“ANÁLISIS CRITICO DE LOS FACTORES QUE AFECTAN LA COMPETITIVIDAD DE LAS CADENAS AGROALIMENTARIAS” Ing. Agr. Gustavo Mozeris ([email protected])1 Ing. Agr. Ignacio Martinez Martinez2 Palabras clave: cadenas agroalimentarias, marco sistémico, competitividad, ventajas competitivas, factores críticos. RESUMEN Las transformaciones experimentadas en el sector agropecuario y agroindustrial en Argentina y en los mercados mundiales en los últimos cincuenta años, han generado cambios estructuralmente significativos en cuanto a la concepción de estos sistemas y a los factores que determinan su competitividad. En estos últimos años distintos autores especializados han señalado los factores que determinan la competitividad de las cadenas agroalimentarias meramente de modo descriptivo; calificando, en algunos casos, el aporte de los mismos en términos relativos. Estos han centrando su foco de análisis desde la microeconomía, la macro política económica, la productividad y los costos; o recientemente desde la Nueva Economía Institucional3 no siendo en algunos casos lo suficientemente enfáticos en el abordaje sistémico de la competitividad. Este trabajo analiza el aporte de cada uno de los factores que afectan la competitividad, a fin de identificarlos con el objeto de fundamentar su importancia relativa. Todo análisis se concibe desde un enfoque lo suficientemente amplio como para estudiar todos los niveles (macro, meso, micro, meta) de la competitividad de las Cadenas Agroalimentarias y Agroindustriales (en adelante CAyA). Dicho análisis se apoya en una encuesta a informantes calificados y referentes del sector agroalimentario y agroindustrial. Este trabajo se realizó a través de un análisis multidimensional de la información, aplicando métodos estadísticos multivariados de reducción y clasificación, utilizando el análisis factorial y el agrupamiento de casos como bases metodológicas. Luego de evaluar los resultados, se pudo obtener un esquema claro y priorizado de aquellas características de las CAyA que resultan determinantes para analizar su competitividad en un marco sistémico y con una concepción integral de la misma. INTRODUCCIÓN Uno de los aspectos más importantes para mejorar la competitividad de las CAyA es la definición de un marco de análisis sistémico que permita identificar claramente los factores claves que la afectan y sobre los cuales se puede actuar para mejorar en forma integral la competitividad del sector agroalimentario y agroindustrial. La utilización de un marco indebidamente fundamentado ó de enfoques parciales (segmentados) trae aparejado problemas al momento de analizar la competitividad de un sistema complejo, como es el caso de las CAyA. La falta de profundidad y fundamentos establece un marco precario para la definición de una estrategia determinada, impidiendo obtener ventajas competitivas sustentables; sabiendo que “la competitividad analizada a través de un enfoque sistémico, ofrece una visón clara, ampliada y multifuncional de la compleja realidad agroalimentaria y agroindustrial, realidad que trasciende la mera producción primaria o el producto de consumo final” (Rojas, 1999). 1 Docente de Planeamiento Estratégico y Competitividad de Cadenas de la FAUBA, Centro de educación Empresaria de la Universidad de San Andrés y Agronegocios de la Universidad Austral. Consultor especialista en Planeamiento Estratégico. 2 Tesista de grado de la Cátedra de Sistemas Agroalimentarios de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires. 3 A partir de ahora NEI. 1 Así es que tanto el sector público como el privado poseen escasas referencias a las cuales recurrir al momento de definir políticas o estrategias competitivas para las CAyA, por lo cual se considera de vital importancia la definición de aquellos factores que son relevantes para mejorar la competitividad. La definición de un marco sistémico de análisis debidamente fundamentado hará posible llevar adelante la formulación de estrategias globales que mejoren la rentabilidad. Por otro lado en la economía resulta muy común hablar de “globalización” como un concepto que nos lleva a nuevas formas de pensar y actuar. En el caso de las CAyA, particularmente, la introducción del proceso de globalización ha obligado a la reconceptualización del termino competitividad; mezclando los conceptos puramente economicistas con otros de orden no económico, tales como cultura, política o el capital humanos, siempre con miras hacia conseguir un balance entre el rendimiento económico, la eficiencia social y sustentabilidad ambiental. Teóricamente la globalización se ha impuesto como uno de los rasgos característicos de la economía internacional de fin de siglo, el cual se caracteriza por la convergencia hacia mercados más abiertos y competitivos. Esto provoca una aceleración rápida de la integración económica a nivel mundial, que conlleva necesariamente a la liberalización del sector agroalimentario y agroindustrial. Así es que “el proceso de apertura comercial ha puesto al descubierto una serie de debilidades y amenazas que deben afrontar todas aquellas economías que no se encuentran preparadas para lidiar ni con las nuevas exigencias, reglas y condiciones internacionales que presenta el nuevo esquema de la agricultura; ni con los desequilibrios ya existentes entre los países” (Rojas, 1999). Esto significa que, como se sabe, este proceso está ocurriendo ineludiblemente en todo el mundo; no obstante existe un escalonamiento, una demora respecto a la integración de algunos países críticamente relegados que contribuye a aumentar y profundizar la inequidad socio-económica en el mundo. Para evitar esto América Latina necesita crecer en forma rápida y sostenida para resolver sus problemas de pobreza y falta de oportunidades. Igualmente, en la actualidad, es evidente que las bases para la innovación y crecimiento de los países latinoamericanos en este siglo aún son débiles. Este fenómeno “aumenta el conflicto entre los productores y los comercializadores de productos agroalimentarios transformando la agricultura hacia un modelo de producción continua e integrada” (Cáceres, 1998). Con respecto a esto, diferentes autores opinan que “actualmente podemos observar una creciente complejidad en los procesos de transformación y distribución de los productos agropecuarios desde su origen. Las exigencias de los mercados adquieren tal magnitud, que el sistema en su conjunto debe reaccionar para satisfacer la demanda y alcanzar un nivel competitivo en los mercados.” (Green et al., 1992; Gutman, 1998). Esto se complementa con que “el sector agropecuario está cada vez mas alejado del consumidor, ha disminuido su participación en la formación del valor agregado que llega al consumidor final y también ha perdido gran parte del poder de negociación en relación con el resto de los integrantes del sistema, que a su vez están mucho más concentrados” (Cetrángolo y Ordoñez, 1998). Lamentablemente también debe sumarse a este marco el hecho que en la actualidad, en el ambiente empresario, la cultura de la evasión y la cultura de usurpación aun presentan beneficios superiores a los costos. Ampliando esta visión puede decirse que por un lado, los incentivos para una actividad empresaria en el marco del estado de derecho aún son débiles. Por otro lado la cultura de la ineficiencia y corrupción en el sector público presentan aún una amplia difusión. Esto demora el desarrollo de un estado eficiente y equitativo que garantice seguridad jurídica y oriente a la sociedad en los senderos estratégicos competitivos de nuestro país. Sin embargo, en la última década, se afirma que “en la Argentina existe una creciente conciencia de la importancia del sector agroalimentario y agroindustrial con respecto a la capacidad estratégica que tiene para el futuro crecimiento de la economía, sin embargo aún no está plenamente introducido el concepto de Sistema Agroalimentario que integre la producción primaria 2 con las etapas de procesamiento y mercadeo, que es una condición necesaria para aumentar la competitividad y definir con éxito las estrategias tecnológicas y prioridades de la investigación y el desarrollo”. (Ghezan, 1995) Retomando el eje de análisis, puede resaltarse que los cambios evolutivos del sector agropecuario y agroindustrial en los últimos cincuenta años implicaron que la agricultura perdiera importancia como proveedora directa de alimentos a los consumidores, corroborándose esta observación en la importancia que han cobrado la industria y la distribución en la relación con el consumidor y la producción primaria. Estas concepciones fueron originalmente definidas por Davis y Goldberg en el año 1957, y por Malassis en el año 1973; vale aclarar que estos conceptos fundacionales serán retomados luego con mayor profundidad a través del presente trabajo. Entre los principales rasgos de los cambios evolutivos antes mencionados y de los nuevos condicionamientos competitivos que enfrenta el sector agropecuario se pueden mencionar: ► Mayores niveles de producción, productividad y modernización tecnológica. ► Significativo aumento del coeficiente de exportaciones por el impulso del MERCOSUR. ► Profundización de los proceso de concentración, centralización y transnacionalización de las estructuras empresariales en el mundo. ► Redimensionamiento de los mercados de referencia y recrudecimiento de la competencia Inter-empresarial. ► Irrupción de la gran distribución minorista de alimentos. ► Profundización de la tendencia hacia la terciarización y complejización del sistema agroalimentario local. ► Mayor valor agregado a la producción y creciente participación de los servicios en el valor total de las cadenas. ► Incremento del poder económico y de negociación de los agentes de la gran distribución en la cadena agroalimentaria. (Gutman, 1998) Si bien esta caracterización es correcta, puede decirse que no es un análisis del todo completo. Así es que, como complemento metodológico, en este trabajo se abordará un marco de análisis enriquecido por la incorporación de distintos niveles de comprensión de la competitividad, intentando abordar el problema fundamentalmente desde un “mesoanálisis” del sistema con aquellas características de las CAyA pertenecientes a distintas escalas de estudio que resulten imprescindibles para la definición de la competitividad de las mismas. Estas apreciaciones están basadas en el avance de nuevas teorías pertenecientes a la NEI que, debido al desajuste entre la economía real y el paradigma neoclásico, han estado introduciendo nuevos conceptos como costos de transacción, instituciones, contratos, holismo que permite explicar mejor la realidad del sector agropecuario y agroindustrial permitiendo un acercamiento de la macro y micro economía. De alguna manera, los aportes de la NEI tratan de resolver algunas cuestiones emergentes de los principios básicos de la Economía Neoclásica, como el funcionamiento de la economía a partir de los comportamientos racionales de los agentes involucrados en la misma. Los supuestos de la competencia perfecta; elevado numero de compradores y vendedores, productos homogéneos, información completa, movilidad de factores y libertad de ingreso, no se presentan en el mundo real de la economía y los negocios. “La NEI aborda el problema económico en situaciones de competencia imperfecta, reducido numero de agentes económicos, productos diferenciados, información incompleta, restricciones a la movilidad de factores y barreras al ingreso. Estas si son las condiciones que se ven en el funcionamiento real de la economía y de los negocios” (Ordóñez, 1998). Con respecto a estos cambios conceptuales se destaca “se debe dar lugar al reemplazo del modelo ideal de competencia perfecta por un modelo real de competencia imperfecta, habiendo en éste mecanismo de coordinación en la producción y la comercialización alternativos al libre juego de la oferta y la demanda, que se tornarían más eficientes porque colocarían mejor los recursos y disminuirían de mejor forma los riesgos aumentando las ganancias entre los agentes que constituyen el sistema” (Ordóñez, 1998). 3 Estas nociones básicas de la NEI, con sesgo sistémico, resultan fundamentales al momento de comprender y analizar la competitividad de las CAyA, permitiendo arriesgar a priori que los costos de gestión y de carácter organizacional (transacción) determinan en gran parte la posición competitiva frente a sus rivales en el mundo. DESARROLLO Antecedentes sobre los términos y alcances del marco sistémico de análisis en la economía agraria. Algunas definiciones. Hace muchos años que la crisis de la economía agraria es una realidad. Esta crisis se le puede adjudicar fundamentalmente a las vertiginosas transformaciones que está experimentando la agricultura en estos tiempos, y a las limitaciones que posee el paradigma de la economía neoclásica para explicar la economía real. Esto hace que, dentro de las nuevas teorías económicas, resulte interesante investigar el porqué el estudio agregado de los sistemas agroalimentarios como un conjunto, un todo. Entonces, ¿Por que estudiar los problemas del sector agrícola desde una visión sistémica de cadenas o flujos agroalimentarios y agroindustriales? ¿Cuáles son los conceptos fundamentales que sustentan esta visión? ¿Qué alcances posee el concepto de CAyA?. Para comenzar a contestar estos interrogantes es necesario empezar por investigar la definición de mesosistema siendo, “un grupo de empresas (o unidades) que constituyen un subconjunto o segmento de la economía nacional y que es utilizado como unidad de análisis económico. Pero es preciso que los agentes que lo constituyen tengan entre si relaciones comerciales y no comerciales más intensas que con el resto de la economía” (Lauret y Perez, 1992). Es importante no pasar por alto este concepto de relaciones agroalimentarias, entendiéndolas desde una concepción amplia, concibiendo las articulaciones que se entablan dentro de un sistema productivo entre los productores rurales y las empresas agroalimentarias o agrocomerciales, que proveen insumos o servicios a lo largo de todo el flujo de valor. Esta metodología de análisis permite superar los enfoques tradicionales de rama industrial, reconociendo la vinculación de los procesos de transformación material y de dominación económica entre agentes y actividades estrechamente articulados a través de relaciones de insumo-producto identificando para su estudio los estratos relevantes de agentes productivos, sus estrategias diferenciales de expansión y las relaciones directas de acumulación que se entablan entre ellos. Concepción sistémica. Fundamentos. Relacionado con lo expuesto anteriormente y acerca de la concepción sistémica, integrada, y la importancia de la vinculación entre los distintos actores del sistema en la economía agraria, se expone que; “para abordar el estudio de un conjunto de explotaciones agropecuarias es necesario ubicar primero a esa unidad en su contexto” (Posadas, 1995). Agregando que, “no solamente es una cuestión espacial, sino que implica la consideración de la totalidad de la red de relaciones que influyen directa o indirectamente en el desarrollo de las actividades agropecuarias de la explotación. Esas relaciones son tanto económicas, como políticas, sociales y culturales” (Posadas, 1995). En ese contexto intervienen una multitud de organizaciones e instituciones que ejercen esta influencia que pudiendo asimilarse al ambiente institucional y organizacional de la NEI. Aclarando esta última apreciación se puede decir que las relaciones establecidas entre los subsistemas de producción, generan una serie de flujos internos de bienes o servicios que, a su vez los vinculan con un ambiente institucional (leyes, normas, etc.), un ambiente político (políticas sectoriales, acciones de gobierno, etc.) y un ambiente tecnológico(investigación, transferencia, desarrollo, etc.). 4 Dentro de este marco de la NEI debe definirse que: “el paradigma sistémico se orienta a las interacciones entre las partes, entre si y con el todo; y a los distintos procesos de retroalimentación. Las partes y el todo se articulan en un orden jerárquico diferencial, donde finalmente el todo es una nueva dimensión jerárquica mayor que la suma de las partes. De tal manera que quedan organizados los sistemas y distintos subsistemas que lo conforman. Estos sistemas constituyen un conjunto de interacciones que presentan un propósito en común que los distingue” (Ordóñez, 1999). Esta visión es explicada por la teoría general de sistemas, que puede ser aplicada para el estudio de los sistemas agroalimentarios y agroindustriales. Estas teorías consideran que “para el estudio de un complejo no es suficiente con analizar sus partes sino que es necesario analizar también las relaciones entre ella” (Caldentey, 1998); en esta cita el autor propone sustituir el enfoque individualista o reduccionista, por un enfoque holístico o sistémico de los actuales complejos agroalimentarios del mundo. Cabe señalar que las interacciones o relaciones que se hacen mención incluyen a las articulaciones entre la I+D, el agro, la industria, la distribución y la demanda de los consumidores. La importancia de estos enfoques se basa fundamentalmente en que la organización y coordinación fragmentada de la `cadena de abastecimiento tradicional´ no posibilita la respuesta directa a las necesidades del cliente e impide su correcta administración como un sistema necesariamente integrado. Es importante saber que estas percepciones no podrán ser internalizadas ni materializadas sino se considera a la cadena de valor como un sistema integrado, equivalente al sistema nervioso central de una empresa, a nivel microeconómico. La necesidad de contar con una nueva visión es inobjetable, porque el poder del mercado está cayendo cada vez más en las manos del consumidor final y si no se garantiza la satisfacción de la demanda, seguramente otros lo harán logrando desplazar a quienes no han percibido este cambio. Desde una visión más amplia de la intrincada realidad agropecuaria que se analiza en el presente trabajo y en función de ello, es que se considera importante destacar algunos conceptos vertidos por diferentes autores acerca de esta concepción de sistemas agroalimentarios integrados. Es por esto que a continuación se expondrán definiciones que nos acercan a un análisis integrado de la realidad agroalimentaria y agroindustrial, citando los distintos conceptos de Agronegocios, `Filieres´ y Cadenas como modelos que enriquecen el marco conceptual tradicional de la economía neoclásica. De esta manera se logrará cubrir de mejor manera las expresiones reales del negocio agroalimentario y agroindustrial constituyendo un análisis apropiado para la nueva realidad del sector agropecuario. Las teorías fundacionales. El concepto de Agronegocios. En la visión particular de Agronegocios existe la siguiente definición fundacional: “cuando hablamos de Agronegocios nos referimos a la suma del total de operaciones involucradas en la manufactura y en la distribución de la producción agrícola, operaciones de la producción en el campo; en el almacenaje, procesamiento y distribución de los commodities agrícolas y las manufacturas hechas con los mismos” (Davis y Goldberg, 1957). Esta declaración fue concebida como una alternativa para estudiar el concepto clásico de la agricultura de esos tiempos, iniciando a partir de ello la apertura de varias líneas de estudio de los negocios agropecuarios, con un sesgo netamente sistémico. Luego de unos años este concepto fue ampliado por uno de sus autores y conocido como Sistema de Agronegocios de Commodities (Agribusiness Commodity System) siendo, “un sistema que engloba a todos los participantes involucrados en la producción, procesamiento y el mercadeo de un único producto agrícola. También incluye todas las instituciones que afectan y coordinan las sucesivas etapas del flujo de comoditis; como ser el gobierno, los mercados de futuros y las asociaciones de comercio” (Goldberg, 1968). Aquí es donde se incluye a los consumidores y al ambiente institucional en el espectro de análisis, focalizando hacia arriba y abajo del sector agrícola con énfasis en el consumidor; destacando a la coordinación del sistema como algo clave para el éxito competitivo. 5 A modo de aporte al concepto en discusión se cita lo siguiente “la aproximación a los negocios agroalimentarios es una aproximación sistémica que delimita sistemas abiertos construidos verticalmente del campo al plato incluyendo la industria de insumos, a los productores agropecuarios, a la agroindustria y al comercio con sus servicios anexos. El sistema agroalimentario aparece como un todo expresado en cadenas de valor que recorren la producción, la transformación y la distribución de los agroalimentos” (Ordóñez, 1998). A partir de esto puede explicarse que “el sistema de agronegocios resultaría ser un agregado de subsistemas interrelacionados mediante flujos de intercambio de bienes y servicios” (Iglesias, 2000). Las teorías fundacionales. El concepto de ´Filiere´. Desde una perspectiva similar a la expuesta por Davis y Goldberg, pero cambiando de concepto teórico y enriqueciendo esta visión sistémica de la realidad de los negocios agroalimentarios y agroindustriales; puede decirse que, existe un enfoque más completo y actual que sostiene que “en las sociedades industrializadas el Sistema Agroalimentario está compuesto por cuatro subsectores. A saber el representado por las empresas que abastecen con servicios y medios a la agricultura, la industria y el comercio; el agropecuario; el industrial de transformación; y la distribución de alimentos. Todos con sus respectivas interrelaciones que constituyen precisamente el Sistema Agroalimentario, destacando para cada producto los flujos de intercambio que se establecen entre los componentes del mismo” (Malassis, 1973) Así es como comienza a surgir, desde la escuela francesa de Montpellier, el concepto de “Filiere” desprendiéndose de esta manera de la escuela anglosajona que sostenía el concepto de “Agribusiness Commodity System”; aunque son más las similitudes que las diferencias encontradas entre ambos conceptos se trata de concepciones diferentes. Transcurrido un tiempo luego de las primeras aproximaciones sobre el concepto francés de ‘Filiere’, se cristaliza la siguiente definición: “Filiere” es el conjunto de actividades que están estrechamente relacionadas y ligadas verticalmente por su pertinencia a un mismo producto (o afines) y cuya finalidad consiste en satisfacer al consumidor” (Montigaud, 1992). En esta definición se declara la importancia del producto a final al momento de alinear bajo un mismo sistema agroalimentario al conjunto de interrelaciones que hacen posible su transformación y concepción final. Si bien se llegaron a delinear los conceptos relacionados al término francés de “Filiere”, existen autores que poseen algunas opiniones encontradas que deben ser consideradas. “La evolución de la metodología de ‘Filiere’ por producto estuvo relacionada con la evolución de la Política Agrícola Común Europea. Esta relación entre producto y políticas públicas, quizás constituya una de las mayores debilidades de esta aproximación de las filieres” (Ordóñez, 1999). A su vez “la tradición de los estudios de la “Filiere” tienden a privilegiar la dimensión técnica o los problemas de la puesta en el mercado de los productos o su impacto en el mundo agrario. En cambio la evolución de la relación entre los proveedores y la distribución minorista no suele ser evocada sino en forma difusa” (Green, 1998). Las teorías fundacionales. El concepto de Cadenas. Complementando los conceptos revisados hasta el momento, y contribuyendo al marco de discusión sistémico de las CAyA que propone este trabajo, se debe mencionar el aporte realizado por la escuela holandesa de Waggenigen. Esta escuela logra conceptualizar teóricamente el concepto de ciencias de cadenas, orientando sus trabajos a la definición del gerenciamiento de cadenas. “El concepto de cadena se refiere a un producto o grupo de productos conjuntos o ligados por su uso. De esta manera una cadena permite localizar las empresas, las instituciones, las operaciones, las dimensiones y capacidades de negociación, las tecnologías y las relaciones de poder en la determinación de los precios de este producto” (Malassis, 1992). 6 Este concepto de cadena se sostiene así en un marco conceptual sistémico que permite llegar a una representación de las nuevas formas y vínculos que se desarrollan hoy en día en el sector agroalimentario y agroindustrial. Es así como las cadenas constituyen un conjunto de relaciones entre distintas unidades organizacionales que se vinculan con un propósito común. “Las distintas alternativas son analizadas en el marco del paradigma de ciencias de cadena, desde el cual se definen los niveles de competitividad de las cadenas” (Ordóñez, 1999). La mayoría de los trabajos realizados al respecto de esta concepción llevan adelante el análisis desde una aproximación sistémica, definiendo a la cadena como una entidad en si misma. Estos trabajos destacan, como se verá más adelante, el papel fundamental de la gestión y la coordinación de las cadenas como claves para evaluar su nivel competitivo (forma de gobernancia). Más precisamente se entiende por cadena “al conjunto de agentes económicos que participan directamente en la producción, en la transformación y en el traslado hasta el mercado de realización de un mismo producto agropecuario” (Duruflé et al., 1988). Es así como muchos autores coinciden con esta concepción del sistema agroalimentario compuesto por una serie de subsectores organizados bajo la forma de cadenas productivas, dentro de las cuales interactúan redes o agrupamientos de menor valor jerárquico. A su vez, en estos últimos años, hay quienes continúan nutriendo estos conceptos sosteniendo que “la metáfora de la cadena ha perdido algo de utilidad. Es mejor aún pensar que los procesos tienen lugar dentro de un tubo o conducto, y no a lo largo de eslabones de una cadena. Lo que importa no es la estructura del conducto, sino la libertad con la que fluyen los materiales y la información que lleva en su interior. Por lo tanto debemos empezar a cultivar el arte de la Administración del Flujo de Valor” (La Londe, 1996). Según esta línea de pensamiento se afirma que “la falta de adecuación de la estructura productiva nacional a esta nueva conformación del subsistema de agroalimentos lleva implícita una fragmentaria articulación productiva con el resto del aparato económico nacional, una falta de conexión con el sistema innovativo local y una distorsión de precios relativos, con sus efectos diversos en materia de asignación de recursos y distribución de ingresos. Toda estrategia moderna que busque el desarrollo de nuevas ventajas competitivas para el sector deberá partir de una concepción sistémica de la producción de alimentos, fomentando el desarrollo de agentes especializados y articulados en cada una de las etapas del subsistema mencionado” (Gatto y Gutman, 1990). Esto refleja la naturalidad con la que se deben tomar los nuevos conceptos sistémicos del negocio agroalimentario y agroindustrial expuestos hasta el momento. Apuntalando estos criterios sistémicos de estudio puede expresarse que “este enfoque tiene cierta analogía con el análisis de cadena de valor de Porter” (Ordóñez, 1999). Hace más de una década, la influencia del concepto de la cadena de valor de Michael Porter llevó al derrocamiento del hegemónico sector industrial de transformación, y a su reemplazo por una democracia entre los distintos compartimientos de la cadena. Este concepto sirvió para unir las funciones logísticas, quienes se convirtieron en los eslabones de la cadena de abastecimiento de la empresa. Esta situación permite señalar que “una evolución paralela a la diferenciación que se ha producido a lo largo del tiempo con la producción agraria, es la que ha tenido lugar en los sectores económicos que se ocupan de la producción, transformación y distribución o comercio de los productos agrarios hasta el consumidor final” (Iglesias, 2000). Esta evolución ha determinado que la agricultura haya perdido importancia como suministrador de alimentos directamente a los consumidores, dado el crecimiento experimentado por los sectores de la distribución que junto con ella conforman como sistema único integrado, la denominada cadena agroalimentaria. Para finalizar podemos decir que el concepto de CAyA resultaría el más apropiado para el análisis que se desarrolla en el presente trabajo de intensificación, debido a que “las cadenas agroalimentarias permiten comprender la complejidad, la estructura y funcionalidad de la agricultura, pues concatenan los procesos productivos y los diferentes actores tanto públicos como privados que en él intervienen y que se encuentran distribuidos en las unidades productivas agrícolas, las empresas procesadoras de productos intermedios, las productoras de bienes finales, y todos aquellos otros actores pertenecientes a actividades conexas de apoyo” (Rojas, 7 1999). Este concepto, en el caso del sector agropecuario, es muy útil debido a que da lugar a la superación de una visión limitada únicamente a la producción primaria. De esta manera, este enfoque es utilizado para abarcar un `continuum´ de procesos económicos vinculados a los agroalimentos y productos agroindustriales, que tienen su raíz en el sector agropecuario y rematan el sector del consumo; poniendo especial énfasis en el estudio de las “interrelaciones que se suceden dentro de ella (coordinación y gestión); siendo la finalidad principal de la cadena la provisión al consumidor de productos, de calidad y cantidad adecuada según sus necesidades, y a precios competitivos” (Zylbersztajn, 1995). Conociendo esto, éste enfoque permite incorporar todas las actividades que suceden fuera del marco de la explotación rural, pero que interactúan e influyen profundamente en ella, sin caer en la simplificación de realizar análisis sistémicos sólo por producto. De esta manera se puede responder satisfactoriamente a los interrogantes formulados al principio, concluyendo así que todo análisis conciente de la realidad implica enfrentarse con un universo inmensamente disperso e impredecible, que pocas veces fue abordado con éxito por modelos que intentan explicar y predecir su comportamiento. La definición de parámetros que modifican y condicionan la realidad requiere una simplificación y reducción de los mismos. Esta simplificación puede terminar deformando lo real e invalidando el modelo explicativo de análisis. Como forma de rechazar dichas deformaciones resulta indiscutible la utilización de enfoques sistémicos de CAyA que puedan explicar las articulaciones y el funcionamiento de la realidad actual de los complejos mesosistemas agroalimentarios como un todo. Estos enfoques se encuentran plasmados en las visiones de Agribusiness, Filieres y Cadenas como modelos básicos de análisis válidos para explicar la actual realidad de los negocios agroalimentarios del mundo. Como ejemplo, puede citarse que: “los llamados problemas agrarios relativos al segmento de los alimentos de la economía son de Agronegocios más que agrícolas y por lo tanto que tales problemas deberían ser tratados desde una perspectiva sistémica de Agronegocios más que desde una perspectiva particularmente agrícola” (Caldentey, 1998). Concluyendo, es por lo visto en los párrafos precedentes que nuevamente se juzga acertado concebir en la actualidad un análisis al nivel de CAyA, partiendo de una escala de “mesoanálisis” como base para el estudio de la competitividad de sistemas agroalimentarios y agroindustriales. La adopción de un enfoque de CAyA responde a que éste se fundamenta en una concepción ampliada de la realidad del sector agropecuario e incluye todos los procesos por los que atraviesa un producto, desde la producción primaria hasta el consumo final; ofreciendo una visión mas acertada de la compleja realidad del sector y las relaciones que se desarrollan entre los diferentes actores que intervienen en la misma. A través de este análisis integrado del sector agropecuario y agroindustrial concebido dentro del concepto de CAyA se podrá tener un punto de partida fundamental para analizar la competitividad de la manera que propone este trabajo de intensificación. Esto se debe a la importancia que cobra la visión sistémica del negocio agroalimentario a la hora de reconocer, definir y analizar los diferentes factores pertenecientes a distintos niveles de competitividad que aportan competitividad a las CAyA. Antecedentes sobre los términos y alcances del concepto de competitividad. Algunas definiciones. Una vez revisados aquellos conceptos que de alguna manera justifican la visión sistémica del negocio agroalimentario y agroindustrial desde un enfoque de CAyA, es importante conocer como se concibe y estructura la competitividad en estos sistemas productivos integrados a través de un relevamiento de lo investigado hasta el momento sobre el tema. Respecto a esto se puede decir que las teorías clásicas de análisis dieron forma al marco conceptual de la competitividad y la definieron en términos más que todo economicistas. Sin embargo, “en estos tiempos de nuevas tendencias en la economía internacional, afloran una serie de condiciones a las cuales deben adaptarse los protagonistas del negocio agroalimentario y agroindustrial, tanto a nivel internacional como a nivel doméstico” (Zuurbier y Bremmers, 1997) . A partir de esto es que se expone, a continuación, un nutrido espectro de definiciones y conceptos 8 referidos a la competitividad a fin de reflexionar y contribuir a la cristalización de una posición definida en términos conceptuales acerca de la misma. “La globalización de la economía, la competencia en el mercado mundial y la especialización a escala global basada en las ventajas comparativas han dado lugar al manejo de un nuevo concepto, el de competitividad o ventaja competitiva que replantean el concepto tradicional de ventajas comparativas, aunque la discusión de competitividad internacional es relativamente nueva en el sector agroalimentario argentino” (Iglesias, 2000). Con respecto a esto es necesario aclarar que “la base fundamental del desempeño sobre el promedio a largo plazo es una ventaja competitiva sostenida” (Porter, 1995), agregando que “para que un sector sea competitivo de forma sustentable en el tiempo es necesario generar un producto que en tiempo y forma satisfaga la demanda al menor costo posible. De esta manera la función productivo-comercial estará liderada por aquel agente que la realice de forma más eficiente. Las transacciones entre los diversos agentes del sistema deben ir puliéndose y perfeccionándose con el paso del tiempo, disminuyendo a su vez los costos de aprendizaje dentro de la cadena” (Cetrángolo, 2001). Apoyando estos conceptos podemos aludir que “se puede ser capaz de diseñar los tipos apropiados de coordinación de una cadena, relacionando la estructura organizacional a la cadena de valor y a los eslabones dentro de ella con los proveedores o canales. A partir de esto, una estructura organizacional que corresponde a la cadena de valor mejorará la capacidad de una empresa para crear y mantener la ventaja competitiva” (Porter 1995). Sabiendo que “si una CAyA pretende ser competitiva, entonces cada uno de sus eslabones también debe ser competitivo; desde la empresa más grande que juega el rol primordial en la producción del bien, hasta aquella microempresa que lleva a cabo labores de apoyo y servicio, deben ser actores activos dentro de la estrategia común de la cadena” (Rojas, 1999). Esto es imprescindible para que las CAyA puedan adelantarse a los cambios y ganar flexibilidad frente a la innovación creativa que exigen los posibles escenarios futuros, siendo esto un rasgo fundamental para la competitividad de las mismas. En referencia a esto es necesario saber que “los países que se adaptan a las nuevas tendencias de demanda mundial mantienen y aumentan su participación en el comercio internacional; aumentando así su competitividad” (Obschatko, 1993) y también que “es evidente que las ventajas competitivas en los mercados internacionales surgen de factores como la utilización de una tecnología más avanzada, un mejor aprovechamiento de las economías de escala, una mejor capacitación de la mano de obra ú otros factores que reflejan un gerenciamiento más eficiente ó una estrategia competitiva más acertada por parte de los empresarios” (Chudnovsky y Porta, 1990). Esto nos lleva a pensar sobre un concepto muy importante que “la adaptabilidad de las CAyA es función de las instituciones y organizaciones construidas dentro del sistema. Especialmente las relacionadas con el flujo de información, organización financiera, estructuras de comercio e instrumentos de distribución de riesgos” (Iglesias, 2000). Continuando con ciertas reseñas bibliográficas que contribuyen a dar una respuesta consolidada acerca de ¿qué significa el termino competitividad?, ¿qué vinculación existe entre la eficiencia, la rentabilidad, la equidad y la competitividad?, ¿qué rol desempeñan las exportaciones en la definición de competitividad? ó ¿qué relevancia posee el alineamiento común de todos los actores de una CAyA en torno a la generación de ventajas competitivas como determinante de la competitividad?; en esta instancia, este trabajo se propone seguir indagando sobre algunas definiciones de diversos autores especializados en el tema. Enfoques específicos del término “competitividad”. Para continuar con el análisis propuesto se recurre a la exposición de los siguientes conceptos que sugieren los lineamientos iniciales de la discusión pertinente: 9 “Competitividad es la capacidad de mantener y aumentar mercados. Para un país, la competitividad es la capacidad de mantener y aumentar el valor de las exportaciones” (Obschatko, 1993). “La competitividad (por performance exportadora) se define como la capacidad de un país, de una industria, de un segmento o de una cadena productiva para conquistar, mantener o incrementar su participación en los mercados internos o externos” (IICA, 1998). “Competitividad es la capacidad sostenida de conseguir y mantener lucrativamente una porción de mercado” (Martin et al., 1991). “la capacidad de un país de enfrentar la competencia a nivel mundial incluye tanto la capacidad de exportar y vender en los mercados externos, como su capacidad de defender su mercado doméstico respecto a una excesiva penetración de las importaciones” (Chesnais, 1981). ‘’una firma será competitiva si resulta victoriosa en la confrontación con sus competidores en el mercado’’ (Michalet, 1981). “La competitividad significa la capacidad de las empresas de un país de diseñar, desarrollar, producir y vender sus productos en competencia con otras empresas basadas en otros países” (Allic, 1987). Todas estas nociones encuentran su fundamento en que las estructuras más eficientes son las que ganan mercados y que el aumentar la eficiencia implica fundamentalmente reducir los costos medios de producción; siendo así fácilmente identificables las variables que determinan la competitividad de las cadenas agroalimentarias. Como se puede ver, sus definiciones contienen enfoques altamente específicos con un objeto de análisis muy acotado (cuota de mercado, exportaciones, costos, etc.). Acerca de estos enfoques puede citarse que; “mientras que la participación de mercado es ciertamente relevante para el puesto competitivo, el liderazgo en el sector no es una causa, sino un efecto de la ventaja competitiva. La participación en el mercado en sí, no es importante competitivamente; la ventaja competitiva si lo es” (Porter, 1995). También puede hacerse alusión a que “el término competitividad ha dejado de ser un concepto estático centrado en aspectos meramente económicos; actualmente incorpora factores no económicos como cultura, sustentabilidad ambiental, política y gobierno, recursos humanos y ubicación geográfica” (Rojas, 1999). Esto define que la participación en el mercado no debe ser centro de decisión por sí solo para la definición de estrategias, sino que la búsqueda de la ventaja competitiva es el centro de la estrategia. Estos enfoques particulares de algún rasgo específico o particular de las CAyA, donde el eje central es generalmente el comercio internacional, no resultan poco precisos ni erróneos al momento de expresar la competitividad del sistema, aunque si susceptibles de ser discutidos. Para esto se puede comenzar a citar que “la competitividad de una empresa no es lo mismo que la de un país. La de la empresa depende fundamentalmente del costo al que logre producir y de su capacidad de diferenciar el producto para acceder a nichos de mercado, o para crear su propio mercado. La del país no es solo el agregado resultante de la performance de las empresas sino que se verá influida por factores que afectan al país, como son las políticas institucionales, económicas y comerciales propias y de otros países competidores.” (Obschatko, 1993); añadiendo que “cuando se comparan habilidades competitivas, no deben considerarse solo los costos de producción, sino también los costos de gobernancia, por lo tanto será imprescindible considerar la tecnología involucrada, las políticas de gobierno y todo el ambiente institucional” (Iglesias, 2000). En foques sistémicos del término “competitividad”. La Equidad en las CAyA. La literatura sobre el tema de la competitividad se expande ampliamente y da paso a una gama de definiciones que van desde las más específicas hasta las más generales, las cuales incorporan aspectos técnicos, socio-políticos y culturales involucrando grandes temas como por ejemplo, la 10 calidad de vida. Para ilustrar esto se considera importante mencionar a otros autores que pregonan criterios de definición un tanto más amplios, entendiendo a la competitividad como “un concepto comparativo fundamentado en la capacidad dinámica que tiene una cadena agroalimentaria localizada espacialmente, para mantener, ampliar y mejorar de manera continua y sostenida su participación en el mercado, a través de la producción, distribución y venta de bienes y servicios en el tiempo, el lugar y la forma solicitados, buscando como fin último el beneficio de la sociedad” (Rojas y Sepúlveda, 1999). Dentro de la misma línea de pensamiento puede decirse que “la competitividad es la capacidad de producir bienes y servicios que cumplan con los requisitos de la competencia internacional... mientras los ciudadanos disfruten de un nivel de vida que es al mismo tiempo creciente y sostenible” (D’Andrea & Tyson, 1985). Otros razonamientos más complejos sostienen que “la competitividad es sistémica, ya que se basa en el patrón organizativo de la sociedad en su conjunto. Los parámetros de relevancia competitiva en todos los niveles del sistema y la interacción entre ellos es lo que genera ventajas competitivas” (Esser et al., 1996; North, 1993). Esto debe estar ligado a que, un escenario competitivo constituye una creciente fuente de altas perturbaciones y el desarrollo de ventajas competitivas determina constantes cambios en los niveles de competitividad, lo que vuelve al escenario muy volátil y es en sí mismo origen de una gran turbulencia donde sobreviven solo los que se adaptan exitosamente al cambio constante. También desde en el mismo marco de análisis se dice que “la competitividad debe entenderse como la habilidad de la economía de una nación para que su estándar de vida crezca rápida y sostenidamente” (Sachs, 1996). Junto con lo expuesto por estos autores e integrando los conceptos vertidos hasta el momento se propone una definición muy interesante del término de competitividad al enunciar que “una cadena es competitiva cuando su índice de utilidad supera el promedio de las principales cadenas del mismo producto que operan en el mercado global, siendo el índice de utilidad en reflejo de la Renta Social, generada por el sector” (Mozeris, 2001). Así, a través del concepto de Renta Social, se incorpora el concepto de Equidad ligado en forma directa con generación y la distribución de la riqueza a lo largo de la cadena desde el productor al consumidor. Esto tiene relación directa con que, “el alcance de niveles altos de competitividad requiere compatibilizar tres objetivos: primero el objetivo de la productividad relacionado con los costos bajos, la buena calidad de los productos y los precios que remuneren adecuadamente a los actores de las CAyA; en segundo lugar, el objetivo referido a la equidad, que busca relaciones armónicas entre los actores de las CAyA y una distribución razonablemente equitativa de las ganancias; y finalmente el objetivo de la sustentabilidad, que busca que los actores de las CAyA exploten de manera razonable los recursos naturales para poder subsistir en el tiempo” (Herrera, 2000). Como se pudo apreciar es posible encontrar definiciones de la competitividad en varios niveles, esto hace referencia a las definiciones basadas en la firma, en el sector y en las que describen la economía nacional como un todo. “En las definiciones que tienen como referencia la competitividad de la firma suele subrayarse la capacidad para diseñar, producir y comercializar bienes en el mercado internacional defendiendo el mercado interno, teniendo como parámetros los estándares de eficiencia vigentes en el mercado mundial. Aquellas definiciones que hacen referencia al sector o la economía como un todo, no difieren esencialmente de las que acaban de señalarse, excepto porque se añade la condición de que la competitividad debe ser compatible con un mejoramiento de la calidad de vida” (Bejarano, 1998). Con el fin de remarcar estas últimas reflexiones es que recurre nuevamente a citar algunas definiciones más completas y más amplias, acerca de la competitividad de las CAyA, diciendo que: 11 “es su capacidad para colocar los bienes que esta produce en los mercados, bajo condiciones leales de competencia, de tal manera que se traduzca en bienestar de la población involucrada en dicho mecanismo” (García, 1995). “es la capacidad para sostener e incrementar la participación en los mercados internacionales, con una elevación paralela del nivel de vida de la población” (Porter, 1991). “es la capacidad de producir, distribuir y proveer el servicio de los bienes en la economía internacional en competencia con los bienes y servicios de otros países; haciéndolo de una forma que aumente el nivel de vida de los actores involucrados” (Scott, 1985). Estas últimas definiciones nos muestran un criterioso y más certero análisis de la competitividad desde un enfoque sistémico de la realidad. Esto se refiere a la inserción del concepto de bienestar de los actores dentro de la cadena y de Renta Social, como puntos determinantes de la competitividad las CAyA en el mundo. En efecto, “una de las condiciones para que la cadena pueda estar presente en los mercados en forma sostenible en el tiempo, es que ninguno de sus eslabones se debilite y sus actores se retiren de la producción en la que estaban” (Herrera, 2000); si esto ocurriera se pulverizaría el Capital Social existente y así resultaría imposible aspirar a lograr posiciones altamente competitivas en el mundo actual de manera sustentable. Referido a esto podemos apuntar que “en la realidad económica, los individuos responden según sus creencias, valores e intereses; llevando adelante sus acciones socialmente. Estos individuos se desarrollan en un determinado ambiente social, donde se constituyen los fenómenos de acción colectiva (cultura compartida) que no deben olvidarse” (Ordóñez, 1998) y que son fundamentales para sentar las bases de un alineamiento común, de los individuos de dicho ambiente, a favor del aumento de la competitividad. Siguiendo con que “el desarrollo del Capital Social está directamente ligado al desarrollo de la interacción social, la confianza y la visión compartida, además este proceso promueve el intercambio de recursos y la creación de valor” (Ordóñez, 1999); las investigaciones acerca de esto concluyen que en los casos donde se presenta alta interacción entre los pequeños grupos de una red mayor que conforma un gran grupo, el nivel de eficiencia y efectividad aumenta. Persiguiendo la integración de los conceptos de equidad y competitividad de las CAyA, es necesario saber que el potencial de crear nuevos conocimientos, la innovación, es la clave para la construcción de ventajas competitivas. Sabiendo esto, se puede encontrar una clara relación entre lo vertido hasta el momento y los conceptos referidos al Capital Social. La vinculación citada, con eje en la competitividad, parte de que “el Capital Social es la clave para desarrollar la capacidad de crear nuevos conocimientos colectivamente, para innovar, para construir ventajas competitivas sostenibles y finalmente para la adaptación activa a los cambios de los clientes y el ambiente turbulento” (Ordóñez, 1999). Conociendo las implicancias de la innovación en la construcción de ventajas competitivas es necesario saber que este proceso es amplio, complejo, multidimensional que atraviesa los entornos institucionales, organizacionales y tecnológicos incluyéndolos a todos en la transformación. “La innovación en todos los entornos, apunta a cambiar aquellas situaciones de la cadena que constituyen una desventaja. La desventaja se transforma y se construye la ventaja competitiva...el nuevo paradigma resume así que la innovación tecnológica y organizacional genera mayor productividad en la cadena de valor y un aumento en la calidad de vida de sus participantes” (Ordóñez, 1999). En estos conceptos anteriormente citados es donde se declara más acertado el análisis de la competitividad desde una noción más ambiciosa de la realidad de las cadenas agroalimentarias (competitividad estructural-sistémica), incluyendo en este análisis a la interrelación de los conceptos de equidad y sustentabilidad como pilares de la competitividad. La equidad tiene lugar cuando los distintos actores de las CAyA disfrutan de niveles socioeconómicos razonables según el riesgo asumido por cada uno de ellos de manera que esto les permita vivir decentemente, siendo un rasgo fundamental de estudio para el diagnóstico y definición del nivel competitivo de un sistema. 12 Si bien existen métodos cuantitativos de aproximación, debemos tener presente que, por su compleja naturaleza, “la competitividad es sistémica, ya que tiene múltiples facetas, es evasiva y difícil de estudiar, lo cual hace más difícil aplicar análisis estadísticos o desarrollar teorías con significancia práctica” (Pratten, 1991) (Esser et al.,1996). Asimismo puede citarse que “entre los académicos no existe una definición de competitividad ni una teoría para explicarla generalmente aceptada” (Porter, 1991). Conociendo esto es que se debe continuar haciendo un esfuerzo en el análisis de la competitividad para incluir todas aquellas características de las CAyA que afecten significativamente los niveles competitivos de las mismas. Hasta ahora resulta evidente que es necesario distinguir claramente el alcance de las definiciones, variando sustancialmente según se tome un concepto más restringido ó uno más amplio que haga también referencia a la equidad ó al aumento del nivel de vida de los actores involucrados. Aproximaciones hacia la definición de enfoques y análisis de los factores que determinan la competitividad de las CAyA. Una vez enunciados los conceptos básicos de la competitividad y de la manera que esta se relaciona dentro de un marco sistémico de análisis de las CAyA, es necesario hacer algunas apreciaciones acerca la definición de los factores críticos que afectan la competitividad de las mismas. Generalmente las propuestas metodológicas para medir la competitividad y definir sus factores críticos tienden a incluir únicamente factores económicos, reflejados en costos y precios. Sin embargo “existe un desafío mayor que es la evaluación de una gama de factores “no precio” que determinan el nivel de competitividad de cualquier unidad de análisis” (Chavarría y Sepúlveda, 2001). Ingresando en el desafío propuesto es que, se debe comprender que “el enfoque sistémico distingue cuatro niveles de análisis, distintos pero interrelacionados entre si, cuyo fin es examinar la competitividad. Estos niveles se denominan nivel Meta, nivel Macro, nivel Meso y nivel Micro” (Esser, 1996). Igualmente, resulta oportuno aclarar que el plano operativo de la competitividad depende del nivel de análisis al cual se este haciendo referencia, del producto analizado y del objetivo especifico que se persigue alcanzar con el análisis propuesto. A continuación se desarrollaran los distintos niveles de análisis pertinentes a un enfoque sistémico de la competitividad de las CAyA. Nivel Macro En este ámbito aparecen los elementos de carácter social y las variables macroeconómicas manejadas por el Estado, con el déficit fiscal, la inflación, la tasa de interés y el tipo de cambio; estas afectan sustancialmente el comportamiento productivo. También entran en juego aquellos aspectos externos al país y que influyen en las CAyA, como son los precios internacionales y las exigencias de calidad en los mercados finales. Las políticas de manejo integrado de recursos naturales se conciben en este ámbito con el fin de mantener el equilibrio de todo sistema de desarrollo sostenible. Asimismo, dentro de este ámbito también se encuentran factores referentes a la demanda, tales como los gustos y preferencias de los consumidores, volumen y tendencias de crecimiento u origen, tipo y grado de segmentación del mercado. Nivel Meso En este espectro se destacan los elementos como la infraestructura y el desarrollo de logística, la base de recursos naturales, las características agroecológicas y los elementos climáticos. Nivel Micro Se identifican factores como la productividad, los costos, los esquemas de organización, la innovación tecnológica, la gestión empresarial, el tamaño de las empresas, las practicas 13 culturales, tipo de tecnologías, conciencia ambiental, diversificación y control de calidad, avance en esquemas de comercialización y costos de transporte. Nivel Meta Este nivel está presente en todos los niveles y se inserta de forma complementaria y transversalmente en cada uno de estos. Se refiere a aspectos del recurso humano, como la escala de valores, el desarrollo de habilidades y la aplicación de los conocimientos obtenidos. Este nivel comprende los temas de educación, cultura y capacitación del recurso humano, involucrando a los actores de cada uno de los niveles de análisis ya mencionados. La amplitud que impone un posible análisis de la competitividad, bajo esta concepción sistémica, en los diferentes niveles, requiere tener siempre presente los limites antes expuestos para su conceptualización y definición. Sintetizando, puede decirse que la competitividad debe ser analizada desde varios niveles con diferentes limites. Un enfoque sistémico, por ejemplo, hace referencia a cuatro niveles analíticos diferentes, pero interrelacionados. En estos niveles se identifican distintos factores; en el nivel Macro se incorporan factores macroeconómicos y políticos; en el espectro Meso se destacan aspectos como las condiciones agroecológicas, la infraestructura y la base de recursos naturales; a su vez el nivel Micro se identifica con los factores que condicionan el comportamiento de las empresas en si mismas; y por ultimo, el nivel Meta hace referencia a los recursos humanos involucrados. Cada nivel involucra aspectos que condicionan el grado de competitividad de las CAyA. Cuadro N°1: Niveles de Análisis Nivel de Enfoque Factores endógenos agregación Macro/Meta País Variables macroeconómicas. Apertura comercial. Meso/Meta Región Micro/Meta Empresa Infraestructura. Condiciones agroecológicas. Costos de producción. Gestión empresarial. Innovación tecnológica. Control de calidad. Tecnologías. Factores exógenos Precios internacionales. Acuerdos y convenios internacionales. Conflictos armados. Políticas comerciales, arancelarias y de apoyo a la inversión. Fenómenos naturales. Provisión de insumos y servicios. Gustos y preferencias del mercado. Empresas competidoras. Fuente: Rojas, 1999. Concluyendo, puede afirmarse que “mantener, ampliar y mejorar continuamente la participación en el mercado depende de una serie de elementos a nivel Macro, Meso, Micro y Meta. A nivel Macro intervienen aspectos referidos al país y a sus relaciones con el resto del mundo. A nivel Meso se destacan factores espaciales y de localización geográfica. En el nivel Micro, se destacan los factores relevantes para las empresas, referidos al precio y la calidad de los productos” (Rojas, 1999). Bases teóricas del enfoque sistémico para el análisis de los factores que afectan la competitividad de las CAyA4. Desde principios de la década del 90 se ha investigado y discutido en numerosos trabajos los aspectos que fundamentan el enfoque sistémico de la competitividad y la concepción bajo estas 4 Análisis bibliográfico en base a Ibañez y Caro, 2001. 14 teorías de sus factores mas críticos, enfatizando analíticamente cada uno de los niveles mencionados, a través de distintos modelos que permiten sentar las bases teóricas de dicho enfoque. Definición de los modelos básicos y fundamentales para un análisis a nivel Macro de la competitividad de las CAyA. En el caso de los enfoques a nivel Macro, estos están formados por todos aquellos marcos conceptuales que buscan analizar la competitividad a nivel país, región o sectores de la economía nacional. En esta área existen cuatro modelos principales que propuestos por diferentes escuelas, poseen varios elementos en común y entrecruzan cada uno de sus componentes. Estos modelos son: el Diamante de Porter, el Indice de Competitividad Global, el Enfoque Evolucionista de la “Organization for Economic Cooperation and Development”5 y el enfoque de Cadenas y Dialogo para la Acción6. Puede citarse que “El Diamante de Porter” plantea la consideración de cuatro atributos genéricos que conforman el entorno en el cual se desarrollan los sectores económicos y las industrias. “Estos atributos genéricos están formados por las condiciones de los factores, las condiciones de la demanda, los sectores afines y de apoyo y la rivalidad de las empresas que intercalan" (Porter, 1991). A continuación se detallan los alcances de estos cuatro atributos genéricos que conforman el entorno en el cual se desarrollan los sectores económicos. Condiciones de los Factores: la posición de la nación en lo que concierne a mano de obra especializada e infraestructura, corresponden los insumos necesarios para competir en un sector dado. Condiciones de la Demanda: la naturaleza de la demanda interior de los productos o servicios. Sectores Afines y de Apoyo: la presencia en la nación de sectores proveedores y afines que sean internacionalmente competitivos. Rivalidad entre Firmas: las condiciones vigentes en la nación respecto a creación, organización y gestión de las compañías, así como la naturaleza y rivalidad domestica. La estrategia, estructura y pautas de rivalidad desempeñan un profundo papel en la innovación e internacionalización del sector involucrado. A su vez existen otros factores que también intercalan para determinar la competitividad y que forman parte de este modelo planteado. Se trata de la casualidad y el papel del gobierno. La casualidad se refiere a todos aquellos acontecimientos que afectan a un país y que se encuentran fuera de control de las empresas y de un gobierno. Por su parte, el gobierno, a todo nivel, puede mejorar o empeorar la ventaja nacional mediante el manejo de la política y las regulaciones del marco general. Respecto a este modelo se cita “se considera vital que los factores críticos estén definidos según los cuatro pilares de la competitividad en las cadenas agroalimentarias siendo éstos la capacidad productiva del sector; los consumidores; la rivalidad entre las firmas y el marco institucional-organizacional en el cual se desarrollan” (Mozeris y Güemes 2002). 5 A partir de ahora OCDE.. 6 A partir de ahora CADIAC. 15 Grafico N° 1: Diamante de Porter. Determinantes de la ventaja competitiva nacional Casualidad Rivalidad entre empresas Condiciones de los factores Condiciones de la demanda Gobierno Sectores conexos y de apoyo Fuente: Porter, 1991. Por otro lado, en cuanto al modelo de análisis Macro citado a través del Indice de Competitividad Global7, generado por el Foro Económico Mundial y el ‘International Institute for Management & Development’ de Suiza, puede decirse que dicho índice incluye factores que van desde lo financiero y comercial hasta lo institucional y cultural. Así es que en dicho ámbito, con el aporte de los referentes económicos más importantes del mundo, se publica año tras año una clasificación de la competitividad de los países basándose en ocho factores principales. Estos factores son: el vigor de la economía nacional; la internacionalización; el gobierno; las finanzas; la infraestructura; la gestión empresarial; la ciencia y tecnología; y el recurso humano. Los factores que permiten medir la competitividad a nivel de país se evalúan en función de trescientos setenta y ocho indicadores. Estos criterios han sido elaborados a partir de una serie de principios provenientes de las nuevas teorías económicas y de otros elementos considerados importantes para la competitividad. Para comprender mejor la concepción de cada unos de los factores de competitividad intervinientes en este ICG, se procede a detallar algunos aspectos relacionados a cada uno de ellos. 7 Vigor de la economía nacional: resulta de la evaluación general de la profundidad y estabilidad de las políticas macroeconómicas. Se rige bajo el principio de que mientras mayor sea la competencia en la economía local, mayor será la competitividad de las empresas que desean internacionalizarse. Internacionalización: es el grado en que el país participa en el comercio internacional y en los flujos de inversión. Concebido a partir del principio que sostiene que la apertura para el desarrollo de actividades a nivel internacional aumenta el crecimiento económico de un país. Gobierno: se refiere al grado que las políticas de gobierno fomentan la competitividad. Su principio fundamental dice que el gobierno debe crear condiciones de competencia macroeconómicas y sociales predecibles para minimizar los riesgos externos de la impredecible actividad económica futura; también sostiene que la intervención del gobierno en las actividades económicas debe minimizarse. Finanzas: la actividad financiera hace referencia al desarrollo de mercados de capitales y la calidad de los servicios financieros. Concibe como principio que la actividad financiera facilita la agregación de valor en el sector productivo. Infraestructura: involucra la calidad y disponibilidad de la infraestructura existente versus el nivel y el ritmo de desarrollo del país. Se fundamenta bajo el principio de A partir de ahora ICG. 16 que la disponibilidad de recursos naturales y la existencia de sistemas económicos funcionales contribuye a la actividad económica. Gestión empresarial: evalúa el grado en que las empresas son manejadas en forma innovadora, beneficiosa y responsable. Reconoce como principio fundacional que la eficiencia de la actividad económica y la habilidad de adaptación frente a los cambios a un medio competitivo, son atributos cruciales para la competitividad de las empresas de un sector. Ciencia y Tecnología: representa la capacidad científica y tecnológica ligada al éxito de la investigación básica y aplicada. Reconoce principal que la inversión en investigación básica y la actividad innovadora que crea nuevos conocimientos son cruciales para un país desarrollado y aun mas para aquellos que se encuentran en etapas de incipiente desarrollo económico. Recursos humanos: es un factor que se refiere a la disponibilidad y calificación de los recursos humanos involucrados. Se basa en el principio de que la competitividad tiende a aumentar las expectativas respecto a la calidad de vida, y que la actitud de la fuerza laboral frente al trabajo, a su vez, afecta la competitividad de un país. Los resultados de esta clasificación determinan las posiciones competitivas de acuerdo con un ICG. En la construcción de dicho índice, la internacionalización, el gobierno, las finanzas y los recursos humanos tiene un peso relativo siendo el máximo para cada uno de estos de 17% del total de la calificación; en cuanto a los factores de la infraestructura, la ciencia y tecnología cada uno de estos tiene un peso relativo máximo del 11%; como últimos están los factores referidos a la gestión empresarial y al vigor de la economía nacional, teniendo un peso relativo máximo del 6% para cada uno de estos en la valoración final. Apoyando lo expuesto podemos citar que “en el ICG la diferencia encontrada entre los pesos relativos de cada factor se explica porque la investigación académica ha comprobado que la internacionalización, el gobierno, las finanzas y el mercado laboral explican mejor las diferencias de crecimiento económico entre los países” (Ibañez y Caro, 2001). Siguiendo exahustivamente con el análisis de dicho modelo que fundamenta el nivel Macro de análisis de competitividad de las CAyA, podemos decir que la totalidad de los factores involucrados en dicho análisis poseen un 75% y 25% de indicadores de carácter cuantitativo y cualitativo respectivamente. Asimismo los factores relacionados a la infraestructura, la ciencia y tecnología, la gestión empresaria y el vigor de la economía nacional tienen un alto componente de indicadores cualitativos, llegando esta proporción a un 75% dentro de cada factor evaluado. Actualmente, en la ultima reunión celebrada en Davos, se dijo que “al enumerar de manera categórica los principales factores que influyen en la competitividad, se sabe de la ineficiencia gubernamental; el costo del capital; los mecanismos de subsidios y barreras; y los bajos estándares de educación que soportan los países sudamericanos” (Schwab y Sachs, 2002). Siguiendo con la exposición de aquellos modelos de análisis que sustenten el enfoque a nivel Macro de la competitividad, se hace referencia a lo investigado por el Enfoque Evolucionista de la OCDE. Sabiendo que “este enfoque surge a partir de una visión estructuralista de la competitividad, derivada de un cambio tecnológico acumulativo y de sistemas de innovación nacional” (Hurtiene y Messner, 1999). Esta visión plantea que la competitividad es alcanzable a mediano plazo solo en el contexto de un crecimiento de la productividad del trabajo, del ingreso per capita, de los salarios reales y del nivel de capacitación a lo largo de todo el sector analizado, así como el aprovechamiento racional de los recursos naturales. Esta perspectiva contiene un alto nivel de inserción de los conceptos referidos a la sustentabilidad de las ventajas competitivas logradas, y presupone que una transformación productiva exitosa se debe a una sensible mejora de la equidad social, la cohesión social y de la explotación de los recursos naturales. En este enfoque los factores de la competitividad que poseen un primer plano no son los referidos al precio. Bajo esta concepción los principales factores poseen un elevado nivel de interacción, provocando un efecto sinérgico y reflejando el carácter sistémico de la competitividad. 17 Esta perspectiva propone la existencia de factores dinámicos que determinan la competitividad. Esto significa que los factores involucrados en el análisis de la competitividad dependen del nivel de evolución en que se encuentre el sector económico en cuestión, esto es, “la competitividad se basa en factores básicos, avanzados y especializados según el grado de evolución del sector económico en estudio” (Porter, 1991). Para continuar con el estudio de este modelo de análisis, se procede a definir secuencialmente los conceptos principales que caracterizan a cada uno de los factores antes mencionados. Factores Básicos: se refiere a la competitividad asociada a la dotación de recursos naturales, mano de obra no calificada y semi-especializada. Factores Avanzados: la evolución se basa en los Factores Básicos obtenidos hasta el momento, esta etapa comprende la dotación y establecimiento de la infraestructura básica, los sistemas economico-sociales de comunicación, de educación y de I+D. Factores Especializados: depende evolución de los anteriores factores. En esta etapa la importancia esta en el sesgo innovador de los sectores económicos en cuestión. En este caso se tienen muy en cuenta la existencia de centros específicos de I+D y de fondos de capital de riesgo para el desarrollo de productos innovadores. En este punto los factores especializados de esta etapa tienen un impacto superlativo en la posición competitiva alcanzada por el sector económico. Para terminar de concebir este modelo es importante conocer que el paso de una etapa a otra esta estrictamente condicionado por la Innovación; los Procesos de Aprendizaje; el establecimiento de Redes Tecnológicas; el Cambio organizacional y la Regionalización experimentada por un sector económico de un país en particular. Según este enfoque los factores de la competitividad se pueden agrupar en cuatro categorías dependiendo de contexto que involucren en el análisis los productores, las empresas, el gobierno y otros actores de las CAyA. Del contexto internacional: los precios internacionales; y el marco regulatorio del comercio. Del contexto nacional: la capacidad de las organizaciones privadas de apoyar a sus agremiados; las políticas macroeconómicas; las políticas sectoriales; la infraestructura nacional y servicios públicos; la calidad de la mano de obra; y el marco legal. De la estructura de la cadena: la tecnología; la calidad de productos; el respeto por el medio ambiente; la diferenciación de productos; la organización interna. Del funcionamiento de la cadena: la concertación de ideas; y la coordinación entre los actores de la cadena. A partir de lo expuesto es que se define que “la capacidad de la cadena para mantenerse en los mercados, dependerá de la posibilidad que tengan sus actores de actuar sobre las variables que puedan controlar, pero también de su capacidad para reaccionar adecuadamente ante los cambios que ocurran en el entorno” (Herrera, 2000). Haciendo un análisis en lo que respecta a los factores del contexto nacional, el rol de las instituciones publicas es fundamental en términos de crear un marco de políticas y un ambiente macroeconómico favorable para el florecimiento de los negocios involucrados en las CAyA. Definición de los modelos básicos y fundamentales para un análisis a nivel Meso de la competitividad de las CAyA. En este caso se encontrarán los modelos de enfoque más utilizados, ya que en la actualidad éstos se aplican para los análisis de competitividad de las CAyA en la mayoría de los casos. Aquí es donde se expondrá el modelo de las “Cinco Fuerzas” (Porter, 1980), pieza fundamental de un análisis a nivel Meso de la competitividad de las CAyA. Como ya se dijo, este modelo es uno de 18 los marcos conceptuales y conocidos para temas referidos a la definición de estrategias y análisis de competitividad. En este caso se postula “la existencia de cinco fuerzas que determinan el atractivo de una industria y el potencial competitivo de sus participantes, junto con la definición de limites del entorno donde se desarrolla la acción y de los factores estructurales competitivos de un sector” (Porter, 1980). Seguidamente se detallan aquellos conceptos que este modelo propone, como los factores fundamentales que caracterizan la competitividad de un sector. Tamaño real y potencial del sector. Composición estructural de empresas. Estructura y costos de distribución. Previsibilidad de las tendencias y del desarrollo. A su vez las cinco fuerzas competitivas mas relevantes, en función de su influencia particular o agregada, para la definición de los niveles competitivos de un sector, así como sus fundamentales interrelaciones e interacciones entre cada uno de los componentes, se ven reflejadas en el diagrama que describe el modelo de las “Cinco Fuerzas” (Porter, 1990) en si. Grafico N° 2: Modelo de las Cinco Fuerzas de Porter. Competidores Potenciales Proveedores Competidores Actuales Clientes Productos Sustitutos Fuente: Porter, 1990 En este modelo de análisis se debe identificar, para cada componente del esquema, que los Proveedores poseen el poder de negociación, los Competidores Potenciales representan la amenaza de entrada de nuevos participantes, los Clientes son aquellos que administran el mayor poder, a través del poder de compra, aunque generalmente se encuentran muy atomizados, los Productos Sustitutos son la amenaza de competencia de otros productos y para finalizar los Competidores Actuales determinan la intensidad de la rivalidad entre firmas que reina en un sector determinado. Por otro lado, no debe olvidarse que este modelo involucra a los agentes económicos y a las relaciones intersectoriales de todo tipo que se puedan establecer entre ellos. Para concluir con el análisis de este modelo se pueden definir las características mas importantes y que definen los roles que cada uno de los componentes juega dentro del esquema de la fuerzas antes explicitado. Rivalidad entre empresas (Competidores Actuales): el grado de rivalidad que exista entre las empresas que compiten el un sector depende principalmente de la concentración de los competidores; el crecimiento del sector; el balance sectorial de la oferta y la demanda; y el origen de las estrategias competitivas genéricas (costos – diferenciación – enfoque). 19 Amenaza de nuevos competidores (Competidores Potenciales): el surgimiento de empresas que pretendan incorporarse a determinados sectores viene dado por diversas razones, entre ellas se encuentra el atractivo del bloque producto-mercadotecnologia; la existencia de barreras de entrada; y la reacción que establezcan los competidores establecidos Amenaza de productos sustitutos (Productos Sustitutos): esta es una amenaza permanente para los integrantes de cualquier sector, y esto genera un aumento en los competencia entre las empresas. Esta es una amenaza que dependerá de la relación precio/calidad en la cual surjan nuevos productos. Poder de compra (Clientes): este poder de negociación esta condicionado por el grado de concentración de los clientes o su participación en las ventas; el nivel de diferenciación de los productos y numero de proveedores; las cantidades compradas según los costos de aprovisionamiento; el costo de cambiar de proveedor; la amenaza de la integración vertical de los compradores como competidores potenciales; la calidad y precio del producto; y la información sobre el mercado. Poder de negociación (Proveedores): este punto es similar al anterior, pero con las posiciones contrarias. Definición de los modelos básicos y fundamentales para un análisis a nivel Micro de la competitividad de las CAyA. El enfoque a nivel Micro que se propone pretende hacer centro en la búsqueda de las ventajas competitivas hacia el interior de las empresas u organizaciones. En esta búsqueda se pretende lograr una definición de los factores que pueden estas afectando la posición competitiva de una empresa dentro de un sector en particular. Para este fin se citara el modelo de análisis de la “cadena de valor” (Porter, 1995) y la reformulación del modelo de los años ´70 de James E. Mc Carthy de las “cuatro P” (Reed, 1992), respondiendo al nivel Micro de análisis de la competitividad y de la definición de sus factores mas influyentes. Comenzando con el modelo de “cadena de valor”, puede decirse que este concepto consiste en la fragmentación de las actividades de la empresa en un conjunto de tareas diferenciadas denominadas actividades de agregación de valor. Estas actividades pueden decidirse en dos grandes grupos; actividades primarias y actividades de apoyo. Las actividades primarias son aquellas que implican la creación física del producto o servicio y su posterior venta. Las actividades de apoyo sustentan las actividades primarias y se apoyan entre si, proporcionando insumos comprados, tecnología y recursos humanos. Grafico N° 3: Modelo de la Cadena de Valor de Porter. Infraestructura de la empresa Administracion de recursos humanos Actividades de Apoyo Desarrollo Tecnologico Abastecimiento Margen Actividades Primarias Logistica Interna Operaciones Logistica Mercadotecnia Externa y Ventas Servicios 20 Fuente: Porter, 1995 Siguiendo con el análisis propuesto y con el objeto de identificar aquellos factores relevantes que a nivel Micro afectan a la competitividad, puede decirse que en las actividades primarias de este modelo se plantea la existencia de cinco categorías genéricas de actividades, a saber: Logística Interna: manejo de materiales e insumos. Operaciones: transformación de insumos en la forma final del producto. Logística Externa: manejo de los productos hacia los clientes. Mercadotecnia y Ventas: promoción, canal, precio. Servicios: prestación de servicios para mantener el valor del producto. A su vez las actividades de valor de apoyo implicadas en el análisis de competitividad están compuestas por solo cuatro categorías genéricas, a saber: Abastecimiento: compra de insumos usados en la cadena de valor de la empresa. Desarrollo de tecnología: nueva tecnología, “know-how”, actividades que buscan mejorar el producto y el proceso. Administración de recursos humanos: búsqueda, contratación, entrenamiento, desarrollo y compensación del personal de la empresa. Infraestructura de la empresa: Administración general, planeamiento, finanzas, asuntos legales, gestión de calidad. Para solidificar la importancia de este modelo al momento de analizar la competitividad, se enuncia que “cada una de las categorías puede ser vital para la ventaja competitiva...en cualquier empresa todas las categorías de las actividades primarias estarán presentes hasta cierto grado y jugarán un papel determinante en la ventaja competitiva” (Porter, 1995). Esto cobra mucha fuerza cuando sabemos que “las ventajas competitivas obtenidas son únicas y es difícil que competidores de otras regiones puedan replicarlas o acceder a ellas, ya que además de responder a las necesidades particulares de una industria concreta, requieren de inversiones considerables y continuas para mantenerlas y mejorarlas” (Porter, 1995). Grafico N° 4: Conjunto de sistemas de valor de Porter. Cadenas de Valor de Proveedores Cadena de Valor De la Empresa Cadenas de Valor De Intermediarios Cadenas de Valor De Compradores Fuente: Porter, 1995. Uno de los aspectos interesantes de este modelo es la capacidad que tiene la “cadena de valor” propuesta para ser analizada desde un nivel superior, entregando una perspectiva mas sistémica. Esto se logra al abrir el espectro del presente modelo y trasladarlo a lo largo de todo el sistema hasta representar, bajo los mismos factores condicionantes de la cadena de valor de la empresa a: la cadena de proveedores, la cadena de valor del intermediario y la cadena de valor de los compradores. Es así que esta conceptualización permite analizar un sector en particular y en su conjunto con el resto de los sectores involucrados. 21 Por otro lado, la reformulación de “la teoría de las cuatro P” (Reed, 1992), señala cuatro factores principales que determinan el nivel de competitividad de una empresa; siendo estos factores conocidos como el precio, el producto, la posición geográfica y la promoción, de los cuales los tres últimos factores son no económicos. Recalando, ahora, sobre cada uno de estos puede decirse que en la determinación del precio intervienen toda una gama de elementos económicos, como la estructura de costos, el precio de los insumos, los rendimientos y las economías de escala de las unidades analizadas. Por su parte, haciendo referencia a las características del producto se evalúan aspectos no económicos como su calidad e imagen, desempeñando un papel determinante en el posicionamiento dentro de los mercados, sabiendo siempre que las características deseadas del producto varían con el mercado destino. En cuanto a la promoción es necesario aclarar que se trata del medio por el cual las empresas dan a conocer su producto y resaltan las características particulares que pueden ser atractivas para el mercado meta. De esta manera la estrategia publicitaria trata de colocar el producto en la mente del consumidor y asociar ciertas características agradables con el bien en cuestión. Por ultimo esta la posición geográfica que hace referencia al sistema de distribución de las unidades productivas a la vez que intervienen factores territoriales, distancias, características ambientales, condiciones agroecológicas e infraestructura que tienen un papel decisivo en el desempeño de las empresas. Otras aproximaciones sobre la definición y análisis de los factores que determinan la competitividad de las CAyA. Como se pudo apreciar hasta el momento, aunque dentro de un mismo marco discursivo, diversos autores proponen diferentes clasificaciones de los factores que determinan la competitividad de una unidad productiva. Así es que existen una serie de autores que identifican los factores, que afectan la competitividad de las CAyA, fuera de los alcances de la teoría del enfoque sistémico, ubicándolos en difusas escalas de análisis y con escasa pertinencia acerca de lo expuesto anteriormente en relación a los niveles Meta, Macro, Meso y Micro. Este no es motivo para que sus investigaciones y conclusiones acerca del tema sean desestimadas, sino que merece un esfuerzo aun mayor el rescatar los conceptos mas valiosos que se desprendan de sus teorías. Una primera aproximación al tema define los factores de la competitividad según el ambiente en que se desarrollan las unidades de análisis (Kotler 2001), proponiendo dos dimensiones para la clasificación de estos factores. Por una parte están los elementos cuyo control es ajeno a la unidad de análisis e influyen marcando el entorno (macroambiente) y por otro lado están los factores internos que determinan el sistema de creación de valor de la misma (microambiente). Dentro de los factores del macroambiente puede decirse que estos tienen efectos contradictorios en la competitividad moldeando de un lado las oportunidades y fortalezas, mientras que por otro representan amenazas y debilidades para el cumplimiento de los objetivos propuestos. Estos factores se resumen en seis ambiente a saber: Ambiente demográfico: elementos característicos de las poblaciones humanas en términos de volumen , densidad, ubicación y otras estadísticas que establecen el comportamiento de las personas que conforman los mercados. Ambiente económico: elementos que afectan el poder adquisitivo del consumidor y sus patrones de consumo. Ambiente naturales: incluyen los recursos naturales que son utilizados como insumos, que tienen relación directa con las necesidades dentro del proceso productivo. Ambiente tecnológico: es la fuerza mas importante en la formación de la competitividad, ya que crea nuevos mercados y oportunidades, generando cambios en el sector financiero, agrícola, gubernamental, ambiental, etc. 22 Ambiente político: representadas por el conjunto de leyes, agencias de gobierno y grupos de presión que influyen en las organizaciones. Ambiente cultural: determinadas por el conjunto de instituciones que determinan valores, percepciones, preferencias y conductas básicas de la sociedad. Estas normas moldean el interés de los consumidores, reflejándolos en su demanda. (Kotler, 2001) Por otra parte, siguiendo con los preceptos básicos de esta teoría, podemos decir que todos los elementos que influyen en el proceso de agregación de valor a un producto pertenecen al microambiente de la unidad de análisis. Este microambiente está afectado por las fuerzas o factores cercanos a la firma que afectan la habilidad de servir a los clientes, a los proveedores y a los competidores. El análisis entiende así que la competitividad es la sumatoria de los microambientes de los agentes en una CAyA. Acertadamente, la teoría expuesta anteriormente contempla y discute de manera general los factores que afectan la competitividad de las CAyA, aunque puede decirse que deja de lado aquellos aspectos relacionados con la industrialización de productos propiamente dicha. Claramente hace énfasis sobre lo referido a los factores no económicos de la competitividad, mientras que descuida un análisis más profundo de los elementos que hacen a la materialización de la producción de una firma en particular y que son vitales para la medición de los niveles de competitividad. Igualmente queda claro que este enfoque no persigue un objetivo de generar espacios metodológicos de análisis para la medición de la competitividad de las CAyA. Simplemente intenta hacer un aporte a la categorización de los aspectos generales que influyen en el éxito de la estrategia competitiva de las unidades productivas que se encuentran dentro de las CAyA. Asimismo para identificar los niveles competitivos de las CAyA se plantea que “existen factores exógenos o endógenos Vinculados y No Vinculados al Precio” (Obschatko, 1998). Como factores endógenos de las cadenas agroalimentarias Vinculados al precio se define a la estructura (oligopolio) y coyuntura (factores climáticos, demanda) del mercado, mientras que como factores endógenos No Vinculados al precio se define a los costos de producción, de comercialización (tecnologías, recursos naturales); al ambiente organizacional (integración, escala) y a la diferenciación del producto (marca, imagen). Por otra parte como factores exógenos de las cadenas vinculados al precio se encuentran los precios internacionales y la política macroeconómica (tipo de cambio, impuestos); en el mismo marco exógeno, pero no vinculados al precio se encuentran los costos de producción (insumos, tasas); la estructura demográfica y al marco regulatorio (mercados, transportes, bolsas de valores). Modelizaciones teóricas. Factores de la competitividad analizados: Fundamentos Tomando en cuenta los diferentes enfoques y no realizando ninguna selección de factores, encontramos que afectan a la competitividad se pueden enumeran en: 1. Gestión y diseño de las organizaciones Chudnovsky y Porta hacen mención, a este factor como necesario para la generación de ventajas competitivas sustentables. Esto resalta la importancia de la rápida respuesta a las señales del mercado por parte de las CAyA, en su conjunto, como un todo, para crear y mantener ventajas competitivas genuinas. La gestión y diseño de las organizaciones como concepto, aparece en el análisis propuesto por Iglesias. Por otro lado Porter, cita a las organización y gestión de las compañías de un sector dado como un pilar de la competitividad. Este concepto también es destacado por el enfoque del ICG, como “gestión empresarial”. Por ultimo debe destacarse la definición, de Herrera dando una certera conceptualización de la importancia del presente factor como definidor de los niveles de la competitividad de las CAyA. 23 también Obschatko vuelve a mencionar dentro de los factores No vinculados al precio, al ambiente organizacional como un factor de la competitividad. 2. Políticas y practicas gubernamentales Este factor merece formar parte del presente estudio dado su relevante participación dentro del modelo de análisis Retomando lo expuesto por Iglesias, encontramos que las políticas de gobierno y el ambiente institucional son destacados como factores de la competitividad a tener en cuenta para el análisis. Este factor se considera definitorio a nivel Macro y es incluido en el “Diamante de Porter”, como condicionante a todo nivel del esquema propuesto, pudiendo mejorar o empeorar la ventaja nacional mediante el manejo de la política y las regulaciones del marco general. A su vez el enfoque del ICG incluye, un factor llamado “Gobierno” que refiere al grado en que las políticas publicas fomentan la competitividad. Asimismo Obschatko, define como “factores exógenos No vinculados al precio” al marco regulatorio del comercio (mercado, bolsa de valores, transportes, etc.). También Kotler plantea que el ambiente político en uno de los factores mas importantes a tener en cuenta como factor de la competitividad en un macroambiente de análisis. 3. Situación macroeconómica Este factor se encuentra relacionado con el anteriormente analizado, pero debe considerarse por separado para su detallado estudio dada la relevancia particular y la fortaleza que posee como concepto por si mismo. Así es que Obschatko, menciona a la política macroeconómica como un factor individual, relacionado con el ambiente externo, siendo un factor vinculado al precio. También se definen las condiciones macroeconómicas para la competencia, como un factor a tener en cuenta al momento de evaluar al “Gobierno” y la estabilidad de las políticas macroeconómicas al evaluar el “Vigor de la economía nacional”. 4. Seguridad jurídica del contexto involucrado La seguridad jurídica como factor resulta muy interesante de ser analizada dado que significa el respeto del marco legal donde se desarrollan las transacciones que dan vida al sistema de cualquier CAyA. Esto refuerza los conceptos vertidos y lo expuesto por el enfoque del ICG. Allí se menciona al “Gobierno” como creador y garante de condiciones macroeconómicas y sociales adecuadas para una competencia sana, alejada de las economías informales que elevan los riesgos externos de la impredecible actividad económica. También se destaca este factor en el modelo propuesto por CADIAC, al explicar los aspectos que se evalúan dentro de lo relativo al contexto nacional y su vinculo con la definición del marco legal. Al mismo tiempo Obschatko, resalta la importancia de los marcos regulatorios como factor exógeno de la competencia No vinculado al precio. Por supuesto este factor jugaría un papel muy relevante, siendo que el enfoque propuesto por este trabajo se apoya en la NEI, donde el ambiente institucional juega un rol determinante en la definición de las consignas normativas y legales que envuelven a toda la serie de flujo internos de bienes y servicios dada entre los subsistemas de producción involucrados en las CAyA. 5. Aseguramiento de la calidad de procesos y productos Este factor debe incluirse en el análisis pro el rol que cumple en los que respecta a la satisfacción del cliente y a al a construcción de la relación calidad/precio, la cual es definitoria para el éxito de un producto de un a CAyA en el mercado. Según las definiciones vertidas en enfoque Micro del cuadro Nº 1 y lo enunciado por Cetrángolo, la satisfacción del cliente al menor costo posible, manteniendo la correcta relación calidad/precio hace que un sector dado sea competitivo de manera sustentable; aportando confiabilidad en el producto y fidelización de los clientes a medida que sus necesidades son satisfechas. Asimismo, el control de la calidad es un factor importante dentro de un análisis Micro de la competitividad. Porter también incluye a la gestión de la calidad dentro de los factores que forman parte de la cadena de 24 valor. La propuesta de Reed, resulta vital para comprender la importancia de este factor como clave de los niveles de competitividad obtenidos en los mercado involucrados, al mencionar a la calidad e imagen como factores no económicos de la competitividad. 6. Promoción, mercadeo e imagen del producto Este factor es enunciado como pilar de la competitividad en las concepciones expuestas, donde se considera como un factor no económico que desempeña un papel determinante en el posicionamiento en los mercados. Vale decir que existe una evidente interrelación con el factor anteriormente analizado, sabiendo que siempre las características de los productos varían con el mercado destino. Así es que Porter enuncia a la mercadotecnia y Obschatko destaca la diferenciación del producto y su promoción como factores exógenos de las CAyA. Esto reafirma aun mas lo sabido respecto de que en estos tiempos, el mercadeo de productos es una herramienta no menor para la conquista de los mercados y el liderazgo competitivo dentro de ellos. 7. Tamaño y fortaleza del mercado interno Al incluir este factor dentro de aquellos que son decisivos al momento de definir el nivel de competitividad de una CAyA, se plantea el papel que el mercado interno posee como base fundamental para el desarrollo de habilidades competitivas en el resto de los mercados externos. La competitividad resulta de la batalla en los mercados, tanto los internos como externos. A su vez la competencia en el mercado local resulta destacable para la conformación del ICG. Es así que la conformación de un mercado interno competitivo para una CAyA puede ser muy relevante al momento e definir su nivel de competitividad global. 8. Apalancamiento en el mercado externo Este concepto esta estrechamente ligado al anteriormente citado, sobretodo, por su funcionamiento y dinámica. La importancia de poseer un rol competitivo en el mercado externo, es muy relevante al momento de la definición de la competitividad de una CAyA. Las posibilidades de que una CAyA posea un papel importante en términos de competitividad, en los mercados externos y que esto no acompañe a un éxito en el mercado interno son bajas. Puede decirse que el basamento competitivo, otorgado por los mercados externos, es suficiente como para asegurar un buen funcionamiento y desempaño dentro de los mercados locales. De hecho el ICG, contempla como factor a la “Internacionalización” destacando la importancia de la participación en el comercio internacional, para definir claramente los niveles de competitividad. 9. Subsidios y barreras como mecanismo de apoyo interno Este concepto se puede extraer claramente de lo expuesto por Porter, cuando profundiza acerca de las cinco fuerzas que determina el atractivo de una industria y el potencial competitivo de sus participantes. La existencia de barreras y subsidios como mecanismos de apoyo interno podría formar parte de aquellos factores que definen los niveles competitivos de una CAyA. Tal es así que se incluye su análisis dentro del presente trabajo de intensificación, para poner en claro su relevancia y su rol critico respecto de la competitividad. 10. Potencial de los recursos naturales Los recursos naturales (y su potencial) como factor de la competitividad ha sido propuesto para la construcción del ICG. También el enfoque de OCDE rescata a este factor como un “factor básico” de los sectores económicos. Por otro lado Reed, lo incluye dentro de los factores que hacen a la ubicación geográfica y todos los componentes territoriales involucrados. Asimismo Kotler y Obschatko, tratan el concepto como un factor ajeno a su unidad de análisis (no puede modificarse) y que no esta vinculado al precio comportándose de manera endógena dentro de las características de cada unidad de estudio. 25 11. Desarrollo tecnológico Este factor considera de mucha importancia dado su recurrente mención como factor que permite el surgimiento de las ventajas competitivas. Chudnovsky y Porta exhiben claramente sus ideas respecto de esto. Iglesias, propone como imprescindible la consideración de la tecnología al momento de analizar habilidades competitivas junto con otros factores. La capacidad científica y tecnológica ligada al éxito de la investigación básica y aplicad a aparece como fundamental para el análisis de la competitividad, según el ICG. La existencia de centros específicos de I+D es propuesto por OCDE, cita como uno de los “factores avanzados” necesarios para liderar competitivamente un sector determinado. Por ultimo Kotler considera al ambiente tecnológico como una fuerza de las mas importantes en la formación de la competitividad, ya que crea cambios y oportunidades en los mercados, en el sector financiero, agrícola, gubernamental , ambiental, etc. 12. Productividad global La visión estructuralista de la competitividad, de Hurtiene y Messner, destaca que solo es alcanzable la competitividad en un contexto de crecimiento productivo constante. De la misma manera Reed, propone como un factor netamente económico a la productividad de la CAyA. Allí enuncia la estructura de sus costos, el precio de los insumos utilizados, os rendimientos obtenidos, etc. también Obschatko propone, en la pagina 66, a los costos de producción como factores endógenos no vinculados al precio, haciendo alusión a la productividad global del sistema. 13. Infraestructura de apoyo La infraestructura de apoyo de un sistema debe ser considerado como uno de los factores mas relevantes al momento de definir la competitividad. Así es como Porter determina dentro de sus teorías, como uno de los “insumos necesarios para competir” o como “actividades primarias” de la cadena de valor. Por su parte lo propuesto por el evolucionismo de OCDE, incluye a la infraestructura como un factor avanzado de la competitividad. También el enfoque del ICG, considera la infraestructura en cuanto a su calidad y disponibilidad como atributo fundamental de la competitividad. 14. Economías de escala Este factor comienza a ser citado por Chodnovsky y Porta, donde se enuncia que resulta evidente que las ventajas competitivas surgen de un mejor aprovechamiento y disponibilidad de las economías de escala como uno e los factores a considerar en cualquier análisis. De tal manera, según lo expuesto por Reed, las economías de escala son parte de una gama de elementos económicos que intervienen en la determinación del precio como uno de los factores que determinan los niveles de competitividad. Por otro lado Obschatko señala que el ambiente organizacional es uno de los factores a destacar cuando se realiza un análisis dentro del cual se encuentra la escala de las economías existentes. 15. Rivalidad entre las firmas La rivalidad de los competidores actuales se explica según lo aportado por Porter. Este componente de las cinco fuerzas allí expuestas es de gran importancia dado que involucra al crecimiento del sector, el balance de la oferta y demanda y el origen de las estrategias competitivas genéricas, como punto trascendental. 16. Equidad en la distribución de la renta dentro de la cadena Este concepto es considerado vital para comprender el funcionamiento y dinámica de la competitividad en las CAyA. En él se involucran todos los actores; no solo físicamente, al 26 percibir la renta adecuada según el riesgo, sino también conceptualmente dado que aquí es donde aparece la idea de “bien común”. 17. Calificación laboral de todos los integrantes de la cadena Para comenzar, Chudnovsky y Porta, destacan a la capacitación de la mano de obra como uno de los detonantes básicos para conseguir ventajas competitivas en los mercados internacionales. también Porter, en su teoría del Diamante, cita a la mano de obra especializada como necesario para competir en un sector dado. Asimismo los recursos humanos en lo referente a la disponibilidad y calificación de los mismos son parte estructural del ICG para analizar las posiciones competitivas. El enfoque evolucionista de la OCDE, según, se refiere al crecimiento del nivel de capacitación de todos los integrantes del sector como parte de un contexto necesario para alcanzar la competitividad (a mediano plazo). Nuevamente, el evolucionismo de OCDE vuelve a destacar a la calificación de la mano de obra como parte de los factores básicos de la competitividad de un sector económico de una nación en particular. Este factor, como se pudo ver, posee un alto grado de interacción con los niveles de análisis Macro, Meso y Micro. Esto se desprende de la opinión de diversos autores, pudiendo conjeturar que este factor pertenece sin dudas al nivel Meta, según lo ya analizado. RESULTADOS OBTENIDOS Luego de someter al un análisis multivariado los datos de la encuesta realizada a referentes calificados del sector, podemos comenzar a trabajar sobre las principales ideas que arrojan los resultados obtenidos. En el Análisis de Factores (ver Cuadro N°2), se puede observar el ranking de importancia, en orden decreciente, de cada uno de los factores analizados. Allí se destacan como los de mayor peso, para la definición de la competitividad de las CAyA, a 1) La gestión y el diseño de las organizaciones de la cadena; 2) El desarrollo tecnológico; y 3) El aseguramiento de la calidad de procesos y productos. Es destacable el valor de la Gestion y el Diseño de las organizaciones de la cadena que, como factor de la competitividad, se aleja notablemente del resto de los factores analizados. Cuadro N° 2. Análisis de Factores Descriptive Statistics GESTION POLITICA MACROEC PROPINT CALIDAD MERCADEO MERCINT MERCEX SUBSIDIO RECNAT DESTEC PRODPRI PRODIN INFRAES ESCALA REVALID EQUIDAD CALILAB Mean 8,29 7,18 6,32 6,57 7,43 7,11 5,57 6,39 5,18 5,93 7,46 6,43 7,25 6,96 6,18 6,93 6,75 1,46 Std. Deviation 2,05 1,93 2,37 2,20 2,04 2,13 2,15 1,95 2,25 2,04 1,86 1,81 1,73 1,86 1,87 2,54 2,12 2,50 Analysis N 28 28 28 28 28 28 28 28 28 28 28 28 28 28 28 28 28 28 27 Por otro lado el análisis de Bloques de Factores (`Clusterizacion´) solo arroja una evidente división en dos grandes grupos. El primero conglomera los factores de carácter estrictamente “fisicos” y que pueden ser considerados “tangibles” o “del producto para adentro” (Infraestructura de apoyo, Productividad, Tecnología); y el segundo gran grupo de factores tiene en cuenta aquellos factores que se estudian como “intangibles” o “del producto para afuera” (Mercadeo y Promocion, Imagen, Calidad). Para el resto de los factores se ha encontrado una dispersión significativa, sin hallar relaciones fuertes entre ellos que permitan agruparlos. Es por esto que el análisis de clusters no aporta lo suficiente al estudio propuesto en este trabajo de intensificación. Cambiando de herramienta analítica, podemos ver que ocurre con la Matriz de Correlación obtenida (ver Cuadro N° 3). En ella podemos ver que se pueden detectar claramente variables altamente correlacionadas (todos aquellos valores superiores a 0,5 indican una alta correlación) por lo tanto aquí encontramos, y luego ampliaremos, que por ejemplo el factor de Gestión y organización de la cadena posee una alta correlación con la politica gubernamental ya que la gestión y organización debe ser claramente generada casi en un 50% (si asumimos que el otro 50% le corresponde al sector privado) desde el sector público. Políticas gubernamentales que no favorezcan la organización y mas aún que aumenten la competencia y la rivalidad entre sectores laceran fuertemente la competitividad. Los otros puntos con los que se relaciona fuertemente la gestión son la equidad y la Rivalidad entre las firmas del sector. 28 Cuadro N° 3. Matriz de Correlacion a Correlation Matrix GESTION POLITICA MACROEC PROPINT CALIDAD MERCADEO MERCINT MERCEX SUBSIDIO RECNATDESTEC PRODPRI PRODININFRAESESCALAREVALID EQUIDADCALILAB CorrelationGESTION 1,000 ,615 ,056 ,225 ,429 ,560 ,524 ,276 ,157 -,048 ,363 ,404 ,520 ,586 ,499 ,673 ,639 ,074 POLITICA ,615 1,000 ,376 ,071 ,620 ,591 ,475 ,632 ,395 ,136 ,474 ,412 ,618 ,582 ,362 ,427 ,465 ,067 MACROEC ,056 ,376 1,000 ,112 ,619 ,505 ,180 ,756 ,371 ,151 ,402 ,259 ,457 ,188 ,129 -,039 ,245 ,086 PROPINT ,225 ,071 ,112 1,000 ,248 ,207 ,296 ,256 ,263 ,100 ,540 ,419 ,233 ,168 ,335 ,041 ,460 -,265 CALIDAD ,429 ,620 ,619 ,248 1,000 ,788 ,380 ,718 ,249 ,195 ,551 ,418 ,679 ,609 ,338 ,356 ,598 -,294 MERCADEO,560 ,591 ,505 ,207 ,788 1,000 ,608 ,613 ,228 ,266 ,502 ,467 ,513 ,441 ,330 ,659 ,654 -,197 MERCINT ,524 ,475 ,180 ,296 ,380 ,608 1,000 ,280 ,438 ,221 ,460 ,410 ,238 ,302 ,426 ,578 ,553 ,155 MERCEX ,276 ,632 ,756 ,256 ,718 ,613 ,280 1,000 ,423 ,259 ,695 ,464 ,682 ,393 ,356 ,200 ,401 ,090 SUBSIDIO ,157 ,395 ,371 ,263 ,249 ,228 ,438 ,423 1,000 ,197 ,282 ,053 ,121 ,073 ,222 ,126 -,006 ,275 RECNAT -,048 ,136 ,151 ,100 ,195 ,266 ,221 ,259 ,197 1,000 ,490 ,510 ,278 ,392 ,218 -,037 -,090 -,284 DESTEC ,363 ,474 ,402 ,540 ,551 ,502 ,460 ,695 ,282 ,490 1,000 ,841 ,734 ,511 ,574 ,165 ,549 -,184 PRODPRI ,404 ,412 ,259 ,419 ,418 ,467 ,410 ,464 ,053 ,510 ,841 1,000 ,753 ,577 ,491 ,128 ,511 -,290 PRODIN ,520 ,618 ,457 ,233 ,679 ,513 ,238 ,682 ,121 ,278 ,734 ,753 1,000 ,693 ,409 ,240 ,602 -,190 INFRAES ,586 ,582 ,188 ,168 ,609 ,441 ,302 ,393 ,073 ,392 ,511 ,577 ,693 1,000 ,579 ,220 ,393 -,164 ESCALA ,499 ,362 ,129 ,335 ,338 ,330 ,426 ,356 ,222 ,218 ,574 ,491 ,409 ,579 1,000 ,206 ,470 ,140 REVALID ,673 ,427 -,039 ,041 ,356 ,659 ,578 ,200 ,126 -,037 ,165 ,128 ,240 ,220 ,206 1,000 ,554 ,070 EQUIDAD ,639 ,465 ,245 ,460 ,598 ,654 ,553 ,401 -,006 -,090 ,549 ,511 ,602 ,393 ,470 ,554 1,000 -,201 CALILAB ,074 ,067 ,086 -,265 -,294 -,197 ,155 ,090 ,275 -,284 -,184 -,290 -,190 -,164 ,140 ,070 -,201 1,000 Sig. (1-tailed) GESTION ,000 ,388 ,125 ,011 ,001 ,002 ,077 ,212 ,404 ,029 ,017 ,002 ,001 ,003 ,000 ,000 ,354 POLITICA ,000 ,024 ,360 ,000 ,000 ,005 ,000 ,019 ,246 ,005 ,015 ,000 ,001 ,029 ,012 ,006 ,368 MACROEC ,388 ,024 ,285 ,000 ,003 ,179 ,000 ,026 ,222 ,017 ,091 ,007 ,169 ,257 ,422 ,105 ,331 PROPINT ,125 ,360 ,285 ,102 ,145 ,063 ,094 ,088 ,306 ,002 ,013 ,117 ,196 ,041 ,418 ,007 ,086 CALIDAD ,011 ,000 ,000 ,102 ,000 ,023 ,000 ,101 ,161 ,001 ,013 ,000 ,000 ,039 ,032 ,000 ,065 MERCADEO,001 ,000 ,003 ,145 ,000 ,000 ,000 ,122 ,085 ,003 ,006 ,003 ,009 ,043 ,000 ,000 ,157 MERCINT ,002 ,005 ,179 ,063 ,023 ,000 ,074 ,010 ,129 ,007 ,015 ,111 ,059 ,012 ,001 ,001 ,215 MERCEX ,077 ,000 ,000 ,094 ,000 ,000 ,074 ,012 ,091 ,000 ,006 ,000 ,019 ,031 ,153 ,017 ,324 SUBSIDIO ,212 ,019 ,026 ,088 ,101 ,122 ,010 ,012 ,157 ,073 ,394 ,269 ,357 ,128 ,262 ,488 ,078 RECNAT ,404 ,246 ,222 ,306 ,161 ,085 ,129 ,091 ,157 ,004 ,003 ,076 ,020 ,133 ,426 ,324 ,071 DESTEC ,029 ,005 ,017 ,002 ,001 ,003 ,007 ,000 ,073 ,004 ,000 ,000 ,003 ,001 ,201 ,001 ,175 PRODPRI ,017 ,015 ,091 ,013 ,013 ,006 ,015 ,006 ,394 ,003 ,000 ,000 ,001 ,004 ,259 ,003 ,067 PRODIN ,002 ,000 ,007 ,117 ,000 ,003 ,111 ,000 ,269 ,076 ,000 ,000 ,000 ,015 ,110 ,000 ,167 INFRAES ,001 ,001 ,169 ,196 ,000 ,009 ,059 ,019 ,357 ,020 ,003 ,001 ,000 ,001 ,131 ,019 ,202 ESCALA ,003 ,029 ,257 ,041 ,039 ,043 ,012 ,031 ,128 ,133 ,001 ,004 ,015 ,001 ,146 ,006 ,238 REVALID ,000 ,012 ,422 ,418 ,032 ,000 ,001 ,153 ,262 ,426 ,201 ,259 ,110 ,131 ,146 ,001 ,362 EQUIDAD ,000 ,006 ,105 ,007 ,000 ,000 ,001 ,017 ,488 ,324 ,001 ,003 ,000 ,019 ,006 ,001 ,153 CALILAB ,354 ,368 ,331 ,086 ,065 ,157 ,215 ,324 ,078 ,071 ,175 ,067 ,167 ,202 ,238 ,362 ,153 a.Determinant = 4,760E-09 29 La segunda mitad de la Matriz de Correlacion muestra el rechazo de la hipótesis nula (Ver Cuadro N° 3 / sig (1-tailed)). Sabiendo que .005 es el nivel de significancia y que todos aquellos factores con alta correlacion tienen el valor .000 ( entre .000 y .005). Es por esto que a continuación se agrupan las variables según su correlacion. Las variables altamente correlacionadas responden al siguiente esquema: Cuadro N° 4. Grupos de Correlacion Politica y gestión Rivalidad entre firmas y gestión Equidad y gestión GRUPO 1 GESTION Calidad y Política Promoción, mer. y Política Mercado externo y política Productividad industrial y política GRUPO 2 POLITICA Calidad y macroeconomía GRUPO 3 Mercado externo y macroeconomía MACROECONOMIA Promoción, Mer. y Calidad Mercado externo y Calidad Productividad industrial y Calidad Infraestructura y Calidad Equidad y Calidad Mercado interno y Promoción Mercado externo y Promoción Rivalidad y promoción Equidad y promoción Desarrollo tecnológico y Mercado externo Productividad industrial y Mercado externo Productividad primaria y Desarrollo tecnológico Productividad industrial y Desarrollo tecnológico Productividad industrial productividad primaria GRUPO 4 CALIDAD GRUPO 5 PROMOCION GRUPO 6 MERCADO EXTERNO GRUPO 7 TECNOLOGIA y GRUPO 8 PRODUCTIVIDAD La elevada correlacion encontrada en cada uno de los segmentos formalizados (ver Cuadro N°4) puede explicarse de la siguiente manera. GRUPO 1: Si bien este punto ya fue expuesto en párrafos anteriores, se debe decir que la Gestion de las organizaciones, en cierta forma, engloba e influye muy de cerca a la Rivalidad entre las firmas, las Practicas gubernamentales y la Equidad dentro de la cadena. Las Practicas gubernamentales estan estrechamente ligadas a la construcción de un ambiente equitativo dentro de la cadena, donde la Rivalidad entre firmas encierra un papel importante al concebir un concepto de ”bien comun” que conforma un agregado de factores fundamentales para la competitividad de las CAyA. GRUPO 2: A su vez encontramos que las Practicas y política gubernamentales, definen cooperativamente los niveles de competitividad junto con los factores ligados al Mercadeo y la explotación de los mercados externos. Esto es evidente al razonar sobre el papel definitorio que tiene el gobierno al definir las políticas comerciales y los procesos de 30 calidad, permitiendo aumentar la competitividad de una CAyA. Tambien se vincula con la Productividad industrial del sector. GRUPO 3: La Macroeconomia como factor encuentra su correlato en lo que hace a los mercados externos y al aseguramiento de la calidad. Por supuesto en ambientes con miserrimos indices macroeconomicos hay pesimas condiciones para el aseguramiento de la calidad de productos y procesos y una muy baja posibilidad de conquistar mercados en el exterior. Puede decirse que estos factores son hermanados a traves de las condiciones coyunturales que este sufriendo una CAyA en un momento dado. GRUPO 4: Aquí la Calidad de productos y procesos resulta el factor preponderante, vinculandose con todos aquellos factores que intervienen en la generacion de productos, desde la produccion industrial hasta el Mercadeo y promocion. Tambien se observa como el Mercado externo se correlaciona con la Calidad, siendo factores que trabajan juntos y que en definitiva fortalecen y contribuyen a la una equidad en las CAyA, al proyectarse sobre nuevos mercados y conquistar los ya existentes. GRUPO 5: El Mercadeo y la promocion estan naturalmente correlacionados con los mercados internos y externos. El Mercadeo tambien va de la mano con la Rivalidad entre las firmas que participan del sistema, siendo una herramienta estrategica para cualquier sector donde compitan distintas empresas entre si. GRUPO 6: En este grupo vemos como el Mercado externo se vincula estrechamente con el Desarrollo tecnológico y ambos directa o indirectamente lo hacen con la Productividad de la CAyA. Esto puede atribuirsele a la naturaleza de los mercados externos, donde conviven todas las fuerzas competitivas a nivel global y donde el avance tecnologico y la carrera productiva esta en permanente cambio y constantemente superando los limites alcanzados. GRUPO 7: En este caso resulta evidente la relacion de vinculo entre el Desarrollo tecnologico y la Productividad. Por supuesto una esta claramente supeditada a la otra, pudiendo asegurar que sin un creciente desarrollo tecnologico dificilmente se lograrian avances en los niveles de productividad existentes. GRUPO 8: La productividad primaria se conjuga intimamente con la productividad industrial. Es una relación casi intrínseca forman, en la mayoría de los casos, un solo factor contemplado como la productividad de la CAyA per se. Se extrae de estos resultados la, siempre resaltada, idea del carácter sistemico de la competitividad y se refuerza aun mas la concepcion compleja de la competitividad. Tambien podemos rescatar la vinculacion de tipo Meta, Macro, Meso y Micro que aglunos factores poseen, quienes se comportan de manera estacionaria dentro de un mismo nivel de analisis o que atraviesan transversalmente a la mayoria de los niveles de analisis de la competitividad; todo esto dentro de un mismo sistema complejo, como es el caso de una CAyA. De tal manera, procedemos y encontramos en el cuadro de Scree Plot que los factores de la competitividad analizados se pueden resumir en solo seis factores agrupados. Esto se revela al ver como la linea del grafico (ver Grafico N°5) se orienta en forma paralela al eje de las ordenadas y el valor de y tiende a hacerse constante en el valor 6. 31 Grafico N° 5. Scree Plot Scree Plot 10 8 6 Eigenvalue 4 2 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 Component Number Para finalizar, estos seis factores, se desprenden del cuadro de “Rotated Component Matrix” (ver Cuadro N° 6), a saber: Rotated Component Matrixa Component 1 GESTION ,566 POLITICA ,473 MACROEC 2,021E-02 PROPINT ,116 CALIDAD ,302 MERCADEO ,169 MERCINT ,146 2 4,287E-02 ,498 ,912 8,655E-02 3 ,689 ,468 -3,86E-02 7,163E-02 4 6,403E-02 -,118 7,369E-02 ,914 ,184 4,936E-02 ,128 3,540E-02 -4,92E-02 -,225 ,547 ,714 ,101 -,158 ,176 ,727 ,323 ,315 ,266 ,311 ,851 ,108 ,152 ,166 SUBSIDIO -,111 ,373 ,183 ,236 ,659 RECNAT ,251 ,100 DESTEC ,563 ,415 ,113 ,528 PRODPRI ,667 ,223 ,112 ,395 -,201 PRODIN ,709 ,542 ,147 ,110 -,189 INFRAES ,817 ,202 ,225 REVALID EQUIDAD CALILAB ,705 7,857E-02 ,383 1,936E-02 1,879E-02 ,397 MERCEX ESCALA 6 -,189 ,741 8,755E-02 8,808E-02 5 8,770E-02 -3,31E-02 1,348E-02 ,183 2,129E-02 ,923 ,266 -3,85E-02 ,589 -1,50E-02 3,328E-02 -7,40E-02 ,334 -4,53E-02 5,817E-02 9,005E-02 ,326 -8,82E-02 ,921 -1,33E-02 ,321 -,102 ,303 1,446E-02 ,349 3,573E-02 ,204 4,614E-02 -6,16E-02 ,450 -,229 -,284 -,219 ,860 -,273 Extraction Method: Principal Component Analysis. Rotation Method: Varimax with Kaiser Normalization. a. Rotation converged in 11 iterations. 1. 2. 3. 4. 5. 6. Eficiencia de la cadena. Habilidades de competencia en el Mercado Externo. Coordinacion y gestion de las organizaciones de la cadena. Sustentabilidad tecnologica Calificacion laboral y Subsidios Ventajas comparativas. 32 Como punto extremo final del Analisis Multivariado de Factores confeccionado en este observamos una reestructuracion de los factores inicialmente planteados. Asimismo obtenemos una categorizacion de los mismos según su importancia relativa y les asignamos una posicion en un ‘ranking´. Asi, podemos resumir en 7 factores de mayor importancia para caracterizar la compleja estructura de la competitividad de las CAyA. Factor 1 GESTION DE PRODUCTIVA Factor 2 POLITICAS DE INCENTIVOS LA CADENA DESARROLLO E Factor 3 ASPECTOS DE LA MACROECONOMIA NACIONAL Factor 4 CALIDAD DE PRODUCTOS PROCESOS EN LA CADENA Y Factor 5 PROMOCION EN EL EXTERNO E INTERNO MERCADO Factor 6 ABORDAJE EXTERNO MERCADO DEL Factor 7 DESARROLLO DE TECNOLOGIA La Gestión de las organizaciones, en cierta forma, engloba e influye en la Rivalidad entre las firmas, las Prácticas gubernamentales y la Equidad dentro de la cadena. Las Practicas gubernamentales están estrechamente ligadas a la construcción de un ambiente equitativo en la cadena, donde la Rivalidad entre firmas encierra un papel importante al concebir un concepto de ”bien común” que conforma un agregado de factores fundamentales para la competitividad de las CP´s. Las Prácticas y Políticas gubernamentales, definen cooperativamente los niveles de competitividad junto con los factores ligados al Mercadeo y la explotación de los mercados externos. Esto resulta evidente al razonar sobre el papel definitorio que tiene el gobierno al establecer las políticas comerciales y los procesos de calidad, permitiendo aumentar la competitividad de una CP´s. También se vincula con la Productividad industrial del sector. La Macroeconomía como factor encuentra su correlato en lo que hace a los mercados externos y al aseguramiento de la calidad, ya que en ambientes con magros índices macroeconómicos hay pésimas condiciones para el aseguramiento de la calidad de productos y procesos y en consecuencia una muy baja posibilidad de conquistar mercados en el exterior. Puede decirse que estos factores están hermanados a través de las condiciones coyunturales que esté sufriendo una CP en un momento dado La Calidad de productos y procesos resulta un factor preponderante, vinculándose con todos aquellos factores que intervienen en la generación de productos, desde la producción primaria e industrial hasta el Mercadeo y promoción. También se observa como el Mercado externo se correlaciona con la Calidad, siendo factores que trabajan juntos y que en definitiva fortalecen y contribuyen a la una equidad en las CP´s, al proyectarse sobre nuevos mercados y conquistar los ya existentes. El Mercadeo y la promoción están naturalmente correlacionados con los mercados internos y externos. El Mercadeo también se relaciona con la Rivalidad entre las firmas que participan del sistema, siendo una herramienta estratégica para cualquier sector donde compitan distintas empresas entre si. En este grupo se analiza como el Mercado externo se vincula estrechamente con el Desarrollo tecnológico y ambos directa o indirectamente lo hacen con la Productividad de la CP. Esto puede atribuírsele a la naturaleza de los mercados externos, donde conviven todas las fuerzas competitivas a nivel global y donde el avance tecnológico y la carrera productiva está en permanente cambio y constantemente superando los limites alcanzados En este caso resulta evidente la relación de vínculo entre el Desarrollo tecnológico y la Productividad. Por supuesto una esta claramente supeditada a la otra, pudiendo asegurar que sin un creciente desarrollo tecnológico difícilmente se lograrían avances en los niveles de productividad existentes. 33 CONCLUSIONES FINALES Luego de haber transcurrido un largo camino hacia la comprensión del universo que representa el análisis de la competitividad en las CAyA; podemos comenzar a concluir que no existe otra vía de análisis posible que no sea la de carácter sistémico, para el estudio del complejo sistema que hoy encontramos en el negocio agroalimentario. Asimismo, a traves del presente trabajo de intensificacion, se ha logrado validar el enfoque sistemico del negocio agroalimentario y relevar el estado de arte del tema propuesto, apoyandose en un extenso y especializado analisis bliografico y en los resultados surgidos de la encuesta a referentes calificados del sector, realizada a tal fin. Tambien se revisaron exhaustivamente las definiciones de la competitividad para determinar su importancia al momento de definir estrategias para las CAyA. Esta revision permitio llegar a una definicion acabada del termino sabiendo que tiene mucho que ver con la capacidad de producir, distribuir y proveer de manera eficiente bienes o servicios en competencia con otros países; haciéndolo de una forma que aumente el nivel de vida y bienestar de los actores involucrados dentro del sistema. Como destacado final, hemos llegado a dilucidar aquellos factores que son los mas relevantes al momento de afectar la competitividad de las CAyA. Estos se denominaron de la siguiente manera EFICIENCIA DE LA CADENA, HABILIDADES DE COMPETENCIA EN EL MERCADO EXTERNO y COORDINACION Y GESTION DE LAS ORGANIZACIONES DE LA CADENA. Los mismos estan priorizados de mayor a menor según su influencia sobre la competitividad global de una cadena. A su vez cada uno de estos estan solidamente fundamentados e incluyen a una gran variedad de conceptos y apreciaciones que fueron explicados en su momento en el presente trabajo de intensificacion. REFERENCIAS ■ ALLIC, J. 1987. Evaluating industrial competitiveness at the Office of Technology Assesment. Technology in Society. USA. ■ BEJARANO,Jesus. 1998. El desarrollo institucional y la politica agricola. Colección de documentos IICA. Serie Comeptitividad numero 5. Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Colombia. 67 páginas. ■ CACERES, J. 1998. Globalización y reestructuración del sector agrícola. Actas II Congreso Técnico Empresarial. FAA – Programa FORTALECER. Rosario. 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