Lejos, al sur Too-Wit es el jefe de una orgullosa estirpe de hombres y mujeres tan antigua como el mundo. Durante generaciones vivieron en las montañas, esquivos y recelosos, alimentándose de lo que podían conseguir con las manos. Nunca molestaron a nadie si nadie les molestaba antes. Un día, empezaron a invadir su bosque. Al principio eran pocos: excursionistas, paseantes, recolectores de setas. Ruidosos, pero inofensivos. Más tarde, sin embargo, llegaron los leñadores que abatían los altos árboles orgullosos y reducían a astillas sus vidas centenarias. Y después llegaron los cazadores con sus perros y sus escopetas. El pueblo de Too-Wit era libre y no sabía nada de normas, lindes ni propiedades. Enseguida fueron considerados peligrosos por todos, excursionistas, leñadores y cazadores. Sólo unos pocos los defendieron, argumentando que estaban allí mucho antes que los demás y que, en cualquier caso, tenían tanto derecho como cualquiera a vivir en las montañas. Pero no fue una defensa muy eficaz. Enseguida empezaron a perseguirlos. Too-Wit condujo a los suyos a lo más recóndito del bosque, a lugares cuya existencia ni siquiera conocen muchos animales. Se volvieron aún más esquivos y recelosos. Pero no 1 pasó mucho tiempo antes de que los excursionistas y luego los leñadores y los cazadores llegaran también hasta allí con su ruido, sus hachas y sus escopetas. Too-Wit reunió a su pueblo y les habló. Podían quedarse y luchar, les dijo, o podían marcharse y buscar un lugar en el que vivir. Él creía que debían marcharse porque los espíritus le habían advertido en sueños que contra los palos de fuego de los cazadores no había resistencia posible. Otros miembros de la tribu opinaban que debían quedarse y luchar, que algún día tendrían que revolverse y enseñar los dientes. Pero la opinión de Too-Wit era muy respetada y la mayoría votó con él. No fue una decisión fácil. Las montañas eran su casa y en ellas vivía la memoria de sus antepasados. Se marcharon al sur, lejos, muy lejos, donde hacía tanto frío que nadie se atrevía a aventurarse y el viento helado congelaba las lágrimas. La vida en los bosques del sur era difícil. Los ríos se cubrían de hielo durante el invierno y la comida escaseaba. Pero Too-Wit y su pueblo eran fuertes y terminaron por acostumbrarse. Su piel se hizo más gruesa, e incluso llegó a gustarles la rudeza del clima. Con el tiempo, empezaron a olvidar el temor permanente a que los cazadores los encontraran y volvieron a disfrutar de su vida tranquila y ermitaña. Pero también llegaron allí. Una mañana cualquiera, de repente, con su ruido, sus hachas y sus escopetas, entrando en el bosque como si todo les perteneciera. Too-Wit sabía lo que eso significaba. Esta vez no se lo pensó y ordenó la partida de inmediato, aún más al sur, más allá de la última cordillera, donde la nieve y el hielo son perpetuos y cubren la tierra impidiendo crecer a los árboles. El clima allí era todavía más 2 duro y les costó mucho tiempo acostumbrarse, pero también lo consiguieron. Hacían agujeros en el hielo para capturar los salmones que nadaban confiados en las gélidas aguas. Comían líquenes y algas. En el efímero verano austral, capturaban algunos animales que acudían a las costas, y la carne congelada les duraba todo el invierno. Su piel se hizo más gruesa, y una vigorosa capa de pelo rizado brotó de ella para protegerlos. Con el tiempo, aprendieron a disfrutar de la soledad en las inabarcables llanuras nevadas. Pero, por las noches, Too-Wit aún sueña que ellos llegan una mañana cualquiera, de repente, y se despierta asustado en la oscuridad de su guarida. Mientras trata de recuperar la calma, se pregunta si algún día también vendrán a buscarlos a los desiertos de hielo con su ruido, sus hachas y sus escopetas, y si entonces habrá llegado el momento de enseñar los dientes o si todavía les quedará algún lugar a donde huir. *** Too-Wit es el jefe de una tribu de aborígenes que el protagonista de La Narración de Arthur Gordon Pym, de Edgar Allan Poe, encuentra en una isla más allá de los confines del mundo conocido en su expedición al Polo Sur. La tribu se muestra muy amistosa con Pym y sus compañeros de aventuras pero, tras ganarse su confianza, les tienden una emboscada y matan a casi todos. 3 Too-Wit es el jefe de esa tribu. El narrador lo describe como un individuo de piel oscura y pelo ensortijado, excitable, traicionero e irreflexivo, con un temor reverencial hacia los hombres blancos. 4