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NOTA DE PRENSA
DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN
El presidente de la Sociedad Británica de Bioquímica participa en el congreso
de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM)
Blundell explica en la Fundación BBVA qué
son los fármacos basados en fragmentos,
nueva vía para una terapia personalizada

La compañía Astex Therapeutics, co-fundada por Blundell, ensaya cinco
fármacos contra el cáncer basados en este nuevo concepto

Blundell ha recibido el encargo de la Fundación Bill Gates para aplicar
esta técnica a la lucha contra la tuberculosis

Esta estrategia es clave para avanzar hacia la medicina personalizada
y puede permitir, según Blundell, abaratar y hacer más eficaz el
desarrollo de nuevos fármacos
Madrid, 7 de septiembre de 2011.- “Las estrategias para desarrollar nuevos
fármacos han cambiado radicalmente en la última década”, ha dicho esta
mañana en la Fundación BBVA Tom Blundell, presidente de la Sociedad
Británica de Bioquímica. Ahora la industria sabe mucho más sobre cómo
actúan los fármacos a escala molecular, y puede intentar diseñar
químicamente nuevos compuestos a medida. Blundell ha explicado hoy uno
de los métodos considerados más prometedores para conseguir ese objetivo:
el descubrimiento de fármacos basado en fragmentos (FBDD, por sus siglas en
inglés), que ha generado ya varios fármacos oncológicos actualmente en
ensayo clínico en el Reino Unido y Estados Unidos. En una época de crisis la
investigación en general y, sobre todo, el largo y costoso proceso de desarrollo
de nuevos fármacos ven mermada su financiación, pero según Blundell, la
técnica que él utiliza ofrece una vía más eficaz y barata porque permite llegar
a la fase preclínica antes y con mayor seguridad.
Tom Blundell (Brighton, Reino Unido, 1942) imparte la Conferencia Plenaria
Alberto Sols-Fundación BBVA en el congreso de la Sociedad Española de
Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM) que se celebra esta semana en
Barcelona. Blundell está considerado un pionero en el diseño racional de
fármacos, área en la que se inició primero por sus investigaciones sobre la
insulina y la diabetes en los años sesenta y setenta y, más tarde, buscando
nuevos antivirales contra el VIH.
La clave para el diseño de fármacos a medida está en el conocimiento de la
estructura tridimensional tanto de las moléculas del fármaco, como de las
dianas con las que éste debe interactuar en las células: las moléculas
funcionan encajando unas en otras, de ahí el valor de conocer su forma
tridimensional.
“Hasta los años ochenta la mayor parte de los fármacos se encontraban por
casualidad, a menudo a partir de productos naturales o medicinas
tradicionales, y en la mayoría de los casos sin que se conociera la diana sobra
la que actuaban”, ha explicado Blundell. En cambio ahora “la mayoría de los
fármacos en desarrollo se basan en la identificación de una diana y en el
conocimiento de la estructura tridimensional de esta diana y del fármaco”.
Los avances en el análisis del genoma del hombre, y de los microorganismos
patógenos, está permitiendo identificar una cantidad sin precedentes de
nuevas dianas potenciales para fármacos. La industria farmacéutica recurre a
las nuevas técnicas de determinación de estructuras para aprovechar ese
conocimiento. Y a estrategias novedosas, como la explicada esta mañana por
Blundell.
Contra el cáncer y la tuberculosis
El descubrimiento de fármacos basado en fragmentos se basa en identificar
moléculas muy pequeñas que interactúen muy bien con al menos una parte
de la diana en cuestión, “y a las que después se hacen crecer químicamente
a medida”, explica Blundell. Este método “produce moléculas que encajan
muy bien con la diana, con propiedades químicas muy interesantes. En la
jerga decimos que exploramos el espacio químico de forma más efectiva”.
La compañía Astex Therapeutics, co-fundada por Blundell, tiene cinco
fármacos antioncológicos en ensayos clínicos basados en este concepto.
“Muchos de los fármacos contra el cáncer actualmente en el mercado sólo
prolongan la vida unos cuantos meses, así que aún hay una gran necesidad
de nuevos fármacos en este terreno”, explica Blundell. “Sabemos que existen
mutaciones clave que conducen a la formación de tumores, y también que
un determinado tipo de proteínas, las kinasas, suelen estar implicadas en el
proceso. Las kinasas han demostrado ser un blanco relativamente fácil [para
los fármacos] si se emplean métodos basados en la estructura”.
Blundell también está aplicando la técnica basada en fragmentos a la
búsqueda de nuevos fármacos contra la tuberculosis, una enfermedad que
desarrollan cada año unos 9,4 millones de personas y que va en aumento por
la aparición de resistencias a los medicamentos en uso.
“La Fundación Bill y Melinda Gates se interesó por los nuevos métodos
desarrollados en Astex, y preguntó si podríamos investigar no sólo en fármacos
contra el cáncer sino también contra la tuberculosis”, dice Blundell, que optó
por no implicar a su compañía en este nuevo reto pero sí estableció una línea
de investigación paralela, académica, junto con su colega Chris Abell, y
financiada por la Fundación Bill y Melinda Gates.
“Hemos hecho progresos muy importantes en colaboración con laboratorios
en Estados Unidos, Europa, Sudáfrica e India”, dice Blundell.
En cuanto al modelo de investigación de nuevos fármacos, Blundell defiende
la cooperación entre el mundo académico, “que debe entrar en áreas que
no interesa al sector privado porque no ofrecen beneficios”, pequeñas
compañías y la propia industria farmacéutica. “La ciencia que yo hago en mi
laboratorio académico no es muy distinta de la que hago en mi empresa;
cambia el foco al que la dirijo”. A su juicio, en España se dan las condiciones
para contar con ese modelo: buenos equipos, experiencia y capacidad de
inspirar confianza a los inversores.
Medicina personalizada
El diseño racional de fármacos es uno de los factores clave en el desarrollo de
la medicina personalizada, puesto que aumenta la posibilidad de contar con
compuestos altamente específicos para el tipo de problema de cada
paciente. Para Blundell, la oncología será el área que antes se beneficiará de
estos avances.
“Cada tumor tiene mutaciones que evolucionan muy rápidamente de forma
muy específica”, señala. “Ahora podemos secuenciar el genoma de tumores
individuales e identificar las mutaciones. En muchos casos esto nos permitirá
identificar las mejores dianas para cada paciente”.
A pesar de su estrecha relación con la industria farmacéutica Blundell sigue
manteniendo una intensa actividad académica. Una de sus principales líneas
de investigación se centra en averiguar cómo reparar las células el ADN
dañado por agentes como la luz ultravioleta, o el estrés celular.
En particular Blundell investiga la reparación del ADN cuando se dan rupturas
en sus dos cadenas –el ADN está compuesto por dos hebras enlazadas
formando una doble hélice-, las llamadas ‘rupturas de doble cadena’. Los
investigadores creen que este proceso tiene que ver con la recuperación de
las células tras la quimioterapia y la radioterapia, y aspiran a aumentar la
eficacia de estos tratamientos.
Biografía
Blundell es miembro electo de la Royal Society británica, entre otras
prestigiosas organizaciones. Es doctor Honoris Causa por 15 universidades. Fue
nombrado Caballero en 1997.
Por encargo del Gobierno británico, Blundell ha presidido numerosos comités
relacionados con la ciencia, la salud y el medio ambiente, como los
dedicados a las ‘vacas locas’, a la conservación de las pesquerías y al cambio
climático. También ha formado parte del comité asesor para la Oficina del
Parlamento de Ciencia y Tecnología. Entre 1991 y 1994 fue director general del
Agricultural and Food Research Council –equivalente a la agencia británica
de investigación en Agricultura y Alimentación-. En 1994, y hasta 1996, pasó a
dirigir el Área de Investigación Británica en Biotecnología y Ciencias Biológicas,
el Biotechnology and Biological Sciences Research Council (BBSRC), organismo
que preside desde 2009.
Amante de la música y la pintura, él mismo ha contado que le costó mucho
renunciar a estudiar arte para dedicarse a una carrera científica. También, en
años posteriores, hubo de enfrentarse a una decisión similar respecto a la
política. Siendo estudiante –becado- en Oxford en los años sesenta desarrolló
una intensa actividad política, que le llevó a ocupar cargos en su
Administración local. En cierto momento la política se le hizo “demasiado
difícil” -“En la ciencia aprendes a escoger los problemas a los que te enfrentas
según lo que crees que puedes resolver; en política no puedes escoger”, ha
dicho- y durante un tiempo su dedicación a la ciencia fue exclusiva.
Blundell ha explicado -en un conocido programa de radio británico sobre
música, Desert Islands Discs- que es “la belleza” lo que le fascina de la ciencia,
y que no cree casual, dado su amor por la pintura, el haber escogido un área
de investigación en la que la imagen, la visualización de la forma
tridimensional de las moléculas, es muy importante.
Ha expresado su confianza en que la actual investigación genómica
redundará en una medicina más personalizada y eficaz, pero también ha
insistido en que la información genética personal debe ser mantenida en el
ámbito privado.
Si desea más información, puede ponerse en contacto con el Departamento
de Comunicación de la Fundación BBVA (91 537 6615 y 94 487 4627) ó
[email protected]) o consultar en la web www.fbbva.es
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