IX. Los Deberes de Información. Más Allá de la Información Financiera

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IX. LOS DEBERES DE INFORMACIÓN. MÁS ALLÁ
DE LA INFORMACIÓN FINANCIERA
Inmaculada Domínguez Fabián. Universidad de Extremadura1
IX.1. INTRODUCCIÓN
vencia centrada en el riesgo y con un enfoque
económico llevó a la adopción de la Directiva
Marco de Solvencia II en mayo de 2009. Está previsto que el nuevo régimen normativo entre en
vigor a finales de 2012.
Solvencia II está diseñada sobre tres pilares de
actuación: el primero supone un proceso de análisis de reservas, activos y pasivos, todos ellos
necesarios para cubrir las obligaciones; el segundo consiste en definir las reglas de supervisión,
control interno y gobierno corporativo y el tercero establece las obligaciones de información que
las aseguradoras han de presentar ante los que
actúan: supervisores, mercados y consumidores.
Con ello Solvencia II pretende mejorar la protección de asegurados y beneficiarios, así como conseguir mayor transparencia de las aseguradoras y
que ésta se trasmita a todos los actores del mercado, tanto a la parte privada –usuarios, analistas, inversores, otras entidades– como pública –el
supervisor y el regulador. Con ello se obtendrá
una disciplina de mercado, que conllevará una
mayor confianza.
Sin duda la crisis financiera ha puesto de
manifiesto algunas lagunas regulatorias y posibles mejoras que afectan al sector asegurador. Se
pretende que la normativa cree un entorno en el
que el sector asegurador pueda operar de forma
eficiente y promover la estabilidad financiera y el
crecimiento económico. Uno de los instrumentos
esenciales para esos fines es, precisamente, la
información.
La divulgación de información y la transparencia fortalecerá los mecanismos del mercado y
El principal objetivo del conjunto normativo que
integra la legislación aseguradora es proteger a
los titulares de pólizas, tomadores del seguro,
asegurados y beneficiarios, así como a accionistas, acreedores, inversores, reguladores. Aunque
con precedentes significativos en los ordenamientos jurídicos de algunos Estados miembros,
las disposiciones por las que se imponían a las
entidades comunitarias determinadas exigencias
en materia de solvencia (margen de solvencia y
fondo de garantía) fue introducida en Europa en
1973, a través de la primera Directiva de Seguros
No-Vida, que fue seguida, en 1979, por la Directiva de Seguros de Vida. Como se recoge en Swiss
(2010) en 1994 el control de precios y productos
fue abolido en todo el espacio de la Unión Europea y sustituido por un régimen de control de
solvencia. Estas medidas de supervisión se basaban en simples cálculos y se enfocaban al mero
control de los riesgos técnicos reflejados en el
balance de las aseguradoras.
Si bien Solvencia I demostró ser bastante eficaz
a la hora de mantener el número de insolvencias
en niveles aceptables, su principal deficiencia es
que no contemplaba ni tuvo en cuenta el riesgo
de mercado. Además, no se aplicó una valoración
económica del balance de las aseguradoras. La
necesidad de desarrollar una supervisión de sol-
1
La autora quiere agradecer, de forma expresa, los acertados comentarios y la revisión de Doña María Jesús Romero, Directora de Control y Gestión de Riesgos de Zurich
Spain y de Don Alfredo Martínez Cabra, socio del grupo asegurador Ernst & Young.
213
ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
la supervisión. Se proporcionará a los aseguradores, inversores, agencias de calificación y asegurados una imagen global de los riesgos del asegurador. Se potenciará la disciplina de mercado,
todos los participantes en el mercado deben disponer, para su toma de decisiones, de información suficiente sobre la existencia y mantenimiento del nivel de solvencia de las entidades,
persiguiendo la comparabilidad, la transparencia
y la coherencia, garantizando así la igualdad de
condiciones.
Los sistemas de información en cualquier
organización son múltiples y fluyen en varias
direcciones, de arriba hacia abajo y a la inversa,
así como con terceros. La información se necesita a todos los niveles de organización para identificar, evaluar y responder a los riesgos. El diseño de una arquitectura del sistema de información y la adquisición de la tecnología y la formación necesarias son aspectos y serán aún más,
cuestiones cruciales para las entidades. Se ha de
reforzar, por tanto, la filosofía de la gestión de
riesgos a través de programas de comunicación
interna y externa que implanten una nueva cultura gerencial.
Si hablamos de información, tenemos que
conocer a quién va destinada esa información
para de esta forma poder conseguir los objetivos
de trasmisión de la misma. No será lo mismo la
información que hay que revelar al consumidor
que al supervisor. Hay cierta información, por
ejemplo sobre la solidez financiera de las aseguradoras, que los asegurados, que suelen carecer
de los conocimientos expertos, pueden no apreciar ni requerir y, por tanto, será más acertado
que estos datos sean facilitados a los supervisores que a los tomadores del seguro. Es fácil vislumbrar la trascendencia de perfilar la información en atención a los destinatarios de la misma.
Así, la información a suministrar se puede clasificar en:
• Información al supervisor.
• Información al mercado.
• Información al tomador del seguro.
• Antes de pasar a definir la información
que se requiere en atención a sus destina-
tarios, en el siguiente epígrafe se analizan
los requisitos generales que ha de cumplir
toda información financiera.
IX.2. INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN
En este epígrafe se van a recoger las características, que según la NII7 ha de cumplir la información financiera. La utilidad es una característica
fundamental de la información financiera que se
define cómo la cualidad de adecuación a las
necesidades comunes del usuario general. Además, constituye el punto de partida para derivar
las restantes características cualitativas de la
información financiera, que se concretan en las
cuatro siguientes:
• Confiabilidad,
• Relevancia,
• Comprensibilidad y
• Comparabilidad.
Confiabilidad. La información financiera
posee esta cualidad cuando su contenido es congruente con las transacciones, transformaciones
internas y otros eventos acaecidos a las entidades
y el usuario general la puede utilizar para la
toma de decisiones. La confiabilidad incluye y
comprende la suficiencia, que debe de incorporarse en los estados financieros y sus notas, resultando de ello la información necesaria para evaluar a la entidad (NII A-7).
Ahora bien, para ser confiable la información
financiera deberá tener los atributos siguientes:
Veracidad, Representatividad,Objetividad,Verificabilidad y Suficiencia.
La Veracidad acredita la confianza y credibilidad del usuario general en la información financiera. La representatividad significa reflejo adecuado de lo que se pretende. Es importante señalar que, en algunos casos, la información financiera está sujeta a cierto riesgo, de no ser el reflejo adecuado de lo que pretende representar.
La Representatividad supone que la información debe ser aquella que realmente represente la
situación que se quiera valorar al analizar la
información mostrada.
214
IX. LOS DEBERES DE INFORMACIÓN. MÁS ALLÁ DE LA INFORMACIÓN FINANCIERA
La Objetividad implica que la información
financiera debe presentarse de manera imparcial, es decir, que no sea subjetiva ni pueda ser
manipulada o distorsionada para beneficio de
algún o algunos de los agentes, grupos o sectores
del mercado, que pueden perseguir intereses
particulares diferentes a los del usuario general
de la información financiera.
La Verificabilidad supone que la información
financiera debe poder comprobarse y validarse.
La Suficiencia es una característica que se
refiere a la incorporación en los estados financieros y sus notas de información financiera que
ejerce influencia en la toma de decisiones y que
es necesaria para evaluar la situación financiera,
los resultados del ejercicio y sus cambios, cuidando que la cantidad de información no vaya en
detrimento de su utilidad y pueda dar lugar a
que los aspectos importantes pasen inadvertidos
para el usuario general. La suficiencia de la
información debe determinarse en relación con
las necesidades comunes que los usuarios generales demandan de esta.
En cuanto a la Relevancia, la información
posee esta cualidad cuando influye en la toma de
decisiones económicas de quienes la utilizan
Entre sus conceptos comprende el de Importancia relativa, que debe mostrar los aspectos
importantes de la entidad que fueron reconocidos contablemente en la información financiera.
Ahora bien, para que la información sea relevante, debe servir de base a la formulación de predicciones y contribuir a su confirmación (posibilidad de predicción y confirmación). Igualmente
debe mostrar los aspectos más significativos de la
entidad, reconocidos contablemente (importancia relativa). Cabe destacar que la importancia
relativa de una determinada información no sólo
depende de su cuantía, sino también de las circunstancias que la envuelven; a tal fin se requiere del juicio profesional para evaluar cada situación particular.
Comprensibilidad. La información financiera
tiene esta cualidad cuando facilita su entendimiento a los usuarios generales. No obstante,
para lograr esta cualidad también se requiere que
los usuarios generales tengan: la capacidad de
analizar la información financiera. Un conocimiento suficiente de las actividades económicas y
de los negocios.
Comparabilidad. La comparabilidad se refiere a la cualidad de la información financiera que
permite a los usuarios generales identificar y
analizar, actual y diacrónicamente, las diferencias
y similitudes existentes respecto de la información de la misma entidad y respecto de la concerniente a la de otras entidades.
En el entorno de Solvencia II, se supera y se
amplia el requisito de información financiera
para trasmitir un reflejo fiel de y global de los
riesgos del asegurador. Algunas de las necesidades que ha de cubrir la información que se suministra para cumplir estos objetivos deben responder a las preguntas siguientes:
• ¿Cuáles son los indicadores claves?
• ¿Qué nivel de detalle de información se
precisa?
• ¿Con qué frecuencia ha de recogerse la
información?
• ¿Qué nivel de exactitud se requiere?
• ¿Cómo se conservará esa información?
Solvencia II establece los principios a que
responde la exigencia de cumplir con el
deber de transmisión de la información. En
primer lugar, siguiendo la tónica con que se
diseñan otras exigencias, nos encontramos
con el principio de proporcionalidad, que
significa que la información sobre la situación financiera y de solvencia que las entidades aseguradoras deben transmitir y difundir
deberá ser adecuada a la naturaleza, escala y
complejidad de su negocio y en particular, a
sus riesgos inherentes. Ello se debe traducir
en evitar que la obligación de información se
traduzca en exigencias reiterativas, redundantes o irrelevantes.
El segundo principio es el de materialidad,
que debe traducirse en una información de calidad y con capacidad de influir en las decisiones
económicas –razonables– de los destinatarios de
la información.
215
ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
En los siguientes epígrafes se muestra con
mayor detalle, cuál es la información que se ha
de elaborar y suministrar en base a quienes son
los receptores de la misma.
que ha de mostrar o justificar la entidad es en
qué tipo de entidad aseguradora se encuadra,
tanto por su actividad (vida, no vida, reaseguradora) como por su volumen de negocio (pequeña, mediana o grande). Por tanto la información debe configurarse sobre una base armonizada, tanto para que pueda comparase entre las
diversas entidades, como para compararse por
diferentes supervisores.
Debe ser también una información periódica,
tanto prospectiva como retrospectiva, y bien es
cierto que no se conoce con certeza cuál es el
futuro.
La información para la supervisión también
puede requerir aquella que es elaborada por
agentes externos, como los actuarios.
Se debe garantizar el secreto profesional del
supervisor, la información proporcionada al
mismo es diferente a la que se muestra al mercado y a los consumidores, debido al grado de
importancia de la misma.
La CP15, destaca unos requisitos de información en función del receptor, y señala que estos
subconjuntos no son exhaustivos y potencialmente tendrán diferentes niveles de contenido y detalle en función a si son utilizados para la supervisión o para la divulgación. Se subdividen en lo
que podríamos denominar partes que hay que
supervisar:
IX.3. INFORMACIÓN AL SUPERVISOR
La información que ha de trasmitirse al supervisor2 tiene un doble impacto: por un lado se busca
mejorar los sistemas de responsabilidad corporativa, de gobierno y de gestión de las entidades y,
por otro, debe conducir a instaurar un modelo
funcional a la regulación por autosupervisión.
En líneas generales podemos afirmar que se
ha de perseguir un sistema de supervisión orientado al riesgo y facilitar la cooperación e intercambio de información entre los supervisores. La
primera cuestión a plantear, dentro de las innumerables que enunciaremos en este trabajo, es
qué información, exactamente, ha de requerirse
para supervisar adecuadamente a la entidad.
Debe permitir, por un lado, comprender la organización y el negocio de la entidad aseguradora,
pero ha de ser prudencial y no generar un coste
que supere el beneficio del control. Este coste se
debe concebir tanto en términos de cargas para
la entidad aseguradora que realiza los informes,
como para la autoridad supervisora, que ha de
tener personal cualificado y dedicado a esta actividad. Es importante por tanto encontrar cual es
la información principal.
Además, la información ha de ser comparable entre las diferentes entidades y, por tanto
debe ser la misma para todos. Pero este objetivo ha de ser llevado a cabo teniendo en cuenta
la consideración del tipo de empresa y del
volumen de negocio de la misma, en base al
principio de proporcionalidad, que supone que
ha de realizarse una aplicación flexible en función de la naturaleza, tamaño y complejidad
del negocio. Por todo ello, sin duda, lo primero
A. Descripción y funcionamiento del negocio.
La información incluirá una descripción del
negocio de empresa del seguro, de la estructura
corporativa, del ambiente externo, de los objetivos y de las estrategias, incluyendo la información
específica que puedo tener una influencia relevante dentro de la empresa. Dentro de este apartado se especifican los siguientes subapartados:
A.1. Naturaleza del negocio de empresa del
seguro y del mercado. Esta información permitirá la valoración del mercado en el cual funciona el negocio y las tendencias y los factores que
han contribuido positiva o negativamente al desarrollo, el funcionamiento y la posición de la
empresa y/o como afectará a su futuro. Se anali-
2
Este apartado se elabora en base a los documentos de
consulta, del CEIOPs (Committee of European Insurance
and Occupational Pensions Supervisors). CP15, CFA19,
CFA21.
216
IX. LOS DEBERES DE INFORMACIÓN. MÁS ALLÁ DE LA INFORMACIÓN FINANCIERA
También se analizan los activos que cubren las
provisiones técnicas y los requisitos de capital.
Esta información deberá permitir la evaluación
de los riesgos y las recompensas potenciales derivados de activos representativos de las provisiones técnicas y capital requisitos que son relevantes para la evaluación de la solvencia, así como
cualquier diferencia en relación con las cifras de
los Estados Financieros. Desglose de la cartera de
inversiones y el valor considerado para solvencia
de acuerdo a las categorías de inversión clave,
exposición de las técnicas de valoración, las hipótesis aplicadas en la determinación de la evaluación de la solvencia de cada clase de activos. Se
analizarán también otros activos y pasivos (por
ejemplo, retribuciones a los empleados, etc...)
considerado cualquier diferencia en relación con
las cifras de los Estados financieros.
zará también la posición competitiva de la entidad, el modelo de negocio.
A.2. Objetivos y estrategias. Esta información
concede instrumentos para valorar la adecuación
de los objetivos que se persiguen con la estrategia que sigue la empresa del seguro, lo cual permitirá también analizar su capacidad de alcanzarlos. Se identifican los objetivos, se comparan
las estrategias con las seguidas en los periodos
anteriores, se analizan los factores claves, riesgos,
recursos y oportunidades, lo que determinará el
que la entidad pueda o no alcanzar sus objetivos.
A.3. Funcionamiento. Con esta información se
persigue analizar la actividad aseguradora, se
analizarán las entradas, los costes, los ingresos y
las pérdidas, detallados por clases de activo y de
responsabilidad. Se considerará la segmentación
de la ganancia propia y de la red del reaseguro,
se desagregará el análisis por ramos y áreas geográficas, incluyendo información sobre ingresos y
gastos de cada uno de ellos.
D. Gestión del riesgo y del capital.
En cuanto a la gestión del riesgo las empresas
de seguros proporcionarán, para cada categoría
separada de riesgo (riesgo de crédito, riesgo de
mercado, riesgo de concentración, riesgo de
liquidez, riesgo operacional, los riesgos de grupo
(si procede) y otros riesgos materiales identificados), una descripción de las estrategias y los procesos utilizados para identificar, medir, reducir y
controlar sus riesgos, así como información acerca de estos riesgos: exposición, concentración,
mitigación y sensibilidad. Se ha de describir
cómo la empresa identifica y mide las principales
riesgos a los que se enfrenta y sus respectivas
correlaciones, así como el alcance y naturaleza de
los sistemas de reporting y medición de riesgo y
una descripción de herramientas de medición
(por ejemplo, el mapa de riesgos). Se trata, por
tanto, de Información cualitativa y cuantitativa
en relación con la adecuación de la política de
gestión del activo y el pasivo (ALM, en nomenclatura anglosajona). Debe contener una descripción de las medidas para cubrir y mitigar dichos
riesgos. Ha de suponer una descripción general
de la correspondiente clave de control de riesgos
(p. ej. frecuencia de revisión de la adhesión a las
políticas definidas y estrategias, cómo se identifi-
B. Gobierno corporativo. La información relativa a la gobernanza incluirá una descripción de
las estructuras del gobierno relevante para la solvencia, incluyendo información específica del
grupo-nivel que pudo tener una influencia relevante dentro de la empresa del seguro.
Se presentará una descripción del consejo de
administración, de los miembros que desarrollan
responsabilidades principales. Se valorará cómo
se realiza la externalización de tareas, (por ejemplo, actuarios), desde el enfoque de considerar el
papel y las responsabilidades de estos que permita valorar la idoneidad y honorabilidad de los
mismos.
C. Valoraciones para el análisis de solvencia.
Se aportará información cuantitativa y cualitativa
de las provisiones técnicas, considerando tanto la
cuantía de las mismas, como el método de cálculo y las bases técnicas consideradas, ajustes sobre
cálculos anteriores, el reaseguro, descripción de
los supuesto claves con los que se ha trabajado.
217
ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
can los debilidades y deficiencias por control
interno de sistemas, incluyendo cómo y con qué
frecuencia se informa a la Junta, externalización
de las políticas y controles, etc.…). Información
acerca de cómo los riesgos internos y evaluación
de capital (IRCA, en nomenclatura anglosajona)
o el modelo interno están integrados en el riesgo
de día a día y forman parte integrante del proceso de planificación, vigilancia y el control de perfil de riesgo de la empresa de seguros. Se lleva a
cabo un análisis de sensibilidad y otros aspectos
que pueden mejorar la comprensión de los resultados
Gestión de capital. La información incluirá
descripción de los requisitos de capital de la compañía de seguros, como así como las posibles
diferencias en relación con los Estados Financieros, cifras y capital regulador, con el fin de permitir una evaluación de su condición de solvencia. Se incluirán en la información los siguientes
elementos: política sobre el capital de solvencia,
análisis de cómo afectan los planes de negocio, la
forma en que la compañía asegura que se cumplan los requisitos reglamentarios y de que se
continúen cumpliendo en un horizonte de tiempo determinado. Información cuantitativa y cualitativa sobre el capital de solvencia requerido
(SCR3, en nomenclatura anglosajona), así como
sobre la cuantía de capital mínimo requerido
(MCR, en nomenclatura anglosajona). Se analiza
el requisito de capital de solvencia (SCR) bien
calculado con la fórmula estándar o con un
modelo interno. Se analiza la información del
período anterior. Se valora la calidad de los capitales, incluyendo en el análisis del capital la
transferibilidad/fungibilidad. Brechas entre el
SCR o MCR y descripciones detalladas sobre sus
apariciones incluyendo calendario de medidas
para remediar las deficiencias. Se establecerán
también pruebas de stress, análisis de la continuidad del negocio o análisis financiero dinámico. Se observarán las asunciones y resultados de
estos métodos adicionales. En aquellos casos
donde se presente un SCR calculado con un
modelo interno, para permitir una comprensión
apropiada del modelo interno usado, las empresas proporcionarán la información necesaria.
Se hace necesario asimismo que la información al supervisor se coordine con las exigencias
de información, por ejemplo, a las autoridades
contables para de esa forma evitar duplicidades.
Expresamente el artículo 53.3 de la Directiva
establece que «las autoridades deberán permitir
a las entidades hacer uso de la información
publicada en virtud de otros requerimientos
legales o reglamentarios o hacer referencia a ella,
en la medida en que dicha información sea equivalente por su naturaleza y alcance a la exigida
en el informe sobre situación financiera y de solvencia».
Las medidas de segundo y tercer nivel deberán
concretar los contenidos que deberán ser remitidos regularmente y los medios que deberán utilizarse para tal fin, con objeto de garantizar una
práctica acorde con el objetivo de la supervisión
orientada a riesgos que instaura Solvencia II.
Debemos reiterar que la información que deberá
ser remitida periódicamente al supervisor deberá
comprender, por supuesto, los datos y cuantificaciones necesarias y, junto a ello con igual nivel de
importancia, las debidas referencias cualitativas
que completen el análisis. Debe configurarse, por
tanto, un modelo de información que sirva al
supervisor para obtener una imagen real y fiel de
la situación financiera, la condición de solvencia y
el modelo de gestión de la entidad.
IX.4. INFORMACIÓN AL MERCADO
En el modelo aplicado a las entidades financieras, Basilea II, el tercer pilar se centra únicamente en las exigencias de información pública y
para el mercado. Respecto de este modelo, Solvencia II implica un paso más, pues se intenta
armonizar la información que se requiere al
supervisor con aquella que se ha de hacer pública, aún cuando haya lógicas excepciones, que se
muestran a continuación.
3
Es el capital suficiente para satisfacer las obligaciones
de pago de una compañía durante un año con un grado de
confianza del 99,5%.
218
IX. LOS DEBERES DE INFORMACIÓN. MÁS ALLÁ DE LA INFORMACIÓN FINANCIERA
Con la exigencia de mostrar la información al
mercado Lo que se pretende, es el fomento de la
eficiencia y la competitividad, pero se han de
tener en cuenta las siguientes consideraciones:
• Se han de mantener los límites en cuanto
a información reservada y confidencial.
• La información puede ser un factor de
competitividad.
• Conflictos que puede generar la publicidad de cierta información de supervisión,
pues la publicación de dificultades en la
solvencia puede agravar la situación de la
entidad.
La información al mercado ha de incluir los
aspectos cuantitativos y cualitativos necesarios
para mantener tanto una transparencia como
una disciplina de mercado. Mientras que para el
supervisor sí resulta necesario que la periodicidad de la información sea mas frencuente, para
el mercado sería suficiente con que la información sea para un período de un año, siempre y
cuando no fuera necesario arbitrar otro plazo.
La información pública constituirá un incentivo a las empresas de seguro para dirigir su
negocio de una forma eficiente, incluyendo un
incentivo para mantener una posición adecuada de capital que puede actuar como amortiguador ante potenciales pérdidas y exposiciones al riesgo.
Respecto a aquella información que la empresa considere que no ha de divulgarse se debe
indicar claramente por parte de la misma qué
parte no es divulgable y justificar las razones. La
información ha de ser adecuada, relevante, accesible, significativa, confiable y fácilmente compresible. También ha de divulgarse información
sobre la solvencia financiera de la entidad.
Las empresas han de adaptarse a los requisitos de Solvencia II y han de incluir políticas de
divulgación así como su verificación y frecuencia.
El documento CEIOPs establece, como líneas
generales, unos requerimientos similares entre la
información que se facilita al supervisor y la
información al mercado. Pero, como no podía ser
de otra manera, se establecen diferencias en
algunos apartados. A continuación se detallan las
mismas, sólo se hará referencia a los epígrafes
que en el documento CEIOPs muestran una diferencia, y por ello la numeración no sigue un índice consecutivo.
B. Gobierno Corporativo. En relación a esta
materia, se establecerán diferencias en cuanto a
la información exigida por el supervisor, puesto
que se requiere que se hagan públicas las líneas
de negocio y la estructura organizativa, pero no
más allá de una declaración de conformidad.
En cuanto a la información relativa a los directivos y al personal externo que se contrata puede también mostrarse una declaración de conformidad.
También en relación a la adecuación de los cuadros
de mando a la estructura del gobierno y el perfil de
riesgo de la empresa subyacente, si no se indica que
el riesgo asumido es adecuado bajo la fórmula estándar o bajo la propia diseñada por la entidad, se
deben mencionar las medidas consideradas.
C.2. Modelos de valoración utilizados para
medir la solvencia. En cuanto a la información
relativa a los activos que cubren provisiones y el
capital técnico, se establece que puede realizarse
simplemente una declaración de estar cumpliendo estos requisitos.
D. Gestión del riesgo y del capital. En materia
de la información relativa a gestión de riesgos no
se establece ninguna distinción. Sí es así en el caso
que se refiere a la gestión de capital, donde se
indica que la aseguradora debe hacer público: la
estructura y cantidad de elementos de capital
admitido, incluyendo un análisis de movimientos
significativos de capital admitido el período anterior y explicación de diferencias, si las hubiera,
entre los capitales requeridos. También es requerido que se informe al mercado, de la calidad de los
capitales, incluyendo una breve descripción de la
transferibilidad y fungibilidad de los capitales. En
cuanto a los requisitos de capital, se considera
suficiente una declaración de que se cumplen los
requisitos de cobertura de capital sin una mayor
especificación de sus componentes.
En lo que concierne a los requerimientos de
capital se considera que debe establecerse un criterio de publicidad diferente para la información relativa al capital mínimo exigido (MCR)
frente a la relativa al capital exigido (SCR). En
219
ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
«De forma preliminar, conviene tener presente que, en
la práctica aseguradora, existe una cierta multivocidad
que puede inducir a confusión sobre que cláusulas
constituyen condiciones generales de un determinado
contrato de seguro. Ello es así porque el contenido de
los contratos de seguro suelen documentarse en tres
niveles de condiciones, dependiendo de su ámbito de
aplicación y nivel de complejidad: las condiciones generales de un tipo de contrato (por ejemplo, de responsabilidad civil); las condiciones especiales de una modalidad (por ejemplo, de responsabilidad civil profesional
médica); y las condiciones particulares de un determinado contrato (donde se indican, por ejemplo, la entidad tomadora, si es una póliza colectiva en la que
actúa como tomador un colegio profesional; y el grupo
de médicos colegiados asegurados)».
Más allá de la información que se recoja en el
contrato, se considera aquí la información sobre
solvencia que hay que suministrar al tomador,
asegurado interesado en la información que afecte al futuro del contrato que realice con la entidad aseguradora. Este tipo de información tiene
especial relevancia en las pólizas de los seguros
de vida o de responsabilidad civil, en los que
generalmente transcurre un largo plazo de tiempo desde la adquisición de la protección y hasta
el pago del siniestro.
Dentro de las premisas, que se han ido repitiendo en los epígrafes anteriores, y que son fundamentales a la hora de analizar los requisitos
que se han de exigir a la información suministrada, toman aquí especial relevancia, las siguientes:
• Evitar un grado innecesario de complejidad, la sencillez facilita el entendimiento
y evita gastos administrativos innecesarios.
• Antes de celebrar un contrato de seguro
la entidad debe informar al tomador
sobre la legislación aplicable al contrato,
sobre las reclamaciones y sobre los demás
extremos que se determinen reglamentariamente.
• En los casos de los seguros de vida en los
que el tomador asume el riesgo de la
inversión se informará de forma clara y
precisa acerca de que el importe que se va
cuanto al incumplimiento en el capital mínimo
exigido este debe hacerse público, así como las
acciones que se han llevado a cabo para solventar este incumplimiento. En relación al incumplimiento del SCR, esta información debe ser
hecha pública al final del año, con una explicación de las repercusiones y efectos de ese incumplimiento. No obstante, si estos incumplimientos
son periódicos, deberían hacerse públicos antes
de final del año, sobre todo cuando el tamaño y
la importancia de estos incumplimientos lo
aconsejen, y cuando se ponga que manifiesto
que estos diferenciales tienen poca probabilidad
de recuperarse.
Si el SCR es calculado en función de la fórmula estándar no se establece ningún requisito
específico de publicidad, pero si este es obtenido
con un modelo interno se hace necesario otro
tipo de información:
• Riesgos analizados, incluyendo un análisis de stress para cada uno de los riesgos
definidos,
• Modelos utilizados e hipótesis de los mismos,
• Acciones de gestión consideradas y descripción de los procesos internos de validación del modelo utilizado.
La información al mercado debe ser revisada
por especialistas, bien auditores o actuarios, que
certifiquen la bondad, suficiencia, veracidad y
razonabilidad de la información a presentar. Esto
exige que los revisores independientes especializen su trabajo en este sentido.
En el siguiente apartado se analiza cual es la
información que ha de suministrarse si el receptor de la misma es el tomador del seguro.
IX.5. INFORMACIÓN AL TOMADOR
Inicio este último epígrafe recogiendo una parte
del texto, que tan acertadamente ha elaborado
Alberto Tapia, en su aportación a este trabajo4;
4
Vid. A. TAPIA HERMIDA, supra Capítulo III, apartado
III.2.3.
220
IX. LOS DEBERES DE INFORMACIÓN. MÁS ALLÁ DE LA INFORMACIÓN FINANCIERA
a percibir depende de las fluctuaciones en
los mercados financieros, ajenos al control del asegurador y cuyos resultados históricos no son indicadores de resultados
futuros.
• Sería aconsejable incluir análisis de sensibilidad del escenario base, considerado
así como pruebas de estrés. Estos análisis
de sensibilidad han de ser explicados con
la mayor claridad posible, huyendo de
términos técnicos, pero sin prescindir de
la profesionalidad en la elaboración de
los mismos.
Por último mencionar, que haciéndome eco
del título de las normas financieras NIIF7, se ha
entender que se ha de ir más allá del mero concepto de suministrar información, sino que se ha
de REVELAR información, y esta información ha
de ser tanto de carácter cuantitativo como cualitativo. Esta revelación ha de llevarse a cabo con
más determinación, si cabe, en el caso de la información al tomador, puesto que es quizás el usuario que tenga mayores carencias técnicas, y es al
que puede afectar en mayor medida los problemas de solvencia de las entidades con las que
contrata los productos que dan cobertura a sus
riesgos.
•
•
•
•
•
•
•
IX.6. CONCLUSIONES
Y RECOMENDACIONES
En este capítulo se ha pretendido reflejar con
qué instrumentos Solvencia II, a través de su tercer pilar, pretende mejorar la protección de asegurados y beneficiarios, así como conseguir una
mayor transparencia de las aseguradoras. Para
ello, Solvencia II va más allá de exigir únicamente información financiera y se plantea el requerimiento de información relativa a la descripción y
funcionamiento del negocio, del gobierno corporativo, de las valoraciones básicas para análisis de
solvencia, de la gestión del riesgo y del capital.
Algunas de las conclusiones a las que se ha llegado tras el estudio de los requisitos sobre tan
amplia información son:
•
221
Hay que determinar los requisitos de
información: ¿Qué indicadores son claves
para el análisis del riesgo? ¿Qué nivel de
detalle se precisa? ¿Cuáles son los criterios de recogida de datos?, ¿Qué protocolos seguir?
La información al supervisor debe permitir que éste realice análisis comparados de
entidades y le permita conocer y analizar
el riesgo y comprender la organización y
el proceso de negocio de la entidad aseguradora.
Es necesario que se coordinen las exigencias de información del supervisor con las
exigencias decretadas por otras autoridades públicas, por ejemplo, contables y
mercantiles, para evitar las duplicidades.
Debe garantizarse el secreto profesional.
Para que los supervisores puedan gestionar adecuadamente la información y llegar a conclusiones sobre los posibles riesgos deben coordinar toda la información
que reciben.
Debe establecerse la diferencia entre la
información que ha de hacerse pública
de aquella que cubre criterios de supervisión.
La información puede ser un factor de
competitividad y por tanto hay que ser
prudente con la que se suministra. Cuando se habla de información destinada
únicamente al supervisor, esta ha de ser
más detallada, mientas que en el caso de
información para el mercado, se permite
que en ciertas materias sea más generalista.
Los requisitos que debe cumplir la información que ha de suministrarse al tomador, para el cumplimiento de Solvencia II,
no se han definido con la misma profundidad que se ha hecho para el caso del
supervisor y el mercado. Y es quizás en
este colectivo donde hay que centrar más
la prudencia y la adecuación entre la
información suministrada y el receptor de
la misma.
ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
En cuanto a las recomendaciones,
• Peligro del exceso regulatorio a raíz de la
crisis. Se ha de elaborar una normativa
sensata en el sentido de que sopese los
costes frente a los beneficios de este control. No se debe dejar de lado que en el
sector bancario los requisitos de capital
son fundamentales, mientras que en el
sector asegurador la importancia de una
adecuada dotación se centra en las provisiones o reservas matemáticas. Estas
reservas son las que deben estar adecuadamente dotadas. Además, respecto al
riesgo de tipo de interés, y aplicable para
los seguros del ramo vida, los pasivos del
seguro se descuentan a una tasa que es
libre de riesgo.
• Debe arbitrarse de forma diferente el
control sobre los riesgos de la actividad
no vida que la de vida sobre todos los productos a largo plazo.
• Se debe invertir en coste de formación y
de tecnología para una mejor gestión de
la información, tanto de las entidades
como de los supervisores.
• Se ha de realizar un esfuerzo para conseguir que la información solicitada por el
órgano supervisor coincida con los objetivos de gestión de riesgos de la entidad,
para evitar la generación de un mayor
coste.
• Respecto a la información al mercado,
esta debería ser revisada por especialistas,
bien auditores o bien actuarios, que certifiquen la bondad, suficiencia y veracidad
de la información suministrada. Asimismo y al igual que a compañía, y supervisores, se les exige un esfuerzo en formación, este esfuerzo ha de realizarse por
parte de los revisores independientes.
•
•
Respecto a la información al tomador
sería aconsejable incluir análisis de sensibilidad del escenario base considerado,
así como pruebas de estrés. Se ha de realizar el mayor de los esfuerzos en facilitar
el entendimiento de la información por
parte del tomador.
El supervisor, con la información disponible, ha de profundizar en la cultura financiera de los usuarios. El supervisor, además de conocer la información preparada
para él, debe supervisar qué tipo de información es la que se suministra al tomador, si esta se ajusta a los requisitos adecuado y ayuda realmente a revelar información al tomador, que es realmente el
objeto de protección de la normativa aseguradora.
REFERENCIAS
Comité Européen des assurances (2006).»Solvency II, «CEIOPS´s draft answer to the
«Third wave» of calls for advice».
Committee of European Insurance and Occupational Pensions Supervisors: «Advise to the
European Commission on Supervisory Reporting and Public disclosure in the Framework
of the Solvency II Project» CEIOPS-DOC03/07.
Committee of Sponsoring Organizations of the
Treadway Commission (COSO): «Gestión de
riesgos corporativos-Marco integrado. Técnicas de aplicación». Septiembre 2004.
Norma Internacional de Información Financiera
n º4 (NIIF 4) y nº 7(NIIF 7).
Swiss Re. «Desafios regulatorios en material de
seguros». Nº 3/2010.
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