REPÚBLICA DE COLOMBIA TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE ANTIOQUIA SALA SEGUNDA DE ORALIDAD MAGISTRADO PONENTE: GONZALO ZAMBRANO VELANDIA MEDELLÍN, DIECISÉIS (16) DE OCTUBRE DE DOS MIL CATORCE (2014) Referencia: Demandante: Demandado: Radicado: Instancia: ACCIÓN DE TUTELA FABIO NELSON CASTRO CASTAÑEDA COMISIÓN NACIONAL DEL SERVICIO CIVIL– CNSC Y OTROS 05 001 23 33 000 2014 01777 00 PRIMERA Asunto: SENTENCIA N° S2- 106 Tema: Procedencia excepcional de la tutela para proteger derechos fundamentales supuestamente amenazados o vulnerados en la ejecución de un acto administrativo proferido dentro de un concurso de méritos. El señor FABIO NELSON CASTRO CASTAÑEDA, actuando en nombre propio presentó demanda en ejercicio de la acción de tutela, en contra de la COMISIÓN NACIONAL DEL SERVICIO CIVIL, la UNIVERSIDAD DE LA SANABA y el DEPARTAMENTO DE ANTIOQUIA-SECRETARÍA DE EDUCACIÓN, impetrando la protección inmediata de los derechos constitucionales fundamentales al TRABAJO, IGUALDAD, ESCOGENCIA DE PROFESIÓN U OFICIO, y LIBERTAD DE ENSEÑANZA, APRENDIZAJE, INVESTIGACIÓN Y CÁTEDRA. El accionante pide de esta Corporación un pronunciamiento sobre las siguientes PRETENSIONES El accionante solicita que le sean tutelados los derechos constitucionales fundamentales invocados, se ordene a las accionadas que lo incluyan en la lista de admitidos de la etapa de verificación de requisitos mínimos de la Convocatoria de Docentes y Directivos Docentes N° 180 de 2013 –sic, convocada por el Acuerdo 0181 del dos (2) de octubre de dos mil doce (2012). HECHOS En apoyo del petitum que se somete al conocimiento del Juez constitucional, el accionante precisa el siguiente listado de circunstancias fácticas, que intentaremos resumir en los hechos jurídicamente relevantes, siendo fieles a la intención del libelista: 1. Señala que se inscribió a la Convocatoria N° 137 de 2012, concurso abierto de méritos para proveer los empleos vacantes de directivos docentes y docentes de preescolar, básica, media y orientadores en establecimientos educativos oficiales que prestan su servicio a población mayoritaria, ubicados en la entidad territorial certificada en educación Departamento de Antioquia, convocado por el Acuerdo 0181 del dos (2) de octubre de dos mil doce (2012), la cual en su artículo 17 señaló como requisitos mínimos para el empleo Docente de Aula, los títulos de normalista superior, tecnólogo en educación, licenciado o profesional no licenciado, advirtiendo en el numeral 2° que podrían inscribirse a uno de los empleos ofertados de acuerdo con las afinidades entre formación y área de conocimiento. 2. Indica que se postuló para el cargo de Docente de Aula para el nivel/ciclo/área: Idiomas extranjero inglés de la Convocatoria 137 de 2012, para la ciudad de RionegroAntioquia, habiendo realizado las pruebas de aptitudes, competencias y psicotécnicas el veintiocho (28) de julio de 2013, la cual aprobó. 3. Manifiesta que por medio del Acuerdo 349 del veintidós (22) de abril de dos mil trece (2013), se modificó el Acuerdo 0224 del dos (2) de octubre de dos mil doce (2012), siendo incluidos los títulos profesionales de filosofía y letras, y comunicación social, para el nivel/ciclo/área humanidades lengua castellana e idioma extranjero inglés. 4. Aduce que para la etapa de recepción de documentos para verificación de requisitos mínimos, aportó diploma, certificado de experiencia laboral y copia de la cédula de ciudadanía, ante lo cual el dieciséis (16) de septiembre de dos mil catorce (2014), la Universidad de la Sabana publicó los resultados de verificación informando que no fue admitido, bajo el argumento de que el título aportado no corresponde al cargo al que aspira. 5. Indica que es egresado del pregrado de Licenciatura en Lenguas Extranjeras de la Universidad de Antioquia, la cual cuenta con acreditación de alta calidad otorgada mediante la Resolución 16516 del catorce (14) de diciembre de dos mil doce (2012), programa que forma docentes para la enseñanza del inglés y del francés para la educación media, y recibió registro calificado mediante la Resolución 2066 del catorce (14) de julio de dos mil (2000) y renovado mediante la Resolución 2027 del veinticuatro (14) de marzo de dos mil diez (2010). 6. Agrega que el egresado del programa de Licenciatura en Lenguas Extranjeras está preparado para enseñar inglés y francés, puesto que se forma bajo tres ejes, el del saber, el de la pedagogía y la didáctica, y el de la investigación, capacitado para ser formador y generador de valores humanos y disciplinares en el campo educativo y social. 7. Manifiesta que ante la decisión de no ser admitido con el fundamento de que el título aportado no corresponde al cargo al que aspira, fueron interpuestos los recursos pertinentes de manera oportuna, con el fin de la que Universidad de la Sabana y la CNSC explicaran el por qué de la decisión, señalando que el título que posee el actor es idóneo para desempeñar el cargo al que se postuló. 8. Añadió que el veintinueve (29) de septiembre de dos mil catorce (2014), la Universidad de la Sabana contestó los recursos ratificando la decisión y los motivos de la misma, informando además que no procedía ningún otro recurso. 9. Aduce que si bien la Universidad de la Sabana en virtud de la relación contractual que tiene con la CNSC es la encargada de verificar los títulos establecidos dentro del acuerdo que rige la convocatoria, debió en virtud de los principios orientadores del proceso y los derechos fundamentales consagrados en el artículo 5° del Acuerdo 0239 del dos (2) de octubre de dos mil doce (2012), hacer una interpretación amplia a la hora de corroborar el perfil del título de quien lo acredita y no hacer una interpretación restrictiva de las carreras profesionales determinadas en la convocatoria, poniendo en entredicho la labor desarrollada dentro del proceso de selección. TRÁMITE DEL PROCESO La demanda de la referencia fue presentada el dos (2) de octubre de dos mil catorce (2014), ante la Oficina Judicial de Medellín, siendo sometida a reparto en el Tribunal Administrativo de Antioquia, correspondiéndole a esta Sala de Decisión, a quien le es entregada el día seis (6) de octubre de dos mil catorce (2014) y admitida mediante auto del día siete (7) del mismo mes y año, denegando la medida provisional solicitada, y ordenando la notificación a las demandadas de conformidad con lo dispuesto en el artículo 5º del Decreto 306 de 1992 -folios 38 a 42 -, a quienes se les envió copia del recurso de amparo impetrado, a los efectos de que en el término de dos (2) días se pronunciaran sobre la demanda, remitieran los respectivos antecedentes y tuvieran la oportunidad de solicitar los medios de comprobación que estimaran pertinentes. POSICIÓN DE LAS ENTIDADES ACCIONADAS DEPARTAMENTO DE ANTIOQUIA EDUCACIÓN. –Folios 43 y 44-. – SECRETARÍA DE La entidad accionada allegó respuesta a la acción de tutela de la referencia señalando que en cuanto a lo pretendido por el actor, los artículos 23 y 31 de la Ley 115 de 1994 Ley General de Educción, el proceso de enseñanza desde el nivel de básica primaria hasta el grado once, está sustentado en las áreas obligatorias y fundamentales del conocimiento, que los establecimientos educativos deben ofrecer a sus estudiantes de conformidad con su currículo, el plan de estudios y el Proyecto Educativo institucional, entre las cuales, en relación con lenguas extranjeras, se encuentra Humanidades, lengua castellana e idiomas extranjeros y por mandato del numeral 5.5 del artículo 5° de la Ley 715 de 2001 el Ministerio de Educación es la única entidad facultada para modificar dichas áreas, creando o suprimiendo algunas de ellas y de conformidad con el artículo 119 de la Ley General de Educación, quien aspire a un cargo de tal naturaleza debe ser idóneo profesionalmente, es decir, contar con título académico que acredite el conocimiento en un área de la ciencia o la tecnología. De igual forma, aduce que el artículo 117 ibídem indica que el ejercicio de la profesión docente debe corresponder con el título profesional otorgado por la institución de educación superior, que indique el área de conocimiento en que se ha formado la persona y de conformidad con la jurisprudencia constitucional y el Decreto Nacional 3982 de 2006, para proveer las plazas de directivos docentes y docentes en vacancia definitiva en los niveles de preescolar, básica primaria, básica secundaria y media, la entidad competente es la CNSC así como para definir los títulos académicos idóneos para cada cargo, motivo por el que dicha entidad mediante el Acuerdo N° 306 del veintidós (22) de abril de dos mil trece (2013) convocó a concurso público de méritos para proveer plazas de docentes y directivos docentes en vacancia definitiva en el Departamento de Antioquia y señaló en cuanto a los profesionales, los títulos académicos que debían acreditarse por quienes decidieran postularse en las áreas del saber, por lo que en el caso del accionante son la CNSC y la Universidad de La Sabana las entidades responsables de definir su situación respecto del concurso de méritos, de acuerdo a sus competencias y advirtió que la Secretaria de Educación de Antioquia no ha incurrido en vulneración de derecho alguno, ni tiene injerencia frente al presente proceso, por lo que solicitó que se declarara su improcedencia en relación con la entidad. COMISIÓN NACIONAL DEL SERVICIO CIVIL – CNSC y UNIVERSIDAD DE LA SABANA. Las entidades demandadas no dieron respuesta a la demanda de la referencia dentro del término legal. PRUEBAS QUE OBRAN EN EL EXPEDIENTE El material probatorio que milita en el encuadernamiento se compone de las siguientes piezas documentales: Copia de la cédula de ciudadanía del señor FABIO NELSON CASTRO CASTAÑEDA. –folio 6-. Copia de diploma de Licenciado en Lenguas Extranjeras del accionante. –folio 7-. Copia acta de grado del título de Licenciado en Lenguas Extranjeras otorgado al accionante. –folio 8 Copia de certificación expedida por la Escuela de Idiomas de la Universidad de Antioquia. –folio 9-. Copia del Plan de Estudios del programa de Licenciatura en Lenguas Extranjeras de la Universidad de Antioquia. –folio 10-. Copia de respuesta dada por la Universidad de La Sabana a la reclamación realizada por el accionante. – folios 11 y 12-. Copia de la Resolución N° 2027 del veinticuatro (24) de marzo de dos mil diez (2010). –folios 13 a 15-. Copia de la Resolución N° 12640 del veintisiete (27) de diciembre de dos mil diez (2010). –folios 16 y 17-. Copia de la Resolución 0181 del dos (2) de octubre de dos mil doce (2012). –folios 18 a 35-. CONSIDERACIONES DE LA SALA 1. La competencia Según lo establecido por el artículo 86 de la Constitución Nacional, por el artículo 37 del Decreto 2591 de 1991, y por el artículo 1º del Decreto Reglamentario 1382 de 2000, el Tribunal Administrativo de Antioquia es competente para conocer y proferir fallo de primera instancia resolviendo la acción impetrada. 2. Problema jurídico a resolver El problema jurídico fundamental que convoca la atención de la Sala se circunscribe a determinar si la COMISIÓN NACIONAL DEL SERVICIO CIVIL, la UNIVERSIDAD DE LA SABANA y el DEPARTAMENTO DE ANTIOQUIA-SECRETARÍA DE EDUCACIÓN vulneran o han vulnerado los derechos constitucionales fundamentales al TRABAJO, IGUALDAD, ESCOGENCIA DE PROFESIÓN U OFICIO, y LIBERTAD DE ENSEÑANZA, APRENDIZAJE, INVESTIGACIÓN Y CÁTEDRA del accionante, al habérsele calificado como NO ADMITIDO en la etapa de verificación de requisitos mínimos con el argumento de que el título aportado no corresponde al cargo al que aspira. 3. Finalidad Jurídica de la acción de tutela El artículo 86 de la Constitución Nacional establece la acción de tutela para que toda persona pueda: “[...] reclamar ante los jueces, en todo momento y lugar, mediante un procedimiento preferente y sumario, por si misma o por quien actúe a su nombre, la protección inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales, cuando quiera que éstos resulten vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de cualquier autoridad pública.”. Es preciso advertir que la acción de tutela, consagrada en el artículo 86 de la Constitución Política, faculta a toda persona para reclamar ante los jueces, mediante un procedimiento preferente y sumario, la protección inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales, cuando quiera que estos resulten vulnerados o amenazados por la acción o la omisión en que incurra cualquier autoridad pública, o los particulares, en los casos en los que así se encuentre autorizado. Dada su naturaleza subsidiaria, la acción de tutela sólo procede cuando no existen otros medios de defensa judicial para amparar los derechos fundamentales invocados, o en su defecto, siempre que ello sea necesario, para evitar la ocurrencia de un perjuicio irremediable, caso en el cual procederá como mecanismo transitorio de protección. 4.- Procedencia excepcional de la tutela para proteger derechos fundamentales en materia de concurso de méritos. En reiteradas ocasiones, se ha señalado que la acción constitucional de tutela es un mecanismo de protección de derechos fundamentales que adolece de subsidiariedad y transitoriedad, puesto que la misma se convierte en el mecanismo idóneo de defensa de los derechos fundamentales cuando ante su amenaza o vulneración no exista otro medio de defensa o cuando existiendo éste se necesite acudir al amparo constitucional con el fin de evitar un perjuicio irremediable. Así las cosas, ante la existencia de un mecanismo de defensa judicial realmente eficaz y expedito para la protección de los derechos invocados imperativamente se debe hacer uso del mismo antes de acudir a la protección constitucional en cuanto el carácter subsidiario de la acción de tutela implica agotar los medios legales de defensa de los que se disponga a efectos de garantizar los derechos de quien se sienta vulnerado, dado que no puede la acción de tutela reemplazar las acciones establecidas en la jurisdicción ordinaria. En efecto, para que la acción de tutela se pueda ejercer en contra de una decisión de la Administración, debe existir la convicción en el Juez Constitucional de que, a pesar de existir otro mecanismo de defensa en vía jurisdiccional, el amparo tutelar como mecanismo transitorio resulta imperioso, pues de obrar de otra manera, se podría presentar un perjuicio irremediable que solo podría ser evitado con la decisión del Juez de Tutela, que por principio es una decisión que se aplica con mayor celeridad. Ahora bien, en relación con los concursos de méritos para acceder a cargos de carrera, la jurisprudencia constitucional ha reiterado que si bien existe el medio de control de nulidad y restablecimiento del derecho ante la Jurisdicción Contencioso Administrativa, este no es un mecanismo realmente sólido y efectivo para proteger completamente los derechos al trabajo, igualdad, acceso a los cargos públicos y debido proceso de quienes como concursantes se ven sujetos a las decisiones del ente regulador del respectivo concurso. El Máximo Tribunal Constitucional ha determinado que de manera excepcional la acción de tutela procederá contra las acciones u omisiones ejecutadas dentro de un concurso de méritos cuando las mismas generan una violación a un derecho fundamental junto con un potencial perjuicio irremediable, bajo los siguientes términos: “La Corte ha indicado que, en principio, la acción de tutela no procede para controvertir actos administrativos que reglamentan o ejecutan un proceso de concurso de méritos. Sin embargo, posteriormente la jurisprudencia constitucional encontró que existen, al menos, dos excepciones a la regla antes planteada. En primer lugar, se trata de aquellos casos en los que la persona afectada no tiene mecanismo distinto de la acción de tutela, para defender eficazmente sus derechos porque no está legitimada para impugnar los actos administrativos que los vulneran o porque la cuestión debatida es eminentemente constitucional. En segundo lugar, procede la tutela cuando, por las circunstancias excepcionales del caso concreto, es posible afirmar que, de no producirse la orden de amparo, podrían resultar irremediablemente afectados los derechos fundamentales de la persona que interpone la acción. Estos casos son más complejos que los que aparecen cobijados por la excepción anterior, pues en ellos existen cuestiones legales o reglamentarias que, en principio, deben ser definidas por el juez contencioso administrativo pero que, dadas las circunstancias concretas y la inminente consumación de un daño iusfundamental deben ser, al menos transitoriamente, resueltas por el juez constitucional.”1 En el mismo sentido la Corte Constitucional ha manifestado que: “Dado el carácter subsidiario y residual de la acción de tutela, por regla general, no es el mecanismo llamado a prosperar para controvertir decisiones adoptadas en el marco de un concurso público debido a que, para tal fin, existe la jurisdicción Contencioso Administrativa, instituida para juzgar las controversias y litigios originados en la actividad de las entidades públicas y de las personas privadas que desempeñen funciones propias de los distintos órganos del Estado.[3] No obstante, el artículo 86 de la constitución señala que, excepcionalmente, la acción de tutela es procedente, pese a la existencia de otros medios de defensa judicial, cuando se utiliza como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable. Al respecto en la Sentencia T-720 de 2005 (MP Humberto Sierra Porto) se sostuvo:“La existencia de dichos medios será apreciada en concreto, en cuanto a su eficacia, atendiendo las circunstancias en que se encuentra el solicitante. De conformidad con la precisión introducida por esta última disposición, para que la acción de tutela se torne improcedente no basta la mera existencia de otro medio de defensa judicial, es necesario igualmente precisar su eficacia para la protección de los derechos fundamentales, apreciación que en definitiva implica realizar un estudio analítico del mecanismo judicial “ordinario” previsto por ordenamiento jurídico en cuanto a su idoneidad para conseguir el propósito perseguido, esto hacer cesar la vulneración o amenaza de los derechos constitucionales y, adicionalmente, realizar un estudio de las circunstancias del caso concreto en que se encuentra el solicitante.” Así mismo la aludida sentencia señaló: “Desde muy temprana jurisprudencia la Corte Constitucional ha intentado precisar cuales son los requisitos que ha de reunir el otro medio de defensa judicial para que se le considere eficaz para la protección de los derechos fundamentales. Así, en la sentencia T-003 de 1992 sostuvo esta Corporación que el enunciado normativo del inciso tercero del artículo 86 constitucional debía interpretarse en el sentido que el otro medio de defensa judicial “(…) tiene que ser suficiente para que a través de él se restablezca el derecho fundamental violado o se proteja de su amenaza, es decir, tiene que existir una relación directa entre el medio de defensa judicial y la efectividad del derecho. Dicho de otra manera, el medio debe ser idóneo para lograr el cometido concreto, cierto, real, a que aspira la Constitución cuando consagra ese derecho”. Por otra parte, en la sentencia T-006 de 1992, se aseveró que correspondía al juez de tutela indagar si la “acción legal alternativa, de existir, es capaz de garantizar la protección inmediata de los derechos vulnerados o amenazados”. En esa oportunidad la Corte acudió al artículo 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos[4] para precisar las características que debía reunir el otro medio 1 Honorable Corte Constitucional, sentencia T-315 de 1998, Magistrado Ponente Eduardo Cifuentes Muñoz. de defensa judicial para desplazar a la acción de tutela, y concluyó que éste debía ser sencillo, rápido y efectivo,[5] de conformidad a lo previsto en dicho instrumento internacional En definitiva, de la interpretación sistemática del artículo 86 de las Carta y del artículo 6º del Decreto 2591 de 1991, ha entendido esta Corporación[6], que han de existir instrumentos realmente idóneos para la protección de los derechos; cuando ello ocurre la persona debe acudir a la vía judicial ordinaria y no a la tutela, pues el carácter subsidiario de esta acción así lo exige.[7] Contrario sensu, es posible que en virtud de circunstancias especiales el otro medio de defensa no se proyecte con la suficiente aptitud para salvaguardar los derechos de su titular, caso en el cual la tutela se erige como el instrumento válido de acción judicial.[8] Ahora bien, en materia de concursos públicos, si bien en principio podría sostenerse que los afectados por una presunta vulneración de sus derechos fundamentales podrían controvertir las decisiones tomadas por la administración -las cuales están contenidas en actos administrativos de carácter general o de carácter particular- mediante las acciones señaladas en el Código Contencioso Administrativo, se ha estimado que estas vías judiciales no son siempre idóneas y eficaces para restaurar los derechos fundamentales conculcados.”2 Así mismo, en sentencia T-829 de 2012 se indicó: “se concluye que según la jurisprudencia de esta Corporación, la acción de tutela es el instrumento judicial eficaz e idóneo con el que cuenta una persona para controvertir asuntos referentes a la provisión de cargos de carrera de conformidad con los resultados publicados en las listas de elegibles por los concursos de mérito.3 De esta manera, pese al carácter residual y subsidiario de la acción de tutela, puede ésta ser incoada en los casos de concursos de méritos de carrera administrativa, pese a la existencia de otro mecanismo de defensa, haciendo uso de manera transitoria del mecanismo de defensa constitucional, ello para garantizar de manera efectiva la protección de los derechos a la igualdad, trabajo y debido proceso. 5. Caso Concreto. En el caso objeto de estudio, el accionante pretende que se le ordene a las entidades accionadas que lo califiquen como ADMITIDO dentro de la Convocatoria 137 de 2012 para proveer los empleos vacantes de directivos docentes y docentes de preescolar, básica, media y orientadores, en establecimientos educativos oficiales que prestan su servicio a población mayoritaria, ubicados en la entidad territorial certificada en educación en el Departamento de Antioquia, para la cual se inscribió como aspirante a un empleo ofertado en el municipio de Rionegro, con el fundamento en que el título aportado corresponde al cargo al que aspira. 2 Honorable Corte Constitucional, sentencia T-958 de 2009, Magistrado Ponente María Victoria Calle Correa. 3 Honorable Corte Constitucional, sentencia T-829 de 2012, Magistrado Ponente Jorge Ignacio Pretelt Chaljub. Aduce el accionante que el mismo ostenta el título de Licenciado en Lenguas Extranjeras, el cual le fue otorgado por la Universidad de Antioquia tal y como se observa a folio 7 del expediente y el cual se orienta en tres campos específicos del saber: 1) saber específico inglés (L2)/francés (L3); 2) saber de las didácticas especiales e investigación y 3) saber pedagógico, constituido por los núcleos básicos y comunes del saber pedagógico: educabilidad, enseñabilidad, estructura histórica y epistemológica de la pedagogía y las realidades y tendencias y educativas institucionales –fl. 9-, por lo que considera, que se encuentra capacitado para ser formador y generador de valores humanos y disciplinares en el campo educativo y social, debiendo la Universidad de La Sabana si bien regirse por los parámetros establecidos por la CNSC en la convocatoria, interpretar de una manera amplia y no restrictiva, en aras de garantizar los principios orientadores del proceso de selección y los derechos fundamentales de los aspirantes, al momento de hacer la verificación del perfil del título del aspirante al cargo ofertado. De conformidad con lo anterior, se tiene entonces que la única razón por la que en la actualidad el señor FABIO NELSON CASTRO CASTAÑEDA es calificado como NO ADMITIDO dentro de la Convocatoria 137 de 2012 para proveer los empleos vacantes de directivos docentes y docentes de preescolar, básica, media y orientadores, en establecimientos educativos oficiales que prestan su servicio a población mayoritaria, ubicados en la entidad territorial certificada en educación en el Departamento de Antioquia, fue por no haber aportado un título que corresponda al cargo al que aspira. Mediante el Acuerdo No. 181 del dos (2) de octubre de dos mil doce (2012) se convocó a concurso abierto de méritos para proveer los empleos vacantes de directivos docentes y docentes de preescolar, básica, media y orientadores, en establecimientos educativos oficiales que prestan su servicio a población mayoritaria, ubicados en la entidad territorial certificada en educación en el Departamento de Antioquia– Convocatoria No. 137 de 2012, dentro del cual se establecieron los siguientes parámetros para el desarrollo del concurso al cual se presentó como aspirante el accionante: ARTÍCULO 4º. ESTRUCTURA DEL PROCESO: El proceso de selección de aspirantes tendrá las siguientes etapas: 1. Divulgación de la Convocatoria. 2. Inscripciones, publicación del listado de inscritos y citación a pruebas de aptitudes y competencias básicas y la psicotécnica. 3. Aplicación de las pruebas de aptitudes y competencias básicas y la psicotécnica. 4. Publicación de resultados de aptitudes y competencias básicas y la psicotécnica. 5. Recepción de documentos, verificación de requisitos. 6. Valoración de antecedentes y entrevista. 7. Publicación de resultados de la valoración de antecedentes y entrevista. 8. Conformación y publicación de la lista de elegibles. 9. Audiencia pública de escogencia de plaza en establecimiento educativo en el que se desempeñará el docente o directivo docente seleccionado. 10. Período de prueba: Nombramiento y evaluación. ARTÍCULO 6º. NORMAS QUE RIGEN EL CONCURSO: El proceso de selección por méritos de docentes y directivos docentes mayoritarios para establecimientos educativos estatales, que se convoca mediante el presente acto, se regirá de manera especial por las siguientes normas: Ley 115 de 1994, Ley 715 de 2001, Decreto-Ley 1278 de 2002, Decreto-Ley 760 de 2005, Ley 1033 de 2006, Decreto 3982 de 2006 y demás normas concordantes, y aplicando la normatividad que garantice el respeto a la igualdad y al debido proceso de los aspirantes y los principios orientadores del concurso. ARTÍCULO 15°. REQUISITOS: Para inscribirse en el presente concurso, el aspirante debe verificar que cumple los requisitos para el empleo de Docente de Aula, Orientador o Directivo Docente, al cual aspira concursar y convocados en el artículo 8 del presente Acuerdo. Ante una eventual inclusión en la lista de elegibles y nombramiento en período de prueba, el aspirante deberá acreditar los requisitos generales de posesión del cargo, entre otros: no tener antecedentes disciplinarios y fiscales que le impidan tomar posesión y, en el caso de los hombres, tener definida la situación militar en las condiciones de edad previstas en las normas vigentes. ARTÍCULO 17°. REQUISITOS MÍNIMOS PARA EMPLEO DOCENTE DE AULA: Para inscribirse en el presente concurso de méritos para empleos de Docentes de Aula, el aspirante debe tener como mínimo el título de Normalista Superior, Tecnólogo en Educación, Licenciado o Profesional no licenciado. (…) 3. Los Licenciados con énfasis en un área de formación podrán inscribirse a uno de los empleados ofertados de acuerdo con las siguientes afinidades entre formación y área de conocimiento. Idioma Extranjero-Inglés Lic. en Educción Básica con énfasis en inglés Lic. en Idiomas – Inglés Lic. en Filología o Lenguas Modernas Lic. en Educción con énfasis en inglés y/o idiomas Dentro de las consideraciones previas establecidas para el concurso en el artículo 6° del Acuerdo No. 224 de 2012 que señaló como normas que regían la Convocatoria 180 de 2012, Ley 115 de 1994, Ley 715 de 2001, Decreto-Ley 1278 de 2002, Decreto-Ley 760 de 2005, Ley 1033 de 2006, Decreto 3982 de 2006 y demás concordantes, ahora bien la Ley 909 de 2004 en el artículo 31 numeral 1° consagró que la convocatoria “es norma reguladora de todo concurso y obliga tanto a la administración, como a las entidades contratadas para la realización del concurso y a los participantes”. En relación con la obligatoriedad de lo preceptuado en la Convocatoria del concurso de méritos y su efecto vinculante a las entidades que desarrollan el mismo y los aspirantes, la H. Corte Constitucional en su jurisprudencia, ha señalado4: “Por su parte, la jurisprudencia constitucional ha indicado que el sistema de carrera administrativa tiene como soporte principios y fundamentos propios de la definición de Estado consagrados en el artículo 1° de la Carta Política. La Corte Constitucional, en la Sentencia SU-446 del 26 de mayo de 2011[17], estudió el caso, entre otros, de un grupo de funcionarios de la Fiscalía General de la Nación que desempeñaban cargos en provisionalidad y que no participaron en ninguna de las convocatorias realizadas por la entidad para proveer ciertas plazas ofertadas, o que participaron, pero no alcanzaron el puntaje mínimo requerido. Este grupo de personas alegaban tener derecho a permanecer en sus cargos en provisionalidad, pues la entidad no tenía unos criterios establecidos que sustentaran dar por terminada su provisionalidad. Planteado el problema jurídico, frente al concurso de méritos en el sistema de carrera administrativa, señaló la sentencia: “La importancia de la carrera administrativa como pilar del Estado Social de Derecho, se puso de relieve por esta Corporación en la sentencia C-588 de 2009, al declarar la inexequibilidad del Acto Legislativo No 01 de 2008, que suspendía por el término de tres años la vigencia del artículo 125 constitucional. En el mencionado pronunciamiento se indicó que el sistema de carrera administrativa tiene como soporte principios y fundamentos propios de la definición de Estado que se consagra en el artículo 1 constitucional, cuyo incumplimiento o inobservancia implica el desconocimiento de los fines estatales; del derecho a la igualdad y la prevalencia de derechos fundamentales de los ciudadanos, tales como el acceso a cargos públicos y el debido proceso. Como consecuencia de lo anterior, en dicho pronunciamiento se concluyó que “la carrera administrativa es, entonces, un principio constitucional y, por lo mismo, una de las garantías cuyo desconocimiento podría acarrear la sustitución de la Constitución”[18], en donde la inscripción automática, sin el agotamiento de las etapas del proceso de selección, resultaba abiertamente contraria a los principios y derechos en los que se erige la Constitución de 1991. 3.3. Por tanto, si lo que inspira el sistema de carrera es el mérito y la calidad, son de suma importancia las diversas etapas que debe agotar el concurso público. En las diversas fases de éste, se busca observar y garantizar los derechos y los principios fundamentales que lo inspiran, entre otros, los generales del artículo 209 de la Constitución Política y los específicos del artículo 2 de la Ley 909 de 2004[19]. La sentencia C-040 de 1995[20] reiterada en la SU-913 de 2009[21], explicó cada una de esas fases, las que por demás fueron recogidas por el legislador en el artículo 31 de la Ley 909 de 2004. Así: “1. Convocatoria. … es la norma reguladora de todo concurso y obliga tanto a la administración, como a las entidades contratadas para la realización del concurso y a los participantes. (subrayado fuera de texto). 4 H. Corte Constitucional, sentencia T-829 de 2012. M.P.: Jorge Ignacio Pretelt Chaljub. Expediente: T-3.524.549. 2. Reclutamiento. Esta etapa tiene como objetivo atraer e inscribir el mayor número de aspirantes que reúnan los requisitos para el desempeño de los empleos objeto del concurso. 3. Pruebas. Las pruebas o instrumentos de selección tienen como finalidad apreciar la capacidad, idoneidad y adecuación de los aspirantes a los diferentes empleos que se convoquen, así como establecer una clasificación de los candidatos respecto a las calidades requeridas para desempeñar con efectividad las funciones de un empleo o cuadro funcional de empleos. La valoración de estos factores se efectuará a través de medios técnicos, los cuales deben responder a criterios de objetividad e imparcialidad. 4. Listas de elegibles. Con los resultados de las pruebas…se elaborará en estricto orden de mérito la lista de elegibles que tendrá una vigencia de dos (2) años. Con ésta y en estricto orden de mérito se cubrirán las vacantes para las cuales se efectuó el concurso. 5. Periodo de prueba. La persona no inscrita en carrera administrativa que haya sido seleccionada por concurso será nombrada en período de prueba, por el término de seis (6) meses, al final de los cuales le será evaluado el desempeño, de acuerdo con lo previsto en el reglamento. “Aprobado dicho período, al obtener evaluación satisfactoria, el empleado adquiere los derechos de la carrera, los que deberán ser declarados mediante la inscripción en el Registro Público de la Carrera Administrativa. De no obtener calificación satisfactoria del período de prueba, el nombramiento del empleado será declarado insubsistente” (subrayado fuera de texto). 3.4. La convocatoria es, entonces, “la norma reguladora de todo concurso y obliga tanto a la administración, como a las entidades contratadas para la realización del concurso y a los participantes”, y como tal impone las reglas de obligatoria observancia para todos. En ella la administración impone los parámetros que guiarán el proceso y los participantes, en ejercicio del principio de la buena fe y la confianza legítima, esperan su observancia y cumplimiento. La Corte Constitucional, sobre este particular, ha considerado que el Estado debe respetar y observar todas y cada una de las reglas y condiciones que se imponen en las convocatorias, porque su desconocimiento se convertiría en una trasgresión de principios axiales de nuestro ordenamiento constitucional, entre otros, la transparencia, la publicidad, la imparcialidad, así como el respeto por las legítimas expectativas de los concursantes. En consecuencia, las normas de la convocatoria sirven de autovinculación y autocontrol porque la administración debe “respetarlas y que su actividad, en cuanto a la selección de los aspirantes que califiquen para acceder al empleo o empleos correspondientes, se encuentra previamente regulada”[22] (…) En ese contexto, es indiscutible que las pautas del concurso son inmodificables y, en consecuencia, a la administración no le es dado hacer variaciones por cuanto se afectarían principios básicos de nuestra organización, como derechos fundamentales de los asociados en general y de los participantes en particular.”(subrayado fuera de texto).” Ahora bien, de conformidad con los requisitos mínimos para el empleo Docente de Aula, al cual manifiesta el accionante se inscribió, los licenciados con énfasis en un área de formación, podrían aspirar a un cargo correspondiendo como títulos afines al área de conocimiento de idioma extranjero – inglés los de Lic. en Educación Básica con énfasis en inglés, Lic. en Idiomas – Inglés, Lic. en Filología o Lenguas Modernas, Lic. en Educación con énfasis en inglés y/o idiomas, mientras que el actor ostenta el título de Licenciado en Lenguas Extranjeras, el cual no se encuentra enlistado en la Convocatoria entre los requeridos para el cargo al cual aspiró, siendo deber del accionante tal y como se indica en el artículo 15 del Acuerdo 181 de 2012 verificar, al momento de su inscripción, que cumplía los requisitos para el empleo de Docente de Aula para el cual aspiraba a concursar. Se observa además, que el accionante, como lo anotó en el escrito petitorio formuló reclamación, en tanto, no compartía la decisión de calificarlo como NO ADMITIDO, adoptada por la Universidad de La Sabana, la cual fue contestada en debida forma por dicha entidad –fls. 11 y 12-, en la cual se le informa al accionante que el diploma por él anexado no es afín con las funciones del empleo de Docente de Aula para Idioma Extranjero – Inglés, respecto del cual las carreras profesionales aceptadas para la convocatoria serían Lenguas Modernas, Literatura Inglesa, Filología e Idiomas y Traducción Inglés y para el caso de las licenciaturas las arriba mencionadas; ahora, en cuanto a lo mencionado por el accionante, en relación con que la Universidad de La Sabana debió hacer una interpretación amplia a la hora de corroborar el perfil del título para el empleo al cual aspira el participante, se advierte que de conformidad con el artículo 30 del Acuerdo 181 de 2012, señaló: ARTÍCULO 29°:.- VERIFICACIÓN DE CUMPLIMIENTO DE REQUISITOS MÍNIMOS. La(s) Universidad(es) contratada(s) y delegada(s) para la aplicación de pruebas, con base en la documentación recibida realizará(n) la confirmación del cumplimiento de los requisitos mínimos que tratan los artículos 16°, 17° y 18° del presente Acuerdo. El aspirante que no cumpla los requisitos mínimos será excluido de proceso de selección, aún habiendo aprobado la prueba eliminatoria de aptitudes y competencias básicas. De conformidad con la norma en cita, se tiene entonces que la Universidad de La Sabana al momento de realizar la verificación del cumplimiento de los requisitos mínimos debe confirmar el cumplimiento de éstos, consagrados en los artículos 16, 17 y 18 del Acuerdo 181 de 2012, con base en la documentación aportada por cada aspirante, es decir, que la misma no puede hacer interpretaciones amplias, como lo sugiere al accionante, a lo reglamentado en el Acuerdo que rige la convocatoria, sino que debe limitarse a verificar que se cumpla cada uno de los requisitos exigidos dentro de la misma, en consecuencia, la decisión de NO ADMITIR al accionante, se adoptó en cumplimiento de sus competencias y obligaciones dentro del proceso de selección, y con acogimiento a las normas que rigen el concurso de méritos al que se inscribió el accionante, sin que ello implique la vulneración de los derechos fundamentales invocados como vulnerados. De conformidad con las anteriores precisiones, es claro para esta Sala de Decisión de que el señor FABIO NELSON CASTRO CASTAÑEDA, no cuenta con ninguno de los títulos profesionales o licenciaturas exigidas para el empleo al que se postuló, siendo ello uno de los requisitos mínimos de la Convocatoria 137 de 2012, incurriendo así en una de las causales de exclusión de la convocatoria, como lo dispone el inciso segundo del artículo 29 del Acuerdo 181 de 2012, y por lo cual las entidades accionadas Universidad de La Sabana y la Comisión Nacional del Servicio Civil, determinaron su calificación como NO ADMITIDO dentro del concurso de méritos al que se postuló. Previo análisis de la situación objeto de discusión, estima esta Corporación que al señor FABIO NELSON CASTRO CASTAÑEDA no le fueron vulnerados sus derechos fundamentales dentro de la Convocatoria 137 de 2012 para proveer los empleos vacantes de directivos docentes y docentes de preescolar, básica, media y orientadores, en establecimientos educativos oficiales que prestan su servicio a población mayoritaria, ubicados en la entidad territorial certificada en educación en el Departamento de Antioquia, adelantada por la Comisión Nacional del Servicio Civil – CNSC y la Universidad de La Sabana, puesto que dichas entidades accionadas han venido efectuando el proceso de selección del concurso de méritos, de conformidad con la normatividad que rige la convocatoria, así como los presupuestos legales y constitucionales establecidos aplicables a la misma, motivo por el que se denegará el amparo constitucional solicitado por el accionante. En mérito de lo expuesto, EL TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE ANTIOQUIA, SALA SEGUNDA DE ORALIDAD, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, FALLA PRIMERO-. DENIÉGUESE la acción de tutela promovida por el señor FABIO NELSON CASTRO CASTAÑEDA en contra de la COMISIÓN NACIONAL DEL SERVICIO CIVIL, la UNIVERSIDAD DE LA SABANA y el DEPARTAMENTO DE ANTIOQUIA-SECRETARÍA DE EDUCACIÓN, por las razones expuestas en la parte motiva de esta providencia. SEGUNDO-. NOTIFÍQUESE por el medio más expedito a las entidades accionadas, así como a la parte accionante, señor FABIO NELSON CASTRO CASTAÑEDA, conforme a los artículos 30 y 31 del Decreto 2591 de 1991. TERCERO-. Si no fuere impugnado este fallo, envíese, al día siguiente, a la Corte Constitucional para su eventual revisión (artículo 31 del Decreto 2591 de 1991). CÓPIESE, NOTIFÍQUESE, COMUNÍQUESE Y CÚMPLASE. La anterior providencia fue estudiada y aprobada por la Sala en sesión 117 de la fecha. LOS MAGISTRADOS, GONZALO ZAMBRANO VELANDIA GLORIA MARÍA GÓMEZ MONTOYA BEATRIZ ELENA JARAMILLO MUÑOZ