GLOBALIZACIÓN

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GLOBALIZACIÓN
En los estudios relacionados con las relaciones local−global o la globalización frecuentemente se puede
encontrar un vasto espectro de interpretaciones y conceptos. Esto se debe al carácter multifacetario de las
transformaciones observadas actualmente relacionadas con las diferentes asociaciones que se puede hacer
entre cambios globales y consecuencias locales. Por eso mismo, que la palabra globalización se convirtió
paulatinamente en el el término más adecuado para designar de forma más general a una fuerza que actúa en
diferentes dimensiones, superior a la voluntad de los actores individuales o colectivos locales.
Sin embargo, este término carece de una mejor conceptuación.
A nuestro juicio, este proceso de cambio es algo que ha evolucionado a lo largo del tiempo, adquiriendo por
eso mismo diferentes significados. Como afirma Sztompka, la sociedades antiguas han vivenciado un
complejo mosaico de unidades sociales, que vivían frecuentemente aisladas y eran extremamente
diversificadas. Habían "múltiples entidades políticas separadas que iban desde las hordas, las tribus, los
reinos, los imperios, hasta la forma relativamente reciente de dominación, que son los Estados−nación. Había
economías independientes, cerradas, autárquicas, y había variadas culturas indígenas que conservaban su
identidad única, a menudo mutuamente intraducibles e inconmensurables. (...) La sociedad presente muestra
un cuadro completamente diferente" (Sztompka, 1995: 111−112). En este ínterin, hubo un largo proceso de
cambio, cuyos puntos de intersección, contacto y ruptura local están descritos a lo largo de la historia de la
humanidad. Quizás el momento más significativo de lo que podríamos llamar, de hecho, proceso de
globalización sería el advenimiento de las grandes navegaciones, con la expansión del hombre europeo a las
regiones más distantes y desconocidas del mundo. Asimismo los cambios más extraordinarios han sido
observados principalmente en el transcurso de los últimos dos siglos, con expansión de los ferrocarriles, la
invención del telégrafo, las viajes transcontinentales − para citar los principales; y con una velocidad
extraordinaria en el último cuarto del siglo XXI, con los avances tecnológicos, el extraordinario incremento de
los flujos comerciales y financieros, y las notables transformaciones en la esfera política y económica.
Actualmente se observa no sólo una integración global, sino que una relativa interdependencia que alcanza a
prácticamente todos los aspectos de vida social: en la economía, la política, la ecología, la comunicación, la
cultura, e incluso en los saberes y valores humanos. El término "globalización" tiene hoy numerosos matices y
su connotación varía de acuerdo con la perspectiva interpretativa. En los últimos años pasó a ser empleado de
forma más intensa, generalizando su uso en los campos de la política, economía, enseñanza y en la prensa.
Fue asociado a otros términos como integración, modernidad, postmodernidad y mercado, hasta adquirir un
fuerte recorte economicista que, de cierta forma, prevaleció sobre las demás asociaciones hasta volverse
referencia inevitable a la expansión de los mercados, el consumo global, la moda, los velozes flujos
comunicativos y las nuevas tecnología de información.
Según Kacowicz (1999: 529), las posibles definiciones del concepto de globalización para él, deberían incluir:
a) intensificación de las relaciones económicas, políticas, sociales y culturales a través de las fronteras; b) el
período histórico iniciado tras el fin de la Guerra Fría; c) la transformación del mundo por la anarquía de los
mercados financieros; d) el triunfo de los valores norteamericanos a través de la agenda combinada del
neoliberalismo en la economía y la democracia política; e) la ideología y la ortodoxia sobre la culminación
lógica e inevitable de las poderosas tendencias de cambio en el mercado laboral; f) la revolución tecnológica
con sus implicaciones sociales y g) la inhabilidad de los países en arreglárselos con los problemas globales
que requieren soluciones globales, como la demografía, ecología, derecho humanos y la proliferación nuclear.
Vista la pluralidad de significados que tiene este término, y llevando en consideración la evolución histórica
del proceso a que él se refiere, preferimos diferenciar la globalización − per si − de la globalización que
predomina actualmente, que se asocia sobre todo a los cambios que se observan en el espacio económico, a
saber, la de recorte neoliberal. Por globalización entendemos la expansión, multiplicación y profundización de
las relaciones sociales y de las instituciones a través del espacio y tiempo, de modo que las actividades
cotidianas resultan cada vez más influidas por los hechos y acontecimientos que ocurren en otras partes del
globo, así como las decisiones y acciones de grupos y comunidades locales pueden alcanzar importantes
repercusiones globales". La globalización neoliberal, a su vez, implica en una variante de la anterior, más que,
1
a través de una argumentación exhaustiva basada en la enorme movilidad y superior capacidad de adaptación
al medio ambiente económico con la liberación de los agentes de la economía en el libre−mercado se
construye un discurso articulado que reivindica la efectuación de las reformas reductoras en el Estado,
cuestiona cualquier iniciativa gubernamental que se pueda considerar como intervencionismo, predica el
cumplimiento de una agenda de privatizaciones, y defiende el redimensionamiento de las actividades
gubernamentales en el plano económico y social al mínimo.
La Globalización desde el siglo XIV
El llamado proceso de Globalización comienza a tomar cuerpo en el siglo XIV y XV con las grandes
navegaciones que proporcionaran la descubierta para los europeos de otras tierras, pueblos y civilizaciones
que habitaban los rincones aún desconocidos del planeta. Con la circunnavegación en la Terra, el mapamundi
fue poco a poco se aproximando de sus configuraciones reales, el hombre europeo iniciara a hacer el contacto
con grande parte de las civilizaciones del planeta conocidas del planeta. Contacto ese que irremediablemente
cambiaría para siempre la historia de eses pueblos. Así empezó el más grande y importante ciclo de
transformaciones en la historia de la humanidad: un innumerable sin fin de culturas se chocaran con las de los
desbrabadores europeos. Desde entonces el mundo no sería más el mismo: civilizaciones serían exterminadas,
asimiladas o transformadas por este inevitable contacto; pueblos desaparecerían y otros serían transplantados
para lugares longincuos y desconocidos, como los millones de negros arrancados de Africa y desplazados por
casi toda América como mano de obra en las colonias; nuevas mercancías surgirían para el creciente y cada
vez más vigoroso comercio mundial; hábitos de consumo seculares serían transformados y nuevos, por su vez,
incorporados; al paso que nuevas culturas sincréticas surgirían y transformabánse por ese tan fructuoso como
también conflictuoso contacto. Así la Europa se desarrollo notablemente con la riqueza que la "globalización"
expansiva le proporcionaba. A través de estas nuevas relaciones también se transferiría para las nuevas
colonias muchas de las instituciones europeas, su modo de vida, costumbres, sus religiones cristianas y todo
un contenido simbólico y ideológico que marcarían hasta la actualidad el universo cultural de eses pueblos.
De manera sintética podemos decir que el adviento de las grandes navegaciones sería el marco del primero
aguzamiento del proceso de globalización, si es que se puede datar esto. Desde ahí las relaciones comerciales
entre las diferentes regiones, pese las dificultades de transporte y comunicación de la época, pasarán a
configurar un sistema económico mundial integrado que irá se desarrollar continuamente hasta los días
actuales. Desde ahí también, un flujo continuo de intercambio sería establecido y la semilla de los futuros
estados−nacionales y la formación y transformación de sus instituciones políticas, culturales, sociales,
económicas, jurídicas y administrativas − serían plantadas.
La Globalización de antes y la de hoy
El choque entre diferentes culturas siempre fue en la historia algo que dramático. La Globalización de entones
era impulsionada por el ímpetu mercantilista de la época2. Ese mercantilismo expansionista abrió un
gigantesco mercado para el continente europeo y pasó desde entonces, con el adviento del colonialismo3 de
las potencias del "viejo mundo", como el grande nutridor de prosperidad, riqueza y desarrollo industrial y
tecnológico del continente europeo.
La Globalización que hoy conocemos tiene un significado más amplio y acentuado, pues es acompañada por
los inmensos cambios tecnológicos y formidable capacidad de transmisión de información que propician una
vía segura para la expansión de los mercados. Como ya citado anteriormente, el fin de la Guerra fría ha
fortalecido aún más esa impresión que seguimos ese camino hacia un mundo cada vez más integrado y
interdependiente − ahora, después de innumerables y diversas transformaciones históricas, llegase a un
simbiótico de mercado y democracia, que se propaga a los cuatro rincones. Aún que ese proceso sea claro, a la
luz de los acontecimientos actuales y incertidumbres presentes − toda tentativa de interpretación suena, a
principio, arbitraria, tamaña es la diversidad de interpretaciones y perspectivas que se presentan. No hay
2
consenso de para dónde ese proceso podrá conducir, desde las previsiones optimistas de la mejoría de
cualidad de vida y paz con la expansión de los valores de la democracia y derechos humanos, hasta las
previsiones catastrofistas de las consecuencias de las crecientes desigualdades internas y Norte−Sur, los
problemas ecológicos, el crecimiento demográfico por la incontenida expansión humana, las guerras y los
conflictos diversos relacionados con miseria, marginalización, diferencias étnicas y religiosas.
En este sentido, no solamente el termo globalización tiene una conceptuación difusa, como su denotación
también es compleja y variable, asumiendo una forma de acuerdo con la perspectiva de quien la interpreta. Se
vista como un signo relacionado a los profundos cambios sociales y económicos que vienen desde fuera y de
cualquier dirección y están fuera del control local, su significado es claro y universalmente acepto, pero las
denotaciones prosiguen, casi que inexorablemente, siempre variables y de acuerdo con el contexto. El carácter
ideológico que asume el debate de la globalización es un factor complicante por lo cual es casi imposible
isentarse y que proporciona una vía llena de armadillos y equivocaciones al esfuerzo interpretativo del
investigador. Así nos cabe presentar algunas de esas perspectivas existentes que pertinentemente proporcionan
un plano teórico más amplio y crítico.
Algunas perspectivas e interpretaciones
Según Theotonio dos Santos, el proceso de globalización resulta, de hecho, "del avanze de la comunicación de
forma cada vez mais instantánea y generalizada, conducindo a una creciente internacionalización del sistema
productivo y de servicios en general". Y, en perspectiva de sendo un "sistema ideal", crése que la
globalización es el resultado − y, al mismo tiempo, fio condutor − de una nueva realidad de la economía
mundial, donde las "antigas estratégias militares pasaran a ser superadas, la conquista del espacio pasa a ser
tarefa conjunta de las grandes naciones, la preservación del medio ambiente un problema en comun entre
todas las naciones, asi como la cualidade de vida, la superación de la fome, de la miséria, del analfabetismo",
del subdesarrollo y de la gestión de una sociedad mundial, donde los interesses dejan de ser específicos para
seren comunes. Todo eso para se construir una sociedade global, "democrática, pluralista y fecunda"4 entre
las distintas civilizaciones y pueblos, donde la solución de sus problemas pasa a ser la garantía para la
sobrevivéncia de la humanidad. Como dice ese autor: "la humanidad dejó de ser una abstracción para se
convertir en una realidad material y cotidiana" (Santos, 1994, p. 105−106).
Por su parte, Manuel Castells, al sintetizar ese amplio proceso de transformación por que pasa la humanidad
afirma que ese nuevo mundo se forma originario de "la coincidencia histórica, hacia finales de los anos
sesenta y de mediados de los setenta", de "tres procesos independientes: la revolución de la tecnología de la
información; la crisis económica tanto del capitalismo y del estatismo y sus reestructuraciones subsiguientes;
y el florecimiento de los movimientos sociales y culturales, como el antiautoritarismo, la defensa de los
derechos humanos, el feminismo y el ecologismo" Una nueva estructura social dominante, así como una
nueva economía − informacional global − y una nueva cultura − de la virtualidad real − surgen de la
interacción de esos procesos y de las relaciones que desencadenaran. Así pues, la "lógica inserta en esta
economía, esta sociedad y esta cultura subyace en la acción social y las instituciones de un mundo
interdependiente" (1997c: pp. 369−370).
El propio termino "globalización", adquirió numerosas matices y su connotación varia de acuerdo la
perspectiva interpretativa. Como afirma Franca Filho (1998, p.101), en los últimos años pasó a ser empleado
de forma exaltada, para luego empezar a vulgarizarse y ganar adeptos en los campos de la política, comercio y
enseñanza y en la prensa, después se generalizando ante al cotidiano de los ciudadanos, ya habituados a oílo.
Luego fue asociado a otros termos como integración, modernidad, postmodernidad y mercado, adquiriendo,
de espacio, un fuerte acento economicista, que de cierta forma prevaleció sobre las demás asociaciones − bajo
la influencia del "triunfo" de la democracia norteamericana u occidental capitalista − se tornando referencia
inevitable a la expansión de los mercados, el consumo de productos "globales", la moda y la informática.
Se asocia actualmente al termino numerosas referencias como la facilidad de transmisión de información5, el
3
procesamiento y expansión veloz de esta, la estandarización de los hábitos de consumo, la formación de
bloques comerciales, la movilidad internacional de los factores productivos y la creciente interdependencia de
los agentes económicos internacionales. Sus efectos transcienden en mucho las esferas económicas y
financieras y otros termos y metáforas luego surgirían para tentar suplir la carencia interpretativa de este tan
complejo cuanto variado fenómeno, formando un miscelánico nuevo vocabulario del tema: aldea global,
tercera ola, nueva babel, sociedad informática, sociedad amébica (Ianni, 1995, p.15), sistema−mundo6,
además los tradicionales mundialización, internacionalización y transnacionalización. Asociadas a estas
palabras, comúnmente otros termos son utilizados como nueva orden mundial, sociedad industrial,
postmodernidad, sociedad postindustrial y otros "post" − como afirma Beck (1998), el prefijo post es
comúnmente utilizado para indicar el desconocido, el porvenir, algo que siegue la contemporaneidad, pero no
es identificable o todavía no asimilable. Así pues esas metáforas expresan los esfuerzos teóricos de
aprehensión de los variables vectores de este fenómeno o de sus agentes, en los diferentes aspectos y
perspectivas que lo componen.
En el ambiente académico hay una tentativa por parte de los especialistas en el tema de diferéncialo de otros
términos, como mundialización o internacionalización. Para Roca (1999: p. 98−99) la Globalización es un
simples medio por cual se puede asistir, vía satélite, "lo deambular de millones de personas en el corazón de
África" o los bombardeos en una guerra distante ("globalización informática); "por cual unas especulaciones
financieras pueden hundir el sistema financiero mundial (globalización financiera)"; por cual las industrias
"pueden cambiar de país buscando mayores ganancias (globalización productiva)"; por el que se puede
escuchar la misma música en todo el mundo ("globalización cultural)7 o "quedamos expuestos a la
contaminación causada por Chernobil (globalización ecológica)". La mundialización8, por el contrario, "es un
proceso por el cual se amplía la conciencia de pertenencia al mismo mundo y se crea en un planeta
interconectado y interdependiente; es una nueva forma de se comprender un espacio que se amplía y el tiempo
que se acelera; significa la pertenencia a un mundo único, más humano y habitable, que se experimenta como
un único pulso y como un territorio, que por fin llega a ser el hogar del ser humano a través de contactos
sociales y mestizajes culturales, del progreso de las comunicaciones y de la integración intercultural." La
globalización, en su punto de vista, estaría también preocupada por los "aspectos cualitativos" del ser humano,
la cualidad de vida y con un enfoque más cooperativo entre la gente. Como distinción clara entre los dos
termos, sentencia: "por la mundialización el mundo nace único, por la globalización económica nace también
desigual y antagónico".
En esta perspectiva, por sus cualidades transformadoras atribuidas y consecuencias objetivas en ese proceso
de cambio social tan amplio, la globalización aje en el sentido de reducir la complejidad social a casi que
solamente el aspecto económico, ignorando los demás − social, político, ecológico y jurídico −, que se quedan
subordinados a los indicadores de la economía. Ella generaliza una receta para todos los países, sin tener
consideración con las circunstancias históricas y las particularidades de cada país, teniendo como guión
solamente el desarrollo de los flujos internacionales del mercado, es decir, el propio mercado en si. La
mundialización en contraposición, sería un termo que expresa un carácter más generalista, supranacional en
todas las dimensiones y no ajeno a las veredas del mercado, pero más historicista, culturalista y
multifacetário.
Por detrás de esa crítica, en la definición y caracterización ideológica del termo, hay alusiones al su
maniqueísmo economicista; a las contradicciones del proceso como los proteccionismos distorcedores del
libre mercado; a los obstáculos crecientes a la inmigración y flujo internacional de mano de obra9 y, al ya
mucho insistentemente dicho y repetido, proceso de exclusión internacional contemporáneo por que pasan las
periferias y las regiones menos desarrolladas − o menos competitivas.
La palabra Globalización adquirió, en la interpretación de muchos sociólogos, un significado de fuerza
superior simplificadora, estandarizadora. Según Fernandes (1997, p.61) las fuerzas globalizadoras dan lugar a
una intensa multiplicación de los flujos de datos y intercambios y así a nuevas configuraciones de
informaciones − mundializadas y localizadas − y todos eses acumules de efectos sociales que se desprende
4
"son pasadas por una gigantesca máquina simplificadora10 que observa tales modificaciones con una
extensión incontenible de las fuerzas del mercado, fuerzas que marcharían en una sola dirección hasta que −
luego o tarde, tienden a confundir sus actores económicos y sociales".
Pero es en su significación económica que la globalización adquiere una connotación más acentuada como
una fuerza superior a las voluntades o fuerzas locales. Así pues que preséntase en la perspectiva dominante
como un conjunto de vectores de transformación, cuya intensidad y abrangéncia no hay como detener, y
aquellos que, por ventura, lo intentan imponerse a ese torbellino, automáticamente parecen manifestar en una
posición de anacronismo y ceguera histórica. Esa tendencia más maniqueísta y que se encuentra presiente en
el lenguaje economicista, sobretodo de las corrientes monetaristas que hoy prevalecen, asocian ese fenómeno
como la materialización, en la actual coyuntura, de la victoria de la democracia liberal (França Filho, 1998, p.
109) sobre los demás paradigmas11 que implica su asociación − o sea, la globalización − con todos los
presupuestos del corolario liberal. De esta forma ese discurso triunfante de los años ochenta, fortalecido pos
caída del muro de Berlín, incorporó como elemento llave propagandístico esa "necesidad" de transformación
y redireccionamiento de las estructuras de la sociedad y del Estado en el sentido de liberar de las imposiciones
políticas y económicas a la libre circulación monetaria y de los agentes productivos, así como promover las
operaciones de cambio en las relaciones estatales de gestión y controle, abriendo el camino para las empresas
privadas. Con la argumentación exhaustiva de la supuesta gran capacidad de movilidad y superior capacidad
de adaptación al medio ambiente económico con la liberación de los agentes de la economía de libre−mercado
se construyó un discurso articulado reivindicando la efectuación de las reformas en el Estado. Eso implicaría
en y el cuestionamiento de cualquier iniciativa gubernamental que puédase considerar como
intervencionismo; el cumplimiento de una agenda de privatizaciones, el redimensionamiento de las
actividades gubernamentales en el plano económico y social; la reformulación de sus estrategias de actuación
y la descentralización y fragmentación de sus instituciones.
Para David Held, Globalización denota "expansión y profundización de las relaciones sociales y de las
instituciones a través del espacio y tiempo, de tal forma que las actividades cotidianas resultan cada vez más
influidas por los hechos y acontecimientos que tienen lugar del otro lado del globo y, por otro lado, las
prácticas y decisiones de los grupos y comunidades locales pueden tener importantes repercusiones globales".
Él destaca que las cadenas de actividades − política, económica y social − al adquirir dimensiones cada vez
más globales, influencian e fuerzan una nueva concepción y reflexión de la democracia, Estado−nación y de
los procesos decisórios locales, cuyos destinos están preñados de dificultades. En ese contexto lo significado
de los modelos de democracia en competencia y del ejercicio de la propia política de forma democrática
deben ser pensados tomando en cuenta la creciente superposición de los procesos y de las estructuras locales,
nacionales regionales y globales. La organización progresiva en escala global amenaza la eficacia de la misma
democracia como forma de organización política, sobretodo en los países donde aun se consolida − en África,
Europa Oriental, América Latina y Asia (Held, 1997: p. 42−44).
El carácter más llamativo de ese proceso de globalización se materializa en el terreno económico. Hoy hay
una economía global. Es esa una economía que tiene la capacidad de funcionar como una unidad en tiempo
real y escala planetaria, encontrando cada vez menos trabas. E esto fue posible debido a la nueva
infraestructura proporcionada por las tecnologías de información y comunicación (Castells, 1997a: p. 120). Es
esta también una característica tan transformadora de la globalización cómo polémica. Es el vehículo de
muchas oportunidades y transformaciones positivas en el seno de la sociedad, como también de desigualdades
y injusticias representando un desafío para la manutención del orden democrático y estabilidad en muchos
países. Desde ahí derivan muchas de las opiniones divergentes que fomentan el debate ideológico acerca de la
naturaleza del proceso y la necesidad de se establecer mecanismos de control o no al torbellino de
transformación que acompaña la actuación de las fuerzas del mercado.
Notas:
Afirma M. Waters: "Globalización es la consecuencia directa de la expansión de la cultura europea a traves
5
del planeta vía asentamientos, colonización y mimetismo cultural. Es isto también relacionado intrinsicamente
com el modelo de desarrollo del capitalismo que com eso ha ramificado a traves de las áreas culturales y
políticas". ("Globalization is the direct consequence of the expansion of Europe culture across the planet via
settlement, colonization and cultural mimesis. It is also bound up intrinsically with the pattern of capitalism
development as it had ramified through political and cultural areas"), Globalization, London, 1995, p. 3, cit. in
Moreira, 1999: p. 136.
2 La Globalización de hoy tambén ocurre también, sobretodo, por el el ímpeto de las fuerzas económicas y sus
agentes. Pero cuando a la naturaleza de ese proceso comtemporáneo indubitablemiente hay que salientar otros
fatores que operan determinantemente y potencializan este proceso como, por ejemplo, los notables avances
de la tecnología y el desarrollo de las instituciones políticas y sociales.
3 Acerca de la genése de ese contacto hay una nota interesante para citar, de A. González: "el vínculo social
con los puebos dominados no fue considerado digno de ser teorizado y esto servió secularmente para ocultar
los derechos sociales y políticos de aquellos pueblos: justamente el que tales pueblos carecieran de Estado ha
sido el argumento, tanto para colonizarlos como para excluilos de la teoría social moderna". Y siegue
hablando de las desigualdades que aun prosigen en el seno de la sociedad moderna: "la modernidad ha
entendido que las categorías ético−sociales (como justicia, igualdad, derechos, democracia) han de ser
aplicadas a las relaciones humanas que tienen lugar en el marco jurídico de un Estado. Así, las diferencias en
derechos sociales en el interior de una nación son valoradas inmediatamente como injustas por faltar a lo
debido, mientras que diferencias de la misma índole en el plano global pertenecerían más bién al ámbito del
fácticamente impuesto y de lo éticamente suprorrogatório (caridad, solidariedad)", Regímenes Globalitários,
in Estudios Centroamericanos, 549 (1994), p. 638. Citado en Roca (1999), p. 119.
4 Reproduzco las aspas del autor.
5 Para un estudio más profundo y detallado acerca de la importancia de los sistemas de información en el
proceso de Globalización, veáse Castells, 1997a.
6 El concepto de sistema−mundo interpreta el mundo como un sistema global de flujos económicos, políticos
y culturales y militares interrelacionados bajo la ley capitalista de acumulación constante de capital.
Destacados autores que que utilizán esa terminología y forma de interpretación del espacio político y
económico − más próxima de la Geografía Política − son Immanuel Wallerstein (1979) y en el contexto
latinoamericano Milton Santos (198?).
7 Renato Ortiz (1994) se refere al termo de cultura global de masas para definir las redes de comunicación y
información que forman un sistema, mantenendo los pueblos interconectados mediante las estructuras creadas
e desarrolladas por la economía de mercado capitalista.
8 Para Roca (1999, p. 118), la globalización económica y conciencia nacional serían como "dos trenes que
andan por la misma vía" y, en consecencia, el resultado puede ser catastrófico. Por su vez, la mundialización y
la conciencia nacional no síguen por la misma vía y, en consecuencia, el resultado no puede ser catastrófico,
pues coinciden an alguns temas y tienen relaciones puntuales.
9 De acuerdo con A. Gonzalez en su artículo Orden Mundial y Liberación, los teóricos defensores del
neo−liberalismo "palidecen ante la pura posibilidad de liberalizar el mercado mundial de mano de obra, con el
pretexto de que no es 'realista' abrir las fronteras a los inmigrantes, aunque sea tan realista como otras medidas
económicas liberales, sólo que esta no perjudica tanto a los pobres como los ricos (...). Existe una doble
lenguaje que, por una parte, insta a conseguir la liberalización a ultranza para contratar y despedir
trabajadores; pero, por otra, frena y reglamenta estrictamente la inmigración de trabajadores de la periferia del
sistema hasta el centro". Estudios Centroamericanos, 549 (1994) p. 644, cit. en Roca (1999, p. 104). Otro
autor, Seco, afirma que "mientras que la internacionalización es total y lo que hace referéncia a los flujos
6
financieros y a los movimientos de capitales, la restrición es también absoluta en materia de movilidad de
mano de obra" (1999, p. 32).
12 Puedese hacer referencia al termo "cultura de mercado", que conforme añade Moreira (1999) él hace
alusión a un "determinado modo de pensar, de comportamientos y de estilos de vidas, de valores sociales,
patrones estéticos y símbolos producidos y difundidos por la industria cultural, que contribuyen a reforzar y
consolidar en las personas la hegemonía de la economía de mercado.(...) La cultura de mercado o del consumo
estimula a las personas a "querer" más de lo que necesitan para su vida. Se crea una confusión entre deseo y
necesidades; se produce una convición subjetiva de que lo que se desea es lo que realmente se necesita (...)".
Aun afirma ese autor que la cultura de mercado lleva las personas a buscar sistematicamente − incluso los
pobres, destaca él − "la identificación con los padrones de vida, compartamiento, gustos y valores de las
clases más ricas." Por escasos y caros que sean eses bienes, "se converten en objetos codiciados y deseados" (
p. 138−139).
11 Puedese decir aún que o alardeado trunfo, que alzó a la notoriedade analistas con ideas "extravagantes"
como Fukuyama (1989) (en las palabras de Seco, 199, p.15), sucedióse no solamiente acima de la carcaza del
comunismo como también sobre la crisis de la social−democracia europea y del trabajismo − ese último,
sobretodo, en Latinoamerica. Esa crisis remonta los años 80, ya con el fín del largo domínio del Labor Party y
el suceso del gobierno reformista de Tatcher en Inglaterra y asi como el suceso de la política económica
levada a cabo por Reagan (Reaganomics) en los EEUU. Apenas para ilustrar, la derrocada del welfare state es
anterior a la crisis del paradigma socialista, tomandose en cuenta las grandes poténcias capitalistas. (N. del A.)
MUNDIALIZACION
Los retos de la mundialización
Un mundo del trabajo en vertiginoso cambio
Se entiende por mundialización la progresiva integración de las sociedades y de las economías nacionales en
diferentes partes del mundo. Está impulsada por la interacción de los avances tecnológicos, las reformas en el
comercio y la política de inversiones, y las cambiantes estrategias de producción, organización y
comercialización de las empresas multinacionales. El ritmo y la profundidad de la mundialización difieren
según los países y las regiones, pero los principales aspectos económicos del proceso son básicamente
idénticos.
Efectos de la mundialización
• Se ha intensificado la competencia entre empresas en los mercados de exportación y entre países que
pretenden atraer y acrecentar la inversión directa extranjera
• Están emergiendo en todo el mundo nuevos centros de producción a medida que las empresas
multinacionales internacionalizan su produccción y se concentran en la especialización de productos
• Las empresas multinacionales están jugando un papel capital. Sus ingresos totales y sus inversiones
directas en el extranjero ascendieron al 21% del PIB mundial en 1997
• Las transacciones financieras a corto plazo están superando las exportaciones mundiales. En 1989,
por ejemplo, el promedio de giro diario en los mercados monetarios de cambio mundiales equivalía a
56 veces el volumen diario de las exportaciones de bienes y servicios. En 1998, según la OIT,
ascendía como mínimo a 78 veces esas exportaciones
• La innovación tecnológica, y en especial la convergencia de las tecnologías de información y
comunicación, ha transformado los procesos de producción, acortado los ciclos de vida de los
productos y revolucionado los servicios haciendo que sean más los que se pueden comercializar
7
Mundialización: las oportunidades
Se están creando puestos de trabajo a medida que aumentan las oportunidades de las empresas con la
reducción de las barreras comerciales y la descentralización de la producción para aprovechar los beneficios
específicos derivados de la ubicación de sus instalaciones (por ejemplo, trabajo barato no adiestrado o
adiestrado). El caso más llamativo es el de las zonas francas de expoertación (ZFE), como se describe en otro
lugar.
Otras novedades son la subcontratación de actividades por las empresas, la mayor especialización y nuevas
formas de organización del trabajo. Todas tienen algunos efectos positivos sobre el empleo, directos e
indirectos. La extensión de la subcontratación ha generado como mínimo 200 millones de empleos en todo el
mundo. Las nuevas formas de organización del trabajo han traído consigo un aumento de formas de empleo
no estándares, con ventajas para determinados grupos. Trabajadores con responsabilidades familiares,
profesionales altamente capacitados, migrantes y adultos enrolados en algún tipo de formación han podido
optar por trabajos a tiempo parcial, temporales, desde el propio hogar o por un tiempo determinado.
La mayor especialización y la aplicación generalizada de tecnologías avanzadas han estimulado un aumento
de la demanda de mano de obra adiestrada en campos como la tecnología de la información, los servicios
financieros (y otros) especializados a las empresas, la ingeniería de materiales y la biotecnología. En conjunto,
las oportunidades de empleo para las mujeres en los sectores de acto desarrollo siguen siendo limitadas,
principalmente porque no han recibido la formación profesional requerida.
Experiencias de signo diverso
Los datos disponibles sugieren que, como grupo, las mujeres están quedándose atrás en cuanto a gozar de los
beneficios de la mundialización. ¿A qué se debe este fenómeno? Ciertos factores estructurales, entre otros,
ayudan a explicarlo:
• El cambio tecnológico y las estrategias de producción especializadas tienden a favorecer a los
trabajadores con alto nivel de formación y de educación, una categoría en la que las mujeres están
seriamente infrarrepresentadas
• La inversión en formación en aquellos segmentos del mercado del trabajo en los que predominan las
mujeres se considera poco rentable. Por consiguiente, sus oportunidades de actualizar su formación en
el nivel de la empresa son menores que las que se les ofrecen a los hombres
• Tanto si trabajan en empresas orientadas a la exportación como si lo hacen en industrias que compiten
con las importaciones, las mujeres se ocupan en tareas que tienen mayores probabilidades de ser
subcontratadas, reubicadas en el extranjero o suprimidas por las nuevas tecnologías que ahorran mano
de obra
• Ante las crecientes presiones de la competencia, muchas empresas están introduciendo nuevas formas
de organización como parte de sus estrategias para incrementar su eficiencia y reducir costos. Esto
lleva a un aumento del empleo no regulado; es decir, falta de seguridad en el empleo (algunas
empresas no extienden contratos de trabajo escritos), limitadas posibilidades de formación y
promoción en la carrera, e inadecuada cobertura de seguridad social en términos de pensiones para la
vejez, seguro de enfermedad y protección de la maternidad.
• Las tradicionales diferencias salariales en función del género parecen ahondarse en las economías en
proceso de mundialización. Esto puede explicarse por los efectos acumulativos de unas prácticas
discriminatorias persistentes, por la polarización cada vez más acusada entre trabajo adiestrado y
trabajo no adiestrado (en la que las mujeres han quedado atrapadas en el círculo vicioso "trabajo no
adiestrado−trabajo mal pagado"), y al bajo porcentaje de afiliación sindical de las mujeres, que las
excluye de la cobertura de los convenios colectivos que establecen las escalas salariales y las
8
condiciones de trabajo
Políticas para responder a ese reto
Para alcanzar los dos objetivos gemelos de desarrollo y equidad pareceríka justificable algún grado de
intervención de los gobiernos, con la implicación de los interlocutores sociales. Entre las medidas, se podrían
incluir:
• Promulgar una legislación que promueva la igualdad para proteger a las mujeres contra las prácticas
discriminatorias en relación con la contratación, la remuneración y la promoción
• Fortalecer los servicios de inspección laboral para controlar el cumplimiento de la normativa laboral
nacional
• Extender los convenios colectivos para que den cobertura a los trabajadores no organizados en
sectores e industrias concretos, donde los salarios y las condiciones laborales se encuentren en
desventaja con los de los trabajadores organizados de los mismos sectores e industrias
• Reformar los sistemas de seguridad social para permitir que los trabajadores ocupados en empleos no
estándares tengan una mejor cobertura social
• Mejorar las "redes de seguridad" sociales de forma que garanticen un mínimo de estándares de
protección para los grupos vulnerables, tales como los que trabajan en malas condiciones, los parados
de larga duración y las familias encabezadas por mujeres sin cónyuge
• En los centros educativos, y en todos los niveles, fijar objetivos de matriculación y de graduación para
niñas y mujeres, con vistas a reforzar los conocimientos y habilidades que redundarían en un aumento
de sus oportunidades de empleo
• Introducir reformas curriculares, programas de escolarización y servicios de asesoramiento para
orientar a las mujeres hacia las disciplinas y los programas de formación en campos en los que se
prevé un aumento de la demanda de trabajo
• Promover el diálogo social y la participación activa de las organizaciones de empleadores y de
trabajadores en el diseño de políticas y en desarrollo de programas centrados en:
− Mejorar el acceso de las mujeres a los programas de aprendizaje en la empresa y a la formación de los
trabajadores en el propio lugar de trabajo
− Procurar el reciclaje de las mujeres en campos no tradicionales y proporcionar a a aquellas que deseen
montar sus propios negocios diversas formas de asistencia, prestando particular atención a las mujeres del
medio rural que quieran diversificar su trabajo en actividades no agrícolas
− Proporcionar atención adecuada a los niños, así como otros servicios para facilitar el empleo de las mujeres
y su reincorporación al mercado del trabajo después de las interrupciones por razones familiares
Las desigualdades por razón del género en el mercado del trabajo y en la empresa no son nada nuevo, pero los
cambios asociados con la mundialización parecen estar acentuando los efectos de los factores de actitud, de
política y de estructura que desde mucho tiempo atrás han venido combinándose para limitar el progreso
social y económico de las mujeres. El conjunto adecuado de políticas destinado a remediar estos problemas
diferirá necesariamente de un país a otro, pero hay cuatro "pilares sociales" que deberían apuntalar
cualesquiera medidas se tomen para extender los beneficios de la mundialización entre los trabajadores en
general y entre las mujeres trabajadoras en particular.
Los cuatro pilares sociales
• Igualdad de acceso a la educación y a la formación
• Una red de seguridad social que funcione con eficacia
• Reglamentaciones laborales que combinen la necesidad de adaptabilidad con la de protección
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• La observancia de las normas básicas del trabajo
Fuentes
Kacowicz, Arie M. (1999) Regionalization, Globalization and Nationalism: Convergent, Divergent, or
Overlaping?, in Alternatives, vol. 24, n. 4, oct−dez, 527−555.
Sztompka, Piotr (1995) Sociología del Cambio Social, Alianza Editorial, Madrid.
Globalización: Algunas Perspectivas e Interpretaciones, Internet −
http://www.forum−global.de/soc/bibliot/machado/gloperspecinterpre_machado.htm
http://attac.org/esp/themes/mondialisation.htm
http://www.cinterfor.org.uy/public/spanish/region/ampro/cinterfor/temas/gender/doc/cinter/pacto/cue_gen/ret_mun.htm
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