03-12-03

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
SALA CONSTITUCIONAL
Magistrado Ponente: PEDRO RAFAEL RONDÓN HAAZ
Consta en autos que, el 28 de agosto de 2003, los abogados Justo
Oswaldo Páez-Pumar, Esteban Palacios Lozada y María Genoveva Páez Pumar, con
inscripción en el Inpreabogado bajo los nos 644, 53.899 y 85.558, respectivamente, en su
condición de apoderados judiciales de VICSON S.A. y C.A VENEZOLANA DE
PULPA Y PAPEL S.A.C.A. (VENEPAL S.A.C.A), plantearon, ante esta Sala,
solicitud de revisión de la sentencia nº 0949 de 25 de junio de 2003, que dictó la Sala
Político-Administrativa de este Supremo Tribunal, mediante la cual declaró
improcedente el amparo cautelar que se solicitó con motivo del recurso contencioso
administrativo de nulidad que intentaron dichas sociedades contra las Providencias
Administrativas nos SNAT/2002/1418 y SNAT/2002/1419, ambas de 15 de noviembre
de 2002, publicadas en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela nº
37.573 de 19 de noviembre de 2002, que dictó el Servicio Nacional Integrado de
Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT).
De tal solicitud se dio cuenta en Sala por auto del 28 de agosto de 2003 y
se designó ponente al Magistrado Pedro Rafael Rondón Haaz.
I
DE LA SOLICITUD DE REVISIÓN
1.
Alegaron:
1.1
Que, mediante la sentencia cuya revisión se solicitó, la Sala
Político-Administrativa admitió el recurso contencioso administrativo de nulidad que, el
28 de noviembre de 2002, intentaron, entre otras, VICSON S.A. y VENEPAL S.A.C.A.,
contra las Providencias Administrativas nos. SNAT/2002/1418 y SNAT/2002/1419,
ambas de 15 de noviembre de 2002 del Servicio Nacional Integrado de Administración
Aduanera y Tributaria (SENIAT); y asimismo declaró improcedente la medida de
amparo cautelar que se solicitó conjuntamente con la pretensión de nulidad. Según
señalaron los solicitantes, en concreto, es, respecto de esta declaratoria de
improcedencia de la medida cautelar, que solicitaron revisión extraordinaria por parte de
esta Sala Constitucional.
1.2
Que, mediante tales Providencias, el SENIAT designó como
agentes de retención del impuesto al valor agregado (IVA) a los entes públicos
nacionales y, asimismo, a los contribuyentes especiales que en ellas se mencionan.
1.3
Que, en ese recurso contencioso administrativo, se invocaron,
como fundamento de inconstitucionalidad de dichos actos administrativos, la violación
del artículo 317 de la Constitución de 1999 que acogió el principio de legalidad
tributaria, porque las referidas providencias comportan “la percepción de impuestos no
establecidos en la Ley al excederse la cuantía que ésta prevé”, y del artículo 115
eiusdem que reconoce el derecho fundamental de propiedad, porque implicaron “una
exacción de los dineros que pertenecen a los contribuyentes sin procedimiento
expropiatorio y sin corresponder a una contribución establecida en la ley”.
1.4
Que
tales
actos
incurrieron
en
vicios
de
ilegalidad,
fundamentalmente, por contravención a varios artículos de la Ley de Impuesto al Valor
Agregado. En síntesis, alegaron, de una parte, que con la introducción de tal sistema de
retenciones se violó el derecho de los vendedores de bienes y prestadores de servicios, a
la recuperación, de los adquirentes del monto del impuesto que genere la operación.
Asimismo, que ese sistema de retenciones genera “un cobro en exceso del impuesto al
cual están sujetos los contribuyentes y por lo tanto indebido, que crece a medida que se
perpetúa en el tiempo la aplicación de las Providencias”.
1.5
Que, como fundamento del amparo cautelar, alegaron, ante la
Sala Político-Administrativa, la violación de dichas normas constitucionales,
concretamente los artículos 317 y 115 y agregaron que el periculum in mora, en este
caso, se deriva de “los daños que le acarrearían a los contribuyentes las indebidas
retenciones efectuadas al tiempo en que realizan sus ventas y que se habrán consumado
para el tiempo en que se pronuncie la Sala sobre el fondo”.
2.
Denunciaron:
2.1
Que la Sala Político-Administrativa erró cuando declaró la
improcedencia del amparo cautelar y contradijo criterios de esta Sala en materia de
protección de derechos fundamentales. Concretamente, cuando afirmó que el principio
de legalidad tributaria que acogió el artículo 317 de la Constitución de 1999, no es
susceptible de tutela judicial directa a través de una pretensión de amparo, porque no
comporta un derecho subjetivo de rango constitucional.
2.2
Que erró también cuando desestimó la violación del derecho de
propiedad que se invocó, bajo el argumento de que, en el caso de autos, no se verificó
presunción grave de violación del derecho de los solicitantes sino más bien de los
contribuyentes ordinarios, cuando es lo cierto que la retención tributaria objeto de
impugnación incide tanto en la esfera jurídica de los contribuyentes ordinarios como en
la de los contribuyentes especiales, quienes son los que soportan la retención y están
obligados al pago del impuesto.
3.
Pidieron, en consecuencia, la revisión y consecuente nulidad
parcial de la sentencia nº 949 de 19 de junio de 2003, que dictó la Sala PolíticoAdministrativa, en concreto, “del dispositivo distinguido con el Nº 3 en el Capítulo VI
del fallo (...) que figura bajo el título ‘Decisión’, así como la nulidad del contenido del
Capítulo V de dicho fallo que figura bajo el título “De la solicitud de amparo
cautelar”.
II
MOTIVACIÓN PARA LA DECISIÓN
El cardinal 10 del artículo 336 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela le atribuye a la Sala Constitucional la potestad de “revisar las
sentencias definitivamente firmes de amparo constitucional y de control de
constitucionalidad de leyes o normas jurídicas dictadas por los tribunales de la
República, en los términos establecidos por la ley orgánica respectiva”.
Tal potestad de revisión de sentencias definitivamente firmes, abarca
tanto fallos que dicten las otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia como los demás
Tribunales de la República (Vid. sentencias del 9 de marzo de 2000, caso: José Alberto
Zamora Quevedo; del 7 de junio de 2000, caso: Mercantil Internacional, C.A.; y del 6
de febrero de 2001, caso: Corpoturismo); la intención final de esta potestad es que la
Sala Constitucional ejerza su atribución de máximo intérprete de la Constitución, según
el artículo 335 del Texto Fundamental.
Ahora bien, esta norma constitucional no intenta, de manera alguna, la
creación de una tercera instancia en los procesos de amparo constitucional o de control
de constitucionalidad de leyes o normas jurídicas. El precepto constitucional referido lo
que incorpora es una potestad estrictamente excepcional y facultativa para la Sala
Constitucional. Es por ello que esta Sala, al momento de la ejecución de tal potestad de
revisión de sentencias definitivamente firmes, está obligada, de acuerdo con una
interpretación uniforme de la Constitución y en consideración a la garantía de la cosa
juzgada, al ejercicio de la máxima prudencia en cuanto a la admisión y procedencia de
recursos que pretendan la revisión de que han adquirido dicho carácter de cosa juzgada
judicial.
Según
reiterada
jurisprudencia,
sólo
de
manera
extraordinaria,
excepcional y restringida, esta Sala posee la potestad de revisión en los siguientes casos:
1.
Las sentencias definitivamente firmes de amparo constitucional
de cualquier carácter, dictadas por las demás Salas del Tribunal Supremo de Justicia y
por cualquier juzgado o tribunal del país.
2.
Las sentencias definitivamente firmes de control expreso de
constitucionalidad de leyes o normas jurídicas por los tribunales de la República o las
demás Salas del Tribunal Supremo de Justicia.
3.
Las sentencias definitivamente firmes que hayan sido dictadas por
las demás Salas de este Tribunal o por los demás tribunales o juzgados del país
apartándose u obviando expresa o tácitamente alguna interpretación de la Constitución
contenida en alguna sentencia de esta Sala con anterioridad al fallo que se impugna, que
realice un errado control de constitucionalidad en aplicación indebida de la norma
constitucional.
4.
Las sentencias definitivamente firmes que hayan sido dictadas por
las demás Salas de este Tribunal o por los demás tribunales o juzgados del país que de
manera evidente hayan incurrido, según el criterio de la Sala, en un error grotesco en
cuanto a la interpretación de la Constitución o que sencillamente hayan obviado por
completo la interpretación de la norma constitucional. En estos casos hay también un
errado control constitucional.
En el caso de autos, el objeto de la solicitud de revisión lo constituye la
sentencia que pronunció la Sala Político-Administrativa el 19 de junio de 2003, que
declaró la improcedencia de la pretensión de amparo cautelar que se solicitó con
ocasión del recurso contencioso administrativo de nulidad que intentaron, entre otras,
VICSON S.A. y VENEPAL S.A.C.A., contra las Providencias Administrativas nos.
SNAT/2002/1418 y SNAT/2002/1419, ambas de 15 de noviembre de 2002 del Servicio
Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), mediante las
cuales se designó, como agentes de retención del impuesto al valor agregado (IVA), a
los entes públicos nacionales y, asimismo, a los contribuyentes especiales que en ellas
se mencionan.
Ahora bien, observa la Sala que la decisión cuya revisión se requirió no
cumple con los extremos que se requieren para la procedencia del ejercicio de esta
extraordinaria potestad de la Sala Constitucional. En efecto, se trata de una sentencia
interlocutoria que se pronunció en relación con una medida cautelar, sentencia que, por
su naturaleza, no goza del carácter de cosa juzgada material, sino únicamente formal, en
tanto puede ser objeto de revisión por el propio juez, cuando en el curso del proceso se
modifiquen las circunstancias que dieron lugar al otorgamiento –o a la negativa de
otorgamiento- de la medida que se solicitó. Se trata de decisiones judiciales que gozan,
por tanto, de mutabilidad y no de firmeza que deriva, se insiste, de su propia naturaleza.
Asimismo, en tanto interinas, tales sentencias penden de la decisión
definitiva mediante la cual se decida la causa principal en el juicio de que se trate.
Además de lo cual, si no se estima la pretensión de amparo cautelar, siempre queda la
posibilidad, tal como sucede en el caso que dio origen a esta solicitud de revisión, de
solicitud subsidiaria de una medida cautelar innominada.
Al respecto, Piero Calamandrei, en Providencias cautelares, afirmó:
“El carácter instrumental de las providencias cautelares aparece en toda
su configuración típica cuando se trata de establecer los límites dentro de
los cuales estas providencias de cognición tienen aptitud para alcanzar la
cosa juzgada./(...)
a) De una parte, las medidas cautelares, como providencias que dan vida
a una relación continuativa, construída, por decirlo así, a medida, por el
juez, según las exigencias del caso particular valorado, pueden estar
sujetas, aun antes de que se dicte la providencia principal, a
modificaciones correspondientes a una posterior variación de las
circunstancias concretas, todas las veces que el juez, a través de una
nueva providencia, considere que la medida cautelar inicialmente
ordenada no está ya adecuada a la nueva situación de hecho creada
durante ese tiempo. (...)
También las providencias cautelares se pueden considerar como
emanadas con la cláusula ‘rebus sic stantibus’, puesto que las mismas no
contienen la declaración de certeza de una relación extinguida en el
pasado y destinada, por esto, a permanecer a través de la cosa juzgada,
estáticamente fijada para siempre; sino que constituyen, para proyectarla
en el porvenir, una relación jurídica nueva (relación cautelar), estinada
(sic) a vivir y por tanto a transformarse si la dinámica de la vida lo exige.
/(...)
b) De esta variabilidad por circunstancias sobrevenidas estando
pendiente el juicio principal (que es fenómeno común a todas las
sentencias con la cláusula ‘rebus sic stantibus’), se debe distinguir
netamente otro fenómeno, que es exclusivo de las providencias
cautelares y que es una consecuencia típica de su instrumentalidad: la
extinción ipso iure de sus efectos en el momento en que se dicta, con
eficacia de sentencia, la providencia principal.” (CALAMANDREI,
Piero, Providencias cautelares, Traducción de Santiago Sentís Melendo,
Editorial Bibliográfica Argentina, Buenos Aires, 1984, pp. 89 a 91).
De allí que, en relación con su posible revisión extraordinaria, los
pronunciamientos sobre medidas cautelares se equiparan, mutatis mutandis, a las
sentencias que no han adquirido la condición de definitivamente firmes y es por ello
que, según jurisprudencia de la Sala, las sentencias interlocutorias mediante las cuales
se decida acerca de una medida preventiva, entre otras, de amparo cautelar, no son
susceptibles de revisión. En concreto, mediante sentencias de 3-12-02, caso Lubín José
Aguirre Martínez; de 7-4-03, caso Iran Gerardo Arcia Carpio; de 15-5-03, caso Gladys
Josefina Garvett Nieves; y de 29-8-03, caso Ángel Mendoza Figueroa, esta Sala señaló:
“Al respecto, observa esta Sala que de las actas del expediente, se
desprende que la decisión cuya revisión se solicita es de naturaleza
incidental, pues pende de una causa principal que cursa ante la misma
Sala Político-Administrativa de este Máximo Tribunal, a saber: el juicio
de nulidad de la referida Resolución, sobre el cual no existe un
pronunciamiento definitivo, por lo que existe la posibilidad de que la
pretensión del recurrente en este caso, sea satisfecha cuando se dicte la
sentencia definitiva del referido juicio en la oportunidad
correspondiente.
Ahora bien, visto que la sentencia emanada de la Sala PolíticoAdministrativa, objeto de presente recurso, no es una sentencia
definitivamente firme, lo cual constituye un requisito sine qua non para
que esta Sala pueda ejercer la potestad extraordinaria, excepcional y
discrecional de revisión que tiene atribuida de conformidad con lo
previsto en el Texto Fundamental
y con base en el criterio
jurisprudencial antes transcrito, en consecuencia, resulta forzoso
desestimar la solicitud de y así lo declara”.
Con fundamento en tales precedentes y por cuanto no se cumplen los
requisitos de procedencia, se declara que no ha lugar a la revisión que se solicitó en el
caso de autos. Así se decide.
III
DECISIÓN
Por los razonamientos que anteceden, esta Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la República por
autoridad de la Ley, declara que NO HA LUGAR a la solicitud de revisión que
plantearon los abogados Justo Oswaldo Páez-Pumar, Esteban Palacios Lozada y María
Genoveva
Páez-Pumar,
apoderados
judiciales
de
VICSON
S.A.
y
C.A
VENEZOLANA DE PULPA Y PAPEL S.A.C.A. (VENEPAL S.A.C.A), respecto de
la sentencia nº 0949 de 25 de junio de 2003, que dictó la Sala Político-Administrativa de
este Supremo Tribunal, mediante la cual declaró improcedente el amparo cautelar que
se solicitó con ocasión del recurso contencioso administrativo de nulidad que intentaron
contra las Providencias Administrativas nos. SNAT/2002/1418 y SNAT/2002/1419, de
15 de noviembre de 2002, que dictó el Servicio Nacional Integrado de Administración
Aduanera y Tributaria (SENIAT).
Publíquese, regístrese y archívese el expediente.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 03 días del mes de
diciembre de dos mil tres. Años: 193º de la Independencia y 144º de la Federación.
El Presidente,
IVÁN RINCÓN URDANETA
El Vicepresidente,
JESÚS EDUARDO CABRERA ROMERO
JOSÉ MANUEL DELGADO OCANDO
Magistrado
ANTONIO JOSÉ GARCÍA GARCÍA
Magistrado
PEDRO RAFAEL RONDÓN HAAZ
Magistrado-Ponente
El Secretario,
JOSÉ LEONARDO REQUENA CABELLO
PRRH.sn.ar.
Exp. 03-2221
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