El Sacramento: Orden Sacerdotal Este sacramento consagra al que recibe, configurándolo de un modo particular con Jesucristo, y capacitándolo para actuar en la misma persona que de Cristo, cabeza del cuerpo místico de la iglesia. El sacerdote no es. Por tanto, un delegado de la comunidad, sino un ministro y un representante de Jesucristo, de quien recibe un poder sagrado para apacentar a los demás fieles. El sacramento del Orden imprime en el alma un carácter espiritual indeleble, distinto al del Bautismo y al de la Confirmación, en virtud del cual quien lo recibe queda marcado para siempre. De este modo el único sacerdocio de Jesucristo se hace presente en al iglesia por medio del sacerdocio ministerial, hasta el fin de los tiempos. La iglesia sólo confiere al sacerdocio a aquellos que están dispuestos a abrazar libremente el celibato, pues la consagración que reciben es total y conlleva una entrega al servicio de Dios y de los hombres. ¿Qué es la Orden Sacerdotal? El Orden Sacerdotal es el sacramento por el que algunos fieles son constituidos ministros sagrados. ¿Por qué este sacramento se llama Orden? Este sacramento se llama orden por que comprende varios grados subordinados entre sí. ¿Cuáles son los grados del sacramento del Orden? Los grados del sacramento del Orden son: El Episcopado. El Presbiterado. El Diaconado. EL Episcopado.- es le grado más alto del sacramento del Orden, correspondiente a los Obispos, quienes reciben la plenitud del sacerdocio y son los sucesores del los apóstoles. El Presbiterado.- es el grado del sacramento del Orden correspondientes a los sacerdotes, que son los colaboradores de la Misa. El Diaconado.- es el grado del sacramento del Orden correspondiente a los Diáconos, quienes reciben la ordenación para ayudar a los obispos y a los sacerdotes en su ministerio. ¿Cuál es el oficio principal de los sacerdotes? El oficio principal de los sacerdotes es celebrar el Santo Sacrificio de la Misa. ¿Cuáles son las otras principales funciones de los sacerdotes? Las otras principales funciones de los sacerdotes son: Perdonar los pecados. Administrar los demás sacramentos. Predicar la palabra de Dios. Dirigir a los fieles en las cosas que se refieran a Dios. ¿Cómo se administra el sacramento del Orden? El sacramento del Orden se administra mediante la imposición de manos del obispo junto con la oración consagratoria. Escenificación En la ciudad de Chiclayo en el distrito de la Victoria, vivía un chico que acababa de terminar el colegio y quería ser sacerdote. Hubo un día que le dijo a su padre: Jorge: Papá quiero hablar contigo. Manuel: Claro hijo, que se te ofrece. Jorge: quiero conversar sobre mi futuro, de lo que voy hacer en adelante yo ya lo tengo decidido y quería dártelo a conocer. Manuel: Bueno hijo espero que hayas elegido bien la carrera que vas a seguir. Jorge: no papá, yo no quiero ir a la universidad. Manuel: ¡que has dicho!. No piensas que vas a ir aun instituto por que no lo voy a permitir. Jorge: no papá, no es eso, yo quiero Manuel: ¡que quieres! Jorge: quiero ser sacerdote. Manuel: ¡queeeeeee! Manuel: acaso estas demente. Tú no vas ser sacerdote Jorge: ¿Pero por que papá? Yo ya tengo decidido y estoy seguro de lo que Quiero. Manuel: ¡no! Tú vas a seguir la carrera de Arquitecto como tú tío Hugo, así que no se hable más. Desde mañana empiezas en la academia para que te prepares y postules. El joven resignado y al ver que no iba a poder realizar lo que su corazón le decía, aceptó la decisión de su padre. Pasaron unos años y el chico, que ya estaba estudiando en la universidad y había hecho amigos, le comento a uno de sus amigos lo siguiente. Jorge: sabes, yo antes de entrar a la universidad quería ser sacerdote pero mí padre no quiso. Sergio: ¿qué? Pero aún sigues con esa idea de serlo. Jorge: Sí, sí tuvieras la oportunidad, en ese mismo momento correría a hacer mis maletas e iría con dirección al seminario. Sergio: yo te aconsejo una cosa, si es que en verdad quieres ser sacerdote entonces dentro de tres meses que terminemos la carrera, sea cual sea la decisión de tu padre, tú vas al seminario. Jorge: Sí, eso es lo que voy hacer, yo siento el llamado de Dios y nada impedirá que yo sea sacerdote. Pasaron tres meses y Jorge recibió su título como arquitecto y al siguiente día fue a la casa y le dijo a su padre. Jorge: Bueno papá, ya terminé mi carrera como era tu deseo, ahora te entrego este título que tanto querias que tenga. Manuel: Si hijo, te felicito por tu logro de haber acabado tu carrera, pero por que me das tu título, este te pertenece. Jorge: Sí, pero el que quería que sea arquitecto eras tú, yo no, así que ahí tienes el título que tanto soñabas, ahora voy a cumplir mi deseo y el deseo de Dios. En este momento arreglo mis maletas y me voy al seminario y nada lo impedirá. El padre se sintió muy triste al ver que había obligado a su hijo a hacer lo que el quería y no lo que deseaba su hijo. El entendió que su hijo fue perseverante al tratar de conseguir su objetivo. Jorge fue al seminario y allí recibió un sacerdote llamado José que era un tipo de estatura no tan grande, que dijo. R.P José: ¿Qué haces aquí muchacho? ¿Acaso quieres entrar al seminario? Jorge: Sí, yo me siento preparado para ser sacerdote, siento que Dios me ha llamado. El padre José lo acepto en el seminario, pasaron los años y Jorge se recibió de sacerdote y así cumplió un de lo sacramentos establecidos por la iglesia: Orden sacerdotal. Fin