Comentario histórico La Revolución 1820

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Comentario histórico
La Revolución 1820
El texto es informativo, y de un contenido político, ya que nos habla sobre la situación del país y las razones
en las que se basa el ejercito para llevar a cabo el pronunciamiento contra el gobierno absolutista.
Es un documento de época, Proclama del Ejército de Cádiz escrito en 1.820.
La época a la que el texto está referido es la misma en la que fue escrito, la España de 1.820 gobernada por
Fernando VII. Una España con multitud de problemas económicos, sociales y políticos, gobernada por un rey
que solo consigue empeorarlos. Fernando VII, nada más regresar a su país, que el había entregado al enemigo
y por el que su pueblo había luchado ferozmente para devolverle un gobierno liberal con una Constitución
moderna como fue la de Cádiz de 1.812, decide, tras asegurarse el apoyo de algunos poderosos, restablecer su
monarquía absoluta y el Antiguo Régimen, persiguiendo a los liberales hasta su exilio, aunque olvidándose la
existencia de personajes liberales entre los oficiales del ejercito, lo que le acarreará mas de un problema, como
esta revolución de Enero de 1.820 liderada por el comandante Riego.
En estos momentos, España se enfrenta a graves problemas económicos derivados de la Guerra de la
Independencia, y de las guerras de las colonias, cuyo levantamiento supuso una importante perdida de
ingresos y de un amplio mercado. Por otra parte, al mantenerse los privilegios del Antiguo Régimen, se hacía
imposible una reforma fiscal con lo que se complicaba el comienzo de la industrialización en España para
seguir al ritmo Europeo, que unido a la decadencia de la agricultura tras la guerra, dejaba a España sin fuente
de ingresos, con la única alternativa de reducir gastos. A estos problemas económicos se le unen los conflictos
internos entre liberales y absolutistas teniendo como principal consecuencia, este levantamiento del ejercito.
Ante esta situación de mal gobierno y de régimen absolutista, el coronel Quiroga y el comandante Riego, dos
de los muchos dirigentes militares liberales que siguieron en el ejercito tras la instauración del absolutismo
por Fernando VII , sublevaron en Cabezas de San Juan en Enero de 1820 a un ejército que estaba a punto de
embarcar hacia América para sofocar el movimiento de independencia, que tras ser secundado en distintos
núcleos del país, forzaron al rey a aceptar la Constitución de 1812, comenzando así un periodo de gobierno
liberal que durará tres años. Este texto es el proclamamiento de dicho levantamiento.
El texto no ha sido escrito por una persona individual, sino por un colectivo, como es el ejercito
revolucionario que llevó a cabo el pronunciamiento liberal.
Este texto está dirigido a un público amplio, como lo es el pueblo español, con la intención de explicar los
motivos del levantamiento, justificándolos con la búsqueda de la felicidad de la nación, que se hallaba en un
estado deplorable, tras el nefasto gobierno de Fernando VII, a la vez que anima al pueblo a aprovechar la
oportunidad, para construir una nueva España gloriosa, recordando la reciente influencia de España en el
levantamiento contra el régimen napoleónico, que afectaba a toda Europa, y cuya derrota empezó en España,
que inspiro a otros países europeos en sus levantamientos contra Napoleón, al igual que también lo hará con
este pronunciamiento liberal, dando lugar a movimientos similares en Piamonte y Nápoles ( conocido como la
oleada revolucionario de 1.820 ), lo que provocará la preocupación de las potencias absolutistas.
El texto utiliza un lenguaje culto, con numerosos rasgos literarios a través de los cuales se resalta el carácter
patriotista del texto, dándole grandeza y solemnidad a la acción del ejercito. Esta referido principalmente a la
revolución de 1820, dejando claras las razones principales que les motivaron llevarla a cabo y el fin que
buscaban con la revolución. Se puede dividir en tres partes fundamentales.
Una primera parte del texto, explica la situación de la España del momento, con una crítica a un gobierno
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pésimo que había traido la desgracia al pueblo, que había restaurado el absolutismo ante la existencia de una
Constitución por la que el pueblo hizo múltiples sacrificios y cuya única alternativa de ser jurada por el rey y
establecer así un gobierno liberal y prospero, rompiendo con las cadenas del Antiguo Régimen, era la de
levantarse contra el gobierno absolutista. Seguidamente, explica que el ejercito no busca beneficio alguno con
este levantamiento, ni de establecer una nueva y diferente forma de gobierna a las ya existentes, mas que la
felicidad y progreso del país con la restauración de un régimen liberal bajo la Constitución elaborada por las
Cortes de Cádiz en 1812. Por último, hace un llamamiento al pueblo español, a aprovechar la oportunidad
brindada por los militares y hacer de España un gran país moderno y liberal, recordando las victorias sobre el
ejercito napoleónico y la expectación que estas despertaron en el extranjero, que imitarían esta hazaña
acabando así con el imperio napoleónico.
Tras este levantamiento, las Cortes de 1820 iniciaron su actuación con un sistema de cogestión
monárquico−parlamentaria en la que Fernando VII ponía todos los medios que a su mano estaban para frenar
las reformas liberales. Esta postura del rey, provocó que aparecieran dos tendencias distintas liberales, que se
alternaran el poder en las décadas siguientes, considerando la tendencia moderada muy importante la
participación del rey, ya que aunque creían en la necesidad de reformas no pensaban que se debiera cortar
totalmente con lo anterior, y la tendencia exaltada, opinaba que el rey solo debía realizar funciones ejecutivas,
siendo esta tendencia mas radical y reformista. Durante los dos primeros años de gobierno liberal, gobernaran
los moderados, también llamados doceañistas ya que en su mayor parte participaron en la formación de las
Cortes de Cádiz. Gobierno que caería con la aparición de una oposición armada liderada por los realistas (
1822 ) que apoyaban a un gobierno absolutista, y crearon un gobierno paralelo denominado `Regencia de
Urgel' que provocó la caída de los moderados y el ascenso al poder de los exaltados, que acabarían con la
resistencia armada.
Sin embargo, el triunfo de este gobierno liberal duraría poco, al despertar los ánimos liberalistas de numerosos
lugares Europeos, provocando la oleada revolucionaria de 1.820 y como consecuencia la preocupación de los
países absolutistas, que asociados mediante la Santa Alianza, por la que firmaron un pacto de ayuda mutua
entre las potencias europeas absolutistas, respondieron a la petición de ayuda realizada por Alfonso VII con
un ejercito reunido en Francia al que se le denominó los cien mil hijos de San Luis, que restablecerían el
orden absolutista rápidamente en 1.823 , ante la negación de las tropas españolas a entrar en lucha.
La industrialización andaluza
El texto es narrativo, de un contenido económico y social, ya que nos habla sobre el volumen de producción
de las industrias de Manuel Agustín de Heredia en el suelo Andaluz, de la prosperidad de sus industrias y
negocios, y de la gran cantidad de trabajadores a los que alimentaban estas industrias.
Aparentemente el texto, ha sido escrito por un autor moderno, basándose en la información escrita por Nadal,
que podría ser, a falta de información, un escritor de la época.
La época y contexto al que el texto está referido, es a la España, concretamente Andalucía, y especialmente a
la zona de Marbella en Málaga, de los primeros años de la revolución industrial en Andalucía, cuando se
encontraba en pleno auge, siguiendo la línea europea. Los años a los que se refiere el texto, son la década de
1830, y principios de los 40. Durante estos años, finaliza el gobierno de Fernando VII, pasando al poder su
hija Isabel II bajo la regencia de su madre María Cristina, que ocupa el gobierno ante la resistencia de los
carlistas, que defendían el derecho al trono de don Carlos, a la vez que sus ideales absolutistas. El cambio de
gobierno, será positivo en la revolución industrial, ya que se pasará del régimen absolutista de Fernando VII, a
un gobierno más liberal, con los primeros logros liberales, como será el de Isabel II, gracias en su mayor parte
a la acción del pueblo, que se revelará en numerosas ocasiones. A pesar de todo, aunque este liberalismo
propicie los comienzos de la revolución industrial, no lo hará la inestabilidad del gobierno de la época,
durante el que se producirán numerosas desamortizaciones ante las diferentes crisis económicas, subidas de
impuestos, revoluciones y levantamientos obreros, malas comunicaciones, etc.
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El mayor número de partidarios del carlismo, se encontraba en el País Vasco, donde a su vez, la guerra de
sucesión fue más notoria, propiciando la caída de la industria del País Vasco, principal productora siderúrgica
desde principios de siglo en que se abrieran las primeras industrias. En Cataluña, sin embargo, la industria
textil, se encontraba en mayoría respecto a la siderurgia, mientras que en los países que iban en la cabeza de la
industrialización, como Inglaterra, EEUU y Francia, esta había disminuido en gran proporción, siendo la
siderurgia, la de mayor peso. Así, con las fábricas del Vizcaya paralizadas por las guerras carlistas, y ante la
necesidad de hierro colado para el desarrollo de la revolución industrial, Manuel Agustín de Heredia,
comienza la creación de la industria siderúrgica en Marbella, aprovechándose de la ocasión y de los recursos
mineros de la zona. La industria vasca unida a la asturiana, que utilizaron desde el principio el carbón
disponible en las minas de la región, abaratando de forma importante los costes, provocaran una agresiva
competencia que unida a la falta de renovación de las antiguas fábricas del sur de España, provocaran su
caída.
Las consecuencias sociales de la revolución industrial, son claramente visibles a lo largo de la historia. Ante la
necesidad de mano de obra, se produjo una migración masiva de obreros del campo a la ciudad, donde
trabajarán en condiciones inhumanas tanto hombres como mujeres y niños, sometidos a unas condiciones de
vida horribles en casas hacinadas en las periferias de las ciudades, en los llamados suburbios, constituyéndose
así una nueva clase social, el proletariado. Esta nueva clase social, será la impulsora de numerosos
levantamientos y revoluciones, reivindicando una mejora en sus condiciones de vida, produciendo cambios
notables en la historia, llegando posteriormente los movimientos e ideologías obreras, formándose
asociaciones e incluso haciéndose con el poder.
El texto ha sido escrito por una sola persona, C. García Montoro, es un extracto de un estudio realizado por él,
titulado: `Málaga en los comienzos de la industrialización: Manuel de Heredia(1786−1846)', dirigido
principalmente al industrial o investigador que esté interesado en este tema de la historia de Andalucía. El
texto utiliza un lenguaje claro, que sin ninguna complicación, puede ser entendido por cualquier lector.
El complejo industrial de Manuel Agustín de Heredia, figura como uno de los primeros pasos de la siderurgia
española, creando los Altos Hornos de Marbella en 1.833, con la intención de explotar los yacimientos de
hierro de esta zona del sur de España, será seguido por la creación de mas altos hornos en Huelva, Sevilla. Sin
embargo, no contaban con carbón mineral en la zona, con lo que tuvieron que talar bosques de tierras
cercanas, para utilizarlos como carbón vegetal. Así, junto con otras zonas siderúrgicas del sur, se producía en
1.844 el 85 % del total de hierro fabricado en España. La favorable situación de estas industrias de producción
de hierro, benefició la aparición de empresas en la zona, ya que el hierro era necesario para la creación de la
maquinaria, formándose así un gran complejo industrial en el sur.
Heredia y su industria, constituyeron también un auténtico fenómeno social, provocando la aparición de los
barrios industriales y obreros a lo largo del litoral, como Trinidad, Perchel y Huelín. Cuenta la historia que fue
un empresario noble y preocupado por sus trabajadores, algunos de los cuales, a cambio de favores, pusieron a
sus hijos el apellido del industrial, siendo este hecho anecdótico bastante notable hoy en día, ante la multitud
de Heredias que en la provincia de Málaga existen actualmente.
Esta época de esplendor, no durará mucho, apenas veinte años, ya que la aparición de fábricas siderúrgicas en
Vizcaya, al amparo de los abundantes recursos minerales de la zona, de los grandes capitales invertidos y
acumulados, y de la facilidad de intercambio con Inglaterra, de donde se conseguía carbón inglés a buen
precio, constituirán una agresiva competencia, que unida a la aparición de la siderurgia Asturiana con carbón
y metales propios, a bajo precio, acabaran con la industria siderúrgica Malagueña, que junto al mal gobierno,
subida de impuestos, exceso de costes, falta de modernización de maquinaria, mal desarrollo de las
comunicaciones, etc., traerá como consecuencia la caída del resto de empresas ligadas al imperio Heredia.
Tras este intento fallido de industrialización en Andalucía, los capitales se concentrarán en Barcelona y País
Vasco, gracias al negocio colonial y la venta de vinos entre 1.876 y 1.886, constituyendo la llamada febre
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d'or; y los creados con la venta de mineral de hierro a Inglaterra y su empleo en negocios bancarios e
industriales. Esta acumulación de capital, propiciará el asentamiento de la industrialización en ambas zonas,
constituyendo hasta hoy día importantes centros industriales.
Bibliografía
Gran Enciclopedia del Mundo Durvan.
Encliclopedia Planeta Agostini.
Ibérica, Ed. Vicens Vives.
La primera, tiene lugar durante los comienzos del reinado de Isabel II; siendo proclamada reina tras alcanzar
una prematura mayoría de edad a los 13 años en 1.843, así que la reina rozaba apenas los 15 años de edad, en
la primera etapa de su gobierno como reina, durante la llamada `Década Moderada` bajo el gobierno de
Narvaez, un gobierno claramente moderado, que se reflejaría en la constitución promulgada el 23 de mayo de
1.845, reforma de la anterior vigente (la de 1.837) adaptándola al gobierno moderado que se imponía,
recogiendo las principales ideas de los moderados y suprimiendo los tintes liberales excesivamente tolerantes,
que pudieran entorpecer el mandato de este nuevo gobierno moderado que se imponía y que la constitución
del 37 contemplaba, cuando fue promulgada por la reina gobernadora María Cristina; En nombre de su hija
menor de edad, la actual reina Isabel II; bajo la presión de los liberales progresistas que exigieron la
promulgación de la Constitución de 1.812; que antes de ser promulgada, fue revisada y reformada,
conteniendo casi la mitad de los artículos, dando lugar a la de 1.837. Si bien, la base de la constitución del 35 ,
era la soberanía nacional, en la moderada del 45 lo fueron la Monarquía y las Cortes, como instituciones que
propiciaban el gobierno moderado que se impuso.
Este levantamiento de los liberales, estuvo debido principalmente al movimiento revolucionario iniciado por
la burguesía (1.835) ante el excesivo tinte moderado de la constitución de 1.834. Esta constitución fue
implantada por la reina regente María Cristina, en su reciente llegada al poder tras la muerte de Fernando VII,
durante el gobierno de Martínez de la Rosa, que sucedió al del absolutista Cea Bermúdez, el cual tuvo que ser
destituido ante el descontento de los liberales. María Cristina, en su llegada al poder, esperaba mantener
contentos a los liberales con leves concesiones, ya que no podía prescindir de su apoyo y meterse en mas
problemas de los que ya tenía en plena guerra civil, con las guerras carlistas; con lo que, esta constitución de
1.834, también conocida como Estatuto Real, no fue mas que una simple reunión de Cortes para contentar a
los liberales progresistas, estableciendo una fórmula de gobierno extremadamente moderada, que dejó
claramente descontenta al pueblo, motivo principal de la dimisión de Martínez de la Rosa en ese mismo año.
Este descontento dio lugar a la oleada revolucionaria de 1.835, ante la cual no tenía mas remedio que ceder el
gobierno, que se encontraba en medio de la primera guerra carlista, y no podía permitirse mas complicaciones
ni perder la situación de superioridad en la que se encontraba. Ante esta situación, la regente María Cristina,
entrega el poder a Álvarez de Mendizábal, liberal exiliado en Inglaterra donde había adquirido abundantes
conocimientos financieros, junto a varios políticos del Trienio Liberal, como si fuera una continuación de
1.823.
Sin embargo, este gobierno a manos de Mendizábal, a pesar de practicar soluciones progresistas, y una
política agresiva, llevando a cabo la conocida `Desamortización de Mendizábal', no arregló la situación del
país, ni realizó ningún cambio institucional, así que cuando este cayo (1.837), la Regente entregó el poder a
los moderados. Esta situación no agradó a los progresistas, que no tardaron en reaccionar y se levantaron,
aprovechando la rebelión de la Granja, y exigieron la promulgación de la Constitución de 1.812, que como
anteriormente se dijo, será reformada, dando lugar a la de 1.837, en la que las Cortes pasan a estar compuestas
por dos Cámaras (Congreso y Senado), al igual que todas las constituciones que se promulgarán hasta final de
siglo.
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No obstante, este gobierno y constitución moderada, no provocaron mas que descontento entre en el pueblo,
dando lugar a la aparición de diversas tendencias y partidos políticos, como el partido demócrata, el socialista,
el republicano y la Unión Liberal, además del resurgimiento de los carlistas que volverán a las armas sin éxito.
Este descontento, unido a la crisis interna del partido tras diez años de gobierno, en los que la corrupción
interna a llegado a límites insostenibles, junto a un intento del gobierno de Bravo Murillo de limitar aún mas
los escasos logros liberales, provocaron el levantamiento en Vicálvaro de varios generales moderados, que
mediante el Manifiesto de Manzanares, en el que partiendo de una ideología moderada, se recogían algunas
peticiones progresistas, se convocaban las Cortes, y se proponía una reforma de las leyes electorales y de
imprenta. El gobierno pasa entonces a ser compartido entre Espartero y O'Donnell, que bajo una ideología
progresista, solo durará dos años, iniciándose la elaboración de una constitución (la nonnata de 1856) al estilo
de la de 1.845, que no llegará a promulgarse. Tras desamortizaciones, huelgas y disturbios, el gobierno de este
Bienio progresista acaba en el 56 con la disolución de las Cortes y la dimisión de Espartero, quedando
O'Donnell en el poder. Llegando así a la última etapa del reinado de Isabel II en el que O'Donnell y Narvaez
se sucederán en el poder, hasta la muerte de los mismos en 1.867 y1,868 respectivamente. Esta perdida de
lideres unido a la inestabilidad del gobierno moderado, en el poder desde 1.845, la crisis económica y
numerosos motivos, provocaran el levantamiento del pueblo, que se inicia en Cádiz con el pronunciamiento
de Topete, terminando en la batalla de Alcolea, provocando el exilio de Isabel II, creándose un gobierno
provisional de Serrano. En este gobierno, estarán representados todos los partidos políticos, y convocará las
Cortes Constituyentes el 11 de mayo, para elaborar la Constitución de 1.869, diciéndose de ella que es la
primera constitución democrática, donde se establecía la soberanía nacional, sufragio universal, libertad de
prensa, de asociación, de reunión, de enseñanza, culto y en conjunto todas las ideas progresistas liberales.
El texto ha sido escrito por un colectivo, como son las cortes constituyentes de ambas constituciones,
formadas las segundas por sufragio universal, representando así a gran parte del pueblo español y afirmando
en sus primeras líneas que actúan en nombre de la Nación española, buscando el bien de todos los españoles:
`La Nación española y en su nombre las cortes constituyentes, elegidas por sufragio universal,.... deseando
proveer al bien de cuantos vivan en Estaña, decretan y sancionan la siguiente constitución'.
Ambas partes del texto, fueron publicadas en la Gaceta de Madrid en sus respectivas fechas de redacción,
teniendo como destinatario al pueblo español, con la intención de mantenerlo informado acerca de sus
deberes, derechos y libertades. Durante los años de implantación y desarrollo, más o menos progresivo, de un
sistema constitucional en España, la Gaceta de Madrid, a veces también bajo otras denominaciones (Gazeta de
Madrid, Gazeta de la Regencia, Gaceta de la Regencia, de Madrid bajo el gobierno de la Regencia, de la
Regencia de las Españas ,etc ), mantuvo el carácter de prensa oficial que adquirió durante el reinado de Carlos
III, y en ella un apartado específico llamado `artículo de oficio' o `parte oficial', o bien como elemento
independiente como `suplemento' o edición `extraordinaria', indicativo de su carácter, realizaba la publicación
de normas, con independencia del valor jurídico que pudiera otorgársele en cada momento a esa publicación.
Así, todos los textos constitucionales, tanto constituciones como estatutos, etc, fueron editados en su versión
oficial e integra en esta Gaceta de Madrid, constituyendo su hemeroteca un importante información de gran
valor histórico, ya que los pocos textos no publicados en la Gaceta de Madrid, como por ejemplo algunos
textos de los reglamentos de las Cortes, cuyos originales no han podido ser hallados por los investigadores,
por lo que no están disponibles para los historiadores, quedando únicamente algunas ediciones adaptadas con
alteraciones parciales, que dificultan su conocimiento completo.
El lenguaje usado el texto, es un lenguaje culto, técnico y judicial como es propio de toda constitución.
Una constitución, es en su base, un conjunto de normas que rigen el orden político de un Estado,
estableciendo las directrices que caracterizaran su organización y funcionamiento. Así mismo, en una
constitución se distinguen claramente dos partes fundamentales: una dogmática, en la que se establecen los
principios fundamentales, como los derechos y libertades de los ciudadanos y una parte orgánica, en la que se
especifique como va a estar constituido el gobierno. El texto comentado, trata sobre la parte orgánica de las
constituciones de 1.845 y 1.869, ya que los artículos seleccionados de ambas constituciones y reflejados en el
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texto, tratan de la configuración del Senado y Congresos y la elección de los mismos.
La Constitución de 1.845, está caracterizada principalmente, por su descarado moderantismo, que otorga al
rey excesivos privilegios, si lo comparamos con las tendencias políticas del momento seguidas por el pueblo,
tanto españolas, como europeas. Tendencia esta, impuesta por un gobierno de marcado carácter moderado. El
resto de características a resaltar en esta Constitución de 1.845, a parte de las básicas del moderantismo, como
el rechazo de la soberanía nacional, es que se basa en muchos puntos y artículos en la Constitución de 1.837,
pero eso sí, restringiéndose a leyes posteriores, como la protección del estado y la iglesia, acabando así con la
libertad de prensa y limitando enormemente otras libertades; otra característica será la de la implantación de
un gobierno conjunto entre el Rey y las Cortes, que serán bicamerales, formadas por el Congreso y el Senado,
teniendo la reina pleno poder sobre las cortes, designando a los senadores y jefes de gobierno a su antojo, a la
vez que disolviendo las cortes, constituyendo un sistema contrario a lo que sería un régimen parlamentario,
donde el presidente es nombrado por las Cortes; el sufragio será restringido censitario, dando preferencia a las
clases privilegiadas con propiedades y recursos económicos; solo pueden ser senadores unos pocos
privilegiados; se declara un estado confesional con religión católica como oficial.
En el Título III, donde el texto nos habla del Senado, y más concretamente de la constitución del mismo,
queda bien claro, que el nombramiento de las Senadores es tarea del Rey (art. 14); y que para poder ser
nombrado Senador, hay que cumplir una serie de requisitos muy altos, que solo son alcanzados por clases
muy privilegiadas de gran poder económico, político, o militar, habiendo de contar con una renta mínima;
corroborando que se trata de un régimen con claro carácter moderado, en el que se da preferencia al rey, que
favorece a las clases dominantes, siendo las únicas que pueden acceder al poder.
En el Título IV, hablando del Congreso de los Diputados, se declara que los Diputados son elegidos mediante
sufragio en la forma que determine la ley (como es tan frecuente en la Constitución de 1.845), que como
anteriormente se ha anotado, se trata de un sufragio censitario, al que apenas tiene derecho al voto una
pequeña porción de la población, que posteriormente será reducida aún mas mediante una ley electoral de
1.846, a apenas el 1% de la población, atribuyendo el derecho al sufragio exclusivamente a los que tuvieran
un cierto poder económico. También habla sobre los requisitos necesarios para ser Diputado, pudiendo
solamente llegar al poder aquellas personas que sean privilegiadas económicamente y que cumplan una serie
de requisitos, con lo que el sistema político, solo permite el acceso al poder y al voto a las clases dominantes,
no viéndose el pueblo representado en lugar alguno.
La Constitución de 1.869, en contraste con la de 1.845, es una constitución progresista, en la que se ven
cumplidos gran parte de los ideales liberales, producto de los levantamientos del pueblo durante la Revolución
de 1.868, también conocida como `La Gloriosa'. En esta constitución, se contempla la soberanía nacional; se
consagran los derechos fundamentales; se proclama la división de poderes; se establece un sufragio universal
y directo para la constitución del Congreso, que constituye una de las cámaras del parlamento bicameral
establecido, al igual que la gran mayoría de constituciones, a excepción de la de 1.812 y la de 1.931; se
establece una monarquía limitada, y en general, cumple todos los requisitos y contempla la gran mayoría de
las ideas democráticas, diciéndose de esta constitución, que es la primera constitución española totalmente
democrática, donde el monarca queda relegado a corroborar las decisiones que vengan de las Cortes. Los
artículos representados en el texto, corresponde al Titulo III de la Constitución de 1.869, hablando `Del poder
legislativo', tratando como anteriormente se hizo referencia, la parte orgánica de la misma.
En el art. 38, se establece el sistema de gobierno, con las cámaras del Senado y Congresos, constituyendo un
sistema de gobierno bicameral, al igual que la Constitución de 1.845 y la gran mayoría de las españolas. En
siguientes artículos, expone que tanto el Congreso como el Senado serán renovados cada tres años, mediante
elecciones, y que los que formen estas Cortes, son representantes de toda la nación, contemplándose la
soberanía nacional, que en la constitución anterior residía en el rey. También dice claramente, que las
decisiones de las Cortes, deben estar acordadas por mayoría absoluta. Todo esto, contrasta con la Constitución
del 1.845, donde la nación al completo no se veía representada, sino tan solo las clases privilegiadas, también
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contempla el punto de que todas las decisiones tomadas, deben de ser votadas por mayoría absoluta, principio
democrático, que no se veía contemplada en la del 45.
En el art. 60, establece que los senadores serán elegidos mediante sufragio universal por provincias, siendo
cuatro Senadores los correspondientes a cada provincia. Este sufragio universal, contrasta con el censitario de
la del 45, que solo admitía el derecho de voto a escasos privilegiados.
En conclusión, nos encontramos con dos constituciones totalmente opuestas en cuanto a ideologías, mientras
una sigue la línea extremadamente moderada impuesta por el gobierno conservador que regía, la otra
constituye un cambio radical con el régimen impuesto, consiguiendo una amplia implantación de los ideales
de democracia y libertad buscados por el pueblo, mediante una revolución, formándose así la primera
constitución verdaderamente democrática para España.
Bibliografía
Ibérica, Ed. Vicens Vives.
Gran Enciclopedia del Mundo Durvan.
Constituciones históricas, ediciones oficiales. Raquel Rico Linage .Ed. de la Universidad de Sevilla
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