La Responsabilidad Penal de las Sociedades, sus representantes y

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Dres. Salthú Juan y Rodríguez Fabián
“La responsabilidad penal de las sociedades…”
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COMISIÓN N° 2: SOCIEDADES:
LA RESPONSABILIDAD PENAL DE LAS SOCIEDADES,
SUS REPRESENTANTES Y ADMINISTRADORES Y LOS
DELITOS CAMBIARIOS FRENTE A LOS PRINCIPIOS
RECTORES DEL DERECHO PENAL GENERAL.Autores: Juan Gustavo Salthú y Alberto Fabián Rodríguez.-
SÍNTESIS DE LA PONENCIA:
El régimen penal cambiario vigente deberá ser progresivamente reinterpretado,
compatibilizando el debido proceso que consagra el art. 18 de la Constitución Nacional, con
las declaraciones, convenciones y pactos complementarios de derechos y garantías
incorporados a la misma a partir de su reforma de 1994, de los que resulta la necesaria
aplicación a este régimen especial de los principios generales del derecho penal.Asimismo, pese a la tradición jurídica argentina en la materia, depositaria del principio
"societas delinquere no potest", lo cierto es que vía la legislación complementaria y anexa al
Código Penal, se ha introducido en varios supuestos la responsabilidad penal de persona
jurídica.No escapa a ese fenómeno - que avanza por obra del legislador, sin la debida síntesis
dogmática y doctrinaria, - el régimen penal cambiario vigente establecido por la L. 19.359 y
sus modificaciones.La admisión de responsabilidad penal de las personas jurídicas, sin perjuicio de la que
les corresponda a sus representantes y administradores, deberá compatibilizarse con los
principios generales del derecho penal, lo que hasta ahora es propiciado minoritariamente
por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en "COMPLEJO AGRO-INDUSTRIAL SAN JUAN
SA".
La complejidad de los nuevos escenarios trazados en el mundo, especialmente, en
materia societaria, ambiental, cambiaria, aduanera, exigen respuestas, pero jamás deben
buscarse, vulnerando preceptos insoslayables de neta raigambre constitucional en un Estado
Democrático de Derecho.Juan Gustavo Salthú
Alberto Fabián Rodríguez
Colegio de Abogados de Mar del Plata
PONENCIA:
El régimen penal cambiario vigente deberá ser progresivamente reinterpretado,
compatibilizando el debido proceso que consagra el art. 18 de la Constitución Nacional, con
las declaraciones, convenciones y pactos complementarios de derechos y garantías
incorporados a la misma a partir de su reforma de 1994, de los que resulta la necesaria
aplicación a este régimen especial de los principios generales del derecho penal.1.- Introducción.Coincidentemente, la doctrina que aborda el tema advierte que, sin ser nueva la
problemática penal de las personas jurídicas, mantiene una dinámica vigencia vinculada con
específicos bienes jurídicos tutelados1, tanto desde una perspectiva económica: aduanera 2,
cambiaria3, tributaria y previsional; como otros valores de alto contenido social, señalando
en tal sentido los ambientales4 o vinculados con la violencia5, “firme elemento integrante de
nuestra experiencia cotidiana”6.Riquert, Marcelo Alfredo; “CUESTIONES DE DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL TRIBUTARIO”; Ed.
Ediar S.A.; pág. 255.2 Pagano, José León, “DERECHO PENAL ECONOMICO”, Ed. Depalma, 1983; pág. 35, Nº 10. Personas
Jurídicas; quien cita jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que dejara “sentado
que tarándose de fraudes contra la renta fiscal o de contravenciones a las ordenanzas de aduana, no
es de aplicación lo dispuesto por el art. 43 del Código Civil; en consecuencia, las sociedades anónimas
pueden ser condenadas por hechos de sus empleados o administradores a las penas pecuniarias que la
legislación aduanera establezca (Fisco Nacional c/Pablo Lestard, Fallos 126:163)”; concordante CSJN
“DIEBEL Y SAPORITI y otra” del 20/12/44, L.L. T. 37, pág. 280.3 Borinsky, Carlos, “LOS DELITOS CAMBIARIOS Y EL APARTAMIENTO DE LOS PRINCIPIOS DEL
DERECHO PENAL COMUN”, La Ley, diario del 9/3/1989, pág. 1.4 L. 24.051 Residuos Peligrosos, art. 57 (BO: 17/01/92).1
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Ello ha llevado a preguntarse si se relacionan la corrupción y el delito de cuello blanco
con la violencia; dando respuesta afirmativa a la cuestión, considera Eugenio Raúl Zaffaroni,
que “pocas mezclas pueden ser más explosivas”, en tanto constituyen la génesis de acción
delictual sin castigo, a pesar que su proyección contiene maniobras económicas que son
impunes, “pese a que una sola de ellas deja más rédito del total de los hurtos y robos
cometidos en varios años”7.Advirtiéndose por otra parte que frente al modo de ejecución en que se lleva
actualmente la actividad empresaria, no es tarea fácil determinar la persona de los
directores reales de la persona jurídica, eventualmente preparada para afrontar las
consecuencias del actuar ilícito, presentando una voluntad social al frente de sujetos
insolventes, lo que de por sí configura un deliberado obstáculo para el cumplimiento de la
pena de contenido patrimonial8.Frente a la perspectiva reseñada, la responsabilidad penal directa o indirecta de la
persona jurídica se ha presentado como un recurso válido y constitucionalmente vigente,
siguiendo la doctrina dada por la Corte Suprema de Justicia al respecto 9.2.- Teoría del delito y persona jurídica.Concebido el delito como una acción típica antijurídica y atribuible en virtud de dolo o
culpa del autor, la posibilidad de incriminar a la persona jurídica ha sido rechazada por
quienes definen con este alcance la normativa penal sancionatoria.Así, fue clásica la opinión encontrada de Luis Jiménez de Asúa, profundo crítico de la
posibilidad de “edificar la responsabilidad penal de las personas jurídicas, por múltiples
razones vinculadas a la dogmática de nuestro derecho”, y ser ello contrario a la definición de
delito como acto antijurídico y culpable, al concepto de imputabilidad y a la finalidad de la
pena10.Más allá del ajuste dogmático y razonabilidad de la oposición a la imputabilidad
directa de la persona jurídica anteriormente señalado, según veremos, el mismo ha sido
superado por la ley y su vigencia jurisprudencial, de lo que es claro ejemplo el régimen
penal cambiario establecido por la L. 19.359 y sus modificaciones.Se afirma así que el derecho penal trata de captar el hecho del hombre como una
expresión de la conducta del sujeto, por lo que para el derecho penal moderno no hay pena
sin culpa, de lo que deviene que “el sujeto culpable debe ser pues una persona” 11.En otras palabras, para quienes concluyen que la inexistencia de culpabilidad excluye
la posibilidad de antijuricidad12, resulta inverosímil efectuar una imputación penal directa a
las personas jurídicas.- Ya que “desde el punto de vista penal, la capacidad de acción, de
culpabilidad y de pena, exige la presencia de una voluntad, entendida como facultad
psíquica de la persona individual, que no existe en la persona jurídica, mero ente ficticio al
que el derecho atribuye capacidad a otros efectos distintos de los penales” 13.3.- Régimen Penal Cambiario.- Ley penal en blanco.El Régimen Penal Cambiario vigente mantiene el sistema establecido en su momento
por la Ley 19.35914, con las reformas introducidas por las Leyes 20.184, 23.298 y 24.144,
L. 24.192 Violencia en espectáculos deportivos, Capítulo 1: Régimen Penal. Punto 11.Hassemer, Winfried; “PERSONA, MUNDO Y RESPONSABILIDAD. BASES PARA UNA TEORIA DE LA
IMPUTACIÓN EN DERECHO PENAL”, Ed. Tirant lo Blanch, Valencia, 1999; Capítulo III, integrante del
tercer módulo, punto 2. Derecho Penal Profundizado; docente Edgardo A. Donna, Especialización para
la Magistratura, UNMDP, pág. 168, punto I.7 Zaffaroni, Eugenio Raúl; “EL VINCULO ENTRE DOS MALES”, Nota diario “La Nación”, 1º de junio
1999, pág. 15.8 Spolansky, Norberto Eduardo, “CULPABILIDAD, LA RESPONSABILIDAD SOLIDARIA DE LAS
SOCIEDADES ANÓNIMAS Y LA DE SUS DIRECTIVOS EN EL REGIMEN PENAL CAMBIARIO (El caso del
Banco Santander), La Ley; T. 1978-D, pág. 231.9 CSJN, 9/8/77, “Wlodavsky Pedro y otros”, L.L. T. 1978-A, pág. 431, fallo 75453; ídem 21/2/78,
“BANCO DE SANTANDER y otros”, L.L. T. 1978-D, pág. 231, fallo 76375.10 Jiménez de Asúa, Luis, “EL CRIMINALISTA”, Ed. TEA, 1949; Tomo VIII, pág. 172/178, Título II.- La
crítica, Nros. 10/14; de su conferencia dada en el Colegio de Abogados de La Habana, el 14 de marzo
de 1947, donde deja traslucir la controversia mantenida al respecto con Enrique R. Aftalión y Julio
Cueto Rúa.11 Soler, Sebastián; “DERECHO PENAL ARGENTINO II”, Ed. TEA, 6ª reimpresión total 1973; Punto II.
No hay pena sin culpa, págs. 2 y 11.12 Donna Edgardo Alberto-de la Fuente Javier Esteban-Maiza María-Piña Roxana Gabriela; “EL CODIGO
PENAL Y SU INTERPRETACIÓN EN LA JURISPRUDENCIA”, Ed. Rubinzal Culzoni, 2003; T. I, pág, 267.13 Muñoz Conde Francisco y García Arán Mercedes; “DERECHO PENAL PARTE GENERAL”; Ed. Tirant lo
Blanch, 4ª edición, 2000; Punto 6. Los sujetos de la acción: la supuesta incapacidad de acción de las
personas jurídicas y el actuar en nombre de otro, pág. 252.14 ADLA, XXXII-A-2 (B.O.: 10/12/71).5
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dentro de un texto que fuera ordenado por Decreto 480/95, del veinte de septiembre de
1995 (B.O.: 25/09/95).Normativa especial que forma parte de la legislación penal incorporada en el anexo
del Código que rige la materia.Se trata fundamentalmente de un claro supuesto de ley penal en blanco, que se
integra con la norma administrativa dictada por la autoridad competente, lo que ha llevado a
lo largo de su vigencia a las más variadas interpretaciones judiciales sobre el alcance de la
misma, con reiterado apartamiento de los principios rectores del derecho penal común.Sobre el concepto de ley penal en blanco, señala Sebastián Soler que: “Llámase así a
aquellas disposiciones penales cuyo precepto es incompleto y variable en cuanto a su
contenido y en las que solamente queda fijada con exactitud invariable la sanción” 15.Señalando a su vez el citado autor que el precepto debe ordinariamente ser llenado
por otra disposición legal, o por decretos o reglamentos a los cuales queda remitida la ley
penal.- Estos decretos o reglamentos son, en el fondo, los que fijan el alcance de la ilicitud
sancionada, ya que, en la ley la conducta delictiva solamente está determinada de una
manera genérica16.Siendo justamente la modificación o suspensión de los efectos por vía de decretos o
reglamentos integrativos, lo que ha llevado a disímiles interpretaciones, siguiendo con ello
las modificaciones que en lo económico establecen las políticas de Estado 17.De lo hasta aquí expuesto se desprende que la descripción de las conductas
tipificadas por la Ley 19.359, imprescindiblemente se integra con la norma extra penal
reglamentaria.Efectuadas estas consideraciones de legalidad, es necesario puntualizar que en su
momento el Decreto 530/91 (B.O.: 28/03/91), con vigencia a partir del día siguiente de su
publicación en el Boletín Oficial, según lo establecía en su artículo 1º, dejó sin efecto la
obligatoriedad del ingreso y negociación en el
mercado de cambio de las divisas
provenientes de la exportación de productos, que anteriormente había sido dispuesta por el
artículo 1º del Decreto 2581/64, del 10/04/64.Actualmente, este período de diez años concluyó con el dictado del Decreto
1606/2001, del 5/12/2001, que en su artículo 5º derogó el Decreto 530/91 del 27/03/91,
restableciendo la vigencia del régimen anterior 18.Concordantemente, el Decreto
1570/2001 del 1/12/01 (B.O. 3/12/01) había restringido las transferencias de divisas al
exterior.4.- La materia penal económica frente a los principios del derecho penal
común.Las particularidades del régimen penal cambiario reseñadas, propias de la ley penal
en blanco, han llevado a sostener jurisprudencialmente que en su aplicación es necesario un
apartamiento de los principios del derecho penal común, ya que el bien jurídico tutelado es
el orden público económico.Así se ha resuelto que la incompatibilidad que pudiera existir entre el procedimiento
sumarial de la Ley 19359 a cargo del Banco Central y el establecido por el Código de
Procedimiento en lo Criminal, se resolverá a favor del régimen especial, en tanto no se trate
de un aspecto no regulado por las normas de la ley que rige la materia y que resulte
compatible con su estructura procesal19.Sin perjuicio de lo expuesto, en cuanto al derecho de fondo se ha entendido que
frente a la clara definición sobre la aplicabilidad de las disposiciones generales del Código
Penal, por imperio de lo establecido en el art. 4º del mismo, su normativa deviene aplicable
a todos los delitos incluidos los previstos por las leyes especiales, salvo disposición expresa
en contrario20.-
Soler, Sebastián; “DERECHO PENAL ARGENTINO”; Ed. TEA, 4ª edición parte general,
6ª
reimpresión, 1973; Tomo I, pág. 121, Nº VIII.- Ley penal en blanco.16 Soler, Sebastián, obra citada, Tomo I, pág. 122.17 Barreira, Enrique C., “CONTROL DE CAMBIOS: ATRIBUCIONES DEL BANCO CENTRAL.UN
EXCESIVO PODER DE REGLAMENTACIÓN”, Diario La Nación, Suplemento Comercio Exterior del
1/10/02.18 Decreto 2581/64, del 10/04/64.19 Cámara Nacional Penal Económico, Sala II, mayo 4 de 1973, “BANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA
ARGENTINA c/ INTERNATIONAL ELECTRIC SCA”, voto Dr. Rubianes, LA LEY T. 154, pág. 335.20 Micele, Mario R., “EL REGIMEN PENAL CAMBIARIO Y LAS DISPOSICIONES INTEGRATIVAS” , pto. III,
Conclusiones, LA LEY 1987-E, pág. 268.15
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En esta línea de pensamiento, se ha resuelto que concurriendo en la infracción
cambiaria una causa de justificación, la conducta deja de ser ilícita21.Contrariamente, no se ha hecho aplicación de lo normado por el art. 64 del Código
Penal vigente a la época de infracción, en tanto fuera invocado para solicitar la extinción de
la acción penal, siendo que las infracciones previstas por la Ley 19.359 resultan
incompatibles con este ordenamiento, pues su aplicación desvirtuaría el sistema de
reincidencia específica del régimen cambiario22.Apartándose también la jurisprudencia del régimen penal general a favor de la ley
especial, al entender que constituyen secuela de juicio con entidad interruptiva del curso de
la prescripción, las actuaciones sumariales llevadas adelante por el Banco Central, como
autoridad de aplicación, tal la resolución del Presidente del BCRA que ordena instruir el
sumario23; o bien los que impulsan la investigación, tanto en la etapa preliminar del
sumario, que va desde la inspección hasta el decreto de instrucción, como en la sumarial
propiamente dicha24.Finalmente, la modificación de la norma extrapenal integrativa no podrá ser aplicada
operando en beneficio del principio de la ley penal más benigna, cuando se trate de la
imposición de pena de multa, según lo establece el art. 20, inc. a, de la Ley Penal
Cambiaria, apartándose en ello de lo previsto por el art. 2º del Código Penal 25.5.- El principio de legalidad.- Inaplicabilidad de la analogía.Se ha sostenido en términos generales que la finalidad del proceso penal se confunde
con la de la función jurisdiccional penal, vale decir que su función “consiste en posibilitar la
realización del derecho penal material”26.Este principio está consagrado por el art. 1º del Código Procesal Penal de la Nación,
con sustento en la legalidad penal que proclama el art. 18 de la Constitución Nacional, el
cual subordinando la legislación de fondo y forma establece que: “Ningún habitante de la
nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso...” 27.Precepto que tiene a su vez correlato en el denominado principio de reserva (art. 19, última
parte, CN).Más allá del debate acerca de si el art. 18 CN consagra o no el principio de legalidad
procesal y de fondo, o solamente el primero, no cabe duda de que el mismo se desprende
del principio republicano de gobierno (art. 1º CN) y del art. 19 de la CN 28.Actualmente la garantía de legalidad se halla también consagrada en el art. 11 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos (ONU 1948), el art. 15 del Pacto
Internacional de los Derechos Civiles y Políticos y el art. 9 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, integrantes de la Constitución Nacional a partir de su reforma en el año
1994.En este contexto no podrá aplicarse analógicamente la ley en perjuicio del procesado,
tal como lo determina el artículo 2º del CPPN29.- Encontrándose directamente prohibido “el
acto de servirse de una incriminación para castigar un hecho que cae en la zona de
libertad”30.-
Cámara Nacional Penal Económico, Sala III, agosto 13 de 1985, “LUSQUINOS, Fernando H.”; LA LEY
T. 1987-E, pág. 268.22 CSJN, sentencia del 1/1/79, “FRIEDBERG, Manuel y otros”, fallos 301 pág. 835.23 Cámara Nacional Penal Económico, Sala A, 14/6/00, “COOPERCOTIA SRL y otros”, LA LEY T. 2000E, pág. 626.24 CSJN, 6/5/1997, “ARGENFLORA SCA”, La Ley 1997-F, pág. 382.25 Cámara Nacional Penal Económico, Sala A, 9/4/2002, “MARVIPLAST S.A.”, DJ, Tomo 2002-3, pág.
334; contrariamente, en minoría, el Dr. Antonio Boggiano como integrante de la Corte Suprema se
expidió a favor de la inconstitucionalidad del art. 20, inc. a, de la Ley 19.359, que veda la aplicación
del principio de ley más benigna a los supuesto del art. 2º, reprimidos con multa, por resultar
incompatible con el derecho de jerarquía constitucional, que tiene el imputado a que se aplique la
norma más favorable, no configurándose las excepciones contempladas por la Convención Americana
de Derechos Humanos, y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; confr. CSJN,
15/08/2002, “COMPLEJO AGROINDUSTRIAL SAN JUAN S.A.”, DJ 2002-3, pág. 1075 (del voto en
disidencia del Dr. Boggiano).26 Oderigo, Mario A. “DERECHO PROCESAL PENAL”,
2da. ed., Ed. Depalma 1975, pág. 52 Nº 3,
Finalidad del proceso.27 CSJN, 7/8/1984, “ALPE SRL y otros”, La Ley, 1985-D, pág 569, Sumario 36.997, donde el Máximo
Tribunal se expide sobre la aplicabilidad del principio de legalidad al régimen penal cambiario previsto
por la Ley 19.359, descalificando toda sentencia que lo transgreda.28 Zaffaroni, Eugenio Raúl, “TRATADO DE DERECHO PENAL, PARTE GENERAL”, Ed. Ediar Bs. As. 1980,
T. I, pág. 131.29 Spolansky, Norberto Eduardo; artículo citado en la Nota Nº 8.30 Soler, Sebastián, obra citada, Tomo I, pág. 132, Nº III, ANALOGÍA.21
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6.- Presunción de culpabilidad.- Inversión de la carga de la prueba.Al contrario de lo establecido por el art. 18 de la C.N. y 1º del CPPN, en el sentido de
que “nadie podrá ser (...) considerado culpable mientras una sentencia firme no desvirtúe la
presunción de inocencia de que todo imputado goza”, se ha resuelto que en los casos de
hechos ilícitos contemplados por la Ley 19.359, está a cargo de los imputados la
demostración de las razones exculpatorias que aleguen 31.Esta garantía
ha sido reiterada por el Máximo Tribunal, sin perjuicio que el
Procurador de la Corte ha entendido que ello no atenta contra el principio de inocencia, el
cual reafirma, pero que en este tipo de delitos “... la necesidad de que el Estado pruebe por
los medios establecidos en las normas rituales, todas las circunstancias que determinan que
una acción sea un delito, no lleva a que deba hacerse cargo de cualquier excusa alegada por
los imputados, sino solo de aquellas que resulten verosímiles... Por consiguiente, de la frase
utilizada por la Corte, referida a la ‘inversión de la carga de la prueba’, no debe inferirse la
posibilidad de obligar al procesado a demostrar la falsedad de toda imputación huérfana de
apoyo que se le formule, sino la necesidad de acreditar que las defensas que alegue tienen
visos de seriedad suficientes para desvirtuar la presunción legal basada en hechos, que
corresponde probar a la parte acusadora”32.Con ello, la Corte no ha mantenido el principio general aplicable al derecho penal
común, tutelado por la garantía del art. 18 de la C.N., en tanto ha entendido que es
violatoria de la defensa en juicio la sentencia que sin fundamento legal invierte la carga de la
prueba, exigiendo al acusado probar su inocencia33.7. Principio de juzgamiento por el Juez natural.Con respecto a la competencia para entender en la aplicación de las sanciones por
infracción al régimen cambiario, se ha entendido que no es inconstitucional la norma que
contiene la Ley 19.359, “... en cuanto acuerda facultades sancionatorias al Banco Central,
siguiendo en ello lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia, en cuanto tiene establecido
que la creación de órganos administrativos con funciones jurisdiccionales de tipo ‘cuasi
judicial’ y destinadas a hacer más efectiva y expedita la tutela de ciertos intereses públicos o
colectivos de contenido económico y social, no es incompatible con lo dispuesto en el art. 18
de la Constitución Nacional (en la parte que dispone que ningún habitante de la Nación
puede ser penado sin juicio previo o juzgado por comisiones especiales, o sacado de sus
jueces naturales), ni con el art. 95 de la misma (en cuanto prohibe al Poder Ejecutivo
ejercer funciones judiciales), siempre que la ley pertinente le reconozca al presunto infractor
el derecho de defensa y prueba en la instancia administrativa y le deje expedita una
instancia judicial posterior, mediante la concesión de un recurso para ante los jueces del
Poder Judicial, que le permita obtener por esa vía la revisión del procedimiento jurisdiccional
emanado del órgano administrativo, condiciones todas que satisface el sistema de la ley
19.359”34.8. Nulidad, doble juzgamiento y duración del proceso penal.Frente a la declaración de nulidad de lo actuado por invalidez de procedimiento, ha
resuelto la Cámara Nacional Penal Económico35, remitir los autos a la inferior instancia a
efecto de que se dicte nuevo fallo, entendiendo que: “El temperamento del reenvío tiende a
mantener la doble instancia –en el caso se dispuso declarar la nulidad de la sentencia por
inobservancia de normas procesales-, pues si se dictara directamente por la alzada el
pronunciamiento sobre el fondo de la cuestión, se convertiría en la práctica, en el tribunal de
única instancia”.Con ello, tal como lo afirma Carlos Borinsky comentando el derecho constitucional del
justiciable a una pronta conclusión del proceso penal, se ve seriamente afectado, trayendo a
colación la doctrina sustentada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a partir de lo
CSJN, 6/11/1979, “PAPAZIAN KRICOR, Martín y otro”, La Ley, 1980-B, pág. 35.CSJN, dictamen del Procurador Fiscal Mario Justo López, y fallo al que la Corte adhiere el
11/09/1984, en “INDUSTRIAS DELTA SAIC y otros s/ Recurso de hecho”, Fallos 306:1347.33 CSJN, sentencia del 18/09/1975, “RAIA Nora Teresita”, Fallos 292, pág. 561; ídem sentencia del
28/04/1988, “FISCAL v. Jorge Iván SILVA SALDIVAR”, Fallos 311, pág. 617 .34 Cámara Nacional Penal Económico, Sala II, 4/5/1973, “BCRA C/ INTERNATIONAL ELECTRIC SCA”,
con nota de Francisco Eduardo Trusso, “LA LEGISLACIÓN REPRESIVA CAMBIARIA Y EL ORDEN
CONSTITUCIONAL”; La Ley Tomo 154, pág. 335.35 Cámara Nacional Penal Económico, Sala A, 14/06/2000, “COOPERCOTIA SRL y otros”, La Ley, Tomo
2000-E, pág. 626, Considerando 5.31
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resuelto en el caso “MATTEI” 36, donde se expresara que en tales casos de nulidad con
reenvío a primera instancia, el acusado “... sin falta de su parte (...) vuelve a soportar todas
las penosas consecuencias del proceso” 37.Ello, a su vez, atenta contra el reconocimiento del derecho que tiene toda persona a
liberarse del estado de sospecha que importa la acusación de haber cometido un delito,
mediante una sentencia que establezca, de una vez y para siempre, su situación frente a la
ley penal38.9.- El régimen penal cambiario frente al principio nulla poena sine culpa.Como particularidad propia del régimen penal cambiario, surge la previsión legal de
que la persona jurídica y sus directores, administradores y gerentes, sean pasibles de
responsabilidad solidaria por las multas impuestas a los autores materiales de las
infracciones respectivas, según lo establece el art. 2º, inc. c, apartado 2º, de la Ley 19.359,
lo que altera el principio rector del derecho penal común que determina la inexistencia de
pena sin culpa, como reconocimiento de un “largo proceso histórico de dignificación del ser
humano y de reconocimiento de su calidad de persona frente al derecho” 39.Para hacer aplicación de la norma citada, y salvar el principio nulla poena sine culpa,
el Máximo Tribunal ha entendido que no es inconstitucional el art. 2º de la Ley 19.359, “...
en cuanto establece la responsabilidad solidaria de los directores, administradores y
gerentes de la entidad sancionada pues por tratarse de una responsabilidad no penal, sino
meramente solidaria con el importe de la multa, no puede impugnarse la condena de los
obligados con base en los principio generales de la legislación punitiva”40.De esta manera, se elude en esta materia la aplicación de las reglas comunes de
responsabilidad por actos delictuosos, viabilizando la acción contra las personas jurídicas y
solidariamente contra los integrantes del órgano de administración y gerentes. 4110.- Conclusión.De lo hasta aquí expuesto, tenemos que en nuestra realidad jurídica el derecho
positivo dentro del régimen penal cambiario vigente establecido por la L. 19.359 y sus
modificaciones, admite la responsabilidad penal de las personas jurídicas, sin perjuicio de la
que les corresponda a sus representantes y administradores, la que deberá compatibilizarse
con los principios generales del derecho penal,
lo que hasta ahora es
propiciado
minoritariamente por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en “COMPLEJO AGROINDUSTRIAL SAN JUAN SA”42.-
CSJN, Fallos 272:188.Borinsky, Carlos, “EL DERECHO CONSTITUCIONAL A UNA PRONTA CONCLUSIÓN DEL PROCESO
PENAL”, Ed. La Ley, 1990-C; pág. 300.En igual sentido: Almeyra, Miguel Angel; “NULIDAD DE
PROCEDIMIENTO Y ‘NON BIS IN IDEM’”, La Ley 1998-C, pág. 408.38 Carrió, Alejandro D.; “GARANTIAS CONSTITUCIONALES EN EL PROCESO PENAL”; Ed. Hammurabi;
4ª edición, 2000; pág. 459; quien sistematiza los límites a las potestades anulatorias, a partir de la
doctrina sentada por la Corte Suprema de Justicia en el caso “MATTEI”.39 Soler, Sebastián, obra citada, Tomo II, punto II, “No hay pena sin culpa”, págs. 1 y 2.40 CSJN, 21/02/1978; “BANCO SANTANDER Y OTROS”, La Ley, Tomo 1978-D, pág. 231.41 Spolansky, Norberto Eduardo; artículo citado en nota 8.42 LA LEY 2003-A, pág. 612, fallo del 15/8/02, en el caso, el Banco Central multó a una empresa y sus
directivos por no haber ingresado oportunamente divisas con motivo de operaciones de exportación
bajo el régimen de la L. 19.359.- La defensa planteaba la inconstitucionalidad del art. 20 inc. a) de la
Ley Penal Cambiaria, en tanto veda la aplicación del principio de la ley penal más benigna, en los
supuestos en que el art. 2º de la L. 19.359 prohíbe esta posibilidad para los delitos reprimidos con
multa; ídem CSJN mayo 6 1997, “VISCONTEA SA”, LA LEY 1997-F pág. 384, según disidencia de la
minoría, en cuanto declaran la admisibilidad del recurso extraordinario en la interpretación de normas
de carácter federal como lo son la L. 19.359 y el art. 9 del Pacto de San José de Costa Rica, que
reviste jerarquía constitucional según lo dispuesto por los arts. 75 inc. 22) y 31 de a CN; Tomasello,
Andrés, “INCORPORACION DE TRATADOS INTERNACIONALES A LA CONSTITUCION NACIONAL. SUS
EFECTOS”, DJ 2002-1, pág. 651; Aja Espil, Jorge A.., “LA SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL LUEGO DE
LA REFORMA DE 1994”, Separata-Academia Nacional de Derecho ... 1996.36
37
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