Tesis Sentencia Infored.

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“ÁRBITRO LAUDO DE LOS. Aún cuando se haya designado en un contrato
un árbitro o la manera de nombrarlo, y éste haya dictado un laudo, si no se
constituyó el arbitraje con notorio apego a la ley, no puede considerarse que si en
realidad existe el laudo, pues si no hubo demanda, ni prueba, ni alegatos, ni
citación para sentencia, dicho laudo no podrá ejecutarse, ya que de llevarse a
cabo la ejecución, por conducto de un Juez, se cometería una violación flagrante
al artículo 14 constitucional.” (No. Registro: 361,744, tesis aislada. Materia (s)
laboral. Quinta Época. Instancia: Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación. Tomo: XXXIX. Página: 1817
“ÁRBITROS, DESIGNACIÓN DE LOS. La omisión o la imposibilidad de
designar a los árbitros, en la forma establecida en la escritura de compromiso, no
implica la inexistencia de éste, pues la falta de designación de los árbitros, según
el artículo 616 del Código de Procedimientos Civiles del Distrito Federal, sólo
supone la reserva de las partes, para hacer tal designación, pero no la inexistencia
de la escritura relativa, pues para ese efecto, es indispensable una manifestación
concreta de la voluntad de las partes, ya que la natural interpretación de los
contratos, obliga a estimar que pactado el compromiso, éste debe llevarse a
término, sin que sean de aplicarse, por analogía, las disposiciones relativas a la
caducidad del juicio arbitral, por muerte del árbitro designado, ya que es cosa
distinta la terminación del juicio arbitral y la terminación del compromiso, de la
no existencia de éste.” (No. Registro: 356,619. Tesis Aislada. Materia(s): Civil.
Quinta Época. Instancia: Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación. Tomo LVII. Página: 2771
“ÁRBITROS,
FACULTADES
AUTORIDADES.
DE
LOS,
AUN
CUANDO
SEAN
Es bien sabido que las designaciones de árbitros son
personales, es decir, motivados por las condiciones especiales que concurren en
la persona designada, y por lo mismo, no puede admitirse que desaparecido un
órgano de un departamento de Estado, cuyas funciones hayan sido suplidas por
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otro de ese mismo ramo, la designación de árbitro hecho en favor de aquél, haya
pasado al nuevo departamento, porque no era uno de los atributos de aquella
autoridad; el resolver como árbitro, cuestiones surgidas entre particulares; pues
aunque al ser sustituído el departamento por un nuevo, pasaron a éste las
facultades que aquél tenía, sólo lo fueron las que por ley le correspondían; en
consecuencia, si el nuevo departamento, atribuyéndose facultades que no tiene,
resuelve por sí y ante sí una cuestión que no está legalmente sometida a su
decisión, viola con sus actos de autoridad, las garantías individuales de los
interesados, toda vez que como autoridad, se considera con facultades para
declararse árbitro y se avoca el conocimiento de un asunto para dictar un fallo
con dicho carácter, sin haber sido nombrado para ese cargo y haciéndolo con las
facultades que, como autoridad, creyó que también tenía. (No. Registro: 358,990.
Tesis Aislada. Materia(s): Administrativa. Quinta Época. Instancia: Tercera Sala.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Tomo XLVII. Página: 3964.
“ÁRBITROS, NOMBRAMIENTO DE LOS. El artículo 73 de la Constitución
establece las bases conforme a las cuales se integran los diversos tribunales que
forman el Poder Judicial del Distrito Federal y la manera de designar a las
personas físicas que han de poseer la cualidad de órganos del Estado, según lo
expresa, en lo conducente, la fracción VI de dicho artículo que dice: "Los Jueces
de primera instancia, menores y correccionales del Distrito Federal y de los
Territorios, serán nombrados por el Tribunal Superior de Justicia del Distrito
Federal; deberán tener los requisitos que la ley señala y serán substituidos, en sus
faltas temporales, en los términos que la misma ley determine". Por otra parte,
además de señalar la Constitución en quien radica el poder de creación, señala
también los requisitos para que el designado pueda considerarse capacitado
legalmente para desempeñar sus funciones, como aparece del artículo 128 de la
propia Constitución, que dice: "Todo funcionario público, sin excepción alguna,
antes de tomar posesión de su encargo, prestará la protesta de guardar la
Constitución y las leyes que de ella emanen". De los anteriores conceptos,
relacionados entre sí, se llega a la conclusión de que para ser órgano del Estado,
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es indispensable estar investido del cargo, por quien tenga facultad de creación, y
otorgar la protesta a que alude el citado artículo 128. El requisito de la protesta
viene a dar valor legal al nombramiento para que pueda ejercitarse la función.
Ahora bien, si en el caso a estudio, ningún órgano competente, conforme a la
Constitución y con facultades de creación, ha investido al árbitro como órgano
estatal, porque la Sala responsable no pudo designar ni reconocer atribuciones
jurisdiccionales a un árbitro, ya que de acuerdo con la Constitución, la misma no
tiene facultad para designar árbitros que decidan las controversias suscitadas
entre las partes, dicho nombramiento debe declararse ilegal; y aunque dicha Sala
se funde en el artículo 9o., transitorio, del Código de Procedimientos Civiles para
hacer el nombramiento de árbitros, debe decirse, por las razones expuestas, que
tal precepto pugna con la Constitución, que de una manera clara y precisa señala
los órganos del Poder Judicial, entre los cuales no se comprende a los árbitros. En
estas condiciones, si el artículo 14 constitucional establece que nadie puede ser
privado de sus posesiones, propiedades o derechos, sino mediante juicio seguido
ante los tribunales previamente establecidos en el que se observen las
formalidades esenciales del procedimiento, como los árbitros a que se refiere el
artículo 9o., transitorio citado, no son propiamente tribunales previamente
establecidos, resulta que se ha violado el precepto citado y debe concederse el
amparo que por tal motivo se solicite.” No. Registro 351854. Tesis Aislada.
Materia(s): Civil. Quinta Época. Instancia: Cuarta Sala. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación. Tomo LXXIII, Página: 463.
LAUDO, LOS JUECES PUEDEN REHUSAR LA EJECUCIÓN DEL,
CUANDO ADVIERTAN QUE EL ÁRBITRO NO CUMPLIÓ LAS
FORMALIDADES
PROCESALES
PACTADAS
POR
LOS
INTERESADOS, PUES TAL CUESTIÓN ES DE ORDEN PÚBLICO.
Aunque los Jueces del orden común carecen de facultades para revisar la
legalidad del laudo arbitral, en cuanto al fondo, lo que es propio de la apelación
en el supuesto de que tal recurso no haya sido renunciado por las partes, sí
pueden, en cambio, rehusar la ejecución del laudo, cuando adviertan que el
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árbitro se ha apartado ostensiblemente de los requisitos procesales estipulados
en el respectivo compromiso o cláusula compromisoria, con evidente violación a
las normas esenciales de todo juicio, que son de orden público.” No. Registro
914,723. Tesis Aislada. Materia(s): Civil. Séptima Época. Instancia: Tribunales
Colegiados de Circuito. Fuente: Apéndice 2000. Tomo IV, Civil, P.R. TCC. Tesis:
1115. Página: 802. Genealogía: Informe 1977. Tercera parte, Tribunales
Colegiados de Circuito, tesis 9, página 264, Semanario Judicial de la Federación,
Séptima Época, volúmenes 103-108 sexta parte, página 129, Tribunales
Colegiados de Circuito.
“ARBITRAJE. Los Jueces al presentárseles un laudo arbitral para su ejecución,
tiene la obligación ineludible de aceptar el elemento lógico, que con autorización
de la ley procesal, les proporciona el árbitro constituido por la voluntad de las
partes, pudiendo rechazar ese elemento lógico, sólo cuando haya en juego y
resulten violados, preceptos que irrefragablemente deben observarse. La función
del exequátur es completar la sentencia, sin que el Juez tenga que juzgar sobre el
material lógico que se le presenta; es entonces cuando surge la posibilidad de
impugnaciones; pues la seguridad en el procedimiento arbitral, requiere que el
Juez ejecutor carezca de facultades para nulificar el laudo, negándole el
exequátur, a menos que la negativa se imponga, por razón de un interés superior
a la voluntad de los contendientes. Desaparecida la casación, los interesados
pueden ocurrir al amparo; de modo que el remedio contra el laudo, debe
intentarse por las vías y ante los tribunales establecidos por la ley, porque, de los
contrario, equivaldría a desconocer la más elemental noción del orden en el
procedimiento.” No. Registro 361913. Tesis Aislada. Materia(s): Civil. Quinta
Época. Instancia: Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación.
Tomo XXXVIII. Página: 804.
“LAUDO ARBITRAL. CUÁNDO EL JUEZ PUEDE NEGARSE A
EJECUTARLO. Los laudos nacionales no requieren de la aprobación judicial u
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homologación para que puedan ser ejecutados; los Jueces sólo pueden negarse a
ejecutar un laudo cuando por no respetar formalidades esenciales, se vicia el
laudo arbitral, como, entre otros supuestos, cuando: 1. El árbitro no se haya
apegado al compromiso arbitral (artículo 616 del Código de Procedimientos
Civiles para el Distrito Federal); 2. Se trate de asuntos no comprometibles
arbitralmente; 3. La designación del árbitro se hubiera hecho por quien no esté
en pleno ejercicio de sus derechos o no se haya realizado en la forma y con los
requisitos que establece la ley (artículos 612 a 614 del Código de Procedimientos
Civiles para el Distrito Federal); 4. El árbitro designado sea incapaz, y en caso de
que hayan ocurrido el fallecimiento, la recusación o la excusa de la persona
prevista para el cargo, o de su designación como funcionario judicial, si además
no existía, ni por convenio de las partes, ni por disposición legal, la posibilidad de
nombrar un sustituto (artículos 222, 612, 613 y 622 del Código de Procedimientos
Civiles para el Distrito Federal); 5. Antes de pronunciarse el laudo, los árbitros
hayan sido revocados por consentimiento expreso y unánime de las partes
(artículo 618 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal); 6. El
laudo se haya dictado una vez vencidos tanto los plazos y prórrogas concedidos
por los compromitentes, como los plazos que establece la ley (artículos 617, 622,
624 y 627 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal); 7. Se
violen los derechos fundamentales de acción y de defensa; 8. Se declare la
nulidad del convenio, ya sea por vicios formales, o porque siendo de derecho y no
de amigable composición, no se cumpla con la garantía de audiencia.” No.
Registro: 186920. Tesis Aislada. Materia(s): Civil. Novena Época. Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta. Tomo: XV, Mayo de 2002. Tesis: I.4o.C.53 C. Página: 1241.
“LAUDO
ARBITRAL
EMITIDO
EN
TERRITORIO
NACIONAL,
FORMALIDADES QUE DEBE REVESTIR EL PROCEDIMIENTO DE
HOMOLOGACIÓN. De acuerdo con el artículo 1461 del Código de Comercio,
el procedimiento de homologación de un laudo arbitral, debe revestir las
formalidades establecidas en ese dispositivo, así como en el diverso 360 del
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Código Federal de Procedimientos Civiles, formalidades que son las siguientes: 1)
Presentación de la solicitud correspondiente por escrito ante el Juez de primera
instancia; 2) Presentación original del laudo autenticado o copia certificada del
mismo; 3) Presentación original del acuerdo de arbitraje o copia certificada del
mismo, y 4) Las establecidas por el referido artículo 360 del código adjetivo
federal; que son: a) Una vez promovido el incidente, el Juez mandará dar traslado
a las partes, por tres días. b) Transcurrido el término, si las partes no ofrecieron
pruebas ni el tribunal las estimó necesarias, debe citarse a una audiencia de
alegatos dentro de los tres días siguientes, la que se celebrará con o sin la
concurrencia de las partes. c) En caso de ofrecerse pruebas o el tribunal estime
necesaria alguna, debe abrirse una dilación probatoria de diez días. d) Celebrada
la audiencia de alegatos dentro de los cinco días siguientes debe dictarse la
resolución correspondiente.”
No. Registro 195774, Tesis Aislada. Materia(s):
Civil. Novena Época. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo: VIII, Agosto de 1998.
Tesis: I.8o.C.159 C. Página: 877. VII.
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