ÍNDICE Teatro inglés de la época isabelina2

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ÍNDICE
Teatro inglés de la época isabelina2
La vida gris de un genio...3
El legado de un poeta dramaturgo..5
Análisis de la obra..7
Opinión personal..18
Bibliografía.26
El teatro inglés del siglo XVI: época isabelina
El teatro renacentista inglés se desarrolló durante el reinado de Isabel I(iniciado en 1558, seis años antes del
nacimiento de William Shakespeare y finalizado en 1603, Shakespeare cuenta con treinta y nueve años, tan
solo está a trece de su muerte) a finales del siglo XVI. En aquel tiempo, se escribían tragedias academicistas
de carácter neoclásico que se representaban en las universidades; sin embargo, la mayoría de los poetas
isabelinos tendían a ignorar el neoclasicismo o, en el mejor de los casos, lo usaban de forma selectiva. A
diferencia del teatro continental (creado con el objetivo de ser presentado ante un público de elite) el teatro
inglés se basó en formas populares, en el vital teatro medieval, y en las exigencias del público en general.
Bajo la influencia del clima de cambio político y económico en la Inglaterra del momento, así como de la
evolución de la lengua, dramaturgos como Thomas Kyd y Christopher Marlowe dieron lugar al nacimiento de
un teatro dinámico, épico y sin cortapisas que culminó en el variado y complejo trabajo del más grande genio
del teatro inglés, William Shakespeare.
Las obras seguían una estructura clásica en lo relativo a actos y escenas; se empleaba el verso (aunque a
menudo se intercalara la prosa); se recogían recursos escénicos de Séneca, Plauto y la Commedia dell'arte; se
mezclaban tragedia, comedia y pastoral; se combinaban diversas tramas; las obras extendían su acción a través
de grandes márgenes de tiempo y espacio; convivían personajes de la realeza con los de las clases bajas; se
incorporaba música, danza y espectáculo; se mostraba violencia, batallas y sangre. Los temas de la tragedia
solían ser históricos más que míticos, y la historia era utilizada para comentar cuestiones del momento. Las
comedias eran frecuentemente pastoriles, e incluían elementos como ninfas y magia. Dramaturgos ingleses
posteriores a esta época, en especial Ben Jonson, observaron de forma más estricta los preceptos neoclásicos.
Las obras se representaban durante los meses más cálidos en teatros circulares y al aire libre. El escenario
consistía en una plataforma que invadía parcialmente el equivalente al actual patio de butacas, por entonces un
área para estar de pie destinada a las clases bajas. En los meses más fríos, las obras se montaban en teatros
privados para un público de elite. El estilo de interpretación en los principios del teatro isabelino era
exagerado y heroico como las obras mismas pero, ya en tiempos de Shakespeare, actores como Richard
Burbage habían empezado a modificar su trabajo hacia un estilo más natural y contenido, tal y como se refleja
en el famoso discurso a los intérpretes en la obra de Shakespeare: Hamlet. El decorado era mínimo, y constaba
de algunos accesorios o paneles. Las localizaciones eran sugeridas, y por tanto quizá cobraban más vida en la
propia mente de los espectadores por la poesía de las obras.
Tras la muerte de la reina Isabel e inicio del reinado de Jacobo VI de Escocia, el teatro, como reflejo del clima
político y social cambiante, se volvió más oscuro y siniestro, mientras que la comedia, especialmente la de
Jonson, se tornó más cínica. Asimismo, también se desarrolló un elaborado teatro de corte, la mascarada.
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Parecida a los intermezzi italianos y a los ballets franceses, las mascaradas presentaban historias alegóricas
con frecuencia eran tributos a la realeza con música y danza. Jonson fue el principal escritor de este tipo de
espectáculos, mientras el arquitecto Inigo Jones diseñaba el escenario y la maquinaria con un estilo fantástico
e italianizante.
En 1642 estalló la guerra civil y el Parlamento, bajo el control de los puritanos, cerró los teatros hasta 1660.
Durante ese periodo, la mayoría de los edificios teatrales fueron destruidos, y con ellos gran parte de los
testimonios del teatro inglés del renacimiento.
La muerte impidió a Shakespeare vivir una época tan turbulenta, en la que el enfrentamiento entre el rey y el
Parlamento desembocó en una guerra civil. El dramaturgo, que había gozado del amparo de la monarquía, no
pudo nunca imaginar que un rey de Inglaterra sería decapitado en presencia del populacho. Pero en el
momento de la muerte de Shakespeare, Oliver Cromwell solo tenía diecisiete años.
La vida gris de un genio
Poco se sabe de la vida de Shakespeare, aunque la crítica especializada reciente añadiría: porque no hay nada
interesante que saber. Al lado de los conocimientos biográficos de Séneca, Sófocles o Cicerón, lo que se sabe
de la vida del dramaturgo inglés son simples nimiedades. Y eso que brillo en una época muy rica y en
esplendores estelares de la talla de Cervantes, de Lope y de Corneille. Steevens, su biógrafo clásico, resume:
Todo lo que se sabe con cierto grado de certidumbre acerca de Shakespeare es que nació en Stratford, a
orillas del Avon; que allí se caso y tuvo hijos, que fue a Londres, donde comenzó su carrera siendo actor
donde luego escribió poemas y obras dramáticas, que volvió a Stratford donde hizo testamento murió y
recibió sepultura.
Hoy su pueblo nata es una ciudad pintoresca, con sus cisnes nadando por el Avon, cuyas aguas reflejan el
elegante teatro donde solo se representan obras de Shakespeare. Incluso enseñan a los turistas un cottage
(cabaña típica de cuento) que los guías locales presentan como el hogar de la familia Shakespeare
La pronunciación aproximada del apellido parece ser un índice de cultura media de un español. Cuentan que
dando Unamuno una clase pronunció Shakespeare según la fonética castellana. Un alumno listillo que le oyó
le susurró a su compañero de pupitre:se pronuncia Chespir.El maestro le oyó y para dar una lección al
impertinente mozalbete continuó el resto de su disertación en un perfecto inglés que dejó in albis a su escolar
audiencia.
A pesar de lo extraño que nos suena el apellido era bastante común en Stratford antes de 1532.
El padre del poeta había llegado a Stratford antes de 1532 como aprendiz de curtidor y especialista en la
fabricación de guantes. John, que así se llamaba, se caso con Mary Arden, hija de un rico arrendatario, lo que
no impedía que, al igual que su flamante esposo, fuera completamente analfabeta. Los padres de uno de los
mayores genios de la literatura universal estampaban su firma; él, dibujando la silueta de un guante, y ella, la
de un caballito. Esto no fue obstáculo para que su progenitor ocupara cargos de renombre en la comunidad en
función de su cómoda situación económica. Tuvieron ocho hijos (William el tercero) el ultimo de los cuales,
Edmundo, trabajó como actor junto a su hermano. La peste y otras enfermedades diezmaron a los hermanos
hasta tal punto que puede considerarse una suerte que el poeta llegara a la mayoría de edad habiendo nacido
en 1564 cuando la esperanza de vida de un niño era muy baja.
Su formación, en el colegio del pueblo, dejo mucho que desear. Ben Jonson el gran dramaturgo que llego a ser
amigo del poeta, dijo de él quesabía poco latín y menos de griego lo que hacia del autor un inculto si
pensamos que el dominio del latín (Ovidio, Séneca, Cicerón, Horacio y Virgilio) era primordial en los
estudios de entonces. Por su forma de ser es mas fácil imaginar a William de niño haciendo diabluras que
encerrado entre libros. Nos consta que junto a sus amigos robaba ciervos en un parque de Thomas Lucy,
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parlamentario de Londres. Este le denunció y le hizo azotar y Shakespeare se vengó y le honró con una sátira
que acrecentó la ira de este caballero a quien hoy solo conocemos por este incidente. Sabemos que luego
ayudó a su padre en su oficio, que luego dio clases en la escuela del pueblo y que fue pasante de un abogado.
A los diecinueve años dejó embarazada a Anne Hathaway, ocho años mayor que él y procedente de un
orfanato. El poeta que realmente estaba enamorado de otra Anne hubo de casarse forzado con una mujer que
no le dio felicidad pero si tres hijos de entre los cuales Hamnet murió a los doce años. El poeta sabía, pues, el
dolor que causa la pérdida de un hijo y lo expresó por boca de un personaje de su obra Rey Juan (acto 3,
escena 4)
A los cuatro años y medio de casados Shakespeare abandona su aldea y a su mujer y marcha a Londres donde
en primer lugar escribe poemas originales como Venus y Adonis y La violación de Lucrecia que dedicaba al
joven conde Henry Wristhesly cuya amistad se ganó y con ella un desahogo económico considerable. Por esta
época entra en la compañía de lord Chambelán, actuando ante la reina Isabel el día de Navidad. Mejora su
futuro y sus dotes literarias, pues empieza a ser conocido como autor de ingenio. Compró en varias ocasiones
tierras en los alrededores de su pueblo y adquirió una casa y un teatro en Londres, donde estrenó casi la
totalidad de sus obras. Sabemos que la reina lo protegió económicamente y que lo salvo de críticas y censuras
teatrales.
En 1603 consta que actuó con motivo de la llegada al trono de Jacobo I y que un año más tarde caso a su
primogénita con un conocido medico de su pueblo natal. En estas fechas muere Edmundo, el hermano y
colaborador de Shakespeare. En 1609 publica los Sonetos, expresión poética de su cariño hacia Henry, su
amigo y protector. En 1611 se retira a Stratford, casa a su segunda hija con un vinatero y hace testamento al
mes siguiente.
El 23 de abril de 1616 muere de unas fiebres contraídas durante una fiesta con amigos. Shakespeare no esta
enterrado en Londres junto a otros grandes hombres de letras, sino en el lado norte del presbiterio de la iglesia
de Stratford, con una advertencia en su lápida:
Por favor, buen amigo, ten cuidado extremo
de no cavar el polvo que guarda este sepulcro
Sean benditos aquellos que estas piedras respetan
y malditos aquellos que remuevan mis huesos
El legado de un poeta dramaturgo
TEATRO
Shakespeare escribió 35 obras dramáticas en total, incluidas las Comedias, los Dramas Históricos y las
Tragedias (la cima de su arte). El autor extraía los temas de sus obras de crónicas de su tiempo, así como de
cuentos y narraciones ya existentes, tal y como era costumbre en aquellos años:
COMEDIAS
Primeras Obras
1.The Two Gentlemen Of Verona (Los dos caballeros de Verona) (1592)
2.The Comedy of errors (La Comedia de las equivocaciones) (1590−1593)
3
3.The Taming Of The Shrew (La fierecilla domada) (1592)
4.Love´s Labour´s Lost (Trabajos de amor perdidos) (1595)
5.A Midsummer Night´s Dream (El sueño de una noche de verano) (1595)
Grandes Comedias
6.The Merchant of Venice (El mercader de Venecia) (1596−1598)
7.Much Ado About Nothing (Mucho ruido y pocas nueces) (1598−1599)
8.As You Like It (Como gustéis) (1599)
9.The Merry Wives Of Windsor (Las alegres comadres de Windsor) (1599)
10.Twelfth Night, or What You Will (Noche de Reyes) (1601)
Comedias de Conflicto
11.All´s Well That Ends Well (Bien está lo que bien acaba) (1602)
12.Measure for Measure (Medida por medida) (1604)
Tragicomedias Románticas
13.Pericles (1608)
14.Cymbeline (Cimbelito) (1609−1610)
15.The Winter´s Tale (El cuento de invierno) (1610)
16.The Tempest (La Tempestad) (1611)
17.The Two Noble Kinsmen (Los dos parientes nobles) (1613)
DRAMAS HISTÓRICOS
18.Henry VI (Enrique VI) (1590−1592)
19.Richard III (Ricardo III) (1591)
20.Richard II (Ricardo II) (1595)
21. Henry IV (Enrique IV) (1597)
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22.Henry V (Enrique V) (1599)
23.The Life And Death Of King John (El rey Juan) (1591−1598)
24. Henry VIII (Enrique VIII) (1613)
TRAGEDIAS
25. Titus Andronicus (Tito Andrónico) (1590)
26. Romeo and Juliet (Romeo y Julieta) (1595)
27. Julius Caesar (Julio César) (1599)
28. Hamlet (1599−1601)
29.Troilus and Cressida (Troilo y Cresida) (1602)
30.Othello (Otelo) (1602−1604)
31. King Lear (El rey Lear) (1605)
32.Macbeth (1606)
33.Antony and Cleopatra (Antonio y Cleopatra) (1606−1607)
34.Timon of Athens (Timón de Atenas) (1607)
35.Coriolanus (Coriolano) (1608)
POESÍA
The rape of Lucrece (El rapto de Lucrecia) (1594)
The phoenix and the turtle (El fénix y la tórtola) (1601)
Sonnets (Sonetos) (1609) Representan la cima de la poesía lírica inglesa. Shakespeare lleva esta estrofa a las
más altas cumbres de la expresividad poética. La obra está concebida como un rosario de sonetos de amor en
el que todas las manifestaciones de este sentimiento están presentes.
ANÁLISIS DE LA OBRA:
HAMLET
INTRODUCCIÓN
Amirt o Amlett es un personaje fabuloso (no se sabe con certeza si un ser histórico desfigurado por la leyenda
o algo totalmente inventado) de real alcurnia, cuya existencia data del siglo 1 de nuestra era.
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Si creemos a Saxo Grammaticus, fue hijo de Horwendill, rey de Jutlandia, y de Gerutha, hija del rey de
Dinamarca. Según nos cuenta este celebre latinista, Fengo hizo asesinar a Howendill, su hermano, para
casarse con la viuda. Amlett, para salvar su vida, se fingió loco, y como a los locos se les respetaba mucho en
aquella época, plena de magia y superstición, el joven príncipe aprovechaba su fingido mal para proclamar
peligrosas verdades, atacar al rey e indisponerlo con no pocos de quienes lo rodeaban y lo servían.
Horwendill, sospechando lo que ocurría, hizo vigilar estrechamente al falso perturbado y en una ocasión en la
que el espía se ocultaba detrás de un tapiz para escuchar la conversación que la reina sostenía con el joven
príncipe, éste, con plena conciencia, mató al esbirro de una estocada. A continuación acusó a su madre de
compartir lecho y placer con el asesino de su esposo.
Hasta aquí lo narrado por Saxo, con múltiples peripecias, pero muy en la línea del Hamlet de William
Shakespeare. La única variación que existe entre la obra de Shakespeare y la de Grammaticus, es el carácter
dramático del Hamlet shakesperiano, mientras que en el cuento del historiador danés, el final es feliz y el
príncipe termina con glorias y honores.
Pontamus en su Historia de Dinamarca se refiere a cierto Campo de Amlett y el también historiador
Belleforest, en 1580, en historias trágicas, dedicó un extenso capitulo al texto de Grammaticus y en 1589,
Thomas Ryd escribió un drama sobre dicho temano le faltaron, pues, a William sitios en los que inspirarse.
Sin embargo, no le fue fácil el trabajo. Escribió tres veces el drama: una primera versión, juvenil e imperfecta;
mas tarde, una segunda, en la que siguió fielmente la línea marcada por Saxo Grammaticus y, por ultimo, la
definitiva, la que ha pasado a la posteridad. Algunos autores comparan Hamlet con Orestes, pero sin
fundamento. Lo esencial de Hamlet no consiste en que el protagonista mate a su madre y al hermano de su
padre.
Su grandeza, lo que la convierte en una obra inmortal, consiste en la humanidad del protagonista, en sus
dudas, en la espiritualidad y en la universalidad del tema, por encima del tiempo.
Por otra parte el teatro de Shakespeare no fue conocido en España hasta el siglo XVIII, aunque Lope de Vega
en sus Castelvines y Monteses, y Rojas Zorrilla en sus Capeletos y Montescos o Los bandos de Verona habían
ya tratado el asunto de Romeo y Julieta, tomado, no del dramaturgo inglés, sino del autor italiano Masuccio.
A don Ramón de la Cruz le corresponde la primacía de introducir en España al genial dramaturgo inglés con
la traducción y puesta en escena, el 4 de octubre de 1772, de Hamlet, el rey de Dinamarca, en cinco actos.
Esta versión no la hizo directamente del inglés, sino que es un arreglo del trabajo realizado por el escritor
francés Ducis.
Son tan numerosas las traducciones, a todos los idiomas de esta obra, que su mera enumeración ocuparía
centenares de hojas basta decir que ya en 1932 el catálogo del British Museum de Londres tenia mas de cinco
mil traducciones. Cabe destacar que el compositor ruso Tchaikovsky escribió un poema inspirado en la
tragedia shakesperiana, que también conocería el nuevo arte del celuloide, en diversas, y no siempre acertadas
versiones.
Para terminar esta breve introducción decir que Hamlet, Prince of Denmark, es la más conocida de las
tragedias de Shakespeare y, también, la más larga de sus obras.
ACTO 1º−ESCENA 1ª
¿Qué teme Horacio que pueda presagiar la aparición del espectro armado de pies a cabeza y por qué se
encuentra Dinamarca en una situación crítica?
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Horacio piensa que la aparición puede pronosticar algún cambio radical en el futuro del país (mi rudo
pensamiento pronostica alguna extraordinaria mudanza a nuestra nación) debido a la guerra que el ultimo rey
(padre de Hamlet) contra Fortimbrás de Noruega; éste perdió los países que tenía bajo su dominio y murió en
un duelo contra Hamlet. Ahora el hijo de Fortimbrás, reclutando un ejército de hambrientos y desheredados,
va a intentar recuperar lo perdido por su padre provocando una nueva guerra.
ACTO 1−ESCENA 2
¿Con quién se ha casado el rey Claudio?
Con la esposa de su fallecido hermano Hamlet, Gertrudis y madre del protagonista de la obra, Hamlet.
Lee el primer diálogo entre Hamlet, Claudio y Gertrudis. ¿Te parece que Hamlet es solo un hijo abatido
por la tristeza de la muerte de su padre? Justifica tu respuesta con ejemplos del texto.
Hamlet esta afligido por la muerte de su padre pero también lanza reproches contra el rey Claudio (por
ejemplo Algo más que deudo y menos que un amigo)
Al quedarse a solas Hamlet da rienda suelta a sus sentimientos ¿con quién compara a Claudio? ¿Qué le
reprocha a su madre?
Se muestra profundamente deprimido y en las primeras palabras que pronuncia cuando está solo manifiesta un
ansia de morir: ¡Ah, si esta carne demasiado, demasiado sólida se fundiese, se derritiese y se disolviese en un
rocío! ¡Oh si el eterno no hubiera fijado su ley contra el suicidio! ¡Oh Dios, oh Dios! ¡Qué fatigosas, rancias
e inútiles me parecen todas las costumbres de este mundo! ¡Qué asco me da! ¡Ah, qué asco, qué asco! Este
largo soliloquio finaliza con reproches a la Reina Gertrudis por su precipitación en contraer un nuevo
matrimonio, que le ha hecho cambiar bruscamente la imagen que tenía de ella, llenándolo de perplejidad y
amargura. Se burla del rey Claudio diciendo que no es ni la sombra de lo que fue su padre apenas han pasado
dos meses desde la muerte de aquel rey que fue, comparando con este, como Hiperion con un sátiro
ACTO 1º−ESCENA 3ª
Ofelia habla con su hermano a propósito del cortejo de Hamlet ¿qué le recomienda Laertes?
Le recomienda que no le de crédito a sus palabras ya que Hamlet como rey no puede elegir a la persona que
ama. Piensa que es un amor pasajero y que mantenga precauciones y finaliza diciéndoleLa juventud, aún
cuando nadie la combata, halla en si misma su propio enemigo
¿Qué piensa el padre de Ofelia sobre las intenciones de Hamlet y que le ordena?
Dice que el amor que siente por ella es pasajero, un capricho, que no debe tomarlo como verdadero y le
ordena que no mantenga mas conversaciones privadas con el príncipe
ACTO 1º−ESCENA 4ª
Explica el significado de algo huele a podrido en Dinamarca
La frase de Horacio en la obra quiere decir que si un muerto vuelve al mundo de los vivos no tiene que ser por
un motivo bueno. Actualmente se suele utilizar cuando intuimos que algo no va bien.
ACTO 1º−ESCENA 5ª
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¿Por qué el espectro llama incestuoso al rey Claudio?
La sombra nombra al rey Claudio como bestia adultera debido a que siempre deseo a la esposa de su hermano.
¿En qué situación se encuentra el alma de fantasma? ¿Qué relación hay con el hecho de que la muerte le
sorprendiese a traición?
El alma del fantasma esta condenada a vagar de noche y aprisionada en el infierno por el día por los pecados
que cometió en vida debido a que cuando fue asesinado no había recibido el pan eucarístico y tuvo que
enfrentarse al Tribunal eterno con todos sus pecados
¿Cómo reacciona Hamlet tras escuchar la revelación del espectro?
Hamlet reacciona bruscamente con frases de dolor y rabia aunque se sorprende también dice que algo en el
corazón le decía que el asesino de su padre era su tío.
ACTO 2º−ESCENA 1ª
¿Qué aspecto tenia Hamlet cuando se presentó delante de Ofelia?
Con el aspecto de un loco: ropa desceñida, sin sombrero en la cabeza, sucias las medias, sin atar, caídas hasta
los pies pálido,lo mismo que si hubiera salido del infierno para anunciar el horror
¿Cuál cree Polonio que es la causa del extraño comportamiento de Hamlet?
Polonio cree que Hamlet actúa así porque esta enamorado de Ofelia
ACTO 2º−ESCENA 2ª
¿Qué petición hace el rey de Noruega?
Le pide paso libre por los Estados del rey Claudio
¿A qué conflictos se refiere? ¿Tiene que ver con la repentina locura de Hamlet?
A una guerra contra Polonia.
¿Con qué intención Rosencrantz y Guildenstern visitan a su antiguo amigo Hamlet?
El rey manda a estos dos amigos de Hamlet, Rosencratz y Guildestern para averiguar la causa de su locura. El
rey Claudio sospecha y teme que Hamlet pueda saber algo sobre el asesinato del rey, por eso amaina su
frustración enviando a estos dos amigos, para comprobar que no es eso.
Hamlet mantiene un comportamiento desconcertante: habla pero no actúa; ¿Cuál es su estado de ánimo?
Se muestra como un loco. Está abatido por la muerte de su padre pero también siente dolor y rabia contra su
tío Claudio
¿Qué actitud toma Hamlet en sus diálogos con Polonio y sus viejos amigos?
Hamlet les hace ver a Rosencratz y Guildestern mediante frases sin sentido que el mundo va a peor, y que está
muy mal, pero no concreta en lo que ellos insistían, el porqué de su locura.
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¿Cómo trata Hamlet a los cómicos?
Hamlet habla con total cordura a los cómicos
Hamlet descubre lo que siente cuando se queda solo ¿Qué es lo que piensa en su monólogo que cierra el 2º
acto?
Hamlet se descubre como un hombre indeciso incapaz de tomar una decisión. Se mueve entre vengar a su
padre (que clama venganza desde el infierno) o pensar que el fantasma que vio no era su padre
Hamlet decide hacer representar una obra de teatro para mostrar la culpabilidad o no de su tío y así decidir si
vengarse o no.
ACTO 3º−ESCENA 1ª
¿Cuál es el dilema que se plantea Hamlet en el monólogo del ser o no ser?
El tema central son las dudas entre actuar o no para vengar la muerte de su padre. Aparecen también subtemas
como el sentido de la vida, la muerte, y lo que ocurrirá después de la muerte, lo que habrá más allá. También
filosóficos como dormir, morir, el sueño como parte de la realidad, luego soñamos porque estamos vivos.
¿Por qué crees que trata con crueldad a Ofelia?
Quiere convencerla de que no la quiere porque quiere actuar contra su tío y vengar a su padre además piensa
que las mujeres son una mala influencia para los hombres pues les hacen actuar incorrectamente
ACTO 3º−ESCENA 2ª
¿Qué quiere comprobar Hamlet mediante la representación de los cómicos?
Hamlet intenta demostrar la culpabilidad de su tío en el asesinato de su padre ya que estaba inseguro de su
culpabilidad y de los hechos relatados por el espectro
¿Cómo relaciona la obra que esta viendo representar con los sucesos que perturban a Hamlet?
Le hace recitar esta obra, porque tiene que ver con las historia de la muerte de su padre, ya que existe un cierto
paralelismo entre el asesinato de su padre y el asesinato de Príamo.
ACTO 3º−ESCENA 3ª
¿Por qué Hamlet no mata a Claudio cuando lo sorprende arrodillado?
Hamlet no se venga porque al encontrarlo en actitud orante, cree que si lo mata irá al cielo, y piensa que no es
lugar para el hombre que asesinó por poder a su padre.
¿Cómo justifica Hamlet el imprevisto acontecimiento? ¿Se arrepiente de lo sucedido?
Lo justifica diciendo que lo pospone para otra ocasión en la cual Claudio este blasfemando o cometiendo
acciones contrarias a su salvación. De lo único que se arrepiente es de haberlo encontrado en actitud orante ya
que así no podría matarlo
ACTO 4º−ESCENA 3ª
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¿Cómo planea Claudio deshacerse de Hamlet?
Planea mandarlo a Inglaterra donde seria asesinado.
Cabe destacar que he encontrado una obra (Rosencrantz and Guildenstern are Dead; su autor es Tom
Stoppard publicada en el año 1967) cuya trama se basa en Rosencrantz y Guildenstern están en un lugar
indeterminado pasando el tiempo jugando a cara o cruz. No saben qué hacen allí, pero cuando se encuentran
con un grupo de artistas ambulantes que se dirigen al castillo de Hamlet (éste tiene un papel secundario) a
representar una obra, recuerdan que tenían una cita con él en Elsinore. Una vez allí, Claudius y Gertrude les
explican la razón por la que les han llamado: últimamente Hamlet estaba bastante extraño y querían averiguar
el porqué. Por mucho que lo intentan, Hamlet siempre elude sus preguntas. Para lograr sacarle la información,
deciden modificar la obra que van a representar los actores. Hamlet mata a Polonius, por lo que es enviado a
Inglaterra junto con Rosencrantz y Guildenstern con una carta al rey para que mate a Hamlet. Sin embargo,
éste cambia la carta, poniendo que a los que hay que matar es a Rosencrantz y Guildenstern, por lo que
finalmente son éstos los que mueren.
ACTO 4º−ESCENA 7ª
¿Qué mueve a Laertes a buscar la muerte de Hamlet?
El deseo de venganza de Laertes es movido por dos causas el primer lugar que Hamlet asesino a su padre,
Polonio y en segundo lugar que su hermana Ofelia se volvió loca y se ahogo por el desamor de Hamlet
¿Qué trampa prepara Claudio con la complicidad de Laertes?
Piensan matar a Hamlet haciendo un combate de esgrima, donde en una de las espadas, justamente en la
punta, untarán veneno para que con un simple arañazo, muera.
ACTO 5º−ESCENA 1ª
Presta atención a las últimas palabras y preocupaciones de los personajes ¿Cómo se muestra Gertrudis?
¿A quién dirige sus últimas palabras?
Gertrudis se da cuenta de que el rey Claudio la ha envenenado con la bebida y dirige estas últimas palabras a
su hijo Hamlet
¿Cuáles son las últimas palabras de Laertes? ¿Qué piensa del príncipe Hamlet? ¿Se ha vengado de Hamlet
como el esperaba? ¿Qué le preocupa al morir?
Laertes perdona a Hamlet por la muerte de su padre y la suya y le pide que le perdone por haberle
envenenado. Hamlet vuelve a llamar incestuoso al rey Claudio perdona a Laertes se abraza a su madre y
muestra angustia por la muerte. Hamlet mato a Claudio de forma rápida y con firmeza (actúa de forma
contraria que en el resto de la obra en la que demoraba la acción y espera a estar moribundo para vengar la
muerte de su padre) pero no logra vengar la muerte de su padre sino que venga su propia muerte
Lo único que le preocupa es que Horacio viva para que cuente su historia al nuevo rey Fontimbras.
¿Quién será el nuevo rey de Dinamarca?
Fontimbrás, el cual recobra el reino perdido por su padre
Compara el monólogo de Hamlet de ser o no ser con el conocido monólogo de Segismundo en la vida es
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sueño de Calderón de la Barca.
Sueña el rey que es rey, y vive
Con ese engaño mandando,
Disponiendo y gobernando;
Y este aplauso, que recibe
Prestando, en el viento describe,
Y en cenizas le convierte,
La muerte−¡desdicha fuerte!−;
¡Que hay quien intente reinar!
Viendo que ha de despertar
! En el sueño de la muerte!
Sueña el rico en su riqueza
Que mas cuidados le ofrece;
Sueña el pobre que padece
Su miseria y su pobreza;
Sueña el que a medrar empieza
Sueña el que afana y pretende,
Sueña el que agravia y ofende
Y el mundo, en conclusión
Todos sueñan lo que son,
Aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
De estas prisiones cargado;
Y soñé que en otro estado
Más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida?;un frenesí
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¿Qué es la vida? una ilusión
Una sombra, una ficción
Y el mayor bien es pequeño,
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Segismundo recita este monólogo cuando despierta otra vez en su mazmorra después de haber estado viviendo
en palacio y haber cometido una serie de atrocidades. En esta escena, Calderón trata sobre la falsedad de la
vida, la vida es una ilusión, un sueño. Aprovecha la inseguridad de Segismundo y la traduce en una
desconsolada versión de la vida. Es un desgarrado soliloquio sobre la falsedad de la vida como el ser o no ser
de Hamlet
OPINION PERSONAL DE LA OBRA
¿Quién no ha recitado alguna vez la famosa frase, "ser o no ser: esta es la cuestión"?Hamlet es la más famosa
y una de las mejores tragedias de Shakespeare en donde la venganza y la duda son los dos temas centrales.
Tras la muerte de su padre, el rey de Dinamarca a manos de su propio hermano, y la boda de su madre con el
hermano asesino, Hamlet es visitado por el alma atormentada de su padre para advertirle de la suerte que
corrió. Hamlet cegado por el afán de venganza, muestra a todos una falsa locura, en la que se esconde para
llevar a cabo sus planes. En esta locura arrastrará a la bella Ofelia al suicidio(la dura frialdad con la que
Hamlet acaba tratando a Ofelia es algo que realmente sobrecoge)
Hamlet caracterizado como un joven que desea vengar a su padre pero que duda constantemente como en el
gran monologo del ser o no ser donde queda demostrada la gran humanidad del personaje shakesperiano y
hace de él un personaje inmortal. También cabe destacar que muchas veces parece querer suicidarse pero algo
le aterra de la muerte que le hace desechar esta opción. Destaco que apenas aparecen elementos religiosos en
la obra y que en la obra la que la mayoría de los personajes acaban muertos, como en muchas de las obras del
genial inglés.
Pero una de las grandes obras de este género y de la literatura universal.
Dos cosas curiosas alrededor del nombre de los personajes. La primera es que casi todos tienen nombres
latinos (Polonio, Claudio, Horacio, Ofelia ) Dos son españoles (Bernardo Y Francisco). Corresponden con los
soldados del rey Claudio. Sólo son daneses el del propio Hamlet, y los de los miserables que planean
asesinarle: Rosencrantz y Guilderstein. Los nombres, por tanto, están organizados por categorías de
personajes. Nombres casi inverosímiles que acentúan el sentido onírico de la obra.
La segunda es descubrir que el hijo de Shakespeare se llamaba Hammet. Nombre tan similar que no puede ser
casual. Muchos críticos (Joyce entre ellos) sostiene que esta obra es en realidad una venganza. Shakespeare
nos cuenta quizás su propio drama: ¿asesinado y traicionado por su esposa¿,¿su hijo se venga?.Es una
hipótesis bastante improbable recordemos que Hammet, según muchos biógrafos del autor, murió a los doce
años de edad.
He encontrado en Internet una página bastante interesante donde podemos encontrar similitudes de Hamlet
con otros personajes(es bastante interesante recomiendo la lectura pero digo de antemano que es un extracto
de una página de Internet):
Hamlet y Edipo
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La mayoría de los estudios psicoanalíticos han tratado de explicar la tardanza de Hamlet en dar cumplimiento
al mandato del espectro paterno; consideran que padece una inhibición incomprensible, tanto para los
espectadores como para el propio protagonista. Freud, que desde sus primeros trabajos trató de comprender el
arte y la literatura a partir de sus descubrimientos, interpretó que lo que inhibe la acción de Hamlet es la
culpabilidad inconsciente, pues no puede castigar en el Rey Claudio lo que coincide con sus propios deseos
parricidas e incestuosos reprimidos y siempre activos de su infancia.
Aunque en Esquema del psicoanálisis, de 1938, reafirma que ha solucionado el enigma del irresoluto príncipe
danés refiriéndolo al complejo de Edipo, esa temprana explicación no debería haber sido plenamente
satisfactoria para el autor de Duelo y melancolía, de Más allá del principio de placer y de El yo y el ello.
Lacan no seguirá a Freud en su interpretación basada en la culpabilidad edípica inconsciente, por considerar
que esta última podría haber servido para explicar no sólo la inhibición de Hamlet sino también el efecto
opuesto, es decir, una precipitación en consumar la venganza, que habría aplacado su propia culpabilidad al
castigar fuera de sí mismo al verdadero culpable.
En su seminario El deseo y su interpretación, de 1958−59, tomó como objeto de estudio el personaje de
Hamlet y trató de dilucidar sus "vagabundeos" desde la teoría del falo, que ocupa un lugar central en la
estructuración del deseo. Señaló que tras el desprecio y la desvalorización que hace de Claudio, Hamlet
intenta ignorar que debe haber algo bastante fuerte que une a la Reina Gertrudis con su actual marido, el que
por tener lo que ella desea encarna al falo, significante de la potencia que él no osa destruir. Para Lacan este es
el punto alrededor del cual gira y vacila la acción de Hamlet.
Esta interpretación plantea, a mi modo de ver, algunos interrogantes. ¿No se dice , acaso, que también había
algo bastante fuerte que unía a la Reina con su difunto esposo? Sí, ella se colgaba de él como si el deseo se
hubiera aumentado con aquello de que se nutría, y, sin embargo...dice Hamlet en su primer soliloquio. Sin
embargo, Gertrudis no hizo duelo por la muerte del Rey, lo que nos desconcierta tanto como a su hijo, porque
da la impresión de que no se le ha perdido algo significativo, o de ser una mujer sin falta. Tal vez ella no había
estado tan colgada de su primer marido como creía Hamlet, movido quizás por el deseo de sostener a la pareja
formada por el Padre Ideal y la Madre Fálica, pareja poseedora de todas las perfecciones y poderes, de la que
no puede hacer el duelo.
Gertrudis es otro personaje problemático y no fácil de describir; aunque manifiesta buenos sentimientos y ama
a Hamlet, al que quisiera ver casado con Ofelia, no es seguro que guardara fidelidad a su esposo cuando él
vivía ni que no fuera cómplice del asesinato, aunque esta última sospecha tiene escaso fundamento. Es la prisa
indecorosa de su madre en volverse a casar lo que escandaliza a Hamlet, pues, como señala E.Wechsler, la
madre sobreestimada, que estaba unida al Padre Ideal, se le aparece de pronto entregada a una sexualidad que
considera indigna y desenfrenada, y que lo angustia al extremo de proponerle un tratamiento de abstinencia.
Todos se preguntan por qué Hamlet no actúa, pero la situación en que se encuentra no es sencilla, pues ha
recibido el mandato de cometer un crimen que es del orden de un parricidio, ya que se trata de su tío y el Rey.
Responder a un crimen con un nuevo crimen tampoco parece ser la mejor manera de restablecer la justicia y
poner remedio a la podredumbre que había invadido al reino y que puede haber tenido su origen en la muerte
de Fortimbrás de Noruega, que perdió en un combate con el Rey Hamlet su vida y sus tierras, ganadas por éste
supuestamente en buena ley, según lo que se había pactado. Pero todos no son de la misma opinión, pues el
joven Fortimbrás se considera con derecho a recobrar, si es preciso por la fuerza, las tierras arrebatadas a su
padre.
N.Abraham, que ha estudiado las influencias transgeneracionales, después de "investigar" el pasado secreto de
los personajes de la obra, hizo la conjetura de que en su duelo con Fortimbrás el Rey Hamlet habría utilizado
una espada envenenada como la que años más tarde empuñará Laertes. Los efectos patógenos que produce en
la generación siguiente la existencia de un secreto familiar inconfesable, que bloquea los procesos de
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simbolización, explicarían en opinión de este autor la oscuridad de la tragedia y la confusión de Hamlet, a
quien no puede resultarle fácil vengar a un padre asesino.
Según J.Herder, citado por S.Viderman, la tarea de Hamlet no podía limitarse a vengar a su padre mediante la
muerte del asesino. Para que la venganza estuviera a la medida del crimen, éste debía ser probado y
denunciado, aportando la prueba irrecusable de la fechoría de Claudio, impidiendo que el pueblo
menospreciara los móviles de la venganza atribuyéndola a una baja rivalidad por la posesión del trono.
Como decía antes, para la mayoría de los exegetas va de suyo que lo que habría que explicar es el
aplazamiento de la venganza. En este sentido, ellos han estado tan obsesionados como el propio Hamlet con lo
que tendría que hacer. Propongo un cambio de perspectiva que consiste en hacer el esfuerzo de no adoptar el
punto de vista del espectro, a quien lo único que le interesa es ver cumplida su venganza, en cuyo caso en vez
de preguntarnos por qué Hamlet da tantas vueltas debería parecernos mucho más inexplicable que haya
acatado sin oponer reparos un mandato a todas luces insensato, como lo prueba el desenlace de la tragedia en
una muerte generalizada. El cambio de pregunta nos abre un panorama distinto.
Hamlet está decidido por anticipado a obedecer, fuera cual fuera la demanda, por lo que desecha los prudentes
consejos de sus amigos y no admite ninguna dilación en ir a reunirse con la sombra de su padre. Mi vida no
me importa el precio de un alfiler, exclama, y se deja arrastrar hasta un lugar apartado donde el espectro le
dice que su obligación es vengarlo. También le dice que está condenado por los turbios delitos que ha
cometido, pero Hamlet no pregunta cuales han sido esos delitos ni si han tenido relación con el trágico fin de
su vida.
Como ha señalado J.Allouch (1977), Hamlet no quiere saber nada de los defectos del Rey cuando todo su
empeño parece puesto en restaurar la figura de un Padre Ideal en el preciso momento en que debería hacer un
duelo. Según este autor, hay un no dicho que inaugura toda la tragedia y Hamlet hace un juramento de
fidelidad incondicional fundado sobre un no dicho.
Lacan dice que en Hamlet no se habla más que de duelo y destaca el importante papel de los ritos funerarios
en la elaboración del duelo, pues producen símbolos que permiten "velar" la pérdida real. Estos rituales no se
cumplen del todo en el caso de Polonio ni en el de Ofelia, enterrados precipitadamente para sortear
dificultades políticas y religiosas. El Rey Hamlet es un muerto que se resiste a desaparecer, pues quedan
cuentas por arreglar, bastando unas pocas apariciones de su sombra para marcar a toda la obra con un aire
sombrío que inquieta a la vez que fascina.
Más que la culpabilidad edípica en la que Freud basó su interpretación, encontramos una deficiencia simbólica
que se traduce en la sobre investidura narcisista de un padre imaginario que retorna como muerto vivo,
haciendo imposible el duelo. Se pueden apreciar los efectos invasores de una identificación en la que
predomina la dualidad y la confusión de lugares con el objeto, que culmina en una escisión yoica, y que es
opuesta a la identificación simbólica, discriminadora, que se desarrolla en el seno de la triangularidad edípica,
que es un proceso en el que el yo se separa del objeto y queda diferenciado del superyó y del ideal del yo. Esta
identificación es la que puede abrir el camino a la elaboración del duelo.
A mi juicio, corresponde enfatizar que Hamlet y el espectro sellan un pacto perverso, que no sólo está fundado
en un no dicho, exigiendo obediencia absoluta sin plantear ninguna pregunta, sino que además es un pacto
basado en la muerte y la venganza, que refleja una perturbación de la relación con la función normativa de los
imperativos culturales.
Hamlet y Narciso
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Al acatar el mandato paterno sin hacer preguntas ni producir una respuesta que salvaguardara su posición
subjetiva, Hamlet refuerza un vínculo narcisista con un objeto idealizado que le ha asignado una misión que él
concibe como algo grandioso a lo que estaría predestinado: Los tiempos están desquiciados; ah condenada
desgracia ¡haber nacido yo para enderezarlos! En estas palabras se conjugan el sufrimiento y el goce, la
condenada desgracia y el ocupar un lugar de excepción, que justifica cualquier sacrificio y convertirse en el
brazo ejecutor de la venganza, desestimando las dudas o escrúpulos que pudieran surgir al respecto. La obra
que hace representar para poner en evidencia la culpabilidad de Claudio, en la que inserta escenas de su
autoría, dice que se titula "La ratonera", título que él inventa y que puede reflejar la situación sin salida en la
que se siente inmerso.
Dicha situación es el efecto de la identificación narcisista con un padre mítico que viene a ser una síntesis de
Hiperión, Júpiter y Mercurio, imagos grandiosas que vienen a compensar la carencia simbólica de la función
paterna. Tanta idealización no está exenta de ambivalencia ni impide que el objeto pueda convertirse en un
perseguidor implacable. El reverso de esa figura incomparable es un superyó que exige lo imposible y sin
límite, que no va a estar nada satisfecho con la "pereza" de Hamlet, amonestándolo incesantemente; éste, en
lugar de cuestionar lo que se le demanda, se autorreprocha llamándose cobarde, flojo, y se enfurece consigo
mismo por no poder decidirse. Es la relación narcisista con el padre la que le hace perder su juicio crítico y
sus defensas.
Es probable que la enigmática inhibición de Hamlet responda también a la aplastante exigencia del Padre
Ideal, al que no puede hacer otra cosa que obedecerlo y decepcionarlo. Su acto debe ser tan perfecto que
nunca llega el momento de realizarlo. Cuando encuentra a Claudio rezando piensa que esa es la ocasión de
hacerlo bien, aunque no tan bien porque matándolo en ese momento de contrición lo enviaría al cielo; para
hacerlo mejor debe esperar a sorprenderlo en estado de pecado y asegurarse de que irá al infierno.
Desearía creer que Hamlet no realiza lo que prometió al espectro por ser la única manera de preservar su
libertad y su subjetividad. Después de su juramento, conserva la duda y hasta la esperanza de que todo no
haya sido más que un engaño: El espíritu que he visto puede ser el Diablo, y el Diablo tiene poder para tomar
una figura agradable, sí, y quizá, por mi debilidad y mi melancolía, como es tan potente con tales espíritus,
me engaña para condenarme. Duda también de sus capacidades. Ayer nacido para arreglar el mundo, hoy
débil y melancólico ante el Diablo, que es el que tiene los poderes. Una vez confirmada la culpabilidad de
Claudio, cuando tiene todos los motivos para actuar, Hamlet se encuentra con su inhibición, con que le falla la
voluntad.
Los términos de su juramento de fidelidad tienen algo de autoinmolación a un ser divino: ...¿Recordarte? sí,
de la tabla de mi memoria borraré todos los recuerdos triviales y necios, todos los dichos de los libros, todas
las formas, todas las impresiones pasadas que han copiado allí la juventud y la observación; y sólo tu
mandato vivirá en el libro y el volumen de mi cerebro, sin mezclarse con materia más baja: sí, sí, por el
Cielo. Aunque la obediencia al padre era mucho más severa en los días de Shakespeare que en los nuestros, en
estas palabras hay algo excesivo que sobrepasa al típico sometimiento neurótico a la voluntad paterna.
Hamlet se vacía de sus pensamientos e intereses para llenarse únicamente con el mandato superyoico del
espectro, cuyas palabras son un llamado directo a la pulsión, al margen de las funciones normativas y las de
autoconservación. El efecto traumático de esas palabras no sólo priva a Hamlet de recuerdos, haciendo
imposible el duelo, sino que trastoca toda su organización subjetiva, sostenida en una vida representacional
que anuda lo psíquico con lo somático y con la realidad, y cuya alteración produce el desprendimiento de los
objetos de investidura, extinguiendo el deseo y liberando pulsión de muerte.
Si antes del encuentro con el espectro Hamlet amaba a Ofelia, a partir de ese momento la trata de una forma
despectiva y cruel, abandonándose a un goce sadomasoquista que incrementa el proceso autodestructivo;
terminará destruyendo al objeto de su amor y de su deseo que lo ligaba a la vida. Al no haber puesto límites a
su entrega a la sombra del padre tampoco puede ponerlos a su agresión, como se aprecia en la escena en que
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expulsa violentamente a Ofelia de su vida, enviándola a un convento.
No es casualidad que en Duelo y melancolía Freud se acuerde de Hamlet. Al referirse a la autodenigración
como rasgo clínico principal de la melancolía, pone como ejemplo una de sus frases: Dad a cada hombre el
trato que se merece, y ¿quién se salvaría de ser azotado? Y en otro momento le dirá a Ofelia: Yo mismo, soy
medianamente honrado y, sin embargo, me podría acusar de tales cosas que más valdría que mi madre no me
hubiera parido. Como es sabido, la autodenigración encubre la denigración del objeto, que ha sido
incorporado; la dualidad y la ambivalencia que caracterizan al combate melancólico con el objeto son
presentadas en la obra de un modo manifiesto, pues lo que en ocasiones es para Hamlet la sombra venerada
del padre, en otras es tratada con burla y desprecio, llamándole viejo topo, buena pieza o el compadre del
sótano.
Otro hecho sorprendente es que Hamlet, deponiendo su habitual suspicacia, dé su asentimiento a participar en
el torneo organizado por el Rey Claudio, sin sospechar que es una pérfida trampa que le preparan sus
enemigos. El sabe con qué intenciones había sido enviado a Inglaterra y que para salvarse debió actuar con
astucia, cambiando el despacho real que lo condenaba por otro que enviaba a la muerte a Rosencrantz y a
Guildenstern. Regresó a Elsinor reforzado, pues había logrado frustrar los planes de Claudio; sin embargo, es
éste quien vuelve a tomar la iniciativa, ya que Hamlet no emprende actividad alguna. Horacio le advierte que
perderá esa apuesta, a lo que responde que tiene un mal presentimiento. Si a vuestro ánimo no le gusta una
cosa, obedecedle, replica Horacio, pero una vez más serán inútiles las advertencias de quienes tratan de
protegerlo: Si esta es la hora, vendrá de todos modos; estar dispuestos es todo, puesto que nadie es dueño de
lo que deja.
Finalmente, la tan anunciada muerte del Rey no es el resultado de un plan meditado por Hamlet, sino la
consecuencia inevitable de una serie de sucesos inesperados y repentinos, totalmente independientes de su
voluntad.
Cuesta seguir a Lacan cuando afirma que en la escena del cementerio en la que Hamlet salta a la fosa y lucha
con Laertes, se produce el levantamiento de la procrastinación (dilación del acto) debido a que en un
santiamén hace el duelo de Ofelia y accede a una efectiva posición de sujeto deseante. Lacan valora
positivamente que Hamlet pase a la acción, pues considera que su problema es que no actúa. Su interpretación
es, a mi modo de ver, bastante optimista, pues la reacción de furia agitada de Hamlet más que una superación
de la procrastinación parece representar la otra cara de la inmovilidad melancólica. Por un lado, nadie cree a
Hamlet cuando, completamente trastornado, alardea ante Laertes de haber amado a Ofelia como cuarenta mil
hermanos. Por otro lado, es difícil admitir que el duelo consista en un acto y no en un trabajo intrapsíquico
que requiere su tiempo. Tanto la agresión a Laertes como la fuerza fatídica que lo impulsará a participar en el
torneo pergeñado por Claudio, cuando presiente que va a morir, no parecen ser expresión de un deseo liberado
por la realización del duelo. Haciendo una lectura más atenta del texto, L.Vigotski subraya la diferencia:
Hamlet dice estar dispuesto a batirse, que no es lo mismo que estar decidido.
Aunque sea posible encontrar síntomas obsesivos y también histéricos en Hamlet, lo que parece predominar es
la patología narcisista, presentando una estructura melancólica caracterizada por el conflicto entre el yo y el
superyó, y que Freud (1924) consideró como el paradigma de las neurosis narcisistas, distintas de las neurosis
de transferencia y de las psicosis. En estas neurosis hay una regresión al narcisismo primitivo o una
insuficiente reorganización edípica del narcisismo. La identificación narcisista se hace en desmedro de la
investidura objetal, a pesar de lo cual la ambivalente relación con el objeto se mantiene desplazada al interior.
La defensa melancólica no repudia la realidad, como ocurre en las psicosis, sino que la despoja de toda ilusión
por un retiro de libido que también empobrece al yo.
Diversos autores postfreudianos asimilaron el narcisismo a las psicosis e incluyeron a la melancolía dentro de
las "depresiones psicóticas", privándola de su posición intermedia que la relaciona con las otras entidades
clínicas e ignorando que su estructura psicopatológica es tan cercana a la de las psicosis como a la de la
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neurosis obsesiva. Como se comprenderá, utilizo como referencia la nosografía freudiana de 1924, pues no
hubiera empleado el término melancolía si ello implicara considerar a Hamlet como psicótico. De todas
maneras, la enigmática personalidad de Hamlet trasciende a nuestros esquemas psicopatológicos.
Hamlet y el bufón
¿Y si la locura de Hamlet fuera más simulada que verdadera, no otra cosa que un papel conscientemente
asumido? ¿Su predilección por el teatro no le hará confundir la vida con una representación escénica? Su
locura es menos que locura y más que fingimiento, según T.S.Eliot. Muchas veces se hace el loco para
burlarse y desconcertar a quienes le rodean, actuando de una manera bufonesca. Podría decirse que se
comporta como el fool de la obra, recurriendo a juegos de palabras o frases enigmáticas que el traductor debe
explicar para que el lector pueda entenderlas. Cuando Rosencrantz le pregunta dónde está el cuerpo de
Polonio, responde: El cuerpo está con el Rey, pero el Rey no está con el cuerpo. El Rey es una cosa...
Y poco después tiene lugar el siguiente diálogo:
Rey.− Ea, Hamlet, ¿dónde está Polonio?
Hamlet.− En una cena.
Rey.− ¿En una cena? ¿Dónde?
Hamlet.− No donde come él sino donde es comido: cierta asamblea de gusanos políticos están ahora mismo
con él...
El bufón es ante todo el loco, el guardián del lugar de la verdad, según Lacan, y Hamlet desempeña ese papel,
al punto de presumir de loco. Antes del torneo final, al pedir excusas a Laertes por el incidente del cementerio,
dice: Todos los presentes saben y por fuerza lo habéis oído decir, que he sido castigado con una lamentable
locura. Puede hablar de la muerte de Polonio con gran distanciamiento e ironía, del mismo modo que puede
hablar de su propia locura, mientras que otras veces las palabras irónicas se mudan en reproches violentos,
sobre todo cuando se dirige a su madre. Asimismo, las ambigüedades y sutilezas pueden ser dejadas de lado
para presentar la cuestión de la verdad al desnudo, sin ambages, como expresión del pesimismo incurable de
un temperamento melancólico.
En la escena del cementerio es notable la emoción que le produce el recuerdo de Yorick, el bufón del Rey, que
le hace evocar su infancia y tiempos más felices: ¿Dónde están ahora tus burlas, y tus cabriolas, y tus
canciones, y tus chispazos de alegría, que solían hacer a toda la mesa lanzar una risotada? Tampoco es mera
casualidad que el Hamlet de J.Laforgue sea hermano por parte de madre de Yorick, hijos ambos de una
hermosa gitana que echaba la buenaventura.
G.Míguez y S.Quirici, que han estudiado la función del bufón en Shakespeare, su diversidad y evolución,
subrayan que el bufón shakespeareano es un personaje cómico y obsceno sólo en la vertiente del clown dry,
pero no lo es en absoluto en el tipo sly, cuya astucia y sutileza lo convierten en el más lúcido de los personajes
de determinadas obras. El primero, en tanto que provocador de la risa, estaba llamado a satisfacer al gusto
popular, pero Shakespeare continuó enriqueciéndolo con nuevas perspectivas hasta llegar al bufón de El Rey
Lear, que para las citadas autoras es el más elaborado, y que a diferencia de los otros no tiene la actitud de
desapego e indiferencia afectiva ante los sucesos dramáticos que tienen lugar en su entorno.
Según A.C.Bradley, Hamlet es el único de los héroes trágicos que puede ser considerado como un humorista.
El humor es para él una forma de buscar la indiferencia y encontrar un alivio a su ánimo demasiado cargado.
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A través del humor denuncia una realidad a la que a la vez trata de tomarla de otra manera y perdonarle su
contraste con el ideal. Aunque bromee frecuentemente, Hamlet conserva un aire serio y no actúa como un
payaso que trata de mitigar el infortunio haciendo reír, sino que con toda su verbosidad y su sarcasmo
meditado presenta una desgarrada visión de la realidad. Por un lado, posee el distanciamiento que le permite
denunciar la ambición de poder que conduce al crimen, pues él no se muestra interesado en convertirse en Rey
y, por otro, está completamente identificado con la causa de su padre muerto, al extremo de sacrificar su
bienestar y su vida por cumplir la misión imposible que le ha sido encomendada.
Al comienzo de la obra Laertes dice a Ofelia que no debe confiar en las promesas de Hamlet, que es vasallo
de su nacimiento y no dueño de su voluntad, pues debe ceñirse a los votos y consentimientos de ese cuerpo de
que él es cabeza. Pero estas palabras de advertencia son desmentidas por el comportamiento de Hamlet, que
no piensa ni actúa como correspondería a su condición de príncipe, sino que se ubica en una posición de cierta
marginalidad desde la que cuestiona las costumbres y las normas de la corte, con la que no se muestra
identificado. Es un príncipe peculiar hasta la anomalía.
¿Cuál de las distintas facetas de nuestro protagonista se aproxima más al corazón de su misterio? Al empeño
de los psicoanalistas en atraparlo en las redes de nuestras teorías, Hamlet podría replicar lo mismo que a
quienes pretendían arrancarle su secreto. ¿Piensas que soy más fácil de hacer sonar que una flauta? Al final
debemos soltar la presa, pues no hay fórmula explicativa que consiga capturar el alma del desdichado
príncipe, cuyo misterio y encanto se han conservado y perdurarán a lo largo de los siglos.
BIBLIOGRAFÍA
Shakespeare,W.−(1601) Hamlet. Introducción, traducción y notas de J.M.Valverde. Ed. Planeta, Barcelona,
1999.
Protagonistas de la civilización: Shakespeare.(1983) Editorial Debate/Itaca. Madrid
http://www.robertexto.com/archivo16/hamlet.htm
http://www.shakespeare.com
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