NUEVA TEOLOGÍA DE LOS VOTOS FICHA 1 1 PRESENTACIÓN A través de los procesos capitulares general y provinciales, la Ruah divina nos ha revelado nuestra realidad bajo la mirada bondadosa y misericordiosa del Padre, así como los retos que nos presenta esta hora de la historia; nos ha invitado a potenciar nuestra identidad y a retomar con ímpetu renovado la dimensión discipular misionera que nos pide el seguimiento de Cristo. El acercamiento cotidiano a la Palabra de Dios y a la fuente rica de humanismo evangélico de nuestra Madre Luisita va calando cada vez más hondo y va tomando un lugar central en nuestro corazón, fortaleciendo nuestro deseo de estar cada vez más identificadas con el Carisma de Carmelitas del Sagrado Corazón como una respuesta eficaz al mundo de hoy y como camino de plenitud. A través del estudio, profundización, oración y discernimiento de cuatro fichas que trabajaremos a nivel personal y comunitario durante los próximos tres años, queremos seguir impulsando nuestro seguimiento de Cristo a través de una renovada teología de los votos a la luz de la Palabra de Dios, del magisterio y nuestro Carisma. Estas fichas quieren ser el medio a través del cual vayamos intensificando nuestra formación permanente y permanezcamos a la escucha de Dios para vivir el dinamismo de la fidelidad creativa. 2 El programa de formación será el siguiente: Ficha 1 Ficha 2 Ficha 3 Ficha 4 Tema Año Nueva teología de los votos Nueva teología del voto de CASTIDAD Nueva teología del voto de OBEDIENCIA Nueva teología del voto de POBREZA 2010-2011 De sept-dic 2010-2011 De ene-may 2011-2012 2012-2013 Ejercicios Espirituales A nivel general A nivel general A nivel general METODOLOGÍA Para la profundización de cada tema, proponemos seguir un método dinámico y participativo que nos lleve a hacer florecer las semillas que Dios va depositando en nosotras a lo largo del proceso. Seguiremos cinco pasos consecutivos e interrelacionados entre sí para el logro del objetivo propuesto. Para visualizar el itinerario podemos graficarlo de la siguiente manera: 3 I. La ficha planteará el objetivo que queremos lograr en este proceso de reflexión, fe y conversión. Contemplaremos la semilla, la tierra y soñaremos con los frutos que Dios en la historia desea de nosotras. II. Nuestro punto de partida será contemplar la realidad del tema que se va a tratar para escuchar en ella los clamores de todo aquello que reclama ser fortalecido, consolidado o redimensionado para vivir con mayor plenitud nuestra vocación. Que nuestra mirada sea la del Padre amoroso que quiere siempre nuestro bien y desea profundizar nuestra alianza de amor con Él. Hay que preparar nuestra tierra removiéndola. III. De contemplar la realidad, abriremos el corazón de discípulas misioneras, para adentrarnos a la reflexión bíblica teológica de los votos, a la luz de la fuente viva de la Palabra de Dios y de nuestro Carisma. Lo haremos en un diálogo amoroso con Dios y con las hermanas. Para ello tendremos la posibilidad de estudiar los textos en una dinámica de oración, reflexión y diálogo. 4 Dejemos que esta parte vaya siendo meditada paso a paso permitiendo a Dios hacer su obra a través del silencio y la espera amorosa. La semilla ha de caer en nuestra tierra y ésta ha de ser alimentada, cuidada y abonada. IV. Es tiempo de que la semilla germine. En este paso haremos un discernimiento de nuestro modo de vivir los votos, en un clima profundo de escucha amorosa de las mociones del Espíritu. Tiempo de escudriñar, analizar y optar. Como parte del proceso, discernir y consensar los elementos comunes y significativos encontrados en la ficha que serán enviados al gobierno general como parte del caminar juntas en la profundización del Carisma. V. Finalmente, volveremos la mirada a nuestra realidad (paso II del método) para concretizar las mociones del Espíritu que nos comprometa en un proyecto de transformación, a nivel personal y comunitario, que forje un nuevo estilo de vivir los votos como mujeres consagradas, con la esperanza activa de una cosecha abundante y generadora de vida. Estamos en búsqueda, y quien busca no puede olvidarse de lo más valioso: en la búsqueda está dando sentido a su vida. No perdamos de vista que el Espíritu sigue suscitando en nuestros corazones el dinamismo y entusiasmo para recrear nuestro Carisma y su misión en el mundo. Deseamos de corazón recorrer juntas, animosa y corresponsablemente, este itinerario espiritual, sostenidas por el espíritu de Madre Luisita y fortalecidas por la presencia amorosa de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Les pedimos que la animadora de cada comunidad proporcione una copia de la ficha y organicen juntas el estudio y compartir comunitario durante el año. 5 Los aportes comunitarios de la primera ficha serán entregados a más tardar el 15 de enero del 2011, por entrega personal, correo normal o electrónico a la casa general a nombre de la Hna. Ramira Magdalena García Chávez y/o Margarita Castillo Méndez, animadoras del secretariado de formación permanente. Correo electrónico al que pueden enviar los aportes: [email protected] I. OBJETIVO DE LA FICHA En esta primera ficha nos proponemos: Con una actitud discipular misionera adentrarnos en la profundización de la nueva teología de los votos, para potenciar nuestra identidad de mujeres consagradas Carmelitas del Sagrado Corazón y responder a los desafíos de la historia. II. CONTEMPLANDO LA REALIDAD La vida religiosa es un estilo de vivir la vida cristiana. Ella tiene como punto de partida un Carisma comunicado por el Espíritu para seguir a Jesús en una consagración mediante los votos de castidad, obediencia y pobreza, vivida en comunión para la misión1. Nos parece muy importante iniciar con un análisis de la situación actual de la vida consagrada y de la iglesia para poder abordar ampliamente el tema de una nueva teología de los votos. 1 MACCISE Camilo. Espiritualidad de la vida consagrada. Artículo. 6 2.1 Breve recorrido histórico de las formas y teologías de la vida consagrada La vida consagrada nace eremítica, luego monacal y cenobítica, después va tomando otras formas: mendicante, reformada y apostólica. De los orígenes a la edad media La teología de la vida religiosa durante los primeros siglos, desde el origen hasta la edad media se concibe teológicamente como sucesora de los mártires; imitadora de los apóstoles; anticipadora de la utopía del Reino y de la Jerusalén celeste; plenitud de la salvación bautismal y como exorcizadora en la lucha contra el maligno y las estructuras de pecado. De la edad media al Vaticano II De la edad media siglo XII, hasta el Vaticano II, la vida consagrada se desarrolla en el contexto de la teología y eclesiología de cristiandad cuyas características son un creciente influjo de las dimensiones institucionales y jurídicas y una debilitación de sus aspectos más carismáticos y escatológicos. Surge así, una visión más jurídica y escolástica de la vida religiosa; una concepción más funcional que testimonial, como una apreciación más aristocrática que comunitaria y eclesial. En este contexto se dan las teologías de vuelta al Evangelio; la teología de los dos estados o doble vía (la de los mandamientos para la mayoría y los consejos evangélicos para los consagrados como camino de perfección) y la teología de los tres votos religiosos explicitados en votos públicos de castidad, pobreza y obediencia. Estas formas de vida religiosa y diversas teologías confluyeron, antes del Vaticano II en un modelo que se puede denominar modelo clásico que se explicará en el siguiente apartado. 7 Del Vaticano II a la actualidad Ante un nuevo marco eclesial de apertura a la realidad, surgen nuevas teologías de la vida religiosa como: la teología de vuelta a los carismas; la teología del seguimiento de Jesús; la teología del signo escatológico (la vida religiosa recupera su dimensión simbólica). Después del Vaticano II aparecen otras teologías: testigos de Dios en la ciudad secular; la vida religiosa como profecía en un mundo de opresión; la teología de la refundación o fidelidad creativa, y la última, vida religiosa mística profética. Del Vaticano II a la fecha, se han ido dando diversas formas de vida religiosa que responden a esas teologías como la vida inserta en medios populares, institutos mixtos, movimientos laicales, sociedades e Institutos de vida apostólica y muchos otros2. Este proceso histórico de la vida consagrada, nos revela su dinamismo en la búsqueda por conservar su fuerza carismática y responder a los signos de los tiempos en la historia.3 2.2 Acercamiento a los modelos de vida religiosa contemporánea Modelo clásico de vida religiosa Es innegable que como humanidad estamos ante un cambio de época que se caracteriza por un cambio radical de entender al ser humano y su relación con el mundo y con Dios. La postmodernidad y los cambios acelerados de nuestro tiempo han hecho entrar en crisis muchos valores y estilos de vida religiosa. 2 VC 6-12 y 63 Para mayores datos de la historia de la vida religiosa y sus diversas teologías pueden consultar a CODINA Víctor y ZEVALLOS Noé. Vida religiosa: Historia y teología. Madrid. Paulinas. 1987. 3 8 La vida religiosa participa de este cambio de época. Podemos hablar de una crisis al interior de la misma, provocada por la ineficacia de un modelo clásico y disciplinar, que también tuvo sus aspectos positivos propios de la época como la fidelidad, el espíritu de sacrificio, entrega y de trascendencia entendidas en el contexto de una teología prevaticana. Sin embargo, podemos ver un modelo poco funcional y obsoleto ante los grandes retos del desarrollo humano y de las problemáticas sociales. Un estilo de vida religiosa que apenas daba espacio para la libertad en medio de tanta disciplina y estructura rígida, menguando el dinamismo propio de la consagración que contenía los valores de la ascesis, la espiritualidad y los deseos auténticos de identificación y seguimiento de Cristo que se habían forjado cuidadosamente a lo largo de muchos siglos. De un modelo clásico a un modelo liberal Otro factor que impactó a ese modelo clásico fue la cultura liberal y postmoderna. La generación liberal luchó por destruir las estructuras forjadas pero sin proponer nuevos modelos evangélicos: Se desestabilizaron los cimientos de la vida regular, y no hemos encontrado nuevas estructuras. Se rompió con la uniformidad en el seno de las comunidades y congregaciones, y no se formó para recrear la comunión en medio de la gran diversidad y riqueza de pensamientos, culturas… Se terminó con muchos horarios y ritmos comunitarios, comenzaron a funcionar los relojes individuales, y aún no acabamos de recrear espacios cualificados de interrelación comunitaria. Se pasó de la disciplina y control comunitario a la libertadresponsabilidad personal, y muchas veces sin acompañamiento y compromiso por el bien común. 9 De una identificación alrededor de las estructuras y formas, se pasó al individualismo, activismo y la prevalencia de los intereses personales sin lograr un verdadero espíritu de familia y sentido de pertenencia. Las costumbres o tradiciones absolutizadas en otros tiempos fueron desacralizadas y menospreciadas, a veces con gran ligereza y sin la delicadeza necesaria para quienes las vivían como un valor o estaban habituadas a ellas, tampoco se propusieron nuevas formas más apegadas al Carisma de cada instituto y al Evangelio. Comenzó el tiempo de las reivindicaciones: Se comenzó a hablar de la dignidad de la persona, de los derechos humanos y de la obediencia dialogada, muchas veces desligadas de la perspectiva de la fe y la trascendencia. Surgió el valor de la autoestima y de la realización personal, en contraposición a la sumisión ciega y la represión en la manifestación de los afectos y sentimientos. Todo este subjetivismo que tiene sus aspectos positivos de una mayor autenticidad y humanización de las relaciones, muchas veces nos lleva al egoísmo reconcentrado, perdiendo el ímpetu misionero. Se hablaba del derecho a equivocarse en aras de abrir caminos y se falló en la comunión y en el respeto de quien pensaba diferente. Todos estos cambios descritos se pueden entender como un modelo liberal al que no todas las congregaciones dieron paso, se fue minando el anterior sistema en el que no tenía cabida la dignidad de la persona, el diálogo y la autonomía. Se daban casos de gente infantil, sin personalidad o dependiente totalmente. Aunque este modelo parecía prometedor por su sabor liberador, no dio los frutos esperados. Hemos logrado, en términos generales, deshacer algunos elementos del modelo que 10 nos limitaban, pero aún no hemos encontrado una forma adecuada que conserve e impulse lo esencial de acuerdo al Evangelio y al Carisma que dé respuesta a los retos de este momento histórico. Del modelo liberal a la actualidad Es evidente que estos cambios desestabilizaron y cuestionaron fuertemente el modo de vivir los votos bajo el modelo clásico o el liberal. Los teólogos/as de la vida religiosa nos presentan con gran esperanza este tiempo de crisis, porque ante la insatisfacción vivida al interior de la vida consagrada; la pérdida de significatividad y relevancia evangélica percibida y manifiesta en la iglesia-sociedad de hoy, podemos constatar que algo nuevo está naciendo y que el Espíritu puede hacer “nuevas todas las cosas” (Ap. 21,5)4. PROFUNDIZACIÓN Para la reflexión personal y comunitaria las invitamos a profundizar en los siguientes textos de M. Luisita extraídos de sus cartas, apuntes espirituales y testimonios: Carta 69 “No olvide el contrato que ha hecho con todo un Dios, sus votos están escritos en el libro de su vida y mejor es no hacerlos que no cumplirlos”. Carta 109 Procura arreglar todas tus cositas para tu matrimonio, tú eres la que debes arreglarlas y no fiarte de nadie, has por gustarle a tu Esposo, fíjate mucho y con seriedad en tus arreglos: ahora es tiempo, después ya no, para que no se desilusione tu Señor. Se me hace que al ver tus amiguitas tu ceremonia, alguna querrá hacer lo mismo. 4 Cf. CARAM María Lucía. Vida religiosa, vida de seguimiento. Artículo. 11 Carta 131 Por vida tuya prepárate con la oración y la humildad y muy necesario el recogimiento, desprendimiento y sobre todo de tu propia voluntad; pero de veras, para no tener más que la del Amado. Te falta mucha; pero Dios Ntro. Señor te hará muy virtuosa y te dará lo que te falte, humíllate y dile que El lo haga todo y tranquila sigue trabajando por el bien de tu alma que es lo que te urge. Ve a tu Dios, a tu alma y a la eternidad y lo demás no te preocupe, “para mayores cosas naciste”. Pide mucho por mí, quiero ser lo que debo. Carta 196 Con el gusto de siempre recibí tu cartita, Dios te pague. Muy de corazón celebro se haya efectuado el matrimonio de Esperanza: ojalá sea una excelente esposa, como debe ser. De su Ofrecimiento Señor, hazme la caridad de aceptarme por vuestra; yo no tengo ninguna de las virtudes que se necesitan para ser por Ti aceptada, pero atiende a tus méritos y a mis deseos. Aquí estoy, Señor, me ofrezco vuestra sin condiciones, sin reserva, no quiero negarte nada. Ya dígnate aceptarme, a ver si ya me pongo bien en mis relaciones contigo. Aquí estoy, soy tuya, haz de mí lo que quieras; dame tu amor y dame a sufrir todo lo que sea de tu agrado; no quiero ser nada, quiero ser el blanco de tu justicia, donde descanse el brazo de tu ira. Si te agrada mi vida, aquí está, Señor, como Tú la quieras, sin faltar al cumplimiento de mis votos; me ofrezco a Vos por los pecadores, en desagravio de los pecados que se cometen cada día, y por los sacerdotes para toda mi vida. Jesús mío, dame la fortaleza necesaria para sufrir lo que Tú quieras darme, el sufrimiento o más bien, Señor, corta, quema, destruye, aniquila como más te plazca, aun cuando mis deseos son que mi vida pronto se consuma y si posible fuera poner yo los medios para ello, me resigno a no hacer yo mi voluntad sino la tuya. Señor, te prometo aceptar con gusto las penas interiores, enfermedades, desprecios, calumnias, falsos y mi vida si te agrada. Y por si algún mérito tienen mis sufrimientos, los ofrezco por los sacerdotes y de un modo especial por HH”. 12 Testimonio de la Madre Carmen de Jesús Madre Luisita preguntó a algunas hermanas en cierta ocasión “¿Vuestras caridades, no se sienten muy felices en su vocación? A mi nada me falta para ser feliz; me siento plenamente feliz en mi vocación de Carmelita”. REFLEXION PERSONAL 1. ¿Cuál ha sido mi experiencia en relación de los modelos de vida religiosa expuestos en la reflexión? 2. ¿Qué dificultades he tenido en la comprensión y vivencia de los votos en los modelos de vida religiosa dentro de la congregación? PARA COMPARTIR EN COMUNIDAD 1. Tomando en cuenta las diversas generaciones que integran tu comunidad ¿Cómo se han ido viviendo los votos en la congregación? 2. ¿Cómo vivir hoy los votos religiosos para ser más significativas en las diferentes realidades? III. REFLEXION BIBLICO TEOLÓGICA DE LOS VOTOS 3.1 VOTOS COMO SEGUIMIENTO DE CRISTO 3.1.1 Universalidad del llamado al seguimiento de Cristo El discipulado o seguimiento de Jesús, es el elemento esencial de toda la vida cristiana. Esta centralidad ha sido profundamente reflexionada en América Latina perfilando el modo de ser creyente en este contexto de pobreza e injusticia estructural, asumiendo desde la fe, opciones y compromisos ante los pobres en la lucha por la justicia y la liberación. 13 El documento de Aparecida nos recuerda que todos estamos llamados a ser discípulos misioneros de Cristo, Camino, Verdad y Vida para que nuestros pueblos tengan Vida en El, y vida en abundancia. Para el creyente, el acontecimiento de Cristo es, por lo tanto, el inicio de un sujeto nuevo que surge en la historia, al que llamamos discípulo. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una persona que es Cristo y la propuesta del Reino que da un nuevo horizonte a la vida y con ello una orientación decisiva5. 3.1.2 Seguimiento de Cristo en la vida consagrada La vida consagrada se caracteriza por ser memoria viva y liberadora de Jesús, que revela el amor paternal de Dios de tal manera que su vivir transforma la historia y sus relaciones, para que éstas sean de acuerdo al Reino. Esto es parte de la nueva identidad de la vida religiosa que nos proponemos alcanzar6. Los votos se van integrando en el proceso de hacer visible a Jesús casto, obediente y pobre por el Reino, esto supone establecer una relación muy personal de amistad y unión con Jesús, para que vayamos configurando nuestra vida a su persona y su proyecto, hasta que lleguemos a tener los mismos sentimientos de Jesús. Como nos expresa el P. Simón Pedro Arnold7, nuestros tres votos podrían resumirse en uno sólo: el voto de la encarnación, haciendo de la Encarnación de Jesús el enviado del Padre a este mundo, la inspiración de nuestra opción. Los Evangelios nos van mostrando a Jesús en cada 5 Deus caritas est Dios es amor 12. Benedicto XVI. Cf. FAGOT Bigas Carmen Margarita. Acoger la vida como misterio: Una espiritualidad que relee los votos desde la corporeidad. Congreso de la VR y TL, CLAR. Colombia. Mayo 2009. 7 Cfr. ARNOLD Simón Pedro OSB. El riesgo de Jesucristo. Una relectura de los votos. Ed. Paulinas. Colombia. 2004. 6 14 palabra, gesto y acontecimiento el modo de ser casto, pobre y obediente en su acción salvadora y liberadora. El itinerario de la persona consagrada está marcado por el deseo y la decisión de que Cristo viva en ella y ella en Él. En este contexto los votos no podrían ser una práctica ascética sino los ejes dinamizadores de la configuración con Jesús. Conscientes del amor incondicional de Jesús que se hizo hombre por nosotros (cf. Jn 15,13-15), la vida religiosa está llamada a ser experta en humanidad. Por eso, la urgencia misionera de todo su ser y quehacer -personal, comunitario e institucional- está proféticamente identificada con la humanización de los nuevos escenarios y de los nuevos sujetos emergentes8. Este acercamiento supone una permanente dinámica de conversión y reconciliación como opción de vida y salvación. Nos constituye en tejedores y tejedoras de humanidad allí donde la vida y sus relaciones están resquebrajadas; nos hace capaces de caminar dejándonos acompañar y acompañando los procesos pascuales de nuestro pueblo. 8 Al hablar de nuevos escenarios nos referimos a los acontecimientos imprevistos y todavía poco descifrados en la actual coyuntura. Se trata de un lenguaje evangélico, de un kairos, este momento sorpresivo y favorable que propicia la irrupción del Espíritu en nuestra historia. La CLAR lo ha tomado dentro de la reflexión y horizonte inspirador para el periodo 2009-2012: Vemos la necesidad de abrirnos al Espíritu frente a los nuevos escenarios: las nuevas pobrezas, el mundo global tecnológico virtual, los sujetos emergentes (niños, jóvenes, migrantes mujeres, laicos comprometidos), nuevas antropologías y formas de pensar, el desequilibrio ambiental, espiritualidades seculares, nuevos excluidos. ¿No será que frente a eso necesitamos una fuerte conmoción espiritual? Necesitamos atrevernos a ir a esos nuevos escenarios, a los lugares de frontera, con audacia, coraje, creatividad, libertad interior, sagacidad, humildad, asumiendo la incertidumbre y rompiendo nuestros esquemas. Por ello es imprescindible dejarnos conducir, sorprender, tocar por el impulso del Espíritu con actitud de discernimiento (Mayo 2009). 15 A la luz del misterio de la Encarnación y de la historicidad de Jesús comprendemos el misterio de la persona que se compromete a vivir los votos como camino de configuración con Él. PROFUNDIZACION Para la reflexión personal y comunitaria profundizar en los siguientes textos de M. Luisita y derecho propio: Carta 176 “Debe haberse hecho ya de virtudes sólidas, supuesto que ya es S.C. de votos perpetuos. Debe vivir ya de tal modo que pueda decir: Vivo yo, más no yo, Cristo es quien vive en mi. Dejémonos de virtudes de oropel que brillan pero que con el menor toque se caen. Eso no es de religiosas ni menos Carmelitas. Nuestra madre Santa Teresa enseñó a sus hijas a ser fuertes como robles, no palillos que cualquier vientecito las tumba”. Constituciones n° 13 Consagradas a Dios por el bautismo e impulsadas por el amor del Señor derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que experimentamos en nuestra vida, respondemos libremente a su llamado a seguir radicalmente a Cristo. Constituciones n° 14 Nuestra consagración religiosa adquiere todo su significado en la Iglesia por la participación en su vida y misión. En ella vivimos los consejos evangélicos en comunión fraterna y los expresamos por la profesión de votos públicos. Plan general de formación n° 82 Acogemos los consejos evangélicos como un modo de concretar nuestra configuración con Jesús casto, pobre y obediente por el Reino. También los vivimos como un modo concreto de realización humana trascendente de nuestro ser más profundo, camino de santidad y expresión de nuestra consagración con los matices propios de la riqueza de nuestra espiritualidad y Carisma. 16 PARA COMPARTIR EN COMUNIDAD 1. ¿Qué relación encuentran entre votos y seguimiento de Jesús? 2. ¿Qué significa vivir los votos como Encarnación de Jesús? 3. ¿Cómo podemos concretizar la recomendación que nos hace N. M. Luisita en la carta 176? 3.2 DIMENSIÓN ANTROPOLÓGICA En la actualidad no podemos abordar el tema de los votos si no es desde la dimensión antropológica que nos ayuda a comprender mejor a la persona que es llamada a vivirlos. Esta profundización le ha dado un nuevo valor al ejercicio de la libertad y la voluntad de la persona en relación a la acción de Dios en ella. Una sana antropología nos permite liberarnos de cualquier dicotomía entre lo espiritual y lo humano; humanizando la vivencia y ejercicio de los votos y al mismo tiempo trascendiéndolos como un modo de unirnos al proyecto de Dios, sin perder nuestra esencia humana. El desarrollo antropológico surge por la profundización del misterio de la Encarnación al ir reconociendo al Jesús histórico en su realidad humana. Esto nos lleva a no angelizar la vivencia de los votos sino a humanizarlos al modo de Jesús, verdadero hombre, que solidarizándose con la condición humana se hizo en todo semejante a nosotros menos en el pecado. “El Hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre. Trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María se hizo verdaderamente uno de los nuestros"9 9 GS 22 17 3.2.1 Dimensiones de la persona Abordar a la persona desde la antropología es contemplarla en todas sus dimensiones que la integran. Una persona es una unidad corporal-psico-afectiva-espiritual que no admite reduccionismos o prevalencia de alguno de estos aspectos porque están íntimamente unidos e interrelacionados10. Dimensión corporal El cuerpo es considerado hoy por la antropología como algo más positivo para explicar y comprender al ser humano en su totalidad, no como una parte externa y negativa, sino como expresión y presencia de su todo, como el modo de ser y realizar la propia existencia. La corporeidad femenina o masculina nos lleva a vivir la vida de una manera diferenciada y a la vez con infinitas posibilidades dialogantes11. Es a partir de su corporeidad, que la persona es y se vive. El cuerpo expresa las otras dimensiones internas y su estado de integración o desintegración. Es, gracias a él que se hace posible toda relación. Dimensión psico-afectiva En la dimensión psicoafectiva se integran el rico mundo de las ideas, de los afectos, sentimientos y emociones. Esta dimensión desarrolla la capacidad de vinculación de la persona y la abre a la relación. Es la esencia y el fundamento de la apertura a los demás, de la empatía, la capacidad de acogida y donación. Aquí es donde se da el acontecimiento del amor como experiencia integradora. Dimensión social La dimensión social pone a la persona en relación con los demás y la compromete a buscar la convivencia, la fraternidad y la comunión. La antítesis de esta relación se revela en la crisis social donde estamos llamadas a sanar y recomponer el tejido social 10 CHECA Rafael. La oración cristiana. Experiencia y contenido. México. 1993. Pág. 19-32 11 FAGOT B. Carmen Margarita, ibid. 18 maltratado por el egoísmo individualista, que contamina la comunicación de persona a persona12. Dimensión espiritual La vida espiritual es la dimensión donde Dios actúa en la persona a través de su Espíritu participándole de su Vida a través de la fe, la esperanza y el amor. Así, la persona logrará captar los movimientos de Dios que la llevan a ver la vida desde su actuar salvador e integrar, en un itinerario humano espiritual, todas sus dimensiones y sus relaciones. El conocer estas dimensiones de la persona, nos ayuda a comprender y a involucrarnos en un proceso gradual y pedagógico de unir toda nuestra persona con Dios como “vocación única” y “sentido último de su existencia”13. 3.2.2 La relacionalidad como camino y realización personal Superando las teorías reduccionistas de la persona, nos abrimos a reconocerla desde la clave de su originalidad y dignidad. Es merecedora de un respeto absoluto en cuanto que es persona, al margen de su edad, condición, coeficiente intelectual, sexo, género e, incluso, actuación moral. Es un quién, que está en proceso, en camino que no tiene otro fin sino el de la integración y el de la realización humana. Para este proceso, la persona no se encuentra sola, ni es autosuficiente. La persona está abierta constitutivamente al tú, a los otros, al cosmos, al Otro. Su capacidad de relacionalidad la transfigura en el amor y la hace capaz de consolidarse en su identidad, de abrirse a lo diferente, a la alteridad, a la comunicación profunda y a acoger lo diverso. 12 CHECA Rafael. Orar es amar, México, 1987, pág. 22. HERRAIZ Maximiliano. La unión con Dios, gracia y proyecto. EDICEP. Pág.10 13 19 El filósofo judío Lévinas propone considerar el primado del otro como una verdad fundamental. Explica cómo el otro se revela y manifiesta como una realidad propia que irrumpe en nuestra existencia y que no podemos desconocer. Este reconocimiento del otro en el mundo, implica un compromiso ético pues la realidad del otro, en su grandeza y en su limitación, suscita una inevitable respuesta. Todo ser humano quiere ser alguien ante los demás: el pobre, la viuda, el hambriento, el desechado... Esta propuesta filosófica engarza perfectamente con la verdad teológica de que todos somos hijos/as de Dios, hermanos/as en Cristo. Encontrarse cara a cara con el prójimo es también encontrarse con Cristo y con el Padre, el cual, nos exige reconocer al otro como hermano (1Jn 3,2; Lc 10,29-37; Mt 25,31-46). Los sujetos con los cuales la persona entra en relación Su propia realidad, su mismidad, el conocimiento, aceptación y valoración de la identidad personal en todos sus rasgos, potencialidades y limitaciones. Entrar en continua comunicación consigo misma la lleva a vivir con autenticidad y autonomía el proyecto de su originalidad con el cual enriquece al mundo. Este espacio de relación es el principal y fundamental para poder abrirse a los demás. La creación. El cosmos: el universo, los astros, la tierra, los animales, las plantas, el agua… integran un espacio vital que es el santuario del Dios de la Vida, revelación de Dios y revelación de la capacidad del ser humano de recrear y humanizar todo cuanto nos rodea en bien de la humanidad. La creación no debe estar al servicio de los intereses egoístas de la tecnología y la ciencia sino del bien común. Este momento histórico nos exige entablar nuevas relaciones de respeto, compasión, salvaguarda y restauración de este don de Dios. 20 El otro y la otra, semejantes a mí en igual dignidad, son los sujetos privilegiados de las interrelaciones, que no sólo se dan en función de la supervivencia y de la constitución de la sociedad (culturas, religiones, ideologías, organizaciones socio económico y político), sino del logro de la realización como persona. Finalmente, la relación que nos plenifica en su totalidad es la relación con el Otro. Desde esta relación personal e íntima podemos comprendernos a nosotros/as mismos/as y el sentido de nuestra existencia. La persona, como vemos, es un ser esencialmente relacional, son las relaciones las que la cambian y la humanizan. Desde esta perspectiva los votos pueden expresar y retroalimentar la relacionalidad creadora y transformadora de Dios en la historia. PROFUNDIZACION Reflexión personal y comunitaria: Testimonio de la Madre Carmen de Jesús Madre Luisita igualmente dejaba el escritorio para ir al locutorio a donde la llamaban con frecuencia. Largas horas pasaba en él, alentando, instruyendo en la vida espiritual a cuantas personas se acercaban a ella, personas de la alta sociedad, sacerdotes, gente de la clase media, pobrecitos; a todos escuchaba con igual bondad. Curioso me parecía oír de distintas personas expresiones como estas: la madre Luisita me tiene particular cariño. La madre Luisita quiere mucho a mi hijo, cómo le acaricia, segura estoy de que es su consentido. Y de similar manera se expresaban muchas más. Las primeras veces que oí esto, creí que en realidad de verdad tenía sus preferencias naturales pero al fin vine a caer en la cuenta de que todos se sentían preferidos en su estimación. REFLEXION PERSONAL A la luz de la lectura de la dimensión antropológica 21 1. ¿Qué elementos novedosos iluminan mi percepción de la persona? 2. ¿Cómo vivo la integración de las dimensiones corporal, psicoafectiva y espiritual de mi persona? 3. Qué dimensiones de mi persona necesito trabajar e integrar más? ¿Qué me siento invitada a mejorar? 4. A la luz de la relacionalidad de M. Luisita, analizar cómo es mi relación conmigo, con los demás y con el cosmos. ¿Qué me siento invitada a mejorar? PARA COMPARTIR EN COMUNIDAD 1. ¿Cómo afecta la integración o desintegración de nuestra persona en la vivencia de los votos? 2. ¿Cómo podemos concretizar la relacionalidad de cada uno de los votos? 3.3 DIMENSIÓN BÍBLICO TEOLÓGICA DE LA CONSAGRACIÓN A TRAVÉS DE LOS VOTOS Aunque la concretización de la consagración en los consejos evangélicos o votos de castidad, obediencia y pobreza, se va explicitando como tal a partir del siglo XII, desde sus orígenes históricos, ese modo alternativo de “abandonar casas, mujer, hermanos, padre e hijos por causa del Reino de los cielos” va caracterizando, el vivir totalmente consagrados al Dios de la vida a través de una existencia célibe; en obediencia total a Dios y en total desprendimiento de todo a través de la ascesis, la oración, el trabajo y el servicio compasivo al hermano. En la medida que se va estructurando este estilo de vida, se va concretizando la teología de los votos. Este proceso se da a la luz de la meditación profunda de la Palabra de Dios. Los consagrados/as van encontrando en las Sagradas Escrituras la fuente de su inspiración y la fuerza del Espíritu que les impulsa a vivir con radicalidad místico profética su consagración en comunión fraterna. 22 3.3.1 Teología profética y discipular de la vida consagrada Recogemos en esta ficha dos tradiciones bíblicas de la consagración: la profética y la discipular. En los y las profetas del antiguo testamento, así como en las y los seguidores de Jesús, encontramos dos figuras de lo que un corazón consagrado anhela vivir y que expresan el ofrendarse todo y en todo a Dios. Las vetas espirituales que alimentan la vida consagrada, toda ella profética y discipular, radican en estos elementos comunes: el llamado de Dios, la alianza entre él y su profeta o discípula/o; la exclusividad y seducción de esta relación que hace al profeta y al discípulo/a portavoz enamorado y apasionado del proyecto de Dios para con su pueblo y que lo lleva a meterse en las entrañas de lo humano. A la luz del profeta Elías y de los/as discípulos/as de Jesús nos adentraremos en la tradición profética discipular de la vida consagrada. Leamos los siguientes textos bíblicos: 1. Profeta y discípula/o viven en sí la trama de la condición humana Stg 5,17; 1Re 19,1-8. Elías es un hombre con pasiones y debilidades semejantes a las nuestras y en su vulnerabilidad, Dios hace su obra. 1Cor 1,26-31; 2Cor 12,7-10. Pablo reconoce su debilidad y el protagonismo de Dios en su vida. Podemos comentar en comunidad: 1. ¿Qué elementos importantes entresacamos experiencia del profeta Elías y del discípulo Pablo? de la El reconocimiento de nuestra realidad, el andar en verdad, es el punto de partida de la persona consagrada que deja a Dios ser Dios en su vida, porque toca el fondo de sus limitaciones y 23 comprende que es Dios el que actúa a través de sí mismo en favor de los demás. En estos momentos históricos en el que vemos la crisis moral de la iglesia y también hacia adentro de la vida consagrada, las pocas vocaciones y la pérdida de significatividad de la misma, la disminución en cantidad y, muchas veces, en calidad; nos ubica significativamente en la urgencia de hacer un itinerario de kénosis, de abajamiento, de reconocimiento de nuestra vulnerabilidad como camino espiritual y real de empobrecimiento y humildad, sobre el cual, Dios pueda reconstruir la validez y autenticidad de su llamada. Este rasgo esencial de la consagración es el fundamento del voto de pobreza, pero también es la condición de vaciamiento espiritual que posibilita la castidad y la obediencia por el Reino. 2. Los/las profetas y discípulos/as reconocen siempre que la iniciativa y el sostenimiento de la llamada es de Dios. Jer 20,7; 1,4-8; 31,3. Jeremías reconoce que ha sido elegido desde el vientre de su madre y aquél que lo ha llamado estará siempre a su lado. En medio de las serias dificultades que enfrenta el profeta por el rechazo de su pueblo, no podrá jamás resistirse, porque también reconoce que, con amor eterno le ha amado a él, y a su pueblo. Hech 9,3-9.17-19; Flp 3,7-12. Al encuentro con el resucitado Pablo cambia su proyecto radicalmente. Este gran predicador, misionero y testigo del Reino pondrá como referencia última en su predicación este encuentro con Jesús por el que será siempre fortalecido y asistido. Su vida la describe como una carrera cuya meta es alcanzar a Cristo, que ya lo ha alcanzado a él. 24 Después de la lectura de los textos, reflexionar personalmente y compartir en comunidad 1. ¿Cuál ha sido el encuentro más significativo con Jesús, en tu vocación? 2. ¿Cómo te ha ido acompañando en tu proceso de consolidación vocacional? La vida consagrada y la llamada de cada persona a este estilo de vida es una iniciativa de Dios, y es Él quien se encarga de conducir pedagógicamente el itinerario espiritual y humano que conlleva. La primacía de Dios y la confianza absoluta en Él serán otros dos rasgos que se identifican con el voto de castidad y, a la vez, configuran la obediencia y la pobreza por el Reino. 3. La misión del profeta y del discípulo es hacer presente el proyecto de Dios en un contexto histórico que precisa liberación. 1Re 18,16-19.40; 19,1-3.14. La vocación profética de Elías nace en un contexto histórico de infidelidad al Dios de la Alianza y de la traición de sus reyes Ajab y Jezabel, que oprimen a su pueblo a través de los falsos profetas y de una estructura opresora y violenta. Elías arde de amor celoso por Yavhe, Dios de Israel. Toda su persona se convierte en un signo de la llama de amor que exige la justicia, la fidelidad y la reivindicación de los oprimidos. Hech 22,3-12. La vocación apostólica y misionera de Pablo nace en un contexto de persecución y de expansión de la buena noticia a pueblos y culturas muy diversas a la judía. Es un apasionado, un alma de fuego que se entrega sin medida a un ideal. Dios es todo para Él y a Dios sirve con una lealtad absoluta, primero persiguiendo a los que considera herejes y luego predicando a Cristo. Este celo incondicional se traduce 25 en una vida de abnegación total al servicio de Aquél a quien ama14. Después de la lectura de los textos, reflexionar personalmente y compartir en comunidad 1. ¿Experimentamos en nuestro corazón el fuego ardiente y apasionado por Jesús y el Reino? 2. Como consagradas ¿estamos dando respuesta a la realidad del pueblo donde estamos insertas? 3. ¿Cómo concretizamos esta pasión por el Reino en la vida y misión encomendada? Recordemos que la vida consagrada como Carisma dentro de la Iglesia, nace del Espíritu en un contexto histórico para ser memoria viviente de la propuesta liberadora de Dios para la humanidad. El voto de obediencia conlleva este apasionamiento por encarnar el proyecto salvífico de Dios en fidelidad creativa al Carisma específico y a la historia que le toca vivir. A la vez, esta actitud de escucha y apasionamiento configuran la castidad y la pobreza por el Reino. Un nuevo enfoque bíblico de los votos ante el contexto histórico de injusticia y violencia En las Sagradas Escrituras abundan ejemplos de la infidelidad del pueblo de Israel, de injusticias y violencia por un lado, y por otro del amor perseverante e incansable de Dios, de su compasión y justicia que salva. Existen varios textos que hablan de la invitación continua de Dios y de su llamado a un cambio de corazón. La perspectiva profética discipular de los votos se condensa en el texto de Miqueas 6,8. Miqueas presenta a Yavhé litigando con su pueblo por su infidelidad, descrita de la siguiente manera: 14 Cf. Introducción a San Pablo en la Biblia de Jerusalén 26 1) Injusticias En el capítulo 6, Yavhé se lamenta de la riqueza injusta, de las medidas falsas, de las balanzas inexactas y de los pesos fraudulentos; en el capítulo 2, enumera otras injusticias: el pueblo roba los campos que le gustan y toma las casas; en el capítulo 7, habla del oficial que es exigente, del juez que se deja comprar y del poderoso que decide lo que le conviene. 2) Violencia (Mi 6,12 y 7,2) Denuncia la violencia y falsedades de los ricos; planean asesinatos y tienden trampas a sus hermanos; y, actúan con soborno e injusticia para conseguir sus fines. Tras haber escuchado a Yavhé, el pueblo quiere aplacar su "ira", y está dispuesto a ofrecer varios tipos de sacrificios: traer holocaustos ante Yavhe, terneros de un año, miles de carneros, cientos de litros de aceite y hasta los hijos mayores. Lo que quieren ofrecer es algo "externo", pero Yavhe dice claramente lo que quiere: un cambio total de corazón y de actitudes. Lo que el Señor quiere de su pueblo afecta todas las fibras de su ser. Es todo un estilo de vida que lo expresa de la siguiente manera en el versículo 8: Tan sólo te pido esto: Que practiques la justicia Que ames con ternura Que camines humildemente con tu Dios. Podría hacerse una comparación de las injusticias y de la violencia mencionada en el texto con lo que está ocurriendo hoy. El mundo está lleno de injusticias y violencias, más numerosas, variadas, horribles y mucho más sofisticadas que las del siglo VII a. C., época de Miqueas. En el curso de los años, las muchas normas y prácticas que se fueron añadiendo para ayudarnos a vivir los votos, fueron consideradas como remedios y prevención de los límites y las debilidades humanas. Esto tiene ciertamente sus ventajas, pero 27 en este devenir los votos se han vuelto muy estructurados e institucionalizados. En el texto de Miqueas, descubrimos un itinerario similar: los líderes religiosos, para ayudar al pueblo a que viviera más a fondo su religión, introdujeron paulatinamente leyes y prácticas, pero poco a poco, se convirtieron en norma y en camino de vida. La gente empezó a manifestar su relación con Dios mediante ofrendas externas, sacrificios y holocaustos. La dimensión de la fe, que es el reflejo de una verdadera relación con Dios, dejó de ser evidente. Dios recuerda claramente que no le interesan las prácticas externas, celebraciones y sacrificios; lo que quiere son relaciones justas del pueblo con Él: caminar humildemente con Dios y relaciones de ternura y justicia con los demás. Al aplicar este texto a nuestro contexto actual, vemos una invitación a volver a replantear nuestra vida religiosa y nuestros votos. Se nos llama a vivir radicalmente nuestra vida religiosa basándola en el llamado a amar con ternura (castidad), actuar con justicia (pobreza) y a caminar humildemente con nuestro Dios (obediencia). No es el número de normas y prácticas lo que nos ayudará a ser un SIGNO relevante en el mundo de hoy, sino más bien: la calidad de relaciones que manifiesten la misma ternura y la no violencia de un Padre que nos ama, y de Jesús nuestro hermano15. Después de reflexionar en este nuevo enfoque bíblico de la teología de los votos, nos preguntamos ¿Cómo vivir los votos hoy en este contexto de injusticia y violencia que nos lleve a ser signos de la presencia de Dios? 15 Cf. FERNANDO Rose op. Reinventar los votos desde la perspectiva del mundo actual. Artículo en vidimusdominum.org. 2010 28 3.3.2 Teología trinitaria de los votos La dimensión antropológica relacional de los votos, nos puso en perspectiva de cómo éstos posibilitan un camino de desarrollo y realización humana. Esta dimensión ha de abrirse a otra que es la trinitaria, en la cual encontramos su sentido más profundo y auténticamente transformante de las realidades humanas16, según el querer de Dios, desde nuestra vocación específica. Para dar el paso entre la dimensión antropológica a la teológica, profundizaremos desde la perspectiva trinitaria: la integración y proyección de las dimensiones humanas; la relacionalidad; y los tres ejes que atraviesan la vida de toda persona: sexualidadafectividad, libertad y verdad. Dios es Trinidad-Relación “Dios es Amor” (1Jn 4,8) y se ha revelado a la humanidad como un Dios Trinitario, un Dios que es relación y reciprocidad. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se aman y participan de una comunión perfecta en sus diferencias; involucrados con su acción específica desde su identidad, en el plan de salvación para la humanidad. Lo que permite vislumbrar por qué las tres divinas personas son un sólo Dios es la perijóresis, significa la interrelación eterna que existe entre la Trinidad. Cada persona vive de la otra, con la otra, por la otra y para la otra. En virtud de la interrelación (perijóresis) entre las tres divinas personas, todo en ellas es ternario y participado, esto no impide que haya acciones propias de cada una de las personas, por lo que, a la vez, aparecen sus propiedades singulares. Somos imagen y semejanza de la Trinidad “Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra” (Gn 1,26). Dios Trino nos ha creado a su imagen y semejanza para que nosotros alcancemos la plenitud en el amor, a través de relaciones de comunión guiadas por el amor. 16 Cf. VC 21 29 Los votos, son un don de la Santísima Trinidad y por lo tanto, son medios a través de los cuales nos asemejamos a esa vocación de amar17 en la relación. Dios es amor y el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él. Nosotros amamos porque El nos amó primero (Jn 1,16b.19). La relacionalidad como un hospedar al otro con un corazón confiado y sanador El texto de la teofanía de Mambré (Gn 18,1-15) nos ayuda a comprender la manifestación trinitaria y sus invitaciones al ser humano. Se apareció Yahvé en la encina de Mambré, estando Abraham sentado a la puerta de su tienda, en la hora más calurosa del día. Levantó los ojos y vio que había tres individuos a la vera. Inmediatamente acudió desde la puerta de la tienda a recibirlos, se postró en tierra y dijo “Señor mío, si te he caído en gracia, no pases de largo cerca de tu servidor18. Las acciones subsecuentes narran los gestos de hospitalidad propios de la cultura judía: lavarles los pies, el descanso y la suculenta comida. Primero notemos que Dios es el que visita, el que entra en la historia de Abraham para anunciarle el inicio del cumplimiento de la promesa. Sara dará a luz, en el próximo año, al hijo que hará visible la fidelidad de Dios y a la vez el inicio del pueblo de Israel que será tan grande como las estrellas del cielo o las arenas del mar. Así comienza la interrelación y alianza de Dios con su pueblo que se va conformando bajo la identidad de esa mutua pertenencia “Tú serás mi pueblo y yo seré tu Dios” (Jer 30,22), “pueblo de mi propiedad” (cf. Ex 19,5). Por su parte, Abraham, abre el corazón y hospeda al mismo Dios sin saberlo, pues este se manifiesta como un Dios oculto y a la vez revelado en los tres individuos (teofanía de la Trinidad). 17 18 Cf. VC 20 Cf. Gn 18, 1-4 30 Pudiendo quedarse sentado a la puerta de su tienda por la inclemencia del tiempo o del momento histórico, donde las esperanzas podrían extinguirse, Abraham, al ver a estos peregrinos, realiza el primer gesto de acogida, va a su encuentro y se postra en tierra para pedir ser bendecido por su presencia suplicando que no pasen de largo. Hospedar no es sólo un gesto cultural, es un gesto de fe que involucra la confianza al extranjero, diferente a sí mismo; es un compartir solidario con el desprotegido y abandonado; y es caminar humildemente con Dios, quien acepta ser hospedado. De esta manera, Dios coloca a Abraham en rumbo de su proyecto de vida, no sólo para el pueblo que descenderá de él sino para toda la humanidad. En el silencio de tu corazón acoge las invitaciones que te provoca este texto. Los votos son la huella de la Trinidad en las realidades históricas Hospedar es el verbo que nos explica la apertura de la persona a la presencia trinitaria y a la relacionalidad plenificante para dejar a Dios y a las/los hermanos/as habitar en el centro de la vida cotidiana. Al vivir los votos como un hospedar a Dios y a todo lo creado queremos ser imagen del gesto trinitario, superando las relaciones heridas por la desproporción del poder/ sometimiento. Sin embargo no basta hospedar, hay que hospedar con compasión y bondad para dar vida. Leamos el texto de la sirofenicia en Mc 7,24-30. En este pasaje contemplamos un encuentro fascinante entre Jesús y una mujer extranjera y por lo tanto pagana. Jesús nos muestra el proceso de abrirse a alguien en todo distante a él, por su condición femenina, cultural y religiosa. Es sin duda un choque con la mentalidad de Jesús el judío, que lo obliga a colocarse en el corazón de la otra, que es persona, 31 hija de su Padre amado, y al cual hubo de preguntar ¿qué y cómo hacer ante su dolor?. El encuentro con su condición marginal, siendo Él también un judío marginal, le llevó a tener la mirada del Padre amoroso, misericordioso y providente sobre esa mujer… que aún siendo cananea… era su hermana, hija del mismo Padre. Muchos teólogos/as ven en este encuentro el momento crucial de la misión de Jesús que le hace ampliar con toda claridad el horizonte de la misión: toda la humanidad es su hermana y ha venido a liberar no a los justos sino a los pecadores. ¿Cómo no contemplar la infinita ternura con la que Jesús entra en la vida de esta mujer para darle la salud a su hija y por lo tanto, devolverles la dignidad y condición de vida e incorporarlas al plan salvífico del Padre? ¿Cómo no contemplar el retemblar de las entrañas de Jesús que se conmueve ante el dolor del ser humano y logra trascender las diferencias y prejuicios, para ver sólo a la persona que necesita vida?. Así, el hospedar nuestro ha de estar marcado por la apertura a lo diferente y el acoger con entrañas de mujer misericordiosa al otro-a que cuando se siente acogido, entendido y aceptado, abre su corazón a la acción sanadora de Dios. Reflexionemos Qué implicaciones y qué actitudes tiene para nosotras el hospedar con un corazón confiado y sanador: 1. Mi realidad 2. La realidad de la otra, mi hermana 3. De los otros y otras, nuestros hermanos y hermanas en la misión; la realidad social, política y cultural del pueblo donde estamos insertas? 4. La naturaleza 5. A Dios mismo? Podemos concluir que la comunión, que es la naturaleza de la Trinidad, nos lleva a denunciar todas las formas de exclusión y de no-participación que existen y persisten en la sociedad y 32 también en la Iglesia. Propugna, además, las transformaciones necesarias para que haya comunión y participación en todas las esferas de la vida social, comunitaria y religiosa y seamos la huella de la Trinidad en la historia dando a los votos este dinamismo de comunión, reconciliación y corresponsabilidad transformadora. 3.3.3 Teología de la Encarnación La teología profética discipular y trinitaria, están íntimamente ligadas al misterio de la Encarnación que es también su fundamento. El hacer presente la misión de Jesús es la finalidad más liberadora de los votos. A la luz de Fil 2,6-11, vemos que toda la vida de Jesús se comprende como un proceso de vaciamiento, para acoger en su condición humana el amor del Padre y su querer; esta experiencia de amor absoluto configura el corazón obediente del Hijo quien expresa “ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado” (Jn 14,31). Una persona consagrada que hace un proceso de vaciamiento, acoge el amor del Padre y entra en la misma dinámica de Jesús, de encarnar en su vida lo que Dios Padre va manifestando como su voluntad. Los votos de castidad, obediencia y pobreza, entran en esta perspectiva de escuchar, acoger y hacer vida lo mismo que Jesús haría en estos momentos históricos, introduciendo el amor encarnado y real de Dios Padre. Así los votos serán camino, a la vez que un proceso nunca acabado, siempre por estrenar y entregar19. Los votos expresan tres condiciones importantes del seguimiento radical de Jesús por ello son irrenunciables para la vida consagrada, no porque nos separan y distinguen, sino porque nos acercan a la vida evangélica, nos introducen en el seguimiento radical de Jesús y nos comprometen a mantenernos en el mundo desde sus 19 CARDONA Hernán, sdb, Enfoque bíblico de los votos. Artículo. 33 actitudes, sus sentimientos de cara a Dios Padre, haciendo en todo su voluntad creadora desde nuestra condición de hijos/as. La experiencia fundante de M. Luisita es la de haberse sentido amada por Dios Padre. De ella brota el fuerte deseo de hacer vida la Voluntad de Aquél que la ama y quiere siempre su bien “Procuren estar contentas donde Dios las tiene y cómo las tenga, fíjense en hacer la voluntad de Dios y háganla suya.” (Carta 61) ¿Cómo están presentes los votos en esta actitud de M. Luisita? Dios nos integra como personas A través de los votos Dejarse amar por Dios y amarle con todo el corazón, alma y mente es a la vez un proceso de integración de la persona en todas sus dimensiones y ésta, se puede realizar a través de los votos. Jesús condensa su mensaje del Reino en dos principios: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente…” y el segundo, semejante al primero: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mt 22,37-39). El evangelista nos hace ver que la semejanza con la Trinidad, nos posibilita un amor absoluto e integral por Dios (con todas las dimensiones de la persona humana: corazón, alma y mente), cuya marca de autenticidad es un amor real e incondicional al prójimo (al próximo) y a sí mismo. El lenguaje del texto evangélico en relación al corazón, alma y mente puede hoy traducirse por las dimensiones que trabajamos en la dimensión antropológica: corporal, psicoafectiva y espiritual. La corporeidad, lo psicoafectivo y el sentido de trascendencia del ser humano se ven integrados y redimidos cuando nos relacionamos con nuestra identidad personal, con los otros/as, con toda la creación y con Dios. Tres claves para hacer este proceso de integración en la relacionalidad son: el 34 amor, la libertad y la verdad como valores del Reino estrechamente vinculados a la vida teologal y a los votos. La integración de la persona en sus dimensiones: Corporal Psicoafectiva Trascendente VOTOS RELIGIOSOS VALOR QUE PARA LA VIDA TRANSFIGURA CONSAGRADA (Antropología) Castidad Obediencia Pobreza Amor Sexualidadafectividad Libertad Verdad VIRTUD TEOLOGAL QUE LO DINAMIZA Caridad Fe Esperanza A través del voto de castidad, el amor humano se plenifica en la caridad. El verdadero amor integra y transfigura la corporeidad, la sexualidad y el corazón. Leamos 1Cor 13,1-13 y luego, el testimonio de la Hna. Margarita María Hernández del Sagrado Corazón respecto a M. Luisita: “¿Quién puede vivir sin amar? ¿Puede un cristiano vivir sin orar? ¿Puede un alma religiosa vivir sin amar al Amado, sin conversar con Él? ¿Con aquel Dios que desde la eternidad la escogió para sí y a quien ella se ha consagrado sin reserva, para ser partícipes a los que la rodean de los dones sin medida que continuamente recibe?. Muchas veces oí a Madre Luisita repetir en distintas ocasiones: “Mire, mi hija, nuestro Jesús es muy celoso. Hay que dárselo todo; no hay que amarle a medias”. Y todos estos puntos que refiero se le pueden aplicar a ella ciento por ciento. Se dio a Dios por entero; se dio a sus hijas, se dio al prójimo, particularmente a los más pobres de los pobres”. A través del voto de la obediencia, la libertad del ser humano se ve transfigurada por la Fe, al descubrir al Dios presente en todas las realidades humanas. El cuerpo se libera para estar disponible a donde el Padre le lleve; la mente se abre para amar y optar por lo que Dios quiere. Leamos Flp 2,8 y 35 Apuntes Espirituales de N. M. Luisita, pág. 871: “Mi deseo: encontrarte, seguirte y agradarte por donde me lleves, pues quiero a todo trance cumplir tu santísima voluntad, un abandono completo en las manos de Dios”. A través del voto de pobreza, la verdad aparece como criterio de vida, no poner nuestra esperanza en los bienes de la tierra o criterios del mundo, sino en el bien supremo que es la posesión de Dios y su Reino, única verdad. Enfrentar la vida con la riqueza de sí mismo y no con falsas expectativas ni manifestaciones pues Dios es nuestra esperanza. Leamos Gal 2,20; 2Cor 8,9 y Apuntes Espirituales de N. M. Luisita pág. 870: “¡Dios mío, yo os amo! Esta palabra expresa todos los deseos de un corazón entregado a Dios para quien Dios es todo y a quien Dios solo basta”. Las hermanas refieren en sus testimonios cómo se mostró enteramente desprendida de todo aún de su querida congregación que entregó antes de su muerte al Sr. Arz. Garibi Rivera20. Así la vivencia de los votos nos lleva a una identificación entre el Ser de la Trinidad, el proyecto que nos ofrece y el deseo que ha grabado en nuestro corazón humano.21 Nos hace seres integrados en todas nuestras dimensiones y relaciones asumiendo un proyecto de amor inclusivo y liberador, colocándolo en nuestro interior como necesidad, deseo, meta y En las crónicas se narra “Un día manifestó deseos de hablar con el entonces Exmo. Sr. Arzobispo de Guadalajara, Dr. Dn. José Garivi Rivera. Como no se encontraba en la ciudad, acudió al llamado el Sr. Vicario, Dn. Alejandro Navarro. Solamente era para poner en sus manos su congregación. Como fiel hija de Santa Teresa quería dejar lo que más amaba en manos de su madre la Santa Iglesia. Poco después quisieron tratarle sus religiosas un asunto importante y ella contestó simplemente “Yo ya entregué” (Cartas y Apunte Espirituales de N. M. Luisita, pág. 66). 20 21 ZUBIRÍA Georgina, Los votos a la luz del profeta de Nazaret. IX Semana de vida consagrada. CIRM México. 36 elemento configurador de nuestra persona, como seguidoras de Cristo22. PROFUNDIZACIÓN Compartir en comunidad ¿Qué luces encontramos en este apartado de la reflexión bíblico teológica, para la vivencia de nuestros votos? 3.4 DIMENSIÓN MÍSTICA PROFÉTICA Esta dimensión está a la raíz de nuestra consagración; profundizarla y actualizarla permanentemente nos llevará a vivir con mayor radicalidad nuestra vida y misión como Carmelitas del Sagrado Corazón, que estamos llamadas a “Mantener viva en el mundo la experiencia contemplativa de Dios Padre providente, bondadoso y misericordioso”. Estamos convencidas que el reto principal no es la santidad en el sentido ascético de la palabra, ni la misión como expresión de la entrega generosa de todo el ser, sino la búsqueda de Dios y el caminar en su presencia. 3.4.1 La mística de los votos La mística, es una experiencia vital y dinámica del misterio divino en toda su amplitud, tal como se manifiesta en lo cotidiano, en la relación fraterna, en la prueba y el fracaso, y, centralmente, en la oración permanente y vigilante23, que no se reduce a tiempos de oración sino a una permanente percepción y relación con Dios a través de todos los acontecimientos y mediaciones. Es el encuentro con Él, quien está siempre presente, en una relación de total intimidad. Es la Palabra gustada, meditada y convertida en acciones concretas. Nos 22 FAGOT. Ibid. Cfr. ARNOLD Simón Pedro OSB. El riesgo de Jesucristo. Una relectura de los votos. Ed. Paulinas. Colombia. 2004. Pág. 51-54. 23 37 parece claro que la mística es el encuentro íntimo y personal con el Señor que marca un estilo de vivir según el Espíritu, es decir por una profunda espiritualidad encarnada. No hay mística sin profecía La auténtica experiencia de Dios de una persona mística no significa intimismo, sino estar inmersas en la realidad pero desde el mirar y el corazón de Dios. Esta nueva conciencia del Dios que está haciendo de la historia, una historia de salvación, coloca al creyente como un profeta que interpreta la realidad a la luz del Espíritu. La persona mística se convierte en profeta que anuncia la verdad, denuncia la injusticia y es testigo del proyecto de Dios. La mística profética de los votos Los votos han sido leídos desde una dimensión de alianza esponsorial, en la cual, la figura del matrimonio ha ayudado a comprender cómo éstos explicitan un compromiso de amor con Dios. Ya hemos visto que una clave de relectura de esta relación esponsorial es vivir los votos desde la kénosis (vaciamiento). Desde la dimensión mística profética, los votos florecen como un proceso de desprendimiento, de humildad, de dejar el yo… para no–casarse: ni con objetos (pobreza), ni con personas (castidad), ni con el propio yo (obediencia). O si se quieren mirar en positivo, se trata de casarse con el desprendimiento y la opción permanente de compartirse en la solidaridad (pobreza); con la itinerancia afectiva, es decir, amar sin esperar recompensa, corriendo el riesgo incluso de ser olvidado, sin dejar por ello de seguir amando con la misma confianza y apertura de la primera vez (castidad); es casarse con la voluntad del Padre, y con la voluntad del otro, en actitud de discernimiento personal y comunitario (obediencia). Por eso los consejos evangélicos asoman ahora como un camino de 38 conversión, crecimiento y entrega para con Dios y los/las hermanos/as24. El proceso de conversión que conlleva esta dimensión, nos invita a desenmascarar los efectos de algunas teologías y espiritualidades reduccionistas, que merman el compromiso y coherencia en la vivencia de los votos; espiritualidades que nos llevaron en el pasado, a la uniformidad y al servilismo y, en este tiempo, a otro polo opuesto e igualmente antievangélico caracterizado por el individualismo, el escape y la pérdida del sentido de pertenencia al grupo de convocadas por la fe en Jesús, bajo un Carisma para servir a su Reino, desde la itinerancia afectiva de personas, lugares y seguridades. 3.4.2 Dimensión profética misionera de los votos No existe consagración sin misión. La vida consagrada es para la misión. La primera misión de la vida consagrada es anunciar a Cristo, hacerlo presente, reproduciendo los rasgos existenciales de su vida por los consejos evangélicos. La acción profética misionera exige una apasionada búsqueda de nuevos caminos para construir el Reino de Dios. Por eso, el verdadero profetismo se nutre de una profunda experiencia de Dios y de su Palabra, de la amistad con dios que madura en el diálogo de la oración, en la búsqueda apasionada de su voluntad y en el testimonio coherente de vida. Somos conscientes que las estructuras de pecado parecen rebasar nuestras capacidades y posibilidades, nos azota el miedo y la impotencia frente a tanta violencia y muerte, o muchas veces, la indiferencia y el conformismo. Ante este horizonte, lo esencial es creer y confiar en solo Dios, y que, desde nuestro barro, seamos en lo cotidiano de nuestras vidas, luz y sal, con un corazón que transparente el ser providentes, bondadosas y misericordiosas 24 Cf. CARMONA Ramírez Hernán sdb. Enfoque bíblico de los votos. Colombia. Articulo. 39 (cf. Mt, 5,17-48). No basta con cumplir con nuestras “prácticas”: oración, apostolado y horario, lo decisivo está en la rectitud interior (Cf. Mt 6,1-18) y en el hacer procesos de éxodo hacia los lugares de frontera, insertas en medio del pueblo para gestar con ellos la vida nueva. Es este modo místico profético de los votos, por lo que son anuncio y novedad, pero también denuncia desde la propuesta evangélica de Jesús en este estilo de vivir nuestro ser mujeres consagradas, discípulas misioneras, donde ponemos de relieve los anhelos de Dios Padre Madre para una nueva humanidad. Así nuestros votos en su compromiso místico profético, dan un enfoque particular a las exigencias fundamentales del seguimiento de Jesús (Cf. Lc 14,25-35). 3.4.3 Dimensión ética La dimensión ética de los votos enfatiza la coherencia entre los actos y opciones de nuestra vida y nuestra consagración. Si la ética es el conjunto de valores que rigen nuestros actos, el seguimiento de Jesús no es otra cosa que conformar todo nuestro ser y hacer de acuerdo a los valores y principios que Jesús nos enseñó. En relación a los votos, éstos deben de manifestar de manera especial algunos valores que configuran nuestro estado de vida y compromiso ante la Iglesia y la realidad. La vida religiosa de naturaleza esencialmente carismática, al ser obra del Espíritu y mediadora de su acción libre y recreadora, está llamada a ser signo y revelación de esta acción en la vida concreta. A través del voto de castidad elegimos el valor del amor universal y la entrega por el Reino ante la posibilidad de formar una familia. Valor auténtico en sí mismo. El amor universal con el voto de castidad conlleva otra serie de valores que serán descritos en el apartado correspondiente. Por el voto de pobreza elegimos el compartir solidario por el Reino ante el humano derecho de poseer. Y con el voto de obediencia 40 elegimos el valor de la libertad en interdependencia para buscar y hacer vida el proyecto liberador de Dios sobre la humanidad, en lugar de la libertad al servicio de la autonomía y de la individualidad. Podemos reflexionar ¿Cuáles son los valores éticos que elegimos vivir en cada uno de los votos? La realidad actual nos exige de manera especial vivir de acuerdo a lo que profesamos y comprometernos ante todas las estructuras de pecado para humanizarlas y transformarlas. Esta dimensión nos compromete a dar nuestra palabra e implicarnos con ella a través del testimonio de vida haciendo una propuesta ético cristiana a la sociedad de hoy que está envuelta en un conjunto caótico de “valores” que destruyen, deshumanizan, atentan contra la vida y dignidad de las personas. Esta dimensión nos lleva a reencontrar la significatividad de los votos al comprometernos con los nuevos escenarios y sujetos emergentes como responsabilidad ética que oriente la vida personal y comunitaria hacia la acción misionera. Estamos llamadas en nuestras vidas a un radicalismo ético pues el mensaje liberador de Jesús a favor de marginados, pecadores y deshumanizados por el mundo global y anti ético, es inseparable de su mensaje y de la transformación del discípulo/a que ha de aprender a vivir como Jesús, su maestro, quien nos invita a orar, contemplando y discerniendo el hoy ante sus compromisos éticos y su estrategia para cambiar el mundo. Nos invita a ver su corazón, su modo de estar ante Dios Padre y los hombres y mujeres de su tiempo así como la forma de presentar la propuesta del Reino, es decir, su pedagogía. Ser mujeres de ética interior, de un corazón sencillito y recto, nos urge a buscar nuestra seguridad en Dios Padre. Cada día optar entre Dios y nuestros intereses, centrando nuestra vida en las cosas del Padre y la vida en y para el Reino. “Una alma recta 41 y deseosa de agradar al que debe, no ambiciona más de lo que Dios Nuestro Señor le proporciona y siempre está contenta y alegre”25 La ética cristiana es fruto de la interioridad, fruto de lo que abunda en nuestro corazón; es el reflejo de lo que el Padre en Jesús por su Espíritu, va creando y transformando en nuestro corazón. Requiere de un proceso de conocimiento de sí misma y de la realidad; de una conciencia crítica que cuestiona, a la luz del Evangelio y de la identidad vocacional y da una respuesta libre, consciente y responsable constituyéndose así en discípulo/a privilegiado/a del Evangelio. 3.4.4 Discernimiento y oración encarnada La dimensión mística profética de los votos, se nutre y purifica a través de una profunda y auténtica espiritualidad encarnada, cuyo fundamento es la oración contemplativa y el discernimiento. Una oración en la cual podamos profundizar la relación de amistad con Jesús y a la vez los modos de ir configurando nuestra vida con la de Él, motivadas por la experiencia de ir descubriendo la verdad. Un encuentro que nos abra el oído de discípulas para escuchar los clamores de la realidad y dejarnos conmover por ella, para asistir y encargarnos de los desafíos de la historia; hacernos participes de un camino de sanación que ayude a colocar nuestras miserias y dificultades y los diversos rostros de desechados, ya no sólo como victimas sino en un proceso que logre revertir la historia, haciéndonos una con nuestro propio emerger, el de las y los otras/ otros y el cosmos, como sujetos desde y en el ejercicio del amor solidario26. 25 Carta 486 a la M. Josefina del Niño Jesús Cfr. FIDALGO Antonio Gerardo. En camino hacia donde el amor nos lleve. Pag. 337 26 42 Vivida la oración así, no puede sino ir acompañada del discernimiento a través del cual vamos descubriendo la acción del Espíritu en nuestras vidas y su querer en cada una de las circunstancias, donde nos revela qué y cómo hacer vida su proyecto a través de la vivencia de los votos. Nuestra Madre Luisita vivió y recomendó con mucha claridad la necesidad de discernir constantemente nuestra vocación frente al Señor y la historia: “…medite en la situación presente de su caridad, lo que pide, la gracia que por favor de Dios desea y espera, el amor de Dios nuestro Señor hacia su caridad, cómo ha pasado estos años que ha vivido de religiosa y cómo deberá vivir en lo sucesivo pero todo esto con paz, hágalo allí junto al Sagrario, sin inquietarse por esto, pues la inquietud es mala, viene de la soberbia”27. Discernir cotidianamente nuestra consagración nos plantea actitudes de: (Leer y reflexionar los textos descubriendo las actitudes propias del discernir) Mt 7,1-6. Cambiar nuestros juicios de condenación, en juicios de compasión Lc 12,22-31. Cambiar nuestras preocupaciones de la vida, en motivo de confianza, “El sabe lo que necesitamos”. Jn 21,18. Cambiar nuestros intereses por sus intereses. Mc 4,26-29. Entregarnos al fruto que se va dando por dentro, cuando vamos notando que el Evangelio se nos hace luz, vida y transformación. Mt 10,8. Abrirnos a la gratuidad, confianza y fidelidad como lo esencial de donde surgen la vida, la libertad y la verdad. El discernimiento nos llevará a un proceso de conversión hacia los valores humanos a la luz del Evangelio que nos plantea vivir desde las raíces y no desde lo superficial (cf. 2Tes 1,11-12); a la eficacia del amor que vence el mal haciendo el bien “Todo lo 27 Carta 181 a la Madre Josefina del Niño Jesús 43 cree, lo espera, todo lo perdona” (1Cor 13,1-8). La clave de nuestro cambio a largo plazo es la transformación del corazón y las raíces que sustentan el sentido de nuestra existencia, y que son la base de nuestra convivencia humana, ámbito prioritario del Reino y único modo de transformar el mundo y la sociedad. Para nosotras Carmelitas del Sagrado Corazón el criterio determinante de nuestro discipulado, es la obediencia al Padre. Nuestro ser hijas en el Hijo nos lleva a apoyarnos afectivamente en las manos de Dios, que todo lo dispone para nuestro bien y nos lleva a ser fermento del Reino allí donde se nos ha enviado. La actitud básica de la hija es la obediencia amorosa al Padre y el hacer su voluntad con corazón sencillo y recto como cauce por el que damos paso a la salvación de Dios. Sugerimos retomen el contenido que acabamos de estudiar, en un día de retiro para lograr una mayor asimilación y oración contemplativa. 3.4.5 Conciencia de género La nueva presencia de las mujeres prácticamente en todos los campos del acontecer humano, constituye una rica novedad que exige revisar las relaciones sociales y afectivas como también replantearse la cuestión de la identidad femenina y masculina más allá de los prejuicios históricos28. Esta nueva conciencia de género nos lleva a recrear nuestras relaciones de reciprocidad desde la igualdad, la confianza, el respeto y la alteridad. Contribuirán notablemente en la vivencia de una nueva comunión, superando la violencia machista y la discriminación en todos sus sentidos. 28 Cf. ARNOLD Simón Pedro, El riesgo de Jesucristo: Una relectura de los votos. Paulinas. Colombia. 2004. pag.125 44 Los estudios bíblico teológicos nos dan una nueva mirada sobre el papel y protagonismo de la mujer en la historia de salvación a la luz de: Eva, las parteras de Egipto, Sara, Raquel, Tamar, Débora, Esther, Rut, María de Nazareth, las discípulas de Jesús, María Magdalena, las colaboradoras de Pablo, las diaconizas y otras más. Esto nos va ayudando a valorar nuestro aporte específico femenino en el cuidado, en el nutrir y acompañar la vida y la urgencia de reubicar los votos enriquecidos y modificados por esta perspectiva. Definitivamente vivir la castidad, obediencia y pobreza desde nuestro ser femenino, nos presenta una amplia gama de posibilidades y nuevas expresiones que afirmarán nuestra identidad y riqueza para la iglesia y el mundo. PROFUNDIZACIÓN ¿Cómo expresar la mística profética, lo ético y la perspectiva del género de nuestros votos? Puedes llenar el siguiente cuadro, primero a nivel personal y luego elaborar uno a nivel comunitario. Nuevas concretizaciones mística proféticas Nuevas concretizaciones éticas Nuevas concretizaciones desde nuestro ser femenino Castidad Obediencia Pobreza 3.5 DIMENSIÓN FRATERNA DE LOS VOTOS La profesión religiosa es expresión y don de la persona a Dios y a la Iglesia, pero un don vivido en la comunidad de una familia religiosa. La religiosa no es sólo una “persona llamada” con una vocación individual, sino que es una “persona convocada”, es 45 llamada junto con otras, con las cuales “comparte” la existencia cotidiana. Por este motivo, también el compromiso personal, que asume por los consejos evangélicos mediante los votos, tiene una dimensión comunitaria, en cuanto que ayuda a vivir la comunión y es sostenida por la fraternidad, toda ella centrada en Cristo. Vita Consecrata nos hace una llamada a poner los votos en relación con el misterio trinitario para encontrar su sentido más profundo. Desde esta referencia trinitaria vemos que los votos son, en primer lugar, un don del amor de Dios. Los consejos evangélicos se convierten, así, en una confesión de la Trinidad, en huella de Dios en la historia. La expresión de esta confesión y testimonio profético se manifiesta en la vida fraterna y en la misión apostólica encaminada a acoger y construir el Reino de Dios29. El Reino es la encarnación de las relaciones trinitarias en la historia, es el misterio de la filiación y de la fraternidad encarnado en nuestra vida. Los votos como signos del Reino quieren profundizar en nuestra vida estas relaciones de filiación y de fraternidad. Veamos cómo cada uno de los votos tiene una íntima conexión y expresión en la vida fraterna: La castidad consagrada al servicio del Reino recrea la comunidad como familia reunida en el nombre del Señor. La comunidad religiosa está llamada a ser un testimonio de la alianza de Dios con su pueblo. La castidad se manifiesta como una opción por crear, cuidar y fortalecer la vida en relaciones de amistad recíproca, gratuita y amorosa, libre de dependencias, violencia y opresión. Esta opción implica creer y aceptar el amor primero de Dios que nos transfigura y nos recrea como personas amadas para impulsarnos a ser amantes audaces, cauces limitados –pero apasionados- de su ilimitado amor. Nos compromete a aprender 29 CF. VC 20 y 21 46 a amar los deseos y amores de Dios que asume la suerte del pobre, marginado y excluido30. El voto de pobreza, se manifiesta como una opción por compartir la responsabilidad que tenemos de hacer de nuestra historia, una historia conforme al querer de Dios31. Entre otras cosas, lleva a compartir los bienes en la comunidad mostrando que una persona vale no por lo que tiene, sino por lo que es. A través de este tipo de pobreza religiosa se aprende la apertura a Dios y a los demás; se expresa el valor social de los bienes y se percibe la exigencia de trabajar por la transformación de las estructuras injustas de la sociedad que crean miseria y marginación. La fraternidad que se vive en la comunidad conduce a una profunda solidaridad en el compartir que exige la pobreza. Testimonia así la solidaridad de Cristo, quien siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (cf. 2Cor 8,9). La obediencia religiosa, es vivida como búsqueda comunitaria y fraternal de la voluntad de Dios junto con quienes tienen el servicio de la autoridad. Buscando en la oración y el diálogo fraterno los caminos del Padre, a semejanza de Cristo, la comunidad denuncia todo individualismo y autoritarismo. Desde la fraternidad y para la fraternidad se acepta la mediación de quién funge como superiora, quien, además de ayudar a la comunidad-familia a escrutar los signos de los tiempos y de los lugares, tiene la función de favorecer la fraternidad en Cristo creando condiciones para la comunicación, la aceptación mutua y la desdramatización de los problemas y tensiones interpersonales. Además de la obediencia a la legítima autoridad, existe la obediencia que podemos llamar fraterna que, desde la apertura a Dios procura cumplir su voluntad que se resume en el amor a Él y al prójimo32. 30 Cfr. ZUBIRÍA Georgina. Ibid. Ibid. 32 MACSICE Camilo. “Cristo centro de la vida fraterna en comunidad”. 31 47 Con lo expuesto anteriormente, parece claro que la dimensión comunitaria de los votos abarca la totalidad de la persona y sus relaciones. Es preciso pues, pasar de una experiencia rígida, a una vivencia humanizadora de los tres votos, a la luz de la relacionalidad y comunión trinitaria. Reflexión personal 1. Cuál es la dimensión fraterna de los votos? 2. La vivencia de los votos ¿Cómo nos unen a Dios y a los demás? 3.5.1 Caminos de transfiguración de la fraternidad en comunidad El XIV capítulo general, pone de manifiesto cuatro líneas de vida que animan, orientan y apoyan la puesta en práctica de las determinaciones para fortalecer nuestro ser discípulas misioneras desde nuestro Carisma. La segunda de ellas nos invita a renovar nuestro estilo de vida fraterna en comunidad, llamado que nos urge a tomar conciencia de nuestra realidad y a encaminarnos en un proceso de transfiguración, que nos lleve a recuperar el sentido de la comunidad como escuela y taller de Encarnación33 a través de la caridad infundida por Dios en nuestros corazones. Escuela del servicio evangélico La comunidad es cristocéntrica por excelencia, en torno a Jesús se forja, se nutre y fortalece. Esta centralidad de Cristo se hace real principalmente en el servicio y en la celebración litúrgica (Leamos Jn 13,1-15). Es en comunidad donde se aprende a amar hasta el extremo en el servicio a la hermana y a los hermanos en sus necesidades más apremiantes. 2002. Artículo. 33 Así lo define ARNOLD Simón Pedro. Vivir el riego de Jesucristo: una relectura de los votos. Paulinas. Colombia. 2004. Pág. 129-137. 48 Nos sentimos invitadas a acoger el dinamismo que propone el texto: Dios me lleva al servicio y éste a Dios. Esta escuela supone también la práctica del discernimiento comunitario en la misión apostólica de la comunidad para servir con amor a nuestros hermanos más necesitados y participarles el Carisma de nuestra congregación para que a través de él se encuentren con Dios y hagan un proceso integral de liberación. También conlleva la creatividad en los ritos, rituales y ritmos comunitarios que favorezcan el sentido de pertenencia y fidelidad en el servicio34. Escuela de humanidad En medio de un mundo que cosifica las relaciones y pretende sacar provecho de las mismas, la comunidad religiosa es un taller por excelencia de humanidad y humanización de las relaciones. Ver a Cristo en cada hombre y en cada mujer implica a su vez, reconocerlo, dejarlo crecer y restaurarlo constantemente, en sí misma, en el otro y en la comunidad. Es también espacio privilegiado para la sanación desde la perspectiva del amor fraterno acompañado de la corrección mutua. La clave de este proceso integrador está en la confianza, en el conocimiento y la aceptación personal así como en los procesos de un sano amor y autonomía que posibilitan el crecimiento mutuo. Es necesario hacer caminos de madurez afectiva y sólo el encuentro y las relaciones de amistad y fraternidad nos permiten ir aquilatando y perfeccionando nuestras emociones y sentimientos en el amar y ser amado. La humanización de nuestras relaciones fraternas, implica el globalizar la inclusión35 y solidaridad así como promover la igualdad y la alteridad. 34 Testimonio # 234 Julio-Agosto 2009. CENCCINI Amadeo. Ritos y rituales de la comunidad religiosa. Pág. 64-75 35 Cf. CC 48 49 Escuela de verdad Seguir a Jesús camino, verdad y vida nos lleva a reconocer a la comunidad como una escuela de verdad. Hacer la verdad es la principal y más ardua tarea del amor comunitario, que desenmascara toda doblez, hipocresía, ocultamientos y mecanismos de defensa que dañan las relaciones y crean un clima de desconfianza y soledad. Toda relación en la fraternidad y en la misión, ha de ser un continuo esfuerzo de vivir en la verdad y reconstruir juntos y juntas la verdad de la Palabra y de la realidad. El mejor servicio que nos podemos hacer unas a otras es crear un clima de sinceridad que nos ayude a conocernos y enriquecer la comunidad con el don de cada una36. Esto no significa ausencia de discrepancias y conflictos los que deben resolverse desde la bondad y la misericordia como caminos de relación e interacción fraterna y apostólica. Escuela de obediencia y humildad Toda obediencia cristiana es necesariamente mutua y comunitaria. Es el aprendizaje de la humildad de quien toma la vida en serio. Nos invita a integrar nuestra historia personal, superar el infantilismo y la culpabilidad paralizante, para abrirnos a la dinámica de orientación, decisión y proyección comunitaria de nuestra vida y misión. Discernir juntas implica una comunicación dialógica desde los valores éticos de la comunicación como la sinceridad, respeto, confianza en el otro/a que supone dialogar con lo diverso y tejer, en lo cotidiano, redes de reconciliación y compromiso corresponsable con lo decidido, orientado hacia el proyecto de Dios Trinidad. 36 Cf. CC 46 50 Reflexión personal Después de haber reflexionado y estudiado a la comunidad como una escuela de servicio evangélico, de humanidad, de verdad, de obediencia y humildad; preguntémonos: ¿Qué es lo que necesitamos seguir aprendiendo? ¿A qué escuela necesitamos inscribirnos? ¿A qué nos comprometen estas escuelas? La comunidad es el espacio teológico en donde la vivencia de los votos se concretiza y expande. Así como los votos nos unen al Padre a través de Jesús, al construir la comunidad, también nos unen a las hermanas en fraternidad y a los hermanos en la misión. Esta unión es una alianza que implica un profundo sentido de pertenencia, no sólo pertenencia institucional sino como íntima comunión de vida37. Pertenencia que nos lleva a ser entusiastas por la misión del instituto; a amar a sus destinatarios con una generosa disponibilidad; a vivir una profunda experiencia de agradecimiento a Dios por el don de la vocación; a sentir el gozo de ser parte de una comunidad; a experimentar la alegría, el entusiasmo y el compromiso de pertenecer. Es así que la vida se convierte en propuesta vocacional porque Jesús es el que convoca a vivir en fraternidad y expande los corazones a un amor universal y gozoso. 37 Cf. ARROBA Conde Manuel. Los consagrados: Una comunidad para la comunión. En Vida Religiosa vol. 82 n° 2. 1997. Pág. 122. 51 PROFUNDIZACIÓN Leer el testamento de M. Luisita J.M.+J.T. Mi despedida a mis hijas las Carme1itas Descalzas Terciarias Ante todo os manifiesto mi gratitud y doy las gracias por lo sumisas, respetuosas y cariñosas que fuisteis con la que Dios Ntro. Señor os dio por madre, por lo que también os felicito, pues no otra cosa hacen las buenas religiosas. Os exhorto a que así os portéis con mis sucesores pues de ahí depende la prosperidad de la comunidad. Pido perdón a todas por lo que las haya hecho sufrir y por el mal ejemplo que les di y les ruego no lo toméis. Os encargo encarecidamente por el amor de Dios Ntro. Señor seáis muy unidas; que cada cual vea a las demás como si de ella dependiera la unión; que os ayudéis mutuamente y os soportéis con paciencia vuestras faltas. Os suplico os fijéis mucho en la obediencia a vuestras superioras pues es el seguro medio de vuestra santificación. Os aprovechará mucho hacer todas vuestras obras y sufrir lo que Dios Ntro. Señor os mande únicamente por amor a Él y para su mayor honra y gloria. Trabajad con empeño con las niñas, enfermos y en las conversaciones por hacer amar al Smo. Sacramento y a Ntra. Sma. Madre. El legado que dejo a la comunidad de herencias que recibir, es para la casa Noviciado de Guadalajara y las casas necesitadas de la Congregación, todas tendrán igual derecho en caso de verdadera necesidad. La Superiora con su Consejo proporcionarán mesadas a dichas casas según lo necesiten y se pueda. Estos fondos procurarán conservarlos siempre. Que Dios Ntro. Señor os bendiga. Ma. Luisa Josefa del Smo. Compartir en comunidad: 1. ¿Cómo están expresados los votos en el testamento de M. Luisita? 2. ¿Cómo nos comprometen a construir la comunidad? 52 IV. PARA DISCERNIR NUESTRA VIDA EN ORACIÓN Y CONTEMPLACIÓN MOTIVACIÓN Después de haber dedicado un largo tiempo a la escucha del Espíritu a través de la reflexión bíblico teológica, las invitamos a hacer un silencio mayor, para dejar que Dios hable al corazón de cada una y poder discernir lo que nos pide. Sugerimos dediquen un día de retiro para el encuentro amoroso con Dios y adentrarse en el discernimiento, siguiendo los siguientes pasos: 1. Ponerse en la presencia del Señor Relectura del salmo 136 Doy gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor. Doy gracias al Señor de los señores, porque es eterno su amor. Hizo los cielos con inteligencia porque es eterno su amor: sobre las aguas tendió la tierra, porque es eterno su amor. Hizo las grandes lumbreras, porque es eterno su amor: El sol para dominar el día, porque es eterno su amor: La luna y las estrellas para dominar la noche, porque es eterno su amor. Él me trajo a la vida porque es eterno su amor. Me puso en una familia buena, porque es eterno su amor. Me enseñó a pronunciar su nombre, porque es eterno su amor. Me reveló sus escrituras, porque es eterno su amor. Me llamó a su servicio, porque es eterno su amor. Me envío a ayudar a su pueblo, porque es eterno su amor. Me visita cada día, porque es eterno su amor. Me ha llamado amiga suya, porque es eterno su amor. 53 Mi vida se hace oración, mis recuerdos son letanía sagrada y mi historia es un salmo. Y tras de cada suceso grande o pequeño, alegre o penoso, oculto o manifiesto, viene el verso que los une a todos y da sentido y alegría a mi vida en la dirección eterna y única de la íntima providencia de Dios, porque es eterno su amor. Doy gracias al Dios de los cielos porque es eterno su amor. A luz de de este salmo toma conciencia de cómo ha estado Dios presente en tu/nuestra vida consagrada. Haz tu propio salmo. Escríbelo. 2. Ahora nos remitimos al II paso de la ficha, cuando contemplamos nuestra realidad de cómo vivimos nuestros votos a nivel personal y comunitario (pág 13). Hagamos memoria de cómo estábamos y qué despertó en nuestro corazón como cambio de vida. Podemos sintetizar a través del siguiente recuadro: Mi situación en la vivencia de los votos Elementos que me dan vida en la vivencia de los votos Dificultades y carencias en la vivencia de los votos 54 3. Meditemos el siguiente texto de M. Luisita y dejemos que ella hable a nuestro corazón: “Nuestro Señor de quien somos, todo lo dispone admirablemente bien… Él velara por ustedes y no les faltará nada; les hablará a su corazón ya sea corrigiéndolas, consolándolas y ayudándolas de la manera que lo necesiten. Debemos estar contentas y tranquilas con lo que disponga nuestro Señor”. (Carta 125 a M. María de la Divina Eucaristía). Retomar el cuadro y subrayar aquello donde me siento más invitada por el Espíritu a fortalecer o bien, a cambiar y/o corregir. 4. A la luz de la meditación del texto de N. M. Luisita, de la oración inicial, y del cuadro que he trabajado en la pág. 13, propiciar un espacio prolongado de silencio, preguntándole a Dios nuestro Padre bueno, providente y misericordioso ¿Qué deseas de mí? ¿Cómo puedo agradarte? ¿Qué me pides?. Para concretizar las mociones del Espíritu, puedes trabajar el discernimiento con el siguiente cuadro. Situaciones tocadas por el Espíritu en relación a la vivencia de mis votos (Lo que Dios me invita a fortalecer, cambiar o corregir) Luces del Espíritu recibidas a través de la reflexión de toda la ficha Anotar cómo puedo concretizar en mi proyecto personal las luces recibidas 55 5. Terminar con una oración que complemente la relectura del salmo con el que iniciamos nuestro discernimiento. 6. Habiendo terminado el discernimiento personal, nos reunimos como comunidad para discernir el paso de Dios y preguntarle qué y cómo hacer vida a través del proyecto comunitario sus llamadas. Podemos seguir el siguiente esquema: a. Preparar un letrero con la frase “porque es eterno su amor” rodeado de velas según el número de hermanas de la comunidad b. Cada una vamos a compartir la oración que realizamos en el paso 5 y encendemos la vela, mientras hacemos la lectura de la misma. c. Dialogamos acerca de lo que nos inspiró el estudio de esta primera ficha para la comunidad d. Dialogamos sobre cómo podríamos ayudarnos para vivir con mayor profundidad las diversas dimensiones de los votos propuestas en esta ficha. e. Consensamos dos formas a través de las cuales podríamos apoyarnos, las escribimos en un cartel y las colocamos en la sala comunitaria mientras tanto entonamos un canto al Espíritu Santo. 56 V. HACIA UN NUEVO ESTILO DE VIVIR LOS VOTOS COMO MUJERES CONSAGRADAS CSC Las invitamos a disponernos para profundizar las siguientes fichas que se seguirán enviando. En enero, Dios mediante, les haremos llegar la ficha del voto de castidad. No dudemos en dedicar el tiempo suficiente para la profundización y asimilación de las nuevas luces y elementos que nos orientarán para ir recreando nuestra vida consagrada. APORTES DE LA COMUNIDAD PARA ENVIAR AL GOBIERNO GENERAL 1. Rescatar dos elementos nuevos que nos ha aportado la reflexión de esta ficha para la vivencia de los votos, en cada una de las siguientes dimensiones: a. Antropológica b. Bíblico Teológico c. Místico profética d. Fraterna 2. De acuerdo a todo lo reflexionado y compartido en comunidad, respondiendo a la determinación del XIV Capítulo General n° 65, ¿Qué nuevos elementos podríamos integrar a nuestro proyecto comunitario? Les recordamos que la fecha límite para entregar los aportes será el 15 de enero del 2011, por entrega personal, correo normal o electrónico a la casa general a nombre de la Hna. Ramira Magdalena García Chávez y/o Margarita Castillo Méndez, animadoras del secretariado de formación permanente. Correo electrónico a los que pueden enviar los aportes: [email protected] 57 ESPACIO PARA ANOTACIONES PERSONALES 58 59 INDICE Presentación Metodología I. OBJETIVO DE LA FICHA…………………………………………………………………. II. CONTEMPLANDO LA REALIDAD..………………………………………………… 2.1 Breve recorrido histórico de las formas y teologías de la vida consagrada..……………………………………………. 2.2 Acercamiento a los modelos de la VR contemporánea..………. PROFUNDIZACIÓN…………………………………………………………………….. III. REFLEXIÓN BÍBLICO TEOLÓGICA DE LOS VOTOS 3.1 VOTOS COMO SEGUIMIENTO DE CRISTO.…………………………………. 3.1.1 Universalidad del seguimiento de Cristo…………………………… 3.1.2 Seguimiento de Cristo en la vida consagrada……………………. PROFUNDIZACIÓN..……………………………………………………………………. 3.2 DIMENSION ANTROPOLÓGICA..………………………………………………… 3.2.1 Dimensiones de la persona………………………………………………. 3.2.2 La relacionalidad como camino y realización personal..……. PROFUNDIZACIÓN..……………………………………………………………………. 3.3 DIMENSION BIBLICO TEOLÓGICA..…………………………………………….. 3.3.1 Teología profética y discípula...…………………………………………. Un nuevo enfoque bíblico de los votos ante el contexto histórico 3.3.2 Teología trinitaria de los votos..………………………………………… 3.3.3 Teología de la Encarnación..……………………………………………… Dios nos integra como personas a través de los votos..……………… PROFUNDIZACIÓN..……………………………………………………………………. 3.4 DIMENSION MISTICA PROFÉTICA..…………………………………………….. 3.4.1 La mística de los votos………………………………………………………. 3.4.2 Dimensión profética misionera de los votos..……………………. 3.4.3 Dimensión ética..………………………………………………………………. 3.4.4 Discernimiento y oración encarnada….……………………………… 3.4.5 Conciencia de género..……………………………………………………… PROFUNDIZACIÓN…………..…………………………………………………………. 3.5 DIMENSIÓN FRATERNA DE LOS VOTOS……………………………………… 3.5.1 Caminos de transfiguración de la fraternidad en comunidad PROFUNDIZACIÓN IV. PARA DISCERNIR NUESTRA VIDA EN ORACIÓN Y CONTEMPLACIÓN……………………………………..…………….. V. HACIA UN NUEVO ESTILO DE VIVIR LOS VOTOS COMO MUJERES CONSAGRADAS……………………………………………………. APORTES PARA ENVIAR AL GOBIERNO GENERAL……………………… Pag. 2 3 6 6 7 8 11 13 13 13 14 16 17 18 19 21 22 23 26 28 33 34 37 37 37 39 40 42 44 45 46 48 52 53 57 57 60 61