Inclusión Financiera: la tarea pendiente

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INCLUSIÓN FINANCIERA: LA TAREA PENDIENTE
Giovanni Di Placido
Economista Jefe, Fundación Microfinanzas BBVA
INTRODUCCIÓN
esta permite mejorar la desigualdad en un 30%,
producto de las transferencias netas que reciben,
en los países de América Latina lo hacen en apenas un 3%.
Cuando se analiza el mercado laboral, se tiene
que el 52% de la población se encuentra trabajando en el sector informal de la economía que ha su
vez representa el 40% del PIB total de la Región.
Al analizar con más detalle el mercado laboral
y centrando la atención en la tasa de participación del estrato de menores ingresos, se observa
que las mujeres lo hacen en apenas un 30%, es
decir 2 de cada tres mujeres de bajos ingresos,
están fuera del mercado laboral.
Si vemos este segmento completo en detalle,
tenemos que la tasa de desempleo se ubica en un
25%, mientras que para el segmento de mayores
ingresos se ubica en solo un 3%.
Un elemento transversal al tema de la pobreza
está en la educación. A pesar que los datos de
acceso al sistema educativo en la Región no son
alarmantes, se tiene que en promedio solo la
mitad de los jóvenes entre 20 y 24 años, han culminado su educación secundaria, mostrando ese
segmento una tasa de desempleo superior al 20%.
Este es un elemento central para explicar la
inclusión social y económica. Para tener menor
probabilidad de vivir en pobreza, se requieren de
12 años de estudios. La realidad esta lejos de esos
umbrales, la mitad de los jóvenes están por debajo de ese nivel y si consideramos la totalidad de la
población, esta tiene una media de apenas 8 años
y los segmentos de menores ingresos de 4 años.
Esto explica en gran medida el fuerte peso del
empleo informal y el autoempleo en la Región.
A finales de 1989, América Latina concluía su
década perdida, con casi un 50% de su población
en situación de pobreza, de estos, casi la mitad en
niveles extremos. Desde 1990 a 2010, la economía
latinoamericana ha crecido en promedio 3,2%, con
importantes avances en el logro de una mayor
estabilidad macroeconómica producto de una
mejor gestión de políticas económicas y un compromiso político con las reformas en la mayoría de
los países. Si bien este viraje ha tenido importantes
avances macroeconómicos, en términos de reducción de pobreza los resultados han sido limitados.
En la actualidad entre 180 y 200 millones de
personas se encuentran en pobreza en América
Latina y un 40% de estos están en niveles de
pobreza extrema.
Cuando se indaga quiénes son los pobres se
encuentra que en su mayoría son mujeres y
niños. Por cada adulto pobre en la región se tiene
que en promedio 2,5 niños en situación de
pobreza, mientras que por cada hombre adulto
en pobreza, hay 1,3 mujeres.
No sólo los niveles de pobreza son alarmantes,
sino que además la Región se mantiene como la
de mayor desigualad del ingreso en el mundo y
siendo de las que menos mejoran en términos de
desigualdad en los últimos 20 años.
Para visualizar mejor de que se trata, tenemos
que, mientras en los países del G7 los ingresos
medios de los más ricos superan a los más pobres en
12 veces, en América Latina lo hacen en 34 veces.
Esta situación es poco compensada por la gestión pública ya que mientras en los países del G7
99
LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL: RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA
Todos estos factores van configurando elementos que explican un nivel estructural de la
pobreza y, que en gran medida, explican los
menores avances logrados, en relación con las
expectativas de la población.
Si consideramos que la educación es un canal
central para el logro de sociedades más igualitarias, permitiendo revertir las desigualdades de
origen e igualar las oportunidades de bienestar
para el conjunto de la sociedad, también es cierto que la falta de equidad de las dotaciones iniciales es muy probable que se transforme en
resultados muy desiguales. Igualar las dotaciones
iniciales con intervenciones tempranas (incluso
antes de los 3 años) es superior a intentar corregir una pobre dotación inicial después cuando se
produce la deserción escolar. Esto nos lleva a una
importante conclusión, los factores estructurales
de la pobreza y la desigualdad se deben a la alta
concentración de la pobreza en las primeras etapas de la vida y la baja eficacia de los sistemas
educativos para revertir desigualdades de origen.
La mala noticia, es que esta tarea, si bien
impostergable, sus resultados se verán en el largo
plazo. El gran reto es que hacer con la actual generación de latinoamericanos que se encuentran en
situación de pobreza y que constituye un caldo de
cultivo para futuras generaciones de pobres, de no
romperse las desigualdades de origen.
Las políticas educativas y el gasto social dirigido a estos objetivos es mucho lo que podrían
ayudar, pero políticas que impulsen el crecimiento y por ende incrementen el ingreso de forma
sostenible, son quizás las más importantes para la
actual generación de pobres.
Cuando se analizan los factores que han incidido en la salida de la pobreza, para el conjunto
de la población que lo ha logrado, tenemos que
el 77% apunta a la iniciativa individual como
principal motor, mientras que la actuación de los
Gobiernos solo lo ven con el principal factor el
4% de estos1.
Este hallazgo apunta que en la medida que
buena parte de los «excluidos del sistema educativo» han logrado desarrollar actividades productivas que permitan florecer la iniciativa propia,
constituye un factor determinante en la salida de
la pobreza.
En este sentido, la articulación de sistemas de
formación para el trabajo constituye un elemento central que amplia las oportunidades para el
futuro de las personas en situación de pobreza ya
que amplia su capital humano y permite inclusive, de no ser absorbidos por el mercado laboral,
la proliferación de autoempleo y pequeñas
empresas, que incrementan considerablemente
la probabilidad de salir de la pobreza.
Esta situación podría ayudar a corregir una
gran paradoja de la pobreza, los pobres no
poseen las condiciones para emprender muchas
de las actividades rentables que desencadenan la
inversión y el crecimiento, lo que produce un círculo vicioso en el que el bajo nivel de crecimiento deriva en un alto nivel de pobreza y este último deriva a su vez en un bajo nivel de crecimiento.
Según el Banco Mundial, si el nivel de pobreza disminuye en 10% y todos los demás factores
permanecen inalterados, el crecimiento económico de largo plazo ó potencial puede aumentar
en 1%. A su vez, un aumento de 10% en los niveles de pobreza hace descender la tasa de crecimiento en 1% y reduce las inversiones hasta en
8% del PIB.
Sin embargo, si volvemos al 77% de los pobres
que han logrado superar esta situación con la iniciativa individual, tenemos que el grueso reporta
que la exclusión financiera ha constituido el principal freno para lograrlo.
En América Latina el 65% de los adultos no
usan los servicios financieros ya sea formales o
semi-formales, esto representa aproximadamente 250 millones de personas. Esto explica la baja
tasas de bancarización que tiene la Región.
1
Ver Deepa Narayan y Patti Petesch, editores (2007). «Moving
out of poverty: Cross disciplinary perspectives on mobility»,
Washington, DC, The International Bank for Reconstruction
and Development / The World Bank.
100
INCLUSIÓN FINANCIERA: LA TAREA PENDIENTE
La exclusión financiera es algo más que falta
de acceso, es un factor que acentúa el «analfabetismo financiero» y la discriminación.
Sin embargo la dimensión del rol del acceso a
los servicios financieros ha sido menos explotada
a pesar de la importancia central que se le asigna
en los modelos modernos de desarrollo, en las
decisiones relativas a la acumulación de capital
(físico y humano) y opciones laborales.
Cuando se destaca la acumulación de capital,
las imperfecciones del mercado financiero determinan la medida en que los pobres pueden
endeudarse para invertir en capital físico o
humano.
En aquellas que destacan el espíritu empresarial, las imperfecciones del mercado financiero
determinan el medida que individuos talentosos,
pero pobres pueden recaudar fondos externos
para iniciar proyectos.
Sin sistemas financieros incluyentes, los
pobres y las pequeñas empresas deben valerse de
sus propios recursos para invertir en educación o
aprovechar oportunidades prometedoras de crecimiento. Por ende, las políticas financieras que
fomentan los incentivos adecuados y ayudan a
superar los obstáculos en el acceso al financiamiento son fundamentales no sólo para lograr la
estabilidad sino también el crecimiento, en la
reducción de la pobreza y la distribución más
equitativa de los recursos y las capacidades4.
El acceso financiero ha estado tradicionalmente asociado al canal del crédito, sin embargo
el ahorro y los seguros juegan un rol central y cierran el circulo virtuoso del impacto de la inclusión financiera en la pobreza.
El acceso financiero permite mediante el crédito que el capital humano que poseen los pobres
se coloque en valor y en la medida que la relación
se realice en condiciones de mercado, disminuye
el riesgo moral y aumenta las probabilidades de
éxito de los proyectos en relación de los esquemas de subvención.
Por su parte no es menos importante el rol de
los instrumentos de ahorro que permiten suavi-
ACCESO FINANCIERO Y POBREZA
Existe consenso en la literatura, que la presencia
de sistemas financieros eficientes y que funcionen
correctamente es un elemento central para
impulsar crecimiento y desarrollo en las economías (Levine, 2004). Además, Kirkpatrick y Jalilian (2005) muestran que el desarrollo del sector
financiero juega un papel importante en la
reducción de la pobreza. En consecuencia, una
parte importante de la política de desarrollo se
ha preocupado en el desarrollo de los mercados
financieros para los pobres como una forma de
mejorar el crecimiento (Demirgüç-Kunt et al.,
2008).
Un mayor desarrollo financiero induce a los
ingresos de los pobres ha crecer más rápido que
el promedio del PIB per cápita, disminuye la
desigualdad de los ingresos y las tasas de pobreza.
Todos estos resultados se mantienen al controlar
por la tasa media de crecimiento, lo que sugiere
que el desarrollo financiero alivia la pobreza más
allá de su efecto sobre el crecimiento agregado2.
La exclusión financiera en los países en
desarrollo, es debido principalmente a fallas de
mercado derivadas de información imperfecta y
asimetrías de información (Stiglitz y Weiss, 1981;
Barham et al., 1996).
Un mayor acceso financiero fomenta el espíritu empresarial, genera un incremento medio de
la productividad y las inversiones, así como un
efecto positivo en el salario medio de la economía3.
2
Ver Di Placido, Giovanni (2011). «Finance and Poverty
Alleviation: Cross-Country Evidence», Madrid, Fundación
Microfinanzas BBVA, Mimeo.
3
Ver Lloyd-Ellis, H. y D. Bernhardt (2000). «Enterprise,
Inequality and Economic Development,» Review of Economic Studies, 67; y Erosa, A. y A. Hidalgo Cabrillana (2008)
«On Finance as a Theory of TFP, Cross-Industry Productivity
Differences, and Economic Rents,» International Economic
Review.
4
Ver World Bank Policy Research Report (2008). «Finance for All? Polices and pitfalls in expanding access», Washington, DC, The International Bank for Reconstruction
and Development / The World Bank.
101
LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL: RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA
zar el consumo, generar auto-seguro en ausencia
de éstos y como instrumento de protección ante
dificultades en las inversiones.
La dotación de seguros a estos segmentos, tradicionalmente se ha descuidado pero tiene una
importancia capital ya que permiten disminuir
las necesidades de ahorro e incrementa la inversión, disminuye la percepción de riesgo al generar colaterales.
Estas tres dimensiones, tienen un atributo
añadido que tiene una gran importancia; fomenta la formalización y los contratos en este segmento de la población, generando efectos de
segunda ronda en el crecimiento.
La otra dimensión es la construcción de capital social, que no son más que el desarrollo de
confianza, normas y redes, que pueden mejorar
la eficiencia de la sociedad (Putnan, 1993), facilitando acciones coordinadas que son particularmente útiles en países de bajos ingresos donde
los seguros formales no esta disponible y las instituciones para la aplicación del contrato son
débiles5.
que es peor aun, en muchos casos estos créditos
tuvieron otros destinatarios que capturaban políticamente a estas instituciones.
A pesar de las buenas intenciones muchos de
estos programas, terminaron en altos costos fiscales, incentivaron la cultura asistencialista y lo
que es peor no ayudaron a los más necesitados,
reforzando la idea que atender a los pobres estaba condenado al fracaso.
En los últimos 30 años, esta visión ha venido
cambiando. En la actualidad existe una amplia
gama de instituciones financieras que ofrecen
modelos alternativos de microfinanzas con diferentes filosofías y grupos.
Sin embargo, y a pesar del éxito individual de
un número notable de entidades, aun se está
estamos muy lejos de lograr una aceptabe inclusión, la población pobre sigue estando alejada de
los servicios financieros. Claramente la oferta ha
sido desbordada por la demanda.
Por el lado de la demanda, existen condiciones de entrada que hacen que muchos estén
fuera del sistema tradicional, como de las microfinanzas y que tienen que ver con la presencia de
empleo precario e informal, ausencia de garantías, poca capacidad de ahorro y escasa cultura
financiera.
En esta dimensión, la mejora de los derechos
de propiedad y su aplicación y la disponibilidad
de la información son especialmente importantes
para incrementar el acceso de estos segmentos a
los servicios financieros. Se debe avanzar en la
creación de un marco normativo específico para
este tipo de transacciones, avanzar en eficacia
jurídica de las garantías, mejorar los registros de
propiedad, construir ó mejorar las centrales de
riesgo e impulsar la formalización de las microempresa.
Por el lado de la oferta, la limitada escala de
muchas de las instituciones que en algunos casos
muestran una escasa formalización empresarial,
un insuficiente desarrollo tecnológico, con sistemas de gestión rudimentarios, carencia de
gobiernos corporativos sólidos y en muchos de
ellos un enfoque asistencialista, todo ello dentro
de un marco de poca competencia y lo que es
MICROFINANZAS: EL MECANISMO PARA
LA INCLUSIÓN
El sector financiero tradicional se enfrenta a múltiples obstáculos para atender esta demanda,
entre ellos la ausencia de información, las dificultades para contar con garantías y colaterales,
elementos que imponen altos costes de transacción y de entrega. Todo esto generó una matriz
de opinión que los préstamos a los pobres estaban condenados al fracaso.
En el pasado, este mercado fue abordado tradicionalmente con bancos públicos que otorgaban créditos fuertemente subvencionados que
lograban tasas de repago a lo sumo del 50% y lo
5
Ver Besley, Timothy, y Stephen Coate (2009). «Group
Lending, Repayment Incentives, and Social Collateral.» Journal
of Development Economics, 1995. y Feigenberg, Benjamin,
Erica Field, y Rohini Pande. «Building Social Capital through
Microfinance.»
http://www.hks.harvard.edu/fs/rpande/
papers/Social%20Capital%20April18v8.pdf.
102
INCLUSIÓN FINANCIERA: LA TAREA PENDIENTE
peor de escasa sostenibilidad, es lo que más ha
afectado a que la oferta acompañe a la fuerte
necesidad de inclusión financiera.
Los grandes retos del sector de las Microfinanzas es el de rentabilizar las operaciones a
pequeña escala, dado el peso que pueden significar los costes fijos y los altos costos transaccionales asociados a volúmenes pequeños, así como los
altos costos de ampliar el mercado, por su dispersión y por los pequeños montos involucrados.
Todo ello en un entorno de elevados costes de
capital, por los niveles de riesgo que el mercado
suele asociar a este segmento.
La construcción de economías de escala, una
mejor gestión de costes para reducir los costes
unitarios y un manejo adecuado de los distintos
riesgos, son las claves que diferencian los distintos desempeños que observamos en el sector. El
logro de estos objetivos impone la necesidad de
introducir importantes innovaciones que apuntan a transformar el sistema financiero.
Las buenas noticias son que las instituciones
de microfinanzas están creciendo y se están
haciendo más profesionales, transparentes y sostenibles. Cada año, cientos de instituciones obtienen clasificación crediticia y están recurriendo a
los mercados de capitales.
En medio de esta transformación, todas las
instituciones de microfinanzas exitosas, cumplen
con dos objetivos centrales: Impactar en la vida
de los pobres y hacerlo con sostenibilidad financiera e institucional y este es el camino que permitirá que una porción de los 80 billones de
dólares que se mueven en la punta de la pirámide y que atienen a 500 millones de personas,
puedan ir a la base de la pirámide donde se
encuentran 4000 millones de personas y solo se
mueven el equivalente a menos del 0,001% de
estos recursos.
tienen por destino por lo general las mujeres y
tradicionalmente utilizaron mecanismos de préstamos grupales, que han evolucionado en la
mayoría de los casos hacia créditos individuales.
Los efectos del microcrédito puede agruparse
en tres amplias categorías: relajar las restricciones
de crédito; desplazamiento de poder de negociación dentro del hogar por el mayor rol de las mujeres que mejoran la estructura de gastos del hogar.
La motivación para la expansión del microcrédito, es la presunción que ampliar el acceso al
crédito es una forma relativamente eficiente de
luchar contra la pobreza y promover el crecimiento. Sin embargo, hay una fuerte discusión
entre los académicos sobre los efectos del microcrédito, por la relativa poca evidencia convincente en cualquier dirección6.
El problema con la evaluación del impacto de
los microcréditos son los problemas de endogeneidad, la hetereogenidad de estrategias de los
prestamistas y de selección, así como los factores
inobservados, como el set de oportunidades, preferencias y riesgos de los clientes. No todo el
mundo es un empresario natural y los pobres
enfrentan otras barreras a la acumulación; la
inconsistencia temporal.
Esto hace que las evaluaciones de modelos
«randomized» para ver los impactos de los microcréditos en grupos que tienen acceso a ellos vs
otros que no tienen acceso, tengan el problemas
de fondo a la hora de evitar los sesgos ya que los
clientes son auto-seleccionados y por lo tanto no
comparables a no clientes.
Esto invalida las comparaciones con el tiempo
entre los clientes y no clientes, que constituyen
las clásicas pruebas que se hacen para evaluar los
impactos de la microfinanzas y que han venido
constituyendo las principales críticas a la hora de
evaluar los impactos.
Sin embargo, al realizar modelos de impactos,
controlando por tipo de uso que se hace del crédito y por la capacidad emprendedora, es decir
IMPACTO DE LAS MICROFINANZAS
Las microfinanzas son un arma cada vez más
común en la lucha para reducir la pobreza y promover crecimiento económico. Los microcréditos
6
Ver Karlan, Dean, y Morduch, Jonathan (2009). Access
to Finance. In Handbook of Development Economics, 5: Vol.
5. editado por Dani Rodrik Mark Rosenzweig. Elsevier.
103
LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL: RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA
aquellos que no tienen acceso pero que ya han
realizado alguna actividad productiva previa en
el campo de utilización de los recursos, los resultados que se obtienen son claramente alentadores tanto en mejora en nivel de ingresos, así
como en indicadores de bienestar como son permanencia en el sistema educativo de los hijos de
los beneficiarios y mejoras en indicadores de
salud7.
La razón para controlar por esta población
objetivo, es la presencia de costes fijos que debe
pagarse para iniciar una actividad productiva
que sugiere que se deberían ver los siguiente créditos para evaluar los verdaderos impactos.
En una primera fase se produce una caída del
consumo y un aumento de la inversión, por lo
que tenemos comportamientos disímiles entre la
evolución de estas micro-empresas y los hogares
de los prestatarios. Luego de un período se
observa un repunte en el consumo de bienes
durables que constituyen una parte importante
de los activos de los hogares pobres y una reducción de gastos superfluos de los hogares.
Los resultados que se obtienen al evaluar el
comportamiento de entre las familias que no
eran propietarios de una actividad previa a la
obtención del microcrédito ó con baja propensión para iniciar un negocio, es que estos no
incrementan su gasto en bienes durables, pero
aumentan el consumo de bienes no durables (por
ejemplo, alimentos), consistente con el uso de
microcrédito para pagar deuda más cara o
endeudarse contra ingresos futuros.
Al analizar en un plazo más largo los impactos, tenemos que los hogares que han recortado
consumo para ejecutar una mayor inversión,
generan un mayor incremento de sus ingresos y
aumentan su consumo, en el largo plazo.
En la otra parte, el segmento que aumentó su
consumo cuando obtuvo el préstamo sin iniciar
una actividad muestra una merma de ingresos.
Sin embargo, en algunos casos el acceso a una
fuente de financiación con tipos más bajos genera un efecto temporal de ingreso de corto plazo,
al pagar su deuda a canales informales de financiación más costosa.
Otra evidencia que se ha obtenido es que en
las zonas pobres en los cuales se tiene presencia
de sucursales, oficinas ó puntos de acceso, se
registran un mayor nivel de apertura de empresas, mayor cantidad de compras de bienes duraderos relacionados con las empresas y mayores
ganancias en las empresas existentes.
Al evaluar los impactos de las microfinanzas
en educación y salud., se tiene que en el corto
plazo (12-18 meses) no se observan cambios
importantes en indicadores de educación y salud,
sin embargo al analizar los impactos en el medio
y largo plazo, cuando los impactos de la inversión
se han traducido en mayores gastos totales para
hogares, se observa una mejora creciente en estos
indicadores.
Otro impacto positivo de las microfinanzas es
el efecto que tienen sobre los hogares, en presencia de shocks negativos que podrían incluir una
enfermedad, pérdida de bienes, la pérdida de un
empleo o una muerte en la familia. En los casos
de emprendedores los impactos de estos eventos
adversos son sustancialmente inferiores a los
observados en el resto.
Otra dimensión al evaluar el impacto de las
microfinanzas es el rol que juegan en disminuir la
desigualdad de género en los países en desarrollo.
Los datos apuntan, que los pobres son en su mayoría mujeres y sus hijos y la tasa de participación de
ellas en el mercado laboral es muy baja, en los
estratos de menores ingresos.
En la práctica estamos en presencia de un mercado laboral «racionado o casi inexistente» para las
mujeres a bajos niveles de capital humano y en
caso que exista, los salarios no compensan en
muchas ocasiones los costes transaccionales que
implica el empleo. Es por ello que formas de autoempleo son las que mayor opción le otorga a las
mujeres para insertarse en el mercado laboral.
Para poder desarrollarlos, las mujeres tienen
más probabilidades de padecer exclusión financiera, por lo que el canal de las instituciones de
7
Ver Di Placido, Giovanni (2011).«The impact of microfinance», Madrid, Fundación Microfinanzas BBVA, Mimeo.
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INCLUSIÓN FINANCIERA: LA TAREA PENDIENTE
son en esencia las que contribuyen a la acumulación de capital, tanto humano como físico, para
los pobres.
Los pobres carecen de acceso a créditos y
seguros, por lo que una buena parte de la población no puede efectuar inversiones potencialmente rentables para la economía, a pesar de sus
capacidades para hacerlo.
Un sistema financiero más profundo, desarrollado e inclusivo, es un factor imprescindible para
reducir la pobreza, disminuir la desigualdad de los
ingresos y fomentar su cohesión e inclusión social,
sobre la base de una mayor inclusión financiera.
En los países en desarrollo, el 72% de los
adultos, unos 2700 millones no tienen accesos al
sistema financiero, de los cuales 250 millones se
encuentran en América Latina.
Las dificultades para contar con garantías y
colaterales, elementos que imponen altos costes
de transacción y de entrega. La presencia de
empleo precario e informal, ausencia de garantías,
poca capacidad de ahorro y escasa cultura financiera, son otros factores que explican la exclusión
financiera.
Las Microfinanzas han avanzado en rentabilizar las operaciones a pequeña escala, dado los
altos costos transaccionales asociados a volúmenes pequeños, así como los altos costos de
ampliar el mercado, por su dispersión y por los
pequeños montos involucrados. Todo ello en un
entorno de elevados costes de capital.
Los resultados obtenidos muestran que las
microfinanzas mejoran a los pobres en nivel de
ingresos, la permanencia en el sistema educativo,
mejoran los indicadores de salud y abren las
puertas al acceso de las mujeres más pobres al
mercado laboral.
microfinanzas., es mayoritariamente su único
canal de inclusión.
Estas características del mercado laboral y la
falta de acceso al crédito por otros canales hacen
las mujeres tengan una alta tasa de repago, es
decir menos probabilidades de default, a pesar
que el grueso de actividades se realizan mayoritariamente en pequeñas empresas domésticas, en
sectores de menor productividad, pero que les
permiten la gestión familiar.
A pesar de estos resultados, los impactos del
acceso financiero de las mujeres son positivos en
términos de impactos en indicadores de educación y salud, dotándolas de mayor poder de
negociación dentro de los hogares e impulsando
cambios hacia patrones de consumo y de ahorro
más eficientes en éstos.
Ciertamente, las microfinanzas no es una
panacea que convierte a los pobres en los no
pobres. En su lugar, es una plataforma que eleva
la probabilidad de éxito para escapar de la
pobreza, que aumenta en la medida que se enfocan en actividades productivas, agregándose además efectos spillovers que se verifican en incrementos de los ingresos del resto de la comunidad.
Con crédito, ahorro y los seguros, las microfinanzas ayudan a los pobres a que se ayuden a sí
mismos y esta manera, ayudar a mitigar la pobreza, de una forma menos costosa y sostenible.
CONCLUSIONES
El fuerte crecimiento que han mostrado en las
últimas décadas muchas de las economías en
desarrollo, evidencian como tarea pendiente
enfrentar los altos niveles de pobreza, desigualdad y exclusión que se mantienen en la mayoría
de ellas y que en el mediano plazo serán un factor que minará esos modelos de crecimientos al
restarle viabilidad política y social.
Al evaluar las distintas experiencias, podemos
llegar a la conclusión que las políticas de combate de la pobreza que tienen el potencial para
generar un efecto neto positivo en el bienestar,
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