ASOCIACION GRE MIAL DE COMUNIDADES INDIGENAS Y COMITES DE PEQUEÑOS AGRICULTORES DE LA PROVINCIA DE CAUTIN. PROPOSICIONES PARA FORTALECER LA PEQUEÑA PRODUCCION DE ALIMENTOS EN CHILE. Temuco, Agosto 2009. DOCUMENTO PREPARADO PARA ANALISIS Y PRONUNCIAMIENTO DE: 1. CANDIDATOS PRESIDENCIALES, ELECCIONES PRESIDENCIALES 2009. 2. MINISTRO DE HACIENDA GOBIERNO MICHEL BACHELET 3. GOBIERNO REGIONAL DE LA ARAUCANIA. Frente a la baja presencia en las políticas públicas y en el presupuesto nacional de un segmento de la población, como somos los pequeños agricultores de menos de 5 hectáreas de riego básico, la asociación Gremial de comunidades Indígenas y comités de pequeños agricultores de la Provincia de Cautín, en representación de 501 comunidades y comités, y el apoyo de más de 14 mil adscritos, venimos hoy, a requerir su pronunciamiento a este documento que hacemos entrega, solicitando su pronunciamiento para el viernes 9 de Octubre del presente año, ante una asamblea ampliada de pequeños agricultores, donde presenten su propuesta y cómo modificaremos ésta realidad de sostenida marginación de las políticas públicas en sus gobiernos. ANTECEDENTES. Los procesos de modernización agrícola en Chile, iniciados hace más de cuatro décadas con la reforma agraria y seguidos de la reconversión productiva de amplias zonas hacia la silvicultura, fruticultura y vitivinicultura de exportación, han modificado de manera profunda las formas de organización de la producción, el trabajo, la propiedad de la tierra, el uso del suelo, la conformación del ingreso familiar y la integración femenina al mercado laboral. Uno de los actores del mundo rural impactados por estos procesos son aquellos pertenecientes a la pequeña agricultura familiar campesina. Un fenómeno aparejado es el de la migración rural-urbana, la cual cobró importancia desde los años cincuenta. Es lo que se puede concluir observando los cambios en la estructura de la población. La población rural de Chile era de 50,6 % en 1930, de 47,5 % en 1940 y de 39, 8 % en 1962 (Servicio Nacional de Estadística, cit. por A. Conning, op. cit., p. 9). Por otro lado, el desarrollo industrial que conocieron las principales ciudades entre los años 1940 y 1952 atrajo a campesinos que no tenían expectativas favorables en un agro cuya estructura económica y social permanecía inalterable. (Bengoa y Valenzuela, Economía mapuche, PAS, Santiago 1984, p. 98). Este fenómeno trajo también una importante desestructuración de la población indígena en los sectores rurales, « no podemos saber con exactitud cuáles ASOCIACION GRE MIAL DE COMUNIDADES INDIGENAS Y COMITES DE PEQUEÑOS AGRICULTORES DE LA PROVINCIA DE CAUTIN. han sido las tendencias de la migración indígena. Sabemos, sin embargo, que estas migraciones se intensificaron en los años 50 y 60, llegando a representar cerca del 25 % de la población mapuche total”. La división de las comunidades fue un detonador específico de la migración mapuche pues provocó una acentuada minifundización, como también algunas ventas de tierra a particulares. Pero en 34 años de aplicación de la división, es decir de 1927 a 1961, los resultados no fueron sin duda los esperados. « Se logró dividir apenas 800 comunidades indígenas, generándose cerca de 14.000 pequeñas propiedades, lotes o sitios de superficies que en algunos casos llegaron a menos de una hectárea », pero sólo en seis años, de febrero de 1942 a febrero de 1947, « se traspasaron al dominio de latifundios, pequeños y medianos propietarios no indígenas terrenos estimados en 100.000 hectáreas »(Hugo Ormeño M., Jorge Osses D., “Nueva legislación sobre indígenas en Chile”) Estos procesos no han cesado, la población rural hoy en día sigue disminuyendo. Entre 1992 y el 2002, la población rural varió de un 16,5% a 13,4%, lo que implicó un movimiento de 181.674 personas durante el decenio. Esta es una situación que en particular preocupa a las familias de pequeños productores agrícolas indígenas y campesinos, pues la movilidad de sus jóvenes viene ocurriendo con motivo del incremento del trabajo temporal y precario en las urbes. Diversas cifran muestran a continuación el que las familias indígenas en la ruralidad viven en situación de pobreza y marginación mayor que los no indígenas. Así por ejemplo, la principal actividad de los indígenas en la ruralidad es la agricultura (37%) pero es ésta la que al mismo tiempo les genera menos ingresos. Se destaca el que los indígenas nunca reciben un ingreso mayor que los no indígenas (Observatorio Económico Social UFRO 2006). Por la importante presencia de campesinos indígenas en la región de la Araucanía, CIPA quiere advertir que las actuales políticas e instrumentos de gobierno para incentivar la competitividad de la agricultura familiar no se orientan a los sectores más pobres y excluidos de la ruralidad, y que se debe cambiar orientaciones estratégicas para que estos fondos sean utilizado para el sector de la población para el cual finalmente se destinó. Antecedentes regionales. La Araucanía posee un 32% de población rural, lo que hace una de las regiones con más alta ruralidad en el país después de la región del Maule. En el último periodo intercensal (1992 - 2002), la región tuvo un crecimiento de población de un 11,3%. Sin embargo, este crecimiento fue diferencial en relación a las áreas urbano y rural. Así, en el área urbana la tasa de crecimiento fue de 22,9%, mientras que en la rural fue de –7,0%. Destaca que el decrecimiento del sector rural es más bajo que la media nacional en el periodo. ASOCIACION GRE MIAL DE COMUNIDADES INDIGENAS Y COMITES DE PEQUEÑOS AGRICULTORES DE LA PROVINCIA DE CAUTIN. Según la CASEN 2006 el 20,1 por ciento de la población regional vive en condición de pobreza. A su vez la brecha de pobreza entre la población indígena y no indígena en un 5,7 por ciento. La población mapuche en la región es mayoritariamente rural, y el 45% de los habitantes rurales de la región viven en comunidades mapuche, las que poseen alrededor del 15% del territorio regional. De esto se deduce que las tierras mapuche son escasas, y que la densidad poblacional en las comunidades es mayor a la de la superficie rural regional no mapuche (Informe Discriminación Racial, RADA 2009). En el año 2007, los cuatro principales usos de suelo, que ocupan un 79% del total regional, corresponden a Bosque Nativo (26%), localizándose en el sector precordillerano, Cordillera de los Andes, y sector lacustre. En segundo lugar se encuentran las Praderas Naturales (20%), manteniéndose la comuna de Lonquimay con el mayor porcentaje para este uso. Le siguen las plantaciones forestales (20% del total regional), y que se distribuye esencialmente en el noroeste de la región, principalmente en la Provincia de Malleco. Las comunas que sobrepasan el 50% de este uso son Lumaco (60,2%), Los Sauces (52,3%) y Galvarino (50,1%). Finalmente, el cuarto uso corresponde a Cultivos Anuales y Permanentes, con un 9% del total regional. Las comunas con un mayor porcentaje de su suelo dedicado a los cultivos se localizan en la zona central de la Región, especialmente las comunas cercanas a Temuco; situación que puede explicarse a la necesidad de tener cercanía con los principales centros urbanos, ya que es donde se encuentran los grupos de consumidores, considerando que este uso es mayoritariamente producido por la pequeña agricultura y enfocado esencialmente al mercado interno. Los cultivos que han tenido un mayor decrecimiento son los cereales (que dependiendo del censo, incluye las chacras y los cultivos industriales), representado en -13% para el período 1975 - 2007. El otro sector afectado han sido los cultivos de plantas forrajeras, decreciendo en – 35,6% para el período indicado. En ambos casos, la disminución ha sido significativa, y puede deducirse que aquellos terrenos destinados antes a estos cultivos se han ido utilizando para la expansión forestal (García y Ortega, 2007) Ante estos datos, se pueden identificar algunos cambios en la estructura productiva regional como también efectos sociales. En cuanto a la estructura productiva, según datos del INE (2007), expresan que al comparar las variaciones entre los censos agropecuarios de 1997 y 2007, las explotaciones agrícolas disminuyeron un 18%, mientras que las forestales aumentaron un 84%. En un análisis más local, Montalba et al (2005) indica que en la Comuna de Lumaco entre 1998 y el 2003, la superficie con plantaciones forestales pasó de un 14% a un 52% respectivamente, mientras que para el mismo período, la superficie para uso agropecuario disminuyó de un 60% a un 31%. En definitiva el proceso de modernización en la Araucanía, se empieza a manifestar en los inicios de la década de los setenta por medio de un importante cambio en el uso de suelo en las áreas que son parte de la Cordillera de la Costa, pasando de un uso agrícola – ganadero a forestal, con plantaciones introducidas y que se orientan ASOCIACION GRE MIAL DE COMUNIDADES INDIGENAS Y COMITES DE PEQUEÑOS AGRICULTORES DE LA PROVINCIA DE CAUTIN. principalmente al mercado mundial de la madera. Esta situación es relevante de analizar al momento de pensar el rol de la región al momento de la producción agroalimentaria, puesto que además de haberse introducido con fuerza el sector forestal, los impactos sobre la capacidad de producción agrícola en las comunas con mayor presencia forestal ha disminuido por efecto de la crisis ambiental que trajo consigo este rubro, así hoy los grandes problemas para la producción indígena campesina del sector es la falta de agua y acidificación de los suelos. Pequeños/as productores/as agrícolas en Chile? Según la definición que maneja INDAP, principal servicio del Estado que presta apoyo al sector objeto del estudio, un pequeño productor/a agrícola es quien trabaja la tierra de manera directa (cualquiera sea su régimen de tenencia), explota una superficie no superior a las doce hectáreas de riego básico (efectivamente productiva), tiene activos(3) que no superan las 3.500 unidades de fomento (122.500 US$ aproximadamente y cuyos ingresos provienen principalmente de la explotación agrícola. Este segmento del campesinado representa alrededor del 25% de las tierras agrícolas del país y contribuye con cerca del 30% del valor total de la producción sectorial, aportando alrededor de un 40% de los cultivos anuales de hortalizas, viñas y ganado bovino, así como el 29% de las plantaciones frutales. El Estado ha llamado a este segmento del campesinado Agricultura Familiar Campesina (AFC), señalando que está constituido por 1,2 millones de personas, 400.000 de las cuales están ubicadas en la marginalidad y subsistencia y 800.000 son considerados agricultores con potencial empresarial. De acuerdo al Censo Agropecuario 2007 las explotaciones agrícolas menores de diez hectáreas, es decir las que son administradas por pequeños/as productores/as, corresponden a 165.801, conformando un 59,5% del total; sin embargo, representan sólo 1,8% del total de superficie (552.865 hectáreas). Por su parte, las grandes explotaciones concentran el 79,9% de la superficie nacional, lo que evidencia la desigual distribución de la propiedad de la tierra. Las mayores concentraciones se ubican entre las regiones sexta y undécima. La mayor parte de las propiedades cuentan con título de dominio, cobrando importancia las tierras entregadas por la reforma agraria, siguiéndolas las tierras en sucesión y el arriendo. Las medierías, las tierras comunitarias y las explotadas en usufructo son marginales. Parte de la producción de los/as pequeños/as productores/as se destina al autoconsumo, pero su mayoría se comercializa en forma directa o a través de intermediarios. El 95,9% de las exportaciones agropecuarias pertenece a personas naturales, mientras que el 4,1 % restante corresponde a organizaciones con personalidad jurídica, concentrando el 57,3% de la superficie agropecuaria total. Entre las personas naturales predominan los productores individuales (86,4% del ASOCIACION GRE MIAL DE COMUNIDADES INDIGENAS Y COMITES DE PEQUEÑOS AGRICULTORES DE LA PROVINCIA DE CAUTIN. total de explotaciones), luego siguen las sucesiones y sociedades sin contrato legal (5,9%) y los comuneros representan, apenas, el 3,6%. Hoy resulta ser una paradoja para nosotros, los pequeños productores de alimentos campesinos e indígenas, quienes vivimos, como ya se ha dicho, en las peores condiciones asociadas a la ruralidad: poca tierra, poco capital, bajos ingresos, bajos niveles de educación, entre otros, el que se nos indique que nuestra economía debe someterse a patrones de competitividad para fomentar las posibilidades de exportación. Es importante decir que la realidad de la producción de alimentos para la exportación no es la que nos venga a identificar a nosotros y a nuestras economías. Sabemos que el énfasis del modelo chileno de exportación ha sido hacia productos primarios generados por grandes empresas extranjeras, y que además son muy pocas. Sólo 6.000 empresas han realizado exportaciones en los últimos años, de las aproximadamente 600.000 empresas en Chile. En el 2004, las 5 primeras empresas exportaban el 35 % de las exportaciones totales chilenas. Las 10 primeras empresas exportaban cerca del 45 %; las 15 primeras, más del 52 %. Sólo las principales 50 empresas exportaban cerca del 70 %. Esta concentración es mayor aún en las exportaciones a Estados Unidos. Las primeras 5 empresas, exportaban el 37 % de las exportaciones totales de Chile a Estados Unidos; las 10 primeras exportaban cerca del 50%. Las 50 principales empresas exportaban el 86 % de las exportaciones totales de Chile a EE UU (Caro 2008). Las empresas extranjeras productoras de salmón son las que vienen controlando las cifras de exportación de alimentos. Asimismo ocurre con las exportaciones de fruta. De las 10 principales empresas productoras de salmón, 6 de ellas son extranjeras, ubicándose en el primero y tercer lugar. Los productores de fruta se estima que en Chile son aproximadamente 12.000. En gran parte dependen de las empresas exportadoras de fruta. Las primeras 4 empresas exportadoras de fruta, que representan sólo el 1 % de las empresas exportadoras controlan el 24 % de las exportaciones totales. Las 13 principales empresas exportadoras, el 50 % de las exportaciones totales de fruta de Chile. De las 6 principales empresas, 4 son extranjeras y 3 estadounidenses. Las de Estados Unidos ocupan el primero, segundo, y sexto lugar. (Caro 2008) Sabemos que nuestro rol no va a estar del lado de las economías de exportación, estas cifras no van a cambiar sino que se aspira a que aumenten y que éste será el potencial del llamado Chile Potencia Agroalimentaria. ¿Dónde quedamos entonces nosotros como productores de alimentos? ASOCIACION GRE MIAL DE COMUNIDADES INDIGENAS Y COMITES DE PEQUEÑOS AGRICULTORES DE LA PROVINCIA DE CAUTIN. Análisis de problemas y oportunidades que enfrenta el sector en el modelo Global El nuevo escenario ha permeado a la pequeña agricultura campesina en sus formas de producción, organización e identidad. Algunos estudios (Pérez, 2001) caracterizan la situación actual del mundo rural como de crisis de producción, orientación y población. La decadencia de lo rural frente a lo urbano ha traído un desprestigio de las actividades agrícolas que, sumado a la falta de oportunidades, propicia la migración de la población joven. Existirían crisis de las formas de gestión tradicionales, ya que los/as pequeños/as productores/as no pueden tomar decisiones considerando la imitación o tradición, sino que dependen ahora más que nunca de las políticas nacionales e internacionales, de las señales y reglas del mercado y de la competitividad, responsabilidad y/o solidaridad empresarial. Bajo el fundamento de la seguridad alimentaria mundial, se impuso la revolución verde y una serie de políticas vinculadas a aumentar la producción para alimentar a los habitantes del planeta, esto porque gran parte de las políticas nacionales e internacionales compartían una política doctrinaria, y es que para superar el hambre del mundo había que aumentar la producción. En 20 años la producción fue triplicada, pero se logro sin tomar en cuenta los efectos sobre los recursos físicos del planeta, la reducción de empleos principalmente por el fenómeno de la integración vertical de tecnologías y sistemas y medios de producción y también por la pérdida de mercados, pérdidas de las estructura productivas y pérdida de la conectividad del sector rural con la red urbana y con los sectores de servicios. Esto provoca discriminación e inequidad en torno al derecho de los productores, pero también de todos los habitantes de tener una cierta calidad de vida, dentro de la cual el acceso a los recursos alimentarios adecuados es fundamental. Verdaderamente lo que se obtuvo con esta política de seguridad alimentaria fue el subsidio al aumento de producción de grandes corporaciones. Hoy podemos hacer un símil, pues es lo que seguimos observando que ocurre hoy con las destinaciones de los recursos asignados al sector de la pequeña economía familiar campesina. La llamada competitividad ha venido a generar desequilibrios importantes en el sector puesto que beneficios estatales se concentran en microempresarios rurales con capacidad de pago y endeudamiento. No queremos ser abastecedores de las empresas agrícolas, ni mano de obra barata. Hoy en la región se comienza a hablar de la generación de productos con identidad, somos nosotros los portadores de esa identidad rural y campesina. Vemos con preocupación el surgimiento de empresas que han cooptado nuestros saberes y productos, aprovechándose del capital y de los beneficios que finalmente debieron haberse asignado a nuestro sector En la última edición del Informe sobre el desarrollo mundial , el 19 de octubre el 2007, el Grupo del Banco Mundial “insta a incrementar la inversión en agricultura en los países en desarrollo y se advierte que, a fin de alcanzar el objetivo de reducir a la mitad la extrema pobreza y el hambre para 2015, el sector agrícola debe convertirse en el eje del programa de desarrollo”. ASOCIACION GRE MIAL DE COMUNIDADES INDIGENAS Y COMITES DE PEQUEÑOS AGRICULTORES DE LA PROVINCIA DE CAUTIN. PROPUESTAS Y DEMANDAS. Demandamos el reconocimiento social y político de los/las pequeños productores de alimento, como un segmento poblacional y productivo que aporta a la seguridad interna y soberanía del país, dado que: - en la Región de la Araucanía existe un alto porcentaje de población rural, que alcanza al 32%, a su vez un alto grado de pobreza rural. - La pequeña producción utiliza tecnologías apropiadas de producción, o bien de menor impacto ambiental que la producción convencional, por tanto posee una ventaja de impacto ambiental considerable. - Realiza un aporte fundamental a la seguridad social de la población, porque solo la producción local produce trabajo, acceso a la alimentación, acceso a alimentos más sanos y seguros, y contribuye a la identidad y dignidad de los pueblos. Ello a través de las relaciones de reciprocidad, y/o de contratación de mano de obra para la implementación productiva del predio campesino e indígena; su aporte a la seguridad alimentaria a través del auto abastecimiento familiar, como también un apoyo al de sus familias que viven en la zona central del país. Para lo anterior se requiere: 1. Modificar la ley de propiedad vigente y distintas leyes de fomento al desarrollo agropecuario, estratificando los segmentos productivos, hoy día agrupados como poseedores de menos de 12 hás de riego básico, definiendo entre estas categorías la de pequeño productor poseedor de menos de 5 hás de riego básico, productor de alimento. 2. Reconocer en este sistema de pequeña producción de alimentos paradigmas y objetivos distintos a los de la producción industrial, por tanto debiendo incorporar a las herramientas de promoción productiva, ésta numerosa población objetivo, accediendo a los distintos instrumentos de apoyo, en el ámbito productivo, riego, inversiones infraestructura, conservación de suelos y medio ambiente entre otros, pasando a formar parte estructurante de los programas gubernamentales. Considerando además que éste sistema es generado a partir de la multifuncionalidad de los modos campesinos e indígenas de producción de alimentos, el uso de tecnologías y técnicas productivas tradicionales o alternativas y no convencionales, dado los atributos relacionados a la producción de alimentos sanos. ASOCIACION GRE MIAL DE COMUNIDADES INDIGENAS Y COMITES DE PEQUEÑOS AGRICULTORES DE LA PROVINCIA DE CAUTIN. 3. Reconocer el aporte de este segmento productivo social y cultural al abastecimiento interno del país y no necesariamente a las exportaciones y bajo conceptos de competitividad y eficiencia productiva, haciéndose necesario entonces incorporar a este sector en los distintos niveles de la gestión de gobierno, nacional, regional y comunales, la participación con derecho a voz y a “veto”, en las distintas iniciativas de inversión y focalización de recursos estatales. Defendemos el derecho a tener autosuficiencia alimentaria, a través del mercado interno, para tener seguridad interna y no quedar a merced del mercado internacional, como garante de más justicia social y protección ambiental. Defendemos el derecho a la producción local campesina, con Identidad Indígena, para no tener que entregar nuestro trabajo o nuestros productos a empresas que negocian los alimentos y empobrecen nuestra vida. IVAN REYES ALCAMAN PRESIDENTE 77971160 [email protected] LORENA ARRIEGADA M. TESORERA SERGIO HUAIQUIMILLA DIRECTOR JORGE MALLEO P. VICE PRESIDENTE VICTOR SUAZO SECRETARIO IGNACIO HUIQUIMILLA PROSECRETARIO NOTA: CON LA COLABORACION DE ANGELICA HERNANDEZ-AGRA, XIMENA CUADRARED SOLES, RED AMBIENTAL DE LA ARAUCANIA. CASINO DE TEMUCO, JUEVES 27 DE AGOSTO DEL 2009.