LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y EL ANTIGUO RÉGIMEN 1.− Antiguo Régimen

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LA MONARQUÍA HISPÁNICA
Y EL ANTIGUO RÉGIMEN
1.− Antiguo Régimen
1.1.− Significado , ¿qué es?
1.2.− Características
2.− Crisis del Antiguo Régimen
− ¿Por qué se produce?
3.− La Monarquía del Antiguo Régimen
3.1.− Poder y patrimonio
3.2.− Gastos e ingresos
4.− Los tres estamentos
4.1.− La Nobleza
− Privilegios
4.2.− La Iglesia
− Privilegios
− Tierras vinculadas:
· Manos muertas
· Mayorazgos (nobleza)
4.3.− El Estado Llano (Pecheros)
5.− Sistema Fiscal del Antiguo Régimen
5.1.− Características y problemas
5.2.− Actividades Económicas
5.2.1.− Actividades Agrícolas
5.2.2.− Actividades Comerciales
5.2.2.1.− Comercio Interior
5.2.2.2.− Comercio Exterior
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5.2.3.− Actividades Artesanales
− Los Gremios
6.− La Ilustración en el Antiguo Régimen
6.1.− Reformistas "Ilustrados
6.2.− Despotismo Ilustrado
LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y EL ANTIGUO RÉGIMEN
Al comenzar esta unidad se propuso analizar el paso del Antiguo Régimen al Estado Liberal. Para ello se tuvo
que profundizar en un problema muy significativo, el Antiguo Régimen, no como periodo, sino como
organización, repleto de contradicciones. En los párrafos que siguen se explicará cómo se llegó al estado de
crisis en los siglos XVIII y XIX.
Como se vio al principio de la unidad, el Antiguo Régimen es todo aquello que sucedió antes de las
Revoluciones Liberales (1789 − Rev. Francesa), aunque también se le denominó así más tarde a todos
aquellos conceptos referentes a destruir la Revolución Liberal. El resultado de la lucha contra el Antiguo
Régimen y la Monarquía absoluta fue el Estado Liberal.
En el Antiguo Régimen hombres y mujeres tenían derechos diferentes según su nacimiento o estado. La
población era rural y estaba sometida a señores, de forma que ya veremos más adelante. Había un sistema de
gobierno sobre súbditos, un sistema social estamental y existía una mentalidad fuertemente religiosa.
A finales del siglo XVIII el Antiguo Régimen sufre un proceso de crisis provocada por los continuos cambios
de la organización política y sobre todo administrativa del estado, de la organización territorial, y por las
protestas de los pecheros (3er estamento) impulsados por los Ilustrados de la época, que veían como su
sociedad se quedaba en un estancamiento total frente a otras sociedades.
Uno de los elementos del Antiguo Régimen es la Monarquía absoluta. Esta institución consigue un progresivo
fortalecimiento frente a otras instancias de poder como la nobleza, la Iglesia y las ciudades. Es en el siglo
XVIII cuando se percibe un proceso político nuevo debido a varias circunstancias:
1. Éxito en las conquistas frente a los musulmanes.
2. Consolidación de las fronteras de los reinos (sabe donde manda, gasta menos).
3. El reino se configura como la unidad política básica, ata a los hombres nacidos en ese reino y los
relaciona como súbditos del Rey.
4. Se crean ejércitos de mercenarios permanentes (los nobles disuelven los suyos porque no los necesitan,
pierden fuerza) aumentando el gasto público y produciéndose a la vez un aumento en la presión fiscal sobre
los pecheros.1
El progresivo fortalecimiento del Rey condujo a un poder cada vez más centralizado. Para ello necesitaba más
patrimonio que lograba en las guerras. Disponer de capacidad militar fue una necesidad vital. La guerra había
sido el motor del nuevo sistema (Estado moderno), esto desembocó en la subida de los impuestos. La
situación de guerra permanente obligó a aumentar los ejércitos. La Hacienda se convirtió en el alimento que
daba vida a los Estados, y como consecuencia una administración centralizada (aumento de funcionarios). La
creación de estas instituciones y el crecimiento del ejército desfasaron los gastos, que provocaron el aumento
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de impuestos. Estos impuestos recayeron sobre el 3er estamento.
Consecuencia de estas guerras es el aumento del poder, y sobre todo de los ingresos (que paga la población),
pero estas guerras, causadas por el afán de los reyes de aumentar su patrimonio, se podían producir de dos
formas:
− Varias familias quieren un territorio concreto por interés, la guerra es inevitable.
− Cuando un monarca quiere un territorio que es propiedad de otro Rey.
1. TOMÁS Y VALIENTE, F. (1983). Historia 2º Bachillerato, Ed. RIALLA − OCTAEDRO, Valencia 1999.
Pág. 18.
En cuanto a los gastos de la Monarquía se podría decir que el Rey sólo invertía en aquello que le daba más
poder. La burocracia y las infraestructuras apenas estaban consideradas como gastos, porque la justicia era
ejercida por los nobles en gran parte de la Península al poseer éstos señoríos. La enseñanza tampoco era un
gasto, corría a cargo de la Iglesia. La mayor parte del gasto en el siglo XVIII era a causa de las guerras y la
Marina, sectores de los que en otros tiempos se ocupaba la nobleza. De este modo el monarca fortalecía su
poder, porque era el único que los controlaba. Por otra parte, no intentaba quitarles el poder judicial a los
nobles, porque podrían ponerse en su contra.
Los gastos de la Monarquía eran contrarrestados con los impuestos que debía pagar el pueblo. Podrían ser
obtenidos de modo directo (rentas) o indirecto (subiendo el precio de los productos). La mayor parte de los
ingresos procedían de este segundo método, pero esto ya se verá más adelante.
En el Antiguo Régimen había tres estamentos o grupos sociales. Dos de ellos, nobleza y clero, disfrutaban de
ciertos privilegios otorgados en su día por la Monarquía a cambio de servicios prestados a ésta. El 3er
estamento, el estado llano, era el que sufría las consecuencias de esos privilegios. La nobleza disfrutaba de
ciertos privilegios, era la base de la formación socioeconómica del Antiguo Régimen:
Fiscales, los nobles no pagan impuestos.
Jurídicos, estaban excluidos de ser sometidos a tormentos, no iban a la cárcel por deudas si éstas no eran
reales... Disponían de jueces y tribunales especiales.
Militares, se reservaba los puestos de mando en el ejército.
Sus bienes no podían ser embargados, se encontraban exentos de alojar a los ejércitos del Rey, controlaban
los municipios... El Estado del Antiguo Régimen protegía los intereses nobiliarios a cambio de fidelidad.2
Pero sobre todo se ha de resaltar la jurisdicción que la nobleza ejercía sobre los campesinos (vasallos) de sus
señoríos, por lo que gozaban de otro privilegio: gobernar y ejercer justicia (sólo dentro de sus señoríos).
En cuanto al poder de la Iglesia se puede decir que era indiscutible, imponía sus modelos de conducta sobre la
sociedad, sobre por medio de la educación:
· A los jóvenes de las aldeas les otorgaba un maestro mal formado.
· De los jóvenes hijos de nobles, se encargaban algunas órdenes religiosas (como los Jesuitas).
La Iglesia era la institución más rica del reino, ya que recibía grandes rentas (como el diezmo que se verá más
adelante) y donaciones. Poseía gran cantidad de tierras en sus manos, que le producían mucho dinero y poder
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(señoríos). También se ha de nombrar las tierras vinculadas, que de modo diferente a la nobleza (que las
transmitía íntegras a sus descendientes primogénitos), no podía venderlas, recibiendo así el nombre de tierras
amortizadas o manos muertas. Estas tierras adquirían cada vez un valor mayor que aseguraban el poder de la
Iglesia.
Por último se ha de nombrar al 3er estamento, el estado llano o Pecheros, que son los que mantienen a los
grupos privilegiados. Se establecía, pues, un sistema de explotación, basado principalmente en la agricultura.
De lo que producía, el campesino debía pagar al Estado, al señor (si la tierra pertenece a un señorío) y a la
Iglesia, a la que pagaba un diezmo, que es la décima parte del excedente producido. Con lo que se quedaba no
tenía más que para el autoconsumo y no podía invertir en mejoras para producir más, estancando de este modo
la economía del país. Se debe tener en cuenta que las cosechas dependían de la meteorología.
2. ATIENZA, I. (1987) Libro de Historia 2º Bachillerato, Ed. RIALLA−OCTAEDRO, Valencia 1999. Pág.
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Otras tierras que cultivaban los campesinos eran las tierras comunales, cultivadas en conjunto por varios
Pecheros. Los concejiles y muchos burgueses intentaban apoderarse de ellas para aumentar su poder.
El sistema fiscal del Antiguo Régimen consistía en un sistema fragmentado. El poder y los ingresos no sólo
era cosa de la Monarquía, también tenían estas funciones o privilegios la nobleza y la Iglesia. Era un sistema
fiscal muy injusto, porque, debido a estos privilegios no tenían que pagar impuestos, con lo que los ingresos
de la
Monarquía corrían a cargo de los Pecheros. Este sistema es diferente en cada reino, no aportan por igual a la
Monarquía y, mantiene su moneda, un sistema fiscal propio, etc.
Debido a las continuas guerras por un concepto patrimonial de poder del monarca, llega un punto en el que la
Monarquía ingresa menos dinero del que gasta, produciendo de este modo una Hacienda deficitaria y un
inevitable endeudamiento. Más adelante se verá las opciones que tiene ésta ante esta situación.
En cuanto a la economía existían tres tipos de actividades económicas, condicionadas por el sistema de
producción heredado de la Edad Media y con un claro predominio de las agrícolas.
Las actividades agrícolas se basaban, como ya se ha dicho anteriormente, en relaciones de explotación entre
los productores (campesinos) agobiados por los impuestos y los que se apropian del excedente, llamados
Rentistas (señores, Iglesia, nobleza, Monarquía). Los campesinos se quedaban tan sólo con un tanto por cien
minúsculo del excedente que le llegaba para su autoconsumo, con lo que no podían invertir en tierras ni en
material desarrollado. La producción era escasa, se cultivaba mal por lo dicho anteriormente e incluso había
tierras que se quedaban sin cultivar. La demanda, por tanto, también era escasa, al dedicarse los campesinos al
dicho autoconsumo y mencionado pago de impuestos. Además de esto, había oligarquías locales que
intentaban apropiarse de las tierras comunales.
Las actividades comerciales se dividían en comercio interior y exterior. El interior era muy débil, producido
por los abusos de la Monarquía, la poca oferta por la mala calidad de la producción y por unas precarias vías
de comunicación, que empeoraban el transporte rápido. También existían dificultades a causa de que en cada
reino hubiera un sistema fiscal diferente y que cobraran impuestos por los peajes, aduanas, etc. En esta
modalidad de comercio se beneficiaba sólo las ciudades portuarias y el litoral mediterráneo exterior donde se
cobraban las rentas en dinero y no en especie.
En cuanto al comercio exterior se componía de importación y exportación a Europa y a América. Vendían
materias primas a Europa e importaban plata de América que luego utilizaban para pagar las manufacturas
europeas. Con esto crearon un sistema de producción privilegiado en Europa y aquí un grave estancamiento.
Los beneficios de este tipo de comercio no tuvieron una repercusión económica a nivel de estado, no se
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utilizaban para invertir en desarrollar la economía española.
Por último estaban las actividades artesanales, muy escasas, tan sólo el 12% de la población. Estaban
concentradas en las ciudades y su producción, muy débil, estaba controlada por los Gremios desde la Edad
Media. Estos eran corporaciones privilegiadas, de ámbito local, integradas por todos los artesanos de un
mismo oficio. Otro motivo de la escasa producción fue el rudimentario utillaje que se utilizaba, no podían
invertir en las tierras por culpa de los impuestos. Había una escasa demanda debida a cuatro factores:
· pobreza de los consumidores
· encarecimiento del producto por los impuestos
· autoconsumo del productor
· dificultades en vías de comunicación
Además, la producción era poco diversificada. La industria textil era la más importante, las más abundantes
eran las industrias de alimentación y había otras impulsadas por la Monarquía, como la industria de
armamento y los astilleros.
Antes se ha hecho referencia al dilema que tenía la Monarquía al verse endeudada. Podría subir los impuestos
o endeudarse aún más. Para poder aumentar los impuestos deberían mejorar la producción agrícola, de lo
contrario, al no haber desarrollo agrícola y no aumentar la producción, el pueblo moriría con el tiempo,
porque no tendrían ni para comer. Ante este otro dilema la Monarquía tiene dos opciones: que paguen todos u
obligar a los nobles a invertir en sus tierras.
Con la primera opción la Monarquía se arriesgaba a la resistencia y al desacuerdo de los estamentos
privilegiados, que perderían parte de su prestigio, de su riqueza y poder político. De tal forma que no hubo
otra opción que obligar a los nobles a invertir en sus tierras, pero estos no se encargaban de ellas, perdiendo
así otra posible fuente de ingresos.
Debido a la estrepitosa caída en picado de la Monarquía, surgió un movimiento intelectual llamado ilustración
(siglo XVIII) que trataba de conseguir la modernización de la cultura y la reforma de la sociedad mediante el
uso de la razón. Este fenómeno europeo buscaba la felicidad del ser humano. Los ilustrados se reunían en
Sociedad de Amigos del País donde debatían problemas, discutían sobre el modo de fomentar la economía y
cultura y criticaba generalizando todo lo relacionado con el Antiguo Régimen.
La Monarquía apoyó algunas ideas ilustradas ofreciendo su protección (despotismo ilustrado) y la ilustración
se apoyó en los políticos para llevar a cabo sus ideas, pero éstos extrajeron de éstas la justificación de algunas
reformas en los sectores más conservadores. De este modo diferenciamos la ilustración del reformismo, que
modificaba lo menos posible con tal de no atentar contra el Estado.
El reformismo ilustrado tenía límites, tales como la oposición de la Iglesia y los conservadores, que ponían
barreras. También tenían en contra que los ilustrados eran escasos en comparación con la mayoría de
campesinos analfabetos.
El reformismo ilustrado, al igual que otros factores del Antiguo Régimen, tenía contradicciones que no eran
del agrado de nadie, como el querer mejorar el sistema manteniendo el sistema anterior. Ante el problema más
grave del absolutismo, la Hacienda, los ilustrados formularon varias propuestas:
· fomentar la economía
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· proteccionismo del comercio, evitar importación
· quitar las vinculaciones de la tierra para liberalizar la agricultura
· limitar el número de bienes (no valedero a largo plazo).
Para concluir, se ha de recordar que los intentos de la ilustración suavizaron la situación del país, pero ésta no
fue tan duradera como para perdurar a lo largo de los años. Y es que para reformar el Antiguo Régimen lo que
había que hacer era acabar por completo con él y comenzar de nuevo. Esto ocurrió primero en Francia tras la
Revolución Francesa (1789) y más tarde en el resto de Europa con las Revoluciones Liberales, dando lugar al
llamado Estado Liberal.
HISTORIA
LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y EL ANTIGUO RÉGIMEN
2º N.B.A.
1er Trimestre
Lunes 29 de Noviembre de 1999
Historia 2º Bachillerato
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