Reparadores de ADN Muchas son las causas generales que pueden provocar alteraciones celulares, más precisamente del ADN celular. Si se altera el ADN, la célula no solo no cumplirá sus funciones normales, sino que puede generar una célula maligna o caer en muerte celular. Por esta razón, es que los organismos vivos poseen reparadores del ADN llamados endonucleasas. Frente a causas o factores que se han denominado “factores estresantes”, como por ejemplo de origen químico (medicamentos, contaminantes ambientales, etc.), nutricionales, psíquicos, biológicos o físicos , las endonucleasas reparan las alteraciones que éstos provocan en el ADN celular. Muchas veces esos mecanismos se ven superados por la cantidad de factores estresantes, lo que genera un “stress oxidativo”, con el consiguiente daño celular. En el caso particular de la piel, la radiación ultravioleta (RUV), produce dramáticas y bien estudiadas alteraciones del ADN de las células, provocando fotodaño, fotoenvejecimiento e importantes alteraciones de la inmunidad local y sistémica (inmunosupresión), lo que lleva a la mayor probabilidad de adquirir cáncer de piel y, si el concepto lo ampliamos a Medicina General , tengamos en cuenta la importancia de la Inmunovigilancia como elemento defensivo del organismo. Cuando hablamos de Fotoprotección, tenemos que tener en cuenta varios parámetros, comprendidos en un gran capítulo que es la Fotoeducación, a través de la cual por distintos mecanismos, nos educamos a utilizar distintas herramientas para protegernos de los efectos dañinos de la RUV: ropas adecuadas, horarios de exposición, gafas, sombreros, conceptos educativos en general y protectores solares. En la piel expuesta, la colocación de protectores solares, debe ser acompañada por la aplicación de antioxidantes y reparadores de ADN, con el propósito de evitar y reparar el daño. Se han podido introducir en los tratamientos de piel, fórmulas conteniendo Fotoliasas, que son endonucleasas extraídas de las algas azules. El placton marino ha desarrollado un mecanismo natural de resistencia que le permite utilizar la energía solar para la fotosíntesis y además para reparar el daño provocado por la RUV al ADN. Existen otros principios activos que no solo reparan el ADN, sino que contribuyen a protegerlo, como es el caso de la Ectoína. La Ectoína se descubrió en cierto tipo de bacterias que crecen en condiciones de extrema agresividad ambiental, con altas temperaturas, en suelos salinos desérticos. Estas bacterias se autoprotegen frente al stress ambiental, sintetizando “ectoínas”, sustancias que protegen sus estructuras vitales frente a la agresividad ambiental. Las sustancias antioxidantes naturales o de síntesis, que disminuyen la formación de radicales libres (sustancias que causan stress oxidativo y por consiguiente daño indirecto del ADN) también juegan un papel importante, que contribuye a reparar el ADN. Por este motivo Dermur desarrolló DermADN que contiene Fotoliasas, Ectoínas y Antioxidantes, que son una excelente forma de prevención del daño del ADN constituyéndose en un elemento primordial para tener en cuenta en la fotoprotección, antes, durante y posteriormente a la exposición a la radiación UV. Dermur. Tu belleza; nuestra ciencia