SALA CONSTITUCIONAL Magistrado-Ponente: FRANCISCO ANTONIO CARRASQUERO LÓPEZ Mediante Oficio n. DPSSTSJ-054-2008 del 12 de mayo de 2008, emitido por la Defensoría Pública ante la Sala Constitucional y la Sala de Casación Social de este Tribunal Supremo, recibido en esta Sala el 13 de mayo de 2008, la abogada MARISELA CASTRO GILLY, actuando en su carácter de Defensora Pública ante la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal, según designación del 12 de mayo de 2005, emanada de la Dirección General de la Defensa Pública, consignó escrito contentivo de la acción de amparo constitucional ejercida conjuntamente con solicitud de medida cautelar innominada, por la abogada MAIGUALIDA MORGADO RUEDA, Defensora Pública Primera Penal adscrita a la Unidad de Defensa Pública de San Juan de Los Morros, Estado Guárico, quien asiste al ciudadano JESÚS ALFONZO VILLEGAS LICON, venezolano y titular de la cédula de identidad n. 17.272.175, de conformidad con los artículos 1 y 2 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, contra la sentencia dictada, el 23 de noviembre de 2007, por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, que declaró sin lugar el recurso de apelación ejercido por esa Defensa Pública contra la decisión del 14 de marzo de 2007, emitida por el Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control de ese mismo Circuito Judicial Penal, en el marco del proceso penal que se le sigue a dicho ciudadano por la presunta comisión de los delitos de homicidio intencional simple en grado de tentativa, previsto y sancionado en el artículo 405 del Código Penal, en concordancia con los artículos 80 primer aparte y 83 eiusdem, así como también del delito de incendio, previsto y sancionado en el artículo 343 del Código Penal. El 16 de mayo de 2008, se dio cuenta en Sala del presente expediente y se designó ponente al Magistrado doctor FRANCISCO ANTONIO CARRASQUERO LÓPEZ, quien, con tal carácter, suscribe el presente fallo. El 6 de octubre de 2008, se recibió en esta Sala Oficio n. DPSCTSJ-091-2008 del 2 de octubre de 2008, proveniente de la Defensoría Pública ante la Sala Constitucional y la Sala de Casación Social de este Máximo Tribunal, suscrito por la abogada Marisela Castro Gilly (cuyo carácter se encuentra acreditado en autos), en el cual se solicita pronunciamiento respecto a la admisibilidad de la acción de amparo propuesta. El 18 de noviembre de 2008, esta Sala Constitucional, mediante decisión n. 1.758, admitió la acción de amparo y acordó la medida cautelar solicitada por la parte actora. El 16 de enero de 2009, la abogada Mónica Andrea Rodríguez Flores, actuando en su condición de Defensora Pública con competencia para actuar ante las Salas Constitucional, Político Administrativa y de Casación Civil, así como también ante las Cortes de lo Contencioso Administrativo, consignó en autos un (1) escrito, a los fines de solicitar la fijación de la audiencia oral en la presente causa y ratificar su interés procesal. Practicadas las notificaciones, la Secretaría de la Sala, por auto del 3 de abril de 2009, fijó la oportunidad para celebrar la audiencia oral de las partes, la cual se realizó el 14 del mismo mes y año, a la que compareció la abogada Mónica Rodríguez, en su carácter de Defensora Pública ante la Sala Constitucional, en representación del accionante. Asimismo, se dejó constancia de la no comparecencia del Presidente de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, accionado. Igualmente, se dejó constancia de la no comparecencia de la representación judicial de los ciudadanos Yadiel Alexander Ascanio Rittia e Ingrid Gregoria Faría Espino, terceros interesados. Finalmente, se dejó constancia de la comparecencia de la abogada Mercedes Prieto, representante del Ministerio Público. En la audiencia constitucional, se le concedió el derecho de palabra a la abogada Mónica Rodríguez, en representación del accionante. Asimismo, se le concedió el derecho de palabra a la abogada Mercedes Prieto, en representación del Ministerio Público. Ambas representaciones consignaron documentos luego de su exposición oral, los cuales fueron agregados al expediente. Siendo la oportunidad legal para dictar sentencia, pasa la Sala a decidir con base en las siguientes consideraciones: I ANTECEDENTES DEL CASO 1.- Mediante auto del 20 de junio de 2006, el Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico fijó para el día 20 de julio de 2006, la celebración de la audiencia preliminar en el proceso penal que se le sigue al ciudadano Jesús Villegas Alfonzo Licon, por la presunta comisión de los delitos de homicidio intencional simple en grado de tentativa, previsto y sancionado en el artículo 405 del Código Penal, en concordancia con los artículos 80, primer aparte, y 83 eiusdem, así como también del delito de incendio, previsto y sancionado en el artículo 343 del Código Penal. 2.- El 13 de julio de 2006, la abogada Maigualida Morgado Rueda, en su carácter de defensora pública del ciudadano Jesús Villegas Alfonzo Licon, presentó escrito de contestación a la acusación del Ministerio Público, así como también promovió las pruebas que produciría en el juicio oral y público. 3.- El 13 de marzo de 2007, se llevó a cabo ante Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, la celebración de la audiencia preliminar en el proceso penal incoado contra el ciudadano Jesús Villegas Alfonzo Licon (no consta en autos la fecha de diferimiento de dicha audiencia). Al finalizar la mencionada audiencia, el Juzgado de Control emitió los siguientes pronunciamientos: a) Admitió en su totalidad la acusación del Ministerio Público, por los delitos de homicidio intencional simple en grado de tentativa e incendio, así como también los medios de prueba ofrecidos por dicha representación fiscal; b) Ordenó la apertura del juicio oral y público a los fines del enjuiciamiento del ciudadano Jesús Alfonzo Villegas Licon; c) Declaró sin lugar las solicitudes de sobreseimiento y de cambio de calificación jurídica planteadas por la abogada Maigualida Morgado Rueda, en su carácter de defensora pública del mencionado ciudadano, y declaró inadmisibles, por extemporáneas, las pruebas ofrecidas por la mencionada abogada. Dicha decisión fue publicada in extenso el 14 de marzo de 2007, en la cual, respecto de la extemporaneidad de los medios de prueba, el Juzgado de Control afirmó lo siguiente: “Se evidencias (sic) de autos, que la Defensa Pública Penal N° 1, adscrita a la Unidad de Defensa Pública Penal de este Estado, representada por la abogada Maigualida Morgado Rueda, no presentó en tiempo hábil y legal, su acervo probatorio, el cual está contenido en su escrito que cursa del folio 139 al 141, y que fue promovido en fecha 14-7-2006 [rectius: 13-07-2006], tal como consta al folio 138. En tal sentido; de conformidad con lo estipulado en el artículo 328 en su encabezamiento del Código Orgánico Procesal Penal, la defensa tenía hasta cinco (5) días antes del vencimiento del plazo fijado para la celebración de la audiencia preliminar, para proponer las pruebas que podrían ser objeto de estipulación entre las partes (numeral 6. artículo 328 COPP), lo que significa que, si en el presente caso, la audiencia preliminar fue fijada por primera vez, según lo pautado en el artículo 327 eiusdem, para ser celebrada en fecha: 20-7-2006, la defensa tenía un lapso hasta cinco días antes del vencimiento de esa fecha para la promoción de sus pruebas, esto es, desde el día 6 al 12 de julio de 2006, pero la misma, presentó y consignó su escrito en fecha 14-7-2006 [rectius: 13-07-2006], como ya se dijo antes., esto es, fuera del lapso legal; en virtud de ello, estima este juzgado, que lo procedente y ajustado a derecho es, decretar la EXTEMPORANEIDAD de las Pruebas emanadas de parte de la precitada defensa; a tal efecto, se niega y se rechaza su admisibilidad”. 4.- Contra la anterior decisión del Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, la abogada Maigualida Morgado Rueda, en su carácter de defensora pública del ciudadano Jesús Alfonzo Villegas Licon ejerció, el 20 de marzo de 2007, recurso de apelación, en cuanto a la declaratoria de inadmisibilidad de las pruebas ofrecidas por dicha abogada. 5.- El 23 de noviembre de 2007, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico declaró sin lugar el antes mencionado recurso de apelación y, en consecuencia, confirmó la decisión recurrida, siendo que esta decisión de la alzada penal, constituye el acto impugnado mediante la presente solicitud de tutela constitucional. II DE LA PRETENSIÓN Del escrito presentado se extraen las siguientes afirmaciones: Que se interpone la presente acción de amparo constitucional, en razón de la violación del debido proceso y del derecho a la defensa por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, al declarar ésta sin lugar el recurso de apelación de autos ejercido por la defensora pública del ciudadano Jesús Alfonzo Villegas Licon, contra la decisión del Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control de ese mismo Circuito Judicial Penal, mediante la cual se declararon inadmisibles, por extemporáneas, las pruebas ofrecidas por dicha defensa, lo cual ha colocado al mencionado ciudadano en una situación de indefensión. En tal sentido, invocó el contenido de los artículos 12 del Código Civil, y 198 y 199 del Código de Procedimiento Civil, en cuanto a la forma de computar los lapsos procesales. Que la defensa del acusado ofreció las pruebas el jueves 13 de julio de 2006, es decir, cinco días antes de la fecha fijada para la celebración de la audiencia preliminar (20 de julio de 2006), transcurriendo entonces los siguientes días: viernes 14 de julio, lunes 17 de julio, martes 18 de julio, miércoles 19 de julio y jueves 20 de julio de 2006, día del acto. Que no se puede computar el dies a quo, sino el dies ad quem, y como quiera que la cuenta es regresiva, en este caso, el dies a quo, que no se cuenta, corresponde a aquél fijado para la celebración de la audiencia preliminar (20 de julio de 2006) y el dies ad quem, que sí se cuenta, sería el quinto día, el cual es precisamente, la fecha en que fue contestada la acusación (13 de julio de 2006), todo ello de conformidad con lo dispuesto en el artículo 328 del Código Orgánico Procesal Penal. La parte actora promovió, como medios de prueba, copias certificadas de los siguientes documentos: a) Auto donde se fija la audiencia preliminar para el 20 de julio de 2006; b) Certificación por Secretaría del Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, de los días hábiles transcurridos entre el 13 de julio y el 20 de julio de 2006; c) Escrito de contestación de la acusación fiscal, donde se lee que dicho escrito fue recibida en la Oficina de Alguacilazgo el 13 de julio de 2006, a las 3:05 p.m., por el Alguacil Daniel Acosta; d) Acta contentiva de la audiencia preliminar del 13 de marzo de 2007, celebrada ante el Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, así como el texto in extenso de los decidido en dicha audiencia, publicado el 14 de marzo de 2007; e) Sentencia de la Corte de Apelaciones de ese mismo Circuito Judicial Penal, que declaró sin lugar el recurso de apelación ejercido por la defensora pública del ciudadano Jesús Alfonzo Villegas Licon. En consecuencia, la parte actora solicitó la admisión de la presente acción de amparo constitucional, que se restituyan los derechos y garantías infringidos al ciudadano Jesús Alfonzo Villegas Licon y, en consecuencia, que se ordene al Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, que admita las pruebas ofrecidas por la defensa de aquél. Como medida cautelar innominada, solicitó que esta Sala ordene al Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, que suspenda el proceso penal seguido al ciudadano Jesús Alfonzo Villegas Licon, hasta tanto sea resuelta la presente acción de amparo. III OPINIÓN DE LA REPRESENTACIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO Que “… la presente acción de amparo está dirigida contra una decisión judicial y específicamente contra la sentencia supra mencionada de fecha 23 de noviembre de 2007, por lo que su fundamento lo encontramos previsto en el artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales. Ahora bien, de acuerdo a la citada norma, así como a la jurisprudencia de ese Máximo Tribunal, para su procedencia, debe existir en ese fallo, una actuación fuera de la competencia en sentido amplio, por parte del sentenciador y que esa actuación incompetente violente alguna de las garantías constitucionales denunciadas como infringidas”. Que según lo dispuesto en el artículo 328 del Código Orgánico Procesal Penal, “… las partes tienen hasta el quinto día antes del día para el cual fue convocada la audiencia preliminar…” para oponer excepciones, proponer la admisión de los hechos y el ofrecimiento de los medios de prueba. Que el cómputo de tales días “… debe efectuarse en días hábiles de despacho por estar en fase intermedia”. Que el cómputo de esos días “… se realiza en forma regresiva, es decir, comenzando desde el día anterior para el cual fue convocada la audiencia preliminar (día ad quo que no se cuenta) hacia atrás hasta llegar al quinto día que sí incluimos en el escrutinio”. Que, en definitiva, “… una vez vencido ese quinto día, culmina la posibilidad de efectuar tales actos, es decir que la parte tiene la posibilidad de realizarlos sólo hasta ese día inclusive”. Que “… para el cómputo del lapso en cuestión, no puede aplicarse en detrimento de alguna de las partes, el excluir algún día que el Tribunal haya resolvido (sic) no despachar, ya que eso crearía inseguridad jurídica, entonces el lapso judicial se contará conforme al calendario judicial”. Que “… al aplicar las anteriores premisas al caso que nos ocupa, tenemos que la audiencia preliminar fue fijada por el Juzgador para el día 20 de julio de 2006 (día ad quo que no se cuenta) y al comenzar el conteo retrospectivo de los días de despacho conforme al calendario judicial pero incluyendo en el cómputo (por seguridad jurídica), los días que el Tribunal decidió no despachar (13, 14, 17, 18 y 19); tenemos que el primer día anterior fue el miércoles 19 de julio, el segundo día correspondió al martes 18 de julio, el tercer día sería el lunes 17 de julio, el cuarto día (excluyendo sábado y domingo de acuerdo al calendario judicial) fue el viernes 14 de julio; y el quinto día fue el jueves 13 de julio. Entonces, la defensa tenía hasta el jueves 13 de julio de 2006 (inclusive) para ofrecer sus pruebas…”. Que en vista de lo anterior, se evidencia que la parte actora “… ofreció sus pruebas en el escrito de contestación de acusación presentado, el día 13 de julio de 2006, por lo que conforme a lo antes visto, dicho escrito y pruebas fueron propuestos tempestivamente el quinto día anterior al plazo fijado para la audiencia preliminar y no como erróneamente consideró el identificado Tribunal de Control, cuando para realizar el cómputo, equivocadamente excluyó en detrimento de la defensa, los días que ese juzgador resolvió no dar despacho fuera del calendario judicial, cuando debieron considerarse”. Que peor aun fueron “… los razonamientos utilizados por la cuestionada Corte de Apelaciones del Estado Guárico, la cual para su cómputo, en lugar de utilizar la fecha para la que primigeniamente fue convocada la audiencia preliminar (20(07/2006), usó el día en que realmente ella se llevó a cabo, es decir, el 13 de marzo de 2007, casi un (1) años (sic) después de la convocatoria, contraviniendo el propio texto de la norma y la jurisprudencia estudiada con anterioridad. Lo anterior ocasionó que esa Alzada accionada, concluyera equivocadamente que fueron extemporáneas las pruebas ofrecidas por la defensa, confirmando seguidamente la írrita decisión del tribunal de control, quebrantando consecuencialmente, el derecho a la defensa del acusado JESÚS ALFONZO VILLEGAS LICON, a quien se le cercenó la posibilidad de llevar sus pruebas a juicio”. Que en vista de lo anterior, “… sin lugar a dudas le asiste la razón a la defensa accionante, al no quedar la menor duda, que la Corte de Apelaciones del Estado Guárico a luz (sic) de un errado criterio, dictó una decisión fuera de su competencia (2/11/2007), confirmando el erróneo pronunciamiento del Tribunal de Control y consecuencialmente vulneró la garantía constitucional del derecho a la defensa del mencionado acusado”. Que por todo lo antes expuesto, la presente acción de amparo constitucional debe ser declarada con lugar, y que para restablecer la situación jurídica infringida debe anularse en su totalidad la decisión judicial accionada en amparo, “… y a fin de evitar dilaciones indebidas (si se devuelve a la Alzada innecesariamente) se proceda a anular también la decisión dictada por el Tribunal de Control en la Audiencia preliminar, que declaró en su pronunciamiento tercero inadmisibles por extemporáneas las pruebas ofrecidas por la defensa; ordenándose la realización de una nueva audiencia ante un Juzgado distinto en funciones de control, para decidir acerca de la legalidad, licitud, pertinencia y necesidad de las pruebas ofrecidas por la defensa (ord. 9 del artículo 330), entendiéndose que las mismas fueron promocionadas oportuna y temporáneamente”. IV DE LA DECISIÓN IMPUGNADA La sentencia dictada, el 23 de noviembre de 2007, por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, la cual resolvió el recurso de apelación ejercido por la abogada Maigualida Morgado Rueda, en su carácter de Defensora Pública Primera Penal adscrita a la Defensa Pública de San Juan de Los Morros, Estado Guárico, decidió en los siguientes términos: “Sostiene la defensa del recurrente que la audiencia Preliminar fue fijada por primera vez según lo pautado en el artículo 327 del Código Orgánico Procesal Penal, para celebrarse el 20-07-2006, por lo que la defensa según la interpretación del artículo 328, tenía hasta cinco días antes del vencimiento del plazo fijado para celebrar dicha audiencia, para proponer las pruebas que podían ser objeto de estipulación entre las partes. En consecuencia, la defensa ofreció las pruebas el 13 de Julio del 2006, por lo que considera que su oferta probatoria, fue presentada en tiempo útil, o sea, si la audiencia se celebró el 20-07-2006, ella tenía los días viernes 14, lunes 17, martes 18, miércoles 19, y jueves 20 de Julio del 2006 día del acto. Solicita que el presente recurso sea declarado con lugar se revoque la decisión del tribunal de control y se admitan las pruebas ofrecidas de manera temporal y legal. DE LA RESOLUCIÓN DE LA SALA El Tribunal de la recurrida, en su decisión publicada el 14-03-2007 fundamentó su negativa en los siguientes términos: ‘...de conformidad con lo estipulado en el artículo 328, en su encabezamiento del Código Orgánico Procesal Penal, la defensa tenía hasta cinco (05) días antes del vencimiento del plazo fijado para la celebración de la audiencia preliminar, para proponer las pruebas que podrían ser objeto de estipulación entre las partes (numeral 6. artículo 328 COPP), lo que significa que, si en el presente caso, la audiencia preliminar fue fijada por primera vez, según lo pautado en el artículo 327 eiusdem, para ser celebrada en fecha 20-07-2006, la defensa tenía un lapso hasta cinco días antes del vencimiento de esa fecha para la promoción de sus pruebas, esto es, desde el día 6 al 12 de Julio del 2006, pero la misma, presentó y consignó su escrito en fecha 1407-2006, como ya se dijo antes, esto es, fuera del lapso legal; en virtud de ello, estima este Juzgado, que lo procedente y ajustado a Derecho es, decretar la EXTEMPORANEIDAD de las pruebas emanadas de parte de la precitada defensa, a tal efecto, se niega y se rechaza su admisibilidad. Y ASI SE DECIDE...’La sala una vez analizado los argumentos de la recurrida, estima que no le asiste la razón , por cuanto la interpretación realizada por el tribunal de control, es la acertada y así lo dejó claramente establecido el legislador, en el mencionado artículo 328, el cual reza: (omissis) Lo anterior evidencia y así lo sostuvo este tribunal colegiado en el Asunto JP01-R-2007-000219 (CASO MARITZA MORENO) , que las partes tienen un plazo para presentar escritos y realizar los actos señalados en el artículo 328 del COPP, sólo hasta cinco días antes del vencimiento, del plazo fijado para la realización de la Audiencia Preliminar. Ello significa, que constituye un error, computar los cinco días antes de la realización de la audiencia, ya que ese lapso le corresponde es al Juez de control, para preparar su audiencia y estudiar y analizar los escritos presentados por las partes. En el presente caso, la audiencia se realizó el 13 de Marzo del 2007, lo que significa que las partes, tenían hasta el 05 de Marzo del 2007, para realizar los actos señalados por el artículo 328 eiusdem, uno de ellos lo constituye proponer las pruebas que podrían ser objeto de estipulación entre las partes. Establecido lo anterior, la decisión apelada debe ser confirmada. Y así se resuelve. DISPOSITIVA Por las razones antes expresadas, esta Sala Única de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la ley, declara SIN LUGAR, el recurso de apelación ejercido por la Defensora Pública Penal abogado Maigualida Morgado, actuando en representación del ciudadano Jesús Alfonso Villegas Licón; y en consecuencia, confirma la decisión publicada el 14 de Marzo del 2007 por el Tribunal Primero de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, mediante la cual negó las pruebas promovidas por la defensa por ser extemporáneas. Todo de conformidad con lo dispuesto en los artículos 327, 328, 330, 450 del Código Orgánico Procesal Penal”. V MOTIVACIÓN PARA DECIDIR Para decidir, debe esta Sala delimitar el objeto de la presente acción de amparo constitucional, y a tal efecto, observa que la misma ha sido interpuesta por la abogada Marisela Castro Gilly, actuando en su carácter de Defensora Pública ante la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal, quien asiste al ciudadano Jesús Alfonzo Villegas Licon, contra la sentencia dictada, el 23 de noviembre de 2007, por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, mediante la cual se declaró sin lugar el recurso de apelación ejercido por la abogada Maigualida Morgado Rueda, Defensora Pública Primera Penal adscrita a la Unidad de Defensa Pública de San Juan de Los Morros, contra la decisión publicada el 14 de marzo de 2007, dictada por el Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control de ese mismo Circuito Judicial Penal, en el marco del proceso penal que se le sigue a dicho ciudadano por la presunta comisión de los delitos de homicidio intencional simple en grado de tentativa, previsto y sancionado en el artículo 405 del Código Penal, en concordancia con los artículos 80 primer aparte y 83 eiusdem, así como también del delito de incendio, previsto y sancionado en el artículo 343 del Código Penal. De igual forma, se observa que la parte actora denunció la vulneración del debido proceso y del derecho a la defensa, consagrados en el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En tal sentido, el argumento medular que sustenta la presente acción de amparo se traduce, esencialmente, en que la defensa del hoy quejoso promovió sus respectivos medios de prueba dentro del lapso previsto en el artículo 328 del Código Orgánico Procesal Penal, siendo que el Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico los declaró inadmisibles por extemporáneos en la audiencia preliminar, con base en una errada interpretación de la mencionada norma. Ahora bien, esta Sala ha constatado que el 13 de julio de 2006 (y no el 14 de julio de 2006, tal como lo señaló erróneamente el Juzgado de Control), la Defensora Pública del hoy quejoso presentó ante la Oficina de Alguacilazgo del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico el escrito mediante el cual se dio contestación a la acusación fiscal y se promovieron las pruebas que dicha defensa pretendía producir en la oportunidad del juicio oral, siendo que para el día 20 de julio de 2006 estaba pautada la celebración de la correspondiente audiencia preliminar. Igualmente, esta Sala observa que el Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, en su decisión del 14 de marzo de 2007, declaró inadmisibles las pruebas antes referidas “… al no haber sido presentadas en tiempo hábil y legal, tal como lo dispone el artículo 328 del Código Orgánico Procesal Penal”. Posteriormente, al conocer el recurso de apelación ejercido contra la anterior decisión, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, en su decisión del 23 de noviembre de 2007 -aquí accionada-, declaró la conformidad a derecho de la decisión recurrida y, por ende, sin lugar el mencionado recurso de apelación. Para fundamentar tal resultado decisorio, dicha alzada penal estimó que el razonamiento articulado en la decisión recurrida estuvo conforme a derecho, y para ello, afirmó que “… las partes tienen un plazo para presentar escritos y realizar los actos señalados en el artículo 328 del COPP, sólo hasta cinco días antes del vencimiento del plazo fijado para la realización de la Audiencia Preliminar. Ello significa, que constituye un error, computar los cinco días antes de la realización de la audiencia, ya que ese lapso le corresponde es al Juez de control (sic), para preparar su audiencia y estudiar y analizar los escritos presentados por las partes”. Así las cosas, estimó que “[e]n el presente caso, la audiencia se realizó el 13 de Marzo del 2007, lo que significa que las partes, tenían hasta el 05 de Marzo del 2007, para realizar los actos señalados por el artículo 328 eiusdem… ”. Precisado lo anterior, debe esta Sala reiterar que la fase intermedia del procedimiento penal ordinario tiene por finalidades esenciales lograr la depuración del procedimiento, comunicar al imputado sobre la acusación interpuesta en su contra, y permitir que el Juez ejerza el control de la acusación. Esta última finalidad implica la realización de un análisis de los fundamentos fácticos y jurídicos que sustentan el escrito acusatorio, fungiendo esta fase procesal entonces como un filtro, a los fines de evitar la interposición de acusaciones infundadas y arbitrarias (sentencias 1.303/2005, de 20 de junio; y 1.676/2007, del 3 de agosto). Dicha fase procesal comprende varias actuaciones, las cuales se pueden sistematizar en tres grupos fundamentales, dependiendo del momento procesal que les corresponda. Así, tenemos actuaciones previas a la audiencia preliminar, como lo son la acusación; así como también el ejercicio por parte del imputado, del Fiscal y de la víctima -siempre que se haya querellado o haya presentado acusación particular propia-, de las facultades que les otorga el artículo 328 del Código Orgánico Procesal Penal. En segundo lugar, tenemos la audiencia preliminar, cuyo desenvolvimiento se encuentra regulado en el artículo 329 eiusdem; y por último, los actos posteriores a la audiencia preliminar, que son los distintos pronunciamientos que puede emitir el Juez de Control al finalizar dicha audiencia, con base en los artículos 330 y 331 de dicha ley adjetiva penal (Sentencia n. 1.676/2007, del 3 de agosto). Entre las facultades y cargas que el artículo 328 del Código Orgánico Procesal Penal le confiere a las partes en esta fase procesal, se encuentra la posibilidad de promover las pruebas a ser producidas en el juicio oral, la cual constituye una de las fases de la actividad probatoria y, por ende, una clara proyección del derecho a la prueba. El contenido de este último se integra en el poder jurídico de las partes de provocar la actividad procesal necesaria para lograr la convicción del Juez sobre la existencia o inexistencia de los hechos relevantes para la decisión del conflicto objeto del proceso. Visto desde esta perspectiva, el derecho a la prueba, ejercitable en cualquier tipo de proceso e inseparable del derecho a la defensa, consiste en que las pruebas lícitas, necesarias, pertinentes y tempestivas sean admitidas y practicadas por el Juez, no pudiendo éste en forma alguna desconocer u obstaculizar el contenido esencial de tal derecho. La conexión conceptual antes señalada entre el derecho a la prueba y el derecho a la defensa, obedece a que el primero es un soporte esencial del segundo, toda vez que el derecho a la defensa comprende la facultad del imputado de intervenir en el proceso penal que contra él se ha incoado, así como también de llevar a cabo las actividades procesales necesarias para evidenciar la falta de fundamento de la potestad penal que contra él ejerce el Estado, o cualquier circunstancia que la excluya o la atenúe, y es el caso que tales actividades consisten esencialmente en: a) ser oído, b) controlar la prueba de cargo que podrá utilizarse válidamente en la sentencia, c) probar los hechos que invoca a los fines de neutralizar o atenuar la reacción penal del Estado, d) valorar la prueba producida en el juicio, y e) exponer los argumentos de hecho y de derecho que considere pertinentes a los fines de obtener una decisión favorable según su posición, en el sentido de excluir o atenuar la aplicación del poder penal estatal (ver sentencias 4.278/2005, del 12 de diciembre; 797/2008, del 12 de mayo; y 276/2009, del 20 de marzo). Ahora bien, el artículo 328 del Código Orgánico Procesal Penal, en cuyo texto se cristalizan los derechos procesales antes reseñados, dispone lo siguiente: “Artículo 328. Facultades y cargas de las partes. Hasta cinco días antes del vencimiento del plazo fijado para la celebración de la audiencia preliminar, el fiscal, la víctima, siempre que se haya querellado o haya presentado una acusación particular propia, y el imputado, podrán realizar por escrito los actos siguientes: 1. Oponer las excepciones previstas en este Código, cuando no hayan sido planteadas con anterioridad o se funden en hechos nuevos; 2. Pedir la imposición o revocación de una medida cautelar; 3. Solicitar la aplicación del procedimiento por admisión de los hechos; 4. Proponer acuerdos reparatorios; 5. Solicitar la suspensión condicional del proceso; 6. Proponer las pruebas que podrían ser objeto de estipulación entre las partes; 7. Promover las pruebas que producirán en el juicio oral, con indicación de su pertinencia y necesidad; 8. Ofrecer nuevas pruebas de las cuales hayan tenido conocimiento con posterioridad a la presentación de la acusación fiscal” (Resaltado del presente fallo). Respecto de los alcances de la norma antes citada, esta Sala afirmó en sentencia n. 2.532/2002, del 15 de octubre, la cual hoy se reitera, que el proceso penal está sujeto términos preclusivos, por razones no sólo de certeza y de seguridad jurídica, sino, también, como modo del establecimiento de una necesaria ordenación del proceso, que sea capaz de asegurar, en beneficio de todas las partes, que el mismo sea seguido de manera debida, sin dilaciones ni entorpecimientos injustificables, en obsequio de la justicia, así como la efectiva vigencia de sus derechos fundamentales a la igualdad jurídica y a la defensa. Así, el ofrecimiento de pruebas de la defensa debe ser realizado, tal como se le exige a las demás partes, dentro del lapso que dispone el artículo 328 del Código Orgánico Procesal Penal, a saber, hasta cinco días antes del vencimiento del plazo fijado para la celebración de la audiencia preliminar; ello, no como una formalidad trivial, sino, entre otras razones, como un medio de aseguramiento del cabal ejercicio del control de la prueba, lo cual resulta esencial para que las partes puedan preparar adecuadamente sus propias defensas (sentencia n. 2.532/2002, del 15 de octubre). Partiendo de las consideraciones antes expuestas, esta Sala estima que el accionante llevó a cabo la promoción de pruebas con estricto apego al texto del artículo 328 del Código Orgánico Procesal Penal, toda vez que, efectivamente, la defensa presentó el escrito de promoción de pruebas el quinto día anterior al vencimiento del plazo fijado para la celebración de la audiencia preliminar, a saber, el 13 de julio de 2006. En efecto, de la lectura de las actas que conforman el presente expediente, se desprende que el Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial del Estado Guárico, mediante auto del 20 de junio de 2006, fijó el acto de la audiencia preliminar para el 20 de julio de 2006, por lo cual, en este último vencía el plazo para la celebración de dicha audiencia. Ahora bien, el 20 de julio de 2006 estuvo constituido por un día jueves, por lo que contando regresivamente a partir de éste, se evidencia que el intervalo entre el mismo y el día para la promoción de las pruebas, estuvo conformado por el día miércoles 19 de julio, el martes 18 de julio, el lunes 17 de julio, viernes 14 de julio, hasta llegar al jueves 13 de julio, siendo este último, de conformidad con el artículo 328 del Código Orgánico Procesal Penal, el quinto día anterior a la celebración de la audiencia preliminar y, por tanto, el último día con el cual contaba la defensa para ejercer las facultades y cargas que le confería el artículo 328 del Código Orgánico Procesal Penal. En otras palabras, el lapso para que la defensa promoviera sus pruebas se abrió con el auto del 20 de junio de 2006, en el cual se fijó la fecha para la celebración de la audiencia preliminar y se convocó a las partes para que concurrieran a la misma, y finalizó el 13 de julio de 2006, por ser éste el quinto día anterior al vencimiento del plazo fijado para llevar a cabo tal audiencia. Es el caso, que el Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, a pesar de haber sido promovidas las pruebas dentro el lapso legal correspondiente, las declaró inadmisibles, al considerar, de forma errada, que aquéllas fueron presentadas el 14 de julio de 2006, siendo que, en criterio de dicho órgano jurisdiccional, el lapso para promoverlas estuvo comprendido entre el 6 y el 12 de julio de 2006. Al respecto, de la lectura del presente expediente se desprende que los días 13, 14, 17, 18 y 19 de julio de 2006, el Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico no dio despacho, tal como se desprende del oficio n. 163 del 30 de enero de 2008, contentivo del cómputo de días hábiles transcurridos entre el 13 y el 20 de julio de 2006, y el cual fue emitido por ese órgano jurisdiccional. No obstante ello, esta Sala considera que si bien el día en que la defensa presentó el escrito de promoción de pruebas (13 de julio de 2006) no hubo despacho en el Juzgado ante el cual cursaba la causa, tal circunstancia no ha afectado en modo alguno la validez de dicho acto procesal, toda vez que el referido escrito fue presentado ante la Oficina de Alguacilazgo de ese Circuito Judicial Penal, la cual tiene como atribución principal la recepción de los documentos que se dirijan a los Tribunales Penales, razón por la cual las partes en el juicio penal pueden hacer uso del servicio que presta aquélla en las horas que esa oficina labore para la presentación y consignación de documentos en las causas en las que tengan interés (sentencia n. 2.202/2004, del 17 de septiembre). Aunado a lo anterior, y no obstante que en la fase intermedia los lapsos procesales deben computarse por días hábiles según el artículo 172 del Código Orgánico Procesal Penal, en este caso concreto no podía pretender el Juzgado de Control, si los días debían contarse en sentido retrospectivo, vale decir, desde el día fijado para la celebración de la audiencia preliminar hacia atrás, que la parte supiera con anticipación cuándo el tribunal iba a resolver “no dar despacho”, que es lo que en la práctica pretendió el Juez de Control, al considerar que el lapso para la presentación de las pruebas precluyó el 12 de julio de 2006, por cuanto no despachó los días 13, 14, 17, 18 y 19 de julio de 2006. Es oportuna la reiteración de que la única seguridad que tienen las partes para el cómputo de los lapsos judiciales son los días que fueron prefijados a través del calendario judicial como no hábiles para los tribunales (sentencia n. 1.755/2007, del 13 de agosto). Por su parte, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, en su decisión del 23 de noviembre de 2007, también consideró que las pruebas fueron promovidas fuera del lapso legal correspondiente, pero, a diferencia del a quo, señaló que las partes tenían hasta el 5 de marzo de 2007 para realizar los actos enumerados en el artículo 328 del Código Orgánico Procesal Penal, toda vez que la celebración de la audiencia preliminar se llevó a cabo el 13 de marzo de 2007. Para fundamentar esta afirmación, arguyó que “… las partes tienen un plazo para presentar escritos y realizar los actos señalados en el artículo 328 del COPP, sólo hasta cinco días antes del vencimiento, del plazo fijado para la realización de la Audiencia Preliminar. Ello significa, que constituye un error, computar los cinco días antes de la realización de la audiencia, ya que ese lapso le corresponde es al Juez de control, para preparar su audiencia y estudiar y analizar los escritos presentados por las partes”. Esta Sala observa que la audiencia preliminar fue fijada inicialmente para el día 20 de julio de 2006, pero, no obstante ello, dicha audiencia fue diferida, celebrándose el día 13 de marzo de 2007 (no consta en autos el auto ni la fecha en que ello fue acordado). Sobre este particular, esta juzgadora considera que tal diferimiento no afectó en modo alguno la validez del acto de promoción de pruebas efectuado por la defensa el 13 de julio de 2006, toda vez que en la realización del mismo se ha respetado a cabalidad el requisito de tiempo exigido en el artículo 328 del Código Orgánico Procesal Penal, por lo cual, era innecesario que aquéllas fueran promovidas nuevamente, independientemente que la audiencia preliminar haya sido diferida para una oportunidad posterior a la fijada inicialmente. Así las cosas, en criterio de esta Sala, tal decisión de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, en la que se confirmó la declaratoria de inadmisibilidad de las pruebas ofrecidas con ocasión de la audiencia preliminar fijada ab initio para el 20 de julio de 2006, pretendiendo que las mismas fueran presentadas, una vez más, para la audiencia preliminar a ser celebrada 13 de marzo de 2007, constituyó un automatismo ciego carente de sentido alguno que, sin lugar a dudas, ha cercenado ilegítimamente el derecho del hoy quejoso a utilizar los medios de prueba necesarios para hacer frente a la pretensión punitiva estatal y, por ende, para fundamentar su defensa. Por tanto, se concluye que la sentencia del 23 de noviembre de 2007, dictada por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, configuró un rechazo irrazonable de las pruebas promovidas por la defensa del ciudadano Jesús Alfonzo Villegas Licon, vulnerándole un derecho fundamental de vital importancia en el proceso penal, a saber, el derecho a la prueba como manifestación del derecho a la defensa. Por tanto, se estima que tal acto jurisdiccional es susceptible de ser subsumido en el supuesto descrito en el artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales. Así se declara. Con base en las consideraciones expuestas a lo largo del presente fallo, esta Sala Constitucional debe declarar, y así lo declara, con lugar la acción de amparo ejercida por la abogada Marisela Castro, en su carácter de Defensora Pública (E) ante la Sala Constitucional, quien asiste al ciudadano Jesús Alfonzo Villegas Licon, contra la sentencia dictada, el 23 de noviembre de 2007, por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal de San Juan de los Morros, Estado Guárico la cual se anula. Se hace un llamado de atención a dicha alzada penal, a los fines de que en lo sucesivo se abstenga de invocar y mantener criterios como el que aquí ha sido reprochado. Así se decide. Dado que entre los distintos principios o instituciones que integran y dan sustancia a la noción de orden público constitucional se encuentra el derecho a la defensa, el cual se encuentra íntimamente vinculado al debido proceso, y que implica dentro del ámbito procesal penal, entre otras cosas, el derecho a la prueba, y dado que tal derecho también ha sido infringido en el caso de autos por el Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, esta Sala Constitucional acuerda la nulidad de la decisión dictada por dicho Juzgado de Control el 14 de marzo de 2007, así como de la audiencia preliminar y de los actos sub siguientes celebrados en el proceso seguido al ciudadano Jesús Alfonzo Villegas Licon, y en consecuencia, se repone la causa al estado de que se celebre una nueva audiencia preliminar, quedando admitida la acusación presentada y considerándose tempestivas las pruebas promovidas por la Defensa Pública. Así se declara. Por último, se suspende la medida cautelar dictada por esta Sala el 18 de noviembre de 2008. VI DECISIÓN En virtud de todo lo anterior, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Constitucional, administrando justicia en nombre de la República por autoridad de la ley, declara: 1.- CON LUGAR la acción de amparo constitucional incoada por la abogada Marisela Castro, en su carácter de Defensora Pública (E) ante la Sala Constitucional, quien asiste al ciudadano JESÚS ALFONZO VILLEGAS LICON, contra la sentencia dictada, el 23 de noviembre de 2007, por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal de San Juan de los Morros, Estado Guárico. 2.- Se ANULA la sentencia dictada, el 23 de noviembre de 2007, por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal de San Juan de los Morros, Estado Guárico, en la cual se declaró sin lugar el recurso de apelación ejercido por la Defensa Pública contra la decisión del 14 de marzo de 2007, emitida por el Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control de ese mismo Circuito Judicial Penal. 3.- Se ANULA la decisión dictada, el 14 de marzo de 2007, por el Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Guárico, que declaró inadmisibles por extemporáneas las pruebas presentadas por la Defensora Pública del ciudadano JESÚS ALFONZO VILLEGAS LICON. 4.- Se acuerda la NULIDAD de la audiencia preliminar y de los actos subsiguientes celebrados en el juicio seguido al ciudadano JESÚS ALFONZO VILLEGAS LICON, y en consecuencia, se REPONE la causa al estado en que se celebre una nueva audiencia preliminar, quedando admitida la acusación presentada y considerándose tempestivas las pruebas promovidas por la Defensa Pública. 5.- Se SUSPENDE la medida cautelar dictada por esta Sala Constitucional el 18 de noviembre de 2008. Publíquese y regístrese. Archívese el expediente. Cúmplase lo ordenado. Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 02 días del mes de JUNIO de dos mil nueve. Años: 199º de la Independencia y 150º de la Federación. La Presidenta, LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO El Vicepresidente, FRANCISCO ANTONIO CARRASQUERO LÓPEZ Ponente Los Magistrados, JESÚS EDUARDO CABRERA ROMERO PEDRO RAFAEL RONDÓN HAAZ MARCOS TULIO DUGARTE PADRÓN CARMEN ZULETA DE MERCHÁN ARCADIO DE JESÚS DELGADO ROSALES El Secretario, JOSÉ LEONARDO REQUENA CABELLO FACL/ Exp. n. 08-0582