VITAMINAS PARA MEJORAR PRODUCCION Y FERTILIDAD EN VACAS LECHERAS Dr. Carlos Gómez; Ing. Melisa Fernández Departamento de Nutrición, Universidad Nacional Agraria La Molina. Las vitaminas son nutrientes esenciales que se requieren en pequeñas cantidades habiéndose demostrado que la deficiencia de algunos de ellos puede afectar el normal desarrollo de los animales, por lo que una apropiada suplementacion en el programa de alimentación de vacas lecheras es esencial para sostener niveles óptimos de producción, fertilidad y salud. En vacas lecheras al incrementarse la producción de leche simultáneamente se puede incrementar la incidencia de mastitis, desordenes digestivos, cetocis y problemas reproductivos. Esta mayor incidencia puede estar relacionada en algunos casos con una disminución en condición corporal y de la función inmune ocasionada por deficiencia de alguna vitamina así como la mayor necesidad de regulación metabólica debido al estrés de producción. En esta revisión se ha utilizado información reciente sobre el tema incluyendo la ultima publicación Nutrients Requirement of Dairy Cattle, 2001. REQUERIMIENTO DE VITAMINAS En los rumiantes las vitaminas K y las del complejo B son sintetizadas por los microorganismos del rumen en cantidades suficientes para cubrir los requerimientos de los animales por lo que solamente son requeridas en la dieta las vitaminas A, D y E. Vitamina A La vitamina A es necesaria para la visión, adecuado crecimiento y desarrollo, espermatogenesis, mantenimiento de tejido esquelético y epitelial incluyendo piel y pezuña así como también tiene efecto directo sobre la estructura y función del útero. Se ha demostrado a través de varios estudios que la suplementacion de vitamina A durante 4 semanas en vacas en pre-parto reduce la incidencia de retención de placenta y de metritis. También se ha demostrado la participación de la vitamina A en la disminución de la incidencia de mastitis. En algunos estudios controlados se suplementó a vacas recién paridas con 150,000 - 200,000 UI / día de vitamina A y se observo una reducción de la incidencia de infecciones de la glándula intra mamaria y mastitis. El requerimiento de vitamina A en el alimento para vacas en producción esta entre 2500 - 3600 UI / kg y para vacas en pre-parto entre 5500 - 8200 UI / kg. Se recomienda suplementar con adecuados niveles de vitamina A debido a que ante una deficiencia se presenta reducción de consumo de alimento, crecimiento lento, inapropiado crecimiento de los huesos, baja tasa de concepción y abortos los cuales tiene efectos negativos sobre la performance productiva y reproductiva de los animales. Esto es particularmente importante cuando los animales reciben fuentes de forraje de baja calidad como es el caso de la panca o cuando se suministre limitada cantidad de forraje en la dieta. Vitamina E La Vitamina E ha mostrado ser esencial para la integridad y optima función del sistema reproductivo, muscular, circulatorio y nervioso. Entre las principales funciones de la vitamina E se encuentran: antioxidante biológico, síntesis de prostaglandinas, coagulación de la sangre, resistencia a enfermedades y acción conjunta con Selenio en la protección de tejidos contra los peróxidos que son compuestos que causan daño en las membranas. Varios estudios han demostrado que la suplementacion de vitamina E y selenio en animales que reciben raciones con bajo contenido de estos nutrientes ha tenido efecto favorable sobre la función reproductiva. En un estudio controlado se evaluó los efectos de una sola inyección de 3000 UI Vitamina E a los 14 días antes del parto sobre 420 vacas Holstein. En este estudio la vitamina E redujo la incidencia de retención de placenta (12.5% vs 6.4%) y metritis (8.8 vs 3.9%). La vitamina E y Selenio también actúan conjuntamente para prevenir las infecciones que pueda sufrir la glándula mamaria. Diversos estudios demuestran que la suplementación estratégica con de vitamina E y Selenio reduce la incidencia de mastitis. Ha sido demostrado que la adición de 1000 UI / día de vitamina E en la dieta durante el periodo seco y la aplicación de 50 mg de Selenio después de la parición reduce en un 37% los casos de mastitis clínica. También se ha suplementado vitamina E sin adición de selenio, en dosis de 4000 UI / día durante las ultimas 2 semanas del periodo seco obteniéndose como resultado un 80% de reducción de mastitis clínica a la paricion y una reducción del 60% de infecciones de la glándula intramamaria. El requerimiento de vitamina E en el alimento para vacas en producción esta entre 27 – 18 UI / kg mientras que para vacas en pre-parto esta entre 80 - 120 UI / kg. Debe tenerse en cuenta que la respuesta de la suplementacion de vitamina E va ha estar relacionada con el estatus de selenio de los animales y que la suplementacion será mayor cuando se suministre forraje de baja calidad y/o cantidad en la dieta o cuando las vacas presentes estatus sub óptimos de selenio. Vitamina D La principal función de la vitamina D es elevar los niveles plasmáticos de calcio a niveles que permitan soportar una normal mineralización de los huesos así como otras funciones del cuerpo. Algunos de los primeros signos de deficiencia de esta vitamina son la baja concentración de calcio en plasma e incremento de fosfatos en el suero. Para vacas en producción se debe suministrar entre 680 - 1000 UI / kg en el alimento. La vitamina D tiene un rol directo sobre la incidencia de hipocalcemia y otras alteraciones del metabolismo del calcio. Se ha demostrado que se puede suministrar altos niveles de Vitamina D (70,000 UI / día) en el alimento durante el periodo seco para ayudar a prevenir la incidencia de hipocalcemia. El requerimiento para vacas en pre-parto es entre 1500 - 2200 UI / Kg en el alimento lo que permitirá una baja incidencia de este problema. La vitamina D también tiene efecto sobre la producción de leche. En un estudio controlado se suplementó con 40,000 UI / día de vitamina D a vacas en producción y se obtuvo una mayor producción de leche y consumo de alimento que vacas alimentadas con la misma dieta pero sin adición de vitamina D.