BARAÑAIN DE CUENTO EN CUENTO (Nos movemos por África) Abril, Mayo y Junio 2015 Lo primero fueron los cuentos. No cuesta nada imaginar a los hombres y mujeres del Paleolítico en una cueva, alrededor del fuego y advirtiendo a los mas pequeños de que no conviene bromear con que viene el lobo. Y lo harían a través de un cuento. Los cuentos fueron la primera escuela, la primera biblioteca, el primer teatro. A través de los cuentos se han transmitido los conocimientos y los valores que se consideraban necesarios para la supervivencia y la vida en común. Han servido para conservar la memoria de la tribu y para entretener las largas noches del invierno. Y esto ha sido así desde el principio. Lo prodigioso es que hayan sobrevivido y hayan llegado hasta nuestros días. Algunos cuentos constituyen en sí mismos maravillosos restos arqueológicos. El texto de Augusto Monterroso que con sus apenas siete palabras –“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”- pasa por ser el más corto, bien podría ser al mismo tiempo el cuento más antiguo. Si fuéramos remontando el río de la historia iríamos viendo desaparecer tantas cosas. En poco más de una década nos habríamos quedado sin ordenadores y sin teléfonos móviles. En un siglo, sin televisión, sin radio, sin cine. En cinco siglos nos habríamos quedado sin revistas, sin periódicos, sin imprenta. En un milenio no habría catedrales ni ciudades. Después nos iríamos quedando sin libros, sin edificios, sin barcos, sin agricultura, sin animales domésticos y los cuentos aun seguirían allí. Los cuentos conectan con nuestra fantasía y alimentan nuestra imaginación, eso es verdad, pero son mucho más que eso. Nos sirven para saber de dónde venimos y para conocer otras culturas y otras formas de estar en el mundo, también eso es cierto, pero sobre todo son valiosos porque nos ayudan a conocemos a nosotros mismos. Como han explicado algunos especialistas como Bruno Bettelheim gracias a los cuentos entendemos mejor nuestra ansiedad y 1 nuestros miedos, qué nos pasa cuando nos enamoramos, cuando envejecemos o cuando nuestros seres queridos nos abandonan. Los cuentos han servido siempre para dar cohesión a los grupos humanos. Hay pocas cosas que hagamos en común y que lleguen con la misma intensidad a pequeños y mayores. Es un momento mágico ese en el que un niño o una niña con ojos como platos escuchan a una persona mayor gesticulando mientras le cuenta un cuento. Pocas cosas tan emocionantes como escuchar los cuentos que les contaban en su infancia en lugares muy distantes a personas que ahora viven aquí, pocas maneras más efectivas de sentirnos un poco más unidos y de mirarnos con menos desconfianza. Convencidos de la importancia de todo esto, en Barañain, hemos unido nuestros esfuerzos varios servicios culturales –la biblioteca, el área de cultura, el Baragazte, la Ludoteca, el Auditorio, la Escuela de música, el Servicio de inmigración, el área de igualdad- y con la colaboración de asociaciones como la Escuela Social de Barañain o la ONG Nakupenda África, hemos programado una serie de actividades en torno al cuento que culminarán con un gran maratón que tendrá lugar en la plaza del complejo cultural el 5 de junio. Nos hemos propuestos estar doce horas contando cuentos (de 9:30 de la mañana a 12:30 de la noche) con dos interrupciones para comer y cenar, y para eso hemos pedido su colaboración a mucha gente. Durante las dos primeras semanas de mayo abriremos el plazo para que todas las personas que quieran participar contando un cuento se pasen por la biblioteca a dar su nombre y a decir el título del cuento y la franja horaria en la que estrían dispuesto a comprometerse. Solo pondremos tres condiciones: que los cuentos sean contados (no leídos), que nadie repita (solo se puede contar un cuento por persona) y que ningún cuento tenga una duración de más de cinco minutos. Por lo demás, se pueden contar en solitario o entre varias personas, en distintos idiomas, con acompañamientos musicales, lo pueden hacer personas de distintas edades… Como este Maratón está vinculado con la campaña de solidaridad y sensibilización –Nos movemos por África- que desde hace diez años se celebra en Barañain, nos encargaremos de que los cuentos africanos tengan una presencia destacada. Nuestra intención es que sea una fiesta popular y participativa, una jornada de reivindicación de la palabra y la convivencia y nos gustaría contar con mucha gente. Nuestro objetivo es que se acerquen ese día a contar y a escuchar cuentos todo el mundo, empezando por los niños y niñas de todos los colegios de Barañain y sus maestros y maestras (que puedan venir en horario escolar a escuchar los cuentos y los puedan trabajar antes en clase), con la comunidad 2 educativa del instituto y la escuela infantil, con representantes de asociaciones y colectivos (que animen a sus asociados), con los cargos electos (alcalde y concejales), con políticos y periodistas, con narradores profesionales, con actores y actrices, con artistas, con escritores. Todos ellos tienen cabida, faltaría más, pero son las personas las que nos interesan. Las personas que están debajo de esos cargos y esas distinciones. Además (y para darle más sentido a todo esto), en los meses previos al Maratón en la biblioteca se va a organizar un Taller de diez horas para enseñar a contar cuentos orientado a padres y madres, abuelos, educadores (y para cualquier personas interesada). Y también haremos un Taller Express de 2 horas de duración y gratuito para que actores y actrices profesionales proporciones unas nociones básicas a los participantes en el Maratón (eso será el 1 de junio) Programaremos también una charla sobre la importancia de la tradición oral a cargo de Alfredo Asiain, uno de los fundadores del Archivo del patrimonio inmaterial de Navarra. También nos gustaría que este Maratón sirviera para aglutinar a fotógrafos de la localidad porque uno de los objetivos será hacer un certamen y una exposición con las mejores fotos de esa jornada. Por último, quizás sea el momento de pensar en la creación de un Seminario permanente para el estudio y la difusión del cuento y la narración oral y en el que tengan cabida narradores profesionales, profesores, bibliotecarios, técnicos culturales y todas las personas que por una u otra razón estén interesadas en el tema… 3