Los actores sociales frente a la crisis en nor

Anuncio
Primer Encuentro Patagónico de Ciencias Sociales.
Esquel, Chubut, 24 al 26 de octubre de 2002.
Los actores sociales frente a la crisis en nor-patagonia.
Legalidad vs. Legitimidad: el caso de los obreros de Zanon.
5º año Humanidades1
Colegio Jean Piaget, Neuquén.
Presentación:
La actual crisis que atraviesa el país ha sido caracterizada por los cientistas sociales de las mas
diversas tendencias, tanto nacionales como extranjeros, como la más profunda de la historia
Argentina. Los hechos del 19 y 20 de diciembre último pasado aparecieron como el estallido de un
conflicto económico y político de larga data, que amenazó seriamente la institucionalidad de Estado
y la gobernabilidad.
El reclamo que se escucha a lo largo del territorio, “que se vayan todos”, mas allá de su posibilidad
o imposibilidad de concreción, se alza como la expresión sintética de la necesidad imperiosa de
detener un proceso de descomposición social y política que atraviesa al conjunto de la sociedad.
Sin embargo la historia demuestra que los momentos de crisis han sido también momentos de
resurgimiento de nuevas formas de organización y de comunalización (Brow, 1990), en nuestro país
actualmente se constituyen una serie de actores sociales nuevos que se auto organizan con el fin de
enfrentar la crisis y establecer novedosas formas de articulación social, política y económica. Estos
actores desarrollan sus acciones en diferentes esferas de la sociedad y con distintos fines, causas y
formas, que van desde la protesta callejera (los ahorristas y sus cacerolazos, por ejemplo) y formas
incipientes de reorganización política (como las asambleas barriales), hasta la autogestión de trabajo
(micro emprendimientos de diversos tipos) o la creación de circuitos de consumo alternativos
(como los clubes del trueque que funcionan en todo el país).
A pesar a de la diversidad tanto de las acciones como de las identidades que a partir de tales
acciones se van construyendo, hay al menos tres elementos comunes que a los fines analíticos nos
permiten agrupar la diversidad en esta categoría a la que -retomando la tradición de los estudios de
los movimientos sociales- denominamos, “sujetos sociales emergentes”. Una es su apelación a la
reconstrucción de la organización y los vínculos sociales, con mayor o menor grado de
cuestionamiento del sistema vigente; otra es la participación activa de todos los actores en la “esfera
pública”; y por último la tensión entre lo “legal” y lo “legítimo” que tales acciones instalan.
Este contexto nacional y el enfoque analítico esbozado, es el que nos sirve de marco para
acercarnos al caso de Zanon como paradigmático, en la medida que aparece en Neuquén como un
conflicto sectorial que implica (o busca implicar) al conjunto de la sociedad, pone en tela de juicio
1
La autoría de la presente ponencia corresponde a: Aldana Gonzalez, Julieta Lonatti, María Laura Lozano, Ana Paula
Mamy, Florencia Mocciola, Pablo Benvenutti, Lucas Acquaroli, Santiago Nabaes, Guido Bruveris, Adrian Delgado,
Esteban Pero y Pedro Pugliese. Acompañados por las docentes Graciela Blanco, María Tapia y Laura Mombello.
1
el sistema económico vigente, y ocupa deliberadamente la esfera pública neuquina. Nos
proponemos el estudio del proceso que condujo a la toma y puesta en producción de la fábrica de
cerámicos de referencia por parte de los obreros, a partir del mismo pretendemos dar cuenta de
cómo “Zanon” se constituye a nivel local y desde una perspectiva micro, en un caso que da cuenta
de las problemáticas que atraviesan en general el país y de un modo específico la provincia,
permitiéndonos aportar elementos de análisis empíricos para la discusión y el debate acerca de las
implicancias que la tensión entre legalidad y legitimidad tiene para la vida social y política en
nuestra sociedad.
Reseña histórica local:
La Provincia del Neuquén en la década de los 60 se encontraba recientemente provincializada, es
decir, aceptada como una provincia autónoma dentro del Estado Argentino. En aquel tiempo en
todo el Estado Nacional se estaba dando el desarrollo industrial, Neuquén por su parte comienza a
estudiar las posibilidades para la industrialización local. Así durante el gobierno de Felipe Sapag
proliferan los proyectos de industrialización y desarrollo que son llevados a cabos con mucha
rapidez y efectividad.
En 1964 es aprobada la ley de promoción industrial, la cual expresaba que toda actividad industrial
nueva que se estableciera dentro de la provincia del Neuquén, sería protegida y estimulada por el
Estado local. Las industrias que desearan radicarse en la provincia debían comprometerse a utilizar
preferentemente materias primas producidas en la misma y personal con más de seis meses de
residencia. Una vez aprobada la radicación, el Estado otorgaba beneficios como la exención de
impuestos, donación o venta de tierras públicas y también se comprometía a otorgar el agua,
construir caminos de acceso y comunicación, proveer de energía a tarifa preferencial y gestionar
medidas favorables a las industrias promovidas.
En 1966 se establece un gobierno militar en la Nación Argentina encabezado por Onganía, que
intentó modernizar la industria en una economía abierta al capital externo. Durante su gestión, el
Estado se orientó a la producción de la infraestructura económica del país, dejando las industrias
básicas al capital privado. Se incrementó el proceso de eficientismo de la economía y su
concentración regional.
En la provincia de Neuquén asume el ing. Rodolfo Rosauer como interventor en la provincia. La
idoneidad demostrada por los técnicos del Consejo de Planificación y Acción para el Desarrollo
(COPADE) y una situación política particular permitió la continuidad del organismo, retomando
los proyectos planteados por el gobierno anterior.
En el estudio del COPADE titulado “Bases para la Formulación del Plan de Desarrollo Provincial”,
se encuentra un primer planteo acerca del proyecto de un Parque Industrial en la ciudad de Neuquén
como parte del plan integral de desarrollo. El objetivo de este parque era concentrar las industrias
radicadas en la ciudad capital a partir de la ley de promoción industrial, con una utilización más
eficiente de los servicios y el resultante de menores costos operativos para las mismas, al tiempo
que se planificaba el ordenamiento urbano.
Esta iniciativa se concretaría a principios de la década del 70, cuando la Fundación de
Investigaciones Económicas Latinoamericanas –FIEL- realizara un profundo estudio sobre este
tema, encomendado por el COPADE y el CFI. El espacio destinado al parque debería contar con
una extensión de tierra equipada y subdividida, y con los servicios de infraestructura que
representan un aporte significativo para los inversores privados.
Desde el punto de vista económico, se esperaba lograr el aumento del producto bruto industrial de
la provincia, la aceleración del grado de explotación de los recursos naturales de la zona, la
contribución a un desarrollo equilibrado del país a nivel regional, el aumento de la renta total del
2
área y la diversificación de las actividades económicas, al tiempo que contribuir al cumplimiento de
los planes de desarrollo y las leyes de promoción industrial.
Desde el punto de vista técnico, se pretendía alcanzar el ordenamiento de la ciudad de Neuquén y la
defensa de la población contra los efectos nocivos de las industrias, así como evitar la especulación
en los terrenos industriales. También conseguir economías de escala de infraestructura y los
servicios necesarios para las industrias, y facilitar la modernización de la pequeña y mediana
empresa.
En el plano de lo social se esperaba mejorar la distribución de la renta per cápita, la distribución en
el tiempo del grado de ocupación y la técnica de explotación agrícola en la zona. El Parque
Industrial de Neuquén se haría realidad en el año 1971, con la aprobación del proyecto de creación
por parte de la Legislatura provincial.
El modelo desarrollista en el cual se funda el parque industrial comienza a desgastarse en la década
del 80, y hace crisis en los 90 con la implementación del modelo neoliberal aplicado a nivel
económico durante las presidencias de Menem.
Neuquén no es ajena a este proceso y si bien los efectos más importantes de esta política a nivel
local tuvieron que ver con la privatización de YPF e Hidronor, el mismo afectó también a la
industria local.
El caso “Zanon”:
La fábrica de Cerámicos Zanon S.A., se instala en el parque industrial hacia mediados de los 70,
con el tiempo se irá convirtiendo en uno de los símbolos de la industria de la ciudad de Neuquén. Se
trata de una empresa familiar2, con antecedentes en otros negocios de envergadura en distintos
partes del país.
Con su expansión productiva logró dominar el mercado nacional y exportó sus productos a Chile,
Estados Unidos y Brasil, transformándose así en una pujante industria que ocupó a más de 300
obreros y una planta importante de personal administrativo y técnico.
En el año 1995 amplia su capacidad de producción e incorpora nueva maquinaria que le permite
realizar un nuevo tipo de cerámico llamado “porcelanato”; por la importancia de este adelanto
técnico concurren a la inauguración de este nuevo emprendimiento en el establecimiento de la
planta fabril el Gobernador de la Provincia y el Presidente de la Nación de aquel entonces 3. Esta
ampliación de la planta fue presentada como la primera de sus características en Sudamérica y su
puesta en marcha ameritó la parición del evento en los medios de comunicación de la zona.
El proceso de producción de los cerámicos contempla los siguientes pasos:
1. Molienda: se muela la arcilla y es transportada en cintas hasta los
2. Atomizadores calientes que eliminan el agua. La arcilla seca se
3. Tamiza. Pasa por los acumuladores para regular la temperatura y se humedece, luego se
4. Prensa, se le da la forma y se hacen los “biscochos” que son frágiles y crudos.
5. Secadero, se solidifica.
6. el Inyector aplica el primer esmalte.
2
Figuran como responsables de la misma: Luis Zanon, Luis Augusto Zanon, Marisa Zanon, Fernanda Livia Zanon,
Carolina Magnani, Carlos García y Carlos Villahoz.
3
Nos Estamos refiriendo a los Sres. Jorge Sobich y Carlos Menem, respectivamente.
3
7. los Decoradores funcionan por emulsión y se decora con los distintos motivos serigráficos.
8. Horneado, transportados por cargadores automáticos se cocinan a 1200 ºC formándose el
cerámico.
9. Selección o control de calidad, se revisa uno por uno se los clasifica en tres órdenes:
primera, segunda y tercera (descarte). Los trabajadores aseguran que ahora hay más
producción de primera y menos de segunda.
10. También se controla la “planidad”.
11. Envasado
12. Apilado de la producción en diferentes tipos: monococción4, monoporosa5 y porcelanato6.
13. Comercialización.
Se trata de una fábrica de producción continua por lo cual los hornos no se apagan nunca, este dato
es importante en la medida que en los avatares del conflicto el encendido y apagado de los hornos
llevados a cabo por las distintas partes implicadas (empresa-obreros), fue una de las prácticas en las
que se evidenciaba la tensión en las relaciones de fuerza.
En el 20007 comienza un proceso de reestructuración de la planta basado principalmente en la
reducción de personal y la precarización en las condiciones de trabajo que los obreros habían tenido
hasta el momento. Las razones aducidas por la empresa son por un lado la baja en la demanda y
consecuentemente un estado de sobre producción que afecta su curva de ganancia.
A consecuencia de esta reestructuración de la empresa un año más y tarde se llega a la situación
extrema de adeudar salarios y aguinaldos, ante lo cual los obreros realizan una huelga que causa un
efecto dominó, extendiéndose el conflicto a otras fábricas. Ante la amenaza por parte de la empresa
de paralizar la planta por 30 días por problemas económicos, el Estado provincial presta ayuda
económica. Concretamente paga con la plata del Estado los sueldos de los obreros, compran
material y paga la deuda que la empresa mantenía con la AFIP.
Unos meses más tarde la familia Zanon intenta vender la empresa al banco Credit Suisse,
manteniendo el gerenciamiento, paralelamente impiden el ingreso de los obreros a la fábrica,
situación que es denunciada por los mimos ante la Secretaría de Trabajo.
El conflicto pasa a ser dirimido entre la empresa y el Estado, mientras tanto los obreros toman de
hecho la fábrica (no como medida de fuerza) e intentan continuar con la producción, mientras
esperan que se regularice la situación.
En el mes de octubre la empresa decide apagar los hornos, a pesar de que el gobierno se había
comprometido a garantizar el suministro del gas por 15 días (a partir del 1° de octubre). También
cortaron la luz.
4
Producto más económico y con menos resistencia al paso del tiempo. Se lo esmalta y se le hace grabado serigráfico.
Hecho de arcilla.
5
Similar al monococción pero se usa para revestimientos.
6
Producto más caro fabricado con base de porcelana, arcilla blanca y caolin (roca sedimentada de minerales de arcilla).
Tiene una vida útil de 80 años más que el de monococción. No se raya y se puede pulir, se usa en interiores.
7
Una serie de conflictos se habían registrado con anterioridad a la fecha señalada, entre los más significativos podemos
señalar el conflicto del año 99, por el cual el Estado neuquino si hizo cargo de los sueldos de los trabajadores ante la
imposibilidad de la empresa de responder a sus obligaciones contractuales, y el fallecimiento de un obrero muy joven
que murió en la fábrica por no contar la empresa con un servicio de ambulancia; como consecuencia de este hecho se
logró obligar a la empresa a contratar dicho servicio de salud. Sin embargo nos referiremos en el presente trabajo a los
conflictos desatados a partir del 2000 ya que han sido los que cobraron mayor nivel de visibilidad pública, tanto a nivel
local, como a nivel nacional.
4
Finalmente el 10 de octubre de 2001se presenta en la fábrica un empleado judicial con una orden de
desalojo. Los obreros desconocen dicha orden y toman ahora sí por la fuerza las instalaciones,
medida que se consolida con la declaración por parte de la justicia laboral de Neuquén del “lock out
ofesivo”8, declarado en noviembre del 2001.
Mientras tanto, la Zanon S.A. despide a 380 trabajadores, apaga los hornos aduciendo razones de
inseguridad y se presenta a concurso de acreedores. El caso queda suspendido en la justicia hasta
marzo del 2002.
Por su parte los obrero más allá de las disputas en el campo jurídico reactivan la fábrica
encendiendo cuatro hornos lo que les permitió llevar adelante su primera producción “bajo control
obrero”.
En lo que va de este año, se dieron una serie de marchas y contramarchas en el campo jurídico que
mantuvieron en vilo la ocupación de la fábrica por parte de los trabajadores, mientras tanto los
obreros siguieron produciendo y comercializando los cerámicos, lo que les permitió hasta al
momento sostener la medida de fuerza y a sus respectivas familias.
El conflicto:
Se hace difícil dar cuenta de un conflicto entre partes en el marco de una crisis social profunda sin
mostrar de manera explícita o implícita una tendencia a sobrevalorar los argumentos de una de las
partes por sobre la otra. En virtud de esta dificultad, y ante una variedad de posiciones
legítimamente tomadas por los diferentes autores y autoras de este trabajo, apelamos a las fuentes
judiciales y sus argumentos para describir las instancias del conflicto de Zanon.
Nos atenemos a la resolución de los jueces intervinientes en la causa, ya que entendemos que ellos
contaron con una serie de elementos, información y conocimiento del tema aportada por de amabas
partes. Sin emabrgo no ignoramos que los jueces no están exentos de subjetividad y presiones
políticas, económicas y sociales, muy por el contrario, aceptamos que estos son los marcos en los
cuales deben desarrollar su tarea y por lo mismo que sus argumentos cobran una significancia social
que va más allá de sus perspectivas personales. Son funcionarios públicos y sus resoluciones
construyen legalidades, legitiman acciones y desacreditan, y eventualmente, condenan conductas.
La reseña sobre el conflicto de Zanon que se hace a continuación es reconstruida a partir
fundamentalmente de los documentos (en los cuales las partes aducen sus respectivos argumentos)
y resoluciones judiciales.
Para la justicia entonces la forma en que la empresa actuó durante este proceso (atrasos salariales,
cierre de los hornos) fue inadecuada y la denominaron como “violencia psicológica” (se sospecha
que fueron acciones destinadas a debilitar las condiciones de trabajo a fin de poder renegociar la
relación laboral en circunstancias más ventajosas para la empresa) pues esto tenía como finalidad
lograr que los trabajadores se vallan sin despedirlos, evitando así los gastos por indemnización.
Ante el conflicto la justicia falla declarando el “lock out patronal ofensivo”9. Esto responsabiliza a
la firma de “dejar afuera” a los trabajadores como una maniobra especulativa. Los jueces vieron que
Se decreto el lock out patronal de Cerámica Zanon por “cierre ofensivo”de su Planta de Parque Industrial e
“impedimento de las vías de solución al cese laboral al no cumplir con los acuerdos y sostener una irreductible postura
de negación en violación a las reglas laborales”. (Fallo de la justicia laboral de Neuquén cfr. Fs.128)
9
En relación al lock out, Botella explica: “En doctrina se distingue entre lock out defensivo u ofensivo. La
jurisprudencia considera que no es admisible que el empleador , que no es la parte más débil de la relación , esté
habilitada a ejercer una presión que se traduce en el aparente incumplimiento de su deber de ocupación, para obtener
una “ disminución “ de las ventajas que el contrato confiere a los trabajadores.
8
5
la propiedad privada tiene “límites razonables” en función de la importancia social y los
trabajadores que hoy controlan la empresa lo hacen como “auto defensa” de su salario y derecho.
Según los jueces el caso es complejo además no hay ley específica en Argentina sobre “lock out”, ni
hay fallos ni jurisprudencia de referencia. A esto se le suma una situación fáctica en la cual una
empresa pretende reducir gastos, un sindicato no acepta esa medida y ambas partes no pueden
dialogar.
La empresa se presenta en concurso de acreedores el 26 de diciembre de 2001, notificando a 500
empresas, comercios y pequeños productores como acreedores, entre los que se encuentra la
Corporación Financiera Internacional (con una deuda de 20 millones de dólares).
En el proceso el juez prohíbe la salida del país a los implicados (flia Zanon) sin previo aviso.
Mientras tanto se define el comité de acreedores con mayoría de entes estatales neuquinos. Se
designa tres acreedores quirografarios10: IADEP, Banco Interfinanzas Internacionales ltd. y EPEN.
Y se ordena la inhibición general de bienes de la empresa.
En esta instancia hay un importante conflicto empresa-sindicato. Mariano Pedrero, abogado del
sindicato plantea que cuando se presenta Zanon S.A. al concurso de acreedores no le informa de
esto al juez, tampoco informa al conjunto de los acreedores sobre el fallo de lock out. Por ello
considera necesario aplicar el artículo 17 de la ley de concurso y quiebras (sanción que se aplica por
omitir información) y a su juicio considera causal suficiente para apartar a la familia Zanon de la
dirección de la empresa.
A esta presentación se le sumó el reclamo de las demandas judiciales por cuestiones salariales.
En vista de las modificaciones de la ley de quiebras y concurso, la empresa se ve favorecida pues se
le amplia el margen temporal para la presentación de la forma de pago que le permite arreglar
finanzas.
Por su parte la empresa acciona en el mismo campo jurídico apelando a la sentencia en primera
instancia ante el tribunal superior de justicia de Neuquén pero le rechazan la apelación, por ello se
quejan ante la corte suprema de justicia de la nación. Esta última todavía no responde.
Zanon S.A. asegura que los trabajadores fueron los causantes de la paralización de la actividad ya
que ocuparon la fábrica impidiendo el ingreso a los empresarios, a los empleados administrativos y
a los trabajadores no adheridos a las medidas. A estas acciones las catalogaron como ilegales,
ilegítimas y antijurídicas.
De ello dan constancia la documentación de la causa, principalmente la resolución del juez penal
Jorge Badano que comprueba penalmente la turbación del ejercicio del legítimo derecho de
propiedad que tiene Zanon S.A. sobre la planta.
Solo se justifica el lock-out de carácter defensivo, a fin de evitar acciones realizadas por los trabajadores , de carácter
legal o ilegal, que causen graves perjuicios al empleador ( ocupación del establecimiento, sabotajes, huelgas rotativas,
etc.). Por ello, la denominación más apropiada es “ contrahuelga”. Dado su carácter no requiere que se cumplan los
tramos obligatorios previos a la adopción de las medidas de acción directa reguladas para los trabajadores.
Situaciones de la índole mencionada habilitan al empleador a suspender el cumplimiento de su deber de ocupación por
el plazo estrictamente necesario y hasta que los trabajadores cesen en las acciones, legales o no, que motivan la medida
de defensa .
Algunas legislaciones no hacen distinción entre lock out laboral ( que responde a causas de esta índole) del económico,
a través del cual los grupos de empresarios ejercen actos de presión ( no envían productos al mercado, no prestan
servicios, etc.), a fin de lograr la modificación de las condiciones económicas en que se desenvuelve su actividad (
elevación de los precios, reducción o adopción de medidas que impidan o faciliten la exportación, etc.)”. (Botella, L.
2002, versión policopiado).
10
“Los quirografarios son los créditos que no tienen privilegios sobre el patrimonio del deudor, ello significa que son
los que van a cobrar en último término y si quedan bienes. De modo que si los acreedores quirografarios aceptan la
propuesta que finalmente haga el deudor, se homologa el concurso. Homologar significa que el Juez lo acepta y le da
fuerza de ley.” (Botella, op.cit)
6
Esto es muy importante pues la doctrina y jurisprudencia sostiene que la ocupación de la planta
excede los derechos de huelga, agravado con la resistencia a desocuparla.
Afirman que la actitud de la Cerámica Zanon S.A. no se asemeja ni si quiera al lock out; rechaza el
paro y niega que exista el lock out patronal por las siguientes razones:
1. no hubo cierre material de la empresa con la negativa del empleador a dar trabajo. La
empresa jamás fue cerrada por los directivos de Zanon S.A., porque no se tenía la posesión
del inmueble. Pues la posesión (prueba penal mediante) estaba en manos de los obreros,
ocupantes ilegítimos de la planta.
2. no se niega el trabajo, los trabajadores fueron quienes retienen las tareas y luego ocupan la
planta.
3. no hubo inacción, omisión o inercia de la empresa. Por todos los medios lícitos y legítimos
cerámica Zanon S.A. intenta recuperar la planta.
4. no existió una decisión voluntaria del empleador en cerrar. A pesar de no haber producido el
cierre de la empresa en la fecha en que se declaró el lock out, no consta nada que demuestre
la decisión de hacerlo.
5. la compañía recurre a la justicia para recuperar el inmueble y también hizo lo propio en
sede administrativa.
6. la planta no estuvo cerrada sino parada como consecuencia de las medidas del personal que
responde a las iniciativas del sindicato.
En la argumentación de la defensa de la empresa se aduce que las huelgas fueron la causa que llevó
a la crisis en la que se encuentra Zanon S.A.. Poder comprobar esto le posibilitaría obtener el “lock
out defensivo”. Sin embargo la ausencia de denuncia por parte de la empresa contra los trabajadores
juega en contra de esta argumentación.
Aproximaciones analíticas:
La toma de la fábrica por parte de los obreros de Zanon no es un conflicto aislado, muy por el
contrario. En el actual contexto nacional hay cerca de 80 fábricas tomadas de las cuales una amplia
mayoría se organizan como cooperativas, solo dos de ellas reclaman la estatización, la del caso que
nos ocupa y Brukman, la fábrica textil de la ciudad de Buenos Aires.
En la mayoría de los casos en que las fábricas se reorganizaron bajo la conducción de los
trabajadores, el Estados de la Ciudad de Buenos Aires y de la provincia homónima expropió, cedió
o arrendó los predios a los trabajadores, reconociendo a los bienes de producción su carácter social
por sobre su carácter de propiedad privada.
En el caso de Neuquén esto no sucedió, el Estado asistió a la empresa con prestamos, y demás
prebendas a fin de evitar que el conflicto en la fábrica devenga en un nuevo estallido social, pero no
tomó ninguna iniciativa en relación a legitimar la acción de los trabajadores a través de la
expropiación de inmuebles o medidas por el estilo.
Lo que el caso Zanon pone sobre la mesa es una serie de problemáticas más amplias que atraviesan
al conjunto de la sociedad. Se trata del trabajo como valor social.
La sociedad Argentina se caracterizó durante décadas en estar organizadas en función del trabajo, el
cual era parámetro no solo del desarrollo económico, sino de la organización política (sindicatos,
gremios, asociaciones de empresas y patronales) sino también de la estructura familiar. Es decir era
una pauta a partir de la cuales se organizaba la vida cotidiana y las pertenencias e identidades, y se
7
ofrecían marcos materiales y simbólicos a partir de los cuales relacionarse con todas las
dimensiones sociales.
La crisis actual tiene como contrapartida haber desalojado al trabajó de su centralidad material y
simbólica; el mercado parece ocupar hoy ese lugar siendo las redes de circulación y consumo las
encargadas de marcar las pertenencias y organizar la existencia cotidiana y las relaciones sociales
(Canclini, 1995). En este marco la toma de las fábricas implica no solo un reclamo económico, sino
y sobre todo un reclamo simbólico, que se irradia hacia el resto de las dimensiones de la vida social.
El debate instalado alrededor del conflicto de Zanon acerca de la relación contradictoria entre
legalidad y legitimidad, es uno de los efectos del reclamo que apela a recuperar la centralidad del
trabajo en la organización de la vida social.
Los obreros se presentan a sí mismos como “trabajadores” y desde este lugar establecen las
relaciones con otros actores sociales, proponen y llevan adelante acciones políticas, y disputan
formas de concebir el Estado, el orden social y la justicia.
En cuanto a sus formas organizativas podemos identificar dos espacios diferenciados en los que
despliegan sus acciones, la fábrica y la sociedad.
Dentro de la fábrica trabajan 270 personas divididas en tres grupos (por tarea o función): venta,
producción y seguridad. Tienen 3 turnos de 8 horas. En cada uno trabajan entre 70 y 80 personas,
60 en el turno noche.
Todos reciben un salario de $ 800.- mensuales, que es entregado en adelantos semanales.
La dinámica propia de la autoorganización es la Asamblea, en la cual todos participan y deciden las
acciones a tomar, tanto dentro, como fuera de la fábrica. Las decisiones tomadas quedan en manos
de una comisión interna compuesta por 7 personas que representan a todos los sectores de la
fábrica. De ellos depende el control de la planta.
El lema es: “nosotros sabemos hacer nuestro trabajo”, por lo tanto no hay jefes. En este momento
mantienen la producción de porcelanato y monococción también terminaciones de baño y guardas.
En su relación con la sociedad los obreros de Zanon despliegan una serie de estrategias que exceden
al campo jurídico y alcanzan la ocupación de la esfera pública, en la búsqueda de lograr la
socialización del conflicto.
Los actores principales con los que los obreros se relacionan más estrechamente son en primer lugar
los trabajadores ceramistas de otras fábricas locales, y los gremios estatales de Neuquén. A nivel
nacional su relación más estrecha es con los obreros de la fábrica textil Brukman y con el
Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD).
Así los obreros de Zanon se identifican y establecen sus alianzan claramente con aquellos otros
sectores a los que identifican como “trabajadores” (sean ocupados o desocupados). Es esta categoría
de “trabajador” entonces la que logra condensar los sentidos que permiten crear los vínculos de
comunalización11 necesarios no solo para la organización inmediata de los reclamos, sino sobre
todo para insertar la propia demanda en un marco mayor de referencia que de sentido al propio
devenir. Crear comunidad es lo que permite a cualquier grupo humano trascender la inmediatez de
las acciones y proyectarse como parte de un proceso histórico que los contiene y al mismo tiempo
los trasciende.
En este sentido expresiones reiteradas por los obreros como “sabemos que nadie se salva solo” o
consignas del tipo, “Zanon es del pueblo” apelan a enmarcar este conflicto puntual en una trama de
relaciones sociales más amplias.
Retomamos este concepto de Brow (1990), el autor señala que los procesos de “comunalización” permiten a los
grupos encontrar su lugar en la historia, abriendo así la posibilidad de generar vínculos de pertenencia y forjando
identidades.
11
8
En el campo de la esfera pública las abundantes marchas callejeras 12 que vienen realizando desde
que se inició el conflicto, más aquellas a las que asistieron en calidad de adherentes hacen que la
“toma” de la fábrica, realizada en un lugar alejado del centro de actividades de la ciudad capital, se
vuelva visible y presente para el conjunto de la sociedad local.
Por otra parte, la presencia en los medios de comunicación masiva, ya sea de los dirigentes
sindicales o del conflicto en sí debido a alguna de las tantas resoluciones judiciales, hacen que el
tema se instale en la opinión pública.
La empresa privilegia el campo jurídico como el escenario en el cual dar batalla, sin embargo
intervienen también en los medios de comunicación, participando en reiteradas oportunidades de
programas televisivos de opinión política y dando sus interpretaciones de los hechos a los medios.
Así en reiteradas oportunidades aparecen en los medios declaraciones de la empresa, en algunos
casos avaladas también por otros actores sociales como por el ejemplo el banco Credit Suisse, en las
cuales expresan argumentos del tipo: “el régimen laboral vigente es un obstáculo para los
inversores”. En relación al conflicto con los obreros esgrimen explicaciones como “tuvimos un
error de enfoque porque creíamos que enfrentábamos un conflicto gremial cuando en realidad
estábamos ante un movimiento político”.
Esta disputa por los sentidos de los acontecimientos tiene como telón de fondo narrativas mayores
en las que se inscriben. Estas otras narrativas han tenido cada una en su momento un alto nivel de
legitimidad y consenso, por un lado apelar a la
“organización de los trabajadores” y al “pueblo” como sujeto de derecho, remite a formas históricas
de concebir la política y el Estado, que vertebraron fuertemente el devenir nacional. Por otro lado
los argumentos anclados en la eficiencia y la ganancia como parámetros de la modernización se
impusieron en los últimos diez años consiguiendo no solo un alto grado de consenso y legitimidad,
sino también forjando subjetividades colectivas.
De allí que gran parte del debate en la esfera pública alrededor del caso Zanon gire en torno a si las
acciones de las partes (obreros y empresa) más allá del grado de legalidad de la que puedan gozar,
son o no legítimas. En este sentido están en cuestión básicamente dos acciones. La toma de la
fábrica por parte de los obreros, y el despido y eventual cierre de la fábrica por parte de la empresa.
Desde el punto de vista de los obreros la toma de la fábrica es legítima en tanto es una acción
destinada a garantizar el derecho al trabajo (derecho este que cuenta con unas serie de respaldos
legales). La empresa por su parte impugna la legitimidad de esta acción entendiendo que atenta
contra el derecho de propiedad (también garantizado por las leyes).
Desde el punto de vista de la empresa, la reducción de personal y el eventual cierre de la fábrica es
legítimo ya que se trata de medidas que apuntan a maximizar las ganancias y a garantizar las futuras
inversiones (las leyes de flexibilización laboral y la ley de quiebras, apuntan a otorgarle un marco
de legalidad a este tipo de acciones). Sin embargo los obreros impugnan la legitimidad de estas
medidas argumentando la necesidad de ponderar el trabajo como un bien social por sobre la renta
(este mismo argumento es el esgrimido por la justicia para declarar el lock out ofensivo).
Reflexiones finales:
El caso Zanon se encuentra aún en pleno proceso, por otra parte la crisis nacional actual parece lejos
de estar por concluir, ante estas circunstancias nos es imposible plantear un cierre a la manera de
“conclusiones”; por el contrario, lo que podemos aportar en virtud del trabajo realizado hasta el
12
Algunas de las cuales incluyeron cortes de ruta y puentes interprovinciales.
9
momento y considerando las circunstancias coyunturales, son más preguntas que respuestas. Es
nuestra intención entonces compartir una serie de cuestiones generales derivadas de esta
aproximación al caso Zanon.
La producción “bajo control obrero” forma parte de la propuesta que los trabajadores hacen al
gobierno local como alternativa de solución al conflicto. Concretamente ellos proponen la
estatización de la empresa y la producción “bajo control obrero”, lo que implica que los
trabajadores participen de forma activa no solo en el proceso de producción de los cerámicos sino y
sobre todo que tengan control sobre la contabilidad y la colocación en el mercado del producto.
Esto supone que los obreros intervengan en las decisiones productivas y comerciales de la empresa
y el Estado neuquino asuma la función patronal. Tal propuesta fue elaborada con la colaboración de
profesionales (básicamente de ingeniería y economía) de la Universidad Nacional del Comahue y
de la Universidad Nacional de Buenos Aires, por lo tanto cuentan con una serie de proyecciones
que darían cuenta de la viabilidad del proyecto.
Quizás esté de mas señalar que tal propuesta va a contramano de la direccionalidad que el gobierno
provincial pretende para la conformación de su Estado, ya que es la misma que se pretende para el
Estado nacional y que se enmarca en las concepciones neoliberales actuales.
Sin embargo la sola posibilidad de que estas ideas contrapuestas sobre el Estado, puedan ser
expuestas públicamente y discutidas, parece dar la pauta de que algo se modificó en la forma de
pensar la crisis y de imaginar el futuro.
Que tanto las narrativas ancladas en el trabajo como aquellas otras fijadas en las ganancias
encuentren, en distintos sectores sociales, sendas adhesiones y al mismo tiempo grandes
resistencias, es una muestra de la complejidad del proceso que estamos viviendo.
En este sentido, la crisis actual puede pensarse también como un terreno fértil en el cual las distintas
concepciones disputan por la construcción de hegemonía alrededor de diversos proyectos políticos.
Los actores sociales que encarnan tales disputas tienen sin duda distintos niveles de agencia y
posiciones desiguales en las relaciones de poder. ¿Cuáles serán entonces los marcos interpretativos
que primarán a la hora de reordenar un estado de cosas? ¿bajo qué condiciones operaran? ¿qué
actores sociales pueden tener mayor protagonismo y a partir de qué acciones o modalidades se
(re)presentarán? O en un sentido más amplio aún, ¿cómo será el proceso que dará lugar a una nueva
construcción de hegemonía?
En el contexto provincial el caso Zanon puede ser tomado también como uno de los escenario en el
que esta misma construcción de hegemonía se juega a nivel local. En él intervienen no solo las
partes directamente implicadas (los obreros y la empresa) sino también la opinión pública, la
justicia y el Estado neuquino.
La organización de los obreros ante el conflicto en la fábrica, supera ampliamente el problema
coyuntural sobre la legitimidad o no de tal acción, o la legitimidad del cierre de la planta fabril.
Muy por el contrario este conflicto implica al conjunto de la sociedad que se ve interpelada por
distintos modos de concebir la “legitimidad” del Estado, la Justicia, el Trabajo, el Mercado.
Bibliografía de referencia:
Blanco, G., Gentile, E., Quintar, J. (1998) “Neuquén: 40 años de vida institucional 1958-1998”.
Universidad Nacional del Comahue - COPADE, Neuquén.
Botella, L (2002) “Resumen de conceptos jurídicos. Documento de Trabajo”. Versión policopiado.
Bourdieu, P. (1988) “Espacio social y poder simbólico”. En: Cosas Dichas, Gedisa, Buenos Aires.
10
Brow, J. (1990) "Notes on Community, Hegemony and Uses of the Past". Antropological Quarterly,
63 (pp. 1 - 7).
Favaro, O. (1999) “Neuquén. La construcción de un orden estata”l. Universidad Nacional del
Comahue, Neuquén.
García Canclini, N. (1995) “Consumidores y Ciudadanos”. Grijalbo, México.
Ibarra Güel, P. y Tejerían Montaña, B. (1998) “Los Movimientos Sociales. Transformaciones
políticas y cambio cultural”. Trotta, Madrid.
Laclau, E. (1993) “Nuevas reflexiones sobre la revolución de nuestro tiempo”. Buenos Aires.
Ediciones Nueva Visión.
Melucci, A. (1984) An end to Social Movements?. En: Social Science Information, Nº 4/5, vol.23,
Londres, SAGE.
Mouffe Ch. (1996) Por una política de la identidad nómada. En: Debate Feminista, año 7, vol. 14,
octubre, pp. 3-13.
Schuster, F. y Pereyra, S. (2001) La protesta social en Argentina democrática: balance y
perspectivas de una forma de acción política. En: Giarraca, N. La protesta social en la Argentina.
Transformaciones económicas y crisis social en el interior del país. Buenos Aires, Alianza.
Fuentes:
Se recurrió a una serie de fuentes entre las que se destacaron:
-
Documentación de la causa, de acceso público.
-
Entrevistas
-
Periódicos de difusión masiva, específicamente diarios: “Río Negro” y “La Mañana del
Sur”.
-
Documentos de prensa elaborados por el sindicato ceramista. Panfletos y otros elementos de
difusión escrita producidos por los obreros de Zanon.
11
Descargar