Sr. Alcalde-Presidente, compañeros/as de Corporación, Autoridades, Sra. Superiora de la Congregación de Hijas del Patrocinio de María, Sra. Directora del Colegio Ntra. Sra. de las Angustias, Comunidad Religiosa, Consejo Escolar, Asociación de Padres y Madres del Colegio, alumnas/os, profesorado, personal no docente, Señoras y Señores, buenas tardes: Representa para mi un gran honor, haber sido designada instructora del expediente para otorgar por el Excmo. Ayuntamiento de Priego de Córdoba, la Medalla de la Ciudad en su categoría de Plata a la congregación de Hijas del Patrocinio de María, en la instrucción del expediente se han recabado los antecedentes, méritos y otras circunstancias, gracias a la inestimable colaboración de D. Manuel Peláez del Rosal -cronista oficial de nuestra ciudadque a continuación paso a relatar: Si hay una institución centenaria arraigada en nuestra ciudad ésta es el conocido popularmente como Colegio de las Angustias. Relatar su historia, y recuperar su memoria, tras más de doscientos años de existencia, constituye una tarea apasionante. Buena ocasión para hacer un alto en el camino de su diario vivir y difundir los valores de una obra tan duradera, como ejemplar. Quien eche la vista atrás y observe el horizonte político y social de la entonces villa de Priego a finales del siglo XVIII, concretamente en 1787, que es la fecha en la que se funda la institución que hoy recibe el homenaje, vislumbrará que a pesar de la incipiente decadencia de la que comenzaba a dar muestras una población cercana a los 12.000 habitantes, comprendidos los de las aldeas, su actividad era aún intensa. La producción de seda, que constituía la principal industria, alcanzaba la no desdeñable cifra de 10.000 libras, con un beneficio de 1.200.000 reales, aunque en años anteriores esa cantidad era seis veces superior. Se consumían también 1.500 arrobas de lana que se empleaba en la fábrica de paños, y de la Vega de Granada y Loja se importaba cáñamo y lino para abastecer 120 telares de lienzo. Y no menos desdeñable era la producción de aceite, hasta el punto de que muchas ciudades populosas envidiaban la abundancia que había de artículos y mercaderías en su plaza de abastos, Por lo que respecta al panorama educativo en aquella remota época, algunos preceptores impartían enseñanza de primeras letras y gramática, en los conventos de San Francisco y San Pedro solía haber cursos de filosofía, teología y moral, y en el Beaterio de Niñas Educandas, que era el nombre que recibía el hoy llamado Colegio de las Angustias, se daban clases públicas para todas las que quisieran concurrir. Corresponde el mérito y la honra de la fundación de tan entrañable obra a doña María Josefa del Mármol y Calvo de León, una viuda luqueña “de vida ejemplar y edificante”, natural de la próxima villa de Luque, y esposa que había sido del alcaide del castillo y regidor decano del Ayuntamiento de Priego. En la petición que elevó al abad Palomino en el año 1787, exponía la pretendiente “guiada por un celo ilustrado y piadoso” que tenía una especial devoción a la Virgen de las Angustias, imagen a la que se le daba culto en una pequeña ermita situada en las proximidades del Llano de la Iglesia Mayor, y para la que había ordenado construir otra nueva en las casas de su morada, junto a la calle del Río, a la que aquélla había sido trasladada. Añadía igualmente en su entusiasta petición que deseaba fundar una Obra Pía, un colegio-beaterio para “enseñar a las niñas que en él quisieren entrar la doctrina cristiana, el santo temor de Dios y las reglas del buen vivir con todas las haciendas y labores de manos que son propias de mujeres bien instruidas”. No había transcurrido un mes cuando ya la petición había sido aceptada, procediéndose al otorgamiento de la correspondiente escritura de fundación, a la que se vinculaba un cuantioso patrimonio y caudal. Se redactaron entonces las correspondientes Constituciones, a semejanza de otros institutos similares que venían funcionando con éxito en las localidades de Baena y Villafranca. Las clases quedaron inauguradas inmediatamente, el 20 de enero de 1788. Con fecha 20 de noviembre de 1806 el Real y Supremo Consejo de Castilla validó definitivamente sus Constituciones. Seguir las vicisitudes del Colegio de las Angustias de Priego, a cuyo lejano origen nos hemos referido, escapa al propósito de este acto. Desde aquellas distantes fechas, la institución merecedora de este reconocimiento ha desarrollado su actividad ininterrumpidamente. Como dato curioso se puede indicar que a los pocos años de su fundación, en 1814, había un alumnado de 100 educandas, premiándose a las que sobresalían en sus estudios y aprovechamiento, y en 1914 ascendían ya a 210. El Centro contó durante algún tiempo con internado, originándose una curiosa controversia en el año 1800 con motivo de un mandamiento expedido por la Real Justicia, para admitir en condición de depósito a una novia. Entre los hitos más sobresalientes pueden incluirse los que siguen: - Del mismo año 1788 data la toma de hábito de la primera novicia que se llamó María del Pilar del Corazón de Jesús Ruiz-Ruano y Ramírez de Blancas, que profesó en esta Casa, en la que se consagraron 29 más hasta el año 1918, en que lo hizo la última. - De 1812 data la aprobación por el abad de Alcalá la Real, fray Manuel María Trujillo, de las nuevas Reglas o Constituciones, según el espíritu de las de Villafranca y las costumbres particulares y experiencia del de Priego. - En 1863 se erige en la ermita aledaña al Colegio, y propiciada por la entonces rectora sor Francisca María Medina, la Venerable Archicofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro señor Jesucristo, agregada a la de la Basílica de San Nicolás de Roma. - La fama del Colegio, la labor social, educativa, formadora y cristiana a favor de la mujer, merece la visita pastoral en 1877 del cardenal obispo de Córdoba, fray Ceferino González. - Y en 1968, con el apoyo de la superiora sor María Teresa Castro, se funda la de Nuestra Señora de las Angustias, que hace estación de penitencia en la Semana Santa, y homóloga de otra más antigua y desaparecida cuya antigüedad se remonta al año 1670. Sin embargo, no todo fueron días de vino y rosas en el devenir del Colegio. Consciente el Ayuntamiento de la inmensa influencia de la fundación prieguense, derivada de la educación que se impartía y de sus cuantiosas rentas, ya en 1807 y por un periodo de más de 35 años, se le sustrajo con notoria animosidad por el poder civil la prerrogativa en la elección de cargos y destinos, no solo el de la rectora, sino también el de administrador de sus caudales, que correspondía a la jurisdicción eclesiástica. En 1844 el Jefe Superior Político de la provincia intentó anular el testamento de la fundadora. Por estas mismas fechas la Comisión de Bienes Nacionales se incauta de todos sus bienes, cuya suma alcanzó la cifra de 255.991 pesetas. Lo único que la Comunidad pudo salvar de la tropelía desamortizadora fue la casa que servía de vivienda al sacristán y de hospedería a los padres de las educandas, y no sin antes mediar un abultado expediente justificativo que concluyó en 1869. “Canten el Tedeum las colegialas, pues acabo de dejar arreglado su asunto en el Ministerio”, escribía el diputado Sr. Cebrián el 20 de julio de 1869 a su amigo de Priego don José María Madrid, que había intercedido a favor de las religiosas. Desde el año 1919 en que monseñor Guillamet, obispo de Córdoba, aprobó las nuevas Constituciones de la que se denominó entonces “Congregación de enseñanza bajo el patrocinio de la Bienaventurada Virgen María”, las hermanas del Patrocinio de María han sido fieles observantes del espíritu fundacional, alcanzando fama en su noble oficio y prestigio en su intensa actividad. Su tradicional reclamo “A oración, hermanas” ha sido el estigma y fuerza motriz de su significativo empeño. Hoy día preside la Casa Generalicia una ilustre prieguense, la Madre Superiora Francisca Ruiz Sánchez, como hace pocos años la rigiera otra preclara religiosa también natural de Priego, la Madre María Dolores Torres, preocupada como ninguna en defender los principios y objetivos del entrañable instituto religioso, que este año precisamente cumple los 400 años de existencia, y que cuenta con numerosos centros en la provincia, Casa Generalicia en Madrid y varias Comunidades en Hispanoamérica. Copiosos favores espirituales, de apostolado, asistenciales, educativos y materiales para Priego se han derivado de esta ilustre Casa en los dos siglos corridos de su existencia. La importancia y huella del Colegio y sus cuantiosos servicios a la comunidad no precisa de mayor explicitación. Sus virtudes: el silencio, la humildad, la obediencia, la disciplina, la castidad y la pobreza han sido junto a la perseverancia y su misión educadora pública los valores y el relicario de su patrimonio moral. Actualmente, el Colegio mantiene su matiz cristiano que posibilita la educación en la Fe dentro de una educación integral, como querían sus fundadores. Para llevar a cabo esta formación, no sólo se ha tenido que adaptar el edificio a las nuevas necesidades, sino que también, se ha dotado al centro de un profesorado bien cualificados y motivados por seguir en esta hermosa tarea de formar y educar a la juventud del tercer Milenio. La Comunidad Religiosa está formada por cinco hermanas y la Comunidad Educativa la componen: - Personal Docente: 21 profesores. - Personal no docente: 5 ( entre administrativos y personal de servicios). Impartiendose los niveles de Educación Infantil (3, 4 y 5 años), Educación Primaria y ESO y los servicios de: - Aula de apoyo. Orientadora. Logopeda. Se han puesto en marcha y se trabajan los siguientes Proyectos: - Escuela Espacio de Paz - Clase sin humo. - Programa de Prevención Escolar Y Familiar de la Asociación Proyecto Hombre - Además, se colabora con los proyectos de la Congregación en Colombia y Venezuela. - Talleres de Psicomotricidad, inglés y técnicas de estudio; Grupos de formación cristiana o el programa de educación en la sexualidad "Teen Star", dedicado a los alumnos de ESO. - Taller de Manualidades o los grupos de oración "Milenio Entrante", En estos momentos, el Centro está inmerso en una ampliación y reforma de sus instalaciones para cubrir las necesidades que se van planteando y que, en un futuro cercano, va a revertir en la calidad que se ofrece a sus alumnos, y a todos lo ciudadanos de Priego que quieran confiar en ellos la educación de sus hijos, con un Proyecto común, basado en los tres pilares fundamentales de dicha Congregación, la sencillez, la oración y el buen ejemplo. El Colegio trabaja incesantemente en la modernización y está implicado en el programa de Implantación de un Modelo de Calidad, habiendo obtenido el Reconocimiento a la Excelencia en Educación y Formación en el Nivel de Acceso en el Modelo EFQM (Modelo Europeo de Calidad), en el año 2.006. Durante este Curso, se sigue trabajando en este Programa para lograr la Validación del Proyecto. El profesorado sigue igualmente un proceso continuado de actualización y formación, asistiendo a Cursos, Jornadas,... impartidos por la Congregación y otros que se imparten tanto a nivel local como fuera de Priego. La ejemplar conducta de todos sus integrantes, las religiosas, los profesores, el personal de administración y servicios, los alumnos y las asociaciones de padres de alumnos y vecindario simpatizante y protector ,es como un dulce aroma que exhala el Colegio de las Angustias situado en el corazón de Priego, en la emblematica ́calle del Río, perfume y fragancia que embriaga y emvuelve a la carismática y hospitalaria, muy noble, muy leal y muy ilustre ciudad. La concesión de la Medalla de Plata a tan benemérita institución constituye un obligado deber cívico, que honra a quien la otorga y engrandece a quien la recibe. Muchas gracias