Nueva ventana:Riesgos biológicos y medidas preventivas en granjas de cría de animales. Caisse Centrale de la Mutualité Sociale Agricole. Coloquio Internacional sobre la Seguridad y Salud en el Trabajo en la Agricultura. (pdf, 33 Kbytes)

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COLOQUIO INTERNACIONAL
SOBRE LA SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO
EN LA AGRICULTURA
16 - 19 de Octubre de 2007
RIESGOS BIOLÓGICOS Y MEDIDAS PREVENTIVAS EN GRANJAS
DE CRIA DE ANIMALES
Dra. Geneviève ABADIA
Caisse Centrale de la
Mutualité Sociale Agricole
París / Francia
Entre los riesgos biológicos que existen en ganadería, las zoonosis ocupan un lugar
destacado, junto con otras afecciones de origen telúrico como el tétanos o la
aspergilosis, por ejemplo. Estas enfermedades infecciosas que se transmiten del
animal al hombre pueden ser bacterianas, víricas o parasitarias y manifestarse en el
ganado bovino, ovino, caprino, porcino y aviar. En esta presentación me centraré en
los riesgos que existen para el trabajador del sector ganadero y la prevención de los
mismos y sólo mencionaré las zoonosis denominadas alimentarias, que afectan más
al consumidor que al trabajador.
Principales zoonosis detectadas en la ganadería francesa
Siempre es difícil cuantificar estas enfermedades en el medio profesional. Si
hacemos referencia a las enfermedades profesionales indemnizables en la
ganadería, el número total de zoonosis asciende a aproximadamente cincuenta
casos anuales de más de 3000 enfermedades reconocidas en total. Hay que tener
en cuenta que este número es inferior al real, ya que hay muchas enfermedades que
no se declaran, bien porque son benignas y los trámites administrativos de
declaración son bastante engorrosos, bien porque no siempre se establece la
relación de las mismas con la actividad profesional.
La brucelosis (causada por diferentes especies de Brucella)
En Francia, la brucelosis está en claro retroceso. Actualmente, Francia es indemne
de brucelosis bovina y podría ser declarada indemne para el ganado ovino y caprino
de aquí a finales de 2007, ya que el último foco remonta a mayo de 2003. En
Francia, la variedad responsable de la brucelosis porcina es poco patógena para el
hombre. La brucelosis se manifiesta principalmente por abortos de animales y el
diagnóstico de la misma acarrea el sacrificio del rebaño. Se transmite al hombre por
inhalación, contacto cutáneo o mucoso (ocular especialmente) y vía digestiva. Al
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principio, provoca una fiebre ondulante que puede expandirse a numerosos órganos.
Para su tratamiento se prescribe una asociación de antibióticos.
La tuberculosis bovina
Francia es indemne de esta enfermedad —que afecta especialmente al ganado
bovino— desde 2001, aunque todavía persisten algunos focos animales. Su
diagnóstico acarrea el sacrificio del rebaño. Esta forma de tuberculosis es muy poco
frecuente entre los humanos, y por lo general se debe a contagios muy antiguos. No
hay que confundirla con la tuberculosis de transmisión interhumana. Se transmite al
hombre por inhalación, heridas o vía digestiva (vía poco probable en el medio
profesional) y muchas veces adopta formas extrapulmonares. Para su tratamiento se
prescribe una asociación de antibióticos durante un largo periodo de tiempo.
La fiebre Q
Esta zoonosis puede infectar a la mayoría de las especies animales, pero los
principales afectados son los pequeños rumiantes (ganado ovino y caprino) y el
ganado bovino. Provoca abortos en los animales infectados, que secretan la bacteria
en las pares, los excrementos y la leche. Es posible vacunar a los animales. El
hombre puede contagiarse sobre todo por inhalación de polvo contaminado. Se
estima que se producen más de 200 casos al año, una cifra seguramente inferior a
la real. La enfermedad aguda suele ser benigna, pero en su variante crónica es
grave para las personas con afecciones cardíacas y las mujeres embarazadas. El
tratamiento consiste en la administración de un antibiótico durante varias semanas si
es aguda y varios años si es crónica.
La ornitosis, psitacosis o clamidiosis aviar
Es una enfermedad que infecta a las aves, que no suelen manifestar ningún
síntoma, lo que dificulta el diagnóstico veterinario. Las principales especies para las
que se han descrito enfermedades humanas son los patos, pavos, loros y periquitos.
El hombre se contagia inhalando polvo contaminado. Se registran varias decenas de
casos al año, sobre todo en las tareas que implican exposición a aerosoles
(recogida, cuelgue de animales en mataderos…). En muchos casos, los síntomas se
limitan a una simple gripe, pero la enfermedad puede transformarse en una
neumonía que llega a ser mortal si no se prescribe un tratamiento antibiótico con la
suficiente antelación.
Por razones de actualidad, nos detendremos unos instantes en la gripe aviar. En
sus formas levemente patógenas, no constituye un riesgo especial para el hombre,
pero en sus formas altamente patógenas, causadas por el virus de tipo H5 o H7,
está considerada como zoonosis desde 1997. A partir de 2003, debido a la intensa
circulación de la cepa asiática del virus H5N1, altamente patógeno, entre las aves
salvajes —que en 2006 y 2007 llegó a afectar a explotaciones de Asia, África y
Europa— se adoptaron estrictas medidas de prevención para frenar la propagación
de esta enfermedad altamente contagiosa entre las aves. Sólo se transmite al
hombre en caso de contactos estrechos y reiterados con aves enfermas, sin
protección. Los casos descritos corresponden a exposiciones domésticas en países
dónde no se cumplen las medidas de protección. A 15 de junio de 2007, se han
registrado 313 casos que han provocado 191 muertos (fundamentalmente en
Indonesia) desde diciembre de 2003.
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Aunque, evidentemente, existen muchas otras zoonosis, no podríamos citarlas
todas, por lo que recordaré algunas de ellas:
- El carbunco o ántrax, cada vez menos frecuente gracias a la vacunación
sistemática de los animales expuestos. En los últimos veinte años se han
registrado algunas formas cutáneas entre los humanos.
- Afecciones cutáneas transmitidas por inoculación (herida o mordedura) y que
suelen resultar benignas tras el tratamiento antibiótico:
o el mal rojo que en ganadería afecta a cerdos, ovejas y aves;
o la pasteurelosis que afecta a rumiantes, cerdos y aves;
o la estreptococia por Streptococcus suis del ganado porcino,
especialmente después del destete y engorde; la patología humana es
muy poco frecuente, pero grave, con cuadros de meningitis y
septicemia.
- Afecciones cutáneas benignas provocadas por poxvirus, transmitidas por
contacto con las ubres o con mucosas contaminadas: provocan nódulos
cutáneos sin gravedad.
Habría que añadir una mención a dos zoonosis aportadas por la fauna salvaje pero
que pueden contagiar a la cabaña doméstica:
- la rabia terrestre que hasta 1998 afectó a numerosas cabezas de ganado
bovino y ovino en Francia, contagiadas por mordedura de un zorro. Francia
ha sido declarada indemne de rabia terrestre pero conviene permanecer
alerta con la fauna salvaje.
- la leptospirosis, que encuentra en los roedores salvajes su reservorio
principal, y el ganado bovino y porcino las especies sensibles: en el ganado
bovino provoca abortos y fotosensibilización y ataca al hígado y al riñón
mientras que en porcino (sobre todo al aire libre), afecta a nivel neurológico y
reproductivo. La transmisión humanos se produce por vía cutánea, por
contacto con orina infectada.
Por último, los animales de renta pueden hospedar agentes biológicos en los
músculos, vísceras, en la leche o en el tubo digestivo y contagiar secundariamente
dichos productos: en esos casos pueden ser el origen de zoonosis transmitidas
por vía alimentaria.
Este capítulo afecta poco a los trabajadores (salvo en caso de llevarse las manos a
la boca) y las medidas de prevención implantadas, que se basan en criterios de
calidad del producto para el consumidor, también suelen proteger al trabajador. Las
principales zoonosis alimentarias son la encefalopatía espongiforme bovina, las
salmonelosis, la listeriosis, las campilobacteriosis y las infecciones por Escherichia
Coli O157:H7.
Evaluación de los riesgos y medidas de prevención
Para evaluar el riesgo de las afecciones e implantar medidas de prevención, hay que
tomar como referencia el concepto de cadena de transmisión, que está formado por
cinco eslabones:
1) el reservorio: es decir, el animal (vivo o muerto) así como su entorno
potencialmente contaminado (cama, agua, cuadra...).
2) la vía de salida del microorganismo: purines, secreciones, residuos de
abortos…
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3) la vía de transmisión: el aire (por el polvo, pequeñas gotas o aerosoles), el
contacto con la piel o las mucosas o en caso de herida, llevándose las manos
sucias a la boca. En algunas afecciones, existe un vector que es el que
transmite la enfermedad (garrapata, mosquito…)
4) las vías de entrada: por contacto cutáneo o mucoso (con o sin herida), por
inhalación, por vía digestiva (generalmente, llevándose las manos sucias a la
boca)
5) y el último eslabón que es el hospedador, es decir, el trabajador.
La evaluación de los riesgos consiste en identificar las tareas, procedimientos y
equipos que pueden provocar una exposición (como la inseminación, la retirada de
la cama, el parto, los cuidados directos a los animales...) para a continuación tener
en cuenta las vías de transmisión y la duración y frecuencia de la exposición.
Adoptar medidas de prevención consiste en romper un eslabón o más de esta
cadena.
• En los primeros eslabones, hay que actuar sobre el reservorio, donde las
medidas de profilaxis veterinaria cobran especial importancia: vacunaciones,
sacrificio si la situación sanitaria así lo exige (brucelosis, gripe aviar...) o
tratamiento en caso de enfermedad. La higiene general de la cría, las medidas de
limpieza y desinfección, la lucha contra la proliferación de insectos y roedores que
podrían difundir el patógeno también son acciones fundamentales.
• Para actuar sobre la vía de transmisión, se pueden utilizar diferentes medios:
confinamiento de los animales afectados, restricción del acceso a los lugares de
confinamiento, permitiendo la entrada exclusivamente a los profesionales
imprescindibles, tratamiento de los efluentes y del estiércol, depósito de los
cadáveres de animales en un lugar aislado para sur recogida, mejora de la
ventilación de las granjas, uso de sistemas de limpieza que no levanten polvo…
• Para actuar sobre la persona expuesta cuando los medios de protección
colectiva no son suficientes, se deben adoptar diferentes niveles de medidas:
o información y formación sobre los riesgos y medios de protección,
conducta a seguir en caso de accidente;
o aplicación de estrictas medidas de higiene individual (lavado de las
manos, protección de heridas con apósitos impermeables, uso de ropa
estrictamente reservada a las zonas de trabajo, no llevarse ningún
objeto a la boca…),
o uso de equipos de protección personal adaptados a la vía de entrada
del microorganismo: mono de trabajo y botas siempre; en muchos
casos guantes; y según las vías de transmisión, gafas y equipos de
protección respiratoria filtrantes desechables.
• Por último, la supervisión médica permite identificar factores individuales de
riesgo, posibles contraindicaciones al uso de equipos de protección personal,
ofrecer vacunas si existen y sobre todo actualizar la información sobre las
actividades de riesgo y los medios de prevención.
La relación entre el médico laboral y el veterinario también contribuye a que
circule la información relativa a la salud animal y humana, para actuar en cuanto
antes.
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Conclusión
Ante estas enfermedades evolutivas, generalmente poco conocidas e
infradeclaradas, la MSA ha puesto en marcha una red de vigilancia de zoonosis
agrícolas para mejorar los conocimientos sobre estas afecciones, mejorar la alerta
en caso de patologías humanas o animales y definir estrategias de prevención
adaptadas a las poblaciones expuestas en ganadería. Esta red se estructura en
torno a un consejo científico formado por entidades de salud animal, salud humana y
de seguimiento sanitario y cuenta con una red de 360 médicos laborales y 300
asesores en prevención de la MSA. Desde su creación, en 2000, ha llevado a cabo
varios estudios (leptospirosis, psitacosis, resistencia a antibióticos, enfermedades
transmitidas por las garrapatas), ha realizado un seguimiento sobre las patologías,
ha respondido a las cuestiones planteadas por sus socios, ha colaborado con los
ministerios y agencias francesas en diferentes áreas temáticas, ha organizado
iniciativas de concienciación, información y formación y ha elaborado herramientas
sencillas de utilizar.
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