Mision compartida octubre

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Durante todo el año, todos cuantos nos sentimos llamados a vivir la misión menesiana desde nuestros
diferentes estados de vida, vamos a centrarnos en vivirla en el día a día, en los acontecimientos más
sencillos que tejen nuestra vida, en las relaciones (los “lazos”) de todos los días: la acción educativa, el
encuentro con los colegas, los pobres que circulan en las aceras de la vida, la vida familiar, la oración
comunitaria. En todos esos recodos está presente el Señor que incita y alegra, estimula y reclama.
La forma de hacerlo será sencillo: Un documento con la experiencia y las palabras de Juan María de la
Mennais; nuestra vida para ir confrontándola con los textos: un cuestionario para profundizar; una reunión
previa con las personas más vinculadas (familia, comunidad laical, cada comunidad religiosa) ...y una
reunión general de formación de Hermanos y laicos donde reflexionaremos, oraremos y celebraremos los
hallazgos de todo el mes.
Mes de octubre: Dios está aquí
1ª Semana
La Regla de Vida de los Hermanos Menesianos en su Directorio número 8, dice algo que es nuclear en las
espiritualidad menesiana y que, por tanto, es válido para cada estado de vida que quiera vivir el evangelio
desde las claves menesianas. Dice así
1Para mantener intacta la fuerza de su primer ardor, el Hermano renueva a menudo el don gozoso de si
mismo; pide al Espíritu Santo que abra su corazón a una fe que le haga ver, con la mirada de Cristo, el
mundo, los hombres y los acontecimientos. Al enfrentarse con las tareas de la vida religiosa apostólica,
sabe que no puede apoyarse ni en sí mismo ni únicamente en garantías humanas.
«Como si viera al Invisible», deposita toda su confianza en Dios. Acepta con serenidad el derrotero
misterioso y con frecuencia desconcertante de una vida de servicio, animada por una fe viva.
Ver la vida (el mundo, los hombres, los acontecimientos) con los ojos de Cristo y descubir detrás de ellos
la presencia bondadosa, cercana y tierna de un Dios Padre-Madre de todos
Intento confrontar si la manera de ver a las personas es coincidente con las actitudes generosas,
benevolentes de Jesús.
2ª Semana
Comprender nuestro tiempo como el tiempo en el que Dios está presente y trabaja.
Desde 1813 hasta el año de su muerte, Juan María arde sin descanso en el fuego de la acción.
La historia de los hombres no le separa ni le dificulta la presencia de Dios sino que en cada uno de sus
pliegues ve la mano de Dios que opera en ella
Juan María desde entonces considera esencial el comprender el tiempo en el que Dios le ha hecho vivir. Y
así los acontecimientos que le pueden resultar más opacos a la presencia del Padre y más contradictorios
para él (como la Revolución) se convierten en momentos de llamada y de gracia.
“En cuanto a mí, no renuncio al estudio de la historia de estos tiempos prodigiosos a los
que nos ha destinado la Divina Providencia, al estudio de esta revolución que ha agitado
así nuestra cuna y que, creo, va a durar más que nosotros (lit:: nos va a sobrevivir)” (A
Querret 1815)
« Normalmente no tenemos suficientemente en cuenta los cambios que se han operado
desde hace veinticinco años en las ideas, en las costumbres y en los modos de vida de los
hombres » (A Bruté 1815)
Se preocupa de “sentir” las aspiraciones, las necesidades y las condiciones de vida de los hombres de su
tiempo, gracias a una preocupación aguda por la información exacta, variada y extensa
Cada día lee los periódicos, los ojea rápidamente. Y cuando viaja, lleva en su berlina cantidad de libros y
diarios, para aprovechar el tiempo libre.
Toma las medidas para que los Hermanos sean, gracias a un estudio constante, perfectamente
competentes en su tarea:
“Le recomiendo que haga adelantar a los Hermanos en los estudios lo más posible” ( Al Hno.
Ambrosio 1827)
“Los Hermanos Directores velarán para que los Hermanos colocados bajo su sutoridad
trabajen en insturirse a sí mismo. Les ayudarán a ello con todos los medios”
- Cómo es mi preocupación para percibir la mano de Dios en todos los aconteciemintos, culturales,
sociales, políticos.
- Qué visión tengo de la cultura , de los jóvenes... ¿Los demonizo, los acojo con empatía crítica ?
3ª Semana
Juan María, penetrado de la “espiritualidad del ahora”, no pierde ocasión para educar a sus hijos en
encontrar a Dios en todo momento, con una gran libertad interior, en su vida diaria.
Un Hermano, que por dos veces no ha podido hacer la lectura espiritual en el momento señalado
por el reglamento, pregunta al Padre si tiene que hacerla durante la clase de escritura de los
alumnos. La respuesta es: “No” (Al Hno. Lorenzo, 1823)
Juan María responde de la misma forma a preguntas semejantes. A uno, por ejemplo: “Cuando
has estado importunado por ocupaciones extraordinarias e inevitables, no tienes por qué volver a
hacer los ejercicios que has tenido que omitir: si no, vas a estropearlo todo” (Al Hno. Ambrosio,
1824)“No estás obligado a hacer los ejercicios espirituales que no has hecho sin culpa tuya” (Al
Hno. Luciano, 1831).
Por otra parte hace observar a un Hermano tentado de sobrecargarse de trabajo que “los recreos
son tan necesarios como el trabajo” (Al Hno. Fernando) y exige a otro con un ascetismo
rayando lso límites de la discreción : “Durante la cuaresma, no debes ayunar: por lo menos
tienes que comer un trozo de pan seco por la mañana antes de clase” (Al Hno. Marcelo)
-
Hago el ejercicio de la lectio vitae para ver la mano de Dios en todos los acontecimientos de mi
jornada.
Mi oracion diaria es una oración « habitada » por las personas, por los niños y jóvenes, por los
« lazos » que diariamente establecemos
4ª Semana
Juan María comunica a sus hijos la certeza de que son agradables a Dios los que encarnan en el humilde
día a día la adhesión amorosa a la voluntad de Dios:
A los Hermanos les recordará la exigencia fundamental del “sacerdocio existencial” del religioso:
“Si el rezo del oficio de los Ángeles no te estorba a otras ocupaciones, te lo permito gustoso.
Pero temo que descuides lo que tienes que hacer. No reces este oficio más que el jueves y el
domingo. Trata de vivir como un ángel” (Al Hno. Adolfo)
Muy característica de esta espiritualidad ignaciana de “contemplativos en la acción” que Juan María trata
de inculcar a sus discípulos es este artículo de las Reglas que se presentaba en las Reglas de 1825, 1835,
1851 y en 1865
“Cuando lleves a los niños a la misa, cuida de ellos con mucho cuidado. Las miradas que echas
a los alumnos, para ver cómo se comportan en la iglesia, no son verdaderas distracciones. Todo
cuanto se hace por la salvación de las almas y por la gloria de Dios es un tipo de oración que le
es muy agradable”
Según el juicio de Juan María, lo que importa es el mantenerse fieles al hoy de Dios
-
¿Cómo trato de vivir todo esto en mi jornada ?
¿Qué situaciones son para mí más fáciles de ser vistas como atravesadas de la mano de Dios ?
¿Qué situaciones me resultan más difíciles ?
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