--- NOTA DE PRENSA --- “Nueva aproximación científica al tratamiento de las enfermedades autoinmunes y del cáncer es un camino esperanzador” El Profesor Robert Huber, Premio Nóbel de Química 1988, explica los métodos desarrollados por él y su equipo para entender mejor el proceso de las enfermedades autoinmunes y del cáncer a nivel molecular, durante el Campus de Excelencia 2006, en Fuerteventura, Islas Canarias. Huber investiga la interacción entre inmunoreceptores y anticuerpos, donde reside una importante clave para detener el avance de las enfermedades autoinmunes. También investiga el mecanismo molecular del proteosoma, que juega un papel clave en el cáncer y las patologías de las células B. Una nueva estrategia terapéutica desarrollada a partir de sus estudios está dando resultados prometedores en modelos animales de enfermedades autoinmunes. El Profesor Dr. Robert Huber, Premio Nóbel de Química 1988 y catedrático en el próximo Campus de Excelencia 2006 (Fuerteventura, Islas Canarias), concedió una entrevista en la que habló sobre sus más recientes investigaciones -aún en desarrollo-, las cuales tratan, por un parte, sobre la interacción entre inmunoreceptores de las células y anticuerpos, y por otra, sobre la estructura e inhibición del proteosoma (la proteasa más importante de las células). De ambas líneas de investigación nace una serie de aplicaciones médicas, entre ellas, tratamientos de enfermedades autoinmunes, así como tratamientos contra el cáncer. Si bien no se puede hablar de curación, el científico afirma que las vías abiertas por sus investigaciones conforman un camino esperanzador para lograr, en un futuro, nuevas terapias biológicas para ambos tipos de enfermedades (autoinmunes y cáncer). Investigación sobre nuevos tratamientos para el cáncer El descubrimiento de una nueva terapia para el mieloma múltiple (una patología de las células B) por un inhibidor del proteosoma (Velcade) ha sido uno de los hallazgos más esperanzadores, puesto que ofrece una nueva forma de tratar este tumor de la médula ósea, casi siempre incurable. El proteosoma es un complejo intracelular de proteasas, cuyo componente central se estructura de 28 subunidades ensambladas en cuatro anillos dispuestos uno sobre otro, y cada anillo compuesto a su vez de siete subunidades alpha y siete subunidades beta cada uno. El proteosoma participa en numerosas funciones celulares esenciales. La inhibición de su actividad proteolítica lleva a la apoptosis y, luego, a la muerte celular. Las investigaciones del equipo dirigido por Dr. Huber y el Dr. Groll han sido quienes han dilucidado la estructura atómica y el modo de adherencia del inhibidor (inhibitor binding mode) del proteosoma, lo que permite el desarrollo de fármacos más potentes y selectivos que los disponibles ahora mismo, que los de diseño racional basados en estructura. Estos estudios se están llevando a cabo con la colaboración de la empresa de biotecnología Proteros, una empresa recién creada de base tecnológica (spin-off) por el Max Planck Institue für Biochemie. Proteros fue fundada en 1998 y ofrece servicios generales de biología estructural y desarrollo de fármacos. El mecanismo molecular de una enfermedad autoinmune Las enfermedades autoinmunes son aquellas en las que el sistema inmunológico de la persona la ataca a ella misma; es decir, en lugar de luchar contra agentes patógenos externos, lucha contra las células del propio organismo de la persona. Ejemplos de enfermedades autoinmunes son la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide, el lupus, la enfermedad de Crohn y otras (ver apéndice). Los descubrimientos del Dr. Huber y su equipo de investigación incluyen la interacción entre los inmunoreceptores de las células y los anticuerpos. La respuesta inmunológica depende de que los antígenos (elementos invasores del sistema) se adhieran a los anticuerpos y de que, a su vez, estos complejos sean reconocidos por los inmunoreceptores de las células. De esta manera, las células destruirán a los antígenos, una vez reconocidos por los inmunoreceptores. La interacción entre ambos se dan gracias a moléculas de proteínas. Los inmunoreceptores son proteínas, y los antígenos, a su vez, van marcados por otras moléculas de proteínas, los anticuerpos, que el inmunoreceptor reconoce. Esto se conoce como mecanismo de llave y cerradura (key and lock). Las moléculas proteínicas del inmunorecpetor y las moléculas marcadoras del antígeno son respectivamente cerradura y llave; y cuando la llave coincide con la cerradura, el inmunoreceptor sabe a quién destruir, y a quién no. Cuando el inmunoreceptor (cerradura) confunde la llave, no interpreta correctamente las proteínas de otras células del cuerpo. De esta manera, puede adherirse a las proteínas de otras células del cuerpo (cerebro, riñones, hígado, etc.) y promover procesos inflamatorios, mutarlas o destruirlas, y el resultado son las enfermedades autoinmunes. Metodologías y nuevos fármacos El Prof. Huber y su equipo se encuentran ahora estudiando los mecanismos de llave y cerradura, que es el que permite que el anticuerpo reconozca al verdadero antígeno. Esto gracias a un estudio previo en el que lograron dilucidar la estructura atómica de los receptores conocidos como receptores Fc (Fc Receptors), que se adhieren a los anticuerpos. Su metodología de trabajo es una de las más completas y enriquecedoras en el campo de la bioquímica: dilucidar las estructuras tridimensionales de las proteínas, llegando hasta el nivel atómico. Por medio de un potentísimo microscopio (cristalografía con rayos-X), el equipo dirigido por el Prof. Huber se encuentra estudiando la estructura de la proteína conocida como MOG, uno de los mayores autoantígenos involucrados en la esclerosis múltiple. La MOG es una proteína que juega un papel vital en las neuronas, pero el sistema inmunológico produce anticuerpos que la interpretan como antígeno, dañando así las neuronas, y dando como resultado la esclerosis múltiple. El estudio de la MOG y su anticuerpo abre las vías a la investigación que dé como resultado nuevas estrategias terapéuticas. Estas nuevas estrategias apuntarían a lograr elaborar un fármaco que encaje exactamente con la cerradura y bloquee la función del anticuerpo que encaja con la MOG. “Gracias a nuestros estudios podemos diseñar nuevos fármacos que influyen en la interacción entre receptores y anticuerpos”, afirma el Prof. Huber, “ya que toda enfermedad tiene una base molecular”. De todas maneras, el Dr. Huber se muestra muy cauteloso al hablar de los fármacos y aclara que aún está en diseño y experimentación. Todo depende de cómo avancen las investigaciones, y, según afirma “es muy difícil diseñar un fármaco que produzca las moléculas que completan una estructura, ya que las estructuras que estudiamos son extremadamente complejas. Estas estructuras están llenas de relieves, depresiones y canales, consisten en cientos de miles de átomos, y debemos entender las relaciones que se dan entre todos ellos”. Los laboratorios alemanes SuppreMol (www.suppremol.de), una empresa científica recientemente por el Max Planck Institue für Biochemie, son quienes están desarrollando este nuevo fármaco. Asimismo, SuppreMol se encuentra desarrollando otras dos estrategias terapéuticas. De momento, los modelos animales están funcionando. Según el Dr. Huber, ya se completaron los modelos de experimentación con ratones para el lupus, la artritis y Esclerosis Autoinmue Experimental (conocida como EAE, modelo de esclerosis múltiple en animales) con resultados esperanzadores. Las enfermedades autoinmunes en España Si bien no se conoce el número total de personas afectadas por enfermedades autoinmunes en España, sí se conocen cifras por enfermedad. Se cuentan 35.000 personas afectadas por esclerosis múltiple y una prevalencia de 75 casos por cada 100.000 habitantes, entre 20.000 y 30.000 afectados por lupus; 70,000 afectados por la enfermedad de Crohn. Enfermedades como esta última y la esclerosis múltiple han sufrido incrementos en su incidencia en los últimos cuatro años. Apéndice: Enfermedades autoinmunes Dependiendo del sistema u órgano que afectan, las enfermedades autoinmunes se clasifican así: Sistema nervioso central - - Esclerosis múltiple Miastenia gravis Síndrome de GuillainBarré Uveítis Sistema Gastrointestinal - Enfermedad de Crohn Colitis ulcerosa Cirrosis biliar primaria Hepatitis autoinmune Sangre y vasos sanguíneos Glándulas endocrinas - - Diabetes melitus tipo 1 o insulinodependiente Enfermedad de Graves Tiroiditis de Hashimoto Ooforitis y orquitis autoinmune Enfermedad autoinmune de la glándula suprarrenal - - Anemia hemolítica autoinmune Anemia perniciosa Trombocitopenia autoinmune Arteritis de la temporal Síndrome antifosfolípido Vasculítides como la granulomatosis de Wegener Enfermedad de Behçet Tejido conectivo (órganos y sistema músculo-esquelético) - Lupus eritematoso sistémico Esclerodermia Polimiositis, dermatomiositis Espondilitis anquilosante Síndrome de Sjögren Piel - Psoriasis -Dermatitis herpetiforme - Pénfigo vulgar - Vitíligo El Prof. Robert Huber El Prof. Dr. Robert Huber recibió el Premio Nóbel de Química en 1988 por haber dilucidado la estructura tridimensional de un centro de reacción fotosintética, a nivel atómico, junto con los Profesores Johann Deisenhofer y Hartmut Michel, quienes también asistirán al Campus de Excelencia a exponer sus más recientes investigaciones. La metodología utilizada para la determinación de la estructura del centro de reacción (cristalografía de rayos-X) es la misma que el Prof. Huber continúa utilizando para determinar la estructura de nuevas proteínas y perfeccionar así mecanismos de llave y cerrdura que permiten diseñar nuevos fármacos para enfermedades autoinmunes y cáncer. El Prof. Huber es miembro del Max Planck Institut für Biochemie (Martinsried, Alemania), Profesor de la Universidad Técnica de München, de la Universdad Duisburg-Essen (Alemania) y Profesor Honorario de la Universidad Autónoma de Barcelona. NOTA: Para más información, dirígete a Hana Sztarkman, Telf 607 984 623, [email protected] www.campusdeexcelencia.org