“Del cielo ha bajado la Madre de Dios

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Inmaculada Virgen de Lourdes, en el Cielo, celebran hoy,
tu Santa Concepción.
Inmaculada Reina, desde el suelo, levantamos las voces hasta Dios.
Iniciamos un año más la Novena a Nuestra Señora de Lourdes. Nueve días en los
que el corazón se desborda de gozo, las notas abandonan el pentagrama y se camuflan
por todos los recovecos de la Iglesia de San Jorge, llenando todo de música celestial,
haciendo que el Ave se escape de nuestros labios, como un niño que corre al
encuentro de su madre.
En la Novena, le pedimos especialmente a la Virgen de Lourdes, que nos ayude a
imitar sus virtudes y ¿Una gracia?...¿Por qué no?...¿Dónde reside el origen de todo
esto?, ¿Cómo surgieron las Novenas?, ¿Cómo evolucionaron? Nada mejor que este
momento, para adentrarnos en la historia…
La palabra Novena, viene del Latín “Novem . Están inspiradas en costumbres Griegas
y Romanas, que tenían su origen en nueve días de duelo por un difunto, con la
especial conmemoración al noveno día de la muerte o el entierro (La Parentalia
Novendialia), con un sacrificio y un banquete
Igualmente, en las fiestas paganas, se celebraban novenas, para apaciguar a los
Dioses, a fin de evitar el mal
Los primeros Cristianos siguieron la costumbre en lo que se refiere al número de días,
pero, con el objetivo de dar gloria a Dios
En las celebraciones de duelo cristiano, no sólo existían las de nueve días, sino
también, las de tres y las de siete, encontramos dicha referencia en. Las
“Constitutiones Apostolicae” (S. IV y V)
Posteriormente, las clases altas de la sociedad, realizaban nueve días de duelo con
misas diarias. A partir de la Edad Media, aparece reflejado también en los
testamentos de Papas y Cardenales, como una costumbre.
Más tarde, la celebración mortuoria para Cardenales fue regulada y fijada por la
Constitution “Praecipuum” de Benedicto XIV. Se retuvo la costumbre del duelo de
los nueve días para los Pontífices soberanos y fue tal la costumbre de hacer esto que
se llegó a llamar simplemente “Novena del Papa”
En la edad media, España introdujo la “Novena de preparación” para la Navidad,
para recordar los nueve meses de embarazo de la Virgen y esta fue tomando un
sentido de anticipo y preparación a una fiesta. De aquí surgió la idea de hacer
novenas a la Virgen y a los Santos para pedir sus favores
En la novena de duelo y la Misa en el noveno día, se recordaba cuando Cristo entregó
su espíritu en la novena hora, tal y como está contenido en los libros penitenciales
Al mismo tiempo que se desarrollaba la “Novena de preparación”, también emergía
la “Novena de oración” entre los fieles. Se considera que las mismas tenían lugar
especialmente por necesidad de recobrar la salud.
Con relación a esto, San Agustín, advierte a los cristianos de cómo entender
correctamente la Novena y no imitar costumbres paganas
En el S XVIII la Iglesia recomendó formalmente las Novenas en términos de adquirir
Indulgencias: “Novena de las Indulgencias” y es el Papa Alejandro VII el que
concede la primera indulgencia a una Novena, en honor a San Francisco Javier, “La
Novena de la Gracia”. El Padre Marcello Mastrilli se encontraba adornando un altar
en Nápoles para la fiesta de la Inmaculada Concepción y le cayó un martillo en la
cabeza, que le hirió mortalmente. El milagro de su curación, le llevó a cumplir un
voto e irse a las misiones y prometió la especial ayuda de San Francisco Javier, que
había intercedido por él, a todos los que rezaran la Novena.
La Novena no tiene porque ser consecutiva en días, puede hacer referencia, por
ejemplo, a todos los viernes de cada mes consecutivos, como recomendó el mismo
Jesús, cuando se le apareció a Santa Margarita de Alacoque “Yo les prometo, en el
exceso de la infinita misericordia de mi Corazón, que Mi amor todopoderoso le
concederá a todos aquellos que comulguen nueve primeros viernes de mes seguidos,
la gracia de la penitencia final”
La novena de oración es, un tipo de oración que incluye una plegaria para ser
escuchada,
Muchas novenas tienen recomendación eclesiástica pero no un lugar propio y
establecido en la liturgia. No son parte de la oración oficial de la Iglesia, pero nos
ayudan en nuestra oración cuando están adecuadamente valoradas en el contexto de
una sólida doctrina y se debe de buscar siempre, por la intercesión del Santo o de la
Virgen, imitar sus virtudes
La estructura de la Novena es simple, empieza con una oración inicial para el día, que
nos dispone para abrir nuestro corazón a Dios, una meditación y una oración final
Los cantos que traemos, este año, para nuestra Novena de Lourdes, son una explosión
Mariana de amor, por ello, iniciaremos las celebraciones con la evocación a María.
Comenzaremos el día 2 con este canto tan querido por Juan Pablo II, “Oh
santísima”, para finalizar el día 11 con uno de los cantos más populares y que nos
ayudarán a prepararnos para la procesión de las antorchas: “Mientras recorres la
vida”.
En la Comunión, iremos recordando los Cantos Litúrgicos más conocidos y que nos
acompañan durante todo el año, dando paso también a novedades, como el canto “En
Oración”, de Erdozaín, canto Eucarístico, que nos evocará la última cena y las
palabras de Jesús.
Esperamos, como siempre, que os unáis a nosotros y os recordamos que las puertas
del coro, están abiertas a la participación
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