Centro de Estudios Judaicos Curso: Tanaj www.cejlookstein.org.il Centro de Estudios Judaicos Curso: Tanaj A manera de Introducción La santificación y compilación de los libros del Tanaj Con el paso de las generaciones, el pueblo judío fue eligiendo entre los numerosos textos y escritos religiosos acumulados a través de las generaciones, elevando su rango y dignidad como 'consagrados', término que en hebreo es similar al de 'santificados'. Estos textos eran guardados en los templos o en las casas dedicadas a los estudios religiosos. Con la aparición y aumento del número de textos consagrados, se fueron compilando distintas colecciones según las distintas temáticas de cada una de ellas. Ya desde la 'Generación del Desierto' (los salidos de Egipto) se comenzó el proceso de canonización, que cobró autoridad definitiva recién en época de Ezra el escriba (Ezra HaSofer), con el retorno a Sión de los exiliados en Babilonia. La necesidad ineludible de distinguir entre categorías de libros se presentó por la existencia de un número considerable de escritos variados, tanto religiosos, como históricos y didácticos, designados antiguamente como "Los libros" y también "Kitvei HaKodesh" o "Escritos Sagrados". La labor de dilucidar la santidad o no, se comenzó, presumiblemente, en tiempos de Ezra HaSofer (siglo 5 a.e.c.), y se continuó por espació de vario siglos. La canonización completa del TaNaJ no quedó terminada, en su forma actual, antes del segundo siglo de la era común. Transcurrieron cerca de 700 años en este proceso ya que las decisiones a tomar no eran sencillas. Sin embargo, dada la imperiosa urgencia de acordar la efectiva santidad de tales escritos, es que la tarea fue asumida con esmero y dedicación por los dirigentes del pueblo, para prevenir la intromisión o introducción de elementos que perturbaran la verdadera raíz ideológica nacional del pueblo judío. El peligro de asimilarse culturalmente a las potencias extranjeras fue aumentando luego de la diáspora en Babilonia, por lo www.cejlookstein.org.il 2 Centro de Estudios Judaicos Curso: Tanaj cual la tarea de fijar y canonizar los libros que compondrían la Biblia hebrea, fue ejecutada con mayor perseverancia. Los 24 libros que se incorporaron al Canon judío, están divididos en tres unidades básicas: la Torá (Pentateuco), los Neviim (Profetas) y los Ketuvim (Hagiógrafos o Escritos Sagrados). La Torá (que puede ser traducida como Ley o Enseñanza) comprende los cinco libros de Moisés, de ahí sus otras denominaciones: Jumash (los cinco) o Pentateuco, que en griego también refiere al número de tomos que la componen. Según la tradición rabínica, a partir de la era del escriba Ezra, se afirmó que la naturaleza de la misma es por revelación divina a Moisés. Por esta causa, la Torá se constituyó en el núcleo del judaísmo y en su expresión escrita más sagrada. La aceptación de su origen divino fue mantenida fielmente, durante milenios, por la gran mayoría de los miembros del Pueblo judío. Maimónides dispuso esta afirmación como uno de los principios básicos del sistema ideológico judío. Según el mismo sabio, negar la divinidad incluso de una letra es sinónimo de apostasía. Por lo tanto, para el judaísmo todo el texto de la Torá tiene su origen única y exclusivamente en la palabra de D's, siendo Moisés Su escriba. Los libros proféticos o Neviim contienen los escritos históricos desde el libro de Josué hasta los Reyes, y los profetas de Isaías a Malají. Muchos de ellos fueron puestos por escrito por obra de los 'Benei Neviim', las sectas de discípulos de los profetas, aunque también es probable que sea obra de los escribas o de los secretarios de los profetas. Hasta el siglo 5 a.e.c. la sección de los Neviim aún no estaba canonizada, pues sencillamente no existía en parte, o se estaba escribiendo. Según ciertos www.cejlookstein.org.il 3 Centro de Estudios Judaicos Curso: Tanaj investigadores, la canonización de esta sección quedó concluida hacia el año 200 a.e.c., durante el período de Simón II (años 219-199 a.e.c.). En los Ketuvim (Hagiógrafos) se hallan reunidos: Divrei Haiamim (las Crónicas), Rut, Tehilim (los Salmos), Job, Mishlei (los Proverbios), Kohelet (Eclesiastés o Predicador), Shir HaShirim (el Cantar de los cantares), Eijá (Lamentaciones), Daniel, Ester y Ezra-Nejemia. La admisión de uno u otro de esos libros como canónicos todavía se discutía durante el segundo siglo de la era común. Indicio instructivo respecto de los criterios que la determinaban, ofrecen las dudas formuladas en torno a escritos como Ester y el Shir HaShirim, a causa de su carácter secular. También el libro de Kohelet, cuyo pesimismo eminentemente heleno parecía incompatible con el fundamental principio teológico de la bondad y providencia de Dios, así como de Su constante atención por sus criaturas. Tanto este último libro como el de Job fueron revisados y cuestionados antes de su final canonización. El orden de los Ketuvim se alteró varias veces, estableciéndose definitivamente a fines del siglo 15 de la era común en la primera impresión del TaNaJ hebreo. (El orden del TaNaJ es diferente al de la Biblia editada por cristianos). EI Canon judío, en conjunto, contiene veinticuatro libros: los cinco del Jumash, ocho de los Neviim (contándose los doce Profetas Menores como unidad), y once Hagiógrafos, por lo cual el TaNaJ recibe también el nombre de Esrim VeArba, 'Los veinticuatro'. Capital importancia tuvo el rey Hizkiau, al ordenar que escribas especializados procedieran a copiar con detalle y esmero los libros que ya habían sido consagrados popularmente (ver referencia al respecto en el libro de Proverbios (Mishlei) cap.25, versículo 1). www.cejlookstein.org.il 4 Centro de Estudios Judaicos Curso: Tanaj Cualquier otro escrito de la literatura bíblica, como el libro de los Macabeos, Ben Siraj y demás libros apócrifos (denominados Jitzonim o Guenuzim), está considerado como profano. Su lectura está considerada como inútil e incluso perjudicial para el vulgo, pues sólo trae la confusión al espíritu piadoso, tal como los sabios enseñaron a partir del versículo que se inserta en el cierre del libro Eclesiastes (Kohelet) cap. 12:12, que expresa: "Ahora, hijo mío, a más de esto, sé avisado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio aflicción es de la carne" (Es interesante mencionar que en una época el libro Kohelet era el que culminaba la colección del Canon, por lo cual sus palabras finales servían en efecto como cierre al TaNaJ, pero, al variar el orden de los libros, la interpretación tradicional dada al final de Kohelet es el que hemos transcrito). Estos libros declarados prohibidos fueron atribuidos a los falsos profetas, contra los que se ensañaron singularmente varios de los verdaderos profetas de Israel, en especial Ezequiel 13:9. Por su parte, la santidad de los libros canonizados por los Sabios, reside en la creencia tradicional que todos sus autores eran profetas que los escribieron con espíritu divino. Por consiguiente su estudio es cumplir con el precepto de estudiar Torá y los textos son guardados en un lugar consagrado, en señal de santidad y reverencia a los mismos. www.cejlookstein.org.il 5