Sorghum halepense (L.)

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FICHA MODELO DE SORGHUM HALEPENSE
Clase: Liliatae
Orden: Poales
Familia: Poaceae (Gramineae)
Nombre científico: Sorghum
Andropogon halepensis Brot.).
halepense
(L.) Pers.
Syn.
Pl.
1:
101
(1805)
(Syn:
Nombre castellano: adaza, cañaba, cañota, cañota de millo, carrizo, mijera, millaca, sorgo, sorgo
de Alepo.
Nombre catalán: canyota.
Nombre gallego:
Imagen obtenida de http://www.weedscience.org©
Nombre vasco:
Fecha de introducción en España: Se conoce su
existencia como cultivada en Francia ya en 1762,
concretamente en el Jardín de las Plantas de Montpellier
(Thellung 1912), mientras que en la República Checa se
cita por primera vez como espontánea en 1912 (Pysek et
al. 2002). Según Casasayas (1989), la especie está
presente en Cataluña al menos desde mediados del siglo
XIX.
Procedencia: su rango nativo se extiende por el
Mediterráneo oriental, Suroeste de Asia, y Norte de la
India. Algunos autores sitúan su origen en la zona de
Siria (Haragan 1991)
Forma de introducción: su ruta de introducción actual
es como mala hierba de cultivos.
Abundancia y tendencia poblacional: se trata de una
planta distribuida por casi todas las provincias españolas
(A, Ab, Al, B, Bi, Bu, C, Cc, Ge, Gr, Hu, L, Ma, Mu, O,
PM, Po, Sa, Se, Sg, So, SS, T, Te, Tf, V, Vi, Z, La
Palma, Gomera, Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote, etc.)
Mapa de distribución mundial: introducida por casi todas las regiones tropicales, subtropicales y
templado-cálidas del Planeta: cinturón del Pacífico (Australia, China, Filipinas, Nueva Zelanda,
Tailandia) e Islas del Pacífico (Hawai, Islas Cook, Islas Marianas, Islas Salomón, Micronesia,
Nueva Caledonia, Samoa, Papua, Polinesia Francesa, entre otras), en casi todo el territorio de
Estados Unidos (cuarenta y siete estados), numerosos países de Centro y Sudamérica (Argentina,
Costa Rica, Venezuela, etc.).
Información básica sobre su biología: Gramínea de floración y fructificación estival que en zonas
cálidas adopta un morfotipo perenne rizomatoso, mientras que en áreas frías presenta un ciclo de
vida anual. Su tamaño oscila entre 50 y 200 cm aproximadamente, portando hojas de 1-2 cm de
anchura con un característico nervio central blanquecino prominente y panículas purpúreas amplias
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y laxas. Presenta un amplio rango de tolerancia edáfica (prospera en suelos que van desde
arcillosos a arenosos y de pH algo ácido hasta alcalino, aunque prefiere los fértiles) y climática.
Aunque muestra marcada preferencia por los climas cálidos, aparece igualmente en zonas más
frías. De hecho, tras ser introducida en el sur de Estados Unidos de América como forrajera y
comprobarse su proceso de naturalización se pensó que sólo afectaría a las regiones de clima
templado-cálido, constatándose posteriormente su capacidad para colonizar áreas mucho más frías
y extenderse hacia latitudes mucho más septentrionales, llegando actualmente al límite con Cánada.
En España aparece tanto en estaciones ruderales como en campos de cultivo, especialmente en los
viñedos, cultivos de cítricos, arrozales, campos de remolacha y de maíz, así como en cursos de
agua (acequias, canales, etc.). Por el momento no parece invadir seriamente ecosistemas naturales y
su presencia se concentra en zonas agrícolas donde está considerada una especie muy agresiva y
difícil de erradicar. De hecho, se considera como una de las diez especies de malas hierbas con
mayor impacto económico en el Mundo (Holm 1969). Se trata de una especie con alta
productividad y capacidad de crecimiento: una hectárea puede llegar a producir 19 toneladas de
rizoma (McWhorter 1981). Bajo condiciones estresantes (heladas, sequía, herbicidas, pisoteo), las
hojas jóvenes y tallos producen cianida, por lo que puede resultar muy tóxico para el ganado. Las
semillas inmaduras también producen este tipo de sustancias mientras que las plantas adultas son
mucho menos tóxicas. Actúa como hospedante de un díptero plaga (Contarinia sorghicola
(Coquillett), Cecidomyiidae) bastante específico del sorgo cultivado que hiberna en las semillas de
la mala hierba, desde donde infecta al cultivo. Se considera también un contaminante del polen del
sorgo cultivado y un hospedante del virus del mosaico de la caña de azúcar. Se reproduce
precozmente, produciendo semillas el primer año. Su biología está ampliamente influenciada por
los procesos relacionados con la formación y asentamiento del rizoma. Las semillas desarrollan
rizomas transcurridas de 3-4 semanas tras la emergencia (McWhorter 1981). Su tolerancia a las
bajas temperaturas aumenta con la profundidad a la que se encuentran enterrados los rizomas y
bajas temperaturas edáficas limitan la expansión de la especie (Hartzler et al. 1990), mientras que
la floración está regulada por la temperatura y no por los factores nutricionales (Bridges &
Chandler 1989). Lógicamente, la especie se propaga tanto por semillas como mediante rizomas.
Además, los tallos viejos enraízan en suelos húmedos. Más del 90% de la producción de biomasa
rizomática tiene lugar tras la fructificación. Acumula bancos persistentes de semillas en suelo
(Taylorson & McWhorter 1969).
Problemática: en principio no parece representar una amenaza seria a los ecosistemas nativos,
excepto en los casos en los que pueda naturalizarse en ambientes riparios de zonas templadocálidas.
Actuaciones recomendadas: Debido a que su presencia se circunscribe a entornos agrícolas es
suficiente con considerar las prácticas llevadas a cabo habitualmente en este tipo de medios. Es
esencial desarrollar estrategias preventivas que contemplen el uso de semillas o mezclas de éstas
(como las empleadas habitualmente en la creación de céspedes forrajeros) y de sustratos
absolutamente exentos de propágulos de esta especie. Los herbicidas, aunque pueden controlar la
parte aérea, con frecuencia no llegan a translocarse de modo efectivo hasta los rizomas, por lo que
es habitual se produzcan rebrotes (McWhorter 1972a). Los tratamientos de pre-emergencia pueden
ser efectivos cuando se aplican sobre plántulas. La existencia de una amplia diversidad de ecotipos
hace que la eficacia de los herbicidas de aplicación foliar sea muy variable (McWhorter 1971). Los
recursos alocados a los rizomas, y por tanto su crecimiento y producción, son menores cuanto
menor sea el tamaño del individuo, por lo que el pastoreo o la siega que permita obtener alturas de
planta inferiores a unos 40 cm se consideran un método adecuado para detener la expansión
poblacional a la vez que incrementa su susceptibilidad a otros métodos de control complementarios
(McWhorter 1981). La inundación es una opción viable en algunas zonas (McWhorter 1972b).
Resulta muy efectivo un laboreo adecuado que permita trasladar los fragmentos de rizoma a la
superficie del suelo donde sean susceptibles a las heladas y a la desecación; los tallos originados de
estos rizomas son menos vigorosos (Hartzler et al. 1990). En general, se recomienda usar varias
herramientas, una para cortar rizomas en pequeños fragmentos y otra para trasladarlos a la
superficie. Hasta el momento no se conocen agentes de control biológicos específicos y efectivos.
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BIBLIOGRAFÍA:
Alcaraz, F.J. Flora y Vegetación del NE de Murcia. 1984. Secretariado de Publicaciones de la
Universidad de Murcia.
Bridges, D.C. & Chandler, J.M. 1989. A population level temperature-dependent model of
seedling johnsongrass (Sorghum halepense) flowering. Weed Science 37: 471-477.
Casasayas, T. 1989. La flora al.loctona de Catalunya. Tesis Doctoral. Universidad de Barcelona.
Costa-Tenorio, M. & Morla, J.C. 1989. Algunos táxones de interés en el NW de la Península
Ibérica. Bot. Complutensis 14: 185-192.
Costa, M., Peris, J.B. & Figuerola, R. 1982. Sobre los carrascales termomediterráneos valencianos.
Lazaroa 4: 37-52
Haragan, P.D. 1991. Weeds of Kentucky and Adjacent States. The University Press of Kentucky,
pp. 194-195.
Hartzler, R.G., Gover, A. & Stellingwerf, J. 1990. Factors Affecting Winter Survival of
Johnsongrass (Sorghum halepense) Rhizomes. Weed Technology 5:108-110.
Holm, L. 1969. Weed problems in developing countries. Weed Science 17: 113-118.
McWhorter, C.G. 1971. Growth and Development of Johnsongrass Ecotypes. Weed Science 19(2):
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McWhorter, C.G. 1972a. Factors Affecting Johnsongrass Rhizome Production and Germination.
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McWhorter, C.G. 1972b. Flooding for Johnsongrass Control. Weed Science 20(3): 238-241.
McWhorter, C.G. 1981. Johnsongrass a Weed. Farmers’ Bulletin Number 1537. United States
Department of Agriculture.
Pysek, P., Sádlo, J. & Mandák, B. 2002. Catalogue of alien plants of the Czech Republic. Preslia,
Praha, 74: 97–186.
Taylorson, R.B. & McWhorter, C.G. 1969. Seed Dormancy and Germination in Ecotypes of
Johnsongrass. Weed Science 17(3): 359-361.
Thellung, A. 1912. La Flore adventice de Montpellier. Mèm. Soc. Sc. Nat. Cherbourg 38 :
57-728.
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