VII. Las Obligaciones de Control Interno de las Entidades Aseguradoras

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VII. LAS OBLIGACIONES DE CONTROL INTERNO
DE LAS ENTIDADES ASEGURADORAS
Pablo Wesolowski Ventosa
Rosario de Velasco Marín
DAVIES ARNOLD COOPER Abogados
VII.1. INTRODUCCIÓN
sido comunes a todas ellas y se han fijado
en función de la naturaleza del negocio que
desarrollan, estableciéndose unos márgenes de solvencia que, en principio, no reflejan los riesgos verdaderamente asumidos
por las Entidades aseguradoras.
A partir de Solvencia II, los recursos propios de las Aseguradoras deberán ser fiel
reflejo del elenco de riesgos de todo tipo
que tiene una Entidad de este tipo y
deberán evolucionar en la medida en que
aquéllos lo hacen.
• Pilar 2: Contiene requisitos relativos al
control interno y la gestión de riesgos, así
como a la supervisión cautelar o preventiva.
El sistema de gestión de riesgos de las
Entidades aseguradoras comprenderá las
estrategias y los procedimientos de información necesarios para identificar, vigilar
y gestionar los riesgos a los que, a nivel
individual y agregado, están o puedan
estar expuestas, y sus interdependencias.
La evaluación interna de los riesgos y de
la solvencia formará parte integrante de
la estrategia comercial y se tendrá en
cuenta en las decisiones estratégicas de
las empresas.
• Pilar 3: Comprende lo relativo a la divulgación de información y transparencia.
Los tres pilares mencionados se pueden resumir gráficamente del siguiente modo:
Para entender lo que suponen las obligaciones de
control interno de las Entidades aseguradoras, es
imprescindible enmarcarlas dentro de la Directiva 2009/138/CE («Solvencia II») que supone
tanto una profunda revisión de los planteamientos de supervisión e inspección de las Entidades
aseguradoras, como una importante modificación de los criterios de gestión empresarial, rescatando de la retaguardia y situando en vanguardia tanto el control de riesgos como la transparencia informativa, y todo ello sobre la base del
autocontrol y la supervisión preventiva.
Solvencia II se apoya en los mismos tres Pilares que Basilea II:
• Pilar 1: Se refiere, fundamentalmente, a
las exigencias de provisiones técnicas y de
capital, y aplica técnicas y métodos compatibles con las IAS (International Accounting Standars - Normas Internacionales de
Contabilidad).
En este ámbito, el objetivo es garantizar un
nivel de capital que permita a las Aseguradoras afrontar grandes pérdidas imprevistas, garantizando así la protección de los
asegurados. Con este fin, se establece un
capital mínimo y, por encima de éste, un
capital que refleja el nivel real de riesgo
asumido por la Entidad en función de las
operaciones realizadas.
Hasta Solvencia II, los requisitos de capitalización de las Entidades aseguradoras, han
169
ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
tión de los riesgos a los que se enfrenta toda
actividad humana.
El riesgo no deja de ser un concepto abstracto e
intangible cuya existencia únicamente se constata
en el mismo instante de su defunción: cuando el
riesgo se materializa y se hace visible, deja de ser
riesgo y se convierte en algo tangible, en un evento que puede tener consecuencias desastrosas. En
efecto, parece que la persona que controla el riesgo, controla el futuro, controla el tiempo y, de alguna forma, se asemeja a la divinidad. El control del
riesgo consiste en encapsular el futuro en el presente para privarle de su perverso y dañino aguijón. Sólo quien controla el futuro, está en condiciones de asegurar el presente.
En definitiva, el control interno se centra en
la prevención, es decir, trata de anticiparse al
futuro y evitar los efectos negativos de los riesgos
que afectan a las empresas.
En este contexto, centraremos nuestra exposición en el segundo pilar y, más concretamente en
los principios de control interno, su definición y
las áreas a las que se extiende, sus implicaciones
y la forma en que afecta a la supervisión y al control de las Entidades aseguradoras.
VII.2. ¿QUÉ ES EL CONTROL INTERNO?
El control interno está suponiendo, como ahora
veremos, una verdadera revolución en la forma
de dirigir y gobernar las empresas.
La base sobre la que se asienta el control interno es la prevención y gestión del riesgo; y no
nos referimos aquí solo al riesgo asegurable sino
a cualquier riesgo que pueda comprometer el
resultado de la actividad empresarial.
Entre los ideólogos que han dado fundamento teórico a la gestión de riesgos, es digno de
mención el americano PETER BERSTEIN, autor
de un libro publicado en 1996 bajo el título
«Against the Gods: the Remarkable Story of Risk»
quien coloca la gestión del riesgo en la cima del
progreso. Dice BERSTEIN que «la idea revolucionaria que define la frontera entre la era
moderna y el pasado es el dominio del riesgo».
El control interno pivota, por tanto, en torno
a la idea de la identificación, prevención y ges-
VII.2.1. DEFINICIÓN DEL CONTROL
INTERNO EN LAS ENTIDADES
ASEGURADORAS
En Diciembre de 2003, el Grupo de Trabajo de
Madrid del Comité Europeo de Seguros y Fondos
de Pensiones (CEIOPS, Committee of European
Insurance and Occupational Pension Supervisors),
170
VII. LAS OBLIGACIONES DE CONTROL INTERNO DE LAS ENTIDADES ASEGURADORAS
publicó un documento de acuerdo con el cual, en
el contexto de las Entidades aseguradoras, se
entiende por «control interno» el conjunto de
procesos, continuos en el tiempo, efectuados
por la Dirección y el resto de personal, y establecidos por el Consejo de Administración,
para obtener una seguridad razonable sobre:
• La efectividad y eficiencia de las operaciones.
• La fiabilidad e integridad de la información financiera y no financiera.
• El control y gestión prudente de los
riesgos de acuerdo con los objetivos
estratégicos de la compañía.
• El cumplimiento de las leyes y de las
políticas y procedimientos internos
aplicables.
Así pues, el control interno debe fortalecer el
entorno operativo interno de la Entidad,
aumentando así su capacidad para afrontar eventos externos e internos e identificar fugas y deficiencias en los procesos y las estructuras.
bles errores o deficiencias significativas
en los procesos y estructuras de la Entidad;
• asegurarse de que los procesos internos
de la Entidad respetan las exigencias
impuestas por la normativa aplicable.
Para poder lograr tales objetivos el control
interno deberá cumplir una serie de requisitos, a
saber:
• El control debe estar diseñado de forma
que sea capaz de responder rápidamente
a los riesgos de cualquier tipo que puedan surgir (por ejemplo, riesgos operacionales, de liquidez, etc.).
• El coste de las actividades de control debe
ser proporcionado, es decir, estar en relación con los beneficios derivados de su
establecimiento.
• Los sistemas de control deben incluir
procedimientos para informar inmediatamente (al nivel apropiado de la Dirección) de cualquier fallo significativo o
debilidad identificada, junto con la proposición de las medidas necesarias para
corregirlo.
• El sistema de control debe estar integrado
dentro de las operaciones normales de la
empresa y formar parte de su cultura, de
forma que todo el personal se involucre.
VII.2.2. OBJETIVOS Y REQUISITOS DEL
SISTEMA DE CONTROL INTERNO
En línea con lo señalado en el apartado anterior,
un sistema de control interno debe abarcar las
políticas, procedimientos, tareas, conductas y
otros aspectos de una Entidad que, considerados
en su conjunto, facilitan un funcionamiento efectivo y eficiente y ayudan a asegurar la calidad de
los informes internos y externos y el cumplimiento de la normativa reguladora del sector.
Los principales objetivos del control interno
son los siguientes:
• Potenciar la operativa interna de la Entidad, facilitando un funcionamiento eficaz
y eficiente;
• incrementar la capacidad de la Entidad
para gestionar las diversas situaciones internas y externas que pudieran presentarse;
• identificar y ayudar a orientar los planes
de acción precisos para solucionar posi-
VII.3. REGULACIÓN
VII.3.1. LAS DIRECTIVAS SOLVENCIA I
Y SOLVENCIA II
En 2002, el Parlamento europeo y el Consejo
adoptaron una reforma limitada de las denominadas «Directivas de seguros de tercera generación», conocida como «Solvencia I» y constituida,
entre otras, por la Directiva 2002/13/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 5 de marzo
de 2002, sobre seguros distintos del seguro de
vida y por la Directiva 2002/83/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 5 de noviembre de
2002, sobre el seguro de vida. El artículo 10 de
171
ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
Por su parte, el Reglamento de Ordenación y
Supervisión de los Seguros Privados, aprobado
por el Real Decreto 2486/1998, de 20 noviembre (en adelante, «ROSSP») enumera las obligaciones relativas al control interno de las Entidades aseguradoras (artículo 110 ROSSP) y al control de la política de inversiones (artículo 110 bis
ROSSP). Los citados preceptos obligan a las
Entidades, entre otras cosas, a recopilar la información suficiente para que la Dirección tenga un
conocimiento actualizado sobre la evolución de
sus actividades, y exige al grupo consolidable
desarrollar procedimientos de control interno y
Gestión de Riesgos.
En materia de infracciones de la normativa
de ordenación, el artículo 40 TRLOSSP señala
que las deficiencias en los procedimientos de
control interno, incluidos los relativos a la Gestión de los Riesgos constituyen infracciones que,
según los casos, pueden ser: muy graves, cuando
tales deficiencias pongan en peligro la solvencia
o viabilidad de la Entidad aseguradora o la del
grupo consolidable o conglomerado financiero al
que pertenezca, o graves, una vez haya transcurrido el plazo concedido al efecto para la subsanación por las autoridades competentes, y siempre que ello no constituya infracción muy grave.
esta última norma obligaba a las empresas de
seguros a disponer de una buena organización
administrativa y contable y de procedimientos de
control interno adecuados.
En la misma línea, la Directiva 2009/138/CE,
«Solvencia II», que modifica y refunde, entre
otras, las Directivas 73/239/CEE, 2002/83/CE y
2005/68/CE, y que deberá ser transpuesta por los
Estados Miembros antes del 31 de octubre de
2012, señala en su artículo 46 que las empresas
de seguros y reaseguros deberán establecer un
sistema eficaz de control interno que constará,
como mínimo, de:
• procedimientos administrativos y contables;
• mecanismos adecuados de información a
todos los niveles de la empresa;
• una función de verificación del cumplimiento.
Dicha función de cumplimiento consistirá en
asesorar al órgano de administración acerca del
cumplimiento de las disposiciones legales y
reglamentarias que afecten a la Entidad. Comportará, asimismo, la evaluación de las posibles
repercusiones de cualquier modificación del
entorno legal en las operaciones de la Entidad y
la determinación y evaluación del riesgo legal.
VII.3.3. AUTORREGULACIÓN: LA GUÍA DE
BUENAS PRÁCTICAS DE CONTROL
INTERNO DE UNESPA
VII.3.2. EL TRLOSSP Y EL ROSSP
Tras la última modificación del texto de los artículos 110 y 110 bis ROSSP, la UNESPA (Asociación
Empresarial del Seguro) actualizó, en 2007, su
Guía de buenas prácticas en materia de control
interno, que tiene como fin orientar las acciones
que, en esta materia, pudieran adoptarse individualmente por las Entidades aseguradoras que
operan en el mercado de seguros español, si así
lo considerasen de forma libre y voluntaria.
Esta Guía contiene una serie de principios
aplicables al sistema de control interno (proporcionalidad; valoración y tratamiento del riesgo; información y comunicación; integridad; etc.), las bases
de dicho sistema (segregación de funciones; autorización de operaciones; tecnologías de la información y comunicación; servicios subcontratados;
A nivel nacional, de conformidad con el artículo
71.3 del Texto Refundido de la Ley de Ordenación y Supervisión de los Seguros Privados,
aprobado por el Real Decreto Legislativo
6/2004, de 29 de octubre (en adelante,
«TRLOSSP»), el Ministerio de Economía y
Hacienda exigirá que las Entidades aseguradoras
sometidas a su control dispongan de una buena
organización administrativa y contable y de procedimientos de control interno y de gestión de
los riesgos adecuados. Además, la misma norma
señala que cuando el programa de actividades de
una Entidad carezca de procedimientos de control interno adecuados se le denegará la autorización solicitada (artículo 5 TRLOSSP).
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VII. LAS OBLIGACIONES DE CONTROL INTERNO DE LAS ENTIDADES ASEGURADORAS
control de sucursales; cumplimiento normativo;
etc.) e incluye un anexo en el que se recoge un
modelo de informe anual sobre la efectividad de
los procedimientos de control interno.
gestión de las operaciones intragrupo y la
concentración de riesgo.
VII.4. IMPLEMENTACIÓN DE
PROCEDIMIENTOS DE CONTROL
INTERNO: AFECTADOS
Y RESPONSABLES
VII3.4. EL CONTROL INTERNO EN EL
BORRADOR DE ANTEPROYECTO DE
LEY DE SUPERVISIÓN DE SEGUROS
PRIVADOS
VII.4.1. ¿A QUIÉN AFECTA EL CONTROL
INTERNO?
La futura Ley de Supervisión de Seguros Privados tiene por objeto la regulación del acceso a las
actividades de seguro y reaseguro privado, las
condiciones y supervisión de su ejercicio, y el
régimen de saneamiento y liquidación de las
Entidades aseguradoras y reaseguradoras, con la
finalidad principal de tutelar los derechos de los
tomadores, asegurados y beneficiarios y de facilitar la transparencia del mercado de seguros y el
desarrollo de la actividad aseguradora privada.
En materia de control interno, el borrador de
Anteproyecto no introduce ninguna modificación importante con respecto a la regulación en
vigor. Se limita prácticamente a transponer el
artículo 46 de la Directiva Solvencia II disponiendo que las Entidades aseguradoras y reaseguradoras establecerán, documentarán y mantendrán en todo momento un sistema de control
interno adecuado a su organización.
La Ley también regula la supervisión de los
grupos de Entidades, señalando que los sistemas
de gestión de riesgos y de control interno y los
procedimientos de información se implantarán
coherentemente en todas las Entidades que formen parte de un grupo, de modo que esos sistemas y procedimientos de información puedan
ser objeto de supervisión a nivel de grupo. El sistema de control interno del grupo comprenderá,
al menos, lo siguiente:
a) Mecanismos apropiados, con respecto a
la solvencia del grupo, que permitan
identificar y medir todos los riesgos significativos existentes, y cubrir adecuadamente esos riesgos con fondos propios
admisibles.
b) Procedimientos de información y de contabilidad fiables de cara a la vigilancia y
Dentro de una Entidad aseguradora, el control
interno supone un cambio radical de cultura, que
implica tanto a los administradores, como a los
gestores, ejecutivos y empleados de la misma. El
control interno actúa de forma vertical y horizontal, y afecta a todos los elementos de la actividad de la Entidad, a todos y cada uno de sus
departamentos y a todos los niveles. Toda persona que trabaje en una Entidad tendrá, pues, su
propia responsabilidad en la rueda del control
interno, si bien, como veremos más adelante,
corresponde al Órgano de Administración la función de establecer, mantener y mejorar los sistemas de control interno.
Por otra parte, aunque se acepta que el control interno nunca será capaz de controlar, absorber y neutralizar todos los riesgos en su integridad, sí se pretende garantizar un nivel de confianza razonable en función de la naturaleza y
extensión de dichos riesgos.
En el terreno práctico, esto último implica la
necesidad de crear nuevas estructuras diseñadas
desde la pura perspectiva del control interno,
crear los canales de transmisión de información
adecuados para llegar a todos los rincones de la
actividad, empapar al personal de la cultura del
control y redactar códigos de conducta a efectos
de hacer efectivo el sistema de control interno.
VII.4.2. ¿QUIÉNES SON LOS RESPONSABLES
DEL CONTROL INTERNO?
Según el artículo 110.1 ROSSP, las Entidades
aseguradoras deben establecer, documentar y
173
ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
mantener en todo momento procedimientos de
control interno adecuados a su organización. El
Consejo de Administración de la Entidad obligada a presentar la documentación estadístico
contable consolidada o el de la obligada a presentar la documentación estadístico contable
individual será el responsable último de establecer, mantener y mejorar tales procedimientos de
control interno. Por su parte, la Dirección de la
Entidad será responsable de la implementación
de los procedimientos de control interno, en
línea con las directrices establecidas por el Consejo de Administración.
den tenerse debidamente en cuenta a través de
exigencias en materia de gobierno y no a través
de los requisitos cuantitativos que se reflejan en
el capital de solvencia obligatorio. Resulta, pues,
esencial establecer un sistema de gobierno eficaz para la correcta gestión de la compañía de
seguros y para el sistema de control. Dicho sistema incluye, como veremos más adelante, las funciones de gestión del riesgo, verificación del
cumplimiento y auditoría interna y la función
actuarial.
Dado que la tarea principal de una empresa es
alcanzar sus objetivos y que, al mismo tiempo, la
empresa debe respetar ciertos límites, es decir,
atenerse a las normas propias, a la regulación
general y específica del sector, y a las políticas y
expectativas relevantes, en el seno de la empresa
se crea una estructura diseñada para conseguir
sus objetivos y que debe velar también por que
no se rebasen los límites establecidos. Dicha
estructura básica es la siguiente:
VII.4.2.1. Gobierno corporativo y control interno
El gobierno corporativo se define como el sistema por medio del cual se gestionan y controlan
las empresas.
La Directiva Solvencia II señala, en sus considerandos 29 y 30, que algunos riesgos solo pue-
En efecto, las Entidades aseguradoras actúan
en el mercado con el fin de cumplir sus objetivos,
para lo cual crean una Dirección y un Consejo de
Administración que deberá supervisar, entre
otras cosas, que la actuación de la Entidad se
ajusta a una regulación integrada por:
a) Normas generales (legislación laboral, de
consumo, salud, seguridad, etc.).
b) Normas específicas (Directivas de la UE;
TRLOSSP, ROSSP, etc.).
c)
Normativa sobre cuentas anuales e informes de gestión.
d)
Normas éticas propias de las empresas.
e)
Régimen de responsabilidad social.
Dentro de la mencionada estructura, el Consejo de Administración tiene la obligación de
informar a las Entidades de Supervisión sobre
sus normas para el gobierno corporativo, y, tanto
a nivel interno como externo, los consejeros son
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VII. LAS OBLIGACIONES DE CONTROL INTERNO DE LAS ENTIDADES ASEGURADORAS
responsables de garantizar que la empresa cumple con sus obligaciones legales y, en general normativas, incluidas las de carácter ético.
En conclusión, la gobernabilidad corporativa
aporta a las Entidades una estructura para el
control y para la comunicación de la información. Gobernabilidad, gestión de riesgos y control interno forman un sistema completo que
debe garantizar el cumplimiento efectivo de las
normas y la asunción de responsabilidad frente a
los accionistas.
trol, podrá promover programas de formación
«ad hoc» para el personal de la organización
sobre aquellos aspectos críticos del sistema de
control interno implementado.
VII.4.2.3. El Consejo de Administración
El artículo 110.1 ROSSP establece que el Consejo de Administración de la Entidad obligada a
presentar la documentación estadístico contable
consolidada o el de la obligada a presentar la
documentación estadístico contable individual
será el responsable último de establecer, mantener y mejorar los procedimientos de control
interno. Es decir, las Entidades aseguradoras
deberán establecer, documentar y mantener, en
todo momento, procedimientos de control interno adecuados a su organización, siendo el Consejo de Administración el responsable último de
su establecimiento, actualización periódica y, en
su caso, mejora.
Dicha responsabilidad, siguiendo la Guía de
buenas prácticas en materia de control interno
de UNESPA, comprende, al menos, las siguientes
funciones:
a) Aprobar una estructura general de riesgos asumibles, así como el conjunto de
medidas y políticas generales necesarias
para implantar y desarrollar sistemas
internos de control, seguimiento y evaluación continuada de riesgos, adecuados
al tamaño, estructura y diversidad de los
negocios de la Entidad y el grupo consolidado.
b) Promover, dentro de la organización la
revisión del razonable funcionamiento del
sistema de control interno establecido.
c) Establecer las diversas responsabilidades
sobre el sistema de control interno dentro
de la estructura jerárquica.
d) Eludir el conflicto de intereses en el diseño, implantación y supervisión del control interno, mediante una segregación
de tareas que permita la objetividad e
independencia entre quien diseña o ejer-
VII.4.2.2. Cultura de control
De conformidad con lo dispuesto en el artículo
110.1 ROSSP y lo dispuesto en la Guía de Buenas Prácticas de UNESPA, el Consejo de Administración ha de establecer una cultura en todos
los niveles de la Entidad que acentúe la importancia del control interno. La Dirección es responsable de la implantación de esa cultura y
todos los empleados deben conocerla y estar
involucrados en ella, dado que una buena cultura de control interno contribuirá a mitigar el
riesgo de reputación corporativa. Por lo tanto,
como ya hemos visto anteriormente, para lograr
sistemas de control interno adecuados, todos los
niveles de la organización de la Entidad deberán
ser conscientes de su importancia. Esto se logra
cuando el Consejo de Administración promueve
un entorno adecuado donde todo el personal
conoce su papel en el proceso de control interno
y se compromete plenamente con el mismo.
Así pues, para reforzar la integridad del control
interno, es aconsejable que las compañías aseguradoras fomenten las políticas y prácticas adecuadas
que contribuyan a potenciar la cultura de control.
Por último, con el fin de que todo el personal
se involucre de forma activa en el proceso de
acuerdo con sus responsabilidades y tareas específicas, se documentarán de modo apropiado las
principales responsabilidades, obligaciones, procedimientos y canales informativos relevantes.
Adicionalmente, la Dirección, en cumplimiento de su obligación de divulgar la cultura de con175
ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
c)
Garantizar que la auditoría interna se
realiza de acuerdo con las normas profesionales, el plan y la estrategia de la auditoría.
d) Analizar y valorar la idoneidad y eficacia
de los sistemas de control interno.
e) Garantizar que en la empresa existe un
sistema efectivo de gestión de riesgos.
f) Garantizar el cumplimiento de las leyes,
de los códigos éticos y los procedimientos
de la empresa.
g) Garantizar que existe una buena documentación y comunicación de la información financiera, tanto a la Junta General
como al Consejo de Administración,
como a terceros, en su caso.
h) Investigar fraudes, y en su caso, proponer
sanciones.
Por último, el Consejo de Administración
tiene que reflejar las debilidades del control ocurridas durante el periodo de referencia y el efecto que las debilidades han tenido o podrían
haber tenido en los resultados o en la situación
de la Entidad. Por este motivo, el Consejo de
Administración debe ser consciente en todo
momento de los fallos o debilidades del control
interno, determinar cómo surgen las mismas y
reconsiderar la efectividad del diseño, funcionamiento y revisión del sistema de control interno.
ce el control y quien evalúa el diseño y la
calidad de ejecución del sistema de control interno.
e) Asegurar que se cuente con los medios y
recursos necesarios en la organización
para la consecución de los objetivos del
control interno.
f) Aprobar los programas, procedimientos y
controles internos necesarios para combatir el blanqueo de capitales y/o la financiación de actividades terroristas, en
aquellas Entidades legalmente obligadas
a ello.
Para verificar que el Consejo de Administración cumple adecuadamente sus funciones, los
factores a considerar son los siguientes:
• Celebración de reuniones con regularidad.
• Definición de tareas y contenido de las
mismas.
• Proceso de selección e independencia de
los consejeros; potestades, incompatibilidades, duración del cargo y retribuciones.
• Relación con auditores y reguladores.
• Adecuado funcionamiento del Comité de
Auditoría.
El Comité de Auditoría es un subcomité del
Consejo de Administración. Su constitución no es
obligatoria salvo en el caso de Entidades emisoras de valores admitidos a negociación en mercados secundarios (Disposición Adicional18ª de la
Ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores). El objetivo de este Comité es supervisar el
funcionamiento del control interno dentro de la
Entidad de manera independiente de la gestión,
asegurando la correcta aplicación de las directrices de control interno dictadas por el Consejo de
Administración.
Al Comité de Auditoría le corresponden las
siguientes funciones:
a) Proponer el nombramiento de auditores
externos y supervisar los servicios prestados por éstos.
b) Examinar las cuentas anuales de la
empresa.
VII.4.2.4. La Dirección
De acuerdo con el artículo 110.1 ROSSP, la
Dirección de la Entidad será responsable de la
implementación de los procedimientos de control interno, en línea con las directrices establecidas por el Consejo de Administración y, por
supuesto, respetando lo establecido en la normativa de supervisión.
En concreto, con objeto de desarrollar los procedimientos de control interno, la Dirección se
encargará de lo siguiente:
a) La puesta en práctica de las políticas y
medidas acordadas por el Consejo de
Administración, incluidas las estrategias y
176
VII. LAS OBLIGACIONES DE CONTROL INTERNO DE LAS ENTIDADES ASEGURADORAS
Además, según ha indicado el CEIOPS, la
actuación de la Dirección deberá ajustarse a los
siguientes principios:
• Definir y revisar una estructura organizativa que constituya un marco adecuado para
el control interno. Dentro de esta estructura, se establecerá una segregación de tareas y se asignarán claramente responsabilidades (en particular, las del Consejo de
Administración); existirán niveles de delegación de autoridad apropiados y relaciones informativas adecuadas.
• Garantizar que los empleados cuenten
con la formación y experiencia necesarias.
• Garantizar la identificación de cualquier
área donde puedan surgir conflictos de
intereses.
• Establecer canales de información claros,
garantizando una comunicación eficaz a
través de toda la organización.
• Desarrollar y mantener una documentación amplia que defina claramente las
responsabilidades, la delegación de autoridad y relaciones dentro de la organización de la Entidad.
• Establecer y documentar políticas y procedimientos de control interno apropiados en todas las unidades de negocio y
garantizar su efectividad.
• Asegurar el cumplimiento de las políticas
de exteriorización definidas por el Consejo e implantar los controles específicos
de las funciones exteriorizadas.
• Asegurar un grado eficaz de control por
la dirección a todos los niveles de la compañía y sus diversas actividades.
• Implantar un mecanismo para verificar
regularmente el cumplimiento de políticas y procedimientos de control.
• Solicitar informes regularmente sobre
actividades de control interno.
• Informar periódicamente al Consejo de
Administración sobre la eficacia y adecuación del sistema de control interno.
normativas, con el fin de implantar un
sistema de control interno eficaz.
b) La valoración de la eficacia con que los
controles actúan sobre la organización y
los procedimientos de la empresa.
c) La transmisión de información actualizada a su Consejo de Administración, así
como de la eficacia y adecuación del sistema de control interno.
d) La identificación previa de las áreas en las
que puedan surgir conflictos de intereses
y el seguimiento correspondiente de los
que surgiesen.
e) La divulgación de la cultura de control
dentro de la organización.
f) La adecuada documentación, en cumplimiento de los requerimientos normativos
vigentes, de los procedimientos de control interno y de gestión de riesgos implementados en la Entidad.
g) El desarrollo de los programas, procedimientos y controles internos necesarios
para combatir el blanqueo de capitales
y/o la financiación de actividades terroristas, cuando la Entidad esté legalmente
obligada a ello. Para asegurarse que dicho
desarrollo se produce de acuerdo con las
Directrices del Consejo, el ROSSP le atribuye un papel vigilante, responsabilizándole también del mantenimiento y mejora de los procedimientos de control interno. De ahí, surgirá la necesidad de una
revisión permanente e «independiente»
del control interno y de una valoración de
la efectividad de los procedimientos.
En resumen, en cumplimiento de su función
de ejecución de las directrices del Consejo de
Administración, al equipo directivo corresponde
la implantación de estrategias y políticas y el
establecimiento de un sistema de control interno
eficaz, para lo cual asume la responsabilidad de
la eficacia de los controles sobre la organización
y los procedimientos de la Entidad, y también la
obligación de mantener informado al Consejo de
Administración sobre la eficacia y adecuación
normativa del sistema de control interno.
177
ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
•
Implantar rápidamente las recomendaciones hechas por el Consejo de Administración sobre la mejora del sistema de
control interno.
•
Procesos para revisar la efectividad del
sistema de control interno.
VII.5.1. SISTEMAS DE IDENTIFICACIÓN,
VALORACIÓN Y GESTIÓN
DE RIESGOS
VII.5. ¿A QUÉ SE EXTIENDE EL CONTROL
INTERNO?
Hemos visto que el control interno se extiende,
en primer lugar, a la identificación y valoración
continua de los riesgos, internos y externos, de la
Entidad en sus causas, probabilidad y consecuencias.
El control interno es tentacular, es decir, la
Entidad debe intentar identificar el mayor número de riesgos posible y prestar especial atención a
los riesgos «significativos» que son aquéllos cuyas
consecuencias pueden obstaculizar, no sólo los
objetivos de la Entidad sino también los de los
supervisores y los tomadores de seguro o asegurados.
El control se extenderá tanto a los riesgos
voluntariamente asumidos (por ejemplo, la suscripción), como a los riesgos asociados a toda
actividad (por ejemplo, los riesgos que puedan
amenazar la continuidad del negocio, riesgos del
gobierno corporativo, riesgos de empleo, riesgos
reputacionales, riesgos macroeconómicos, riesgos catastróficos, etc.).
En este proceso, la Entidad debe entender la
naturaleza de los riesgos a los que se enfrenta, su
gestación, sus posibilidades de control, sus potenciales efectos en la cuenta de resultados y cómo los
riesgos pueden interrelacionarse entre sí.
Todo lo anterior se fundamenta en el artículo
110.5 ROSSP, según el cual, las Entidades aseguradoras establecerán sistemas de gestión de
riesgos, adecuados a su organización, que les
permitan identificar y evaluar, con regularidad,
los riesgos internos y externos a los que están
expuestas. Para ello, establecerán estrategias respecto de los mismos, adecuadas a la naturaleza e
incidencia de tales riesgos, incorporando procesos que permitan una medición de los riesgos
identificados, incluyendo su probabilidad de ocurrencia e impacto en el perfil de riesgo de la
Según el artículo 110.3 ROSSP, los procedimientos de control interno comprenderán, en
todo caso, el desarrollo de una adecuada función
de revisión y el establecimiento de sistemas de
gestión de riesgos. Además, el apartado 6 del
mismo artículo señala que los procedimientos de
control interno se extenderán, en aquellas Entidades que externalicen cualquiera de sus funciones o actuaciones, a las actividades externalizadas. En relación con esto último, en ningún
supuesto la externalización de funciones implicará que la Entidad transfiera o deje de asumir las
responsabilidades derivadas de tales funciones.
En esta misma materia, el artículo 46 de la
Directiva Solvencia II dispone que el sistema de
control interno constará, como mínimo, de procedimientos administrativos y contables, de un
marco de control interno, de mecanismos adecuados de información a todos los niveles de la
Entidad, y de una función de cumplimiento.
Por lo tanto, por imperativo legal, y además,
para ser eficaz y efectivo, el sistema de control
interno contará con los siguientes elementos:
• Ambiente de control: es la base de los
demás componentes del control interno,
y sirve para proporcionar disciplina y
estructura.
• Identificación y evaluación de los riesgos
y los objetivos de control.
• Actividades de control: son las políticas y
procedimientos que ayudan a asegurarse
que las instrucciones de la Dirección se
están llevando acabo.
• Procedimientos de información y comunicación: la información relevante debe
ser identificada y comunicada en la forma
y tiempo apropiado.
178
VII. LAS OBLIGACIONES DE CONTROL INTERNO DE LAS ENTIDADES ASEGURADORAS
Entidad. Asimismo, las Entidades deberán tener
establecidos planes de contingencia que permitan anticipar situaciones adversas que puedan
poner en peligro su viabilidad.
Así pues, el sistema de gestión de riesgos
cubrirá, al menos, las siguientes áreas:
• La suscripción y constitución de reservas;
• la gestión de activos y pasivos;
• la inversión, en particular, en instrumentos derivados y compromisos similares;
• la gestión del riesgo de liquidez y de concentración;
• la gestión del riesgo operacional;
• el reaseguro y otras técnicas de reducción
del riesgo.
política de riesgos en un documento marco. Esta
política debe describir los riesgos, su modo de
gestión y los objetivos del proceso; además, hará
referencia a los requerimientos normativos y describirá el proceso de gestión y su integración en
la Entidad, las funciones de los distintos sujetos
implicados, la estructura organizativa y el sistema
de comunicación de información.
Además, la gestión del riesgo debe ser integrada, es decir, formar parte del proceso de planificación estratégica de la compañía e integrarse en el sistema de medición del cumplimiento
de los objetivos. La gestión integrada aspira a
una visión global de los riesgos, de forma que se
tengan en cuenta en toda la empresa y de forma
conjunta. En este proceso, básicamente, se desarrolla en las siguientes etapas:
1. Análisis y registro de los riesgos en las distintas unidades.
2. Informes agregados por departamentos
con evaluación de los riesgos y su impacto económico, identificación del responsable y de la acción requerida.
3. Integración de la política de gestión de
riesgos en la política de la Entidad estableciendo las respuestas que deben darse
ante la exposición al riesgo identificada.
El sistema de gestión del riesgo, que debe ser
adecuado a la organización de la Entidad, consiste en lo siguiente:
• Identificación, análisis y evaluación de
los riesgos (internos y externos). Se trata,
en primer lugar, de recoger regularmente
toda la información relativa a los riesgos
que han sido identificados en cada proceso, (tipo, impacto, probabilidad) y, en
segundo lugar, de establecer su importancia. También se verifica que los riesgos se
analizan y gestionan en la empresa de
manera efectiva y dinámica. Para la evaluación de los riesgos pueden utilizarse
distintas técnicas: cuestionarios, entrevistas, evaluaciones por consultores externos, talleres de trabajo, etc.
• Establecimiento de estrategias adecuadas a los distintos riesgos. Una vez eva-
VII.5.1.1. La gestión de riesgos
La gestión de riesgos, según S. DURÁN DOMÍNGUEZ (2010), es un proceso dinámico que
tiene un doble objetivo: primero, conocer los
riesgos que afectan a los objetivos de la Entidad
y, segundo, enfrentarse a ellos. Se trata de una
herramienta más para la gestión y supone realizar una elección entre diferentes alternativas.
Así, una vez conocidos los riesgos, puede optarse
por aplicar medidas de control, transferir el riesgo, adoptar planes de contingencia, asumir más
riesgo, comunicarlo a los accionistas para que
decidan, tolerar el riesgo, investigarlo o revisarlo. La elección de la respuesta estará basada en la
combinación de impacto y probabilidad.
El riesgo aceptado es el riesgo residual que va
a ser gestionado con una estrategia adecuada. La
dificultad está en determinar el nivel (tolerancia)
del riesgo aceptado. El Consejo de Administración debe ser el punto de partida del análisis de
los riesgos más importantes; su estrategia es la
base para establecer la tolerancia al riesgo en el
la Entidad.
La gestión del riesgo no debe ser vista como
un mero ejercicio para dar cumplimiento a la exigencia normativa. Para ello, es esencial el papel
del Consejo de Administración, que definirá la
179
ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
luados los riesgos, se identifican las medidas de control aplicables (estrategia y persona responsable).
• Planes de contingencia: son planes
especiales que contienen las medidas
necesarias para la continuidad del negocio y de la actividad de la Entidad ante
las situaciones adversas que puedan
poner en peligro la organización y sus
objetivos. Estos análisis prospectivos se
refieren a las distintas áreas críticas de la
Entidad, incluida la tecnológica; deben
partir de un análisis de impacto en el
negocio y contemplar medidas preventivas, de reacción y de recuperación de la
amenaza sufrida. Se incluirán además los
recursos materiales y personales necesarios, las distintas responsabilidades y los
protocolos de actuación. Por último, convendrá realizar pruebas del plan, para
verificar si es completo, evaluar el desempeño del personal que interviene y la
coordinación con los proveedores externos que prestan servicios durante la contingencia.
• Indicadores de riesgos: son herramientas destinadas a detectar o valorar posibles riesgos. Los informes sobre riesgos
deben centrarse en estos indicadores y
proporcionar a la Dirección la información necesaria sobre los tipos de riesgos
que pueden afectar a cada línea de negocio, las alarmas establecidas, los avances
en el control y el mantenimiento del riesgo en un nivel aceptable.
• Información suficiente y adecuada para
el Consejo de Administración y la Dirección.
Finalmente, los aspectos esenciales para
comprobar si la gestión de riesgos se ha integrado en la empresa son:
a) Asegurarse que los riesgos se han comprendido, identificado y gestionado.
b) Asegurarse que se ha emprendido una
evaluación de riesgo de las áreas importantes de la empresa.
c)
d)
e)
f)
Todos los esfuerzos dedicados a los riesgos y los controles deben ser la base del
informe anual de control interno.
La empresa debe informar a los accionistas de lo que realiza para la gestión de
riesgos.
La gestión de riesgos no se debe implantar simplemente para un cumplimiento
normativo sino con un objetivo de gestión
de la Entidad, desde el convencimiento
de su utilidad.
La gestión de riesgos se debe integrar
en los procesos de la empresa y en su
cultura.
VII.5.1.2. Clases de riesgos, mecanismos
y actividades de control
El CEIOPS ha clasificado los riesgos que afectan
a las compañías de seguros y reaseguros en las
siguientes categorías:
a) Riesgo de seguro, que puede ser de vida
o no vida, y comprende la previsión de
obligaciones futuras y el cálculo de las
provisiones.
b) Riesgo de mercado: es el riesgo de pérdida en el valor de las inversiones, derivado de variaciones en el nivel de los precios de los activos, pasivos e instrumentos
financieros, como consecuencia de cambios en los factores de riesgo de mercado.
c) Riesgo de crédito: es el riesgo de pérdida debido al incumplimiento de la contraparte en un contrato.
d) Riesgo de liquidez: es la posibilidad de
que las Entidades no sean capaces de realizar sus activos en el momento preciso
para afrontar sus compromisos financieros en fecha.
e) Riesgo operacional: es el riesgo de pérdidas derivado de procesos internos
inadecuados o fallos en los mismos,
errores de personas o sistemas, o de
eventos externos. Incluirá los riesgos
legales, pero no los riesgos derivados de
180
VII. LAS OBLIGACIONES DE CONTROL INTERNO DE LAS ENTIDADES ASEGURADORAS
Las actividades de control se definen como
aquellas políticas y procedimientos que contribuyen a garantizar la aplicación de las instrucciones
de la Dirección. Un sistema de control interno
apropiado requiere la implantación de actividades de control, eficaces y eficientes, en todos los
niveles de la Entidad, de forma que se impliquen
el Consejo de Administración, la Dirección y el
personal de la compañía.
En la práctica, las actividades de control en
las Entidades aseguradoras consisten en lo
siguiente:
• Control de las políticas de suscripción
para asegurar que los productos diseñados están respaldados por los correspondientes análisis técnicos del perfil del
riesgo y para asegurar el correcto establecimiento de la prima.
• Control de los canales de distribución
para asegurar no sólo que los mediadores
cumplen con las políticas de la Entidad y
observan las obligaciones contractualmente contraídas, sino también que las
comisiones que se pagan son las adecuadas y las primas se cobran puntualmente.
• Control de la gestión de siniestros para
asegurar que los siniestros son debidamente procesados, tramitados y documentados, estableciéndose límites
monetarios de tramitación en función
de la experiencia y competencia del tramitador.
• Control del establecimiento de las provisiones técnicas para asegurar que están
debidamente calculadas, documentadas y
basadas en técnica actuarial.
• Control de las políticas de inversión
para establecer la máxima exposición al
riesgo y garantizar que no se sobrepasa,
implantando la debida independencia
entre los responsables de inversión y los
de control financiero.
• Control del cumplimiento de los márgenes
de solvencia para garantizar que existen
recursos económicos suficientes para
absorber pérdidas técnicas o de otro tipo.
decisiones estratégicas ni los riesgos de
reputación.
f) Otros riesgos: estratégico, de concentración y reputacional, que se puede identificar con la pérdida de confianza en una
compañía como consecuencia del daño
en su imagen pública.
Los mecanismos de control, tal como ha
indicado S. DURÁN DOMÍNGUEZ (2010), son
todas las disposiciones y procedimientos que se
ponen en funcionamiento para garantizar que
se van a conseguir los objetivos de la empresa.
Teniendo en cuenta que los controles, según su
objeto, se clasifican en directivos (para asegurar
una determinada forma de actuación), preventivos (para garantizar el funcionamiento adecuado de procedimientos/sistemas), detectivos
(para captar errores) o correctivos (para corregir las desviaciones detectadas), los mecanismos
de control adoptados en la Entidad pueden ser
los siguientes:
• La autorización.
• Las limitaciones de acceso (contraseñas,
controles de accesos, aéreas no permitidas, etc.).
• La supervisión.
• La verificación de la conformidad.
• Los manuales de procedimiento.
• La contratación y las normas destinadas
al desarrollo de la plantilla.
• La separación de funciones: que siempre
actúe más de una persona durante cualquiera de las operaciones de la empresa.
• La organización.
• La comunicación de la información a los
superiores.
• La numeración secuencial de los documentos y de los escritos controlados.
• Las conciliaciones.
• La seguridad de las tecnologías de la
información.
• La gestión del cumplimiento.
• Las garantías que acompañan a las operaciones de inversión.
181
ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Control de las políticas contables para
garantizar que la contabilidad refleja la
imagen fiel de los activos y pasivos de la
Entidad, su posición financiera y la observancia de la legalidad vigente.
Control de la protección de los asegurados, del servicio de atención al cliente y
de la protección de datos personales.
Control de los programas de reaseguro y
otros instrumentos de transferencia de
riesgos, para disminuir de forma efectiva
la exposición al riesgo de la Entidad.
Control de los sistemas de información
para garantizar que se facilita información correcta de manera puntual.
Control de las políticas de prevención
del blanqueo de capitales.
Control de los sistemas de Información
y Tecnología de la Comunicación para
garantizar que se utilizan sistemas informáticos adecuados para el desarrollo de
la actividad así como sistemas de seguridad y control de los riesgos inherentes a
la informática para neutralizar su vulnerabilidad especialmente cuando se contrata a través de internet.
Control de los sistemas de monitorización y seguimiento de los propios controles internos.
Control sobre el cumplimiento de la
legalidad vigente (compliance) en todos
sus ámbitos (fiscal, laboral, societario,
regulatorio, contractual, penal, etc.).
Control de las actividades externalizadas
para garantizar que son debidamente ejecutadas.
En este sentido, el artículo 110.3 ROSSP
establece que los procedimientos de control
interno comprenderán el desarrollo de una adecuada función de revisión y el establecimiento
de sistemas de gestión de riesgos.
La revisión del sistema de control interno
puede realizarse de dos formas:
• Revisiones permanentes: Están integradas en las actividades operativas normales de la Entidad. La revisión se lleva a
cabo en tiempo real, reacciona de modo
dinámico a las condiciones cambiantes y
está integrada en los procesos de la Entidad, lo que puede darle un alto grado de
eficacia. Por ejemplo, son revisiones permanentes las que realizan los directivos al
estudiar los informes operativos, usados
para gestionar las operaciones de modo
permanente, pudiendo detectar inexactitudes relativas a los resultados esperados,
o los reguladores, que se comunican con
la Dirección en temas de cumplimiento u
otros que reflejan el funcionamiento de la
gestión de riesgos corporativos.
• Evaluaciones independientes: Consisten
en revisiones centradas en la eficacia del
control interno. Las evaluaciones varían
en alcance y frecuencia en función de la
significación de los riesgos y la importancia de las respuestas a ellos, así como de
los correspondientes controles disponibles para gestionarlos. Las áreas de riesgo
de alta prioridad y sus respuestas tienden
a evaluarse más a menudo. La evaluación
de la totalidad del control interno de una
Entidad puede suscitarse por diversas
razones: cambios importantes en la estrategia o gestión, adquisiciones o enajenaciones, cambios en las condiciones económicas o políticas o en las operaciones o
los métodos de procesamiento de datos.
Además, el artículo 110.4 ROSSP establece
que la función de revisión será realizada por personal con suficiente conocimiento y experiencia,
que garantice plena independencia respecto a las
distintas áreas de la Entidad, correspondiendo al
VII.5.2. REVISIÓN DEL SISTEMA
DE CONTROL DE RIESGOS
Un elemento esencial para el adecuado funcionamiento del control interno es la comprobación
de que el sistema funciona de manera adecuada
y de si es necesario adaptarlo a nuevos riesgos o
cambios en las circunstancias existentes.
182
VII. LAS OBLIGACIONES DE CONTROL INTERNO DE LAS ENTIDADES ASEGURADORAS
Consejo de Administración garantizar los recursos precisos para el adecuado cumplimiento de
las funciones.
En relación con el personal que lleva a cabo la
revisión, en las autoevaluaciones, los responsables de una determinada unidad o función establecerán la eficacia de la gestión de riesgos en sus
actividades. A continuación, la Dirección examinará las evaluaciones de cada una de las divisiones de la empresa. Además, los auditores internos realizan normalmente evaluaciones como
parte de sus funciones normales o a petición de
la Dirección. Además, los directivos de la Entidad
pueden utilizar la información de los auditores
externos para valorar la eficacia de la gestión de
los riesgos corporativos.
Por último, cabe añadir que, lógicamente, la
revisión deberá centrarse en las deficiencias
detectadas, ya sean reales o potenciales, y ser
facilitada al responsable adecuado, para que éste
pueda actuar en consecuencia.
•
coordinar el cálculo de las provisiones
técnicas;
• cerciorarse de la adecuación de las metodologías y los modelos de base utilizados,
así como de las hipótesis empleadas en el
cálculo de las provisiones técnicas;
• evaluar la suficiencia y la calidad de los
datos utilizados en el cálculo de las provisiones técnicas;
• cotejar las mejores estimaciones con la
experiencia anterior;
• informar al órgano de administración,
dirección o supervisión sobre la fiabilidad
y la adecuación del cálculo de las provisiones técnicas y supervisar dicho cálculo;
• pronunciarse sobre la política general de
suscripción y sobre la adecuación de los
acuerdos de reaseguro;
• contribuir a la aplicación efectiva del sistema de gestión de riesgos.
En este contexto, la Directiva Solvencia II
señala que la definición de una función actuarial
determinada no obsta para que la empresa decida libremente la manera de organizar dicha función en la práctica. Por lo tanto, la definición no
debe traducirse en requisitos excesivamente gravosos, ya que deben tenerse en cuenta la naturaleza, el volumen y la complejidad de las operaciones de la empresa.
Por último, estas funciones deben poder encomendarse al propio personal de la empresa, o
bien realizarse bajo el asesoramiento de expertos
externos, o externalizarse a expertos, dentro de
los límites fijados en la Directiva.
VII.5.3. AUDITORÍA INTERNA
Las empresas de seguros y de reaseguros contarán con una función eficaz de auditoría interna.
Esta función abarcará la comprobación de la adecuación y eficacia del sistema de control interno
y de otros elementos del sistema de gobierno y
deberá ser objetiva e independiente de las funciones operativas.
Las conclusiones y recomendaciones derivadas de la auditoría interna se notificarán al
órgano de administración, dirección o supervisión, que determinará qué acciones habrán de
adoptarse con respecto a cada una de ellas y
garantizará que dichas acciones se lleven a
cabo.
VII.6. EL INFORME ANUAL SOBRE
EFECTIVIDAD DE LOS
PROCEDIMIENTOS DE CONTROL
INTERNO
VII.5.4. FUNCIÓN ACTUARIAL
Como hemos visto anteriormente, el Consejo de
Administración es responsable último de establecer, mantener y mejorar los procedimientos de
control interno de la Entidad. Dentro de esa función, se encuentra la necesidad de realizar la revi-
Siguiendo el estudio realizado por Área XXI, las
empresas de seguros y de reaseguros contarán
con una función actuarial eficaz para:
183
ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
sión permanente a la que alude el artículo 110.7
ROSSP, el cual, en la redacción dada por el Real
Decreto 239/2007, obliga a las Entidades aseguradoras a elaborar un informe anual sobre la
efectividad de sus procedimientos de control
interno, incidiendo en las deficiencias significativas detectadas y sus implicaciones y proponiendo, en su caso, las medidas que se consideren
adecuadas para su subsanación.
Tal y como han señalado C. DE LA PARRA y
A. FERRANDO (2009), el Supervisor, al exigir el
informe anual quiere:
– Constatar la implicación del Consejo; de
aquí que obligue a que sea suscrito por
sus miembros. Es decir bajo su responsabilidad personal.
– Comprobar que el sistema es eficaz, que
el sistema de control existe y que la función de control constata su evolución; de
ahí que solo quiera conocer las debilidades, los principales riesgos y su mitigación para, año tras año, comprobar su
evolución como prueba de su eficacia.
En este contexto, el Consejo de Administración deberá recibir regularmente y revisar los
informes parciales de control interno, realizar un
ejercicio anual de evaluación, definir el procedimiento y los criterios que adoptará para la revisión de la efectividad del control interno y asegurarse de que dispone de un adecuado soporte
documental para el informe, además de verificar
que se han tenido en cuenta todos los aspectos
significativos del control interno de la Entidad en
el período de referencia.
El informe anual debe ser suscrito por el Consejo de Administración de la Entidad y remitido
a la DGSFP, junto con la documentación estadístico contable anual, en los plazos a los que se
refiere el artículo 66 del Reglamento.
En este punto, la DGSFP, en su Instrucción de
Inspección 1/2009, facilita una serie de elementos esenciales que habrá que tener en cuenta en
relación con el contenido y elaboración del informe anual:
a) El informe tiene que estar firmado por
todos los miembros Consejo de Adminis-
tración, pudiéndose sustituir la firma de
cada consejero por un certificado firmado
por el secretario del Consejo haciendo
referencia al acta del Consejo en la que se
acordó la aprobación del informe de control interno y si tal aprobación fue o no
por unanimidad.
b) El informe debe recoger las deficiencias
significativas detectadas, qué efectos tienen y qué medidas se van a adoptar para
subsanarlas. También puede indicarse, en
su caso, que no existen deficiencias significativas. Una deficiencia es significativa
cuando pueda afectar a la valoración de
que el sistema de control interno está funcionando de manera efectiva.
c) Debe tratarse de un informe de valoración de la efectividad del sistema de control interno y gestión de riesgos y no de
un informe descriptivo de dicho sistema.
d) En caso de un grupo consolidable el
informe lo debe elaborar el Consejo de
Administración de la Entidad obligada a
presentar la documentación estadístico
contable consolidada.
Finalmente, el artículo 51 de la Directiva Solvencia II, relativo al Informe sobre la situación
financiera y de solvencia, señala que dicho informe contendrá la información que se indica a continuación:
a) Descripción de la actividad y los resultados de la empresa.
b) Descripción del sistema de gobierno y
evaluación de su adecuación con respecto
al perfil de riesgo de la empresa.
c) Descripción, por separado para cada
categoría de riesgo, de la exposición al
riesgo, la concentración de riesgo, la
reducción del riesgo y la sensibilidad al
riesgo.
d) Descripción, por separado para los activos, las provisiones técnicas y otros pasivos, de las bases y los métodos empleados
para su valoración, junto con una explicación de las diferencias significativas existentes, en su caso, en las bases y los méto184
VII. LAS OBLIGACIONES DE CONTROL INTERNO DE LAS ENTIDADES ASEGURADORAS
e)
dos para la valoración de los mismos en
los estados financieros.
Descripción de la gestión del capital, que
incluirá lo siguiente: la estructura e
importe de los fondos propios, así como
la calidad de los mismos; el importe del
capital de solvencia obligatorio y del capital mínimo obligatorio; la opción contemplada en el artículo 304 utilizada para el
cálculo del capital de solvencia obligatorio; información que permita entender
convenientemente las principales diferencias entre las hipótesis de base de la
fórmula estándar y las del modelo interno utilizado, en su caso, por la empresa
para calcular su capital de solvencia obligatorio; el importe de todo posible déficit
con respecto al capital mínimo obligatorio o de cualquier déficit significativo con
respecto al capital de solvencia obligatorio durante el período de referencia, aun
cuando se haya corregido posteriormente, junto con una explicación de su origen
y sus consecuencias y las posibles medidas
correctoras adoptadas.
dentro del mismo órgano, la DGSFP, la competencia reguladora y la competencia supervisora.
La supervisión se basará en un planteamiento
prospectivo y orientado al riesgo y consistirá, en
particular, en la comprobación, para el conjunto
de actividades de las empresas de seguros y de
reaseguros, de una serie de elementos. Así, de
acuerdo con lo dispuesto en la Directiva Solvencia II, la autoridad de supervisión revisará y evaluará la observancia de:
a) Los requisitos relativos al sistema de
gobierno, incluida la evaluación interna
de los riesgos y de la solvencia;
b) Los requisitos relativos a las provisiones
técnicas;
c) Los requisitos de capital;
d) Las normas de inversión;
e) Los requisitos relativos a la cantidad y a la
calidad de los fondos propios;
f) Cuando la empresa de seguros o de reaseguros utilice un modelo interno completo o parcial, el cumplimiento continuo
de los requisitos aplicados a los modelos
internos completos y parciales.
Actualmente, el procedimiento de supervisión por inspección que se realiza por la DGSFP
está delimitado en tres fases temporales diferentes, que coinciden con los tres departamentos en
que se estructura la Subdirección General de Inspección:
• Área de análisis de balances: Es el área
estadístico contable del órgano de supervisión. Le corresponde la preparación,
distribución, recepción y depuración de
la documentación estadístico-contable de
las Entidades aseguradoras. Se encarga
de realizar publicaciones estadísticas y de
elaborar índices y ratios (que se conocen
como «sistema de alerta temprana») con
el fin de llevar a cabo análisis sectoriales e
individuales, que sitúan a cada una de las
Entidades dentro de un rango de exigencia en la intensidad de la supervisión
requerida. Tras la realización de los análisis podrá procederse a la elaboración de
VII.7. LA SUPERVISIÓN DE LAS
ENTIDADES ASEGURADORAS
POR LA DGSFP
La Dirección General de Seguros y Fondos de
Pensiones (en adelante, «DGSFP»), dependiente de la Secretaría de Estado de Economía, adscrita al Ministerio de Economía y Hacienda, es
la autoridad encargada en nuestro país de la
supervisión prudencial y de la inspección del
ejercicio de la actividad de las Entidades aseguradoras, reaseguradoras y mediadores. En
concreto, el Real Decreto 1127/2008, de 4 de
julio, que regula la estructura de la DGSFP, dispone que, tras el acceso a la actividad, corresponderá a la Subdirección General de Inspección el control del ejercicio de la actividad de
las compañías.
En este punto, cabe señalar que España es el
único país de nuestro entorno, que mantiene
185
ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
•
•
propuestas de inspección o incluso a proponer la apertura de procedimiento de
medidas de control especial.
Área de inspección in situ: A partir de la
propuesta realizada tras el análisis de la
documentación estadístico-contable, se
realiza la planificación del trabajo de los
equipos de inspección. Los inspectores se
asignan a diferentes grupos que se delimitan en función del tipo de negocio
(grupo de vida; de automóviles, multirriesgos y responsabilidad civil; de asistencia y decesos; de planes de pensiones).
El resultado de las actuaciones inspectoras se materializa en un acta de inspección, que recoge un resumen de las comprobaciones realizadas y unas conclusiones sobre la situación legal, técnica, económico-financiera o sobre todas ellas.
Tras las alegaciones del sujeto inspeccionado, la DGSFP emite una resolución,
que dispone las situaciones que deben ser
corregidas, pudiendo, en su caso, proceder a la apertura de un expediente de
medidas de control especial o a la apertura de un expediente sancionador.
Área de seguimiento de actas, medidas
de control especial y régimen sancionador: Esta área tiene encomendado la verificación del cumplimiento de las resoluciones de las actas de inspección y la tramitación de procedimientos cautelares,
distinguiendo si se trata de procedimientos de medidas de control especial (traba
de bienes, autorizaciones de pagos, etc.);
de procedimientos de medidas de garantía de solvencia futura (seguimiento de
los planes de recuperación, informe para
la aprobación por la DGSFP de los citados planes y determinación de la cuantía
complementaria del margen de solvencia
exigible en cada caso) o de procedimientos de disolución (inicio del expediente,
seguimiento de las medidas adoptadas
por la Entidad para la remoción de la
causa de disolución y, en caso de ausencia
o deficiencia de las mismas, realizar la
propuesta de Orden Ministerial de disolución administrativa).
El conjunto de los procedimientos de supervisión aplicados por cada uno de los departamentos, áreas y unidades de la Subdirección General
de Inspección está encaminado a la valoración
del nivel de riesgo que presenta cada una de las
aseguradoras objeto de supervisión. Para ello, es
necesario contar con toda la información que
proporcionan las herramientas informáticas, más
las valoraciones que efectúan los inspectores en
sus distintas funciones.
A partir de esta información, tal y como han
indicado J.P. OLMO y C. CHOCLÁN CAMPAÑA
(2006), es factible agrupar, a las Entidades en los
siguientes niveles de riesgo:
Nivel I. Entidad con solidez financiera:
– No requiere actuación supervisora especial.
– Sus indicadores pueden servir de referencia para otras Entidades.
– No debe descartarse la práctica de una inspección in situ sobre aspectos concretos.
Nivel II. Entidad sensible a escenarios adversos:
– Algunos ejemplos podrían ser Entidades
que en el ramo de vida tienen altos tipos
de interés garantizado; elevado nivel de
renta variable entre sus inversiones financieras, etc.
En estos casos:
– Hay un seguimiento especial de las variables más sensibles a variaciones negativas
del entorno.
– Se requiere un plan de actuaciones del
Consejo de Administración de la Entidad
para neutralizar los efectos negativos
derivados de escenarios adversos.
Nivel III. Entidad con desequilibrios técnicofinancieros:
– Es un nivel donde se detecta peligro de la
solvencia futura o amenaza de los derechos de los asegurados.
186
VII. LAS OBLIGACIONES DE CONTROL INTERNO DE LAS ENTIDADES ASEGURADORAS
Implica:
– La Entidad queda incursa en un procedimiento de supervisión continuada al que
se aludirá posteriormente.
– Posibilidad de exigencia de un plan de
recuperación financiera a tres años
(medidas de garantía de la solvencia
futura) para corregir los desequilibrios
(suscripción, siniestralidad, suficiencia
de las provisiones, gastos, rendimientos
de las inversiones, política de reaseguro,
etcétera).
– Posibilidad de exigencia de un margen de
solvencia superior (revisión a la baja de
elementos del patrimonio propio y reducción del factor de reaseguro cedido).
medios necesarios para ampliar sus funciones y
responsabilidades a la evaluación del control
interno de las aseguradoras y poder así adoptar
medidas administrativas desde el mismo
momento en que se detecten situaciones que
determinen un incremento de los perfiles del
riesgo no respaldados con el nivel de solvencia
existente en cada momento.
Se pretende así desterrar la vieja visión del
supervisor como controlador estático para
construir su nuevo rol como controlador dinámico y a la vez dinamizante del mercado, conocedor de la realidad empresarial, capaz de anticiparse al futuro mediante el diagnóstico de
situaciones y de evaluar las soluciones empresariales aportadas.
Este giro de funciones y responsabilidades,
según el Director General, hará mucho más complejo el desempeño del trabajo del supervisor y
va a determinar la exigencia de un nuevo perfil o
habilidades en los profesionales que presten sus
servicios en dichos órganos.
En relación con algunas de las medidas de
control especial impuestas, la DGSFP alegó,
entre las causas fundamentales de su adopción,
«un deficiente control interno». Tal fue el caso
de AMA, donde, por cierto, el TSJ de Madrid, en
su sentencia núm. 447/2010, de 22 de abril, señaló que la debilidad del control interno alegada
por la DGSFP era bastante irrelevante y sin incidencia en el volumen de negocio de AMA, dando
lugar a la anulación de tales medidas; de Agrupación Mutua y de Seguros La Corona donde la
DGSFP alegó «deficiencias significativas de control interno», y de Centro Asegurador, donde la
DGSFP alegó «deficiencias en los procedimientos
de control interno».
De todo lo anterior podemos concluir que,
hasta ahora, la supervisión se ha basado fundamentalmente en el análisis de carácter retrospectivo, donde el examen de cuentas tiene un papel
primordial, verificándose la posible existencia de
incumplimientos en el nivel de solvencia exigible
al cierre de cada ejercicio, en cuyo caso, desde el
órgano supervisor se impulsarán medidas correctoras de la situación.
Nivel IV. Entidad con problemas de solvencia:
En estos casos, además de las medidas comentadas para el nivel anterior, se puede proceder a:
– Adoptar medidas de control especial: exigencia de un plan de financiación, modificación de la política de inversiones,
auditorías de siniestros, etc.
– Adoptar medidas de protección del
patrimonio en caso de deterioro de la
situación (prohibición de disposición de
bienes).
Nivel V. Entidad con viabilidad comprometida:
En estos casos la supervisión continuada de la
Entidad puede ir acompañada de las siguientes
medidas:
– Prohibición de disposición de bienes.
– Suspensión de operaciones.
– Suspensión de administradores.
– Intervención de la Entidad.
– Apertura, en su caso de expediente de
disolución de la Entidad.
En particular, en materia de control interno,
en una reciente conferencia, el Director General
de Seguros, Ricardo Lozano, habló, entre otras
cuestiones, sobre el efecto de Solvencia II en las
competencias y capacidades del supervisor, de
forma que cuenten con el marco normativo y los
187
ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
El nuevo marco, «Solvencia II» supondrá
poner en marcha nuevos sistemas para determinar el nivel de solvencia, enfocados a la supervisión más de prevención que de corrección, no
sólo en un momento determinado, sino anticipando la posible evolución de la Entidad aseguradora, pasando de analizar resultados finales a
analizar procedimientos. Los modelos de control
interno y la verificación y validación de los mismos por el órgano supervisor serán la base fundamental de la comprobación, y el papel de los
auditores internos adquiere especial importancia. Esto no debe llevar a pensar que con el cambio de enfoque, y confiando en los adecuados
métodos de control interno implantados por las
Entidades, las labores del órgano de supervisión
serán más sencillas. Al contrario, la labor del
supervisor será más complicada y supondrá asumir, si cabe, mayor grado de responsabilidad, en
la medida en que ya no se tratará de valorar los
resultados derivados de unos métodos de aplicación general establecidos en la norma, sino que
el órgano de supervisión tendrá que entrar a
valorar cada uno de los modelos de gestión de
riesgos y de control interno que cada compañía
haya decidido establecer dada su estructura de
riesgos, para posteriormente adoptar las medidas que estime convenientes en aras a corregir
las deficiencias detectadas.
El supervisor habrá de plantearse una adaptación permanente a los diferentes escenarios de
riesgos en los que pueda estar trabajando cada
uno de los sujetos supervisados. Ante este nuevo
reto, el órgano de supervisión tendrá que dotarse de nuevos y mayores medios, tanto humanos
como materiales, que permitan la aplicación de
eficaces medidas preventivas y de diagnóstico.
efectividad de las operaciones, la fiabilidad e
integridad de la información financiera y no
financiera, la gestión prudente de los riesgos de
acuerdo con los objetivos estratégicos de la compañía y el cumplimiento de las leyes y de las políticas y procedimientos internos aplicables.
El control interno tiene como último objetivo
la protección de los tomadores y asegurados;
comprende, como mínimo, el establecimiento de
sistemas de gestión de riesgos y de una adecuada función de revisión o verificación del cumplimiento y se llevará a cabo de acuerdo con los
principios de proporcionalidad, segregación de
tareas, seguridad de la información y cumplimiento normativo.
El Consejo de Administración de la Entidad
es el responsable último de establecer, mantener
y mejorar los procedimientos de control interno.
Por su parte, la Dirección se ocupa de la implementación de tales procedimientos, en línea con
las directrices establecidas por el Consejo de
Administración. Por último, para que el sistema
de control interno sea eficaz, todo el personal de
la Entidad debe conocerlo e implicarse en el
mismo.
Para que un sistema de control interno sea eficaz deberá estar integrado en el sistema de gestión de la Entidad. Además, el control interno
debe centrarse en los aspectos clave del proyecto
de negocio que desarrolla la Entidad. En definitiva, un sistema de control interno será eficaz en
la medida que sea capaz de facilitar el cumplimiento de los objetivos estratégicos que tenga
planteados la Entidad.
En relación con todo lo anterior, no puede
obviarse que, a pesar de que sucesivas normas,
tanto a nivel europeo como nacional, han
impuesto el control interno en las Aseguradoras,
éste constituye un instrumento oneroso para los
directivos y el personal de la Entidad, que suele
conllevar una duplicidad en el ejercicio de las
funciones y, lo más peligroso, que puede conducir a la imposición de sanciones por parte de la
DGSFP aun cuando la falta material no se haya
producido, es decir, que este tipo de sanciones,
fundamentadas en la prevención, suponen una
VII.8. CONCLUSIONES
Los artículos 71.3 TRLOSSP y 46 de la Directiva Solvencia II obligan a las empresas de seguros y de reaseguros a establecer un sistema de
control interno, el cual puede definirse como el
conjunto de procesos realizados en la Entidad
para obtener una seguridad razonable sobre la
188
VII. LAS OBLIGACIONES DE CONTROL INTERNO DE LAS ENTIDADES ASEGURADORAS
vulneración de los principios básicos del Derecho
Penal.
A modo de conclusión, vamos a planear cuatro preguntas y un ejemplo en relación con el
control interno de las Entidades aseguradoras.
Avanzamos nuestras respuestas, que sometemos a
la consideración de todos los interesados, con el
fin de que contribuyan, durante los próximos
meses, al análisis y al que tenemos por conveniente debate en la materia.
poderes públicos va a dar lugar a una descomunal burocratización de las empresas, que tendrán
que destinar ingentes recursos no para remar
mar a dentro por las aguas del logro empresarial,
sino para controlar a los que reman, a los que
supervisan a éstos y a los que supervisan a los
supervisores, tareas éstas que aunque quizá contribuyan a que el buque mantenga el rumbo,
ralentiza enormemente la navegación. Y puesto
que todos los sistemas de control han de estar
debidamente documentados habrá que habilitar
departamentos enteros para la generación, gestión y archivo de estos documentos.
– ¿Quién paga el coste de implantación de la
cultura del control?
– ¿Se está tratando de imponer un sistema de
penalización por omisión aun cuando no se
haya producido un daño?
Es indudable que la inversión de las Entidades
aseguradoras en la implantación de la cultura de
control para anticipar el futuro y dinamitar sus
efectos adversos va a ser cuantiosa. Los supervisores sostienen que todo el norte de la cultura del
control es la protección del asegurado, pero
parece probable que sea éste también el que
tenga que soportar, en última instancia, el gigantesco coste de implantación en términos de
recursos humanos y técnicos.
Algunos consideran desorbitada la facultad de
los reguladores para adoptar subjetivos juicios de
valor entorno a la implantación de la cultura del
control e imponer sanciones a Entidades que a
juicio del regulador no tienen implantados los
sistemas de control, o estos son insuficientes, o
inadecuados o no abarcan todas las áreas que al
regulador se le antoje.
Teniendo en cuenta que el control interno
tiende al infinito y es, de suyo, inabarcable, pues
siempre se puede controlar más, resulta preocupante la ampliación de facultades del órgano
supervisor que puede sancionar a una Entidad
por un débil sistema de control interno, sin que
llegue a producirse perjuicio real o potencial
alguna. AMA viene a ser un buen ejemplo.
– ¿Estamos ante otra ingerencia intervensionista por parte de los poderes públicos?
Parece razonable sostener que las políticas de
gestión de riesgos, su previsión, absorción o neutralización tiene muchos efectos positivos, lo que
no está tan claro para algunos es que los poderes
públicos se abroguen el derecho de imponer tales
políticas en el ámbito de la esfera privada, máxime si tenemos en cuenta la trayectoria de nuestro
sector, donde ha sido muy escaso el número de
Entidades a las que se le han impuesto medidas
cautelares y más escaso todavía el volumen de
primas afectadas.
– Delegación de las obligaciones de supervisión en la Entidad controlada
En efecto, parece que el papel del Supervisor
se va a ceñir a controlar que las Entidades aseguradoras tienen instalados sus propios sistemas no
solo de autocontrol, sino también de control de
las Entidades que con ellas se relacionan.
Pongamos un ejemplo real: la DGSFP en una
Resolución que puso fin a la labor inspectora,
requirió a una Entidad aseguradora para que
– ¿Se está imponiendo un modelo de burocratización de la empresa por parte de los poderes públicos?
No faltan quienes consideran que la implantación de la cultura del control a instancias de los
189
ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010...
«justifique los procedimientos específicos de control de las actuaciones de sus mediadores, en
especial de los corredores y operadores de banca
seguros». Este requerimiento fue objeto de recurso, alegando la aseguradora, entre otros argumentos, que el control de la actuación de corredores y operadores de banca seguros, corresponde, por imperativo legal, a la propia DGSFP.
En la Resolución del recurso la DGSFP no sólo
reiteró que el artículo 110 del ROSSP obliga a las
Entidades al control de sus redes de distribución
sino que, además, añadió que el control a que se
requiere a la Entidad «guarda relación con el asesoramiento que los mediadores están prestando a
los asegurados». Es decir, corresponde a las Entidades aseguradoras controlar si los corredores y
operadores de banca-seguros, están asesorando
convenientemente a sus clientes, ello sin perjuicio de las funciones de inspección que la ley atribuye a la propia DGSFP.
A esta misma Entidad, se le requirió para que
modificase su estructura de control interno a la
medida de los deseos de la DGSFP prohibiendo
que los distintos comités de control reportaran al
Comité de Dirección y exigiendo que lo hicieran
directamente al Consejo de Administración. Además, la DGSFP consideró insuficientes los controles de documentación del Servicio de Atención al Cliente, control de recepción de pólizas
firmados, control de documentación entregada a
los asegurados, control de calidad de comercialización de seguros por teléfono, control sobre
Unit Links, control de plan de formación de
mediadores, etc. Añadiremos, que la aseguradora a la que nos referimos está entre las 5 primeras del mercado.
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Documentos relacionados
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