6.3. La transición del sistema educativo al mundo laboral Aspectos generales Una de las funciones tradicionales atribuidas al sistema educativo es la de facilitar el acceso al mundo del trabajo al alumnado que cursa en el mismo sus enseñanzas. Por tanto, las enseñanzas impartidas en los centros educativos no sólo deben propiciar el desarrollo personal de los alumnos, sino también potenciar su inserción en el mundo del trabajo al finalizar sus estudios. Las relaciones que deben establecerse entre las necesidades del sistema productivo y las capacidades y destrezas obtenidas por los alumnos en el sistema educativo tienen que mantener un estrecho contacto, si queremos que dicho sistema educativo responda a las demandas de las empresas y la economía de nuestros días. La acelerada evolución tecnológica y organizativa origina, como consecuencia directa, la necesidad de que los trabajadores de todos los niveles y competencias se sometan a un permanente proceso de perfeccionamiento profesional, con el fin de mantener la competitividad y mejorar la calidad de los resultados profesionales. La formación a lo largo de toda la vida profesional se impone de forma creciente como un principio que debe presidir las relaciones entre las enseñanzas formales y el mundo productivo, quedando difuminadas las rígidas fronteras del pasado entre tales ámbitos. La Ley Orgánica 5/2002, de 19 de junio, de las Cualificaciones y de la Formación Profesional ha intentado integrar armónicamente las diversas modalidades formativas representadas por la educación formal y aquella otra adquirida en el marco de actuaciones formativas no formales e incluso la adquirida mediante la experiencia laboral. La Ley contempla la existencia de los centros integrados de Formación Profesional, los cuales organizarán de forma coordinada las actuaciones formativas de los distintos subsistemas formativos. El establecimiento de un cuadro general de cualificaciones profesionales, que abarca desde los niveles formativos inferiores hasta los niveles universitarios, cuya configuración ha sido ya iniciada y se encuentra en la actualidad en fase de elaboración y aprobación normativa, según se deriva de la citada Ley, está llamado a representar en un futuro próximo el eje básico 443 sobre el que deberá girar la oferta y demanda de trabajo, atendiendo a las capacitaciones específicas del sector productivo. Intentando adecuar las demandas socio-económicas y las necesidades educativas, como quedó descrito en el epígrafe 1.4 de este Informe, la LOCE reguló la estructura de la Educación Secundaria Obligatoria de tal forma que se establecieron itinerarios formativos en el tercer y cuarto curso de dicha etapa, con la finalidad de que los alumnos pudieran adecuar sus preferencias y capacidades a los estudios cursados en los centros, viéndose potenciados itinerarios de carácter técnico profesional que de alguna forma potenciaran la preparación para el acceso a los ciclos formativos de grado medio y al mundo del trabajo. Por otra parte, la Ley introdujo asimismo la regulación de los Programas de Iniciación Profesional, con dos cursos académicos de duración, los cuales podrán ser cursados por los alumnos mayores de quince años y que, con un mayor contenido profesional, posibilitan asimismo la obtención del título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria. La Formación en Centros de Trabajo (FCT) La Formación en Centros de Trabajo constituye un módulo formativo de carácter práctico, que se desarrolla en un entorno empresarial y en contacto con la realidad productiva. Este módulo está presente en todos los ciclos formativos de la Formación Profesional específica, según la regulación prevista al respecto en la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), con una duración variable, dependiendo de los ciclos formativos, que oscila entre las 350 y 700 horas de prácticas en empresas del sector correspondiente (de 10 a 20 semanas laborales), sin que exista vínculo laboral alguno entre el alumnado y la empresa en la que realiza sus prácticas formativas. La Formación en Centros de Trabajo, desde que comenzó su implantación con los ciclos formativos, se ha revelado como un medio especialmente propicio para completar la formación de los alumnos que siguen las enseñanzas profesionales en los centros. Pero, además de la función anterior, este módulo formativo ha servido para poner en contacto directo al empresariado con los alumnos que, al finalizar sus prácticas, en muchos casos se incorporan a las empresas con sus respectivos contratos. 444 Según consta en el Informe elaborado por el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Industria y Navegación, publicado en 2002, a partir de una encuesta realizada a empresas que colaboraron en la formación práctica de estudiantes de Formación Profesional durante el curso 2000/2001, el 64% de los alumnos que terminaron sus estudios de Formación Profesional en el curso obtuvieron un puesto de trabajo en las empresas donde habían realizado sus prácticas formativas. En dicho Informe se eleva al 84% el porcentaje de alumnos que tardó menos de tres meses en obtener su primer empleo, después de concluir sus estudios. Según los datos facilitados por la Dirección General de Educación, Formación Profesional e Innovación Educativa del MECD, en el curso 2002/2003, un total de 168.600 alumnos de 1.310 centros realizaron el módulo de Formación en Centros de Trabajo en 73.300 empresas, con 59.010.000 horas de formación, datos referidos a todo el ámbito del Estado. En la tabla siguiente se incluye el estado comparativo de alumnado, centros, empresas y horas de formación en el módulo de FCT en los últimos tres cursos. Curso 2000/2001 2001/2002 2002/2003 Alumnos 120.312 140.500 168.600 Centros 974 1.200 1.310 Empresas 54.112 65.000 73.300 Horas 45.000.800 46.150.800 59.010.000 ALUMNADO QUE REALIZÓ EL MÓDULO DE FCT 168.600 2002/2003 140.500 2001/2002 120.312 2000/2001 180.000 160.000 140.000 120.000 100.000 80.000 60.000 40.000 20.000 0 Empleo y nivel de estudios 445 El empleo es una variable que se encuentra directamente relacionada con el nivel de estudios de la población y con el sexo de la misma. Según los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística, derivados de la Encuesta de Población Activa, la tasa de paro del cuarto trimestre de 2002 se situaba en el 11,54% y en el cuarto trimestre de 2003 en el 11,20%. En la tabla que se hace constar a continuación se detalla la tasa de paro por niveles de estudio y según el sexo de los afectados, en el periodo comprendido entre el año 2000 y 2003. TASAS DE PARO POR NIVELES DE ESTUDIOS Y SEXO 2000-2003 AMBOS SEXOS Analfabetos Educación Primaria Educación Secundaria. Primera etapa (1) Educación Secundaria. Segunda Etapa. Bachillerato. Enseñanzas Técnico Profesionales de Grado Medio (2) Enseñanzas Técnico Profesionales de Grado Superior (3) Educación Superior VARONES Analfabetos Educación Primaria Educación Secundaria. Primera etapa (1) Educación Secundaria. Segunda Etapa. Bachillerato. Enseñanzas Técnico Profesionales de Grado Medio (2) Enseñanzas Técnico Profesionales de 446 2000 13,44 27,12 2001 12,74 27,41 2001 10,50 22,62 2002 11,45 22,56 2003 11,20 24,51 14,00 13,33 10,85 12,10 12,10 14,80 14,18 11,95 13,35 12,85 12,45 11,85 9,47 10,51 9,99 15,47 13,65 11,64 12,33 12,89 11,88 11,68 9,84 10,21 9,84 10,80 10,25 8,18 8,56 8,39 9,26 21,02 8,88 22,38 7,48 20,18 8,27 20,96 8,20 24,19 10,74 10,14 8,45 9,31 9,45 9,63 9,84 8,42 9,22 9,04 8,82 8,94 7,29 7,45 7,42 8,51 7,39 6,40 7,37 8,74 6,95 6,45 5,59 7,75 5,88 2000 Grado Superior (3) Educación Superior MUJERES Analfabetos Educación Primaria Educación Secundaria. Primera etapa (1) Educación Secundaria. Segunda Etapa. Bachillerato. Enseñanzas Técnico Profesionales de Grado Medio (2) Enseñanzas Técnico Profesionales de Grado Superior (3) Educación Superior 2001 2001 2002 2003 7,57 6,54 5,40 5,90 6,13 19,76 35,62 18,55 34,38 15,16 26,29 16,20 24,84 15,56 24,93 20,65 19,69 15,75 17,77 17,42 23,99 22,09 18,58 20,86 19,53 17,28 15,87 12,53 14,72 13,42 23,97 21,44 18,36 18,44 17,96 19,32 19,14 16,07 13,81 15,67 14,02 13,88 10,96 11,11 10,52 (1) Incluye Formación e Inserción Laboral que no precisa título de Primera Etapa de Secundaria. (2) Incluye Formación e Inserción Laboral que precisa título de Secundaria, de Primera o de Segunda Etapa. (3) Incluye Formación e Inserción Laboral de Formación Profesional Superior. (*) Los datos se corresponden con las series revisadas según la nueva metodología EPA 2002; además los referidos a 2001 se han obtenido sin aplicar y aplicando la nueva definición de paro, datos sin sombrear y sombreados, respectivamente. FUENTE: INE, Encuesta de Población Activa. Políticas activas de empleo Las acciones desarrolladas por las Administraciones educativas con el propósito de facilitar el acceso del alumnado al mundo del trabajo, una vez que haya finalizado sus estudios, deben estar coordinadas en una misma dirección con aquellas otras actuaciones que llevan a cabo las Administraciones titulares de las políticas de empleo, como son el Servicio Público de Empleo Estatal y los organismos de las Administraciones autonómicas que ejercen sus competencias en materia de empleo. Teniendo en consideración las directrices de la Estrategia Europea de Empleo, en el Plan de Acción para el Empleo en España del año 2003, fue 447 aplicado un enfoque de las políticas de empleo centrado en la atención personalizada a los desempleados, ofreciendo acciones de orientación profesional que facilitaban la adquisición de habilidades en la búsqueda de empleo o el trabajo por cuenta propia. Esta faceta de las políticas públicas de empleo tiene una aplicación especialmente importante en el colectivo formado por los alumnos que, habiendo terminado sus estudios, desean acceder al mundo del trabajo. Entre las técnicas de actuación puestas en aplicación por las Administraciones titulares de las competencias relacionadas con el fomento del empleo se encuentra la denominada Tutoría individualizada, en la que cada interesado dispone del apoyo de un técnico orientador que recurrirá a entrevistas individuales y acciones grupales de orientación con el fin de fomentar la autonomía completa en la consecución de empleo. Otra de las técnicas utilizadas como vehículo de las políticas activas de empleo se centra en la orientación como apoyo al autoempleo, mediante la utilización de sesiones de información y motivación, así como el asesoramiento en proyectos empresariales. Se debe asimismo poner de relieve la acción centrada en la Red EURES (Red de Cooperación para la movilidad de los trabajadores en Europa), compuesta por los Servicios Públicos de Empleo de los diferentes países de la Unión Europea y espacio económico europeo, que se encarga de intercambiar informaciones sobre las ofertas y demandas de empleo y facilitar la libre circulación de trabajadores. La Red EURES cuenta en España con una Unidad Estatal y 57 gestores provinciales dependientes estos últimos de las Comunidades Autónomas. El funcionamiento de EURES tiene como finalidad el fomento de la movilidad de trabajadores y la potenciación de la información sobre ofertas y demandas de empleo en todo el espacio económico europeo, prestando ayuda en el proceso de colocación e informando sobre las condiciones de vida y trabajo en los países correspondientes. Planes de inserción laboral 448 Además de las actuaciones específicas desarrolladas durante el curso por todas las Administraciones educativas en la materia que se aborda en este epígrafe, hay que citar de forma expresa la convocatoria de ayudas económicas realizada por el Ministerio, para el desarrollo de planes de inserción laboral a realizar por entidades sin ánimo de lucro, con alumnos con necesidades educativas especiales de los centros sostenidos con fondos públicos (Orden ECD/2772/2002, de 30 de octubre; BOE 8.11.2002). Los planes debían tener como finalidad última y principal facilitar la inserción laboral de los jóvenes. Para ello, las entidades que los llevasen a cabo debían emprender acciones encaminadas a favorecer el proceso de transición de la escuela al trabajo durante el periodo de la Formación Profesional, en la búsqueda de empleo y en la incorporación a un puesto de trabajo determinado. Los alumnos destinatarios de estos planes de inserción laboral eran fundamentalmente aquellos que estuvieran cursando Programas de Garantía Social, ciclos formativos de Formación Profesional o aquellos destinatarios de acciones emprendidas en el marco de los convenios suscritos entre el Ministerio y las Corporaciones locales. Asimismo, eran destinatarios de estos planes los alumnos que se encontrasen en las situaciones antes descritas y que hubieran abandonado el sistema educativo con posterioridad al curso escolar 1997/1998. La cuantía total de las ayudas se elevaba a 770.000 € y el importe de la subvención por cada proyecto de inserción laboral aprobado era de 192.500 € para los dos años de duración. 449