Etapas de la Guerra del Pacífico Las campañas terrestres constituyeron la segunda etapa de la guerra. En ésta, la primera campaña tuvo como objetivo apoderarse de Tarapacá, zona peruana de grandes riquezas mineras. Después de diversos enfrentamientos, el territorio de Tarapacá quedó en poder de los chilenos. Los próximos objetivos fueron las ciudades de Tacna y Arica, ambas peruanas. En uno de los actos más heroicos, las fuerzas chilenas lograron imponerse; la Toma del Morro de Arica, lugar estratégico por su altura, permitió dominar la ciudad. Frente a la mala situación en que se encontraba su aliado, Bolivia decidió retirarse del conflicto. En este contexto, Chile intentó establecer un acuerdo de paz (1880). Sin embargo, las condiciones no fueron aceptadas por los peruanos, y la guerra continuó. De este modo, se entró a la última fase de la guerra: la campaña de Lima. la campaña de Lima. La capital peruana fue ocupada por el ejército chileno tras librar dos batallas decisivas: Chorrillos y Miraflores, en enero de 1881. El mando de la capital peruana fue confiado al Contralmirante chileno Patricio Lynch. Con esto, la guerra prácticamente había finalizado. Sin embargo, hasta 1883 hubo combates esporádicos entre integrantes del ejército peruano, que se habían retirado a la zona montañosa, y soldados chilenos. Toma del Morro de Arica Después de la victoria en la batalla del Campo de la Alianza, en Tacna, el mando chileno tomó la decisión de capturar la plaza fortificada de Arica, con la finalidad de asegurar la línea de abastecimiento para la campaña de Lima, y para no dejar a sus espaldas una posición tan riesgosa, una vez que se iniciara el avance. Esta hazaña se llevó a cabo el 7 de junio de 1880, participando las fuerzas peruanas al mando del coronel Francisco Bolognesi, en un número cercano a los dos mil hombres, y la división chilena al mando del coronel Pedro Lagos Marchant con 4 mil soldados de infantería. Los acontecimientos El día 5 de junio a las 8 horas, mientras cañones chilenos rompían el fuego, el mayor José de la Cruz Salvo fue enviado a conversar con las autoridades peruanas para pedirles su rendición a fin de evitar un inútil derramamiento de sangre. De la Cruz fue conducido con los ojos vendados a presencia del jefe de la plaza, coronel Bolognesi, quien pese a recibirlo cortésmente, le contestó que resistiría hasta el último cartucho. El 6 de junio se efectuó un segundo bombardeo provocando muchas bajas y a la medianoche el coronel Lagos dejó el campamento de Azapa con los hombres que iban a participar en el asalto...El ataque se inició al amanecer del 7 de junio, en el fuerte de la ciudadela que fue tomado a cuchillo. Otro fuerte atacado fue el del Este, tomado del mismo modo que el anterior. La fuerza peruana que salvó en estas acciones fue a engrosar la guarnición del Morro de Arica. Según el plan trazado, una vez tomados estos dos fuertes correspondía al Regimiento Buin, tomar el morro. No se sabe quien, pero en el fragor de la batalla alguien gritó ¡Al morro muchachos!, y la tropa, olvidando las 1 instrucciones recibidas, se precipitó al asalto. Los soldados, enardecidos, cargaron y llegaron a la plazoleta del morro, izando la bandera chilena. Bolognesi, Ugarte y la mayor parte de los oficiales peruanos perecieron en la refriega. Finalmente, se izó la bandera chilena en el mástil del morro a las 7 horas 45 minutos luego de 55 minutos de lucha. El general Baquedano y el coronel Velásquez observaban la batalla, y seguidos por Manuel Bulnes y carabineros de Yungay tomaron la plaza de Arica a las 8:30 horas. El general Baquedano fue ascendido por esta victoria a general de división. El número de prisioneros peruanos fue superior a mil y un número igual cayó en la batalla. Las bajas chilenas fueron 473 entre muertos y heridos. 2