SENTENCIA DEL TRIBUNAL DE JUSTICIA (Sala Segunda)

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SENTENCIA DEL TRIBUNAL DE JUSTICIA (Sala Segunda)
de 11 de diciembre de 2008 (*)
«Convenio de aplicación del Acuerdo de Schengen – Artículo 54 – Principio ne bis in
idem – Ámbito de aplicación – Condena en rebeldía por los mismos hechos – Concepto
de “juzgado en sentencia firme” – Normas procesales de Derecho nacional – Concepto
de “sanción que no puede ejecutarse ya”»
En el asunto C-297/07,
que tiene por objeto una petición de decisión prejudicial planteada, con arreglo al
artículo 35 UE, por el Landgericht Regensburg (Alemania), mediante resolución de 30
de mayo de 2007, recibida en el Tribunal de Justicia el 21 de junio de 2007, en el
proceso penal seguido contra
Klaus Bourquain,
EL TRIBUNAL DE JUSTICIA (Sala Segunda),
integrado por el Sr. C.W.A. Timmermans, Presidente de Sala, y los Sres. J.-C. Bonichot,
J. Makarczyk, P. Kūris y L. Bay Larsen (Ponente), Jueces;
Abogado General: Sr. D. Ruiz-Jarabo Colomer;
Secretario: Sr. R. Grass;
habiendo considerado los escritos obrantes en autos;
consideradas las observaciones presentadas:
–
en nombre del Sr. Bourquain, por el Sr. C.-M. Engel, Rechtsanwalt;
–
en nombre del Staatsanwaltschaft Regensburg, por el Sr. J. Plöd, Leitender
Oberstaatsanwalt;
–
en nombre del Gobierno checo, por el Sr. T. Boček, en calidad de agente;
–
en nombre del Gobierno húngaro, por la Sra. J. Fazekas, en calidad de agente;
–
en nombre del Gobierno neerlandés, por la Sra. C. Wissels y el Sr. M. de Grave,
en calidad de agentes;
–
en nombre del Gobierno portugués, por el Sr. L. Fernandes, en calidad de agente;
–
en nombre del la Comisión de las Comunidades Europeas, por el Sr. R. Troosters
y la Sra. S. Grünheid, en calidad de agentes;
1
oídas las conclusiones del Abogado General, presentadas en audiencia pública el 8 de
abril de 2008;
dicta la siguiente
Sentencia
1
La petición de decisión prejudicial tiene por objeto la interpretación del
artículo 54 del Convenio de aplicación del Acuerdo de Schengen, de 14 de junio de
1985, entre los Gobiernos de los Estados de la Unión Económica del Benelux, de la
República Federal de Alemania y de la República Francesa, relativo a la supresión
gradual de los controles en las fronteras comunes (DO 2000, L 239, p. 19), firmado el 19
de junio de 1990 en Schengen (Luxemburgo) (en lo sucesivo, «CAAS»).
2
Dicha petición se presentó en el marco de un proceso penal entablado en
Alemania el 11 de diciembre de 2002 contra el Sr. Bourquain, de nacionalidad alemana,
por homicidio, siendo así que una autoridad judicial de otro Estado contratante ya le
había condenado en rebeldía por los mismos hechos el 26 de enero de 1961.
Marco jurídico
Derecho de la Unión Europea
3
A tenor de lo dispuesto en el artículo 1 del Protocolo por el que se integra el
acervo de Schengen en el marco de la Unión Europea, incorporado como anexo al
Tratado de la Unión Europea y al Tratado constitutivo de la Comunidad Europea por
el Tratado de Ámsterdam (en lo sucesivo, «Protocolo»), trece Estados miembros de la
Unión Europea, entre ellos la República Federal de Alemania y la República Francesa,
quedaron autorizados a establecer entre sí una cooperación reforzada en el ámbito de
aplicación del acervo de Schengen, tal como se define en el anexo de dicho Protocolo.
4
En particular, forman parte del acervo de Schengen, así definido, el Acuerdo
entre los Gobiernos de los Estados de la Unión Económica del Benelux, de la República
Federal de Alemania y de la República Francesa, relativo a la supresión gradual de los
controles en las fronteras comunes, firmado en Schengen el 14 de junio de 1985 (DO
2000, L 239, p. 13), y el CAAS.
5
Con arreglo a la segunda frase del artículo 2, apartado 1, párrafo segundo, del
Protocolo, el Consejo de la Unión Europea adoptó, el 20 de mayo de 1999, la Decisión
1999/436/CE, por la que se determina, de conformidad con las disposiciones
pertinentes del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea y del Tratado de la
Unión Europea, la base jurídica de cada una de las disposiciones o decisiones que
constituyen el acervo de Schengen (DO L 176, p. 17). Del artículo 2 de la citada
Decisión, en relación con el anexo A de ésta, se desprende que el Consejo estimó que la
base jurídica de los artículos 54 a 58 del CAAS está constituida por los artículos 34 UE
y 31 UE.
2
6
A tenor del artículo 54 del CAAS, que forma parte del capítulo 3, denominado
«Aplicación del principio non bis in idem», del título III de éste, a su vez denominado
«Policía y seguridad»:
«Una persona que haya sido juzgada en sentencia firme por una Parte contratante no
podrá ser perseguida por los mismos hechos por otra Parte contratante, siempre que,
en caso de condena, se haya ejecutado la sanción, se esté ejecutando o no pueda
ejecutarse ya según la legislación de la Parte contratante donde haya tenido lugar la
condena.»
7
El artículo 57, apartados 1 y 2, del CAAS dispone:
«1.
Cuando una persona esté acusada de una infracción por una Parte contratante
cuyas autoridades competentes consideren que la acusación se refiere a los mismos
hechos por los que ya fue juzgada en sentencia firme por otra Parte contratante, dichas
autoridades solicitarán, si lo estiman necesario, las informaciones pertinentes a las
autoridades competentes de la Parte contratante en cuyo territorio ya se hubiere
dictado una resolución judicial.
2.
Las informaciones solicitadas se remitirán cuanto antes y serán tenidas en cuenta
para el curso que deba darse al procedimiento entablado.»
8
El artículo 58 del CAAS establece:
«Las disposiciones anteriores no serán obstáculo para la aplicación de las disposiciones
nacionales más extensivas relativas al efecto non bis in idem vinculado a las resoluciones
judiciales dictadas en el extranjero.»
9
En lo que atañe al ámbito de aplicación territorial de los artículos 54 a 58 del
CAAS, se desprende del artículo 6 de la Decisión 1999/436 que dicho ámbito de
aplicación está definido en el artículo 138 del CAAS. Este último artículo establece:
«Respecto de la República Francesa, las disposiciones del [CAAS] sólo se aplicarán al
territorio europeo de la República Francesa.
[…]»
10 De la Información relativa a la fecha de entrada en vigor del Tratado de
Ámsterdam, publicada en el Diario Oficial de la Comunidades Europeas de 1 de mayo de
1999 (DO L 114, p. 56), se desprende que la República Federal de Alemania realizó una
declaración con arreglo al artículo 35 UE, apartado 2, mediante la cual aceptó la
competencia del Tribunal de Justicia para pronunciarse según las modalidades
previstas en el artículo 35 UE, apartado 3, letra b).
Derecho nacional
3
11 El artículo 120, párrafos séptimo a noveno, del code de justice militaire pour
l’armée de terre (JORF de 15 de marzo de 1928; Código de Justicia Militar del Ejército
de Tierra francés), en su versión vigente el 26 de enero de 1961, dispone:
«La sentencia en rebeldía, dictada según las formalidades ordinarias, será notificada
[…] al procesado rebelde o en su domicilio.
En los cinco días siguientes a dicha notificación, el procesado rebelde podrá promover
oposición. Expirado el plazo sin haberse promovido oposición, la sentencia se reputará
dictada en procedimiento contradictorio.
Ahora bien, si la notificación no se hubiera entregado a persona alguna o de los
documentos de ejecución de la sentencia no se infiera que el condenado ha tenido
conocimiento de ella, cabrá promover oposición hasta la expiración del plazo de
prescripción de la pena.»
12 El artículo 121 de dicho Código, en la versión modificada aplicable a los hechos,
dispone, mediante remisión al artículo 639 del code de procédure pénale (Código de
Enjuiciamiento Penal francés), que, en caso de reaparición del condenado en rebeldía
antes de haber prescrito la pena, no se ejecutará ésta, sino que se entablará un nuevo
proceso en presencia del acusado.
13 De conformidad con el artículo 763 del code de procédure pénale, el plazo de
prescripción para la ejecución de las penas, al que se refieren los artículos 120, párrafo
noveno, y 121 del code de justice militaire, es de 20 años.
14 El artículo 1 de la loi nº 68-697, du 31 juillet 1968, portant amnistie (Ley nº 68-697,
de 31 de julio de 1968, de Amnistía; JORF de 2 de agosto de 1968, p. 7521), que forma
parte del título I de dicha Ley, titulado «De la amnistía general de todas las
infracciones cometidas en relación con los sucesos de Argelia», dispone:
«Quedan amnistiadas de pleno derecho todas las infracciones cometidas en relación
con los sucesos de Argelia.
Se considerarán infracciones cometidas en relación con los sucesos de Argelia todas
aquellas cuyos autores hayan sido militares que sirvieron en Argelia durante el
período al que se refiere el párrafo primero del presente artículo.»
15 El artículo 4, apartado 1, de dicha Ley precisa que los efectos de la amnistía son
los establecidos en los artículos 9 a 16 de la loi nº 66-396, du 17 juin 1966, portant
amnistie d’infractions contre la sûreté de l’État ou commises en relation avec les
événements d’Algérie (JORF de 18 de junio de 1966, p. 4915; Ley nº 66-396, de 17 de
junio de 1966, de amnistía de las infracciones contra la seguridad del Estado o
cometidas en relación con los sucesos de Argelia).
16
El artículo 9 de la Ley nº 66-396 dispone:
4
«La amnistía, sin que en ningún caso pueda dar lugar a la devolución de cantidades,
supondrá la extinción de todas las penas principales, accesorias y complementarias,
incluidos el destierro y toda inhabilitación o pérdida de derechos. El autor de la
infracción podrá acogerse a la suspensión que se le hubiera concedido respecto del
cumplimiento de penas por condenas anteriores.»
17
El artículo 15 de dicha Ley precisa lo siguiente:
«Se prohíbe a toda persona que en ejercicio de sus funciones haya tenido conocimiento
de las condenas penales [...] objeto de amnistía referirse, cualquiera que sea la forma, a
dichas condenas o permitir que subsistan referencias a ellas en cualquier documento.
No obstante, esta prohibición no se aplicará a los originales de sentencias y
resoluciones.»
Hechos que originaron el proceso penal y cuestión prejudicial
18 El 26 de enero de 1961, en Bône (Argelia), el Sr. Bourquain, alistado en la Legión
extranjera francesa, fue condenado en rebeldía a la pena de muerte por el tribunal
permanent des forces armées de la zone est constantinoise al ser declarado culpable de
deserción y homicidio.
19 Dicho órgano jurisdiccional, aplicando el code de justice militaire pour l’armée de
terre, consideró probado que, el 4 de mayo de 1960, el Sr. Bourquain, cuando intentaba
desertar en la frontera entre Argelia y Túnez, mató de un disparo a otro legionario,
también de nacionalidad alemana, que pretendía impedir su huída.
20 El Sr. Bourquain, que se había refugiado en la República Democrática Alemana,
no tuvo conocimiento de la notificación de la sentencia dictada en rebeldía, y la pena
impuesta por la sentencia, tras ser reputada contradictoria, no pudo ejecutarse.
21 Posteriormente no se emprendieron ni en Argelia ni en Francia actuaciones
penales contra el Sr. Bourquain. Además, todas las infracciones cometidas en relación
con la guerra de Argelia quedaron amnistiadas en Francia en virtud de las leyes
mencionadas. Sin embargo, en la República Federal de Alemania se abrió una
instrucción por los mismos hechos y en 1962 se libró un mandamiento de arresto
dirigido a las autoridades de la antigua República Democrática Alemana, que lo
rechazaron.
22 A finales de 2001 se tuvo conocimiento de que el Sr. Bourquain vivía en la región
de Ratisbona (Alemania). El 11 de diciembre de 2002, la Staatsanwaltschaft Regensburg
(Fiscalía de Ratisbona) le acusó de asesinato por los mismos hechos ante el órgano
jurisdiccional remitente con arreglo al artículo 211 del Código Penal alemán.
23 En estas circunstancias, el órgano jurisdiccional remitente, mediante escrito de 17
de julio de 2003, solicitó información al Ministerio de Justicia francés, al amparo del
artículo 57, apartado 1, del CAAS, para determinar si la sentencia del tribunal
permanent des forces armées de la zone est constantinoise de 26 de enero de 1961
5
obstaba a la apertura de un proceso penal en Alemania, en vista de la prohibición de
doble enjuiciamiento establecida en el artículo 54 del Convenio.
24 El fiscal del tribunal aux armées de Paris respondió a dicha solicitud de
información exponiendo, entre otros extremos, lo siguiente:
«La sentencia en rebeldía dictada el 26 de enero de 1961 contra [el Sr. Bourquain] ha
adquirido fuerza de cosa juzgada. La resolución de condena a la pena capital es
irrevocable desde 1981. Dado que la prescripción en materia penal es de 20 años con
arreglo al Derecho francés, la sentencia ya no puede ejecutarse en Francia.»
25 Por otra parte, el órgano jurisdiccional remitente encomendó al Max-PlanckInstitut für ausländisches und internationales Strafrecht (Instituto Max-Planck de
Derecho Penal Internacional y Comparado) un dictamen sobre la interpretación del
artículo 54 del CAAS en relación con las circunstancias del asunto principal. En su
dictamen de 9 de mayo de 2006, dicho Instituto llegaba a la conclusión de que si bien la
ejecución inmediata de la condena en rebeldía no era posible por cuestiones específicas
del Derecho procesal francés, en el asunto principal se reunían los requisitos de
aplicación del artículo 54 del CAAS, de modo que no cabía abrir un nuevo proceso
penal contra el Sr. Bourquain. Ese mismo Instituto, en respuesta a una solicitud de
aclaraciones, mantuvo su posición mediante escrito de 14 de febrero de 2007.
26 Al estimar que el artículo 54 del CAAS podía interpretarse en el sentido de que la
primera condena de un Estado contratante debía haber sido ejecutable en algún
momento para que fuese oponible a un nuevo enjuiciamiento en un segundo Estado
contratante, el Landgericht Regensburg decidió suspender el procedimiento y plantear
al Tribunal de Justicia la siguiente cuestión prejudicial:
«¿Una persona definitivamente juzgada por una Parte contratante puede ser encausada
por otra Parte contratante por los mismos hechos cuando, en virtud del derecho del
Estado de condena, la pena que se le impuso jamás pudo ser ejecutada?»
Sobre la competencia del Tribunal de Justicia
27 En primer lugar se ha de recordar que, como resulta del apartado 10 de la
presente sentencia, el Tribunal de Justicia es competente, en virtud del artículo 35 UE,
para pronunciarse en el presente asunto sobre la interpretación del CAAS.
28 En segundo lugar, es menester precisar que el artículo 54 del CAAS se aplica
ratione temporis a un proceso penal como el del asunto principal. En efecto, si bien es
verdad que el CAAS no estaba todavía en vigor en Francia en el momento en que una
autoridad judicial competente de dicho Estado dictó la primera sentencia condenatoria
contra el Sr. Bourquain, sí lo estaba, en cambio, en los dos Estados miembros en
cuestión en el momento de la apreciación de los requisitos de aplicación del principio
ne bis in idem por el órgano jurisdiccional que conoce del segundo procedimiento,
procedimiento que ha dado lugar a la presente remisión prejudicial (en este sentido,
6
véase la sentencia de 18 de julio de 2007, Kraaijenbrink, C-367/05, Rec. p. I-6619,
apartado 22).
29 En tercer lugar, por lo que se refiere al ámbito de aplicación territorial de los
artículos 54 a 58 del CAAS, ha de precisarse que, aun cuando del artículo 6 de la
Decisión 1999/436, en relación con el artículo 138 del CAAS, se desprende que el
artículo 54 del CAAS no ha estado vigente en ningún momento en territorio argelino,
donde tuvo lugar la primera condena del Sr. Bourquain, la aplicación de dicho artículo
54 no puede depender, en circunstancias especiales como las que caracterizan a dicha
condena, del lugar en que ésta se pronunció, ya que el factor decisivo es que fue
pronunciada por una autoridad judicial competente de un Estado que ahora es Parte
contratante del CAAS.
30 Puesto que el artículo 54 del CAAS, como ha destacado acertadamente la
Comisión de las Comunidades Europeas, no exige que el interesado haya sido juzgado
en territorio de una Parte contratante, no cabe interpretar esta disposición, cuya
finalidad es proteger a una persona juzgada en sentencia firme contra un nuevo
enjuiciamiento por los mismos hechos, de tal modo que los artículos 54 a 58 del CAAS
no se puedan aplicar en ninguna circunstancia a personas que han sido juzgadas por
un Estado contratante en el ejercicio de su jurisdicción fuera del territorio cubierto por
dicho Convenio.
31 A este respecto, debe precisarse que el tribunal permanent des forces armées de
la zone est constantinoise era un órgano jurisdiccional francés que aplicó las normas
pertinentes de Derecho francés al condenar al Sr. Bourquain el 26 de enero de 1961.
32 Además, ha de añadirse que, en cualquier caso, el artículo 58 del CAAS autoriza
a la República Federal de Alemania a aplicar disposiciones nacionales más extensivas
relativas al principio ne bis in idem. De este modo, los Estados miembros son libres de
aplicar este principio a resoluciones jurisdiccionales que no se encuentren incluidas en
el ámbito de aplicación del mencionado artículo 54 (véase, en relación con los
procedimientos de extinción de la acción pública, la sentencia de 11 de febrero de 2003,
Gözütok y Brügge, C-187/01 y C-385/01, Rec. p. I-1345, apartado 45).
Sobre la cuestión prejudicial
33 Mediante esta cuestión, el órgano jurisdiccional remitente pregunta, en esencia, si
el principio ne bis in idem establecido en el artículo 54 del CAAS puede aplicarse a un
proceso penal abierto en un Estado contratante por hechos por los que el acusado ya
fue juzgado en sentencia firme en otro Estado contratante, aun cuando en virtud del
Derecho del Estado donde fue condenado no se haya podido ejecutar la pena que le fue
impuesta.
34 Con carácter previo, debe precisarse, por una parte, que, como ha alegado la
Comisión en sus observaciones escritas, una condena en rebeldía, por principio,
también puede entrar en el ámbito de aplicación del artículo 54 del CAAS y, de este
modo, puede suponer un obstáculo procesal a la apertura de un nuevo proceso.
7
35 Así, en primer lugar, del propio tenor del artículo 54 del CAAS se desprende que
las sentencias dictadas en rebeldía no han quedado excluidas de su ámbito de
aplicación, visto que el requisito previo para la aplicación de dicho artículo 54 consiste
únicamente en que una Parte contratante haya pronunciado una sentencia firme.
36 En segundo lugar, es preciso recordar que la aplicación del artículo 54 del CAAS
no está supeditada a la armonización o a la aproximación de las legislaciones penales
de los Estados contratantes en materia de sentencias dictadas en rebeldía (en este
sentido, véase, en relación con los procedimientos de extinción de la acción pública, la
sentencia Gözütok y Brügge, antes citada, apartado 32).
37 En estas circunstancias, el artículo 54 del CAAS, tanto si se aplica a un sentencia
dictada en rebeldía de conformidad con la legislación nacional de un Estado
contratante como si lo es a una sentencia ordinaria, implica necesariamente que exista
una confianza mutua de los Estados contratantes en sus respectivos sistemas de justicia
penal y que cada uno de los referidos Estados acepte la aplicación del Derecho penal
vigente en los demás Estados contratantes, aun cuando la aplicación de su propio
Derecho nacional conduzca a una solución diferente (en este sentido, véase, la
sentencia Gözütok y Brügge, antes citada, apartado 33).
38 Por otra parte, y como han alegado varios Estados miembros y la Comisión en
sus observaciones escritas, debe comprobarse si la condena en rebeldía dictada por el
tribunal permanent des forces armées de la zone est constantinoise constituye una
«sentencia firme» a los efectos del artículo 54 del CAAS, en vista de la imposibilidad de
ejecutar de inmediato la sanción ante la exigencia del Derecho francés de celebrar un
nuevo proceso, una vez hallado el rebelde, en presencia de éste.
39 A este respecto, los Gobiernos checo y húngaro dudan de que la sentencia de
dicho órgano jurisdiccional suponga un obstáculo definitivo al ejercicio de la acción
penal, debido precisamente a la obligación de abrir un nuevo proceso en caso de
detención del rebelde.
40 Ahora bien, el mero hecho de que, con arreglo al Derecho francés, el
procedimiento en rebeldía habría requerido la reapertura del proceso si se hubiera
detenido al Sr Bourquain durante el plazo de prescripción de la pena y antes de ser
amnistiado, es decir, entre el 26 de enero de 1961 y el 31 de julio de 1968, no es óbice de
por sí para que la condena en rebeldía sea calificada, de todos modos, de sentencia
firme a efectos del artículo 54 del CAAS.
41 Así, para alcanzar el objetivo del artículo 54, que pretende evitar que una
persona, por el hecho de ejercer su derecho a la libre circulación, se vea perseguida por
los mismos hechos en el territorio de varios Estados contratantes (véase la sentencia
Gözütok y Brügge, antes citada, apartado 38), resulta necesario respetar, dentro de la
Unión Europea, una sentencia como la dictada el 26 de enero de 1961 por el tribunal
permanent des forces armées de la zone est constantinoise, por la que éste se pronunció
con carácter definitivo sobre los hechos imputados al interesado con arreglo a la
legislación del Estado contratante donde se celebró el primer proceso penal.
8
42 En efecto, ese objetivo podría no alcanzarse si las particularidades de los
procedimientos nacionales, como las recogidas en los artículos 120 y 121 del code de
justice militaire pour l’armée de terre, no permitieran interpretar el concepto de
sentencia firme a efectos del artículo 54 del CAAS de modo que incluya las sentencias
dictadas en rebeldía de conformidad con la legislación nacional.
43 Es preciso señalar que, en cualquier caso, el fiscal del tribunal aux armées de
Paris, sin mencionar que las infracciones del Sr. Bourquain habían sido objeto de
amnistía en 1968, afirmó que la sentencia condenatoria de éste era irrevocable desde
1981, es decir, antes de que en 2002 se abriera el segundo proceso penal en Alemania.
44 En este contexto ha de añadirse que, aun cuando a consecuencia de la Ley
nº 68-697 de Amnistía, y desde la entrada en vigor de ésta, las infracciones del Sr.
Bourquain dejaron de ser punibles, no cabe entender los efectos de dicha Ley, según se
describen en especial en los artículos 9 y 15 de la Ley nº 66-396, en el sentido de que la
primera sentencia haya dejado de existir a efectos del artículo 54 del CAAS.
45 Dado que, en las circunstancias del presente caso, la sentencia dictada sin
presencia del interesado debe considerarse firme a efectos de la aplicación del artículo
54 del CAAS, procede determinar si el requisito de ejecución contemplado en dicho
artículo, es decir, la exigencia de que la sanción no pueda ejecutarse ya, también
concurre si en ningún momento, ni siquiera antes de la amnistía o de la prescripción, se
ha podido ejecutar directamente la sanción impuesta mediante la primera condena.
46 A este respecto, el Gobierno húngaro ha defendido que la expresión usada en el
artículo 54 del CAAS a propósito de que la sanción «no pueda ejecutarse ya» según la
legislación de la Parte contratante de condena debe interpretarse en el sentido de que la
pena impuesta debía poderse ejecutar, según la normas del Estado contratante de
condena, al menos en la fecha de pronunciamiento de la sentencia.
47 Ahora bien, el referido requisito de ejecución no exige que en virtud del Derecho
del Estado de condena se pueda ejecutar directamente la sanción, sino únicamente que
la sanción impuesta por una sentencia firme «no pueda ejecutarse ya». Las palabras
«no […] ya» se refieren al momento en que se inicia un nuevo proceso penal, en cuyo
marco el órgano jurisdiccional competente del segundo Estado contratante debe
comprobar si se reúnen los requisitos contemplados en el artículo 54 del CAAS.
48 Por consiguiente, el requisito de ejecución contemplado en dicho artículo se
cumpliría cuando se constate que, en el momento en que se abre un segundo proceso
penal contra la misma persona por los mismos hechos que dieron lugar a una condena
en el primer Estado contratante, la sanción impuesta en el primer Estado no pueda
ejecutarse ya según la legislación de dicho Estado.
49 Esta interpretación encuentra apoyo en el objetivo del artículo 54 del CAAS, que
pretende evitar que una persona, por el hecho de ejercer su derecho a la libre
circulación, se vea perseguida por los mismos hechos en el territorio de varios Estados
contratantes.
9
50 En una situación como la del procedimiento principal, este derecho a la libre
circulación sólo puede garantizarse efectivamente si la persona tiene la seguridad de
que, una vez condenada y no pudiéndose ejecutar ya según la legislación del Estado
contratante de condena la sanción impuesta, puede trasladarse dentro del espacio
Schengen sin miedo a que se le persiga en otro Estado contratante por no haber podido
ejecutarse directamente tal sanción debido a las particularidades procesales del
Derecho nacional del primer Estado contratante.
51 En el asunto principal, donde consta que la pena impuesta ya no podía ejecutarse
en 2002, cuando en Alemania se abrió el segundo proceso penal, sería contrario a la
aplicación efectiva del artículo 54 del CAAS que este artículo dejara de aplicarse por el
único motivo de que particularidades del proceso penal francés supeditan la ejecución
de la sanción a una nueva condena en presencia del acusado.
52 Por consiguiente, procede responder a la cuestión prejudicial que el principio ne
bis in idem establecido en el artículo 54 del CAAS se aplica a un proceso penal abierto
en un Estado contratante por hechos por los que el acusado ya fue juzgado en sentencia
firme en otro Estado contratante, aun cuando en virtud del Derecho del Estado donde
fue condenado no haya podido ejecutarse directamente la pena que le fue impuesta
debido a particularidades procesales como las que son objeto del procedimiento
principal.
Costas
53 Dado que el procedimiento tiene, para las partes del litigio principal, el carácter
de un incidente promovido ante el órgano jurisdiccional nacional, corresponde a éste
resolver sobre las costas. Los gastos efectuados por quienes, no siendo partes del litigio
principal, han presentado observaciones ante el Tribunal de Justicia no pueden ser
objeto de reembolso.
En virtud de todo lo expuesto, el Tribunal de Justicia (Sala Segunda) declara:
El principio ne bis in idem establecido en el artículo 54 del Convenio de aplicación
del Acuerdo de Schengen, de 14 de junio de 1985, entre los Gobiernos de los Estados
de la Unión Económica del Benelux, de la República Federal de Alemania y de la
República Francesa, relativo a la supresión gradual de los controles en las fronteras
comunes, firmado el 19 de junio de 1990 en Schengen (Luxemburgo), se aplica a un
proceso penal abierto en un Estado contratante por hechos por los que el acusado ya
fue juzgado en sentencia firme en otro Estado contratante, aun cuando en virtud del
Derecho del Estado donde fue condenado no haya podido ejecutarse directamente la
pena que le fue impuesta debido a particularidades procesales como las que son
objeto del procedimiento principal.
Firmas
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* Lengua de procedimiento: alemán.
11
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