Restauración
(que pretende incluir a todo el que tenga poder y peso) Y lo que más le perjudica es que no se enfrenta a
unos desarrapados, sino que lo hace a un sector social muy poderoso que reclama su parte para él y para la
región en el poder de España. No para acabar con las relaciones con España, como se tiende a creer, sino
para regenerar España y ayudar a su desarrollo.
La fuerza de todo esto se pone de manifiesto cuando, en 1901, la Lliga gana por primera vez las elecciones en
Barcelona. En 1907, una gran coalición liderada por la Lliga (Solidaridad Catalana), que incluye a carlistas,
republicanos, federales... pero principalmente regionalistas, obtiene en las elecciones 41 de los 44 escaños
disponibles en Cataluña. El Turno PacÃ−fico ha acabado en la región y la Lliga está en condiciones (por
su economÃ−a, su polÃ−tica y su sociedad) de exigir un cambio en las reglas del juego que otorgara a
Cataluña su autonomÃ−a perdida y se permitiera unas relaciones más adecuadas entre centro y periferia.
En este discurso hay una gran campaña de opinión dentro y fuera de Cataluña llevada a cabo por
Cambó, cuyo slogan era “Por Cataluña y la España grande”.
En el periódico Lo Verdá Catalá salió un slogan que decÃ−a “España es nuestra nación, pero
Cataluña es nuestra patria”. Esto anuncia ya lo que sucederá después en la historia de nuestro paÃ−s.
La Lliga Regionalista, aunque consiguió ser un partido de masas, comenzó siendo un partido conectado a la
burguesÃ−a catalana; respondÃ−a a sus intereses de clase. Ese doble compromiso (con el catalanismo por una
parte, y con la clase burguesa por otra) dio lugar a episodios sorprendentes como el apoyo a Primo de Rivera
(1923) y al golpe de estado contra la II República (1936) Cuando habÃ−a peligro para la burguesÃ−a la
Lliga anteponÃ−a su apego a la paz social a su compromiso catalán.
• PaÃ−s Vasco.
Hay algunas coincidencias entre el nacionalismo vasco y el catalán. Pero también hay muchas diferencias
importantes:
• Frente al discurso generalmente autonomista del nacionalismo catalán y a su vocación de participar
en el gobierno de Madrid, el nacionalismo vasco era (y sigue siendo en buena parte) un movimiento
independentista, declaradamente antiespañol y sin ningún tipo de interés por influir en el
gobierno de España. Es de carácter autóctono y autista. Está centrado en la polÃ−tica vasca y
empeñado en conseguir la independencia.
Por aquÃ− se llega al tópico de la doble alma del nacionalismo vasco:
¬ Alma autonomista: Se impone pocas veces (Tendencia españolista)
¬ Alma independentista: Es el origen del movimiento y está muy presente en el pensamiento de Sabino
Arana, su fundador.
En el nacionalismo vasco siempre han sido claras estas dos tendencias. Aunque hay predominio en el PNV la
tendencia independentista, el alma españolista nunca ha desaparecido del todo.
El propio Sabino Arana fundó antes de morir (1902) la Liga de Vascos Españolistas, dando un giro
claramente autonomista a su discurso y al del nacionalismo vasco. Por tanto, esta dualidad no sólo está en
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el movimiento sino también en su fundador.
De todos modos, todas las ideologÃ−as con un largo recorrido presentan dualidades de este tipo, aunque no
estén tan marcadas como en el nacionalismo.
• AsÃ− como la Lliga Regionalista se considera la creación de una clase social (la burguesÃ−a
industrial, las clases medias urbanas, las élites sociales...) el nacionalismo vasco es la creación de
una persona (Sabino Arana) Eso no quiere decir que la Lliga no tenga importantes personas en
concreto (Cambó, Prat de la Riba...) ni que el nacionalismo vasco carezca de una clase social
reconocible y en cierto modo directa, pero no es tan reconocible como en el nacionalismo catalán.
Porque la burguesÃ−a vasca se sentÃ−a más comprendida e implicada en el gobierno de Madrid que la
burguesÃ−a catalana por varias razones:
♦ El tema del ensamblaje entre el capitalismo industrial catalán y el capitalismo agrario
castellano supone un importante problema.Sin embargo, el capitalismo financiero vasco y el
capitalismo financiero español son parecidos, y su ensamblaje no es tan problemático.
Incluso el capitalismo industrial vasco (de la siderurgia, la metalurgia...), tardÃ−o con
respecto a Cataluña, tiene más vÃ−nculos con España por los cÃ−rculos de poder de
Madrid, que la industria textil catalana. Esta relación llega a todas las capas (estilo de vida
más parecido, cultura, relación entre familias poderosas, mundo periodÃ−stico...) Desde
varios puntos de vista, hay un eje Madrid-Bilbao, pero no existe ningún eje
Madrid-Barcelona.
♦ Si bien la Restauración no incorporó a la burguesÃ−a catalana en el poder para equilibrar
la situación, sÃ− se concedió a las provincias vascas algo muy importante: se dio carta de
naturaleza a un derecho foral de Vizcaya y Guipúzcoa: los conciertos económicos (se
incorpora ese fuero vasco en el aparato administrativo tributario del estado, aunque sin
restablecer el fuero) Esto suponÃ−a el reconocimiento de una cuasi autonomÃ−a fiscal.
Guipúzcoa y Vizcaya recaudaban sus impuestos con su propio régimen y pagaban al
estado el Cupo Vasco (negociado cada año) como pago a los servicios del estado en esas
provincias.
Con todo esto se entiende en parte por qué la burguesÃ−a vasca no tuvo el fervor “vasco patriótico” y el
interés por la autonomÃ−a que tuvo la burguesÃ−a catalana.
Entonces, ¿por qué tuvo tanto éxito el nacionalismo vasco desde 1895, cuando se fundó el Bizkaia
Burur Batzar (antecesor del PNV)? El nacionalismo vasco fue un fenómeno circunscrito a Vizcaya en buena
parte. Incluso hoy en dÃ−a se pude diferenciar una vertiente vizcaÃ−na y otra guipuzcoana.
El arraigo del nacionalismo vasco pese a no existir la conexión que explica los grandes nacionalismos es el
carlismo y la fuerza de Sabino Arana dentro de un contexto que le favoreció.
Sabino Arana: Procede, por tradición familiar, del carlismo. Es el que convierte una parte del viejo carlismo
en nacionalismo vasco para que actúe con éxito en el siglo XX.
No todo el carlismo vasco se pasó al nacionalismo. Pero él recogió una parte significativa (sobre todo en
Vizcaya) y le dio señales de identidad nuevas, quitándole algunas cosas del viejo carlismo. La tradición
familiar en ambas ideologÃ−as es muy importante (se es nacionalista, asÃ− como carlista, por herencia
familiar)
Sabino Arana sólo recoge del carlismo la defensa de la religión y de los fueros (no de la Corona ni de la
patria) à l incorporará el componente racial, fundamental para entender el nacionalismo vasco. Los
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maquetos (forma despectiva que usa Arana para referirse a los españoles) son los moros para los vascos, los
que intentan conquistarles y cambiarles la forma de vida. Son quienes intentan extinguir a la raza euskal. Los
maquetos son el pueblo de la blasfemia, de la incredulidad y de las navajas. El euskera es la lengua oficial de
la raza euskeriana. El nacionalismo se basa en una teocracia, todo gira en torno a la Iglesia Católica. De
hecho, el PaÃ−s Vasco tiene como religión oficial el catolicismo. Aboga por la defensa de los mayores, por
el orden y por la piedad. La blasfemia es para Sabino Arana el mayor de los pecados, y tampoco acepta los
cantares impÃ−os ni españoles, ni los juegos de azar.
Casi todos los nacionalismos toman la lengua como elemento definitorio del pueblo y de la patria; el
nacionalismo vasco toma la raza. Tras ella, vienen la lengua, el pueblo, el territorio y la soberanÃ−a.
El castellano es el idioma del liberalismo. Los vascos no deben aprender ese idioma porque el liberalismo es
la causa del rechazo a España desde el carlismo. Porque el liberalismo es anticatólico y, por tanto,
antivasco. Por ello, es evidente la conexión nacionalismo vasco-Iglesia Católica. El sindicato del PNV debe
estar dirigidos por vascos, y no por españoles (es clara la xenofobia)
El nacionalismo vasco rechaza la autonomÃ−a por inútil y perjudicial. Pero en 1903, antes de morir, Sabino
Arana aboga por la autonomÃ−a más dura posible.
¿Qué conexión hay entre la industrialización de la Cuenca del Nervión hacia los '70? La industria,
aunque tardÃ−a, es más poderosa que la catalana, y transforma el PaÃ−s Vasco y su nacionalismo.
¿Qué relación existe entre el nacionalismo vasco y la Revolución Industrial? ¿Tiene algún motivo la
burguesÃ−a vasca para militar con el nacionalismo?
En principio, la burguesÃ−a no quiere romper el marco económico porque le va bien con el gobierno de
Madrid, que le favorece bastante. ¿Qué razón podrÃ−a entonces tener par apoyar un discurso
nacionalista, no autonomista? El nacionalismo vasco es más sentimental que racional. Los vascos (según
un tópico) son los más españoles de todos, y de ahÃ− su esquizofrenia (Ej: un nacionalista catalán
nunca podrÃ−a ser novillero pero uno vasco sÃ− lo fue) Por un lado admiran España pero por otro tiene
sentimientos de nación propia y única. Esta es la complejidad del nacionalismo vasco, la razón por la que,
quizás, la burguesÃ−a se adhirió al movimiento.
¿Pero qué le ofrece el nacionalismo vasco a la burguesÃ−a? La protección del proletariado industrial
inmigrante (=español) que era una amenaza social. Se atemorizaba a la burguesÃ−a con que el proletariado
español era un peligro para sus intereses económicos de clase. Por ello, un sector de la burguesÃ−a vasca,
sin dejar de ser españolistas (pro autonomistas) se pasó al sector más xenófobo del nacionalismo.
Porque temÃ−an que los obreros extranjeros les quitaran su poder. Este es el conflicto de clases que hay
detrás del discurso nacionalista.
Socialismo: problemas que planteó el desarrollo del movimiento obrero español.
Fechas importantes:
1879: Fundación del Partido Socialista en Madrid. Su principal portavoz es el semanario El Socialista,
fundado en 1886 (7 años después que el partido, paradójicamente)
1888: UGT en Barcelona.
1895: El Partido Socialista tiene su primer concejal en Bilbao.
1910: El Partido Socialista consigue su primer Acta de Diputado (por Madrid): Pablo Iglesias.
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1921: Escisión comunista (minoritaria) como en todos los partidos socialistas de Europa al rechazar el
ingreso en la III Internacional en 1920.
1931: El Partido Socialista forma parte de un gobierno con tres ministros.
Septiembre 1936: Primer socialista presidente de un gobierno español: Largo Caballero.
1982: El Partido Socialista vence por mayorÃ−a absoluta en unas elecciones generales.
Problemas del socialismo español en el momento de su creación.
Se puede creer que con el Partido Socialista se incumple la “ley” según la cuál el desarrollo de los partidos
polÃ−ticos siguen el orden ideologÃ−a-periódico-partido. El Socialista se fundó después del Partido
Socialista.
El núcleo fundador se dio a conocer en el Sexenio Revolucionario, a través de un periódico, La
Emancipación (Madrid, 1871-73) A partir de él se empieza a desarrollar en España el socialismo, en
reñida competencia con el anarquismo. Se empiezan a vertebrar pequeños grupos marxistas en Madrid,
con enormes dificultades para su desarrollo por varias causas:
• El final de la Primera República y la Restauración supusieron el fin de las libertades temporalmente
(prensa, libre actuación de los sindicatos, derecho de agrupación...) en torno a lo que se desarrolló
un movimiento obrero. El Partido Socialista se tiene que fundar por tanto en la clandestinidad.
• Pero un problema más grave es el que presenta dos frentes:
♦ Es difÃ−cil conectar con una base social suficientemente amplia para dar fuerza,
posibilidades de éxito al socialismo español. ¿Con qué base de estas
caracterÃ−sticas se podÃ−a contar en la España de finales del siglo XIX?
♦ Aunque la peculiaridad de las estructuras de clase afectaba al conjunto del movimiento
obrero, el anarquismo conectaba mejor con la sociedad, a medio camino entre las estructuras
agrarias y tradicionales que el capitalismo no habÃ−a desarrollado del todo, y la sociedad
industrial.
Programa fundacional del Partido Socialista (Madrid, 9/Jul/1879)
• La sociedad actual se basa en el antagonismo de clases.
• La explotación se explica por la posesión de las tierras, de la maquinaria... por unos pocos,
garantizada por la clase polÃ−tica.
• Aspiraciones:
♦ Abolición de clases.
♦ Cambio de la propiedad privada a la propiedad estatal.
♦ Poder polÃ−tico para el pueblo.
♦ Derechos de asociación.
♦ Reducción de la jornada laboral.
♦ Prohibición de trabajo para menores de 9 años.
♦ Protección a las cajas de socorros mutuos.
♦ Aumento en los salarios.
♦ Comisiones de vigilancia elegidas por los obreros.
♦ Pensiones a inválidos.
♦ Escuela obligatoria, gratuita y laica.
♦ Justicia gratuita y jurados populares.
♦ Milicias populares.
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♦ Servicio militar obligatorio y universal.
♦ Estado dueño de todo y alquila a grupos socialistas.
Estas aspiraciones son los medios más inmediatos para conseguir la igualdad. Este manifiesto lo firmaron 15
tipógrafos, 4 médicos, 2 marmolistas, 2 diamantistas, un zapatero y un estudiante de medicina.
Es un programa que aplica los soportes más radicales, más Ã−ntegramente marxistas pero también más
reduccionistas de la Internacional en la primer parte del discurso. Luego, éste se hace más moderado,
adaptado a la difÃ−cil situación de España. El Partido Socialista no pierde de vista que el punto de
arranque es difÃ−cil, que es un punto muy bajo con respecto a Alemania o Gran Bretaña. Y que para llegar
al nivel de estos paÃ−ses hay que luchar por la plena transformación capitalista y democrática española.
Son objetivos polÃ−ticos y sociales a corto plazo, que pretende llegar a un socialismo capitalista, sin
revolución. Se pretende que casi todo los dirijan los sindicatos, o que al menos no se prohÃ−ba a los obreros
ayudarse entre ellos. Es un discurso muy realista y que se va a mantener durante mucho tiempo en esta doble
tendencia: por un lado se aplica el socialismo más revolucionario y de escuela, pero por otro lado se es
realista y se prefiere la tendencia social liberal y reformista.
En el grupo que firma este documento se echa de menos a los intelectuales (no entran en el movimiento hasta
los años '10-20 y serán vistos con prevención por parte del núcleo dirigente durante bastante tiempo),
pero se extraña mucho más la ausencia de obreros. El sector socialmente mayoritario de este partido en sus
inicios es el de trabajadores manuales, cualificados, insertos no en el nuevo mundo de fábricas industriales,
sino en el de los oficios pero sin llegar a ser pequeños burgueses. Se corresponden con los viejos y nuevos
oficios de Madrid. Madrid es aún una ciudad sin industrializar, pero es el centro polÃ−tico, de prensa, de
servicios... de España. Estas personas son asalariadas pero no en una fábrica, sino que necesitan una
cualificación especial, no sólo repiten mecánicamente una actividad. Requieren cierta cualificación, por
lo que están en un estrato cultural y económicamente superior al resto del proletariado urbano o rural de la
época. Esto es importante, porque ellos son la base social del Partido Socialista de Madrid durante mucho
tiempo.
Fuera de Madrid, el socialismo podÃ−a encontrar base obrera únicamente en Cataluña, el PaÃ−s Vasco y
Asturias.
En Cataluña, la UGT fundada en Barcelona (el Partido Socialista no tuvo implantación hasta 1977, cuando
gana por primera vez unas elecciones) sÃ− tuvo un arraigo importante hasta 1900 aproximadamente, cuando
perdió terreno frente al enemigo tradicional y gran competidor por el apoyo de y a la clase obrera: el
Anarquismo.
Vizcaya será uno de los grandes bastiones del socialismo español durante mucho tiempo, junto con Madrid
y Asturias.
La sociedad española, por su escaso desarrollo, no generaba una clase obrera suficientemente grande como
para dar fuerza al Partido Socialista. AhÃ− se ve pillado el Partido Socialista durante mucho tiempo: la falta
del capitalismo y el subdesarrollo de España le impiden organizar su revolución y progresar en su ideario.
Este subdesarrollo era su mayor enemigo, más aún que la polÃ−tica represiva del régimen. Con un
añadido: el carácter racionalista de su ideario chocaba con el ideario radical de muchos proletarios del sur
de España, más identificados con el Anarquismo. Esto generaba muchas dudas al Partido Socialista sobre
cómo debÃ−an actuar. Tanto para conseguir la abolición de clases (fin a largo plazo) como para fines más
inmediatos que Europa ya iba consiguiendo (mejoras en el trabajo, subida de salarios, menos horas de
trabajo...) España lo veÃ−a muy difÃ−cil.
El problema principal era que Pablo Iglesias era muy reacio a usar la huelga porque temÃ−a la represión del
sistema y porque cualquier error de cálculo, cualquier exceso, podrÃ−a llevar al régimen a la virtual
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desaparición de la red de Casas del Pueblo, periódicos, sindicatos... que con tanto esfuerzo habÃ−a
fraguado el Partido Socialista. Eran conscientes de su debilidad y sabÃ−an que el régimen podÃ−a
suspender las garantÃ−as constitucionales e ilegalizar el partido.
Por tanto, no tenÃ−an forma de conseguir nada: ni por la huelga ni por la vÃ−a polÃ−tica (ya se sabe cómo
eran las elecciones por aquél entonces y el Partido Socialista no conectaba bien ni con los obreros urbanos
ni con los agrarios) En todo caso, sólo podÃ−an aspirar a algunos ayuntamientos. Su única posibilidad de
conseguir algún Acta de Diputado (no para formar gobierno ni para influir demasiado en él, sino para
hacerse oÃ−r y para gozar de las libertades de los diputados) era formar coalición con el Partido
Republicano: la Conjunción republicano-socialista. Ambos son partidos de izquierdas, con un electorado
parecido. Si sumaban sus votos podrÃ−an tener algún diputado.
Superados los escrúpulos de Pablo Iglesias para unirse con los republicanos la coalición se aprueba en
1909, y esto permite que el propio Iglesias llegue al gobierno por Madrid en 1910.
¿Hasta qué punto le provocaba esta unión cargo de conciencia a Pablo Iglesias? Lerroux era el dirigente
radical (el llamado Emperador del Paralelo). Era anticlerical y corrupto, y por eso habÃ−a que pensarse tanto
si hacer coalición con él...
Principales reformas introducidas en el régimen de la Restauración bajo la corriente regeneracionista.
El régimen tomó buena nota del peligro de las consecuencias de sus acciones. Existieron dos lÃ−neas de
actuación:
• Liberalizadora, regeneradora, democratizadora...
• Reforzadora de los elementos autoritarios.
CronologÃ−a.
1901: Ministerio de Instrucción Pública.
1903: Instituto de Reformas Sociales.
1906: Ley de jurisdicción.
1907: Reforma electoral y Junta de Ampliación de Estudios.
1908: Instituto Nacional de Previsión (antecedente de la Seguridad Social)
1910: Residencia de Estudiantes.
1911: Legislación sobre Casas Baratas.
1913: Mancomunidad catalana.
1919: Ley de la jornada laboral de 8 horas, que afecta sólo a algunos sectores industriales, y ley del retiro
obrero.
Entre 1898-1923 (25 años aprox.) las garantÃ−as constitucionales fueron suspendidas en total 23 veces (no
siempre en todo el territorio nacional), sobre todo las relativas a libertad de prensa y de reunión y
asociación.
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Estas medidas tomadas entre 1901 y 1919 plantean ante todo dos cuestiones:
• La Restauración vive (sobre todo desde 1902, con Alfonso XIII) el dilema de democratizarse
polÃ−tica y socialmente o reforzar sus elementos autoritarios. Por tanto, este zig-zag de 20 años
muestra esas dudas que llevan al régimen (a los diferentes gobiernos, tanto liberales como
conservadores) a dar un paso a delante y otro atrás (se combinan iniciativas reformativas con
iniciativas endurecedoras del régimen) ¿Hay que hacer el régimen más democrático y
representativo, integrando a las organizaciones de la clase obrera, dando cierto grado de autonomÃ−a
administrativa a Cataluña, contribuyendo al desarrollo de la cultura, sobre todo a nivel
universitario? ¿O hay que tomar medidas como la ley de Jurisdicciones (dura hasta la Segunda
República) para reforzar el régimen, para fortalecer el principio de autoridad y beneficiar al poder
militar frente al civil?
No es que los gobiernos liberales lleven a cabo las medidas regeneradoras y los conservadores las
conservadoras. Son los dos partidos los que saben que tienen que moverse pero no saben hacia dónde. Saben
que la sociedad urbana española es dinámica y puede desbordar al régimen si no se toman medidas, pero
¿qué clase de medidas? Las que afectan a la cuestión social (sociedad obrera, porque a la agraria no se la
tiene en cuenta) se atraen al proletariado urbano, a las élites urbanas, se busca su colaboración para, a la
vez, actuar contra ellas.
Como telón de fondo, la guerra de Ófrica, que provoca, entre otros episodios, la Semana Trágica de
Barcelona (1909), que puso a Cataluña al borde de la revolución social. De las cuatro crisis polÃ−ticas que
convulsionaron España entre 1898-1923, tres fueron provocadas por las guerras coloniales: 1898 (Cuba),
1909 (Barranco del Lobo, Melilla, Marruecos), 1917 (no) y 1921 (Annual, Marruecos)
• ¿En qué se quedan realmente estas reformas? De estas leyes, según sus enunciados, hay algunas
que ya se sabe a qué fin responden. Hay muchas que pretenden mejorar la situación de la clase
obrera (porque la campesina era cosa de la oligarquÃ−a y el gobierno no se metÃ−a en ello) como en
otros gobiernos europeos, aunque sean medidas insuficientes. Por ejemplo, la ley del retiro obrero, la
de la jornada laboral de 8 horas o la legislación sobre Casas Baratas.
La educación presenta también un doble frente. Es la Edad de Plata de la cultura española. Hay un
esplendor extraordinario que afecta a una minorÃ−a que representa la vanguardia social y cultural del paÃ−s;
su deber es contribuir a cambiar la nación. El régimen, aunque no les cuida como otros gobiernos
europeos hacen con sus intelectuales, sÃ− presta una especial atención por mejorar el nivel cultural del
paÃ−s (quiere que baje el analfabetismo, facilitar la salida al extranjero de los mejores estudiantes...) y esto
tiene una incidencia espectacular en los intelectuales.
El Ministerio de Instrucción Pública tuvo una actuación muy efectiva, aunque estuvo muy condicionado
por los estrechos lÃ−mites de sus presupuestos. Las buenas intenciones de los gobiernos de la Restauración
siempre se encontraban con el problema de que no tenÃ−an respaldo presupuestario. Porque las prioridades
del gobierno, al final, siempre son otras: la guerra de Marruecos, el Clero y, después, el resto.
Ej: En 1898 se dedicó al culto y al clero el doble que a obras públicas y el quÃ−ntuple que a educación.
En 1901, para educación fue el 4% del presupuesto del estado (frente al 1% anterior) De 1909-1925 el dinero
que el estado dedicó a la presencia española en Marruecos fue el doble que el que dedicó a educación.
Con Maura en 1907 se aprobó una Real Orden para que bajaran los sueldos de los maestros cuando el
gobierno decide construir 6 acorazados.
En definitiva, por muy buenas intenciones que se tengan, al final los cambios reformistas siempre tienen
menos peso que la Iglesia y la guerra.
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En 1906 se produjo un incidente: un periódico satÃ−rico de la Lliga publicó una viñeta sobre el
ejército español. Una parte de la oficialidad de Barcelona asaltó la revista y, de paso, la Veu de
Cataluña- Ante este escándalo, el gobierno liberal de Segismundo Moret, en vez de tomar medidas contra
los oficiales, llevó a las Cortes la Ley de Jurisprudencias, reclamado desde hacÃ−a mucho por el sector
más duro del ejército, por la que las ofensas contra la patria y las fuerzas armadas serÃ−an juzgadas por
oficiales militares.
Esto supone una claudicación del poder civil al poder militar, muy presionados por el rey y el ejército.
En 1907 comienza el gobierno largo de Antonio Maura (dos años y medio) Ya habÃ−a sido presidente otras
veces. Pero en esta ocasión tuvo medios y apoyos para poner en práctica su revolución desde arriba y su
programa regeneracionista.
QuerÃ−a acabar con el caciquismo, reformar la sociedad española y poner fin al fraude electoral. Entre sus
medidas está la reforma electoral. Su importancia se reduce al artÃ−culo 29, que tuvo una enorme
trascendencia en el funcionamiento del régimen y la composición de las cortes.
Art. 29: “ En los distritos donde no hubiera candidatos en más número de los que debieran ser elegidos, la
elección de candidatos equivale a su elección y los releva de la necesidad de someterse a ellas”
Esto significa que si en un distrito no habÃ−a más candidatos que escaños en juego esos candidatos eran
automáticamente elegidos, sin necesidad de pasar por las elecciones (hasta ese momento sÃ−, aunque
salieran seguro ganadores) En virtud de esto fueron elegidos el 29% de los candidatos en 1910, el 21% en
1914... y asÃ− hasta 1935. El resto de diputados par las cortes eran elegidos por elecciones normales.
¿Qué tiene esto que ver con el desguaje del caciquismo? En la práctica, siguen ganando los mismos en
las elecciones. Entonces, ¿qué sentido tenÃ−a el artÃ−culo 29? No cambia los resultados electorales, sino
los procedimientos electorales. ¿Favorece o perjudica esto a los caciques o ni una cosa ni la otra? En
teorÃ−a, este sistema reducÃ−a el poder de los caciques. Cuantas menos elecciones haya menos poder tienen
éstos. En la práctica, simplifica los trámites electorales aunque no cambian los resultados. ¿En qué
sentido los simplifica? Cuando la disciplina del régimen, esencial para el buen funcionamiento del sistema
canovista, se resquebraja (hay pleitos de liderazgo en el partido liberal, el papel de la corona es conflictivo, fin
de la unidad entre el partido conservador y el liberal...) el cumplimiento del encasillado ya no es tan evidente,
y el régimen ya no funciona como una máquina. Los caciques hacen lo que quieren y es difÃ−cil cumplir
las previsiones electorales. AsÃ−, cuanto menor sea la participación de los caciques menos son las sorpresas.
Este sistema no acabó ni con el caciquismo ni con el fraude electoral. Sólo puso a punto la máquina
electora, que empezaba a chirriar.
El regeneracionismo de Maura consiste en el rechazo de la maquinaria electoral, no del fraude electoral; no le
molesta que el Parlamento no represente al pueblo, sino que haya Parlamento; que la prensa abuse de su
libertad de expresión, sino que haya prensa; que los partidos polÃ−ticos no representen al pueblo, sino que
haya partidos polÃ−ticos...
Las elecciones bajo el mandato de Maura fueron, sin embargo, las más fraudulentas de la historia de la
Restauración. AsÃ− pues, aunque hay buenas intenciones, al final el poder tiene un margen de elección
limitado (por ejemplo, por los presupuestos) Y en estas elecciones es donde se ven sus prioridades.
DE LA SEMANA TRÓGICA A LA CRISIS DE 1917.
No es una crisis total, pero sÃ− una cuesta abajo. Surge la duda de si hay que democratizar el régimen
(permitir la apertura de la sociedad española a las fuerzas polÃ−ticas que habÃ−an estado marginadas
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mucho tiempo...) o si seguir con el Maurismo (encasillarse contra una oposición cada vez más fuerte, con
mucho respaldo popular, y ser más reaccionario, reforzar el poder militar y las instituciones...)
La Primera Guerra Mundial influyó mucho también en la sociedad española. Y junto a este dilema se
produce una brutalización, una represión por parte del régimen, un gran terrorismo de la polÃ−tica
española, que llegará a su cenit con el bienio bolchevique. Es una radicalización por parte del poder y de
los grupos de la oposición. Y, principalmente, del anarcosindicalismo (CNT, 1911) que hace una apelación
al terrorismo como única salida del régimen para cambiar una sociedad que no puede cambiar desde la
polÃ−tica. Esto se plasma en el asesinato de dos presidentes (1912, Canalejas; 1921, Eduardo Dato) La
violencia es la forma de atajar la crisis polÃ−tica de esos años.
Esta crisis se acelera con la Semana Trágica (última semana de Julio de 1909), que virtualmente pone fin al
gobierno de Maura. Generó gran desconcierto en la sociedad española. Esta crisis fue provocada por el
desastre militar del Barranco del Lobo (Marruecos), y está muy relacionada con la crisis de Annual (1921)
Se relaciona mucho por tanto las guerras coloniales, la crisis social y la crisis polÃ−tica. Este impacto de la
pérdida de las colonias en la sociedad española tiene dos razones:
• Cada revés del ejército español en el Norte de Ófrica reaviva la polémica noventayochista
del pueblo español, de su ejército e instituciones por mantener un mÃ−nimo status colonial. Es la
muestra del declive de España a finales del siglo XIX. Muestra la decadencia del pueblo, el fracaso
del ejército y la incapacidad del régimen.
• Las guerras coloniales ponen de manifiesto más que ninguna otra cosa las profundas injusticias
sociales de la restauración. La oligarquÃ−a gobierna en su propio provecho y en perjuicio de la
mayorÃ−a. En Ófrica, parece evidente que la presencia militar interesa sólo a una minorÃ−a que se
juega su prestigio, su fortuna y su carrera (Ej: Conde de Romanones, Alfonso XIII, los militares...)
Mientras que la carne de cañón la proporcionan las clases populares, que son los que tienen la
obligación de hacer el servicio militar (a partir de 1912 lo tienen también los hijos de los
privilegiados, que sin embargo pueden abstenerse de hacerlo en Ófrica pagando unas altas tasas que
los pobres no se pueden permitir) AsÃ− pues, la guerra de Ófrica sigue recayendo en las clases
populares.
Ningún otro aspecto de la vida española muestra las injusticias sociales de la época como éste. Esto
provoca una doble reacción:
• La búsqueda de responsabilidades y culpables del desastre (militares que no han sabido dirigir las
operaciones, polÃ−ticos que no han sabido nombrar oficiales, prensa que desmoraliza...)
• Conciencia de la injusticia que supone que los únicos que dan la vida forzadamente en el Norte de
Ófrica por un paÃ−s que no les da nada a cambio son los hijos del pueblo, que no tienen medios de
librarse del servicio militar en Ófrica.
El incidente que desencadenó la Semana Trágica en 1909 es más grave: las autoridades están alerta por
el tema del Barranco del Lobo. Para reforzar el ejército en Ófrica llaman a filas a un contingente de
reservistas (ya licenciados) Para que su traslado sea lo más rápido posible el gobierno llama sobre todo a
reservistas que vivan en Cataluña (aunque la mayorÃ−a procede de otras regiones)
La Semana comienza con una huelga general convocada por los sindicatos obreros de toda España, aunque
quedó confinada sólo a Cataluña. De esta manera surge una sublevación de la clase obrera catalana, con
apariencia de revolución social y una violencia inusitada. De un lado, se provocó el pánico de las clases
acaudaladas de todo el paÃ−s y también se desencadenó una feroz represión del gobierno.
El resultado de esa última semana de Junio son varios muertos, muchas detenciones, suspensión de las
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garantÃ−as constitucionales, torturas a los prisioneros, caza de brujas dirigida por la prensa madrileña, que
pretendÃ−a personificar el miedo de la derecha española en un culpable para acabar con el miedo a esa casi
revolución social. Y ese culpable acabó siendo Ferrer i Guardia (masón, anarquista, de ideas avanzadas...)
Todos le señalaron como organizador de un movimiento que fue bastante espontáneo. Su condena a
muerte desencadenó una gran campaña, dirigida sobre todo contra el gobierno español y Maura, pero no
logró la amnistÃ−a de Ferrer, que acabó siendo ejecutado. Pero todo esto tuvo muchas y muy importantes
consecuencias en el funcionamiento del régimen.
Alfonso XIII, viendo la impopularidad de Maura y ante el riesgo de que con él no sólo caiga el régimen
sino también la monarquÃ−a, le hace dimitir. Esto tuvo unas consecuencias muy importantes: a partir de
1909 el rey toma la iniciativa en la marcha polÃ−tica del régimen, en el turno pacÃ−fico. No sólo hace
uso de sus prerrogativas constitucionales como hasta ahora sino que decide también cómo quiere que vaya
el gobierno, tiene iniciativa (antes sólo retiraba la confianza cuando habÃ−a sido pactado previamente; ahora
ya no) Esto crea un antecedente peligroso en la función del rey en el régimen. A partir de 1909, la prensa
española hablará, de forma irónica, de crisis orientales (provocadas en el palacio de Oriente)
1909 tuvo otra consecuencia más: agravó la crisis de liderazgo y las divisiones internas del partido
conservador, que se venÃ−an sucediendo desde la muerte de Canovas. Maura le declarará la guerra a su
propio partido con sus ideas, se llevará mal con todos y se negará a firmar un gobierno hasta la aparición
en el panorama polÃ−tico de Eduardo Dato.
En los años siguientes, Canalejas intentó un tÃ−mido intento de democratización del régimen y un
endurecimiento con la prensa, por ejemplo. Murió en 1912 asesinado.
Hasta 1914 (cambio polÃ−tico importante) el proceso de descomposición del turno pacÃ−fico, de los dos
grandes partidos y los problemas entre el poder civil y el militar son problemas claros, y no se sabe muy bien
cómo actuar con respecto a ellos.
Con la Primera Guerra Mundial cambia el ciclo a pesar de que España no participó en la guerra. ¿Por
qué no lo hizo? Porque no tenÃ−a un móvil claro, salvo la posible solidaridad polÃ−tica que pudiera
existir con algún paÃ−s. También porque la casa real estaba emparentada con todas las casas reales
europeas. Las vinculaciones familiares eran tan estrechas que no podÃ−a decantarse por uno u otro bando sin
romper lazos familiares (aunque esto no fue determinante) Y porque España, desde el siglo XIX, cuando se
le trató como un paÃ−s derrotado tras las guerras napoleónicas, casi no tuvo polÃ−tica exterior con
respecto a Europa, sobre todo por la conciencia de decadencia nacional. Canovas prefirió el “recogimiento”
para definir la no polÃ−tica exterior de España cuando no tenÃ−a nada que pintar en el mundo. Esto explica
que España no estuviera en las alianzas de Europa, alianzas que arrastraron a todos los paÃ−ses a la guerra.
Este aislamiento de España respecto a Europa en guerra tiene una doble consecuencia:
• Intenso debate de la opinión pública, fuerzas polÃ−ticas, prensa... sobre el partido que deberÃ−a
tomar España ante la guerra, el bando más próximo a los intereses españoles (aliadófilos =
izquierda liberal contra germanófilos, extrema derecha, conservadores...) Este debate apasionó a la
población española y aumentó la venta de periódicos. Pero la mayorÃ−a de ellos recibÃ−an
subvenciones de unos u otros paÃ−ses para que hicieran propaganda de ellos. Hasta el periódico de
la CNT recibió subvenciones de este tipo por parte de Alemania (como sabÃ−a que España en
ningún caso se aliarÃ−a con ella, preferÃ−a tenerla como nación no beligerante, y eso lo podÃ−an
lograr los anarquistas, que no querÃ−an ir de ningún modo a la guerra. Por eso les pagaron.)
• Impulso de la neutralidad española a la economÃ−a del paÃ−s. La relativa parálisis de muchos de
los paÃ−ses en guerra permitió a España convertirse en proveedora de los productos agrÃ−colas e
industriales, muy demandados en Europa y que España producÃ−a tradicionalmente o que
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comienza a producir con el conflicto (hierro, carbón, productos agrÃ−colas, quÃ−micos, barcos,
productos textiles...) Europa se convirtió en el mercado exterior soñado por España desde que
perdiera sus colonias. Era una oportunidad única que sirvió para provocar una gran expansión
económica y para crear mucha riqueza (muy concentrada, no obstante) También generó empleo
para industrializar y para (con la expansión económica aumenta el número de los anarquistas)
desarrollar el movimiento obrero (UGT, CNT...)
Pero a la vez que el desarrollo económico acabó con la guerra (mucho de los conseguido se gastó en
drogas, en prostitutas...) este desarrollo también provocó una crisis social (se inicia desde el principio del
despegue industrial) A pesar de que a la clase obrera le llegó este desarrollo económico (hay más trabajo,
salarios más altos, más poder de presión...) también tuvo otros efectos: la crisis social no acabó a la
par que la guerra, sino que se agravó con el ejemplo de la Revolución Rusa (1917) Con el fin de la Primera
Guerra Mundial hay mucho paro, bajan los salarios... y esto genera mucha presión social. Pero antes de que
acabe la Primera Guerra Mundial ya existÃ−a la crisis. ¿Por qué? Porque si la sociedad española se
vuelca en el mercado exterior, el interior se desabastece y hay inflación (fenómeno nuevo en la economÃ−a
española) Esto le afectó tanto a la clase obrera como a los sectores sociales con sueldo fijo que trabajaban
en sectores sin una especial relevancia en esa coyuntura económica y que, por tanto, no permitÃ−a a los
trabajadores ocupados presionar para conseguir mejoras salariales. ¿Qué trabajadores son estos? La clase
media, principalmente. La clase media que vivÃ−a de los presupuestos del estado (militares, funcionarios...)
Con esto se entiende por qué muchos oficiales de la penÃ−nsula (en Ófrica era distinto) se organizaron en
las Juntas de Defensa (1916) y desafiaron al régimen con desencadenar un movimiento subversivo
haciendo causa común con la izquierda sindical.
LA CRISIS DE LA RESTAURACIÃ N: 1917-1923.
Diversas circunstancias explican por qué en 1917 se sucedió la crisis más grave de la Restauración
hasta ese momento. Hay un proceso de desintegración del gobierno de un paÃ−s dividido, que se mueve a
dos velocidades: la España urbana vive una rápida evolución mientras que la España rural no están
estancada pero va mucho más lenta. Esta contradicción (que Ortega llamó el conflicto entre la España
Oficial y la España Real) se agravó cuando el dinamismo de la sociedad española (aunque sólo fuera
por parte de un sector de la sociedad, el urbano) va dejando atrás a un gobierno que, por mucho que se
esfuerza en actualizarse, se ve desbordado por una situación de gran efervescencia social, cultural y
económica. La Primera Guerra Mundial aumenta la brecha entre sociedad y estado, y profundiza en sus
conflictos, reforzando la deriva autoritaria del gobierno y creando una situación que es beneficiosa en
primera instancia (crea economÃ−a, aumenta el sector industrial y los procesos migratorios del campo a la
ciudad...) pero que luego tiene efectos perniciosos (inflación, impacto negativo en la clase media
asalariada...) A partir de aquÃ−, entendemos por qué los militares peninsulares en Barcelona en 1916
organizan una especie de sindicatos profesionales (las Juntas de Defensa), con carácter corporativo (luego
evolucionan a un discurso más polÃ−tico) Estas Juntas de Defensa se extienden desde Cataluña a toda
España y son la expresión de un problema presupuestario, de la hipertrofia del ejército español y de la
profunda división interna del ejército español entre oficiales africanistas y peninsulares. Estos últimos
reclaman contra una parte del ejército que está, desde su punto de vista, muy privilegiada con respecto a
los presupuestos (todo va para las guerras de Ófrica), en el trato del poder y del rey hacia ellos y con respecto
a la polÃ−tica de ascensión y nombramiento por parte del gobierno de la época (ascendÃ−an los oficiales
con méritos de guerra. Por ello, a los militares peninsulares, ocupados principalmente en tareas
administrativas, les resultaba muy difÃ−cil continuar con su carrera, mientras que los africanistas, metidos
continuamente en guerras, ascendÃ−an a gran velocidad) Piden, por tanto, que se restablezca el sistema de
escalas cerradas (se ascendÃ−a automáticamente por antigüedad en el ejército)
Ante la resistencia del gobierno para otorgarles lo que pedÃ−an, el discurso de las Juntas de Defensa se hizo
más polÃ−tico, y pasan por el regeneracionismo gubernamental (que luego se convierte en el discurso de
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todos los grupos de la oposición) lo que acerca al ejército y a la oposición polÃ−tica, tradicionalmente
enfrentados.
Esto lleva a las Juntas de Defensa a radicalizar su oposición al régimen, a dirigirse expresamente a
Alfonso XIII, a confluir con las posiciones más radicales de la oposición polÃ−tica y del movimiento
obrero frente al régimen.
Esto es lo que trasciende a la crisis de 1917: hay una oposición general al régimen por parte de sectores
muy diferentes (los militares en las Juntas de Defensa, el movimiento obrero muy fuerte desde la primera
huelga general, los sindicatos, la oposición polÃ−tica, intelectuales, muchos otros no afiliados a partidos
polÃ−ticos...) Lo que se plantea es la convocatoria de elecciones democráticas a Cortes Constituyentes (para
hacer una Constitución. Son distintas de las Cortes Ordinarias)
La oposición polÃ−tica muestra el gran rechazo de la sociedad al régimen. De Julio a octubre de 1917 se
organiza en Barcelona una asamblea de Parlamentarios (68 diputados y senadores de las cortes) pertenecientes
a grupos parlamentarios opuestos al régimen. Esta asamblea actúa sobre todo en Barcelona, aunque
también convoca reuniones en otras ciudades. Su objetivo es la convocatoria de elecciones a Cortes
Constituyentes por parte del gobierno (la oposición no puede convocar elecciones, sólo el gobierno puede)
QuerÃ−an empezar de cero y hacer una nueva constitución en la que cupiera toda la España Real.
¿Quiénes formaban la asamblea Parlamentaria? Socialistas, nacionalistas catalanes (su motor es la Lliga
de Cambó), republicanos y el Partido Reformista de MelquÃ−ades Ólvarez (republicanos de izquierdas,
dispuestos a gobernar con una monarquÃ−a democrática) En este partido milita Manuel Azaña (futuro
presidente del gobierno y último presidente de la República española) El partido Reformista representa a
las clases medias liberales marginadas por la oligarquÃ−a. También a las élites intelectuales activas. Su
principal plataforma es la revista España (1915) en la que participaban Ortega y Gasset, Unamuno,
Azaña... Era una revista aliadófila (subvencionada por los ingleses) y que se aproxima en cierto modo al
nacionalismo (de ahÃ− el nombre) También participa del republicanismo, del republicanismo histórico y
del movimiento obrero. Sobrevivió gracias al dinero de los aliados, aunque sus colaboradores estaban
comprometidos altruistamente con los aliados. Esto también llevó a la extraña crisis de 1917.
En agosto de 1917 hay una huelga general contra el régimen. Las Juntas de Defensa piden la regeneración
polÃ−tica del estado a partir de sus peticiones laborales. La asamblea Parlamentaria representa a una
oposición heterogénea.
La Lliga es muy importante dentro de esta asamblea. Explicando su trayectoria en zig-zag y sus relaciones con
la Restauración, se entiende que la Lliga critique a un régimen que no entiende a Cataluña y que lo
margina. Pero nunca antes el hastÃ−o habÃ−a llegado tan lejos. Por ello se une a una plataforma en la que
confluyen todas las corrientes con un objetivo común: la Asamblea Parlamentaria. Probablemente, este
radicalismo no serÃ−a comprensible sin tener en cuenta (además de la peculiar trayectoria de la Lliga) un
hecho que la Lliga consideró una declaración de guerra por parte del gobierno español y que la llevó a
radicalizarse tanto (a pesar de representar, entre otras, a la clase media catalana): el intento del Ministro de
Hacienda de introducir un impuesto sobre los beneficios extraordinarios de la guerra, obtenidos por aquellas
empresas que comerciaban con los paÃ−ses en guerra. El impuesto iba a caer sobre el núcleo duro del
nacionalismo catalán (su burguesÃ−a industrial y comerciante) Por tanto, la Lliga consideró a Santiago
Alba (el ministro de Hacienda) como un incitador de la guerra contra el empresariado catalán.
A la vez, hay que señalar la debilidad del gobierno. Alfonso XIII tomó las decisiones a partir de 1917,
porque los gobiernos son cada vez más inestables. Pero su margen de maniobra para sacar al régimen del
problema (irreversible a partir de esta crisis), teniendo en cuenta que Alfonso XIII no quiere la
democratización del sistema pero tampoco quiere una dictadura militar, era muy escaso. Sólo podÃ−a
explotar al máximo las divisiones de la oposición, destituir al ministro de guerra, presentar cambios en la
27
polÃ−tica de nombramientos militares y hacer concesiones al ejército y a la Lliga. AsÃ−, el ejército
saldrÃ−a a la calle y destruirÃ−a la Asamblea Parlamentaria. Pero esto sólo capeaba el temporal de
momento.
¿Qué podÃ−a ofrecerle Alfonso XIII a la Lliga para que dejara la Asamblea, siendo este grupo el motor
de la misma? Entrar a formar parte del gobierno dominando el ministerio de Hacienda (Ventosa i Calvell) y el
ministerio de Instrucción Pública (L. Rodes) AsÃ−, la Lliga pasaba de liderar la oposición al régimen a
formar parte del gobierno en Noviembre de 1917, acabando al mismo tiempo la corta historia de la Asamblea
de Parlamentarios. Con esta estrategia, Alfonso XIII contaba con el apoyo del ejército (fuerza de la
oposición) y de la Lliga (motor de la oposición)
Además, aunque España estaba algo aislada del mundo hacÃ−a tiempo, sobre todo a partir de la Primera
Guerra Mundial, que el resto de paÃ−ses también influyen en nuestro paÃ−s. Con la Revolución Rusa
(1917) y el triunfo del bolcheviquismo se refuerza la sociedad de clases de las distintas burguesÃ−as
españolas (industrial, agrÃ−cola...) y se crea una especie de orden contra el movimiento obrero, en alza por
la industrialización y estimulado por la esperanza que a la CNT y a la UGT les llega de Rusia. Porque la
Revolución Rusa de 1917 suponÃ−a un cambio histórico para las expectativas y horizontes de España: si
la revolución comunista era posible en un paÃ−s tan atrasado como Rusia, también lo serÃ−a en
España.
A partir de 1917, hay una polarización social de España, aumenta el radicalismo social, los disturbios en
AndalucÃ−a y Cataluña, el terrorismo y la guerra sucia contra él. En los años siguientes, la crisis social
pasa a un primer plano en la opinión pública y la crisis polÃ−tica se olvida un poco. AsÃ−, Alfonso XIII
puede recomponer las alianzas de clase (burgueses, ejército...), aterrorizadas por el ejemplo ruso, si bien
esta recomposición fue sólo a corto plazo.
A partir de Noviembre de 1917, el rey recurre a una forma de gobierno nueva (un parche) que permite
prolongar durante unos años la agonÃ−a del régimen: los gobiernos de concentración (conservadora,
liberal o nacionalista, según su composición)
¿Qué son estos gobiernos? Desde 1909 (y probablemente desde antes), con al caÃ−da de Maura, el turno
pacÃ−fico se ha roto en la práctica por la división interna de los dos partidos. Al existir diversas
tendencias, cada una liderada por un polÃ−tico, cada vez que hay una crisis de gobierno Alfonso XIII ya no
puede ir a las iniciativas de los dos partidos, que están tan divididos que no pueden pactar una crisis de
gobierno. El turno pacÃ−fico deja de funcionar. El problema para el rey era elegir en cada crisis, no sólo el
partido al que daba el poder, sino también a la tendencia dentro de dicho partido. Y eso teniendo en cuenta
que en general las relaciones entre cada facción eran mucho peores que con el partido contrario (cainismo
dentro de los partidos polÃ−ticos) Ej: Antonio Maura le declaró la guerra a las facciones del partido
conservador y se llevaba muy bien con el partido liberal. Ya no existen mayorÃ−as absolutas, sino 8 o 10
pequeños partidos que no estaban en disposición de ganar unas elecciones.
Por eso, los gobierno de concentración conservadores o liberales suponen el reencuentro en un gobierno de
facciones enfrentadas en un partido. Los gobiernos de concentración conservadores tienen representantes de
todas las facciones del partido conservador. Los gobiernos de concentración liberales, lo mismo pero
respecto al partido liberal; y los gobiernos de concentración nacionales reúnen a conservadores, liberales y
de la Liga (Ej: Cambó)
El detonante final de la caÃ−da del régimen fue el desastre de Annual (1921) Además, también
influyó el deterioro polÃ−tico y la crisis social, sobre todo en el trienio bolchevique (1918-20) No se le
llamó asÃ− porque estuvieran los bolcheviques en el poder, sino por la radicalización de los actores
sociales (clase obrera, sindicatos, empresariado...) Todos dieron un giro hacia una gran violencia y este
momento representa una gran crispación social que se agota en sÃ− misma sin que haya un verdadero
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proceso revolucionario.
Este clima (sobre todo se daba en al Cataluña Industrial y en el campo andaluz), dado que el anarquismo es
cada vez más fuerte, se puede medir por el número de huelgas:
• 1915: 169 huelgas.
• 1916: 237 huelgas.
• 1917: 306 huelgas.
• 1918: 463 huelgas.
• 1919: 895 huelgas.
• 1920: 1060 huelgas.
• 1921: 263 huelgas.
Hay otra dimensión que expresa el radicalismo: el deseo de un cambio profundo por parte del movimiento
obrero y el miedo de la derecha a un estallido revolucionario. Esto es el pistolerismo (recurrir al temor, a la
violencia, a los atentados... por parte de un sector minoritario y radicalizado del anarcosindicalismo, no por
parte de toda la CNT) Este sector apuesta por la violencia para conseguir el poder polÃ−tico, social y
económico, y lo realizan tanto obreros extremistas de la CNT como empresarios, el sistema... En Cataluña
es donde más pistolerismo se produce. La patronal catalana y las autoridades (MartÃ−nez Anido) pretenden
atajarlo del mismo modo: con el contraterrorismo. Es una espiral de violencia que continua más allá del
trienio bolchevique.
Este es el clima social que precede en Barcelona a la proclamación de Primo de Rivera. Barcelona es el
centro del estallido de violencia del paÃ−s en los últimos años de la Restauración. Primo de Rivera usa la
lucha contra el terrorismo como excusa por su proceder. Por ello, no es casual que éste se produzca en
Barcelona y que su principal apoyo, aparte del del rey y del ejército proceda de la Lliga Regionalista (con
Primo pierde sus derechos de mancomunidad, pero defiende los derechos de la clase media industrial.
Antepone la lucha de clases a su catalanismo)
Antes de 1921 hay que insistir en que, a pesar de los gobiernos de concentración (recomponen precariamente
la unidad polÃ−tica del régimen), forzados por el rey, ya no habÃ−a turno pacÃ−fico, ya no era un
régimen bipartidista y las cortes son más de un sistema multipartidista por la división interna que no
habÃ−a en los primero 20 años del régimen y que ahora sÃ− existÃ−a.
Como ejemplo, saber que las cortes de 1921 estaban formadas por 23 mauristas, 22 ciervistas, 43 prietistas, 28
alvistas, 30 romanistas, 17 regionalistas, 8 reformistas, 3 jaimistas, 1 integrista, 1 católico, 177 datistas, 12
independientes, 16 republicanos, 4 zauristas, 5 gassetistas, 4 socialista, 2 fallecidos, 2 actas dobles y 2 actas
anuladas. En total, 410 diputados. Las elecciones las ha pedido Eduardo Dato, que es el que sigue
consiguiendo la mayorÃ−a de los votos gracias al fraude electoral. Pero ya no basta esto, porque aunque es el
partido mayoritario, ya no tiene mayorÃ−a absoluta. Queda el fraude electoral de la Restauración pero ya no
es un régimen estable y eficaz, por lo que el gobierno está condenado a formar gobiernos de “coalición”
(son los gobiernos de concentración) que se acaban poniendo de acuerdo sólo para que no caiga la
monarquÃ−a y, con ella, el orden social (lo que afectarÃ−a a los intereses de clase) Pero no porque realmente
tengan algo en común.
Pero el régimen está abocado a cambiar, hacia la dictadura o hacia la democracia. El último gobierno
intenta llevar al régimen hacia la democracia, para hacer una transición controlada desde arriba y que no
hubiera crisis social; esto ocurre en 1921.
Ese mismo año se asesina a Eduardo Dato, por el trasfondo de crisis social y el pistolerismo (Cataluña
vive al margen de la Constitución) No se trata de acabar con la violencia sino con el enemigo de clase. Y
esto se nota porque las mayores represalias se toman contra los sectores más moderados de la CNT y no
29
contra los radicales, que son los que practican la violencia y el terrorismo. Lo importante para ellos es acabar
con la CNT, enemigo de clases, y no con los que emplean la violencia.
Y para postre, el desastre de Annual (julio 1921), en el que el ejército español sufrió una nueva derrota
contra Abd-el-Krim (jefe de las partidas rifeñas, de los insurgentes de la zona de Marruecos)
Lo que ocurre en Annual (costa) es que el ejército español, que habÃ−a progresado en esa dirección de
manera imparable en los meses anteriores, reciben una ofensiva de Abd-el-Krim en el primer punto de las
posiciones militares, y esto produjo el pánico en las tropas españolas, pánico que se transmitió
aumentado de una a otra posición hasta llegar a Melilla y producir la sensación de que se habÃ−a hundido
toda la cadena de posiciones laboriosamente formada en los meses anteriores, y que Melilla estaba inerme a
los ataques de Abd-el-Krim.
Es algo incomprensible la forma del ejército español de operar en los meses anteriores, avanzando
rápidamente y con posiciones frágiles que cayeron a la primera ofensiva. Era incomprensible para la
opinión pública por qué España tenÃ−a que tener tropas en Ófrica. También, que el ejército no
hubiera podido someter a las partidas de Abd-el-Krim. Era incomprensible el desastre en general y cómo
habÃ−an abandonado las posiciones a lo largo de toda la costa hasta dejar Melilla indefensa.
¿Qué respuestas se daba a esto?
• ¿Por qué se habÃ−a producido ese avance si era tan criticado? Porque habÃ−a sido apoyado por
el rey contra la opinión de su gobierno y de parte de los militares (Berenguer) porque Alfonso XIII
tenÃ−a interese económicos en la zona. Su codicia le llevó a instar al ejército español a una
operación suicida, que supuso muchas bajas y prisioneros. Lo que la corona española se jugaba en
Marruecos, por encima de sus intereses económicos, era su prestigio, que confundÃ−a con el
prestigio del paÃ−s.
• ¿Por qué el ejército no podÃ−a vencer a las guerrillas? Esto plantea un problema doble:
♦ La injusticia social de las guerras coloniales. Mueren soldados que hacen el servicio militar
por obligación y que pertenecen casi siempre a las clases populares.
♦ Según los sectores más crÃ−ticos y progresistas, esto se explica por la incompetencia de
los oficiales españoles y por la corrupción del ejército de Ófrica, lo que explica el mal
uso de los grandes presupuestos de que disponÃ−a el ejército de Ófrica y que, muchas
veces, iba a parar a los bolsillos de algunos oficiales corruptos y no a materiales, comida o
armas.
♦ La filosofÃ−a de vida de muchos oficiales africanistas: no luchaban por su paÃ−s, sino por
tener una aventura personal y ascender en su carrera.
En 1921 no se sabe si esto va a conducir al régimen a una dictadura o a la democracia, pero sÃ− se sabe
que el desenlace de esta larga crisis está cerca.
La reacción del régimen ante el desastre de Annual provoca la sorpresa y el disgusto del sector más duro,
porque las Cortes, en medio de una fuerte presión de la opinión pública, de las izquierdas y de parte de sus
propios miembros, da instrucciones para que haya una investigación sobre lo ocurrido en Annual, para ver
qué hacer ante la cuestión de los prisioneros.
Abd-el-Krim, que habÃ−a sido administrativo para el estado español, entendÃ−a la guerra como los
europeos: desde un punto de vista económico: cambiarÃ−a los prisioneros de guerra por dinero. Pero,
¿debÃ−a el ejército y el estado español pagar por los oficiales que habÃ−an sido incompetentes y
corruptos? Se acabaron pagando los rescates, pero el tema estuvo candente durante mucho tiempo. Aunque no
está probada la veracidad del el siguiente hecho, lo importante era que la opinión pública sÃ− lo creÃ−a;
que Alfonso XIII, cuando decidió pagar, dijo “Que cara paga España la carne de gallina”. Esto muestra
30
claramente el clima de estos años previos al pronunciamiento.
La investigación sobre el desastre de Annual la lleva a cabo el general Picasso, con todas sus consecuencias
(existÃ−a el riesgo de poner en evidencia a Alfonso XIII) Y esto da lugar al Expediente Picasso. Que las
Cortes pidieran un expediente de esta naturaleza indicaba que el Parlamento empezaba a actuar como un
verdadero Parlamento democrático, que la crisis estaba cambiando y podÃ−a conducir a otra crisis entre
quienes aceptaban el expediente (el partido socialista cobró gran importancia por ser quién movÃ−a el
tema) y los investigados.
Esta es la deriva final del régimen, que se produce durante el último gobierno constitucional, presidido por
GarcÃ−a Prieto, que pertenecÃ−a al sector más democrático del partido liberal. En 1923, GarcÃ−a Prieto
fue depuesto por Primo de Rivera, pero antes habÃ−a presidido el último gobierno de la Restauración en
unas condiciones (debate nacional por el Expediente Picasso, seguridad de la opinión pública de que el rey
era culpable...) bastante contraria.
Los cambios hacia una mayor apertura a la democracia se ven también en la presidencia del gobierno de los
diputados: el lÃ−der del Partido Reformista (republicano aunque dispuesto a colaborar con una monarquÃ−a
democrática) es el presidente del gobierno: MelquÃ−ades Ólvarez, y esto también hace posible un
cambio hacia la transición democrática.
Nunca sabremos qué podrÃ−a haber pasado, pero en las conjeturas que nos hagamos hay que incluir la
intención de GarcÃ−a Prieto y de su gobierno de restablecer la Constitución en toda España, de acabar
con al guerra sucia y de gobernar según el estado de derecho.
La apertura democrática se cobró una vÃ−ctima, de gran valor simbólico: MartÃ−nez Anido (gobernador
general de Barcelona) que fue destituido de su puesto. Lo que explica que un sector del poder recurriera al
pronunciamiento militar en septiembre de 1923.
El pronunciamiento se produce en Barcelona porque era el epicentro de lo que sucedÃ−a en España
(movimiento obrero, economÃ−a española...) Estos son los argumentos de Primo de Rivera (junto a algún
otro) para el pronunciamiento: la lucha contra el terrorismo y la violencia, contra los regionalistas, el
derrocamiento de un régimen corrupto, la regeneración nacional y el comienzo de la transición polÃ−tica
para poner al paÃ−s al dÃ−a. También se puso un tiempo para finalizar el Expediente Picasso. Estaban
hartos de buscar responsables, y por eso el rey los apoyó.
EL PRONUNCIAMIENTO DE PRIMO DE RIVERA.
A pesar de los sÃ−ntomas e indicios que habÃ−a desde 1921 que apuntaban a una transición democrática,
la casi inexistente resistencia al golpe hicieron que estas tentativas de apertura exterior no llegara a calar en la
sociedad española. AsÃ− que el pronunciamiento se vio, más que con rechazo, con alegrÃ−a y alivio en la
mayorÃ−a de los casos porque supuso la caÃ−da del régimen de la Restauración.
En 1923, Miguel Primo de Rivera (Capitán General de Cataluña) y pocos más (el pronunciamiento fue
casi individual) decidieron pronunciarse y tomar el poder, teniendo a su favor el desprestigio y hartazgo hacia
el régimen canovista. Las reacciones ante el pronunciamiento fueron variadas:
• Primo de Rivera contó con el apoyo entusiasta de Alfonso XIII (aunque nunca sabremos si estaba al
tanto de que se pronunciarÃ−a, lo claro es que aceptó a Primo de Rivera y le llamó a formar
gobierno) El rey está en un momento delicado por el Expediente Picasso sobre el desastre de
Annual, y cualquier cosa que le permitiera librarse de dicho expediente serÃ−a bienvenida; esto fue lo
que Primo le prometió. Además, Alfonso XIII querÃ−a una dictadura, por lo que prestó un apoyo
muy superior al régimen de Primo que el que habÃ−a prestado a cualquier gobierno constitucional
31
anterior. Se reproduce en España una situación similar a la de Italia en 1922.
• Predisposición general a dar por buenos los argumentos de Primo de Rivera, no por su credibilidad,
sino por el desprestigio del régimen anterior.
• La izquierda española que habÃ−a combatido al régimen canovista y que era contrario a la
monarquÃ−a, en cierto modo tuvo un cierto alivio en la caÃ−da de la clase polÃ−tica. Claro que
estaba por ver qué pasaba después.
• Otras reacciones como las de Luis Bagaria, gran dibujante (el mejor de la época) de izquierdas y un
poco ácrata. Pertenece a un cierto sector de izquierdas que no está en contra de la dictadura, que no
la ve muy mal.
• La derecha también estuvo a favor de la dictadura. El general que comenzó teniendo el favor de
todos (Maura) acabo perdiendo todos los apoyos.
• Françes Cambó. Representa la conexión catalana (Lliga) A riesgo de perder las concesiones que
habÃ−an conseguido apoyaron a la dictadura. La burguesÃ−a catalana estaba preocupada por su
supervivencia como clase, por el movimiento social y por la lucha contra el terrorismo
anarcosindicalista, y ante este panorama la autonomÃ−a quedaba en un segundo plano. Lo primero es
la paz social. Los antiguos gobiernos no habÃ−an podido mantenerla después de destituir a
MartÃ−nez Anido (jefe de la guerra sucia contra el terrorismo) y Primo de Rivera iba a restituirle,
entonces ellos apoyarÃ−an a la dictadura aún a riesgo de perder su mancomunidad porque ese
nombramiento sÃ− aseguraba la paz social que ellos buscaban.
El fascismo parece ser la única salida, como se habÃ−a hecho antes en Italia. ¿Es suficiente esta
identificación entre el régimen italiano y el de Primo de Rivera-Alfonso XIII para garantizar la dictadura y
el fascismo? Más allá de la voluntad de hacer igual el modelo italiano hay otras razones de fondo para
diferenciar el régimen de Primo con el de Italia. A finales de 1923 Mussolini sólo llevaba un año en el
poder y la dictadura aquÃ− tardó mucho en instalarse. AsÃ− que el significado de entonces no es el mismo
que el que ahora se le da a las dictaduras.
La censura, que habÃ−a sido una “excepción frecuente” en el régimen Canovista, se va a convertir ahora
en algo usado normalmente en las relaciones de la dictadura con la prensa, por higiene pública.
No hay Parlamento ni elecciones ni clase polÃ−tica. No existen las libertades aunque haya cierto grado de
tolerancia. Hay una diferencia clara: si el fascismo es la aniquilación polÃ−tica y fÃ−sica de la oposición,
con Primo de Rivera el adversario polÃ−tico sólo estaba sometido a vigilancia, pero no era destruido por la
dictadura. En vez de crear su propio sindicato, Primo de Rivera trata de convertir la UGT en el sindicato
oficioso del régimen. Para empezar con ello, los socialistas no secundaron la huelga que sÃ− convocó la
CNT (argumentaban que los obreros no debÃ−an salir a la calle a defender el régimen de la
Restauración), aunque tampoco apoyaron el pronunciamiento militar.
A partir de aquÃ−, se sucedieron actos amistosos entre el sindicato y Primo de Rivera y sus colaboradores,
que decÃ−an que eran los más fieles representantes de la clase obrera. AsÃ− que es casi totalmente diferente
el fascismo en España del fascismo en Italia y en Alemania (más tardÃ−o), donde el partido en el poder
creó sus propios sindicatos. En España, sólo se intenta cambiar a la UGT con un programa social y
económico ambicioso.
Primo de Rivera pensaba que el parlamentarismo y el liberalismo habÃ−an desaparecido en el mundo (era
muy inocente en ese aspecto), asÃ− que creÃ−a en un estado precursor de la economÃ−a, de la sociedad...
Era el intervencionismo, de ahÃ− el apoyo socialista. Sin embargo, existÃ−a una doble vertiente en algunos
32
temas, como el de la mujer: por una lado, se defendÃ−a el papel tradicionalista y por otro lado, se pedÃ−a
más participación de la mujer en la vida polÃ−tica porque ellas representaban la moralidad.
AsÃ− que existieron grandes contradicciones que hacen que el régimen no funcione a pesar de sus buenas
intenciones. Por ejemplo, si en la educación toda la relación era con la Iglesia en el mundo laboral era con
la UGT. Y la iglesia no tenÃ−a mucho que ver con la UGT.
Primo de Rivera querÃ−a contentar a todo el mundo, pero eso es imposible: se debÃ−a elegir entre un modelo
socialdemócrata o el nacionalista, militar y conservador. ¿Por qué? Porque si no se chocaba siempre con
alguien. Por ejemplo, volviendo de nuevo al tema de la educación: si se entregaba la polÃ−tica educativa a la
Iglesia sin garantizar el apoyo de ésta al régimen y por otro lado se le daba la polÃ−tica social a los
sindicatos (que sÃ− apoyaban al régimen), la Iglesia llega a plantearse su relación con el régimen
porque no quiere un estado intervencionista tan cercano al socialismo (hacen obras públicas, viviendas
baratas para los trabajadores...) Y, además, está en contra de la forma de actuar de los sindicatos. Y puede
influir en los jóvenes en contra del régimen con su forma de educarles.
Trayectoria de la dictadura.
1924: Creación de la Unión Patriótica (movimiento de masas, no partido, adepto al régimen)
1924: Consejo de EconomÃ−a Nacional, Monopolio Telefónica CompañÃ−a Nacional de España.
Sept. 1925: Desembarco de Alhucemas (Ófrica), que pone fin a la guerra de Marruecos.
Dic. 1925: Paso del Directorio Militar al Directorio Civil.
1926: Código del trabajo, comités paritarios y Organización Corporativa Nacional.
1927: CAMPSA (Empresa pública)
Oct. 1927: Asamblea Nacional Consultiva (especie de Parlamento que debÃ−a redactar la Constitución del
régimen)
Feb. 1929: Disolución del Arma de ArtillerÃ−a.
Mar. 1929: Huelga de estudiantes universitarios, que ponen en marcha un frente de oposición de estudiantes,
profesores y algunos intelectuales. Fue muy importante para la caÃ−da del régimen en 1930.
El régimen fue intervencionista en todas las esferas de la sociedad: en las leyes sociales (comités
paritarios, Código del Trabajo...), economÃ−a (construcción de carreteras, tendido ferroviario, canales,
pantanos, proliferación de monopolios estatales...) Todo esto representa las ambiciones del nuevo estado
contratista, intervencionista... en el que hubo mucha burocracia, mucha inoperancia y mejores intenciones que
realidades.
Además de las intenciones y de las realizaciones hubo otras caracterÃ−sticas que marcaron la trayectoria
ascendente del régimen hasta finales de 1925: el frenesÃ− reformista, la paz social conseguida por
negociaciones y no por represión, el New Deal a la española, la construcción de un nuevo estado
original... Y como colofón, el éxito del desembarco en 1925, que supuso el fin de una guerra que, aunque
intermitentemente, habÃ−a durado 25 años en Marruecos y que habÃ−a provocado graves crisis en la
penÃ−nsula.
Hacia finales de 1925, Primo de Rivera aprovecha para, desmintiendo su promesa de provisionalidad, poner
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en marcha la institucionalización del régimen tras haber regenerado el paÃ−s: se pasa al Directorio Civil.
Este fue su mayor error: creerse los éxitos de la dictadura en sólo 2 años y creer que esa polÃ−tica a
corto plazo fue más, que podÃ−a perpetuarse y canalizarse por un régimen polÃ−tico nuevo, con
estructuras originales (sin perder de vista el modelo italiano: estado corporativo, intervencionista,
autoritario...) Este error se vio con el choque de polÃ−ticas opuestas que no se podÃ−an aunar bajo un
gobierno unipersonal. Esto supuso el tener que hacer polÃ−tica, algo que a Primo de Rivera no le gustaba
nada: habÃ−a que tomar decisiones, establecer un orden de prioridades y definir los amigos y los enemigos
del régimen, establecer alianzas sociales claras. Y no se podÃ−a contentar a todo el mundo todo el tiempo,
porque a la larga las contradicciones que llevaron al pronunciamiento de Primo de Rivera y la existencia de
intereses encontrados e irreconciliables tenÃ−an que reaparecer. A partir de 1928, se ponen claramente de
manifiesto y provocan un desenlace que nadie se esperaba al principio de la dictadura: todos los que apoyaron
al dictador al principio se acabaron volviendo contra él; entre estos sectores se encuentra una parte
considerable de las fuerzas armadas. La dictadura de Primo (no del ejército, sino de un general) llegó a
tomar una medida de extraordinaria gravedad (ya la habÃ−a tomado la Primera República): disolver el Arma
de ArtillerÃ−a. Se echó a la calle a los oficiales que, desde los años anteriores, se habÃ−an convertido en
uno de los principales frentes de oposición a la dictadura. Esto es una gran contradicción: la oposición del
ejército a una dictadura militar.
Hay otras contradicciones: el distanciamiento de la Iglesia y de un régimen en teorÃ−a de derechas por la
polÃ−tica social; el distanciamiento con el empresariado (no entiende cómo un régimen conservador
impone una polÃ−tica social y laboral basada en el pacto)...
Estas contradicciones afloran con el paso del tiempo y hacen inviable un régimen que, hasta 1925, tuvo a
favor a la mayorÃ−a de los sectores de la oposición, pero que según pasó el tiempo mostró todas sus
carencias. Con una particularidad: al no ser un régimen totalitario (como en Italia) y no ser verdaderamente
una dictadura (aunque se proclamó como tal) no supo como amordazar a la oposición a pesar de sus
intentos de control. El mejor ejemplo de esto es el caso de la prensa. Hubo cierta permisividad que hacÃ−a
que la oposición aflorara (aunque de forma caótica) por la propia arbitrariedad del régimen. Aunque
habÃ−a una dura censura seguÃ−a habiendo periódicos de la oposición (republicanos, comunistas...) No se
deja una total libertad pero sÃ− se deje que se expresen cuando el gobierno toma decisiones en teorÃ−a
autoritarias pero más bien arbitrarias. AsÃ−, manifiestan su descontento.
Con un régimen incapaz de contener a su oposición y sin haber una verdadera libertad de prensa era
lógico que se produjera un malestar (contradictorio y variado) que llegara a todo el mundo. Es una situación
ambigua que el gobierno no puede dominar.
Muchos intelectuales que apoyaban a la dictadura, como Ortega y Gasset, se acabaron distanciando del
régimen. El caso de Ortega se debió a la prohibición de publicar unos artÃ−culos que habÃ−a escrito,
totalmente inofensivos, pero que en teorÃ−a atentaban contra la unidad de la nación porque empleaban la
palabra “región” (prohibida por la censura) Ortega habÃ−a podido publicar todo hasta ese momento, pero
con esto pasa a la oposición en 1928. El régimen entra ya en su fase final.
1928 es también el momento que marca el distanciamiento del socialismo español y de la dictadura.
¿Qué relación habÃ−a entre el Partido Socialista y la dictadura? El socialismo y la UGT van a sufrir a
partir de 1925 (muerte de Pablo Iglesias) un largo problema sucesorio que no se resolvió en toda la Guerra
Civil (ni probablemente después) por el vacÃ−o polÃ−tico, moral y simbólico dejado por Pablo Iglesias.
Ese problema enfrentó a personas y al partido con el sindicato, y se tradujo en un enfrentamiento polÃ−tica
personal entre dos de los grandes candidatos a la sucesión: Francisco Largo Caballero (lÃ−der de la UGT) e
Indalecio Prieto (dirigente del Partido Socialista, principal parlamentario en las Cortes)
Largo Caballero ha pasado a la historia con el apodo de “el Lenin español” (se le aplicó a partir de 1934)
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que indicaba la radicalización de su sección hacia posiciones extremas, incluso más que las comunistas.
Prieto, sin embargo, es el lÃ−der social, liberal, moderado, reformista...
Estas tendencias son las de la época de la Segunda República, pero durante la dictadura las cosas no son
asÃ−: Prieto tuvo la posición más radical frente al régimen y Largo Caballero tuvo la posición más
colaboracionista.
Esta evolución tiene mucha lógica: Largo Caballero fue nombrado por Primo de Rivera miembro del
Consejo de Estado y ayudó en la colaboración de la UGT con el gobierno hasta 1928 aproximadamente. Es
el principal artÃ−fice de la polÃ−tica de colaboración. Pero Indalecio Prieto es uno de los pocos y más
importantes lÃ−deres del socialismo español que se opuso a cualquier relación del Partido Socialista o de
la UGT con la polÃ−tica social de la dictadura y, por tanto, con la colaboración.
¿Por qué se da este aparente cambio? Prieto pasa de ser un radical a ser un conciliador, y Largo Caballero
de ser un colaboracionista a ser bolchevique y radical. ¿Por qué? Prieto representa un socialismo liberal,
que tiene principios democráticos, por lo que conjuga mejor con la República que es democrática. Pero
Largo Caballero es sindicalista, pragmático, bolchevique (a partir de 1933) y ve la dictadura como una forma
de que los obreros salgan beneficiados. Intenta sacar a ese régimen, aparentemente opuesto a los intereses
de la clase obrera, el máximo provecho para ellos. Sin embargo, no acepta un régimen democrático
parlamentario, porque los intereses de la clase obrera, únicos en los que él cree, son incompatibles con los
de la burguesÃ−a y no se pueden conciliar en unas cortes. Por eso, cuando a partir de 1923 la dictadura quiere
colaborar con la UGT, Largo Caballero explora las posibilidades de colaboración con un régimen que
tenÃ−a cosas que ofrecer a la clase obrera (polÃ−tica laboral y social progresista) La UGT no podÃ−a tener
ningún escrúpulo si lo que hacÃ−a beneficiaba a la clase trabajadora.
Además, ni la UGT ni el Partido Socialista tenÃ−an ningún compromiso con la Restauración para
defenderla del pronunciamiento ni con la Segunda República para mantenerla. No tenÃ−an motivos para
defender un régimen que les habÃ−a tratado muy mal, que no habÃ−a ayudado a los obreros. TenÃ−a que
ser neutral ante el nuevo gobierno y colaborar si eso beneficiaba a los obreros. Largo Caballero se hace
bolchevique en 1933 cuando, tras colaborar con la Segunda República, ve que los burgueses no van a aceptar
ninguna reforma que él haga desde el Ministerio de trabajo.
Prieto, sin embargo, rechaza la dictadura porque va en contra de las libertades democráticas. Y en esta
unión UGT-dictadura el Partido Socialista se enfrenta con el riesgo del desprestigio, de que sus afiliados
abandonen el partido (quizás se salvó porque la UGT dejó de colaborar justo a tiempo) TemÃ−an que la
colaboración de la UGT echara en manos del sector más radical todo el partido. Al final, esta
colaboración no tuvo ningún coste.
Pero el régimen no siempre benefició a los obreros; también tomó medidas más acordes con su base
social:
Para ayudar a la economÃ−a española, la dictadura sacó a cotizar en las bolsas internacionales a la peseta.
Pero en 1928 se quiebran las mejores ilusiones de la dictadura: la peseta comienza a bajar y se pone de
manifiesto que el modelo de desarrollo ya no crece, no funciona. Ya no hay dinero con que pagar las obras
públicas y el gobierno se endeuda.
¿Cuál era el fallo de este modelo económico?
• El campo: AllÃ− la dictadura no se atrevió a meter mano y dejó en manos de la tradicional
oligarquÃ−a el control y los privilegios de clase.
• Financiación: Este estado es, como ya hemos dicho, muy caro, y es insostenible si no se acompaña
de una reforma fiscal, introduciendo los impuestos progresivos sobre la renta. Calvo Sotelo intentó
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introducir un proyecto con este tipo de impuestos, pero cuando llegó a conocimiento de los afectados
se provocó tal escándalo que fue retirado este proyecto. No bastó todo lo que hicieron en materia
económica porque no cambiaron la polÃ−tica fiscal.
Todo esto llevó a la caÃ−da de la Dictadura de Primo de Rivera. Cuando esto ocurrió, la deuda pública
española ascendÃ−a hasta el 27.7% (1924-31) La dictadura cayó definitivamente en 1930, ya abandonada
por todos.
LA TRANSICIÃ N DE LA DICTADURA A LA REPÃ BLICA.
En esos 15 meses que van desde la caÃ−da de Primo de Rivera hasta la Segunda República, la crisis
polÃ−tica, la descomposición de la monarquÃ−a se hace irreversible. Se consuma el desmembramiento de
un régimen que se precipita cuando el fracaso de la dictadura arrastra también a la monarquÃ−a, a pesar
de que Alfonso XIII intentó deshacerse de Primo de Rivera.
En las causas hay que tener en cuenta varios planos históricos:
• Inmediato y evidente: crisis polÃ−tica que en 1930 no tiene vuelta atrás.
• Proceso contradictorio más complejo y largo de modernización (económica, cultural, progreso,
dinamismo social en la España urbana sobre todo...) Y la crisis (agudización de lucha de clases y
polarización de la sociedad de masas) Porque España estaba entrando en una sociedad de masas.
• Muy importante para el desenlace de la Segunda República fue el contexto internacional: crisis del
régimen parlamentario, de la democracia, por el asentamiento del comunismo en la URSS y por el
auge de los totalitarismos (de 1920-38 desaparecen la mayor parte de los regÃ−menes democráticos
en Europa)
• Crisis económica de 1929, aunque no fue un factor decisivo. Afectó a pocos sectores conectados a
una economÃ−a global (eran los sectores más dinámicos, eso sÃ−, sobre todo el industrial) Supuso
un frenazo a la fuerte modernización española.
Por estos niveles discurre, aunque de forma muy paradójica (aparece la democracia en España cuando cae
en el resto de Europa) el proceso democratizador español.
Primo de Rivera se ha quedado solo (intelectuales, ejército, Alfonso XIII... todos le han dado de lado) En
1930, el rey precipita su decisión; en los 15 meses siguientes (hasta el 14/4/1931) se demuestra que la suerte
de la monarquÃ−a está unida a la de la dictadura.
Cambios en España en los años '20.
Se da la apariencia de que España en el cambio de época se ha modernizado espectacularmente (en parte
gracias al dictadura) La España urbana sigue yendo a una velocidad superior a la rural, y además ahora
acelera más su desarrollo. La España rural no está al margen pero vive de otro modo la modernización.
Datos:
• En 1930-31 en Madrid y Barcelona la población se ha duplicado, llegando al millón de habitantes,
contra los 500000 de principios de siglo. En Madrid, por ejemplo, se ha acelerado el crecimiento de la
población en parte por la polÃ−tica intervensionista y contratista de Primo de Rivera, por el
crecimiento del sector construcción y por la industria. Todo esto acelera también el éxodo rural
y los movimientos de sur a norte.
• En España se duplica la producción de cemento y de acero entre 1900-30.
• Por primera vez, en 1931, en España la población activa ocupada en la agricultura es menor al
50%. España no ha dejado de ser eminentemente rural y campesina pero sÃ− está en retroceso
ante la España urbana (industria y servicios)
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• En 1920, el analfabetismo afecta al 43% de la población; en 1932, sólo al 32%.
• Se incorpora la mujer a la vida laboral y académica. A principios de siglo sólo habÃ−a dos
mujeres en la universidad. En 1922, ya habÃ−a 200 alumnas; pero en 1931 se llegaban a las 878
alumnas. Esta contradicción (el aumento se produce durante la dictadura, que era conservadora)
viene del choque de un régimen tradicional, conservador... con el proceso de modernización social
y cultural. Esto culmina en la Segunda República con el sufragio al a mujer y el nombramiento de
mujeres para cargos públicos.
• Modernización de los medios de comunicación. Aparición y transformación de nuevos medios
de comunicación. En 1924, la radio es la que más importancia tiene (este es un caso de
coincidencia entre Primo de Rivera y una transformación espontánea) Ese año empiezan a
aparecer emisoras privadas en Madrid, Barcelona y Sevilla. A veces, el régimen las favorece y
otras las frena. En 1931 hay 50000 transistores de radio en España; en 1936 hay 300000. Por eso la
radio es el instrumento de propaganda bélica más importante en la Guerra Civil Española.
España está bastante atrasada con respecto a Europa occidental. Aunque en la Segunda Guerra Mundial
Barcelona es la tercera ciudad con más salas de cine (detrás de Nueva York y ParÃ−s) Se vive una etapa de
esplendor cultural (dinamismo, compromiso de las élites con la cosa pública...) comparable al resto de
Europa.
• Difusión global de la prensa española. En 1931 se alcanza la cota máxima hasta los '80: la tirada
llega a ser de 3 millones de tirada global diaria. Esto refleja que en los últimos 15 años se ha
duplicado la tirada de la Primera Guerra Mundial (aunque la comprobación de estos datos es
complicada) Aunque esto fuera cierto, una buena parte de esta prensa es de partidos y sindicatos muy
activos en un momento de ebullición, de cambios polÃ−ticos, de desarrollo de asociaciones
obreras... No es prensa comercial, no significa que haya 3 millones de compradores (aunque los
lectores podÃ−an superar incluso esa cifra porque los periódicos pasaban de unos a otros) Aumenta
posiblemente el número de lectores pero no el mercado del periodismo. Incluso para explicar la
caÃ−da de la prensa se usa como motivo la militancia de los periódicos. Lo que sÃ− es seguro es
que aumenta la presencia de la prensa en la vida de España.
• Se desarrolla sobre todo la España urbana, también la del sur, donde el movimiento obrero crece
espectacularmente en 1931 (UGT y CNT consiguen millones de afiliados) Se produce una
implantación extraordinaria de los sindicatos obreros, lo cual hace de la UGT y de la CNT las dos
organizaciones con mayor capacidad de movilización. Tienen más protagonismo que la mayorÃ−a
de los partidos polÃ−ticos. Y esto es muy importante porque la CNT es un sindicato revolucionario,
que considera a la República como su enemiga natural de clase.
• La imagen de la mujer indica la evolución del paÃ−s. Porque aunque sea la imagen de la mujer
burguesa, es un dato representativo del impacto de la modernidad y su capacidad de atracción. No
sólo de sus ideas, sino también de la imagen (en sus sentidos más frÃ−volos incluso) Y esto
influye mucho en la mujer de clase media. Y esta nueva imagen de la mujer indica hasta qué punto
los sectores más conservadores se sienten también seducidos por la modernidad y una cierta
libertad, que cambia la idea de la vida (lectores de ABC, Blanco y Negro...) Aunque esto dure poco
tiempo, lo cierto es que la modernidad alcanzó a todo el mundo, incluso a los más reaccionarios.
La mujer de 1930-32 (primer bienio de la República) es una mujer que se maquilla y conduce. No tiene nada
que ver con la mujer española tÃ−pica (devota, vida en hogar...) Es una mujer que sale del hogar y practica
actividades tÃ−picamente masculinas (fuma, conduce, hace deporte, cuida su cuerpo...) Es una imagen
estándar que corresponde a los grandes medios de comunicación occidentales, que tienen su centro en
Estados Unidos. Es una imagen internacional, cosmopolita, contraria al tradicionalismo y a la religión,
impuestas hasta entonces a las mujeres.
La nueva mujer tiene una nueva mirada, mira a los ojos del hombre. Pretende ser tratada en un plano de
igualdad por su sociedad. Desempeña un rol equivalente, parecido al del hombre moderno.
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Los elementos más significativos de esta libertad e igualdad son el tabaco, el deporte, el coche, la
reivindicación del placer (coqueterÃ−a, seducción...) Y, por su puesto, la desinhibición a todos los
niveles. Aparte, una indumentaria que libre a la mujer del corsé y le permita ir cómoda, más
mesocrática, más libre (peinado corto, pantalón aunque aún es bastante raro)
La nueva mujer también lee el periódico y no sabe cocinar ni coser.
La modernidad lo invade todo. Pero cuando los sectores conservadores ven los precios polÃ−tico y social
(perder sus privilegios de clase) que tienen que pagar por estas libertades, vuelven a lo tradicional,
echándose en brazos de Franco. Y no sólo fue esto por parte de las clases altas, sino de los hombres en
general, que tenÃ−an que pagar también su parte: que las mujeres ya no se dejaran mandar y que tomaran
sus propias decisiones. Lo que se pretendÃ−a era que la República fuera un régimen democrático y libre.
Cuando se introduce el sufragio femenino, la izquierda estaba convencida de que las mujeres votarÃ−an a la
derecha.
• Se quiere transformar la imagen de los cambios en sÃ−mbolos. Esto llevó al “Error Berenguer”
según un artÃ−culo de Ortega y Gasset (15/11/1930) Primo de Rivera ya ha dejado el poder y
Berenguer tiene que dirigir un poco el paÃ−s. Ortega dice que Berenguer es un error de la dictadura,
que ha tocado todo y ha gobernado España de un modo anormal que nunca se podrá olvidar. Ya no
existe el estado español y los españoles tendrán que reconstruirlo. Y sólo se ha encontrado a
Berenguer para que dirija esta reconstrucción. La monarquÃ−a debe ser destruida. Todo el mundo
entendió el artÃ−culo, ya que Ortega conecta muy bien con la sociedad, que ha ido evolucionando
como él: de apoyar a la dictadura se ha pasado a la desilusión, a la sensación de que han sido
estafados por Primo de Rivera. Y Ortega se dirige sobre todo a esa clase media (civil y militar) que
depende del estado para sobrevivir como clase social. Y a ellos es a los que dice que tienen que
reconstruir su estado. El error Berenguer causó una muy mala impresión contra la monarquÃ−a.
En Agosto de 1930, las fuerzas republicanas firman el Pacto de San Sebastián, que da lugar a una plataforma
polÃ−tica con varios grupos republicanos que tienen una estrategia para derribar la monarquÃ−a. El partido
más importante es el Partido Radical de Alejandro Lerroux, que representa el republicanismo histórico.
à ste evoluciona hacia un republicanismo incendiario, cercano al anarquismo. Lerroux y su partido llegaron a
posiciones centristas después. Más moderadas, más de masas y con entramado periodÃ−stico. Tiene un
discurso muy ambiguo y cuenta con el apoyo de clases urbanas y algunos progresistas más burgueses.
Otros de los que firmaron el pacto fue el Partido de Azaña, Acción Republicana. También un nuevo
partido, la Derecha Liberal Republicana, que querÃ−a una República del orden, no incendiaria y cuyos
principales dirigentes fueron el católico terrateniente y polÃ−tico liberal de la Restauración
Alcalá-Zamora, y Miguel Maura (hijo de Antonio Maura), católico, conservador de clase alta y
comprometido con la democracia. Ambos representan el tránsito de la derecha española hacia el
republicanismo y la democracia.
También hay algunos partidos republicanos periféricos, como Acció Catalana Republicana, incorporado
por la causa española, y un nuevo partido gallego y republicano, ORGA (Organización Republicana
Gallega Autonomista), que dirige Santiago Casares Quiroga.
Por tanto, este pacto tiene todos los matices de la pluralidad y representa más o menos a todos: a lo viejo, a
lo nuevo, a la derecha, a la izquierda, a los centristas, a los autonomistas y periféricos, a las élites, a la
España religiosa y cultural, a las clases medias y altas, a las clases bajas, a todos los territorios...
¿Cuál es el papel del Partido Socialista en esta etapa? No firmó el Pacto de San Sebastián, fiel a los
escrúpulos de los años de la monarquÃ−a es una relación con los republicanos, por lo que intentó
mantener las distancias (sobre todo con Lerroux) Pero Prieto (dirigente del Partido Socialista) sÃ− firmó el
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Pacto, aunque a tÃ−tulo personal. Esto es doblemente significativo: por un lado se ven los escrúpulos e la
polÃ−tica con relación a los partidos burgueses, enemigos de clase. Pero por otra parte, también se
manifiesta la división interna entre quienes consideraban que habÃ−a que ayudar en la causa de la
democracia española y un sector mayoritario que preferÃ−a mantenerse a distancia de la República y de
sus partidos. Estos anteponen los intereses de clase obrera a los de la democracia. Entre ellos, destaca Largo
Caballero, que prefiere mantenerse distante de la República y de los republicanos.
Después del Pacto de San Sebastián aparecen varios sectores de opinión con respecto a la República,
aunque todos en general se van decantando por la República, entendido de un modo distinto por cada uno
(Maura, Alcalá-Zamora, Ortega... querÃ−an una República del orden; Azaña querÃ−a una República
más liberal...) Los más moderados esperaban que fuera compatible con el orden social y de propiedad; pero
los más radicales pretendÃ−an que todo esto cambiara.
El movimiento obrero (CNT, UGT) también se une a la lucha contra la dictadura con una huelga general
polÃ−tica para el 15/12/1930, que debe ir acompañada de una sublevación de los militares adeptos a la
República. Este doble movimiento fracasó estrepitosamente, en parte por la descoordinación, en parte por
la división interna del movimiento. Y lo que debÃ−a ser un movimiento republicano civil, obrero y militar
fue en realidad la Sublevación de Jaca, que acabó con el fusilamiento de los oficiales Galán y GarcÃ−a
Hernández, que se convirtieron en mártires de la causa. La huelga también fracasó y el movimiento
militar (Madrid, Cuatro Vientos) también fracasó por las traiciones y las fugas de muchos militares. Entre
los militares comprometidos estaban dos que coqueteaban en aquel momento con la izquierda pero que luego
intervendrÃ−an en el pronunciamiento del 17/7/1936: Ramón Franco (de izquierdas, próximo a la CNT) y
Queipo del Llano.
El fracaso del movimiento republicano en 1930 demuestra la inconsistencia de la oposición republicana. Que
la monarquÃ−a conservaba la iniciativa aunque estuviera sola polÃ−tica y socialmente. Y el fracaso de la
República le da un nuevo margen a la monarquÃ−a, amplÃ−a el tiempo que tiene para decidir qué camino
tomar.
El rey no sabe qué hacer: no quiere una dictadura militar pero tampoco puede volver al régimen
canovista. Sólo puede hacer la transición democrática desde arriba. ¿Pero eran compatibles democracia
y monarquÃ−a? Para saberlo, habÃ−a que hacer unas elecciones (municipales o generales) para saber el
grado de apoyo polÃ−tico y social con el que contaba la monarquÃ−a para llevar a cabo esa transición. Y
unas elecciones de esta naturaleza no podÃ−an hacerse con los mecanismos caciquiles habituales, porque ese
voto no servirÃ−a para nada: tenÃ−a que haber una cierta libertad.
Las elecciones del 12/Abril/1931 (sus resultados no se conocen hasta el 14/Abril), presididas por el Almirante
Aznar, son el primer paso hacia la modernización polÃ−tica de España. Del resultado de esas elecciones se
dedujo que la monarquÃ−a no podÃ−a sobrevivir: la oposición republicana ganó en casi todas las capitales
de provincia e incluso en distritos tradicionalmente monárquicos.
La derecha intentó deslegitimar las elecciones alegando que habÃ−a habido manipulación de resultados por
parte de la izquierda, y también trató de desprestigiar al nuevo gobierno. Pero la realidad era que se
habÃ−a votado mayoritariamente a los republicanos (por hastÃ−o, por inercia...) aunque luego muchos de
estos votantes que venÃ−an de la derecha se alejaran del régimen por considerarlo “muy de izquierdas”.
El cambio de régimen nos lo cuenta M. Maura en AsÃ− cayó Alfonso XIII. Maura era hijo de Antonio
Maura. No tenÃ−a trabajo conocido pero vivÃ−a muy bien de las rentas de su padre. Representa la
transfusión del sector más liberal de los conservadores al nuevo régimen. Tomó posesión del poder en
un nuevo gobierno que representaba a las fuerzas que habÃ−an firmado el Pacto de San Sebastián en 1930,
con la incorporación del Partido Socialista, que aportó tres ministros al nuevo gobierno republicano (primer
gobierno español con ministros socialistas)
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Este gobierno provisional representaba la verdadera pluralidad del paÃ−s, por lo que era verdaderamente de
consenso y concentración: hay católicos, masones, republicanos, republicanos históricos, obreros,
intelectuales, terratenientes, republicanos de nuevo puño, centralistas, republicanos catalanistas,
republicanos gallegos, autonomistas...
Esa pluralidad se mueve entre los dos polos ideológicos, sociales y polÃ−ticos, representados en su extremo
derecho por Alcalá-Zamora (presidente de la República) y Miguel Maura (Ministro de la gobernación) y
en su extremo izquierdo por Indalecio Prieto (Ministro socialista de hacienda), Francisco Largo Caballero
(Ministro socialista de trabajo) y Fernando de los RÃ−os (Ministro socialista de justicia)
Y, entre estos dos polos opuestos, republicanos de todo tipo: del Partido Radical (el más fuerte y numeroso y
con mayor arraigo electoral y popular, además de una prensa poderosa) que contaba con Alejandro Lerroux
(fundador y lÃ−der, ministro de Nuevo Estado = Exteriores) y con Diego MartÃ−nez Barrios (lugarteniente y
máximo representante de la masonerÃ−a, responsable del Ministerio de Comunicación)
Lerroux era un hombre inmoral, sin principios, sin ideas, guiado por la ambición del poder por el poder.
ProcedÃ−a de los bajos fondos y alcanzó gran popularidad por su demagogia, que le hizo pasar por
revolucionario. En este momento representa a un sector moderado y centrista. El nuevo gobierno tenÃ−a que
darle un ministerio para que no molestara, ya que contaba con gran número de votantes, y para que no diera
un golpe de estado (apoyó el del 18/7/1936) Pero, ¿qué ministerio darle a un hombre en el que nadie
más confiaba? El de exteriores, que estaba muy abandonado y no tenÃ−a importancia en aquella época.
AllÃ−, Lerroux podÃ−a hacer el menor daño posible, y como tendrÃ−a que viajar se lo quitarÃ−an de
encima.
Otros polÃ−ticos republicanos que representaban el republicanismo más progresista, liberal y democrático
son: Azaña (Ministro de Guerra, reforma el ejército con gran éxito durante el primer bienio de la
República, pese a las tensiones que toda la reforma llevó consigo), Casares Quiroga, Marcelino Domingo...
Esto muestra la mezcla del primer gobierno republicano, que incluye a la derecha, la izquierda, el centro y la
periferia.
LA SEGUNDA REPÃ BLICA.
Trayectoria histórica desde el 14/Abril/1931 hasta el 18/Julio/1936.
Es un perÃ−odo de aceleración del tiempo histórico. España vive un ensayo democrático ambicioso,
con intentos de revolución, golpes militares, contrarrevoluciones, intentos de autonomÃ−a... La República
se divide en tres etapas:
• Bienio reformista o azañista (Abril 1931-Noviembre 1933) Está marcado por la hegemonÃ−a del
centro izquierda y por la personalidad del polÃ−tico que gobierna España desde Octubre de 1931
hasta Septiembre de 1933 (tras el gobierno provisional): Manuel Azaña. Acaba con unas elecciones
generales.
• Segundo Bienio o Bienio Largo (Noviembre 1933- Febrero 1936) La izquierda lo llamó también
el Bienio Negro, porque gobierna el centro-derecha y la derecha. Se produce la contrarreforma y el
desmantelamiento de lo más significativo de la polÃ−tica reformista del primer bienio. Menos
conocida es la definición de José Antonio Primo de Rivera: Bienio Estúpido, lo que demuestra
que tampoco fue muy popular entre los elementos más afines a la derecha. Acaba con unas
elecciones generales anticipadas que dan el triunfo al Frente Popular (coalición de la izquierda)
• Ã poca del Frente Popular (Febrero 1936- Julio 1936) Acaba con el pronunciamiento militar.
Durante la guerra, el Frente Popular seguirá gobernando en la zona que no ha caÃ−do en manos de
los militares.
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Primer Bienio.
Azaña no es presidente del gobierno hasta Octubre de 1931, cuando sucede en el cargo al hasta entonces
presidente del gobierno provisional Nieto Alcalá-Zamora. Su dimisión y la de Miguel Maura es un
sÃ−ntoma de las divisiones internas del bloque republicano, que venció limpiamente en las elecciones
municipales de Abril de 1931 y volvió a arrasar en las elecciones a Cortes Constituyentes en Junio del
mismo año.
La situación es contradictoria pero muy dinámica. En Junio, la izquierda (fuerzas republicanas) consiguen
más votos que la derecha polÃ−tica, que casi ha desaparecido (la derecha polÃ−tica, monárquica,
antirrepublicana... no la derecha social y periodÃ−stica) Y esas Cortes dan la sensación engañosa de una
hegemonÃ−a aplastante de los partidos republicanos. De ausencia de oposición y podÃ−a parecer que las
cosas eran más fáciles para la República de lo que en realidad fueron.
Pero hay otras oposiciones, y no se pueden medir en función de las elecciones, que se han producido cuando
la derecha polÃ−tica estaba desmovilizada. Pero la derecha ideológica y periodÃ−stica sigue existiendo, y
también los grupos económicos que se sienten amenazados por la República. Todo esto a pesar de que
las elecciones fueron muy limpias.
Las fuerzas republicanas que gobiernan en esos meses, el gobierno provisional, tiene la sensación de que lo
tiene todo a su favor, y cree que puede llevar a cabo su democratización, sus reformas sociales, sin ningún
tipo de problema. Y, al no medir adecuadamente sus fuerzas, se encontró con una oposición fuera de las
Cortes mucho más peligrosa que la que podÃ−a haber encontrado en el Parlamento: la prensa, las provincias
latifundistas del sur de España, los grupos militares, los sectores económicos afectados por las reformas y,
sobre todo, la Iglesia Católica (elemento vertebrador de la oposición)
Por otra parte (de ahÃ− la importancia de la dimisión de Miguel Maura y Alcalá-Zamora) la oposición
también surgió en las principales filas republicanas por la disensión interna en el gobierno provisional
que llevaron al presidente del gobierno y al Ministro de la Gobernación a dimitir en Octubre de 1931. Estas
tensiones venÃ−an y afectaban en parte a las reformas sociales, pero principalmente eran consecuencia de la
polÃ−tica anticlerical del gobierno provisional, que dos personas de derechas, católicas... como Maura y
Alcalá-Zamora no podÃ−an compartir.
Y aunque este problema no era de los más profundos, sÃ− deslegitimizaba a la república en ciertos sectores
de la derecha que apoyaron en principio al régimen y luego se alejaron de él. Hay dos causas en este
descontento:
• La quema de muchos conventos de Madrid y Barcelona, y otras ciudades, en mayo de 1931.
• Algunos artÃ−culos de la Constitución Republicana, sobre todo el 26, que a juicio de los católicos
españoles llevaba el laicismo del nuevo estado muy lejos y creaba un problema de conciencia (con
consecuencias polÃ−ticas) a quien se declaraba católico.
De ahÃ− las divisiones internas y el nombramiento de Azaña como nuevo presidente del gobierno. Y pronto
se dio una situación paradójica: en diciembre de 1931 las Cortes aprobadas por mayorÃ−a absoluta
habÃ−an creado una nueva figura: la del presidente de la República. Y los polÃ−ticos republicanos pensaron
en Alcalá-Zamora, que darÃ−a una imagen de respetabilidad al régimen para reconciliarse con los
sectores más conservadores de la sociedad, más descolgados del gobierno republicano, que chocaban cono
el afán reformista del gobierno. AsÃ− pues, como digo, se da la contradicción de que las Cortes que
habÃ−an hecho dimitir a Alcalá-Zamora por ser incompatibles con su moralidad le eligen meses después
presidente de la República. Con este gesto se restituye la imagen del consenso nacional, roto con el cambio
de régimen de 1931. Ahora hay dos presidentes: Alcalá-Zamora (presidente de la República) y Azaña
(presidente del gobierno)
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Manuel Azaña era un polÃ−tico desconocido en Abril de 1931, cuando tomó posesión como Ministro de
Guerra (responsable de la polÃ−tica militar del nuevo régimen) Nació en Alcalá de Henares en 1880, se
casó en la Iglesia de los Jerónimos en Madrid, era ensayista aunque de escasa imaginación. Se doctoró
en derecho y estudio en los agustinos de El Escorial. Su hábitat era Madrid, donde se sentÃ−a realmente a
gusto. LÃ−der del partido Acción Republicana, Ministro de Guerra y presidente del gobierno.
Su partido forma parte de la coalición que ganó las elecciones y, con sus 26 escaños estaba muy por
debajo del Partido Socialista (116 escaños), del Partido Radical (90 escaños), del Partido Radical
Socialista (¿? Escaños), y de la Ezquerra Republicana (36 escaños), e igualado con los Agrarios (26
escaños)El lÃ−der de uno de los partidos más minoritarios de la coalición es el nuevo presidente del
gobierno. ¿Por qué? En parte, por el éxito de sus reformas militares, reconocidas incluso por Ortega y
Gasset (enemigo de Azaña) Fue todo un descubrimiento de la polÃ−tica de la Segunda República. En su
afán reformista (nuevas escuelas, reparto de parcelas para trabajos agrÃ−colas...) Azaña tuvo tiempo
también para lo más peliagudo de la sociedad: reformar el ejército
A parte de esto, también le designaron como presidente del gobierno por otras razones. Era el único
presidente de consenso posible dentro de un partido que cubrÃ−a un espectro muy amplio de la polÃ−tica y la
sociedad española, y que con la dimisión de Maura y Alcalá-Zamora se habÃ−a escorado un poco hacia
la izquierda.
Pero, ¿por qué no fue presidente ni un socialista ni Lerroux, si eran los que más escaños tenÃ−an?
Porque Azaña era moderado. Pero también porque, por un lado, parecÃ−a pronto para un presidente
socialista y más en un gobierno de coalición, en el que no habÃ−a una mayorÃ−a absoluta de socialistas
sino de centro izquierda. Además, al tiempo que lo socialistas asumen responsabilidades directas toman
también distancia con un régimen que no es el suyo, sino el de una coalición de la que forman parte.
Con el tiempo, se separarán aún más por su proyecto polÃ−tico.
Por otra parte, a Alejandro Lerroux tampoco se lo dieron, y no sólo porque nadie se fiaba de él, sino
también porque él prefiere esperar a que el poder esté maduro y tenga más fuerza para, separándose
luego del gobierno, tomarlo con más fuerza. AsÃ−, un representante de un partido pequeño se quemarÃ−a
con el poder y, llegado el momento, Lerroux podrÃ−a tomar el poder sin tener que compartirlo con el resto de
la izquierda.
Azaña pronto encarnará al propio régimen. No sólo por su éxito en el Ministerio de Guerra (en el
que aún sigue) sino porque es quién mejor define el proyecto histórico de la República. Y por ello es el
principal enemigo de la derecha, que pronto se lanza a una persecución contra él durante toda la
República, la Guerra Civil Española y el franquismo, hasta que se dieron cuenta de que Azaña habÃ−a
sido “su hombre” y que lo que más les molestaba era que se trataba de “uno de los suyos”.
Los ataques Azaña desde la derecha alcanzaron una gran magnitud:
• En Madrid de corte a checa de AgustÃ−n de Foxá, Azaña representa el sentir de las clases medias
españolas, marginadas por la Restauración y que creen que ha llegado su hora de contar. En este
momento, la derecha cree más incluso en la lucha de clases que los propios obreros. Foxá es un
aristócrata, desprecia a las clases medias (a las que considera fracasadas) y piensa que la República
es la imagen de esta clase media, mediocre, marginada y rencorosa. Y Azaña es la personificación
de esta clase social.
• En Sodomistas, homosexuales, polÃ−ticos y cientÃ−ficos de Mauricio Carlavilla se dice que el
mundo está gobernado por judÃ−os, masones, comunistas... y homosexuales (dato nuevo) Y tener
las tres caracterÃ−sticas era el mal absoluto. Trata a Azaña de imbécil, un homosexual, basura,
nada... También alude a la nimiedad orgánica de su actividad genital por su criminalidad, y dice
que tiene que usar suspensorio, pero que se lo fabricaban a medida porque todos le quedaban grandes.
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Le tenÃ−a un odio feroz porque le consideraba un traidor.
Lo que Azaña hizo continuando con la polÃ−tica del gobierno provisional fue una polÃ−tica reformista en
todos los órdenes que pretendÃ−a agotar todas las posibilidades de libertad e igualdad de la democracia
incorporando un sector del movimiento obrero a esa reforma del sistema para construir un régimen
interclasista, en el que hubiera lugar para todos, que modernizara España a la altura de los tiempos, que
España fuera más libre, más justa, más igual... QuerÃ−a hacer compatible la idea de la democracia de
la élite y el movimiento obrero y del campesinado. Sigue la lÃ−nea del régimen del a República de
Weimar (Alemania) y la Constitución alemana de 1919, su principal modelo, pero en una época en la que
este gobierno está cayendo en Alemania. AsÃ− se harÃ−a posible no sólo la libertad y la democracia
polÃ−tica sino también la democracia social, de la justicia, la modernización de la economÃ−a y la
redistribución de las riquezas.
A pesar de tanta ambición y de su concepción idealista de la democracia, sobre todo por el momento
histórico, Azaña (con su visión casi comunista y socialista) era consciente de la limitación de la
polÃ−tica para acabar con las frustraciones e insignificancias, que probablemente forma parte de la vida
cotidiana. El régimen estaba abocado al fin desde su comienzo.
Una parte del pueblo que votó a la República en abril y en junio de 1931, los sectores más marginados y
desfavorecidos, la mayorÃ−a de la sociedad del paÃ−s que simpatizaba con la democracia revolucionaria,
esperaban más que una libertad polÃ−tica que no les llevaba a la felicidad (reparto de tierras, comunismo
libertario...) Hasta la guerra, la República fue un régimen reformista, de intelectuales y clases medias, un
estado de derecho hasta el final que no podÃ−a consentir que se impusiera una idea revolucionaria por la
fuerza porque se chocaba con la legalidad. Y por estas pretensiones revolucionarias de un sector del
movimiento obrero y por la extrema derecha surgen los problemas y aparece la coyuntura perfecta para la
Guerra Civil Española.
Esta democracia, con una constitución que pretende una democracia polÃ−tica avanzada (libertad y derechos
civiles) busca no tener que pasar por una revolución y llegar sin violencia a un régimen de justicia social
ara todos, compatible con las estructuras polÃ−tica y económica vigentes (lo que luego se llamó el estado
de bienestar) Pero en aquel momento era una utopÃ−a o quimera (lo dijo ya Luis Araquistain en su artÃ−culo
La UtopÃ−a de Azaña)
A partir de 1931 la polÃ−tica se normaliza, aunque sigue con el problema de hostigamiento de la extrema
derecha (se organiza) y de la extrema izquierda (UGT, PC) Esto deriva hacia una normalización institucional
y un frente antirrepublicano tanto de derechas como de izquierdas, que desemboca en la sublevación militar
de Agosto de 1932, que dirige prácticamente en solitario el General Sanjurjo (director general de la Guardia
Civil. Fue quien le dijo a Alfonso XIII que habÃ−a perdido el apoyo de este cuerpo) y que fracasó
estrepitosamente. Su epicentro fue Sevilla, con ramificaciones en Madrid.
Su fracaso dio una imagen engañosa de la verdadera situación de la República, por la facilidad con la que
el gobierno republicano habÃ−a sofocado el levantamiento: da la impresión de un control de la situación
que en realidad no existÃ−a. Los militares golpistas y sus bases sociales (terratenientes) no tenÃ−an en
realidad fuerzas ni coordinación para hacer peligrar a la República. Y el fallido pronunciamiento de
Sanjurjo supone un fortalecimiento transitorio del gobierno republicano y una aceleración de las reformas
sociales y polÃ−ticas.
La República parecÃ−a tener viento a favor, y esto lo muestran dos reformas aprobadas en este momento.
Las Cortes Republicanas, atascadas antes en la discusión y aprobación de la ley de reforma agraria y del
estatuto catalán, aprueban en pocos dÃ−as estas dos medidas, fundamentales para la constitución del orden
republicano en el marco de justicia social prometido.
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• El estatuto catalán era un compromiso de acuerdo con el gobierno catalán, y era consecuencia del
artÃ−culo de la Constitución republicana que daba la posibilidad de dar un estatuto de autonomÃ−a
a las regiones que lo solicitaran. Sin embargo, el caso vasco levantó muchas más tensiones (porque
era una zona eminentemente antirrepublicana)
• La reforma agraria era muy importante para la República Española, por su capacidad o
incapacidad para solucionar un problema heredado de mucho tiempo atrás.
También se abordó el problema militar y religioso, aunque con relativo más éxito que estos dos: estas
eran las cuatro asignaturas pendientes de la revolución liberal, que culmina con la Segunda República.
Pero con le problema agrario se fracasó estrepitosamente. Eran muchos los jornaleros del campo sin tierras,
sobre todo en el sur (AndalucÃ−a, Extremadura, la Mancha...) La mayorÃ−a estaban afiliados a la CNT o a la
UGT, por lo que estaban mejor organizados y eran muy combativos, sindicatos que apoyaban a la República
porque esperaban un rápido reparto de las tierras.
La reforma agraria fue la que tuvo una solución más tardÃ−a (tuvieron que esperar desde Abril de 1931 a
Septiembre de 1932) hasta que la ley se aprobó en las cortes. Y fue necesaria una sublevación militar para
que el partido de Lerroux decidiera votar en masa por esta ley. ¿Por qué en este momento? Porque estaba
bajo sospecha de haber cooperado con Sanjurjo, y para evitar cualquier tipo de investigación, optó por no
poner trabas a la reforma agraria, a pesar de que no la aceptaba. Y aún después de haber ley (y a pesar de
la importancia de esta reforma, que afectaba a gran cantidad de población votante) la reforma fue moderada,
legalista y con unos mecanismos muy lentos y complejos, que sólo resolvieron parcialmente el problema
agrario, para que la República entregara tierras en usufructo a los campesinos más pobres.
La dificultad se encontraba en que, como la República no era revolucionaria, ¿de dónde sacarÃ−an las
tierras? Porque no iban a expropiar por la fuerza a sus dueños (no eran revolucionarios) pero tampoco
podÃ−an comprarlas ni dejar el asunto asÃ−. La única solución en este marco legal era la expropiación
forzosa con indemnización de las tierras necesarias. La polÃ−tica de expropiación forzosa con
indemnización planteaba un doble problema: el rechazo de los afectados (terratenientes) que eran un sector
minoritario pero con mucha influencia (controlaban partidos, periódicos, parte del ejército...) Y, por otro
lado, el problema técnico de la financiación de las indemnizaciones. Y no se les ocurrió hacer una
reforma fiscal para solucionar esto.
Los socialistas (Araquistain entre ellos) querÃ−an una revolución preventiva para no llegar a la
socialdemocracia como en Alemania, que sólo conducirÃ−a al fascismo. Pero cuando habÃ−a que debatir
los presupuestos del estado el congreso se quedaba vacÃ−o, porque ningún polÃ−tico de altos ideales se
paraba a escuchar algo tan técnico. Y por aquÃ− fue por donde fracasó la reforma agraria y, en cierta
medida, también la República.
Malefakis (historiador norteamericano) recuerda que la reforma agraria fue dotada de 50 mill. de pesetas al
año, bastante para la época pero insuficiente para todas las indemnizaciones. Era una cantidad
insignificante, teniendo en cuenta que representaba la mitad del presupuesto de la Guardia Civil. Porque
donde el gobierno no podÃ−a llegar con la polÃ−tica de expropiación enviaba a la Guardia Civil para que
mantuviese la legalidad, el estado de derecho y el poder. AsÃ− apagaba temporalmente el polvorÃ−n del
campo, de las provincias del sur (por eso se realizó allÃ− el pronunciamiento de Sanjurjo, porque era donde
los terratenientes se veÃ−an más amenazados), porque no podÃ−an satisfacer las demandas del proletariado
rural. Entonces, sólo quedaba la opción de aplacarles por la restauración de la ley y el orden por la fuerza.
Y esto ocurre cuando, en Enero de 1933, un nuevo incidente de orden público (uno más pero muy
importante por su crueldad) tiene lugar en Casas Viejas (Cádiz), provocando una gran matanza entre un
grupo de campesinos (analfabetos, anarquistas, con una idea de la revolución social muy primitiva), dirigidos
por un tal Seis Dedos, y la República (legalista, que no podÃ−a permitir que triunfara el comunismo
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libertario dentro del paÃ−s)
Azaña envió a Casas Viejas a la Guardia de Asalto (creada por la República. debÃ−a orillar el rechazo de
la población hacia la Guardia Civil y era eminentemente urbana) dirigida por algunos guardias civiles
(general Rojas) Se perpetra una gran matanza, se queman los cadáveres y provocan el mayor escándalo
polÃ−tico de la República hasta ese momento, con graves consecuencias. No fue el único enfrentamiento,
pero sÃ− uno de los más macabros. En otros los masacrados eran los guardias civiles.
A partir de aquÃ−, se inicia una gran campaña de descrédito contra la República, contra Casares
Quiroga y, como último destinatario, contra Azaña. En esta campaña, actúan con mucha eficacia la
extrema derecha y la extrema izquierda, que tienen el objetivo común de usar Casas Viejas para acabar con
Azaña. Se dio una coincidencia táctica en los debates parlamentarios y en el periodismo entre los dos
sectores más opuestos de la polÃ−tica española.
También la prensa anarquista declaró su repulsa hacia el crimen y pidieron responsabilidades polÃ−ticas a
Azaña. Todos los periódicos polÃ−ticos criticaron muy duramente esta acción del régimen, y pasó a
la historia la famosa frase de Azaña (que presumiblemente en realidad fue de Rojas) de “Tiros a la barriga:
ni heridos ni prisioneros”.
Hubo un periódico que brilló especialmente en esta campaña: La Tierra. Era un periódico anarquista
que venÃ−a combatiendo la República desde el principio. Pedro Sainz RodrÃ−guez (luego Ministro de
Franco) contó mucho más tarde que la campaña de este periódico fue impulsada por la derecha. à l
mismo escribió muchas veces artÃ−culos para él y se usaron sobornos para que los anarquistas aceptaran
la colaboración polÃ−tica entre ambos “bandos”.
El éxito de la campaña contra Azaña fue rotundo, y nada volvió ya a ser como antes, sobre todo
porque el problema agrario no se habÃ−a solucionado aún, y los sucesos como Casas Viejas seguirÃ−an
sucediéndose con guardias civiles muertos o con campesinos muertos. El prestigio de Azaña y del
gobierno republicano cayó en picado, y también se vio afectada la unidad del gobierno de coalición, que
se resquebrajaba a derecha e izquierda, porque hacÃ−a tiempo que el Partido Radical se habÃ−a distanciado
del gobierno (recordemos que sólo votó la ley para alejar de sÃ− las sospechas de colaboración con
Sanjurjo), y se está aproximando a la derecha, con sus 90 escaños (partido importante dentro de la
coalición)
Y, por la izquierda, el Partido Socialista se sentÃ−a directamente perjudicado ante la UGT del descrédito
del gobierno entre la masa obrera y campesina. Se sienten directamente acusados por la prensa de izquierdas
de los sucesos de Casas Viejas, como cómplices de la masacre. Y a la vez ven cómo cuestiones básicas de
la polÃ−tica social del régimen se estrellan ante el egoÃ−smo de la oligarquÃ−a española.
El reformismo moderado español se enfrenta a la vez contra:
• El radicalismo revolucionario del movimiento obrero y campesino, que no quiere reformas lentas,
progresivas, legalistas... sino inmediatas.
• La oligarquÃ−a española y su resistencia a ceder una parte de sus privilegios, no todo su poder
siquiera.
Por ello, el Partido Socialista llegó al convencimiento, alentado por el mensaje de Araquistain de que la
polÃ−tica demócrata y burguesa conduce sólo al fascismo, de que era mejor tender algo más hacia
posiciones más alejadas del espÃ−ritu reformista de la Segunda República Española. Y, sin abandonar en
ningún momento la coalición, cada vez es más escéptico sobre el éxito de esa polÃ−tica reformista.
Esto es muy importante para entender las condiciones en las que la izquierda se presenta a las elecciones
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anticipadas de Noviembre de 1933. Azaña ha perdido la mayorÃ−a y la ruptura de la coalición hace
imposible la formación de un gobierno estable, que tenÃ−a que contar al menos con el apoyo del Partido
Radical o del Partido Socialista. Pero ahora nadie apoyaba a una República dirigida por Azaña.
La izquierda pierde las elecciones de Noviembre de 1933, habiéndose presentado dividida. El Partido
Socialista se niega a formar coalición electoral con los republicanos burgueses de izquierdas, y pasa a tener
con aproximadamente los mismos votos sólo 61 escaños, frente a los 116 de las elecciones de 1931 cuando
se presentó en coalición. La izquierda en general, al ir dividida al sistema electoral, paralizó a este sector
de la polÃ−tica y dio un espectacular triunfo a la derecha (Azaña pasó de tener 26 escaños a 5) Algunos
piensan que influyó bastante el voto de las mujeres (primera vez que votan en unas elecciones generales en
España), que se supone votaron la mayorÃ−a a la derecha.
Bienio negro.
Comienza una etapa polÃ−tica llena de incertidumbre. ¿Cómo iban a gestionar su victoria unas fuerzas
polÃ−ticas tan distintas como la CEDA (115 escaños) y el Partido Radical (102 escaños), y a la vez tan
contrarias a la Constitución y a la República? Aunque era evidente que habÃ−a una gran mayorÃ−a de
centro derechas, no habÃ−a ningún partido con mayorÃ−a absoluta y que pudiera gobernar en solitario. La
CEDA tenÃ−a que formar coalición y lo más “fácil” era que la hiciera con el Partido Radical, porque si
no habrÃ−a necesitado a muchos partidos pequeños para tener mayorÃ−a. Pero entonces gobernarÃ−an
juntos el partido republicano anticlerical más fuerte de la última década (habÃ−a votado además la
Constitución) y un partido católico y antirrepublicano. ¿SerÃ−a esto posible?
Las elecciones de Noviembre de 1933 dejaron claro que la experiencia reformista del primer bienio era
rechazada por una parte significativa del electorado. Que el bloque repulicano-socialista, que habÃ−a
empezado unido, se habÃ−a roto. Y que la siguiente etapa de la polÃ−tica española pasaba necesariamente
por alguna fórmula de gobierno de derechas. Pero aunque la CEDA tuvo mayorÃ−a, no podÃ−a formar
gobierno sola.- AsÃ− que las elecciones resuelven algunas dudas pero también crean otras nuevas:
¿Cómo formar gobierno con esas cortes? ¿Cómo aunar a la CEDA y al Partido Radical con sus
respectivas ideologÃ−as? Y con la cuestión de fondo (que sirve para explicar la inestabilidad del régimen
en este tiempo y la reticencia de Alcalá-Zamora par dar el gobierno a la CEDA) de que un partido
antirrepublicano se encargue desde el gobierno de gestionar el régimen republicano. A pesar de que la
CEDA no se cansaba de repetir que no representaba ninguna forma de gobierno establecida, que era un
partido de derechas pero no monárquico, ni republicano, ni nada.
Este nuevo bienio se divide en dos etapas:
• Noviembre de 1933 - Octubre de 1934.
Etapa de inestabilidad crónica. Desmantela las reformas más progresistas del primer bienio y busca una
fórmula que permita a los dos grandes partidos triunfantes gobernar sin provocar una crisis institucional. Si
Alcalá-Zamora encarga el gobierno a la CEDA puede venir una sublevación de la izquierda, incluso con el
mero hecho de que la CEDA participe en un gobierno presidido por otro partido. AsÃ− que la fórmula de
gobierno de esta primera etapa consiste en un gobierno republicano con mayorÃ−a del Partido Radical y de
otros polÃ−ticos republicanos (pequeños o unipersonales) con el apoyo parlamentario de la CEDA.
La CEDA no participa ni preside el gobierno, pero tiene el poder que le otorga disponer de la mayorÃ−a
parlamentaria. Sin su apoyo, ninguna medida legislativa podÃ−a salir adelante. AsÃ− pues, el Partido Radical
tiene que pactar en todo con la CEDA.
Es una fórmula de gobierno muy inestable, porque el sector más duro (casi fascista) de la CEDA le pide a
Gil Robles que salga de esa ambigüedad e imponga la polÃ−tica de la CEDA (antirrepublicana,
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antidemocrática, contraria a la Constitución...)
El sector mayoritario de la derecha española no creÃ−a en la democracia, y en la extrema izquierda
empezaba a pasar otro tanto. AsÃ− que la República estaba en manos de gente que no creÃ−a en ella.
La Segunda República es un sistema de doble confianza: el Parlamento y Alcalá-Zamora. Y los gobierno
en este sistema se forman y caen a veces por presiones parlamentarias y a veces por presiones del presidente
de la República, que es quien, en este caso, se opone a la entrada de la CEDA en el gobierno.
En estas condiciones se forma un nuevo gobierno en el que la CEDA va a empezar a contar con cuatro
carteras, porque Gil Robles, viéndose presionado por el sector más duro de su partido, hace uso de su
mayorÃ−a parlamentaria y obliga a Alcalá-Zamora en Octubre de 1934 a que le deje participar en el
gobierno.
Es este el momento que la izquierda venÃ−a esperando para lanzar una gran ofensiva en forma de huelga
general contra la derecha gobernante, y asÃ− se desencadena la Revolución de Octubre, que es tanto como
decir la Revolución de Asturias porque, aunque se convocó en toda España con motivos distintos (la
izquierda moderada pretende rescatar a la República de una polÃ−tica antirrepublicana mientras que la
izquierda obrera quiere desencadenar una revolución social. No se lucha contra la República sino para
librar a esta de la República burguesa) sólo triunfó en Cataluña y en Asturias. Y en Cataluña fue una
revolución muy especial, porque su objetivo era más bien una rebelión institucional promovida por la
Generalitat de Cataluña, que arrastraba un pleito constitucional con los gobiernos anteriores a propósito de
la ley de cultivos, aprobada por el gobierno de Cataluña y rechazada por el gobierno central. Este pleito fue
una llamada a la salida de la legalidad de la Generalitat.
La huelga general, como ya he dicho, fracasa en toda España y, salvando el caso Catalán que es muy
peculiar (duró escasamente 24 horas y fracasó por la lealtad del ejército al gobierno español que, sin
apenas derramamiento de sangre aplastó la rebelión y también fue culpa de la pasividad de la CNT, que
no ayudó en nada a la huelga. Es curioso que el general Batet, que dirigió al ejército en Cataluña para
defender a la República, fue fusilado al principio de la Guerra Civil por no querer unirse a los insurgentes),
sólo triunfa en Asturias, donde se vivieron 15 dÃ−as de ensayo de guerra civil, que acabó con al
intervención del ejército y una represión brutal posterior.
La Revolución de Asturias dio lugar a un debate interminable sobre la legitimidad o ilegitimidad de la
izquierda para desencadenar una revolución de esa naturaleza contra un gobierno legÃ−timo
democráticamente. Ante esto, surgieron dos posturas:
• Algunos creÃ−an que la izquierda, al sublevarse contra un gobierno legÃ−timo, quedó
deslegitimada polÃ−ticamente.
• Otros opinaban que la Revolución de Octubre fue un movimiento de defensa frente a los enemigos
internos de la República. El argumento histórico era que el nazismo y el fascismo italiano
también habÃ−an llegado democráticamente al poder y que luego se volvieron totalmente
antidemocráticos, y que los sublevados sólo pretendÃ−an defender a España de eso.
• Octubre de 1934 - Febrero de 1936.
La represión contra la izquierda contó con episodios espeluznantes: 30000 presos polÃ−ticos, práctica
sistemática de la tortura y ejecuciones sumarias de algunos de los supuestos responsables de la Revolución
de Asturias. La actuación posterior del gobierno radical-cedista, totalmente contrario al espÃ−ritu de la
República, dio con todo esto la razón a los que se habÃ−an sublevado en Octubre acusándoles de
fascistas.
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Pero la represión se volvió contra el gobierno porque provocó nuevas inestabilidades. Se les fue la mano
en la represión, lo que provocó graves divisiones internas en la mayorÃ−a gobernante: la CEDA querÃ−a
una represión más dura que el Partido Radical y que Alcalá-Zamora. Y esta dureza tuvo un doble efecto
de rebote:
• Consiguió reconstruir la unidad de la izquierda, que meses después se presentó a las elecciones
unidas como la coalición del Frente Popular, cosa imposible unos meses antes.
• Resucitó polÃ−ticamente a Azaña, que en las elecciones de Noviembre de 1933 parecÃ−a
polÃ−ticamente acabado. Y Azaña se convirtió asÃ− en el principal sÃ−mbolo de la represión
contra las izquierdas al ser injustamente arrestado como responsable de la revolución. AsÃ− se
convirtió en sÃ−mbolo de toda la izquierda española y la expresión más dura de la represión
del gobierno. Y esto parecÃ−a aún más difÃ−cil de lograr que lo anterior antes de Octubre de
1934.
Esto llevó a Azaña a convocar en Comillas (cerca de Madrid) un mitin al que acudieron más de 500000
personas. Estos fueron los efectos de la represión radical-cedista, totalmente opuestos a los esperados por
ellos.
Junto a esto, los gobiernos (en esta época los gobiernos se suceden rápidamente) van a intensificar a partir
de Octubre de 1934 el poder de la CEDA como si la izquierda no existiera. Y este fue el gran error de las
derechas (como lo habÃ−a sido antes de las izquierdas) En estas condiciones, los gobiernos que se forman en
esta etapa ponen en marcha una intensa polÃ−tica de contrarreformas de todo lo que se habÃ−a hecho en el
primer bienio (polÃ−tica militar, social, educativa, religiosa, agraria...)
La CEDA designó como Ministro de Agricultura (encargado de solucionar el problema agrario, quitando la
reforma y aplicando sus propias soluciones) a un polÃ−tico católico que creÃ−a en los principios
reformistas del catolicismo, en el espÃ−ritu social de los evangelios y que quiso mejorar las condiciones de
vida de los campesinos: Manuel Jiménez Fernández.
La respuesta de la derecha, de los terratenientes y de la prensa conservadora no se hizo esperar: Jiménez
Fernández incitaba a los débiles contra los fuertes, cuando deberÃ−a acercarles. Todo el sentido social del
cristianismo debÃ−a ser (según ellos) enseñar a los ricos a ser misericordiosos y a los pobres a ser
resignados. El ABC inició una campaña muy dura contra él, porque difamaba y manchaba la imagen de
la CEDA además de colaborar encubiertamente con la izquierda republicana (muchos años después se
convertirÃ−a en profesor de Felipe González)
Pero la postura de Jiménez Fernández fue muy poco habitual entre la derecha católica (casi fue fusilado
incluso por un falangista a principios de la guerra) El conde de Romanones (uno de los principales
terratenientes de la época) apoyó la polÃ−tica reformista de Jiménez Fernández: el propietario
debÃ−a sacrificarse por el bien de España y por el de los mismos propietarios (si es que querÃ−an evitar
una revolución social) Pero este era el sentir, desgraciadamente, de un sector muy minoritario de la derecha
española. Y a la mayorÃ−a le salió bien porque tras la Guerra Civil Española recuperó todas sus tierras.
Por todos estos motivos, por el rechazo que causaba el gobierno a la izquierda y por los escándalos del
gobierno radical-cedista, hubo que adelantar las elecciones.
¿Qué escándalos fueron estos? Acabaron con Lerroux y con su Partido. El primero fue el del Straperlo:
se intentó introducir un nuevo juego de la ruleta en España y, cuando se prohibió, salió a la luz que un
sobrino de Lerroux estaba directamente implicado con el asunto. El segundo, fue el escándalo Nombela.
La coalición radical-cedista ya se habÃ−a hecho imposible. Además, en este momento la CEDA ya estaba
segura de que podrÃ−a gobernar sin contar con el Partido Radical. Y que si adelantaba las elecciones
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tendrÃ−a una mayorÃ−a absoluta. Por eso las convocó para febrero de 1936.
La CEDA se presentó como unión de todas las derechas. El Partido Radical desaparece y la izquierda se
presenta como el Frente Popular (coalición de izquierdas desde los más moderados hasta el PC) Su
programa mÃ−nimo se basa en tres puntos, que resultan suficientes para ganar las elecciones:
• AmnistÃ−a para los presos polÃ−ticos de la Revolución de Octubre (ganó los votos de anarquistas
y socialistas)
• Reestablecimiento del estatuto catalán y de la Generalitat (ganó el voto de los catalanistas)
• Reforma agraria.
AsÃ−, el Frente Popular consiguió la mayorÃ−a en 1936, con estrecha diferencia en el número de votos
pero aplastante en el número de escaños. El Partido Radical sólo obtuvo cuatro escaños y se escindió
en el partido de Lerroux y el de MartÃ−nez Barrios, que se unió al Frente Popular.
à poca del Frente Popular.
Las elecciones de Febrero de 1936 las ganó una coalición de izquierdas llamadas Frente Popular, que
reunÃ−a desde el ala más moderada y centrista de las izquierdas (Unión Republicana, partido de
MartÃ−nez Barrios escindido del Partido Radical de Lerroux) hasta diversas organizaciones obreras (Partido
Comunista, aún pequeño; POUM, partido trotskista dirigido por Andreu Nin, asesinado por los comunistas
en la guerra civil; Partido Socialista, que dio un giro bolchevique dominados por Largo Caballero...)
Probablemente en este momento el Partido Socialista se sitúa más a la izquierda que el propio Partido
Comunista.
En estas elecciones aparecen nuevos partidos, desaparecen otros con mucha historia (Ej: Partido Radical) y en
esta situación, Partido Socialista y Partido Comunista intercambian sus papeles:
• El Partido Comunista se modera mucho para facilitar el Frente Popular. La lucha contra el fascismo es
el objetivo prioritario, por el que no importa colaborar con una República burguesa. Es una postura
conciliadora por la que suscribe el pacto del Frente Popular.
• Partido Socialista y UGT, empujados por el sector mayoritario (caballeristas) culminan su proceso de
radicalización, bolchevización... que empezó a finales de 1933, en los últimos meses del bienio
reformista.
¿Por qué, si la mayorÃ−a del partido se ha decantado por la revolución social contra la República, el
Partido Socialista se ha incluido en el Frente Popular con los partidos republicanos moderados? Es un
contrasentido que se entiende igual que el que los anarquistas, a pesar de su rechazo a la república, votaron a
favor del Frente Popular. Porque su programa tenÃ−a mucho gancho en toda la izquierda, sobre todo entre los
obreros combativos, vÃ−ctimas de la represión de la Revolución de Octubre. Entre los presos polÃ−ticos
habÃ−a muchos socialistas y anarquistas, y el objetivo era sacar a los presos de la cárcel, eso estaba por
encima de todo.
Con este programa (amnistÃ−a para los presos, restitución de la Generalitat y reforma agraria) el Frente
Popular, en unas elecciones muy ajustadas en votos se tradujo en una mayorÃ−a aplastante en el Parlamento.
En cuanto se supieron los resultados se plantearon nuevos problemas:
• ¿AceptarÃ−a la derecha esas elecciones y sus resultados? Franco y otros militares hicieron desde
antes de las elecciones gestiones ante el gobierno interino y su presidente, Portela Valladares, para
que diera un golpe de estado que impidiera la formación de esas cortes. Este intento fracasó por el
momento, pero a partir de ese momento, la derecha daba por fracasada la vÃ−a electoral para
conseguir el poder y se lanzaba abiertamente a la conspiración, hecho que llevaba creciendo desde la
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proclamación de la República.
• Muchos creÃ−an que las elecciones serÃ−an las últimas, derivando de ellas una dictadura de
izquierdas o de derechas.
• Gil Robles sale aplastado de las elecciones con sólo 88 diputados. La vÃ−a electoral y legal se da
por cerrada a toda la derecha (polÃ−ticos, periodistas, financieros...) y todos ellos se lanzan a la
conspiración.
• ¿TenÃ−a el programa del Frente Popular consistencia suficiente para llenar un programa de
gobierno? De las tres cosas que planteaba dos se cumplieron inmediatamente, antes incluso de que el
nuevo gobierno llegara a formarse: la amnistÃ−a y la Generalitat. Y lo que era una gran victoria para
la izquierda quedó asÃ− fuera de la realidad del nuevo gobierno, como si no lo hubieran conseguido
ellos. Quedaba la reforma agraria, que era un cambio lento y complejo que se impuso desde abajo en
la práctica con la ocupación de tierras por los campesinos en las provincias latifundistas. Todo fue
por delante de la acción del gobierno. Y en ese sentido, el programa de coalición prácticamente ya
se habÃ−a cumplido cuando tomó posesión de su cargo el nuevo gobierno. ¿Qué podÃ−a
proponer ahora el gobierno en lo que todas sus facciones estuvieran de acuerdo?
• HabÃ−a una cuestión pendiente: ¿Cómo se formaba un gobierno de coalición? El Partido
Socialista tenÃ−a 99 escaños, la Izquierda Republicana, 87; la Unión republicana, 39, la Ezquerra
Republicana, 36 y el Partido Comunista, 17.
El Partido Socialista estaba en mayorÃ−a, pero a más de 100 escaños de la mayorÃ−a absoluta. AsÃ− que
tenÃ−a que seguir habiendo una coalición para que en España hubiera gobierno. Teóricamente, la base
social y parlamentaria de nuevo gobierno tenÃ−a que ser el Partido Socialista, no sólo por tener más
número de escaños que ningún otro partido, sino también porque era el que tenÃ−a el control sobre las
masas obreras (PSOE y UGT)
Pero el gobierno fue republicano finalmente sin participación socialista. Da la sensación de que los
republicanos se quedaron un poder que no les pertenecÃ−a, pero fueron los socialistas los que no querÃ−a
participar en este gobierno. El presidente de gobierno fue Azaña, que simbolizaba el triunfo de las
izquierdas.
¿Por qué un gobierno sólo republicano? Porque habrÃ−a sido casi una provocación a la derecha un
gobierno comunista (demasiado fuerte) pero sobre todo porque era una república burguesa y los socialistas
no querÃ−an volver a gobernar con los burgueses. Por eso, el nuevo presidente del gobierno tenÃ−a que ser
de coalición pero no representar a un partido que no quisiera gobernar con los republicanos y que no
considerase esa “su república”.
Esta situación tan paradójica es muy parecida a la del principio del Bienio Negro con la CEDA con
mayorÃ−a pero sin formar gobierno. El Partido Socialista le da sus votos a Azaña (no quieren ser
impopulares por impedir un gobierno republicano ni tampoco por no formar parte del Frente Popular) Pero
Largo Caballero no quiere saber nada de la república burguesa ni de los republicanos. Tampoco los
republicanos quieren un gobierno revolucionario, asÃ− que la única solución para que la república
sobreviva en un gobierno presidido por socialistas serÃ−a Prieto. ¿Por qué no se hizo esto?
Prieto era una minorÃ−a en el Partido Socialista. Incluso Araquistain (cabeza pensante del partido), en 1934,
piensa que ya es demasiado tarde para la república y para la reconciliación entre los partidos del Frente
Popular. No hay un término medio: Azaña no puede ser la concordia entre los más revolucionarios y los
más conservadores porque estos son términos incompatibles y antagónicos. En 1936, llega a decir que es
necesaria una Guerra Civil para solucionar ese ambiente tan ambiguo.
La gran encrucijada que marcó el destino de España hacia la guerra o hacia la paz fue Mayo de 1936. La
izquierda, con mayorÃ−a en las cortes, pone en marcha una maniobra muy controvertida y probablemente
ilegal para quitarle la presidencia de la República a Alcalá-Zamora (toda la izquierda le odiaba por su
50
trayectoria durante el Bienio Negro y porque no quiso disolver sus cortes) Paradójicamente, ahora se alegó
que habÃ−a disuelto esas cortes ilegalmente y que también eran fallidas las elecciones que llevaron al
Frente Popular al poder. Alcalá-Zamora fue destituido por una gran mayorÃ−a en las Cortes y ahora se
planteaba el problema de quién iba a ser el nuevo presidente de la República; sólo podÃ−a ser Azaña.
¿Y quién serÃ−a entonces el nuevo presidente del gobierno y de qué tipo serÃ−a ese gobierno? Lo
evidente era que el nuevo presidente fuera Prieto.
El grupo caballerista querÃ−a eliminar a Azaña de toda posición gubernamental ejecutiva, y querÃ−a
librarse también de Prieto. AsÃ− no habrÃ−a quién pudiera detener a las masas. La maniobra consistió
en empujar a Azaña a la presidencia de la República y en vetar la candidatura de Prieto a presidente del
gobierno por parte de su propio partido, pues era lógico que él serÃ−a el designado por Azaña par
sucederle. Y esto sabiendo que Prieto no estarÃ−a dispuesto a romper con su partido para ser presidente, asÃ−
que aceptó el veto y dejó correr el turno, que llegó al más incapaz de semejante cometido en estas
circunstancias: Casares Quiroga.
Este gallego tenÃ−a en su contra varias circunstancias:
• Era un republicano sin control sobre la masa obrera.
• Estaba enfermo de tuberculosis.
• Fue ministro de la Gobernación y fue quién aplastó el golpe de estado de Sanjurjo de 1932, por
lo que creyó que la sublevación militar del '36 podrÃ−a ser aplastada de la misma manera.
Sobreestimando sus fuerzas, dejó que la insurrección madurara lo suficiente para darle el golpe
definitivo cuando él lo considerara necesario y asÃ− erradicar para siempre el peligro de una
sublevación militar. Jugó con fuego y se quemó.
El 18/Julio/1936 hubo una sublevación militar en toda España, tras el asesinato del nuevo dirigente de las
derechas (Gil Robles habÃ−a caÃ−do en desgracia tras las elecciones): Calvo Sotelo. El pronunciamiento
comenzó en el Norte de Ófrica y pronto se extendió por toda la penÃ−nsula, provocando la Guerra Civil
Española.
LA GUERRA CIVIL ESPAÃ OLA.
Observaciones generales.
España iba a su propio ritmo interno respecto a los acontecimientos históricos de Europa. Esto se invierte
en 1936, porque se convierte en un ensayo de la Segunda Guerra Mundial (democracia + comunismo vs.
Fascismo) de ahÃ− el carácter universal de la Guerra Civil Española y la implicación de paÃ−ses
extranjeros en nuestra guerra con armas y tropas.
La segunda consideración es que la Guerra Civil es uno de los fenómenos recurrentes de la historia
contemporánea. Muchos extranjeros viajaban a España para conocer un paÃ−s en guerra que se mataba
por ideales que no comprendÃ−an. A partir de esto surge el denominado cainismo.
Una tercera consideración es que la Guerra Civil es consecuencia del fracaso de la sublevación del '36, y
que no se planea desde el principio como una guerra.
La última consideración es que la larga duración de la Guerra Civil Española (18-07-1936 a 1-4-1939)
es un término engañoso, porque se puede decir que la suerte de la guerra estaba echada desde finales del
'36 en contra de los intereses de la República. Hay que preguntarse si Franco no dilató el final de la guerra
en vez de intentar acabar lo más rápido posible y obtener la victoria en el menos tiempo. Con el pretexto de
la guerra lo que se pretendÃ−a era acabar con todos los vestigios de oposición que pudieran aparecer luego.
51
El pronunciamiento.
La sublevación empieza en Marruecos (tarde del 17 julio de 1936) y se extiende luego a las islas Canarias y
al conjunto del territorio peninsular. Hasta el 19-20 julio la fase golpista (la sublevación propiamente dicha)
no queda totalmente establecida.
La forma en que se decide la partición de España (las dos Españas) depende de factores hasta cierto
punto previsibles (ideologÃ−as predominantes en cada territorio) y depende en cierto modo también de la
casualidad (militares de izquierdas se unÃ−an a la sublevación y viceversa, por motivos de carácter
humano. Ej: En el Ferrol estaba la base de marina más importante después de la de Cartagena. Y allÃ− la
sublevación no se decidió hasta bastantes dÃ−as después, hasta que dos almirantes se jugaron el bando al
que pertenecer a suertes, con pistolas)
Queipo de Llano (que en diciembre de 1930 se sublevó contra la monarquÃ−a) se movió por Sevilla para
convencer a la población de que apoyara la sublevación. La incorporación del Sur al bando sublevado
decidió la suerte de toda AndalucÃ−a occidental. El mapa de la guerra se parecÃ−a bastante al mapa
electoral de febrero de 1936. La República controlaba toda la España industrial y buena parte de la
latifundista.
A finales del verano del '36, el ejército sublevado ha asestado un golpe definitivo ya a la República por la
rapidez, superioridad militar y porque desde julio '36 - abril '39 las fuerzas republicanas no hicieron más que
perder terreno, quitando algunas excepciones. La única capital de provincia que logró recuperar la
República (y durante poco tiempo) fue Teruel.
Las tropas sublevadas llegan a Madrid a finales del verano del '36 y ya en Noviembre el gobierno de Largo
Caballero tiene que marcharse a Valencia.
A finales del '37 el ejército franquista controla toda la cornisa cantábrica. A la República le queda, no
obstante, todo el cuadrante suroriental de la penÃ−nsula, Cataluña y Madrid, aunque será por poco tiempo.
Al final de la guerra (dÃ−as después de producirse un hecho definitivo como fue la sublevación militar
del republicano Segismundo Casado en Madrid) la República controla todavÃ−a parte de AndalucÃ−a
oriental y parte de Castilla la Mancha, Valencia y Murcia.
¿Por qué se sublevó Casado siendo republicano de toda la vida? En vista de que la guerra estaba perdida
(y con el apoyo de los anarquistas, parte del ejército republicano y el sector caballerista de los socialistas)
Casado se subleva contra el bando republicano y se alÃ−a con Franco para conseguir una rendición
incondicional. Hasta tal punto fue importante la rendición de Madrid que se dio tiempo a Casado para
abandonar la ciudad.
Entonces, ¿hasta qué punto es válida la teorÃ−a de que fue Franco quien dilató el final de la guerra?
La fama que tiene Franco de hacer la guerra y de administrar el paÃ−s más tarde es fundamentalmente de
ser un hombre prudente. Lo que querÃ−a era ir despacio e ir minando poco a poco (fÃ−sica y moralmente) al
enemigo. Por eso, el profesor no cree que la intención de Franco fuera conservar la guerra aunque esto le
viniera bien para hacer una buena limpia.
Otra cuestión planteada es por qué la República perdió la guerra y por qué se podÃ−a predecir que
esto ocurrirÃ−a.
• Por la mayor eficacia y superioridad del ejército sublevado frente a las milicias republicanas que
fueron improvisadas.
• Por la mayor unidad polÃ−tica del bando sublevado. El bando republicano seguÃ−a dividido
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internamente en diversas ideologÃ−as (anarquistas, socialistas...) De ahÃ− que se produjeran al
menos dos enfrentamientos armados entre republicanos: Mayor de 1937 en Barcelona contra los
anarquistas y el POUM (contra comunistas y fuerzas de la Generalitat) y la sublevación de Casado
en 1937.
• La ayuda internacional (Italia fascista y Alemania nazi)que se prestó a Franco fue mucho mayor (y
más barata) que la que sólo Rusia (y en cierta medida México dentro de sus posibilidades)
prestó a la República.
EL FRANQUISMO.
La historia tiene una parte cuantificable y otra subjetiva, que corresponde al factor más humano. En este
momento hay un sentimiento de dolor por la guerra, por el franquismo y por la represión que éste
conllevó. Franco supuso una ruptura en la historia de España.
Hasta 1936, la historia contemporánea de España es continua aunque con altibajos. Tiene una apariencia
convulsa, dramática incluso, pero construyó más o menos una sociedad moderna, liberal, plural... y esto
es evidente hasta 1936. Y es este proceso el que se rompe con la Guerra Civil Española y con Franco. Y no
sólo por la desaparición fÃ−sica (muerte, exilio...) del sector clave para el desarrollo de la sociedad
española, sino también porque el régimen de Franco tuvo como objetivo acabar con todo eso.
Esto tiene una dimensión cuantificable, relacionada con el drama español: los desastres de la guerra:
• Número de muertos: Hay un número mÃ−tico que no se corresponde con la realidad: 1 millón de
muertos. Lo más ajustado y real está entre los 300 y 400 mil muertos durante la Guerra Civil
Española. La mitad aproximadamente murió en la retaguardia por la represión a uno y otro lado
del frente. Es una guerra completamente moderna (baja el número de vÃ−ctimas militares y aumenta
en la misma proporción el número de vÃ−ctimas civiles)
• En ambas retaguardias las vÃ−ctimas fueron mayores en determinados colectivos:
♦ España Republicana: Mayor número de vÃ−ctimas entre religiosos, militares sublevados o
cómplices y grandes propietarios.
DATOS: Durante la Guerra Civil Española murieron el 23 % de los religiosos del paÃ−s. En Cataluña,
fue el 24%. En Valencia, el 20%. En Barbastro (Huesca) el 58%; en Lérida el 66% y en Ciudad Real el
40%. La mayor o menor proporción dependÃ−a del sector de la izquierda que dominara la zona,
principalmente.
♦ España Nacionalista: Mayor número de vÃ−ctimas entre los miembros del Frente Popular,
los sindicalistas, los profesionales ligados al pensamiento a la cultura, a la enseñanza...
(profesores, periodistas...) que eran señalados como culpables de la República y de la
Guerra Civil Española. Estas profesiones estaban tradicionalmente ligadas al liberalismo (la
principal oposición de Franco) y, en general, era cierto que la mayorÃ−a de los intelectuales
españoles simpatizaban con la izquierda. Y, al hacer Franco a estas profesiones y
actividades (libertad de expresión, de prensa...) culpables de la guerra, el franquismo, al
acabar con ellas, supuso esa ruptura de la que antes hablábamos en el desarrollo de la
sociedad y la cultura española.
• Con la guerra acaba la Edad de Plata de la literatura española, que se habÃ−a desarrollado con las
generaciones del '98, del '27, del '36... La mayor parte de los intelectuales acaban siendo ejecutados
(GarcÃ−a Lorca, Miguel Hernández...), mueren por causas naturales o deben exiliarse (Alberti...) Y
ocurre lo mismo entre los periodistas, que viven la edad de Oro del periodismo español (1914-36)
AquÃ−, la historia se divide en dos:
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♦ La historia de la España oficial, que se vive en el paÃ−s.
♦ La historia de la España transterrada, periférica, en el exilio... (sobre todo en
Hispanoamérica)
Este vacÃ−o que queda con el exilio de los intelectuales se puede ver de muchos modos. Por ejemplo,
comparando las cifras de prensa de los años 30 con la de los años 40: En los 40 la máxima tirada fue de
1.5 millones de ejemplares, que supone la mitad de la tirada de prensa normal a principio de la República.
este vacÃ−o es una de las consecuencias del fin de la prensa libre. Muchos ejemplares de ese millón y medio
fueron publicados por el propio gobierno con afán propagandÃ−stico.
• En el exilio, entre esos 300000 republicanos exiliados aproximadamente, hay sobre todo intelectuales,
sindicalistas, periodistas, la base de los partidos polÃ−ticos de izquierdas... Y van a intentar desde el
exilio (en Francia o Hispanoamérica principalmente) mantener viva la llama de lo que la Segunda
República representó (democracia) y luchan por su reinstauración en circunstancias muy
difÃ−ciles, no sólo por la situación de Europa en ese momento (a las puertas de la Segunda Guerra
Mundial) sino también por la profunda división interna entre las distintas organizaciones del
Frente Popular. Es inexplicable porque en principio todos defienden los mismos valores e ideas y se
habÃ−an unido en la misma coalición. Pero sobre todo es inexplicable porque ni siquiera el
sufrimiento del destierro les hace volver a unirse. La división polÃ−tica y humana del Frente
Popular llegó hasta el exilio, e incluso muchas familias quedaron divididas por su oposición
polÃ−tica. Esto también forma parte de la tragedia de la guerra. Entre estos exiliados están las
élites culturales, polÃ−ticas, cientÃ−ficas... del paÃ−s.
• Entre 1939-45 aún se cobran muchas más vidas entre los que no pudieron escapar o los que aún
querÃ−an luchar. A finales de 1939 en España hay 270000 presos polÃ−ticos (100000 en campos
de concentración) El número de ejecuciones de la represión es muy controvertido: Ramón Salas
Larrazábal (franquista) estima unas 28000 ejecuciones polÃ−ticas entre 1939-45. La cifra más alta
es la de 200000 ejecuciones en estos seis años, que fueron los más duros de represión de la
posguerra aunque luego continuara habiendo ejecuciones. La cifra real está probablemente más
cerca de los 200000 que de los 28000.
Con la Segunda Guerra Mundial muchos tuvieron que volver a exiliarse de Francia (algunos no lo
consiguieron) Los detenidos eran enviados a Campos de concentración nazis o repatriados a España, donde
también les esperaba la cárcel o la muerte.
Ej: En Madrid aproximadamente hubo 4000 ejecuciones no reconocidas oficialmente hasta ahora. La versión
oficial decÃ−a que 4000 presos de la cárcel Modelo se escaparon la misma noche (burlando todos la
seguridad de la cárcel más importante de Madrid), fueron todos a un cementerio y allÃ− sufrieron un
ataque al corazón colectivo. La realidad fue bien distinta: el ajusticiamiento, método muy empleado en la
posguerra.
• La renta nacional de 1935 no se recuperó hasta 1951. La renta per cápita de 1935 no se recuperó
hasta 1954. El Ã−ndice de producción industrial de 1947 cayó al nivel de 1929. Los salarios de
1948 eran el 50-60% de los salarios de 1936. La población activa ocupada en la agricultura habÃ−a
caÃ−do en 1930 hasta por debajo del 45% (muestra evidente del desarrollo creciente de España),
pero volvió a subir en 1940 hasta el 50.5%. España vuelve a ser un paÃ−s agrario, campesino,
tradicional, rural... que era lo que Franco buscaba: volver a la España religiosa, atrasada...
• La cartilla de racionamiento era el medio de supervivencia básico de la población en la inmediata
posguerra (garantizaba productos de primera necesidad) y no se suprimió definitivamente hasta
mediados de los 50. Las secuelas económicas de la Guerra Civil Española y el coste social no se
pudieron superar hasta esa década. PodrÃ−a decirse que todo esto no era responsabilidad de
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Franco, sino de la guerra, pero no era asÃ− del todo.
• El plazo que se tarda en superar la Guerra Civil Española es muy superior al que tardaron varios
paÃ−ses en superar los desastres de la Segunda Guerra Mundial, cuando sus daños fueron mucho
mayores (ej: Alemania) Este paÃ−s tardó sólo tres años en volver a los parámetros de antes de
la guerra. Por tanto, es indudable que la lenta recuperación española fue anormalmente lenta y que
probablemente el régimen no hizo todo lo que podÃ−a y debÃ−a para acelerarla al máximo. El
bienestar material no era la principal prioridad de Franco, sino que lo era la “salvación espiritual del
pueblo español” (recristianización, reinstauración de las buenas costumbres, aplicación de una
sÃ−ntesis ideológica: el nacional catolicismo...) Esta ideologÃ−a que promovÃ−a el profesor
Aranguren mezcla el nacionalismo rancio, antiliberal e imperialista con un catolicismo caduco. Y
aunque esto creó ciertos problemas al régimen de Franco, sÃ− es el mejor ejemplo de lo que fue
este régimen en cuestión de retroceso de derechos y calidad humana y de vida para la sociedad
española.
• El mejor ejemplo de todo esto es la situación de la mujer: Sólo era apta para las labores del hogar y
para ayudar al jefe de la casa = hombre. No es lista, sólo puede entender lo que un hombre le dé
ya pensado. La mujer debe ser dócil, callada, sumisa... La fórmula de su vida era soportar. Es una
sociedad brutalmente jerárquica y en el último escalón se encuentran la mujer y los pobres, que
suponen la mayorÃ−a de la sociedad. Se ha impuesto una moral cristiana a los que son “inferiores” y
esta moral perdura hasta 1960 incluso.
Durante todo el franquismo se realizó un amplio culto a la personalidad de Franco (Ej: NODO, televisión
propagandÃ−stica) Se exalta su figura y esto hace de la dictadura una dictadura más personal que militar. De
este modo, se conforma una idea de España que se transmite a la gente y que supone una vuelta a la
identificación no anterior a la de la República, sino de la de las revoluciones liberales. El franquismo es
más un proyecto imperialista que fascista. Es un proyecto imposible pero con apoyo. Mucha gente querÃ−a
recuperar la idea de la España del Antiguo Régimen, con unas cortes parecidas, con procuradores, no
diputados...
Esta es una quimera en la que confluyen dos principios:
• Por un lado, la ideologÃ−a falangista: Nacionalismo, estatalismo, secularización incluso...)
• Por otro lado, el componente religioso.
Mientras la Falange cree que la Iglesia debe estar subordinada al estado, la sección religiosa opina lo
contrario, por lo que chocan continuamente. La vuelta a lo anterior en España mezcla lo imperialista con lo
católico. Ej: La música del NODO, que es el sÃ−mbolo más repetido y casi más conocido, y que
identifica más al régimen que el propio himno español o que el himno de la Falange.
El régimen de Franco, a pesar de su vocación inmovilista, fue evolucionando con la realidad nacional e
internacional, que no podÃ−a controlar a pesar de su supuesto autoritarismo.
Franco tuvo, evidentemente, un papel fundamental, ya que querÃ−a construir el mito del hombre que habÃ−a
salvado a España del comunismo dentro de un estado muy personalista: ese hombre era él mismo. Pero
“vivÃ−a en otro mundo”, ya que estaba seguro de que las excolonias pedirÃ−an volver a la soberanÃ−a
española. Esto provocó continuas fricciones entre los delirios de Franco y del régimen y la realidad
(más o menos controlada por la propaganda) Pero es también de este modo como se explica la
prolongación de un régimen tan largo. Al final de su vida acaba claudicando y dándose cuenta de que
muchas de las cosas que querÃ−a restaurar eran ya imposibles (Ej: Inquisición) à l no era un rey absoluto a
pesar de lo personal de su dictadura.
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Y es que en la revolución militar que dio lugar a la Guerra Civil Española habÃ−a muy diferentes sustratos
que acabaron por chocar (militares, alfonsinos, tradicionalistas, cedistas, lerruxianos...) Algunos de estos
grupos fueron fusionados desde arriba formando El Partido. La fusión fue forzada, pero cada parte siguió
manteniendo sus diferentes opiniones sobre el régimen. El resultado fue el Nacional-Catolicismo, unión
del populismo y el estatalismo de la Falange y del componente religioso, como ya hemos dicho)
Era imposible resolver las contradicciones que existÃ−an entre estas ideologÃ−as, y el hombre que habÃ−a
apoyado la fusión (Pedro Segura) opinaba que Franco estaba usurpando un poder que no le correspondÃ−a.
Segura, hombre fiel al Antiguo Régimen, opinaba que ese poder correspondÃ−a únicamente al rey, tan
enfrentado con el Caudillo.
A la vez, comienza una campaña de propaganda que quiere contribuir a dar la falsa idea de una estable
unidad entre las dos principales familias del franquismo (Falange y Católicos) a la vez que exalta a Franco.
Se funden las tendencias prácticamente sin oposición, pero existen muchas tensiones en el reparto de poder
entre los falangistas y los católicos, lo que da lugar a diferentes hechos (Ej: Se prohÃ−be al periódico
católico El Debate publicar nada durante el franquismo) La prensa católica resulta la peor parada en estas
tensiones.
Pero, ¿quién era realmente Franco? Un militar africanista muy joven, nada escrupuloso con el poder civil.
Ostentaba un poder autónomo, representando a esa facción del ejército.
PretendÃ−a dar unas ideas imperialistas al ejército, darle legitimidad propia, autonomÃ−a. Tiene una
concepción mÃ−stica de la vida, la muerte y la guerra. Era el hombre que mejor encarnaba la idea del
ejército africanista y de España, y esta presunción la aplicó también a su gobierno (era el que mejor
podÃ−a dirigir el paÃ−s) Se erigió, por tanto, en Jefe de Estado (y no en Jefe de gobierno como habrÃ−a
sido lógico)
La forma en que aplicaba su poder absoluto era la misma que aplicaba en el ejército: la crueldad de la
disciplina. La obediencia era lo fundamental, el orden absoluto. Se atribuÃ−a a sÃ− mismo las principales
cualidades de un dictador. Bien es cierto que, en ocasiones, no cumplió con sus deseos, pero actuó
acertadamente para la continuidad del régimen. Era un hombre con suerte, que desconfiaba de todo el
mundo pero al que el destino supo satisfacer. Paciente, sabÃ−a el sentido del tiempo y, aunque aguantar
ganaba muchos adversarios, el objetivo de su régimen era perpetuarse. El hombre curtido en las trincheras
africanas siempre sabÃ−a esperar y esto es algo que Franco aplicó a rajatabla. Hacer sufrir lentamente al
enemigo era su medio para ganar, como habÃ−a hecho antes en la (según él) mejor etapa de su vida: la
época de las guerras coloniales.
El 1 octubre era el dÃ−a del caudillo, dÃ−a en que fue nombrado como tal. La prensa debÃ−a superar cada
año los elogios dedicados en el año anterior a Franco.
¿Cómo repartió Franco el poder entre las “familias polÃ−ticas” del franquismo? En el régimen de
Franco no desapareció del todo la pertenencia a grupos de origen que, aunque se fusionaron en el Partido
à nico, mantuvieron cierta fidelidad a sus ideas originales.
Por eso, los gobiernos de Franco parecen de alguna forma gobiernos de coalición. Se intenta llegar a un
equilibrio de poder entre las familias del franquismo. Y este reparto de poder responde a una cierta lógica
entre los grupos de poder y sus áreas de influencia. Las identidades no son excluyentes, se puede pertenecer
a más de una a la vez.
• Tradicionalistas: Son los herederos del carlismo. Controlan el Ministerio de Justicia y la Presidencia
de las Cortes (las monopolizan) Esto se explica porque las cortes del régimen de Franco, que
existÃ−an sólo para institucionalizar el estado, no tienen nada que ver con las cortes liberales. Son
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unas cortes preliberales, a partir del modelo de las antiguas cortes estamentales del Absolutismo. Sus
miembros se llaman procuradores, con reminiscencias históricas, y se devalúa su papel (no
representan a los ciudadanos, sino a la democracia orgánica por la que el pueblo queda representado
por tres órganos tradicionales - la familia, los sindicatos y el municipio - de forma indirecta, y son
estos órganos los que eligen a los representantes) El franquismo rechazó incluso términos como
Constitución y diputados, que consideraba resultado del liberalismo.
Y, como el tradicionalismo era el que tenÃ−a el discurso polÃ−tico más elaborado (tiene más de un siglo
de historia) y es el principal heredero del viejo discurso polÃ−tico del catolicismo español, es el que mejor
puede representar en el estado franquista a la monarquÃ−a formalmente existente en España.
¿Y por qué la cartera de Justicia? ¿Fue el franquismo un estado de derecho? Existe la creencia de que, al
final del régimen, sÃ− lo fue, porque la población estaba sometida a una ley superior, llamada en
ocasiones Fueros. Que si bien no era una ley llamada Constitución y no era progresista ni liberal, fue porque
se trataba de un régimen absoluto.
Y si existÃ−a una mÃ−nima posibilidad de hacer del régimen un estado de derecho es gracias a los
tradicionalistas, según quienes los propios reyes estaban sometidos también a las leyes de la monarquÃ−a.
Y esto es lo que va a rescatar el régimen de la ideologÃ−a tradicionalista. El Ministerio de Justicia es quien
debe velar por la justicia en este peculiar estado de derecho.
Los tradicionalistas también desempeñaron alguna vez el Ministerio de Agricultura, ya que la apelación
a la España rural es tÃ−pica de su discurso. Se produce una ruralización mental, económica y
demográfica de España (al menos hasta 1940) Se enlaza con la España tradicional, eterna... que es parte
de la ideologÃ−a tradicionalista. Y esta unión también viene por la sociologÃ−a del tradicionalismo: se
remite al poder rural, a la aristocracia terrateniente con un gran peso en el movimiento.
• Falangistas: Ministerio de la Gobernación (no lo monopolizan, también lo ocupa el Ejército) Es
el ministerio del aparato represivo del régimen.
Lo que sÃ− monopolizaron fue el Ministerio de Trabajo, del que surgen algunas reformas sociales (Ej: Fuero
del Trabajo en 1938) de carácter paternalista. Destaca José Antonio Girón de Velasco, que ayudó con
sus reformas a construir la fachada sindicalista del régimen.
También ocuparon algún otro ministerio social (Industria, obras públicas, vivienda, agricultura...) pero
sin monopolizarlo.
Hay además un ministerio propio de la Falange: la secretarÃ−a general del movimiento. Es la secretarÃ−a
del Partido à nico, y es importante por dos motivos:
• Controla, en disputa con el Ministerio de Educación, el aparato propagandÃ−stico del régimen
(censura, NODO, EFE, Radio Nacional...)
• La SecretarÃ−a General también controla al partido de masas, con todo lo que esto supone
(simbólica y presupuestariamente, por la presencia en la vida española...) Sobre todo es importante
desde el punto de vista clientelar (controla los medios de comunicación, los sindicatos, muchos
trabajos...)
¿Qué es la Falange en el franquismo? Hasta 1936 habÃ−a sido un corpúsculo polÃ−tico de obreros,
estudiantes y señoritos. A partir de febrero de 1936 empezó a crecer de forma notable. Y empieza a
convertirse en un partido aluvión, al que la gente se afilia en masas. Y, con la guerra, la afiliación aumenta
aún más. Algunos se afilian para obtener un carnet que les salve la vida (motivo que también impulsaba
a muchos afiliados de la CNT) Y la Falange también se pareció al Partido Comunista en que vivió el
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mismo tipo de desarrollo. ¿Por qué?
• Porque ambos son partidos muy disciplinados y unidos, totalitarios.
• Por las privilegiadas conexiones exteriores, fundamentales para obtener la ayuda exterior. El Partido
Comunista se relacionaba con la URSS, y la Falange, con Italia y Alemania.
Pero la Falange es muy distinta durante el franquismo a la que dirigió Primo de Rivera. Por eso aparecieron
diferentes familias dentro de la familia: las camisas viejas (falangistas de antes de la guerra) y las camisas
nuevas (afiliados después de la guerra) Por ejemplo, Serrano Súñer era miembro de la CEDA y se
afilió durante la guerra a la Falange. Y son estos nuevos miembros los que más poder llegan a alcanzar.
• Monárquicos: Existen distintas tendencias dentro de este grupo. Son los partidarios de Alfonso XIII
y, a su muerte, de don Juan. Monopolizan el Ministerio de Asuntos Exteriores (antiguo Ministerio de
Estado, que cambia de nombre en 1939) ¿Por qué? Franco no es ni rey ni regente, y España es
aliada del eje hasta 1945, siendo incluso expulsada de la Comunidad Internacional. Y con la Segunda
Guerra Mundial debe volver como sea a la Comunidad si quiere sobrevivir. Y la imagen de España
era mejor si provenÃ−a de un ministerio monárquico que de uno falangista. Después de todo, la
monarquÃ−a era un régimen aceptado en Europa. Es una cuestión únicamente de imagen, de
respetabilidad... para no ofrecer rechazo. Porque además los monárquicos poseen conocimientos de
idiomas, contactos, formas cosmopolitas... Y esto facilita la reinserción. El cuerpo diplomático
tradicional es el mundo aristocrático, que es el más afiliado al grupo monárquico.
• Católicos: Todas las familias del Partido à nico son católicas, pero estos reciben esta
denominación especÃ−fica porque entre sus señas de identidad está el poner el acento en la
forma confesional y teocrática del régimen ante otras opciones. Son católicos antes que ninguna
otra cosa, y la Iglesia debe estar por encima y por delante del estado. El Estado debe estar sometido a
la misión católica de España. Controlan el Ministerio de Educación Nacional. Y, eventualmente
(con los falangistas) la censura y ciertos ámbitos de la propaganda.
• Tecnócratas: Forman parte por primera vez de un gobierno en 1957, pero son muy importantes hasta
la muerte de Franco e incluso después. Aparecen de repente y a lo grande con dos ministros del
Opus Dei en el gobierno de 1957. Son católicos y ponen el acento en una concepción de la
polÃ−tica económica del régimen que incide en la desideologización. Apoyan la liberalización
de la polÃ−tica económica, ámbito en el que ellos se mueven.
Además de controlar los Ministerios económicos (Comercio, Hacienda e Industria, y más adelante el de
EconomÃ−a, cuando aparezca), controlan eventualmente el de Obras Públicas y otras instituciones
económicas importantes: el INI (Instituto Nacional de Industria, 1941), que controla todas las empresas
industriales de España, y el Banco de España. Al final del franquismo, también llegan al Ministerio de
Asuntos Exteriores.
¿Por qué Franco les eligió a ellos y no a otro grupo de la Iglesia? Porque eran los que aunaban
catolicismo con tecnocracia. Eran los que aceptaban el capitalismo como algo bueno incluso dentro de su
religión. Y el capitalismo era lo que Franco necesitaba para mejorar España.
• Militares: No tienen adscripciones ideológicas definidas. Su pertenencia a la institución simboliza
el poder del ejército en el Estado franquista. Su presencia en el régimen es engañosa respecto
al poder polÃ−tico real que representan: aunque llegan a tener 7 ministros en un mismo gobierno la
mayorÃ−a de ellos tiene un significado más simbólico que polÃ−tico. Pero sÃ− es un grupo de
poder y garante del régimen.
Tienen, por tanto, un enorme poder simbólico (son quienes han ganado la guerra) Pero tienen más
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representantes que poder polÃ−tico. Poseen tres ministerios especÃ−ficos: el del Ejército, el del Aire y el
de la Marina (apenas importante)
Durante bastante tiempo, un cargo de la máxima jerarquÃ−a, la vicepresidencia del gobierno, es
desempeñado por un militar (hasta 1973 no hay presidente del gobierno, lo es Franco): hasta los '60, el
cargo de vicepresidente lo ocupa el Capitán General Muñoz Grande, militar falangista amigo del Caudillo.
No tenÃ−a casi poder real, su función era verdaderamente simbólica, pero es un claro indicador de la
influencia del ejército en el régimen el hecho de que un oficial fuera vicepresidente de un paÃ−s, aunque
no tuviera poder.
Otros ministerios que, eventualmente, ocupa el ejército son: el de la Gobernación o los Ministerios
Técnicos o Sociales, representados por militares que, por sus conocimientos o sus contactos, son
considerados aptos para el puesto, más que por su pertenencia al ejército (Ej: Vivienda, Obras
Públicas...)
El reparto se hace desde el equilibrio y Franco lo cuidó mucho, para que esos grupos que formaban su
gobierno no tuvieran malas intenciones con respecto a él y conspiraran por quitarle del poder.
Este fenómeno se produjo una vez, en 1969, con graves consecuencias: es el Caso Matesa, del que
hablaremos más adelante.
El régimen se puede dividir en varias fases históricas:
Años 1939-45.
El estado franquista se construye a partir de 1936. Estos años de después de la guerra están marcados
por:
• Represión: fenómeno determinante de la etapa más dura. Es una prolongación de la Guerra
Civil.
• Institucionalización del régimen: Proceso gradual nunca terminado. No hay una Constitución
que legitime el régimen pero sÃ− unas leyes orgánicas.
• Alianza con el Eje Roma-BerlÃ−n, con el fascismo europeo. Determinó la ubicación del régimen
en la Segunda Guerra Mundial. Aunque oficialmente España siempre ha sido considerada neutral lo
cierto es que no lo fue: tomó partido explÃ−citamente por el III Reich. Prueba de esto es que se
declaró “paÃ−s no beligerante” y no “paÃ−s neutral”. TenÃ−a sus aliados e incluso envió a la
División Azul a la URSS. Entonces, ¿por qué no participó más activamente? Además de por
las circunstancias internas del paÃ−s hay otros motivos:
♦ La respuesta oficial del régimen: Franco decidió apartar a la debilitada España (de la
Guerra Civil Española y de su reconstrucción) de un conflicto de resultado incierto.
♦ Franco creyó siempre en la victoria del Eje, sobre todo porque en una lucha totalitarismo /
fascismo vs. Democracias occidentales (regÃ−menes en descomposición) los estados
unitarios y disciplinados tenÃ−an todas las papeletas para ganar, no podÃ−a ser de otro
modo. Eran los que representaban el futuro. Es una forma de pensar tÃ−pica de la derecha
española. PodÃ−an incluso entender que la URSS ganara a Alemania; después de todo
allÃ− también habÃ−a una disciplina exigente aunque de izquierdas. Pero nunca que
ganara Francia o Gran Bretaña.
Por tanto, Franco apartó a España de una guerra en la que el Eje no necesitaba ayuda.
♦ Porque HÃ−tler rechazó la ayuda española. Al principio de la guerra Franco se entrevistó
con HÃ−tler. para debatir la forma en que España podÃ−a incorporarse a la guerra. Y por
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lo visto fue HÃ−tler quién no aceptó las condiciones de Franco. ¿Por qué? España
sólo podÃ−a ofrecer un ejército mal equipado y agotado por su propia guerra. Y, a
cambio, Franco pedÃ−a (entre otras cosas) construir un gran imperio colonial en el norte de
Ófrica, ya que Franco era ante todo un militar africanista. El problema para la realización
del imperio español era que chocaba con los intereses de Francia quien, desde su derrota y
la creación de la zona libre del mariscal Pétain, era la principal nación imperialista. Y
para construir un imperio español como el que Franco querÃ−a habÃ−a que dejar a la
Francia aliada. Sopesando pros y contras HÃ−tler vio que no le compensaba el cambio. A
pesar de eso, sÃ− hubo cierta colaboración entre España y el Eje: colaboración
económica, comercial, estratégica... y la División Azul.
En 1945 cae Alemania y cambia la forma del fascismo.
Años 1945-1953/55.
Es la época del aislamiento internacional y de la autarquÃ−a. Son los años del hambre. El régimen es
repudiado y condenado por las Naciones Unidas y por toda la Comunidad Internacional. Es un resto del
fascismo derrotado y todos le repudian. El fin de esta época no es fácil de delimitar.
• 1953: Franco firma con Estados Unidos un tratado de cooperación que supone el ingreso de
España en el mundo occidental en plena Guerra FrÃ−a (Estados Unidos piensa que Franco es el
más fiel combatiente del comunismo de Europa) También en este año se firma un concordato de
la Santa Sede y el gobierno español. Esto supone una nueva ayuda a la confesión teocrática del
régimen.
• 1955: Fin del aislamiento oficial con el ingreso de España en las Naciones Unidas.
En este largo perÃ−odo de reconstrucción interior lenta y de aislamiento pervive la simbologÃ−a fascista
(único paÃ−s en el mundo)
¿Qué precio pagó España por la Segunda Guerra Mundial? Diez años de aislamiento y de
autarquÃ−a, que era una forma tradicional de la ideologÃ−a de la derecha. AsÃ− que ahora se pone en
práctica por obligación el intervensionismo. Se cree que el paÃ−s no puede desarrollarse sin la tutela del
Estado. Hubo un intento colectivo de ser autosuficientes. Pero la realidad era que España necesitaba
productos que no tenÃ−a ni podÃ−a fabricar, como el petróleo. Se dio la noticia por el NODO de que un
español habÃ−a inventado un sustituto del petróleo, pero todo resultó ser mentira.
Los productos de primera necesidad estaban muy intervenidos y la gente aprendió a trampear al régimen y
a usar el mismo arma que usó Franco en la guerra: esperar a que las cosas cambiaran, aguantar.
Con la Guerra de Corea (1950) se recalentaron las relaciones Estados Unidos-URSS y se creyó que iba a
estallar la Tercera Guerra Mundial, por lo que todas las naciones europeas se replantearon su polÃ−tica de
cuarentena con España, lo que facilitó su entrada en el bloque occidental. Cambia el panorama
internacional y esto afecta al interior del paÃ−s.
Años 1953/55-1959.
Hay crisis polÃ−tica, social, generacional... Es un perÃ−odo breve de transición hasta un momento clave del
régimen: el cambio radical de la polÃ−tica económica del franquismo cuando formen por primera vez
para de un gobierno de Franco dos tecnócratas (1959) Con este cambio comenzará el “desarrollismo”, una
polÃ−tica económica liberal con importantes consecuencias polÃ−ticas, culturales y sociales.
Esta transición es un perÃ−odo difÃ−cil de fechar. ¿En qué consistió la crisis de los '50? Con el fin del
60
aislamiento se consigue reconocimiento internacional y, consecuentemente, en el interior de España ya se ha
superado el trauma de la Guerra Civil y de los primeros años del régimen. Se vendÃ−a todo este
desarrollo como un éxito del régimen.
Esta crisis, por tanto, responde más al paso del tiempo, a un cambio generacional. El franquismo es, por
naturaleza, inmovilista, pretende durar en el tiempo sin alterar sus principios, lo cual es muy difÃ−cil. Pero el
paso del tiempo afectaba al régimen, erosionándolo. Era algo inevitable que el paso del tiempo supusiera
una pérdida gradual del pánico y del trauma de la Guerra Civil. Sobre todo cuando habÃ−a generaciones
que no habÃ−an vivido ese trauma o que no habÃ−an participado directamente en la guerra.
Y en este sentido ya ha habido un cambio generacional. A la Universidad llega una generación que no hizo
la guerra y que podÃ−a ver las cosas con más distancia. Esto explica que la Universidad de Madrid
protagonizara un primer intento de rebelión contra el régimen. Y lo que produjo más perplejidad al
régimen y al exilio era el hecho de que algunos estudiantes que participaron en esa rebelión eran
miembros de familias muy cercanas al franquismo, muy conocidas en la España Nacional, estrechamente
vinculadas con el régimen. Y esta ruptura ideológico - generacional, muy pequeña pero muy
significativa (se suponÃ−a que la Universidad tenÃ−a que estar controlada) fue lo más significativo de este
hecho.
Esta primera revuelta universitaria (finales de 1955-56) no tiene continuidad hasta los '60, es un hecho aislado
(luego el movimiento estudiantil será uno de los más importantes focos de oposición al franquismo) tuvo
como detonante la muerte de Ortega y Gasset (Octubre de 1955 en Madrid) Era un profesor y filósofo
europeÃ−sta, progresista, liberal... Combatió a la monarquÃ−a de Alfonso XIII y provocó su caÃ−da. Fue
diputado republicano en las primeras Cortes de la República. No tenÃ−a ideas religiosas conocidas y
representaba la tradición liberal de la cultura española contemporánea y del pensamiento laico, liberal y
europeÃ−sta. Además, era el hombre al que algunos falangistas señalaban como su maestro. AsÃ− pues,
representaba la mismo tiempo una idea laica, modernizadora y liberal de España, rechazada de plano por el
pensamiento teocrático nacional-católico de la época y combatido ferozmente. Y a la vez también
representaba a un sector muy influyente de la Falange, que veÃ−a en Ortega y Gasset a un filósofo
nacionalista. Y esto explica que su muerte provocara el rechazo de una parte de la Falange y, por otra parte,
que sea también el homenaje de un sector del franquismo (la élite intelectual) al filósofo y maestro
fallecido, que creÃ−a que la Nación estaba por encima de la fe (como los falangistas)
Algunos rectores universitarios (el de Madrid y el de Salamanca) y el Ministro de Educación, falangistas,
participaron activamente en los homenajes oficiales a Ortega, por lo que fueron destituidos.
Se vive una progresiva pérdida del efecto psicológico de la guerra. Las nuevas generaciones, que atacan
en este momento por primera vez a instituciones académicas primero y luego polÃ−ticas, suponen unas
generaciones importantes de literatos (novela social, poesÃ−a social como Sánchez Ferlosio y El Jarama),
cineastas (Berlanga, Bardem), en la pintura y las artes plásticas (en Barcelona Tápies y en Madrid Saura y
su grupo El Paso)... Es un cambio cultural que desconcierta al régimen e incluso al exilio. Nadie
entendÃ−a cómo gente tan vinculada al régimen podÃ−a pertenecer a la “AntiEspaña”. Esta es la crisis
y la renovación generacional de la España tradicional.
Ese mismo año, el Partido Comunista Español (en el exilio) lanza la consigna de la reconciliación
nacional, como expresión de la nueva realidad española.
El hecho de que algunos de estos jóvenes, algunas realizaciones culturales, algunas revistas... (Ej: Laye, en
Barcelona, tuvo figuras tan destacadas como Carlos Barral - maestro de Juan Marsé -, Gil de Biezma, los
hermanos Goytisolo...) se pueda producir a la luz del dÃ−a es posible en parte porque los que lo consiguen no
son conscientes de que están adquiriendo un poco de libertad, pero también porque cuentan con el
respaldo de algunos jerarcas del franquismo. ¿Por qué? Porque Falange tiene una concepción
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nacionalista de España, y algunos de los falangistas querÃ−an recuperar una tradición y un patrimonio
cultural formado por los intelectuales repudiados por la Iglesia (algunos llegan a publicar algo incluso desde el
exilio) Es el choque entre una concepción nacionalista (no se debe romper con la lÃ−nea cultural) y la
concepción católica (la cultura española es sólo cultura católica) de la cultura española.
Es la primera ruptura histórica en el desarrollo del franquismo. A partir de esta primera subversión
generacional se recupera la tradición cultural, lo que serÃ−a incomprensible de no haberse contado con
ciertos apoyos institucionales.
La crisis provocada fue de muy largo alcance: en 1957 ya hay una remodelación general del gobierno de
Franco con la entrada por primera vez de dos ministros tecnócratas (M. Navarro Rubio en el ministerio de
Hacienda, y A. Villastres en el de Comercio), miembros del Opus Dei y principales artÃ−fices de la nueva
polÃ−tica económica emprendida por el régimen.
Copan el área económica y ponen en marcha (dos años después) la nueva polÃ−tica económica con
el Plan de Ordenación Económica o Plan de Estabilización (1959)
Este plan supone la sustitución de la polÃ−tica económica autárquica de hasta entonces por una polÃ−tica
económica liberalizadora con efectos inmediatos y muy beneficiosos para la sociedad española y para la
supervivencia del régimen. Para entenderlo hay que tener en cuenta:
• España habÃ−a ingresado en 1958 en el Fondo Monetario Internacional y en el Banco Mundial. El
régimen reconoce que se incorpora al capitalismo tan odiado y acepta las “recetas” liberalizadoras
que le llegan del FMI.
• La polÃ−tica económica que se hace en general en occidente hasta los '70 es mucho más liberal
que la actual. Es una polÃ−tica económica que en el marco del liberalismo tiene más
intervensionismo y planificación que la actual. El sector público sigue siendo muy grande y en la
polÃ−tica económica los planes de desarrollo siguen estando planificados por el gobierno. Se lanza
un proyecto de industrialización acelerada por parte del sector público.
• El éxito indudable de la polÃ−tica económica no se debió tanto a la bondad de las nuevas
medidas, a su influencia directa, como al éxito del plan de estabilización en la supresión de los
aspectos más aberrantes del aparato económico anterior. Es más importante la capacidad para
desactivar el modelo anterior que el nuevo modelo en sÃ−.
Entre los autores técnicos del Plan de Estabilización (no todos eran falangistas ni franquistas) destacan:
Luis Óngel Rojo, Enrique Fuentes Quintana y José Luis Sanpedro, además de Fabián Estapé. Porque
cuando los ministros tecnócratas (responsables del plan) tuvieron que buscar técnicos economistas
competentes para llevar a la práctica esa nueva polÃ−tica económica, no se podÃ−an buscar ni entre
falangistas ni monárquicos ni tradicionalistas, sino entre profesionales, universitarios, nuevas generaciones
que hubieran estudiado (en el extranjero aún mejor, pero eran pocos)
Era una nueva colaboración (como la de principios de los años '50) entre los patriarcas que querÃ−an
salvar al régimen y los jóvenes que querÃ−an renovarlo en un momento muy delicado. Se trataba de
poner al dÃ−a la economÃ−a española para salvar al franquismo, no para conseguir luego la liberalización
polÃ−tica. Pero, ¿podÃ−a esto acotarse? Lo veremos más adelante...
Rasgos del Plan:
• Liberalización de mercados y ampliación.
• Desregulación de precios de ciertos productos intervenidos.
• Devaluación de la peseta.
• Liberalización de las relaciones comerciales con el exterior y de la entrada de capitales.
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Efectos:
• A corto plazo: Paro, inflación, ajuste de la polÃ−tica económica a la realidad económica y social
del paÃ−s.
• A medio / largo plazo: Efecto explosivo en la capacidad de crecimiento de una economÃ−a
estrangulada por el peso del estado.
Cifras:
• 1958-72: La economÃ−a española vivió el más alto crecimiento económico del mundo, tras la
economÃ−a japonesa. El PIB subió un 6.2% de media anual entre esos dos años.
• La producción automovilÃ−stica entre 1958-73 aumentó el 22% de media anual. En 1957 se
producÃ−an 23000 automóviles; en 1973, 706000. Este desarrollo en la industria automovilÃ−stica
acaba con la crisis del petróleo de 1975.
• Entre 1960-70 hay dos sectores clave: el acero y el cemento. El acero se cuadriplica en estos años y
el cemento se triplica, ya que la construcción es importantÃ−sima por el turismo, el éxodo rural y
las inmigraciones.
• El desarrollo económico se tradujo en un desarrollo del bienestar social: entre 1960-70 se multiplica
por 8 el número de frigorÃ−ficos, por 4 el de lavadoras y por 11 el de televisiones.
El desarrollo económico se basó en gran medida:
• En una emigración masiva de España a Europa (entre 1.3 millones y 1.5 millones de emigrantes en
los '60 aproximadamente) y a las divisas para financiar el desarrollo.
• Por las divisas de los turistas. El turismo fue otro gran pilar del desarrollo económico. Dinamizó la
construcción, la hostelerÃ−a...
En esto se basó el nuevo modelo del bienestar social, que el régimen vendió al pueblo victoria propia y le
valió para legitimarse durante más tiempo.
Pero también hubo otros efectos sociales, culturales y polÃ−ticos, que sólo previeron algunos elementos
del régimen y que impactaron fuertemente en el paÃ−s:
• Como consecuencia del desarrollo económico y social, el paso a una sociedad más moderna,
urbana, relativamente emancipada de la pobreza... la población universitaria española pasó de
76000 estudiantes en 1960 a 192000 en 1970.
• El número de huelgas en un paÃ−s en el que no habÃ−a derecho a manifestación ni huelga pasó
de 236 (1965) a 491 (1970) y a 2290 (1974, con condiciones muy diferentes)
• El número de sacerdotes ordenados pasó de 1024 (1960) a 419 (1970)
Son efectos contradictorios, no todos beneficiosos para el régimen, del cambio económico. Pero son
efectos que no se podÃ−an evitar.
La causa de que haya tan pocos sacerdotes es que los jóvenes, en este momento de despliegue económico,
tienen más posibilidades de trabajar, y no hace falta que se ordenen para comer cada dÃ−a. También se
debe hay que hay mayor libertad para convocar huelgas...
Parte del precio que el franquismo tuvo que pagar por la modernización económica es la quiebra del
sistema de valores religiosos, eje del Nacional Catolicismo. ¿Hasta qué punto el régimen podÃ−a
evitar que esa mayor libertad no le desbordara? Ellos la habÃ−an introducido en la economÃ−a pero no
querÃ−an que la libertad se extendiera a otros sectores. Todo esto no quiere decir que los españoles hayan
perdido la fe, sino que la prioridad ahora no es la salvación del alma. Hay otros incentivos como el
63
consumismo, cierta libertad de costumbres, nuevos medios materiales que ha proporcionado la nueva
economÃ−a... Como consecuencia de todo esto se produce la secularización de la sociedad española, el
principio del fin del Nacional Catolicismo.
Los universitarios y la universidad en general se enfrentan al régimen de Franco. esto supone el prólogo a
los movimientos universitarios de los '60 (aún estamos en 1955-56) Y eso que aún no cabÃ−a la
posibilidad de luchar contra el régimen abiertamente. La protesta por las condiciones universitarias
llevaban implÃ−cito un problema polÃ−tico más grave: las manifestaciones, las huelgas, las asambleas
universitarias... era ilegales.
Un nuevo foco de agitación sindical surge en la industria. el régimen de Franco asume la economÃ−a de
mercado, pero no acepta que los trabajadores también tienen derechos. Y el aumento de la capacidad
adquisitiva de esta clase les hace ser más combativos con el régimen. El número de huelgas aumenta.
El régimen de Franco no podÃ−a elegir qué terrenos modernizar y cuáles no: la modernidad llega a
todas partes, incluso a la izquierda. Aparece un nuevo sindicato que luchar contra el franquismo de forma
clave: Comisiones Obreras (CCOO, 1962) También surge un sindicalismo católico importante,
reivindicativo, que supone una avanzadilla del cambio que dará la Iglesia a partir del Concilio Vaticano II,
que supuso su modernización y su puesta al dÃ−a. El papel activo de la iglesia en Cataluña y el PaÃ−s
Vasco se explica con el resurgir de los nacionalismos a partir de 1960. ETA nació en un seminario.
La modernización y, en parte, el éxito de la polÃ−tica exterior, se basó en:
• Divisas de los trabajadores que se van a trabajar a Europa traen de fuera. Los emigrantes entran en
contacto además con otra realidad, más libertades, y ven nuevas formas de sindicarse, de hacer
polÃ−tica... Cuando vuelven, hay un efecto de contagio en la sociedad española. Pero el régimen
no puede querer que vengan las divisas pero no estas otras consecuencias, es imposible evitarlo.
• Por el turismo: en 1960 entraron 6 millones de turistas; en 1970, 24 millones. El turismo supone la
entrada masiva de divisas para financiar el desarrollo económico. Tuvo un efecto multiplicador
sobre los sectores ligados a él, como las Obras Públicas o la hostelerÃ−a. Pero también tuvo
efectos negativos para el régimen: rompe el aislamiento de los años del nacional catolicismo. La
sociedad española entra en contacto con otras sociedades, con nuevas costumbres, placeres, usos del
cuerpo... que traen los extranjeros. Por lo tanto, hay más libertad y aumenta la secularización.
El franquismo de este momento se plateaba problemas cruciales: ¿Hasta qué punto el régimen podÃ−a
hacer compatible la libertad económica con las no libertades civiles? ¿Cómo adaptarse a una nueva
realidad sin perder la esencia del franquismo?
Manuel Fraga Iribarne viene de la Falange. Fue ministro durante el franquismo y propuso la ley de prensa
de 1966 (Ley Fraga), que afectaba sólo a la prensa escrita. Supuso una cierta apertura porque:
• Suprimió la censura previa, establecida por la ley de Serrano Súñer de 1936.
• Dio libertad a las empresas para nombrar su propio director.
Fue ministro de Información y Turismo, y en 1965 presentó, durante su campaña de presentación de la
ley de prensa, dijo que querÃ−a libertad informativa, acorde con el tiempo y con la dinámica sociedad
española. Este ministerio es el primero en reconocer el término, proscrito hasta ese momento, de Orden
Público (antes era Orden Nacional) Con su ayuda, se creó el Centro Superior de Investigaciones
Sociológicas; por tanto, creen que hay opinión pública y cuentan con ella para decirle al régimen que se
adapte a la nueva realidad. Es el régimen quién debe adaptarse a la realidad, no al revés. El problema
es que esa apertura se suponÃ−a que debÃ−a desactivar los movimientos y quejas sociales, pero hizo todo lo
contrario.
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Años 1959-1969.
à sta es la etapa del “tardofranquismo”, la época de la desintegración del régimen y de la lucha por el
poder entre las familias existentes, que se acelera cuando se ve que Franco cada vez está más enfermo y es
evidente que morirá “pronto”.
Todos temÃ−an la muerte de Franco porque llevarÃ−a consigo un nuevo reparto del poder entre los grupos
que ya lo ostentaban ahora.
¿Por qué acaba esta etapa en 1969? Porque era evidente que la Iglesia se está distanciando del
franquismo (por los riesgos que suponÃ−a estar cercana la régimen al aproximarse la caÃ−da de éste) y
por la presentación ante las Cortes del nombramiento de D. Juan Carlos Borbón como sucesor de Franco en
la jefatura del estado. Todo se está preparando para la muerte del dictador.
En 1968 se produce el primer atentado mortal de ETA. El régimen de Franco se enfrenta a un nuevo
problema de gran dureza: el terrorismo. En 1969 la histórica crisis de gobierno acelera la lucha por el poder
por la ferocidad de ésta. El escándalo financiero que supuso el Caso Matesa (Maquinaria Textil S.A.)
sólo perjudicó aún más al franquismo.
El presidente de Matesa era J. Vila-Reyes, del Opus Dei. En 1969 se descubrió un fraude al estado por el
trato de favor que el material recibÃ−a en las aduanas gracias a las conexiones polÃ−ticas entre el presidente
de Matesa y altos cargos del gobierno. Entre los polÃ−ticos habÃ−a algunos interesados en que se descubriera
este fraude (los falangistas siempre estuvieron en contra de los tecnócratas, por lo que querÃ−an
perjudicarles sacando a la luz la estafa) De los dos ministros que destaparon el caso Matesa (Fraga y SolÃ−s)
Fraga, que procede de la Falange como ya hemos dicho, choca con los ministros del Opus a pesar de que él
también quiere la apertura. El objetivo de todos era provocar una crisis de gobierno para formar unas
nuevas cortes en las que los tecnócratas no tuvieran cabida.
Pero Franco dio otra resolución al tema: echó del gobierno a Fraga y a SolÃ−s y cedió tres carteras más
a los tecnócratas (seis en total)
Años 1969-75.
El régimen se va descomponiendo hasta la muerte de Franco el 20/Noviembre, cuando el D. Juan Carlos
Borbón es nombrado Juan Carlos I de España (su padre, Don Juan, tuvo que abdicar en él porque Franco
no le querÃ−a como rey) y comienza la transición española a la democracia.
Es la época del tardofranquismo. El régimen está en agonÃ−a, en descomposición interna, acelerada
por la crisis del '63 y el caso Matesa.
El desarrollo económico continua, con la sensación de que la muerte de Franco se acerca y que las
circunstancias internas del paÃ−s están cambiando a pesar del anterior esplendor del régimen (aparece el
terrorismo, se convoca el Consejo de Guerra de Burgos para juzgar a los primeros etarras, a ETA se unen
algunos curas vascos, a CCOO también...) La Iglesia es cada vez más aperturista y se aleja
progresivamente del régimen.
La Universidad es un foco permanente de agitación, la lucha por el poder es a degüello... El año clave,
que mete al régimen de Franco en una crisis definitiva, es 1973: en diciembre, se produce el asesinato del
Almirante Carrero Blanco, mano derecha de Franco y presidente del gobierno desde hacÃ−a sólo unos
meses. Personificaba el máximo apoyo del Opus Dei al régimen. Nadie esperaba que ETA fuera a hacer
un atentado de tal envergadura, salvo que tuviera apoyos dentro del régimen... o de alguna gran potencia:
Estados Unidos.
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¿Tuvo algo que ver Estados Unidos? Esta es una teorÃ−a que ha tenido mucha importancia. ¿Qué
intereses podÃ−a tener Estados Unidos en un acto asÃ−? Supuestamente, que el gobierno, que en estos
momentos renegociaba con Estados Unidos las bases militares, las ayudas económicas... quedara debilitado
al perder a su figura clave y ablandar asÃ− las posiciones españolas. También se especula con que la
CÃ A y el gobierno norteamericano se dieron cuenta de que Carrero Blanco significaba la continuidad del
régimen de Franco, y eso podÃ−a ser la antesala de una revolución, porque era evidente que el régimen
no sobrevivirÃ−a a su creador. Y todo intento de perpetuarlo crearÃ−a unas condiciones polÃ−ticas y
sociales muy propicias para una revolución. Esta es una teorÃ−a que nunca se ha demostrado.
La muerte de Carrero Blanco coincidió con la crisis del petróleo (Octubre 1973), con la IV guerra
árabe-israelÃ−. à sta provocó una subida espectacular e imparable del precio del crudo en el mercado
internacional, y tuvo un impacto brutal en las economÃ−as occidentales, que demostró la inconsistencia de
algunos mitos de la Edad Dorada (Ej: El pleno empleo) En España, el impacto fue aún superior:
• Porque la economÃ−a española era especialmente dependiente del petróleo.
• A partir de 1973, la crisis supone también la competencia de oriente y puso en evidencia las
carencias del modelo de desarrollo español.
Esta crisis se llevó por delante una buena parte de la riqueza creada en los '60: se tradujo en inflación y en
destrucción de empleo:
En 1975, el paro era del 1.5%; en 1978, del 7%. España no estaba acostumbrada a estos niveles. Esto
deslegitimó en parte el cambio polÃ−tico tras la muerte de Franco. La inflación se aceleró a partir de
1974, y en el '77 llegó al 25%, su cota más alta.
Este es el escenario a partir de 1973: terrorismo, alejamiento de la Iglesia con respecto al régimen crisis
polÃ−tica por el asesinato de Carrero Blanco y por el intento aperturista del nuevo presidente de gobierno,
Arias Navarro... Arias Navarro consiguió enemistarse con la extrema derecha (que le consideraba un traidor
por querer abrirse a la izquierda) sin conseguir el apoyo de la oposición (que no creÃ−a en una cambio
dirigido por él)
Y coincidiendo, a principios de 1974 se produjo el episodio más grave en las relaciones Iglesia - Estado: El
presidente de la Conferencia Episcopal (máximo representante de la Iglesia en España), el cardenal
Tarancón, apostaba por la apertura de la Iglesia, la reconciliación nacional y el diálogo con la oposición.
En enfrentamiento estuvo provocado por una homilÃ−a del obispo de Bilbao (Añoveros) leÃ−da en casi
todas las diócesis, y de claro tinte nacionalista vasco. La respuesta del “aperturista” presidente de gobierno
fue imponer al obispo un arresto domiciliario mientras se decidÃ−a qué hacer con él: expulsarle de
España. Y la respuesta de Tarancón fue transmitirle al gobierno que, si se expulsaba a Añoveros, se
excomulgarÃ−a a todo el gobierno.
Esta era la situación antes de la muerte de Franco, que tampoco controlaba ya la situación. HabÃ−a un gran
desconcierto. Junto al caudillo se forma una camarilla dirigida por su mujer, el Marqués de Villaverde...
Pero el resto de su gobierno está peleando por el poder.
En Abril de 1974 se produce la Revolución de los Claveles en Portugal, donde habÃ−a un régimen muy
parecido al español. El ejército se subleva y lleva a un cambio democrático con una revolución de
tintes izquierdistas, lo que supone un ejemplo demasiado cercano para los españoles. Además, en 1975 se
produce la Marcha Verde (Asan II de Marruecos sabe que el gobierno español ya no puede más y le
intimida para que le entregue el Sahara español)
El ejército habÃ−a tenido desde el siglo XIX una tradición liberal en el sentido de que siempre habÃ−a
sido el que habÃ−a liberado a España de los “antiespañoles” que hundÃ−an al paÃ−s. En este momento,
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y tomando a Portugal como ejemplo, se forma la UMD (Unión Militar Democrática), que contribuyó a la
confusión en las altas esferas del poder y llevó a la creación de una “transición” democrática
promovida por el ejército que provocó otra represión del régimen: múltiples consejos de guerra
(1975) a los principales dirigentes de la UMD por fomentar un enfrentamiento entre el Ejército español y
el ejército que ellos estaban formando.
Estados Unidos ya no creÃ−a en el régimen. El movimiento obrero sigue creciendo y la Universidad está
muy agitada. El régimen vuelve a la represión pero ya no le vale: hay Consejos de Guerra, penas de
muerte... Como contrapartida, ETA crece y se crea también el FRAB (Frente Revolucionario Antifascista
Español) Vuelve el aislamiento internacional, la retirada de embajadores... La economÃ−a entra en crisis...
El 1/Oct. se convoca una gran concentración popular en la Plaza de Oriente para apoyar al moribundo
Caudillo. Esta es la última aparición pública de Franco antes de morir. Su discurso en esta ocasión
apenas diferÃ−a de los primeros discursos del franquismo: su ideologÃ−a no se habÃ−a modificado
demasiado. Lo que dice es que los masones, judÃ−os, la izquierda... han acabado con Occidente y España
debe ser el centinela del mundo. Son ellos y nosotros.
El dictador murió el 20/Nov/1975. Su régimen no le sobrevivió. Se acabó para siempre.
LA TRANSICIÃ N.
Un buen número de paÃ−ses entre mediados de los '70 y principios de los '90 se democratizan: Portugal, en
1974, con la Revolución de los Claveles; luego, España y Grecia. Más tarde, América Latina, en los
'80 (cayeron todas las dictaduras) y esta ola democratizadora acaba con el Este y el Centro de Europa al caer
el comunismo y el Muro de BerlÃ−n en 1990.
A partir de este momento, hay muchas más democracias en el mundo que antes de las dictaduras. Según la
teorÃ−a de Hankinton, la Edad Contemporánea estará marcada por oleadas de dictaduras y
democratización. Con el perÃ−odo de entreguerras tuvieron auge las dictaduras, y ocurrió el proceso
contrario en los '80. La transicologÃ−a es la desmantelación de un régimen gradualmente. Esto tiene
mucho éxito porque evita los traumas que supone un cambio polÃ−tico brusco y radical como el de una
dictadura a una democracia.
Franco murió el 20/nov/1975, y D. Juan Carlos se convirtió en rey de España. A partir de este momento,
se distinguen dos perÃ−odos:
• El nuevo rey mantiene la presidencia del gobierno al quemado polÃ−ticamente e inhabilitado para
abrir el régimen Arias Navarro.
• Luego, el primer gobierno monárquico da un cierto giro liberal al sistema, porque incorpora
personalidades más liberales del franquismo y de la oposición moderada: Fraga como ministro de
la gobernación; Areiza, como ministro de exteriores (europeÃ−sta convencido, que se convierte en
la imagen exterior de la monarquÃ−a como continuación del franquismo y como medio de llegar a
la democracia)
Una de las lÃ−neas de división más importantes de la polÃ−tica española en los '70 es la fractura
generacional. El rey y el presidente del gobierno pertenecen a dos generaciones completamente diferentes.
Uno habÃ−a tomado parte en la guerra y el otro pertenecÃ−a a la primera generación de la posguerra.
El rey tenÃ−a contactos con ciertos cÃ−rculos de la oposición moderada, y visión de futuro para España,
a un modo más occidentalista, y eso le distanciaba del estado del 18 julio que muchos querÃ−a mantener
tras la muerte de Franco.
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El gobierno es heterogéneo: fracasa un primer intento de transición porque se hayan en un contexto de
crisis económica que desplaza a un gobierno que dirigÃ−a más bien Fraga que Arias Navarro. La
situación general está muy deteriorada cuando empiezan a participar los sindicatos en el gobierno. El
terrorismo aumenta.
En la sombra permanece Adolfo Suárez, burócrata de la Falange muy joven (de la edad del rey, por lo que
existÃ−a gran sintonÃ−a entre ellos) A pesar de ello, mantenÃ−a muy buenas relaciones con el Opus y estaba
dentro de ese pequeño grupo de falangistas sin enemigos. Era un hombre práctico.
El deterioro del paÃ−s lleva a una situación heterogénea y de descomposición. Las relaciones entre el
poder y la oposición están más bien debilitadas: la fuerza del gobierno va a menos y la de la oposición
va a más.
Fraga sabÃ−a que el régimen no podrÃ−a sobrevivir a Franco, y que es necesaria una transición desde
arriba. Fraga es el paradigma de la monarquÃ−a británica y canovista. La desventaja de la reforma que
planteaba Fraga en 1977 era su insuficiencia. Además, la oposición la rechazaba ampliamente: La
oposición no tenÃ−a aún poder, pero sÃ− contaba con una especie de derecho de veto sobre las reformas
que se hicieran, por su decisión de estar o no en el gobierno. Si las elecciones de Fraga a lo canovista se
hubieran celebrado, la oposición no habrÃ−a acudido a las urnas, por lo que la reforma no habrÃ−a podido
llevarse a cabo. Por tanto, hay necesidad de pactar con la oposición.
El gobierno se queda bloqueado. El rey no tiene apenas relación con Arias Navarro. En una entrevista al
Newsweek, el rey dijo que la gestión del presidente era un desastre, y al leerlo, Arias Navarro dimitió, al
entender que no contaba con el apoyo del rey.
La transición es un proceso gradual. Hay una crisis de gobierno cuando Arias Navarro dimite, y se nombra a
Suárez nuevo presidente del gobierno. à sta no parecÃ−a la mejor elección, y hubo un rechazo unánime
sobre el nombramiento.
En los meses siguientes, Suárez fue uno de los principales protagonistas de la transición, si no el principal.
Las medidas que tomó entre julio de 1976 y junio de 1977 fueron de gran importancia, como por ejemplo, la
amnistÃ−a polÃ−tica, la libertad sindical, el aumento de la libertad de expresión, la disolución del tribunal
del orden público, la disolución de los sindicatos falangistas, la disolución de la secretarÃ−a general del
movimiento (del que Suárez fue presidente), la legalización del Partido Comunista Español en abril de
1977, la ley de reforma polÃ−tica (diciembre de 1976) y la convocatoria de elecciones a cortes.
Se supone que estas cortes se van a proclamar constituyentes, asumiendo el compromiso de redactar una
Constitución. Son las cortes que dan legitimidad al gobierno. Fue una creación común de todos los
partidos, incluida la nueva UCD (Unión Centro Democrática), que apoya al presidente y que acabará por
disolverse.
El resultado de las elecciones fue:
Partido Comunista: 9.4% votos.
PSOE: 29.3% votos.
UCD: 34.6% votos (Suárez)
Alianza Popular: 8.8% votos (Fraga)
Por tanto, el electorado premió a partidos de centro izquierda y castiga a Fraga y a sus siete magnÃ−ficos.
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El consenso es el acuerdo de varias fuerzas polÃ−ticas que comparten un objetivo común, pero que no se
hace mediante el canovismo. De julio del '77 a la aprobación de la Constitución se denomina fase del
consenso, muy importante para las fuerzas polÃ−ticas con mayor número de votos en las elecciones (UCD,
PSOE, PCE, Nacional Catalán) Estos partidos hicieron una Constitución y establecer la democracia, por lo
que firman los Pactos de la Moncloa, para crear el marco provisional en el que conseguir su objetivo, un
marco consensuado por todas estas fuerzas polÃ−ticas.
Hay muchos tópicos y leyendas con respecto a la transición.
Adolfo Suárez fue designado presidente por el rey al principio de la transición, porque Fernández
Miranda (amigo del rey a quién éste ordena que decida quién será el presidente de las cortes)
consigue que el consejo del reino introdujera a Suárez entre los posibles nombres. Suárez está más o
menos bien visto porque no despertaba grandes odios y era un polÃ−tico muy de segunda fila. Pero queda por
delante de Simón DÃ−az y de Muñoz, que se disputaban entre ellos dos el puesto que acabó teniendo
Suárez.
Esto lo decidió Fernández Miranda directamente, y Suárez fue el protagonista del proceso. A Fraga esto
le resultó muy raro. El poder conservarÃ−a la iniciativa si se adaptaba a la realidad, no al revés.
Suárez y el rey tenÃ−an gran capacidad de improvisación. Por ejemplo, con el Partido Comunista: vieron
que se habÃ−a ganado el derecho a ser legalizado en los últimos años (aunque cuatro meses antes
decÃ−an que no) DebÃ−an ser legales porque estaba legitimados por toda la gente que les apoyaba.
Además, esto venÃ−a muy bien para la transición. Con esta decisión, Suárez se lanzó, y provocó a la
vez muchas dimisiones. Hasta el ejército estuvo en contra.
Por tanto, la obra de teatro de la transición no estaba escrita: se fue escribiendo sobre la marcha.
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