PANORAMICA DE LA LABRANZA DE CONSERVACION EN MEXICO Y EN AMERICA LATINA Ramón Claverán Alonso INIFAP - CENAPROS INTRODUCCION La agricultura es la actividad pacífica por excelencia, pero ella misma está sujeta a revoluciones internas y periódicas, que la cambian y le dan nueva vida, deben haberse presentado muchas de ellas a lo largo de su historia. El primer cambio sobresaliente en tiempos más recientes fue el ocurrido en el siglo 19, la revolución industrial provocó cambios en la agricultura, pero son más trascendentes los que ha sufrido en el siglo 20, particularmente en la segunda mitad. Así un punto notable de quiebre fue la llamada "Revolución Verde" de la década de los sesenta, que tuvo la habilidad de sintetizar las tecnologías que había generado la investigación en fórmulas de aplicación práctica, las que definitivamente elevaron substancialmente la productividad siempre que los ambientes y los recursos disponibles reunieran las condiciones para su éxito. La revolución verde tenía un enfoque eminentemente productivista y una década mas tarde, empezó a dejarse sentir la reacción mundial, preocupada por la preservación de los recursos naturales, situación que había sido soslayada por la revolución verde. El concepto de agricultura sostenible comenzó a conocerse en muchos países, como la solución conciliatoria y permanente entre la productividad y la conservación de los recursos particularmente suelo, agua y biota. El primer paso obligado para ingresar al ámbito agrícola conservacionista y eventualmente sostenible, es practicar la llamada labranza de conservación, la cual tiene varias modalidades en su aplicación, desde labranza mínima hasta la ausencia total de labranza o labranza cero. En cualquiera de las formas que se aplique, existe una condicionante ineludible: cubrir el suelo con parte de los residuos de la cosecha anterior, para así acercarse mas al proceso natural. El lugar de origen y la mayor extensión mundial bajo labranza de conservación se encuentra en Estados Unidos, seguido por otros países del continente americano. En esta región del mundo se encuentra el 96% de la superficie total del globo bajo labranza de conservación (Derpsch, 1999). El proceso de cambio de la agricultura convencional a labranza de conservación no es de ninguna manera sencillo, veamos el caso de México, cuyo macro escenario y antecedentes se describirán resumidamente, con el propósito de explicar la situación actual del país respecto a labranza de conservación que indudablemente es de rezago, pero no puede decirse que sea atípica de la mayor parte de los países de América Latina. EL ESCENARIO México es un país con una superficie de 194 millones de hectáreas de las cuales están abiertas a la agricultura aproximadamente 30 y se cosechan anualmente alrededor de 20 millones que equivalen al 10% de la superficie total. El país presenta grandes variaciones altitudinales debidas a dos grandes cadenas de montañas que corren paralelas a lo largo del país y se fusionan para formar una tercera cordillera en el extremo sur. Esta topografía relacionada con la latitud, origina un variado sistema climatológico que va desde climas áridos extremos con precipitaciones medias anuales menores de 200 mm a climas tropicales húmedos con lluvias medias anuales superiores a 2000 mm. Un total de 28 tipos de climas se identifican en un mosaico complejo, donde desafortunadamente en mas del 50% del país predominan climas áridos y semiáridos. (Medina et al 1998). El origen geológico, el relieve y el clima han dado lugar a una variedad de suelos en México, donde ocurren 25 de las 28 unidades de suelos propuestas por la clasificación FAO/UNESCO/ISRIC, los suelos más abundantes son los Leptosoles , Regosoles y Calcisoles. (INEGI, 1998). En el país ocurren 37 regiones hidrológicas y se delimitan 314 cuencas hidrográficas mayores. México recibe una media anual aproximada de 475 kilómetros cúbicos de agua, de los cuales 182 mil millones de metros cúbicos se almacenan en 2,100 presas. (INEGI, 1998). México para fines exclusivamente prácticos, fue dividido en cuatro grandes regiones: árida y semiárida 52%, (150 a 500 mm) templada 13% (600 a 900mm de precipitación anual media) aquí se incluye la mayor parte de las montañas, tropical seca 27% (900 a 1200 mm) y tropical húmeda 8% (superior a 1200 mm). Esta no es una clasificación científica, pero da una idea general de la situación que guardan las grandes regiones ecológicas del país. La población humana tuvo un crecimiento exagerado en el siglo 20; en la primera mitad solamente se duplicó, cambio de 10 a 20 millones, pero en el periodo comprendido de la mitad al fin de siglo, aumentó de 20 millones a casi 100 millones (400%) que en cierto modo sigue la tendencia mundial. Además de este incremento demográfico tan importante (y preocupante), la población se mudó de sitio, a mediados de siglo era México un país predominantemente rural para convertirse en la actualidad en un país urbano, los números prácticamente se invirtieron. Este es un fenómeno común en toda América Latina. Otra fuga importante de la población rural es al extranjero, tendencia que creció bastante en la última mitad del siglo y se trata principalmente de población predominantemente rural (INEGI, 1991). LA AGRICULTURA MEXICANA 2 El origen de la agricultura mexicana partió de la fusión de dos culturas. La base fue la agricultura indígena mesoamericana que de hecho tenía un historial de alrededor de 5000 a 9000 años de antigüedad y que entre otras cosas había logrado domesticar al maíz (Fussell, 1992). La agricultura original era en realidad conservacionista, sembraban a piquete y nunca quedaba la superficie desnuda. Incluso la roza-tumba y quema no era nociva porque los ciclos de descanso eran lo suficiente largos para permitir la rehabilitación total del suelo. Fue sobrepuesta a ella la agricultura europea, particularmente la originaria del mediterráneo que trajo al Continente Americano nuevos cultivos, herramientasaperos de trabajo y animales, lo más sobresaliente de este cambio fue haber introducido a los sistemas indígenas una nueva fuente de energía generada por animales: equinos y bovinos, hasta entonces desconocidos aquí. Esta fuerza animal jalaba un arado de tipo egipcio que roturaba la tierra, pero afortunadamente no invertía el perfil, hacía en realidad el trabajo de un cincel. La integración de ambas culturas fue gradual y dio lugar a sistemas autóctonos muy variados y acoplados a todos los ambientes del país. Aunque la agricultura que depende exclusivamente de la energía humana no ha desaparecido hasta ahora, debido principalmente a la dificultad de hacer agricultura en suelos con pendientes demasiado pronunciadas, muy frecuentes en México, o bien porque los agricultores aun cuando tengan suelos con menos pendiente carecen de recursos para comprar o rentar los animales de trabajo (Cruz, 1997). Durante el siglo 19 hubo algunos insumos tecnológicos del exterior, pero no produjeron cambios importantes en los sistemas agrícolas. La evolución de la agricultura nacional se dio realmente hasta el siglo 20 y la mayor transformación tuvo lugar en la segunda mitad de ese siglo. Así el arado de vertedera que invierte el perfil del suelo, inventado en Holanda y posteriormente rediseñado y comercializado masivamente en Estados Unidos por John Deere, a partir de la segunda mitad del siglo 19. Este se popularizó en México con esfuerzo del gobierno hasta casi un siglo después y ahora, curiosamente la tendencia es eliminarlo totalmente de la agricultura, para beneficio del propio suelo. La transformación de la agricultura en México se aceleró a partir a la mitad del siglo 20, el inicio de la segunda guerra mundial, marcó el principio del proceso actual de globalización. El mejoramiento genético de maíz y trigo, la aplicación masiva de fertilizantes químicos y pesticidas culminó con avances tecnológicos espectaculares y el paquete completo se denominó "revolución verde", aplicado con éxito productivo solamente cuando las condiciones ambientales y socioeconómicas lo permitían. El siguiente paso fue popularizar las fórmulas de la revolución en todos los sistemas agrícolas, del país, por supuesto que no se logró, pero si se consiguió incorporar a casi todos ellos algunos elementos de su catálogo tecnológico, que en muchos casos se aplican 3 separadamente, tales como semillas mejoradas, fertilización química, combate de plagas, etc. Existe en México enorme diversidad en el numero de combinaciones y la intensidad con que estos elementos concurren en los sistemas de producción actuales. La tendencia hacia la agricultura conservacionista que se inició a partir de los setenta y se incorpora poco a poco a la agricultura mexicana, será descrita en este documento. La situación que guarda actualmente la agricultura del país, la definen una multitud de indicadores, ante la dificultad de enunciarlos, se cita la fuente de energía que se utiliza para hacer el mayor volumen de trabajo que el cultivo requiere particularmente en el suelo, aparece en el Cuadro 1. Estos datos dan una idea general sobre el nivel de desarrollo socioeconómico, la capitalización del campo, así como también el grado de dificultad que tiene la agricultura, por efecto de la pendiente de muchos terrenos marginales para la agricultura que son trabajados a mano, los que en muchos casos tienen potencial forestal, para captación de agua, pecuario y otros usos. Cuadro 1 Clasificación de agricultores con relación a la fuente de energía utilizada. (INEGI, 1991) Fuente de Energía Utilizada Número de agricultores (miles) Energía humana solamente 1,200 Energía animal 1,200 Energía animal y tractor 400 Totalmente mecanizados 685 Total 3,485 EL PROBLEMA DE DETERIORO Paralelo al incremento demográfico y al desarrollo moderno de la agricultura en el ultimo medio siglo, el deterioro de los recursos naturales se ha convertido en un problema ascendente de proporciones preocupantes. Mass y García-Oliva (1990) hicieron un análisis del problema, citan a cinco autores que estimaron la superficie de México afectada por erosión acelerada y la media de estas observaciones es mayor de 80%. Anualmente se pierden aproximadamente 535 millones de toneladas de suelo (SEMARNAP, 1997), el 69% de estos sedimentos van a dar al mar y 31% se deposita en el cauce de los ríos, lagos, presas y lagunas, esto se convierte en otro grave problema debido a la dificultad de desazolvar estos almacenamientos de agua. El origen del problema es el mal manejo de las tres actividades básicas: la tasa de deforestación en desbalance con las plantaciones, sobrepastoreo del ganado y agricultura convencional o la tradicional como tumba-roza y quema que por el incremento demográfico, acortan los tiempos de descanso y deterioran los recursos naturales. 4 En zonas con pendientes pronunciadas como la región de Los Tuxtlas, Veracruz producir un kilogramo de maíz bajo agricultura convencional tiene un costo ecológico de 27 kilos de suelo (Uribe, 1999). Se estima que en los últimos 40 años se ha perdido 5 veces más suelo que en los 400 años de historia del país (Mason, 1984, in Mass y García-Oliva 1990). Las pérdidas anuales se estiman entre 250,000 y 300,000 hectáreas de tierra agrícola. En caso que esta tendencia no se modifique, seguramente en el siglo 21 se perderá la mayor parte de la tierra de cultivo. Además de la perdida de suelo, es de importancia económica la perdida de nutrimentos disponibles para las plantas que son transportados por el agua sobre la superficie del suelo y también por los mantos subterráneos, produciendo un daño doble, primero la pérdida de la mayor parte del fertilizante aplicado y en segundo lugar acumulación en el agua de substancias tóxicas como son los nitratos. El nitrógeno es el más importante en dos sentidos: es el de mayor contenido energético que se aplica al cultivo de maíz, y es también uno de los insumos de costo más elevado para el agricultor. En el Bajío, una de las regiones agrícolas más importantes de México, solamente una tercera parte del nitrógeno aplicado al trigo es utilizado por la planta (Grageda, 1999). En la cuenca hidrográfica de Pátzcuaro, Michoacán se midió una pérdida por ciclo en el cultivo de maíz de nitrógeno, 2.5 más alta en labranza de convencional que en labranza cero, (Velázquez et al, 1997). Fuga de nutrimentos del suelo es una área de investigación donde se requiere mas información, para dimensionar con mayor precisión el problema, pero es todavía más urgente detener este proceso. La labranza de conservación ha probado ser la solución. LA LABRANZA DE CONSERVACION EN MEXICO Los antecedentes Como antes fue mencionado, la euforia de la revolución verde duró menos de una década, una serie de sucesos como la crisis del petróleo que se presentó en Estados Unidos en los años setenta, las sequías en Africa, la contaminación, los altos índices de pérdida de suelo observados en todo el mundo, etc. crearon la necesidad para el cambio de agricultura, que se inició precisamente en Estados Unidos. Uno de los primeros contactos que se tuvo en México con el nuevo sistema de cultivo, se dio a fines de la década de los setenta cuando el CIMMYT inició un programa de capacitación en sus instalaciones e invito a un grupo de técnicos e investigadores del FIRA (Institución financiera y de desarrollo de segundo piso) y del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) a un recorrido por varias regiones agrícolas de Estados Unidos, que habían adoptado la labranza de conservación. A su regreso ambas instituciones iniciaron actividades de labranza de conservación en sus campos respectivos: demostración y promoción en el FIRA e investigación en el INIFAP. 5 FIRA a partir de entonces inició un programa permanente de actividades de capacitación, construyó centros de capacitación especializados y estableció una profusa red de lotes de demostración, conferencias, congresos internacionales, organización de productores, y sobre todo promoviendo y descontando con bancos de primer piso, financiamientos para préstamos de avío y refaccionarios dirigidos a fomentar labranza de conservación en todo el país. (González, 1990). La investigación La investigación del INIFAP en labranza de conservación tiene sus primeros antecedentes desde la década de los años 50, cuando fueron establecidos experimentos con labranza cero, aunque el suelo no fue cubierto con residuos. Los resultados obtenidos no fueron sobresalientes y se abandonó esa línea de investigación, sólo algunos ensayos aislados se hicieron posteriormente. Se retomó la investigación a raíz del viaje de observación patrocinado por el CIMMYT, fueron establecidos lotes experimentales en varios lugares del país, desafortunadamente, su actividad fue en declive hasta el inicio de la década de los noventa en la que se aceleró con la coordinación de la región Centro, con la Pacifico Centro para organizar un programa más agresivo de investigación en labranza de conservación. En 1996 el INIFAP creo un Centro Nacional de Investigación para Producción Sostenible (CENAPROS) que tiene la responsabilidad de coordinar la investigación sobre labranza de conservación, que desarrollan los ocho centros regionales de la institución, donde aproximadamente 55 investigadores participan directamente en investigación sobre labranza de conservación en un programa nacional. El primer informe fue publicado en 1997, donde se resumen los resultados obtenidos por INIFAP y otras instituciones relacionadas o afines (INIFAPCENAPROS, 1997). Otras instituciones también han desarrollado investigación y programas de transferencia de tecnología conservacionista, algunas de ellas son de enseñanza y entre estas es el Colegio de Posgraduados el más activo en este campo, ha efectuado investigación en varios lugares del país así como elaborado tesis de maestría y doctorado con particular énfasis en las propiedades y relaciones edáficas. El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) ha trabajado en principalmente en regiones tropicales: La Fraylesca y Motozintla,Chiapas (Van Nieuwkoop. 1994) y los Tuxtlas, Veracruz. (Erenstein y Cadena, 1997; Buckles y Erenstein, 1996; Soule, 1997) y en Cd. Guzmán, Jalisco (Scopel, 1997) desde hace más de 10 años. Asimismo algunas organizaciones no gubernamentales (ONG) vienen participado también en el campo investigación-transferencia. Un ejemplo organizado es la red que ha consolidado y financiado parcialmente la Fundación Rockefeller la cual opera principalmente en ambientes tropicales y están coordinadas universidades, instituciones de investigación, gobiernos estatales y con otras 6 ONG. Uno de sus programas más importantes es el del sur de Sinaloa en coordinación con INIFAP y la Universidad Autónoma Agrícola Chapingo (UAACH). (Herrera y Palacios, 1996) donde se trabaja en manejo agrosilvo pastorilde los recursos y es uno de los primeros lugares de México donde se aplica labranza de conservación en la producción de forrajes. La investigación que se ha hecho hasta el presente ha priorizado los aspectos cruciales de la labranza de conservación. Las incógnitas más importantes, que se tenían en el punto de partida, eran definir el tipo de labranza de conservación más eficiente, mínima labranza o cero labranza y cuando era necesario recomendar labranza en bandas (ridge tillage), partiendo por supuesto de labranza convencional como punto de comparación . La otra duda era la cantidad mínima de residuos de la cosecha anterior que se debe dejar sobre el suelo, por la importancia tan grande que tiene este aspecto en México. La tercera era el tipo de sembradora de labranza de conservación que reuniera las condiciones de eficiencia y costo accesible. Otro conocimiento indispensable era el comportamiento de estas prácticas, bajo condiciones de temporal y bajo riego. Los resultados experimentales mostraron en primer término, ventajas significativas de labranza de conservación sobre labranza convencional y entre labranza cero y labranza mínima. Respecto a esta última inclusive se detectó en suelos con pendiente, mayor erosión producida en labranza mínima que en labranza convencional. Bajo esas mismas condiciones de ladera y andosoles se encontró en los primeros años diferencias de 400% mayor erosión en labranza convencional comparada con labranza cero (Tiscareño et al, 1997). En terrenos cultivados con mayores pendientes en el sur de Veracruz producir un kilo maíz costo 27 kilos de suelo, en cambio bajo labranza cero la perdida se redujo a menos de un kilogramo en promedio de 4 años (Uribe, 1998). Más de cien experimentos efectuados en el programa nacional durante 5 años mostraron que la labranza cero reduce la tasa de erosión en aproximadamente 80% en el maíz y 95% en el caso de trigo comparado con labranza convencional. A medida que se continúa aplicando la labranza cero, la tendencia es aumentar aun mas la protección del suelo (Osuna, 1997, Velásquez, 1997). Respecto a la cobertura del suelo se encontró que dejando la tercera parte del residuo de la cosecha (no el porcentaje de cobertura) la protección contra la erosión es suficiente (Velázquez et al, 1997) en ambientes de climas templados, esto concuerda con datos obtenidos en otros países (Leite, 1997). Esto no se cumple en climas tropicales donde se requiere mayor cantidad de residuos (Nieuwkoop et al, 1994, Erenstein, 1999), en virtud de la alta tasa de descomposición de la materia orgánica. El programa de investigación ha ganado suficiente experiencia a través del tiempo, en el manejo especifico de los dos residuos más importantes que son rastrojo y paja de trigo. 7 La maquinaria agrícola en los primeros años, fue una limitante primordial para ingresar a la labranza de conservación, porque las únicas sembradoras disponibles eran importadas y a precios inasequibles para la mayor parte de los agricultores. Posteriormente, se han diseñado equipos funcionales para tiro mecánico y animal por INIFAP (Del toro, 1997; Campos, 1996, 1997, 1999) y otras instituciones como la UAACH (Gaytán et al, 1999a, 1999b); además varias compañías pequeñas (mínimo 12), han entrado al mercado con sus propios diseños, incluso actualmente algunas fabrican localmente equipos para siembra directa de precisión (Dobladense). Por otra parte, las grandes compañías como John Deere y New Holland comenzaron a fabricar sembradoras en México para pequeños y medianos agricultores. Resumiendo los resultados de investigación de INIFAP y otras instituciones contenidas en los documentos citados se concluye que: 1 No se detectó diferencia en el comportamiento de semillas mejoradas de maíz, tanto las de las compañías comerciales, como aquellas que fueron generadas por el INIFAP, cuando se sembraban bajo labranza de conservación y en agricultura convencional. 2 La productividad en maíz de temporal bajo labranza de conservación se incrementó entre 10 y 15%, media de 5 años en clima templado, pero en el trópico la productividad se ha elevado hasta 32% con respecto a labranza convencional (Nieuwkoop et al, 1994). 3 Los costos de producción de maíz en temporal y trigo en riego en labranza de conservación disminuyeron entre 25 y 30% con relación a labranza convencional. 4 El contenido de humedad del suelo estuvo en promedio 20% arriba en labranza de conservación y es una salvaguarda en la agricultura de temporal. Principales limitantes para su adopción En la práctica, se han encontrado las siguientes barreras y combinaciones entre ellas, que han impedido la difusión extensiva de la labranza de conservación: 1 La tradición agrícola de cinco siglos, ha creado una actitud social que dificulta el cambio de agricultura convencional a labranza de conservación, particularmente entre los agricultores de mayor edad. 2 El convencimiento para dejar sobre el suelo el rastrojo o la paja no es fácil porque la mayoría de los agricultores: a) utilizan los residuos para alimentar a sus animales durante los periodos secos, b) los venden, puesto que estos tienen valor de mercado en muchas regiones, c) los 8 queman para "limpiar" el suelo. Otra variante de este problema es el sistema de tumba-roza y quema, que se practica en el sureste de México. 3 No existen aun suficientes asesores en el país, para dar servicio de asistencia y capacitación a los agricultores en la cantidad y con la calidad requerida. Malas experiencias tenidas por los agricultores debido a la falta de asesoría, o deficiencias en esta, dificultan la futura adopción de labranza de conservación en esa región. 4 El grado de capitalización del campo es bajo y el acceso para recibir financiamiento crediticio no es fácil, particularmente para los pequeños agricultores. 5 El costo de los herbicidas es alto en México en comparación con otros países, así por ejemplo, el precio de un litro de Faena (Round up) es diez veces mas alto en México que en Argentina. 6 En el caso de los agricultores que utilizan exclusivamente energía humana (1´200 000) en el cultivo de maíz y frijol, esta solucionada la primera condición de labranza de conservación, puesto que al no usar el arado, no invierten el perfil del suelo, pero no dejan residuos sobre la superficie, porque la mayor parte de los agricultores del trópico aplican el sistema de "roza-tumba y quema" y el suelo queda desnudo. Aquellos que no hacen esta práctica, están generalmente bajo las circunstancias del inciso 2 de esta sección. LA SITUACION ACTUAL 1. México está dentro de los acuerdos internacionales para fomentar la labranza de conservación, firmó el documento de Río de Janeiro, la Agenda 21 se refiere a la labranza entre otros instrumentos, para conservar el suelo y el agua. Asimismo la Cámara de Senadores en 1995 ratificó la Convención Internacional de Lucha contra la Desertificación que también la involucra. Operan en México redes y asociaciones internacionales para este efecto. 2. La estimación sobre la superficie del país bajo labranza de conservación hechas por FIRA (Ochoa, 1999) es de aproximadamente 650 mil hectáreas esto representa aproximadamente el 3.25% de la superficie cosechada anualmente en México en los ciclos primavera-verano y otoño-invierno. La mayor superficie bajo labranza de conservación está concentrada en el centro occidente del país 79.9%, en la región sur 8.9%, en el sureste 10%, en el norte 1% y solamente 0.2% en el noreste. En lo que se refiere a cultivos, el maíz es el más importante aproximadamente 57%, le sigue el sorgo con 37.8%, el trigo 8.4% y otros cultivos 0.8% donde están algunas hortalizas como el brócoli. 9 3. Es preocupación del gobierno federal y de los estados fomentar la labranza de conservación, la Secretaria de Agricultura Ganadería y Desarrollo Rural (SAGAR) contrató en 8 mil técnicos distribuidos en todo el país, la mitad de ellos para asesorar el incremento de la productividad y el resto para programas de desarrollo rural. En 1999 se les impartieron un total de 202 cursos sobre labranza de conservación y practicas afines a un total de 5827 de esos técnicos para coadyuvar al Programa de Agricultura Sostenible y Reconversión Productiva. El Programa de Alianza para el Campo también contempla el subsidio de 20% del precio en la compra de sembradoras para labranza de conservación lo mismo que tractores y la reparación de estos. 4. Existe en México infraestructura y recursos humanos para desarrollar investigación tanto en el INIFAP como en las Universidades, lo que evidentemente falta es integración de esfuerzos. En el caso de transferencia de tecnología existen los elementos como las que se citan antes en el Programa Alianza. FIRA desarrolla una función permanente capacitando aproximadamente 300 técnicos y agricultores por año en su centro especializado, además de las otros aspectos de fomento donde el más importante es el descuento de los financiamientos otorgados para adquirir maquinaria y establecer labranza de conservación. 5. El conocimiento y experiencias acumuladas en México sobre labranza de conservación son suficientes para aplicarse a los principales cultivos básicos, se requiere todavía indagar muchas relaciones causa-efecto para hacer los procesos más eficientes como es la microbiología y materia orgánica, la relación carbono-nitogeno, relaciones hídricas y climáticas, plagas rizófagas, etc. También algunos problemas prácticos necesitan más investigación para ser resueltos, como es el caso de los suelos rojos tropicales donde la labranza de conservación no ha tenido mucho éxito (Nieuwkoop, 1994). 6. Paralelamente al mejor conocimiento y dominio de la labranza de conservación es urgente entrar a la siguiente fase de la agricultura conservacionista, que consiste mejorar la fertilidad del suelo combinando la labranza de conservación con abonos verdes, asociación y rotación de cultivos tal como se está haciendo Brasil. Ahora mismo, estamos desaprovechando esa oportunidad, que significa mejoramiento del suelo y también de los agricultores. LABRANZA DE CONSERVACION EN AMERICA LATINA Como antes había sido mencionado, la mayor superficie de labranza de conservación en el mundo, después de Estados Unidos, se encuentra establecida en América Latina y tres países del cono sur: Brasil, Argentina y Paraguay es donde más se ha extendido. En el resto de los países es aun incipiente (menos de 100 mil hectáreas) o desproporcionadamente baja con 10 relación a la superficie agrícola total, como es el caso de México, antes descrito. Existen dos casos adicionales que vale la pena mencionar. El caso de Costa Rica es original y merece citarse, el país tiene muy poca superficie bajo labranza de conservación (menos de mil hectáreas) pero ha estructurado concienzudamente y aprobado una legislación muy avanzada a este respecto, para integrarla a su agricultura y están iniciando el proceso ordenadamente. En El Salvador, a pesar de los graves problemas por la guerra interna que sufrió en su historia reciente, es uno de los pioneros de labranza de conservación en América Latina y en demostrar que la conservación y la productividad pueden asociarse con éxito en un sistema productivo. Iniciaron en 1970 un programa de labranza de conservación incorporándolo a la tradicional asociación maíz-sorgo, que sembraban a mano en la región de Guaymango de aproximadamente 5 mil hectáreas con pendientes de 40 a 90%. Esta región se ha convertido en un ejemplo nacional e internacional muy visitado Los pequeños agricultores continúan sembrando a mano principalmente y algo con energía animal. Antes de iniciar con la labranza de conservación habían adoptado ya híbridos y fertilización química de nitrógeno y fósforo, dejaron de quemar los residuos de la cosecha para depositar parte de ellos en el suelo. En los siguientes 16 años la producción de maíz se incrementa de 0.7 a 3.23 ton/ha y el sorgo de 0.6 a 2.1 ton/ha y además todos los beneficios de la conservación y el enriquecimiento del suelo (Sain y Barreto, 1996; Erenstein, 1999). Desafortunadamente la labranza de conservación no se ha extendido como se esperaba, existen un poco más de dos mil hectáreas en el país (FAO, 1999). Brasil es el caso mas avanzado y extenso de América Latina, y ejemplo mundial de adopción de labranza de conservación, debido a varias circunstancias: la versatilidad de los ambientes ecológicos donde se practica, el tamaño de los predios desde pequeños a grandes agricultores, la ingeniosa maquinaria que han desarrollado para energía animal o mecánica, el catálogo tan variado de tecnologías diseñadas con gran imaginación y que aplican extensivamente. La superficie que han cubierto con labranza de conservación, es de aproximadamente 12 millones de hectáreas, alrededor de la tercera parte de la tierra cultivada del país, en los últimos cuatro años ha aumentado mas de un millón de hectáreas por año (Derpsch, 1999). La labranza de conservación se inició en Brasil en la década de los setenta en Paraná y Río Grande do Sul, a partir de la iniciativa de un grupo de agricultores, algunos de ellos muy sobresalientes, que visitaron la Universidad de Kentucky y se interesaron en el cambio. En el inicio tuvieron dificultades por la ausencia de sembradoras para siembra directa y tuvieron que importarlas, pero la mayor parte de los agricultores solucionaron el problema, acondicionando ellos mismos las sembradoras de labranza convencional que tenían. Otro problema grave fue la escasez y el alto costo de los herbicidas en el 11 país. La investigación del estado participó puntualmente desde mediados de la década de los 70, en coordinación con compañías comerciales y agencias internacionales. Paraná se convirtió en el núcleo irradiador de la nueva tecnología para el sur de Brasil. Mas tarde la labranza de conservación se difundió a otras regiones, entre ellas las grandes extensiones productoras de soya y maíz de la región centro oeste (Da Veiga, 1997, Derpsch, 1998). Son muchos los puntos relevantes de la labranza de conservación en Brasil, uno que rebasó muy pronto los limites de esta, para integrarse con otras prácticas: abonos verdes, asociación y rotación de cultivos. En el primer caso utilizan numerosas leguminosas para incrementar el nitrógeno disponible en el suelo, pero también emplean gramíneas como el mijo de ciclo muy corto y la avena negra que es muy popular en el sur. Las rotaciones de cultivos alternando generalmente gramíneas y leguminosas fue el remedio mas practico para resolver los problemas del suelo ocasionados por el monocultivo (Da Veiga, 1997) . Otro enfoque muy importante de Brasil, que también se inició en el sur, fue la integración de estos sistemas agrícolas, con aquellos pecuarios y forestales dentro del contexto de cuencas hidrográficas. Estas fueron sobrepuestas a los limites de los territorios municipales, circunstancia que facilitó el establecimiento de programas regionales de gran alcance, con financiamiento nacional e internacional. (CEPA/SC, 1999). En esta estructura (y prácticamente en todas) se ha tenido éxito debido principalmente a la participación activa de los productores con trabajo y otros recursos así como de ejecutivos, técnicos, investigadores y prestadores de servicios formando equipos muy eficientes. Argentina, el segundo en América Latina en extensión, se inició en labranza de conservación desde1974, tanto en investigación como en su aplicación práctica. El cuello de botella al inicio también fueron los herbicidas y la maquinaria para siembra. Es cierto que los agricultores argentinos siempre tuvieron buena organización en labranza convencional y ahora han alcanzado un grado alto de organización también en materia de labranza conservacionista. El país pasó de 25 mil hectáreas bajo labranza cero en 1988 a aproximadamente 7 millones de hectáreas en la actualidad. El panorama inicial ha cambiado en el presente, en Argentina, existen 30 fábricas de sembradoras de siembra directa y los herbicidas se fabrican en el país (Derpsch, 1998) Aunque en ambos países se practica labranza de conservación. es pertinente hacer notar las diferencias entre Brasil y Argentina En este último país no hay minifundio, predominan fincas muy extensas y organizadas, la agricultura depende fundamentalmente de energía mecánica. No se ha integrado la labranza de conservación con la aplicación de abonos verdes y rotaciones como es el caso de Brasil, tampoco se maneja el concepto integral de manejo de cuencas. 12 Paraguay es un caso excepcional por la velocidad que ha alcanzado el cambio a la labranza de conservación en relación con la superficie agrícola del país. A pesar que domina el minifundio y se presentan las características de la mayor parte de los países tropicales latinoamericanos, que no son muy propicias para el cambio. Los primeros intentos se hicieron a principios de los ochenta y fallaron por mala calidad de las máquinas y falta de herbicidas. Posteriormente el Gobierno asociado con JICA de Japón, lograron arrancar el programa. En 1992, había solamente 20,000 ha: un programa del gobierno con la GTZ de Alemania fue iniciado en 1993 y en 1998 se tenían 500,000, actualmente existe una superficie de alrededor de 800,000 hectáreas, al mayor parte de cual corresponde a soya. Este programa rebasó las metas acordadas y cubre más del 50% de la superficie del país. (Derpsch, 1998, 1999). Por otra parte, América Latina es la región del mundo que tiene más redes activas de investigadores y técnicos solo por mencionar dos: La Red Latinoamericana de Agricultura Conservacionista (RELACO) y CAAPAS que es una federación latinoamericana de asociaciones de agricultura sostenible, que tiene tanto prestigio que han ingresado a ella asociaciones de otras regiones del mundo. Identidade Latino-Americana Ainda hoje é difícil definir uma "identidade latinoamericana", pois a maioria das obras sobre o assunto carregam fortes preconceitos. Identidade Latino - Americana: pensadores do século XIX Por Camila Rodrigues Identidade é uma palavra que traz no seu próprio sentido a marca do caráter complexo das questões que discute, uma vez que pode significar tanto a qualidade do idêntico e do comum, como o conjunto de caráter próprios e exclusivos. Daí concluirmos que esta construção simbólica que supõe tão vivamente a adesão de sentimentos constrói-se, invariavelmente, em relação a um "outro". Assim, a identificação pode surgir de fora para 13 dentro, ou seja, a partir do outro; ou de dentro para fora, ou seja, em relação ao outro. No caso da América Latina as identidades construídas a partir do outro são inúmeras, a começar pelo próprio termo "América Latina" que nada mais é que uma criação de Luís Bonaparte para designar o território que pretendia conquistar, ou seja, era o olhar do dominador concebendo uma identidade totalmente alheia ao povo que constituía essas sociedades. Nem sempre as construções identitárias latinas americanas feitas a partir de uma visão de fora têm como objetivo impor uma visão de dominação ou de inferioridade, um exemplo é a obra do pesquisador de história natural Alexandre von Humboldt que olha para o "Novo Mundo" de forma até deslumbrada. Aqui, interessa-nos discutir as visões dos latinoamericanos que, ao olhar para o "outro", para o externo, o fizeram tentando descobrir quem eram eles mesmos. Muitos são os textos que discutem essas questões. Irlemar Chiampi, no livro "O Realismo Maravilhoso" introduz a sua análise da literatura realfantástica com uma reflexão sobre a posição central das discussões sobre identidade no pensamento latino americano. Para ela, o desejo identificador atua como uma força propulsora da cultura latino-americana, a qual estaria sempre pensando a si mesma. Laura de Mello e Souza no primeiro artigo do seu livro "Inferno Atlântico", denominado "América Diabólica", coloca que o europeu que chegou à América e que a colonizou e que escreveu as primeiras crônicas sobre o novo Mundo, o fez a partir de uma mentalidade barroca, ou seja, concebia o mundo de forma bipolarizada e maniqueísta: Se Europa e suas instituições eram, para ele, a representação do bem, a América passava imediatamente para a posição do mal, e daí ser identificada com os símbolos da alteridade na Europa : o demônio e as bruxas e 14 feiticeiras. Assim, ao construir uma imagem depreciativa da América, o Europeu exaltava a posição da Europa como local onde prevalecia o bem e a lei de Deus, numa dupla construção identitária. É preciso não esquecer, no entanto, que os textos sobre identidade produzidos na América Latina no século XIX, trazem como herança essa construção identitária colonial cheia de juízos de valor e de considerações negativas, e com ela dialogam, mesmo que seja para negá-la. Assim, defendemos que Simon Bolívar, Domingo Sarmiento e José Martí, os três principais articuladores dos processos de independência e de pós-independência, partem dos discursos coloniais para edificar a identidade entre os Estados latinoamericanos. Bolívar deixa de ser mais um representante da elite criolla para ser visto como o mito do Libertdor justamente porque seu discurso soube utilizar o passado colonial como um fator legitimador da idéia de União latino-americana. A América latina bolivariana, à época da "Carta da Jamaica", é aquela que precisa da união: "já que tem uma só origem, uma só língua, mesmos costumes e uma só religião, devendo, por conseguinte ter um só governo que confederasse os diferentes Estados que haverão de se formar." Então, será rompendo com as origens coloniais, sejam elas os laços políticos efetivados nas independências ou os laços culturais que estão na base da própria idéia de identidade, que será possível à América Espanhola distinguir-se da Espanha pela força adquirida em século de experiência colonial, onde o latino americano surge como um contraponto tanto do índio como do espanhol e é, salvo particularidades, um tipo único que detém tanto a herança nativa quanto a 15 espanhola - não sendo inteiramente nativo nem espanhol e sendo capaz, então, de caminhar som seus próprios pés, reforçando o caráter da união continental como responsável pela formação do governo livre. Na "Carta ao general Juan José Flores", posterior ao Congresso do Panamá, lemos um Bolívar descrente, em total contraponto com o da primeira carta: aqui a idéia de união é vista como uma utopia do passado, onde ele serviu a uma revolução, o que nas suas palavras corresponde a "arar no mar". Desta feita a identidade é construída num sentido bastante depreciador - que é o da "América ingovernável" - e o discurso do passado colonial é retomado quase que em sua forma original, no sentido de identificar os americanos pelo caráter negativo : esta América não unida não serve nem de reconquista aos europeus. Se para Bolívar a origem colonial tem, por si mesma, o papel legitimador da idéia de União sem a qual a América é um projeto fadado ao fracasso, Sarmiento lerá esse mesmo passado de forma diferente : a mentalidade maniqueísta presente nas fundações barrocas das identidades latino-americanas influencia claramente o seu discurso, o qual é marcado pela dualida e entre a civilização e a barbárie, representativas do Bem em oposição ao Mal, idéia tão presente no imaginário latino americano. O que Sarmiento propõe, e isso fica bastante claro em "Facundo - Civilização e Barbárie", é que os argentinos afastem a barbárie, entendida tanto como os espanhóis atrasados, quanto os nativos - e promovam a civilização . Aqui, afastamento significa, inclusive, uma negação da experiência adquirida em comunhão com esses grupos, através da construção de um presente diferenciador e de um futuro civilizado que, por si, tenha o poder de contrapor-se 16 esmagadoramente à herança da barbárie. Na verdade a concepção de Sarmiento, trocados os papéis, é a mesma dos colonizadores: os latino-americanos civilizados só construirão uma identidade colocandose em destaque através da depreciação dos grupos denominados de barbárie. A questão da identidade versus alteridade aparece clara no discurso de Sarmiento, se pensarmos que se a barbárie que constitui a alteridade são os nativos e a Espanha : a civilização é o modelo representado pelos norteamericanos. Assim, depois do governo da barbárie (Juan Rosas), espera que a Argentina consiga um governo civilizado (nos modelos norte-americanos). Na coletânea de textos "Edemas em torno de Latinoamerica", o mesmo discurso barroco e dual de civilização versus barbárie vai ser usado em favor da defesa de uma América do Sul que não deve deter os Estados Unidos, pelo contrário, deve tornar-se como ele: é a aquisição de um novo modelo, e aqui o papel do "outro" tem um caráter de reconhecimento de pontos comuns. É no que a Argentina pode identificarse com os Estados Unidos que mora o fio do novelo do desenvolvimento. Enquanto Sarmiento relê o passado colonial com o objetivo de transformá-lo, ainda que o faça partindo da mesma estrutura polarizada em que o discurso colonial original foi construído, e nisso difere de Bolívar que lê o passado colonial como recipiente de tormentos a serem cobrados e vingados assistimos em Martí o despontar de uma nova utilização desta experiência: o passado colonial não negado, mas conhecido e superado. José Martí defende que "conhecer o país e governá-lo conforme o conhecimento é o único modo de livrá-lo de tiranias ... A história da América, dos incas para cá, deve ser ensinada minuciosamente, mesmo que não se ensine 17 a dos arcontes da Grécia. A nossa Grécia é preferível à Grécia que não é nossa." Com base nessa idéia seria possível ao latino -americano livrar-se da dominação a qual está subjugado e que a independência política não foi capaz de derrotar, uma vez que "a colônia continuou vivendo na república." No discurso de Martí, onde o destaque está na apologia do interesse dos latinos no que é peculiar à América Latina, a experiência passada surge como ponto comum de princípio de formação identitária. Inicialmente tal teoria assemelha-se ao que propunha Bolívar, e realmente a idéia de "Nossa América" tem origem bolivariana, mas há que se ressaltar as diferenças contextuais : enquanto a América de Bolívar era marcada pela insegurança dos processos de independência e de consolidação das nacionalidades, a América de Martí estava fadada ao sucesso, através do afastamento do modelo norteamericano e da procura pelas raízes e especificidades de todas as esferas latino-americanas para construir a identidade, entre elas também o passado colonial. Cada pensador constrói seu discurso de modo coeso com o seu tempo, no sentido de eleger um "outro" mais ou menos apropriado : se para Bolívar a questão versava em torno das independências e dos primeiros passos das nações independentes a alteridade era construída em relação à Espanha; já para Sarmiento o "outro" era representante da barbárie, que eram o índio e o espanhol; e para Martí, que escreve sob a sombra anexionista norte-americana, era preciso livrar-se dos EUA, o qual tinha projetos ideológicos dominadores. Embora todos eles pensem, primeiramente, numa construção identitária nacional, também todos eles vão estender esse projeto para o supra nacional. Bolívar entende as lutas pela independência como fator primário para a constituição da União Americana 18 livre que seria o projeto de solidariedade continental; Sarmiento e sua concepção dual enxerga primeiro a Argentina polarizada entre civilização e barbárie e depois também estende o conceito : haveria duas Américas, a civilizada e a bárbara; e Martí reformula a idéia de pan-americanismo, primeiro a partir da clara confiança na capacidade emancipacionista de Cuba, e depois de cada uma das nações latino-americanas que formariam a "Nossa América". A extensão destes projetos está fundamentada na forte herança que o passado colonial deixou no imaginário latino americano, que funda uma base comum da experiência latina e da natureza destes discursos. Caudilhismo O Caudilhismo convencionou-se mesmo ser típico da América Latina, notadamente dos países surgidos do Império espanhol. De acordo com os dicionários, caudilho é chefe militar ou simplesmente chefe, quem dirige um bando o.u facção. É o mesmo que cacique. Se o fenômeno é universal, adquire vigor em áreas caracterizadas pelo subdesenvolvimento, como forma política rudimentar. Convencionou-se mesmo ser típico da América Latina, notadamente dos países surgidos do Império espanhol. Como se escreveu, nas lutas pela Independência, os líderes em realce subordinam tudo mais, encampando o poder político, do qual não abrem mão. O caudilho sobrepõe-se à lei, sua vontade é lei. Não admite crítica ou oposição, pois se considera entidade não contestável. Cerca-se de servidores fiéis, designados para cargos importantes, como prepostos. Forma-se assim máquina administrativa de traços rudimentares, a coisa pública vista como particular, organização 19 patrimonial, feita para o exercício de um homem ou grupo, desconhecendo as normas de racionalida de, de eficiência em tom impessoai. Premiando os submissos e perseguindo desafetos, obtém fidelidades totais - tudo fora do esquéma é perseguido ou exterminado. . Se os primeiros caudilhos foram lutadores pela Independência, mantém-se entre eles a tradição de falar em liberdade. Surgem, quase sempre, chefiando movimento pela derrubada de quem usurpa o poder e o exerce tiranicamente. O novo chefe projeta-se invocando a liberdade, assume o govemo com o apoio popular; aí instalado, quer manter-se e repete a experiência contra a qual lutou, para enfrentar a oposição, necessariamente logo formada. A falta de tradição política explica o fenômeno do caudilho. Ele pode ser simples agente dos grandes proprietários de terras contra as inquietaçòes populares, das senhores do comércio com o exterior ou dos agentes do capital imperialista explorador do país. Ou é um elemento do povo, inflamado por sua causa e pregando-a com vigor e até demagogia, fascinando as massas, nos raros momentos de estabilidade institucional, até tomar o gaverno e subverter a ordem. A pobreza geral e a falta de perspectivas para superação do quadro econômico condicionam o aparecimento de um novo líder. Na História da América Latina há chefes lúcidos e broncos, estes em maior número. Como na Europa no tempo do absolutismo se falou em déspota esclarecido, o dirigente sem contestação, mas com programa de trabalho conduzindo ao bem-estar do maior número, o mesmo pode ser encontrado no Novo Mundo. Houve caudilhos com programas inteligentes, dedicados à causa do seu povo ou da nação. No comum, no entanto, eles se conduzem em termos apenas de continuísmo, submetendo tudo e todos a 20 uma disciplina rígida e até eliminadora de qualquer pretensão livre. O apoio do Exército é imprescindível, se o governo está fundado na força: dele provém o maior número` desses dirigentes. Se a oposição tem origem popular, se é o povo a maior vítima, com o tempo alguma figura de militar de prestígio passa a ambicionar o posto supremn. Conspira e quando deflagra o movimento e depõe o governante malquisto, conta com o apoio entusiástico do povo, com o qual às vezes já mantinha relação com vistas ao golpe político. Demais, nunca faltou à dasse dirigente o apoio externo. O caudilhismo, para se perpetuar, entrega-se à corrupção, interna e externa. As forças da ùonomia mundial, com interesses em países americanos, não negam apoio a essas autoridades, conquanto resguardem seus negòcios. Chegam mesmo a dar dinheiro, para armar o poder. Completam-se assim dois interesses escusos: o de quem deseja continuar e aceita o apoio externo e o das forças exploradoras dos recursos nacionais, se têm a garantia dos mesmos grupos arn~ados para continuarem no ramo rendoso, com baixos salários ao povo sem meios de revolta. Nem todos os caudilhos foram corruptos, é certo, mas é decorrência do pròprio sistema a corrupção, pois o único valor é a continuidade do poder. Todos os países latino-americanos conheceram essa figura. Elas surgem, crescem e muitas vezes acabam derrubadas por força adversa, com vigor adquirido ao longo dos anos. O fim comum do caudilho é a fuga para o exterior ou ser assassinado pelo inimigo que lhe ocupa o lugar. Em quase regra esse novo govemante, se aparece em nome da liberdade, acaba também por ser caudilho. Dezenas de exemplos poderiam ser invocados. 21 Lembre-se, entre outros, Porfirio Diaz, com o govemo do México de 1876 até 1910 - homem lúcido, realizou grandes obras em seu país, marcando o seu período com trabalhos notáveis. Começou como liberal, adquirindo aos poucos os traços de intolerância. De fató,`é impossível a alguém perpetuar-se no poder sem adquirir conotações de violência, corrupção, desprezo pelo povo. Porfirio Diaz tentou modemizar o México, negando-lhe a tradição e com o desapreço de seu povo. Atraiu técnicos estrangeiros - a capital teve urbanização à maneira francesa. Para ele, civilizar era desindianizar. Contra o seu sistema se fez a Revolução em 1910: ela vai exatamente valorizar ao máximo o índio, a tradição. Contará em seu princípio com vários caudilhos de acidentada trajetória, como Pancho Villa, Zapata, Obregon e outros. Na História do país, antes e depois de 19Jo, como na das outras nações do continente, o caudilhismo foi quase regra. A política da América é uma sucessão de_absolutismos, não de liberdades: não há longos períodos de leis interrompidos por golpes, mas longos períodos de violência intercalados por momentos de paz, de ordem e respeito às normas legais. História para o Vestibular e Cursos de Segundo Grau Francisco Iglesias DIFEL A HISTORIA A SER APRENDIDA O Texto de Alexandre Barbosa faz uma avaliação crítica do ensino da História da América, considerando as visões 22 expressas na maior parte das obras sobre o tema, suas influências e permanências na cultura social. A História a ser aprendida Por Alexandre Barbosa* Quando o escritor colombiano Gabriel García Márquez escreveu Cem anos de Solidão ele se referia, entre outras idéias, ao isolamento histórico do povo da América Latina, sempre excluído de ser sujeito da história. Tese reforçada pelo artigo do professor de sociologia da USP, Emir Sader, publicado em "O Globo" (10/05/97), ao citar o provérbio africano que diz "até que os leões tenham seus próprios historiadores, as histórias de caça continuarão glorificando o caçador". O povo nunca aparece na História. É preciso que se aprenda a História da América Latina. Antes, no entanto, é necessário definir qual a historiografia será adotada. Segundo Michel de Certeau, “é impossível eliminar do trabalho historiográfico as ideologias que nele habitam”.(1) A pesquisa histórica é mobilizada pela localização sócio-cultural de quem a faz. Para E.H. Carr, o “historiador, antes de começar a escrever história, é o produto da história. O ponto de vista que determinou a abordagem do historiador está enraizado no background social e histórico do pesquisador”.(2) Segundo o historiador Júlio José Chiavenato, "uma das características básicas da historiografia oficial é negar ao povo qualquer participação profunda nas mudanças da sociedade".(3) A partir daí são construídas as supostas idéias dos grandes heróis nacionais e dos baderneiros, dos defensores dos interesses do Brasil e dos que querem destruí-lo, dos mantenedores da ordem, da paz e da família e dos que querem vendê-lo ao terrorismo internacional. Apoiadas na mídia - entendida desde a carta de Caminha até os modernos jornais de hoje - as elites conseguem 23 escrever sua própria história. O interessante é alagar o horizonte da História e incluir aqueles que foram excluídos pela historiografia. “Somente hoje tornou-se possível, pela primeira vez, até mesmo imaginar um mundo inteiro consistindo de pessoas que, no sentindo mais completo da palavra, entraram na história e tornaram-se o interesse, não mais do administrador colonial ou do antropólogo, mas do historiador”.(4) É preciso compreender que há dois tipos de interpretações históricas. Aquela ensinada nos livros primários e depois aprofundada com documentos, objetos históricos e interpretações de pesquisadores, ensinadas nos cursos médios e até superiores. Reverberada em jornais, revistas e programas televisivos, são escutadas nas datas nacionais, esculpidas em placas nas praças públicas, repetidas em conversas de bar e, o pior, publicadas nos livros e divulgadas nos filmes. “Quando se pega um trabalho histórico, não basta procurar o nome do autor na capa do livro: procura-se também a data de publicação ou em que época foi escrito - às vezes é inclusive mais revelador. (...) A história começa com a seleção e ordenação dos fatos pelo historiador”.(5) Há, como lembrou Sader, a história dos leões caçados. Que surgem em polêmicas como no 21 de abril, no 7 de setembro ou quando filmes como Canudos ou O que é Isso Companheiro? vão às telas e depois caem novamente no esquecimento geral e ficam confinadas a casos raros como os já citados Chiavenato e Emir Sader ou ainda José Arbex Jr. e Maria Helena Senise no "Cinco Séculos de Brasil" (Editora Moderna). As histórias de caçadores são várias, e tão fixadas no imaginário, que pegam desprevenidos até os próprios professores, a quem supostamente seria obrigatório o conhecimento de, pelo menos, apresentar a versão do caçador e a do leão. No entanto, as precárias condições de ensino no país e a própria força da História oficial, aumentam o número de profissionais despreparados para 24 ensino de História. Exemplos não faltam. Começa com o próprio nome do continente. Quantos se perguntam porque esta faixa de terra se chama América e não Colômbia, já que seu descobridor foi Cristóvão Colombo e não Américo Vespúcio. A historiografia oficial é simplista e diz que foi em homenagem a Américo, o primeiro a admitir que as terras eram um novo continente. Mas esta explicação não mostra a complexidade do caso. Dizer que a América era um novo continente era trair a Igreja, que pregava o mundo como uma massa de água com apenas a Europa, a Ásia e África. O novo continente, de acordo com José Arbex, significava também "a abolição do velho mundo bíblico", característica marcante dos séculos XV e XVI. São estes tipos de histórias que pegam de surpresa historiadores e professores, com o enorme risco de perpetuar sempre a visão fantástica e entusiástica dos fatos e de indivíduos. “Desde que nos estágios iniciais do capitalismo as unidades de produção e distribuição estavam em grande parte nas mãos de indivíduos isolados, a ideologia da nova ordem social enfatizou fortemente o papel da iniciativa individual na ordem social. (...) O desejo de colocar o gênio individual como a força criadora da história é característico dos estágios primitivos da consciência histórica”.(6) Carr cita como exemplos as teorias que afirmam ser o comunismo obra do “cérebro” de Marx, a Revolução Bolchevique conseqüência da estupidez de Nicolau II ou as duas guerras mundiais como perversidade de Guilherme II e Hitler. Na América Latina outras histórias se multiplicam. É a história de D. Pedro de uniforme militar, cavalo branco, cercado de soldados robustos, espada levantada, proclamando a independência. Já é de conhecimento geral que o futuro imperador estava montando numa mula, de 25 ceroulas e acometido de uma disenteria que o fazia parar a tantos minutos. É a história de que Canudos não passou de um bando de fanáticos liderados por um lunático que odiava a República e que queria reinstalar a Monarquia. Não se fala do massacre do Exército Brasileiro, da organização social de Canudos e muito menos das condições histórico-sociais do Nordeste. É a história de que Palmares era um quilombo formado por escravos foragidos que foi destruído por um bandeirante. Mas dificilmente se fala da comunidade estabelecida em Palmares, resistente, como Canudos, a diversas ofensivas militares. É a história da Guerra do Paraguai, gloriosa para o Brasil, colocando Caxias como grande figura histórica, herói nacional, nome de rua, praça e avenida, merecedor de estátuas. Poucas vozes se erguem para falar do massacre do povo paraguaio promovido por Brasil e Argentina, patrocinados pela Inglaterra. É a história, recente, de que os que resistiam à Ditadura Militar eram terroristas, financiados pelo comunismo internacional e que queriam transformar o Brasil num Soviete Assassino, comedor de crianças destruidor de famílias e lares e, por isso, deviam ser perseguidos e mortos. Aos que se julgam esclarecidos isto pode parecer besteira, mas ainda é aceita a idéia de que a polícia deve reprimir as greves, para manter a ordem. Quem defende a intervenção da polícia numa greve de petroleiros, numa passeata de estudantes, numa ocupação de sem terra ou numa greve de caminhoneiros não deve se enfurecer porque o DOI-CODI torturou até a morte um quadro da ALN (Ação Libertadora Nacional). O argumento é o mesmo. É preciso ficar claro que, mais que a roupa usada por D. Pedro ou a circunstância em que aconteceu a proclamação, o importante é a ausência do povo neste processo histórico. A independência do Brasil, ao contrário de outras nações, foi um pacto de elite: o poder passou da Coroa Portuguesa para a aristocracia criada por ela no Brasil. Não houve uma guerra de independência. O processo não se rompeu. A escravidão não acabou, o Brasil continuou dependente de 26 Londres e tecnologicamente atrasado. A historiografia não deve apenas criticar o quadro de Pedro Américo como um embuste, mas deve apontar o processo de independência formal política de Portugal passando para dependência do capital inglês, e também evidenciar que a Proclamação da República, a queda de Vargas, o fim da Ditadura, tudo não passou de pactos de elite. Apesar das enormes pressões populares ocorridas, por exemplo, no final da Ditadura Militar, a forma que o governo passou dos militares para os civis foi da maneira menos traumática possível transformando Tancredo Neves em um mártir nacional. Mais do que compreender os verdadeiros motivos da Guerra de Canudos é preciso enxergar a maneira como o Exército se livrou de seus opositores, cortando a cabeça de Conselheiro, já morto, e expondo-a, como maneira de intimidação. O massacre cometido em Canudos é visto como glória no monumento erguido em frente ao Quartel General da Polícia Militar de São Paulo, na Praça Cel. Fernando Prestes. Mais de cem anos depois não mudaram os métodos das "milícias estaduais", transformadas em polícias estaduais. A imprensa continua a noticiar chacinas em favelas, blitz transformada em sessões de tortura e todos assistem da mesma forma que os leitores de Euclides da Cunha: à distância, com desprezo. Mais do que explicar a existência de Zumbi, a historiografia precisa contar da avançada organização do Palmares. Enquanto a elite acabava com o solo do Nordeste com a monocultura de cana-de-acúcar, os negros do Quilombo plantavam algodão, milho, mandioca, feijão, legumes, batatas e frutas. Era dividido em repúblicas, com "organização política e econômica apoiada na experiência tribal africana para estabelecer formas de governo". Talvez o medo de que organizações como essa, muito superiores aos dos brancos ocidentais, assustassem tanto as elites que estas promoveram massacres dos quilombos e deixaram aos seus descendentes a imagem da sub-raça. "Durante quatro séculos, os negros foram tratados como mercadoria, grande 27 parte da historiografia acabou retratando o negro como ser passivo, disposto a aceitar o seu destino como o gado a caminho do matadouro. Seria complicado reconhecer nele um ser humano que luta pela própria liberdade e ainda assim justificar a escravidão". (7) O mesmo raciocínio pode ser aplicado à Guerra do Paraguai. Não basta refutar a versão oficial de glória do Exército e mostrar o massacre cometido na população do Paraguai. É preciso compreender que o exemplo do Paraguai precisava ser extirpado, afinal era um país que tentava se desenvolver por vias próprias, fora da bolha econômica da Inglaterra. Nada mais fácil do que pintar um ditador, mostrar suas crueldades e formar uma aliança internacional para promover a ordem e interferir em um país que, supostamente, “invadiu fronteiras”. O castigo: extermínio da população, quebra das indústrias, envenenamento da água, destruição das plantações. Este parece ser um filme repetido várias vezes. As intervenções em Cuba, Iraque, Iugoslávia, Colômbia, Granada, Vietnã, Coréia, Nicarágua e tantos outros tiveram a mesma justificativa. Apenas trocase a Inglaterra pelos EUA ou pela OTAN e está o mesmo discurso. Todos tiveram seus destinos decididos em gabinetes presidenciais e ganharam a benção da comunidade internacional. E, em muitos casos, mesmo após os massacres da guerra, a falsa imagem de que nada aconteceu ganha manchetes e telas. Da mesma forma que na Macondo de Cem Anos de Solidão, quando a companhia bananeira matou mais de três mil e para todos nada aconteceu, a TV mostra que ninguém morreu no Iraque, que não havia tortura no Brasil e que não há desaparecidos políticos. O romance de García Márquez ganha cada vez mais realidade de maneira assombrosa quando se lê hoje parte 28 da historiografia que caracteriza todo o movimento de resistência como coisa de inconseqüentes, de jovens utópicos, de sectários, de adolescentes embalados por crenças pueris, que entre uma cerveja e outra resolveram seqüestrar um embaixador, ou assaltar um banco e, de quebra, fazer a revolução. São livros, filmes e reportagens que mostram jovens imberbes segurando metralhadoras ao som de canções de protesto, com os olhares perdidos como se não soubessem o que faziam, liderados por velhos comunistas remanescentes da Intentona. Ora, aceitar que toda a resistência não passou de uma aventura inconseqüente, que eles não sabiam o que faziam é ser tão cego quanto foram os habitantes de Macondo que juravam que nada aconteceu na cidade ou como os que acreditam que não houve mortos no Iraque. As feridas da ditadura militar são muito recentes para deixar tudo na lata de lixo da história. É evidente que o resultado deste trabalho não resolverá todos os problemas de cobertura internacional sobre América Latina, porém um dos objetivos gerais é, justamente, promover o debate nos cursos superiores de graduação em jornalismo sobre os programas curriculares envolvendo História e Política Internacional na América Latina. Também é um objetivo geral que o próprio jornalista se questione sobre sua formação acadêmica e passe a dar mais valor nas questões ligadas à América Latina. Dessa forma, o objetivo final será melhorar, para aqueles que se sentirem atingidos por essa pesquisa, a qualidade da cobertura internacional sobre a América Latina, conseqüentemente, a do Brasil. As oportunidades para se reescrever a história estão postas. Porém, mais urgente do que recontá-la é não permitir que novas versões de caçadores se perpetuem a partir de fatos do presente. Não permitir que episódios como Eldorado dos Carajás, Corumbiara e índio Galdino se confundam como atos isolados de minorias que reclamam sem razão. Se o ritmo da historiografia oficial não for interrompido, não 29 faltará quem afirme quem em Eldorado e Corumbiara não morreu ninguém, que o índio foi queimado por brincadeira, e, de maneira trágica, se cumpra a sentença fatal de que as estirpes condenadas a quinhentos anos de solidão não tenham, definitivamente, outra chance sobre a terra. 30