II. SOLVENCIA II. LOS PILARES CUALITATIVOS Ruth Duque Santamaría. (Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones) La aprobación de la Directiva 2009/138/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de noviembre de 2009, sobre el seguro de vida, el acceso a la actividad de seguro y de reaseguro y su ejercicio (Solvencia II) ha supuesto el paso definitivo en el proceso de renovación de los principios, esquemas y procedimientos de supervisión prudencial y de mercado para el sector asegurador europeo. Pero no cabe analizar esta etapa en particular sin hacer una breve referencia a la génesis del proyecto. Las bases para la estimación moderna del margen de solvencia, como pieza fundamental para el cálculo de los requerimientos de capital de las entidades aseguradoras y reaseguradoras, se establecieron en la década de los 70. A partir de la experiencia acumulada desde entonces, y especialmente con las conocidas como Directivas de Tercera generación en los ´90, a nivel europeo se fue extendiendo un enfoque de superación y revisión de los mecanismos de valoración de riesgos vigentes. Por este motivo, aquellas Directivas encomendaron a la Comisión Europea liderar un proceso de revisión de los requerimientos de solvencia que culminaría con la puesta en marcha del conocido como marco de Solvencia I. Sin embargo, durante dicho proceso de revisión, eminentemente circunscrito al ámbito de lo cuantitativo, se puso de manifiesto la necesidad de ampliar el perímetro del debate, incluyendo un enfoque más amplio sobre la situación financiera general de las entidades, teniendo también en cuenta los desarrollos que en dichos momentos ya se estaban produciendo en materia de gestión de riesgos, técnicas financieras, divulgación de información, estandarización contable, … Es entonces donde surge el germen de Solvencia II. II.1. LAMFALUSSY Y EL SISTEMA DE PRODUCCIÓN NORMATIVA EN EL ÁMBITO FINANCIERO Un estudio completo de Solvencia II también debe analizar el proyecto como parte del ordenamiento jurídico comunitario. Este enfoque legal requiere examinar el proceso de elaboración del conjunto de normas que configuran esta iniciativa y desgranar los aspectos positivos y negativos que, a la luz de la experiencia acumulada, se han puesto de manifiesto. El proceso de producción normativa en cuatro niveles, aplicado a la regulación de los mercados financieros en el ámbito comunitario fue inicialmente concebido para la elaboración de la normativa sobre valores en marzo de 20011. Inicialmente fue éste el marco para el cual el Baron Alexander Lamfalussy (cuyo nombre ha sido desde entonces vinculado a este sistema) consideró que era preciso coordinar cuatro niveles de producción, concreción normativa y evaluación del cumplimiento. Sin embargo este esquema fue aplicado también a otras áreas financieras, conviviendo con el modelo legislativo tradicional. 1 Véanse las conclusiones del Consejo de Ministros de Estocolmo en Marzo de 2001 párrafos 18 y 19 y Anexo I, en las que se aceptaron las recomendaciones del Comité de sabios sobre la regulación de los Mercados de valores europeos presidido por el Barón de Lamfalussy. 73 ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010... De acuerdo con este procedimiento, en un primer nivel, el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea adoptan un acto legislativo en el que se establecen los valores o principios centrales de la regulación y se fijan las guías que deberán seguirse en la ejecución de algunas materias. La regulación en un segundo nivel se concreta gracias a la participación en el procedimiento de producción normativa de los Comités de reguladores financieros2 que aportan su experiencia sobre cuestiones técnicas específicas, tomando también en cuenta el asesoramiento recibido por parte de las Autoridades de supervisión financiera europeas, lo que en el caso del sector asegurador implica a EIOPA3. Es precisamente en esta Comisión o Autoridad en quien recae la obligación de desarrollar el tercer nivel de producción normativa mediante la elaboración de estándares técnicos vinculantes (regulatorios o de ejecución, tal y como distingue el propio Reglamento de creación de la EIOPA) o de guías no vinculantes que en todo caso tienen por objeto promover la coordinación de prácticas supervisoras y la convergencia en la aplicación e interpretación de la normativa de nivel 1 y 2. Por último el cuarto nivel implica el control del cumplimiento de la normativa elaborada en anteriores etapas, cometido que es encomendado a la Comisión Europea. El cuadro siguiente aporta una visión ordenada sobre el funcionamiento del Sistema Lamfalussy. El proceso jurídico diseñado por Lamfalussy fue concebido para aportar ciertos beneficios en comparación con el sistema legislativo comunitario tradicional, entre otros, favorecer una interpretación más consistente de la normativa financiera entre Estados Miembros, incentivar una mayor convergencia en prácticas supervisoras y lograr un incremento general en la calidad de la regulación en los mercados gracias a un planteamiento mucho más transparente y abierto a los interesados. Con el transcurso de los años y la acumulación de experiencia en la aplicación de este mecanismo legislativo, la cooperación política entre la Comisión, el Parlamento Europeo y el Consejo ha mejorado, lo que ha contribuido al avance en la calidad de los productos normativos. Además la mayor flexibilidad que permite el uso de medidas de ejecución y de tercer nivel, facilita la adaptación a las cambiantes condiciones del mercado. Sin embargo el sistema Lamfalussy también ha provocado controversia en relación a la posibilidad de que favorezca un abandono de responsabilidades del Parlamento y la Comisión en favor de los Comités técnicos (de reguladores o de supervisores). También la complejidad del proceso y los retrasos en la toma de decisiones o en la obtención de criterios concretos para la entrada en vigor de las normas han sido algunas de las desventajas puestas de manifiesto y que han conducido a una revisión del Sistema. Desde el punto de vista de Solvencia II, la aplicación a este proyecto del enfoque Lamfalussy ha generado sin duda algún retardo en la toma de decisiones sobre los aspectos más controvertidos por la dificultad técnica asociada a las opciones planteadas, pero también ha posibilitado el mantenimiento de un enfoque transparente sobre todo el proceso normativo y una participación muy activa y continua de los diversos actores en el mercado, con el consiguiente enriquecimiento del resultado final. Solo por citar algunos hitos que demuestran el grado de apertura del proyecto a los distintos interesados, cabe recordar que durante 2004 y 2005 la Comisión europea emitió tres olas de Calls for Advice (CFA) o peticiones de asesoramiento dirigidas al Comité Europeo de Supervisores de Seguros y Fondos de Pensiones (CEIOPS) en relación a diferentes aspectos del nuevo sistema de solvencia. La Comisión fijó algunas directrices políticas y principios para 2 EIOPC es el Comité europeo de seguros y pensiones de jubilación-European Insurance and Occupational Pensions Committee, que reúne a los reguladores en el ámbito de la UE con competencias sobre esta materia. 3 EIOPA es la Autoridad/Comisión europea de seguros y pensiones de jubilación, compuesta por los supervisores en el ámbito de la UE con competencias en la materia, que a partir de 1 de enero de 2011 sustituye a CEIOPS. 74 II. SOLVENCIA II. LOS PILARES CUALITATIVOS guiar a CEIOPS en esta labor a través del documento «Framework for consultation» (Marco de consulta) que fue publicado en Julio de 2004. Tras extensos debates internos por parte de los expertos que integraron los grupos de trabajo constituidos a tal efecto, y teniendo también en cuenta la opinión de grupos de interés, así como consultas públicas, CEIOPS emitió sus recomen- daciones finales en relación a las tres olas de CFA el 30 de junio de 2005, 1 de noviembre de 2005 y 3 de mayo de 2006 respectivamente. También la industria ha colaborado activamente en el proyecto en sus diferentes fases. El impulso recibido a través de su involucración en los cinco Estudios de impacto lanzados hasta el momento es buena prueba de ello. Fuente: CEIOPS y elaboración propia. 75 ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010... Por último, centrándonos ahora en las implicaciones a nivel doméstico de que el marco de Solvencia II se haya generado dentro del esquema Lamfalussy, es preciso reconocer que también la producción normativa en niveles ha influido en las opciones y herramientas en poder del legislador nacional para acometer el proceso de transposición. Teniendo en cuenta el exigente calendario para la entrada en vigor del nuevo marco regulador que había fijado el legislador comunitario, España ha optado por un proceso de adaptación de la normativa que irá incorporando progresivamente, y a medida que los textos sean aprobados en el ámbito UE, el contenido de dichas previsiones. Así, a nivel nacional se ha optado por trasladar con carácter general el contenido de la Directiva de primer nivel a una disposición con rango de Ley, la futura Ley de supervisión de seguros privados, confiando al desarrollo reglamentario la futura Directiva de segundo nivel. Aquellas normas de nivel 2 que se aprueben bajo la forma de Reglamento comunitario, no precisarán transposición nacional al gozar de aplicación directa en todos los Estados Miembros. de la formula estándar o de un modelo interno autorizado para dicha entidad, teniendo en cuenta todos los riesgos cuantificables con que se enfrenta la aseguradora, así como las técnicas de mitigación empleadas. El MCR es un requerimiento inferior cuya insuficiencia origina, como última intervención supervisora, la retirada de autorización. El segundo pilar se centra en algunos de los requerimientos cualitativos (gestión de riesgos y relación con el supervisor) impuestos a las entidades, mientras el tercer pilar desarrolla la comunicación de información a los supervisores y a cualquier interesado. Este último es sin duda un aspecto fundamental de la actuación de las entidades al profundizar en la obligación de divulgar o comunicar información de forma pública o restringida, con objeto de favorecer la disciplina del mercado y contribuir a la estabilidad financiera. Muchos de los involucrados en este megaproyecto consideran que es precisamente en estos pilares segundo y tercero donde radica la verdadera revolución de Solvencia II. Efectivamente, las valoraciones y modelizaciones que subyacen en los cálculos de la fórmula estándar, asi como la propia posibilidad de poder utilizar modelos internos con fines regulatorios, son novedades destacables en el ámbito financiero a nivel internacional. Sin embargo el verdadero cambio de mentalidad se producirá al cerrar el sistema de tutela de los derechos de los tomadores con rigurosas exigencias en materia de sistema de gobierno, mejorando el nivel de divulgación de información al mercado o definiendo un marco de colaboración entre supervisor y supervisado más dinámico. La propia inclusión en la Directiva del requerimiento de documentar la evaluación interna de los riesgos y solvencia (ORSA, por sus siglas en inglés), es en sí misma una prueba del nuevo enfoque que entidades, analistas, consumidores, supervisores y en general quienes se relacionan con el seguro tendrán que adoptar a partir de 2013. Por último, Solvencia II también potencia el sistema tradicional de supervisión de grupos de seguros al reconocer la realidad económica conforme a II.2. SOLVENCIA II: LA ESTRUCTURA DE PILARES Solvencia II está basada en una estructura de tres pilares, lo que si bien es reflejo de la influencia de la regulación bancaria (Basilea II) sobre otras áreas financieras, se ha completado para poner en valor las peculiaridades del sector asegurador. El primer pilar contiene los requerimientos cuantitativos. En este ámbito podemos identificar dos magnitudes fundamentales: el Capital de solvencia obligatorio (SCR por sus siglas en inglés) y el Capital mínimo obligatorio (MCR por sus siglas en inglés), que representan dos niveles diferentes de intervención supervisora. El SCR es la magnitud fundamental de referencia para evaluar la solvencia de las entidades. A diferencia del marco de Solvencia I, su cálculo se basa en la evaluación y valoración del perfil de riesgo especifico de la entidad ya sea mediante la aplicación 76 II. SOLVENCIA II. LOS PILARES CUALITATIVOS la cual los grupos operan. Así, el nuevo marco regulatorio establece un reparto equilibrado de poderes entre los supervisores de las entidades pertenecientes a un grupo de modo que no se produzcan solapamientos de funciones y se incremente la eficiencia en esta tarea. Entre las principales novedades en este ámbito destacan la posibilidad de utilizar modelos internos a nivel de grupo para el cálculo del capital de solvencia obligatorio y la consideración de los efectos de la diversificación intragrupo. nar activamente los riesgos y las oportunidades, las empresas protegen y crean valor para los stakeholders (accionistas, empleados, clientes, reguladores…) y para la sociedad en general. La aproximación ERM también puede describirse como un enfoque basado en riesgos para la gestión de empresas que integra conceptos como control interno, planificación estratégica y que se ha enriquecido con aportaciones como la Sarbanes-Oxley Act. Precisamente gracias a la continua evolución de los enfoques ERM durante la primera década del siglo XXI, las empresas han interiorizado mejor la necesidad de satisfacer las inquietudes de los distintos stakeholders que pretenden mayor comprensión sobre el amplio espectro de riesgos con que se enfrentan las organizaciones más complejas, con objeto de asegurarse de que son adecuadamente gestionadas. También los supervisores y las agencias de rating han incrementado el nivel de escrutinio sobre los procedimientos de gestión. En la actualidad hay varios marcos definitorios de ERM a nivel conceptual, cada uno de los cuales describe un enfoque para identificar, analizar, responder y monitorizar riesgos y oportunidades teniendo en cuenta el contexto interno y externo en el que se desenvuelven las empresas. Todos coinciden en que sólo una vez analizada esta información los gestores serán capaces de seleccionar una estrategia de respuesta a los riesgos o de reacción ante las oportunidades que puede implicar: 1. Evitar el riesgo: evadiendo la actividad que da lugar a la aparición del riesgo. 2. Reducir-mitigar el riesgo: actuando con objeto de minimizar la probabilidad o el impacto causado. 3. Compartir o asegurar el riesgo: transfiriendo o compartiendo una porción de los riesgos para reducir la exposición. 4. Aceptar el riesgo: cuando no se genera ninguna reacción ante la amenaza debido a una desfavorable relación coste/beneficio. Si bien la diversidad de metodologías en esta materia es amplia, probablemente sea el enfoque COSO sobre gestión de riesgos, el más elaborado y extendido a nivel internacional. II.3. PRINCIPIOS INSPIRADORES (GESTIÓN DE RIESGOS COSO I Y II) Constatada la amplitud del proyecto Solvencia II a partir del repaso superficial sobre las áreas que componen sus tres pilares, esta obra se centra en el estudio de los aspectos cualitativos del proyecto. Por este motivo se ha considerado conveniente analizar los antecedentes, técnicas y enfoques que han condicionado el actual contenido de la Directiva y su normativa de desarrollo, y que han inspirado el nuevo marco de gestión de riesgos para el sector asegurador europeo. Desde los años 90 la preocupación por la mejora en el ámbito de la gestión de riesgos ha sido una constante no sólo entre las entidades que componen el sector asegurador, como especialistas en la materia, sino en el seno de todas las organizaciones o empresas. En esta materia el sector asegurador ha asimilado la experiencia acumulada, participando de una evolución general en términos de técnica empresarial. La disciplina de gestión del riesgo empresarial (ERM por sus siglas en inglés) incluye el estudio de los métodos y procesos utilizados por las organizaciones para gestionar riesgos y aprovechar las oportunidades relacionadas con el logro de sus objetivos. La gestión del riesgo empresarial proporciona el marco para identificar eventos o circunstancias relevantes para los objetivos de la empresa (riesgos y oportunidades) evaluándolos en términos de probabilidad y magnitud del impacto, con objeto de determinar la respuesta estratégica más adecuada y establecer acciones de seguimiento. Al identificar y gestio77 ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010... tribuya a mejorar la competitividad de las aseguradoras de la UE y que favorezca una mejor asignación de los recursos de capital, eliminando perturbaciones en el mercado y favoreciendo la innovación en el sector de los seguros. Al mismo tiempo, el nuevo régimen de solvencia debe proporcionar a las autoridades de supervisión las herramientas necesarias y dotarles de las facultades oportunas para evaluar la «solvencia global» de todas las entidades, conforme a un planteamiento prospectivo y basado en el riesgo. De ahí que el régimen no pueda consistir exclusivamente en una serie de parámetros cuantitativos, sino que ha de atender asimismo a aquellos aspectos cualitativos que influyen en la exposición de las entidades al riesgo (capacidad de gestión, procedimientos de control interno y de gestión de riesgos, etc.). Ello supone también tomar en consideración la interacción entre los aspectos cuantitativos y cualitativos de la supervisión, así como el papel que desempeña la divulgación de información al mercado, destacando igualmente la importancia del proceso de supervisión prudencial en el segundo pilar. En el presente apartado se presentarán algunas de las novedades que Solvencia II aporta en estas materias, analizando los principios o fundamentos que han inspirado la regulación europea. En 1992 el Committee of Sponsoring Organizations of the Treadway Commission (COSO) emitió el documento «Control interno-Marco integrado» (COSO I) con objeto de identificar lo que en aquel momento parecía un concepto novedoso, facilitando a entidades y terceros la comprensión de la necesidad de implantación de estos sistemas. No sería hasta 2004 con la publicación del conocido como documento COSO II en que, bajo el título «Gestión del riesgo empresarial. Marco integrado», el Comité definió los ocho componentes y cuatro categorías objetivas que permiten al órgano de gestión, a la dirección y a todo el personal, identificar los eventos relevantes y participar en las tareas de gestión de riesgos corporativos. Los elementos que configuran este enfoque se representan en el siguiente cubo: – SISTEMA DE GOBIERNO: De acuerdo con el contenido de la Directiva (art. 41 y siguientes), las exigencias en materia de sistema de gobierno se extienden a todas las entidades como vía para garantizar una gestión sana y prudente de su negocio. Así, se generaliza en el sector la necesidad de contar con una estructura organizativa transparente y apropiada, con una clara distribución y una adecuada separación de funciones y un sistema eficaz para posibilitar la transmisión de la información que además estará sometido a revisión interna periódica. Solvencia II considera los requerimientos en materia de gobierno, condición sine qua non para Solvencia II no podía desarrollarse al margen de estas tendencias en materia de gestión empresarial. De ahí la influencia que se aprecia en las materias cualitativas contenidas en los pilares 2 y 3 y que serán presentadas en el apartado siguiente. II.4. LOS PILARES CUALITATIVOS DE SOLVENCIA II El objetivo primordial de Solvencia II es mejorar el nivel protección de los derechos de los tomadores y asegurados. Asimismo, se prevé que con78 II. SOLVENCIA II. LOS PILARES CUALITATIVOS garantizar la gestión óptima de las entidades. De ahí la configuración amplísima de este sistema, que se extiende a las áreas centrales o actividades críticas de la aseguradora, abarcando cuatro funciones fundamentales; gestión de riesgos+control interno, cumplimiento, función actuarial y auditoría interna. Subyace a la regulación contenida en la Directiva, el denominado principio de «cuatro ojos» por el cual al menos dos personas deberían desarrollar las funciones fundamentales para el core business de la entidad, de modo que antes de ejecutar cualquier decisión relevante, al menos dos personas hayan revisado el criterio elegido. Con objeto de evitar cargas innecesarias para pequeñas y medianas entidades, los requerimientos de Solvencia II se diseñan respetando el principio de proporcionalidad. En este sentido es preciso recordar que si bien el desarrollo de los requerimientos en materia de gobierno también debe ser proporcionado a la naturaleza, escala y complejidad de las operaciones realizadas por la entidad, en ningún caso puede amparar supuestos de inacción o generar dudas sobre la aplicabilidad de este conjunto de disposiciones a todos y cada uno de los actores en el mercado. Ténganse en cuenta dos reflexiones por ultimo en relación a las bases que subyacen en la regulación sobre sistema de gobierno. La primera de ellas es la relativa a la necesidad de que los conceptos jurídicos indeterminados contenidos en la normativa, se interpreten a la luz también de las guías, reglas y metodologías producidas por los propios actores en el mercado. Así, en relación a la evaluación de la calidad del ejercicio de la función actuarial, por ejemplo, será preciso tener también en cuenta las hipótesis y criterios manejados por la profesión. Lo mismo sería aplicable a la función de auditoría interna, etc… Las corporaciones profesionales y las asociaciones internaciones en que éstas se agrupan tienen ante sí la posibilidad y también la responsabilidad de colaborar a través de la fijación de estándares profesionales adecuados, en la tarea del supervisor. Sin duda el reconocimiento de este nuevo rol deberá acompañarse del compromiso de todos los involucrados en este enfoque, tanto en el momento inicial de puesta en marcha del sistema, como de cara a su actualización y mantenimiento, articulado a través de fluidas relaciones de cooperación. En segundo lugar es preciso aludir si quiera brevemente a la regulación en materia de aptitud de las personas que desempeñan cargos de alta dirección y gestión en las entidades. Evaluar la reputación de estas personas requerirá en los próximos años también mayor implicación por parte de todos los actores y por supuesto del supervisor, que deberá analizar en base a toda la información disponible en el mercado si existen razones para sostener que la conducta pasada de una persona puede o no generar dudas sobre el cumplimiento de futuras obligaciones. La definición de un marco suficientemente garantista pero flexible, moderno y al mismo tiempo tuitivo de los derechos de los tomadores, es otro reto de cara a la entrada en vigor de Solvencia II. Mayor comunicación deberá lograrse entre los tres supervisores nacionales y sus homólogos en el Espacio Económico Europeo, con objeto de evitar inseguridad jurídica, pero al mismo tiempo garantizar la adecuada tutela de los usuarios de productos financieros. También deberá avanzarse en términos de convergencia intersectorial, con objeto de homologar el estándar de control en todas las áreas financieras y para ello, la creación del Comité conjunto dentro del Sistema Europeo de Supervisores Financieros será una herramienta de gran valor añadido a partir de enero de 2011. – ORSA: El artículo 45 de la Directiva marco prescribe la evaluación interna de los riesgos y la solvencia (ORSA por sus siglas en inglés) como parte del sistema de gestión de riesgos de toda entidad aseguradora, lo cual conduce a que sin excepción, realicen un ejercicio de valoración en relación a sus propias necesidades de solvencia4. El 4 El estudio de la posición general de solvencia de las entidades incluye el análisis sobre la suficiencia de activos 79 ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010... como si han logrado la aprobación de un modelo interno para calcular el SCR. Los órganos de gestión o administración deberán valorar y analizar los riesgos a los que están expuestas las entidades y determinar el nivel de fondos propios adecuados para dicho contexto, teniendo también en cuenta su sistema de control interno. La valoración por parte de los propios supervisados de su propio equilibrio entre riesgos y solvencia es crucial para la ejecución de un régimen basado en riesgos como Solvencia II. El enfoque basado en riesgos requiere entre otras cuestiones que las entidades mantengan un nivel de fondos propios adecuado para estas exposiciones actuales o futuras. El ORSA representa en primer lugar, la opinión de la propia aseguradora sobre sus necesidades de solvencia y los fondos de que dispone. Por supuesto este análisis puede alcanzar distintos niveles de sofisticación en función de la naturaleza, escala y complejidad de las carteras gestionadas y de las propias entidades: desde pruebas de estrés simples sobre los riesgos más significativos hasta el uso de metodologías más avanzadas similares a las que se introducen en modelos internos totales o parciales, por ello la diversidad de escenarios puede ser notable. Así, aunque puede haber entidades que utilicen la fórmula estándar del SCR para las que, debido a su tamaño o complejidad el proceso de ORSA precise un diseño no lejano en sofisticación a un modelo interno, esto no se aplicará a todas los actores del mercado. Los usuarios de fórmula estándar con perfiles de riesgo menos complejos podrán utilizar herramientas manos sofisticadas para ejecutar el ORSA. resultado del ORSA será a continuación comunicado a las Autoridades de supervisión a nivel individual y de grupo y por tanto pasará a ser también una pieza del proceso de revisión supervisora (SRP por sus siglas en inglés). El ORSA es un concepto nuevo y absolutamente revolucionario dentro de la normativa de supervisión de seguros, pudiendo ser catalogado como una de las manifestaciones más evidentes del nuevo enfoque de gestión para las entidades y como una pieza fundamental en el nuevo marco de relación entre supervisor y supervisado. Aunque la Directiva marco identifica los elementos más importantes que serán evaluados dentro del ORSA, la enumeración de los resultados que debe producir no es exhaustiva. Además, existe la percepción de que la industria considera el ORSA como una obligación de desarrollar procesos con un elevado nivel de complejidad y sofisticación, lo que realmente no coincide con los objetivos pretendidos por la Comisión Europea o CEIOPS. Todo esto ha conducido a una gran incertidumbre en el mercado con relación a qué cabe esperar de este nuevo requerimiento, preocupación que ha sido especialmente intensa entre las entidades de pequeño y mediano tamaño. Consciente de esta percepción, la propia Directiva a través de su considerando 36 ha especificado que el ORSA no requiere la elaboración de un modelo interno, ni sirve para calcular un capital regulatorio distinto del SCR o MCR. Tampoco debe ser excesivamente gravoso para las entidades. Definido por tanto que no pretende ni implica el ORSA cabe preguntar ¿Qué es el ORSA y por qué es tan importante? El ORSA pretende reforzar la consciencia de las entidades sobre las interrelaciones entre los riesgos a los que están expuestas o pueden estarlo a largo plazo y las necesidades internas de capital que derivan de su exposición a los riesgos, tanto si las entidades utilizan la formula estándar – REMUNERACIONES: La crisis financiera que está afectando a los mercados a nivel global ha fijado el foco de atención de analistas, inversores y usuarios de servicios financieros en general, sobre diversos aspectos relacionados con el gobierno de las entidades. El sector asegurador, si bien no se ha identificado como uno de los factores desencadenantes de las para hacer frente a los pasivos, incluyendo provisiones técnicas, la garantía de los requerimientos de solvencia (SCR y MCR), asi como las necesidades internas de capital. 80 II. SOLVENCIA II. LOS PILARES CUALITATIVOS turbulencias que afectaron a los mercados de crédito o hipotecario y que desencadenaron la crisis, tampoco puede considerarse, en un contexto de globalización, al margen de los efectos en cascada que puedan expandirse a nivel sistémico. Es por ello que ciertas lecciones aprendidas a lo largo de los tres últimos años, se han trasladado también a la regulación del seguro, influyendo sobre el marco en construcción de Solvencia II. Una de las cuestiones que ha atraído el interés de los mercados es la relacionada con las prácticas retributivas aplicadas a los miembros de los órganos de gestión y a la alta dirección de las entidades financieras, así como al personal vinculado a la toma de decisiones que implican el diseño de políticas de riesgos. En términos agregados, se ha considerado que la fijación de objetivos a corto plazo ha generalizado exposiciones excesivas a ciertos riesgos, que no habían sido adecuadamente gestionadas. Por este motivo se ha consolidado una corriente revisora de los modelos retributivos anteriores con objeto de evitar la repetición de aquellas conductas. Dicho proceso, liderado por aquellos mercados en los que algunas entidades financieras han recibido apoyo público y que está teniendo reflejo en muchos Estados Miembros de la UE, tiene por fin lograr una óptima alineación de los incentivos de los gestores y directivos de las entidades con los objetivos fijados por los accionistas (maximización a largo plazo del valor de la entidad) resolviendo lo que en la literatura económica ha recibido tradicionalmente la denominación de «conflicto propiedad-agente». A pesar de coincidir en el tiempo con estos enfoques, la Directiva de Solvencia II no entró a valorar expresamente los principios que deben considerarse en el diseño de las políticas retributivas por parte de las entidades aseguradoras. Ha sido CEIOPS quien en su documento «Lesson to be learnt from the crisis: Solvency II and beyond» en marzo de 2009 reconoció que, lo que tradicionalmente se había considerado al margen de las necesidades regulatorias para el sector asegurador, debía a partir de la entrada en vigor del nuevo marco de gestión para el sector, ser ade- cuadamente tratado. Así, anunció la incorporación entre los temas de pilar 2, de referencias expresas a los principios que debían guiar las políticas retributivas de las entidades con objeto de evitar incentivos erróneos. Al mismo tiempo, el Comité reconocía la necesidad de trabajar conjuntamente en todas las áreas financieras, bancavalores-seguros, a través de la colaboración con el Comité Europeo de Supervisores Bancarios (CEBS-EBA) y el Comité Europeo de Supervisores de Valores (CESR-ESMA) con objeto de construir un marco consistente en esta área. Los principios que inspirarán la futura regulación tomarán como punto de partida el objetivo de que la política retributiva de las entidades sea aplicada de forma consistente a toda la estructura de las aseguradoras, teniendo en cuenta las funciones específicas de los órganos de gestión, la alta dirección y del personal directamente vinculado a la toma de riesgos. Esta política deberá estar alineada con la estrategia de negocio y su actitud frente al riesgo, con sus intereses a largo plazo y con los valores corporativos. Especialmente interesante es todo lo relacionado con el gobierno corporativo de las entidades mutuales, por ello puede ser interesante que la futura regulación de la materia tome en consideración recomendaciones especiales para mutuas y mutualidades de previsión social en materia de política retributiva. Por último, el desarrollo de políticas retributivas claras debería estar relacionado con el mantenimiento de una estructura de gobierno en materia de remuneraciones trasparente y eficaz, con una clara atribución de responsabilidades sobre el diseño de las políticas y su seguimiento, y que valore la eficacia de los incentivos a largo plazo. – INFORMACIÓN A EFECTOS DE SUPERVISIÓN Y LA DIFUSIÓN AL MERCADO Se trata sin duda de dos caras de una misma moneda. La presentación de información armo81 ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010... nizada a las autoridades de supervisión por parte de las empresas de seguros («información a efectos de supervisión») será parte importante del futuro marco normativo de la UE. La información a efectos de supervisión trasciende el concepto de normas de información financiera, e incluye distintos tipos de información que los supervisores necesitan para ejercer sus funciones. Se refiere a información que por lo general no es del dominio público y que por tanto debe ser adecuadamente regulada en cuanto a su obtención, uso y conservación, de ahí que los aspectos de confidencialidad inherentes a estas exigencias deban examinarse detenidamente Por otra parte pero sin duda con la misma importancia, la transparencia y la difusión de información al mercado servirá para reforzar la disciplina y consolidar los mecanismos de mercado. En el marco de Basilea II, las exigencias del tercer pilar se refieren exclusivamente a la información al mercado, en tanto que la información a efectos de supervisión sólo se armoniza hasta un determinado nivel. Sin embargo, un proyecto ambicioso como Solvencia II ha considerado necesaria la inclusión expresa de ambos ámbitos siempre que se garantice la compatibilidad. A fin de reducir la carga administrativa que pesa sobre las entidades sujetas a supervisión, los requisitos en materia de información a efectos de supervisión y de mercado deben estar en consonancia con los elaborados por la Asociación Internacional de Supervisores de Seguros (IAIS por sus siglas en inglés) y el Comité Internacional de Estándares de Contabilidad (IASB por sus siglas en inglés), aunque pueden proponerse añadidos y ajustes, siempre que se justifiquen de manera precisa. Han de ser asimismo compatibles con los aplicables en el sector bancario ya que la armonización de la regulación financiera aporta valora a los mercados, disminuye costes, genera sinergias y evita arbitraje regulatorio. Analicemos por separado cada uno de estos requerimientos. En términos de información pública, las entidades aseguradoras y reaseguradoras son requeridas por la Directiva marco a divulgar pública- mente información sobre su condición financiera y de solvencia. Deberán concretarse por tanto los requerimientos detallados y armonizados que deben cumplirse e identificarse los medios por los que esto será efectuado, con objeto de garantizar condiciones de mercado equivalentes para todos los operadores y de evitar restricciones o cargas indebidas en los mercados nacionales que dificulten la consecución del mercado único de seguros a nivel europeo. De nuevo en aplicación del precitado principio de proporcionalidad, la información sobre su situación financiera y de solvencia que las entidades aseguradoras y reaseguradoras divulguen públicamente deberá ser adecuada a la naturaleza, escala y complejidad de su negocio y en particular, a sus riesgos inherentes. Del mismo modo se deberá evitar generar obligaciones de divulgación redundantes o no relevantes. Por este motivo, la futura regulación en esta materia deberá considerar la posibilidad de que ésta sea presentada de forma completa o por referencia a otros documentos que, con ámbito y naturaleza coincidente, hayan sido también hechos públicos como consecuencia de otros requerimientos mercantiles o prudenciales. El principio de materialidad de la información citado anteriormente al aludir a la necesidad de evitar información redundante o no relevante debe ser concretado. En este sentido se considerará que la información es material si su omisión o inadecuada comunicación puede influir las decisiones económicas de los usuarios o receptores de la misma. La materialidad también está en relación con el tamaño y la naturaleza de la omisión o inadecuada comunicación y deberá ser enjuiciada en función de las circunstancias. Por último, la Directiva marco obliga a las entidades aseguradoras y reaseguradoras a divulgar públicamente información sobre la situación financiera y de solvencia a nivel de grupo, permitiendo la elaboración de un documento único a nivel agregado que incluya la información sobre cualquiera de sus filiales. Sobre todo, el régimen pretende asegurar que los interesados 82 II. SOLVENCIA II. LOS PILARES CUALITATIVOS sean adecuadamente informados sobre la situación financiera y de solvencia de los grupos, al tiempo que reduce dentro de lo posible las cargas relacionadas. Por este motivo también será necesario armonizar los requerimientos aplicables tanto en uno como en otro supuesto. En cuanto al segundo de los tipos de requerimientos, la información que debe ser facilitada con finalidad supervisora, las entidades son requeridas por la Directiva a remitir a las Autoridades competentes la información que sea necesaria para fines de supervisión. Una parte esencial de ella es la que se envía con carácter periódico, pero esto no agota el catálogo posible. Teniendo en cuenta este marco, las medidas de segundo y tercer nivel deberán concretar no solo los contenidos que deberán ser remitidos regularmente, sino también los medios que deberán utilizarse para tal fin, con objeto de garantizar una efectiva convergencia en el enfoque orientado a riesgos aplicado por las Autoridades de supervisión cuando desarrollan su función. La información que debe ser remitida periódicamente debería incluir no sólo aquellos datos y cuantificaciones necesarias, sino también referencias cualitativas que completaran el análisis. El enfoque de la Directiva es que estos modelos y documentos completen de cara a las Autoridades de control, la información disponible en el mercado a través del informe público sobre condición financiera y de solvencia, permitiendo dibujar una fotografía completa sobre la entidad. Expresamente el artículo 53.3 de la Directiva establece que «las autoridades deberán permitir a las entidades hacer uso de la información publicada en virtud de otros requerimientos legales o reglamentarios o hacer referencia a ella, en la medida en que dicha información sea equivalente por su naturaleza y alcance a la exigida en el informe sobre situación financiera y de solvencia». Al igual que para otros muchos requerimientos de los establecidos bajo el nuevo marco regulador, la información que las entidades deben remitir periódicamente a los Supervisores debería ser proporcionada a la naturaleza, escala y complejidad de los negocios y en particular a los riesgos que afrontan, evitando, al igual que en relación a la información a divulgar frente al mercado, cualquiera redundante o irrelevante. Dicho principio de materialidad de nuevo hace referencia a la posibilidad de que cualquier omisión o inadecuada comunicación pudiera influir en la toma de decisiones por parte de las Autoridades durante el proceso de supervisión, debiendo esto ser concretado a la luz del tamaño y la naturaleza de la omisión o inadecuada comunicación y en función de las circunstancias concurrentes. Sin duda las futuras medidas de nivel 2 y 3 deberán garantizar un adecuado equilibrio de costes y cargas para los supervisados también en el ámbito de los requerimientos de información. La Comisión Europea ha encargado una consultoría independiente para medir el impacto de la entrada en vigor de Solvencia II sobre varias áreas entre las que se incluye esta materia y que sin duda será tenida en cuenta para la concreción de este requerimiento. CEIOPS está actualmente trabajando en múltiples áreas relacionadas con la comunicación de información a supervisores, entre ellas la armonización de formatos y la elección de un lenguaje común para la trasmisión de la información, con objeto de favorecer su intercambio y la construcción de bases de datos comunes. El inicio de actividad de la Comisión Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (EIOPA por sus siglas en inglés) a partir de 1 de enero de 2011 supondrá en este sentido un hito fundamental, ya que el Reglamento por el que se crea esta nueva Autoridad entre sus funciones destaca esta tarea como elemento posibilitador de un ejercicio más armonizado y eficiente de la labor de supervisión a nivel europeo. – FACULTADES DE SUPERVISIÓN: El ECOFIN de 4 de diciembre de 2007 que revisó el funcionamiento del proceso Lamfalussy invitó a la Comisión Europea a estudiar las diferencias en facultades, poderes y objetivos entre 83 ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010... los Supervisores nacionales y a realizar un estudio de situación intersectorial para evaluar la coherencia, equivalencia y utilización de los poderes sancionadores en los distintos Estados Miembros. El Consejo también instó a los denominados Comités de nivel 3 (CEBS-CESR y CEIOPS) a cooperar y apoyar a la Comisión en el cumplimiento de estos objetivos. Gracias a este impulso político, objetivos como el logro de mayor convergencia en prácticas supervisoras y la armonización de criterios para la interpretación de la regulación financiera, se convirtieron en fines fundamentales para los Comités de Supervisores Europeos (también la Asociación Internacional de Supervisores de Seguros - IAIS considera la convergencia una herramienta esencial para garantizar máxima eficiencia en el ejercicio de la supervisión). El contenido de la Directiva de Solvencia II incorpora este mandato de convergencia supervisora construyendo sobre este enfoque un marco moderno para el ejercicio de esta función. Se perfila así un modelo de supervisor prospectivo, cercano al mercado, dinámico y dinamizante para la industria que incluye entre sus objetivos el mantenimiento de la estabilidad financiera y que en todo caso tiene presente el mandato comunitario de priorizar entre sus fines, la garantía de los derechos de los tomadores y beneficiarios del seguro. Los criterios y métodos para el proceso de revisión supervisora regulados en la Directiva marco cubren los medios y las actuaciones que las Autoridades de supervisión pueden emplear para evaluar el cumplimiento de los requerimientos identificados en el art 36.2 y para medir la adecuación de métodos y prácticas de las entidades dirigidos a identificar aquellos factores que pudieran afectar negativamente a su situación financiera o de solvencia general o que permitieran reaccionar ante dichas eventualidades. Las actividades de supervisión a partir de 2013 deberán estar orientadas a identificar aquellas entidades que, por sus características financieras, organizativas o de otro tipo puedan presentar un perfil de riesgo más elevado. Sol- vencia II parte así del enfoque contenido en Basilea II y dirigido a los supervisores bancarios, por sin duda va más allá. Tales entidades pueden verse obligadas a mantener una dotación de capital a efectos de solvencia mayor que la que se deriva del SCR, y/o a adoptar medidas tendentes a reducir los riesgos que asuman, todo ello como resultado del proceso de revisión supervisora, de ahí la importancia de este marco. A través de él debe, además, lograrse una mayor armonización de los métodos, las herramientas y las facultades de supervisión mediante el desarrollo de normas y metodologías comunes dentro del Espacio Económico Europeo, p.ej., de cara al procedimiento de validación de modelos internos. ¿Con que enfoque aplicarán los Supervisores europeos los principios recogidos en la Directiva? El objetivo de las Autoridades cuando solicitan información sobre el negocio o la estrategia de gestión de riesgos no es interferir en la planificación o ejecución de prioridades de las entidades, sino analizar su perfil de riesgos y conocer en profundidad las metodologías y enfoque de gestión. También la información que las entidades comunican a través de su propia evaluación de riesgos y solvencia (ORSA) permite conocer mejor este enfoque y por ello es básico también para el ejercicio de la supervisión. Será sin duda un reto para los supervisores ser capaces de explotar y hacer uso de información más completa y diversa en cuanto a su origen. La creación del Sistema Europeo de Supervisores Financieros y del Consejo Europeo de Riesgos Sistémicos (ESRB por sus siglas en inglés) generará también deberes a la hora de compartir información y crear bases de datos comunes. Precisamente con el fin de posibilitar la asunción de nuevas responsabilidades supervisoras, el considerando 17 de la Directiva de 2009 exige a los Estados Miembros que faciliten a las Autoridades los recursos económicos y humanos necesarios para cumplir las obligaciones que ella establece. El Informe elaborado por mandato de la Comisión Europea por el Grupo de sabios presidido por Jacques de Larosiere en 2009 también coincidió con este objetivo, finalmente incorporado 84 II. SOLVENCIA II. LOS PILARES CUALITATIVOS también en los Reglamentos de creación de las Autoridades Europeas de Supervisión. ciente periodicidad, sino también comparable en el tiempo. La divulgación por parte de los supervisores no es incompatible con la primacía del principio de confidencialidad en el intercambio de información y el respeto al deber de secreto profesional. Por este motivo la agregación de datos será una herramienta fundamental para garantizar el conocimiento adecuado sin interferir en la competencia en el mercado ni lesionar los derechos de los supervisados. También con objeto de garantizar un flujo homogéneo y comprable de información en los mercados europeos, las futuras medidas de nivel 2 y 3 deberán concretar los contenidos mínimos específicos que deberán ser divulgados, la periodicidad de comunicación y vías para que estos datos sean suficientemente accesibles a los interesados, aspectos todos ellos que contribuirán a dotar de contenido el principio recogido en la Directiva marco. Adicionalmente, el supervisor continua actuando con pleno sometimiento al principio de seguridad jurídica en su función. No cabe hablar de una supervisión eficaz si ésta no es capaz de asumir las nuevas funciones encomendadas en la Directiva sin restar ni el más mínimo ápice de garantías a los supervisados. Es por ello que el nuevo régimen deberá contener las previsiones adecuadas para permitir que los supervisados, tanto en el ámbito individual como de grupos, actúen con certeza sobre el marco aplicable, las facultades de control y su régimen de responsabilidad y todo ello, desde el momento inicial de la entrada en vigor de Solvencia II. TRANSPARENCIA Y RESPONSABILIDAD DE LOS SUPERVISORES La entrada en vigor de Solvencia II implica un distinto marco de actuación para las entidades, pero también generará nuevas tareas y responsabilidades para el Supervisor que no puede ser ajeno a la necesidad de modernizar sus procedimientos y adoptar una relación más fluida con los supervisados y el resto del mercado. Para construir este nuevo enfoque, Solvencia II refuerza dos principios ya presentes en la actuación de todos los Supervisores financieros: el de trasparencia y el de responsabilidad, ambos articulados a través de la divulgación de información al mercado y la garantía de la seguridad jurídica a los supervisados durante el SRP. La divulgación de información por parte del supervisor tiene por objeto hacer que un adecuado conocimiento relacionado con la supervisión prudencial se encuentre disponible con la frecuencia suficiente para todos los interesados, incluyendo por supuesto entidades aseguradoras y reaseguradoras, pero también mediadores, otros actores en el mercado, analistas, inversores, otras Autoridades de supervisión o tomadores (actuales o potenciales). Mediante la divulgación de información al mercado, el Supervisor persigue fines como mejorar la eficacia de la labor de supervisión, la convergencia entre Autoridades, la transparencia en el mercado y el logro de un level playing field en todo el Espacio Económico Europeo. Por ello, cumpliendo este mandato, las Autoridades deberán proporcionar información sobre el comportamiento de los mercados a nivel nacional, pero también sobre el cumplimiento de las obligaciones a ellos mismos impuestas por Solvencia II en el ejercicio de su función. Esta información, que comprenderá evidentemente datos cuantitativos pero también análisis cualitativos, deberá ser no sólo suficiente, completa y recurrente con la sufi- II.5. RECOMENDACIONES 1.- El regulador deberá mantener, en el proceso de transposición de la Directiva de Solvencia II y en la futura elaboración del Reglamento de desarrollo de la Ley de supervisión de seguros privados, un nivel de colaboración y de apertura a los interesados que permita trasladar al ámbito nacional un enfoque de 85 ESTUDIO SOBRE EL SECTOR ASEGURADOR EN ESPAÑA 2010... transparencia equivalente al que aporta en el contexto comunitario el esquema Lamfalussy. 2.- Los requerimientos de Solvencia II se diseñan respetando el principio de proporcionalidad, por ello el desarrollo de los aspectos cualitativos tendrá que ser proporcionado a la naturaleza, escala y complejidad de las operaciones realizadas. No obstante, las entidades deberán asumir que en ningún caso la aplicación de este principio puede amparar supuestos de inacción o generar dudas sobre la vigencia de este conjunto de disposiciones frente a todos y cada uno de los actores en el mercado. 3.- El supervisor deberá desarrollar un marco de cooperación activo con las corporaciones y asociaciones profesionales para completar, mediante la referencia a los estándares internacionales en las áreas de auditoría interna o ejercicio de la función actuarial, el marco de exigencia regulatorio. 4.- En la aplicación del nuevo marco de supervisión se deberá poner especial énfasis en incrementar la convergencia supervisora a nivel internacional e intersectorial en materia de evaluación de la idoneidad o aptitud de los altos cargos y socios de las entidades aseguradoras. Asimismo se deberá efectuar un análisis coherente de estas cuestiones asi como de las recomendaciones en materia de sistemas de remuneraciones, que valore las políticas de las entidades en función de las formas societarias o mutuales. 5.- El supervisor no puede ser ajeno a la necesidad de modernizar sus procedimientos y adoptar una relación más fluida con los supervisados y el resto del mercado bajo el nuevo marco regulador. Con objeto de poder asumir sus nuevas funciones con transparencia y responsabilidad, la DGSFP deberá dotarse de los recursos económicos y humanos necesarios para cumplir estas obligaciones. 86