Declaración de Panamá de la Fundación InterAmericana del Corazón “Capacitación en RCP y Desfibrilación de Acceso Público en Latinoamérica y el Caribe” Las enfermedades del corazón siguen siendo la primera causa de muerte en las Américas. Una de sus formas, el paro cardíaco, ocurre en todo el mundo y afecta generalmente a personas después de la 4ª década. Se estima que en los Estados Unidos, más de 250.000 víctimas fallecen anualmente por paro cardíaco. En la inmensa mayoría de los casos la causa principal de paro cardíaco es una arritmia ventricular, ya sea fibrilación ventricular (FV) o taquicardia ventricular sin pulso (TVSP). Estos ritmos terminales pueden ser tratados y el corazón “vuelto a arrancar” con un choque eléctrico conocido como desfibrilación. La ciencia ha demostrado que se dan las mayores chances de sobrevida cuando el tiempo entre el comienzo de la arritmia terminal y el choque eléctrico de desfibrilación es el más breve posible. Cada minuto que pasa el corazón en ritmo terminal disminuyen las probabilidades de sobrevida en un 10%. Para proveer circulación vital a los principales órganos antes que se pueda efectuar la desfibrilación, es necesario hacer Resucitación Cardiopulmonar (RCP), ya que estos ritmos terminales impiden el normal bombeo del corazón. En el pasado, el diagnóstico de estos ritmos potencialmente letales necesitaban de la intervención del profesional de la salud. Por fortuna, la tecnología nos ha provisto de un método automático de diagnóstico y tratamiento de estos ritmos (choque eléctrico si es necesario) sin requerir la interpretación diagnóstica de un profesional. Este equipo se llama Desfibrilador Externo Automático (DEA). Algoritmos que han superado la prueba del tiempo, han demostrado que el DEA tiene una capacidad diagnóstica cercana al 100% en determinar la necesidad de chocar o no a la víctima. La fibrilación ventricular y la taquicardia ventricular sin pulso afectan a las personas donde se encuentren. Resulta así imperativo tener capacitadas en RCP a la población general y a los profesionales, como también disponer de DEAs en lugares donde se concentra mucha gente, como por ejemplo estadios, centros de compras, aeropuertos y aviones, estaciones de ferrocarril y ómnibus, barcos de pasajeros y carga y multicines. Como muchos de los paros cardíacos ocurren en el hogar, es necesario que familiares de pacientes cardíacos sean capacitados en el reconocimiento de los signos de un ataque al corazón, como acceder rápidamente a servicios de emergencia, y como hacer maniobras de RCP. La Fundación InterAmericana del Corazón apoya y recomienda el entrenamiento de las personas en cursos acreditados de RCP y uso del DEA, así como la instalación de DEAs en lugares públicos, unidades móviles de rescate y unidades intra-hospitalarias no especializadas, instando a que estas acciones sean tomadas en el contexto del fortalecimiento de todos los aspectos de la “cadena de supervivencia”. Los eslabones de la cadena son: reconocimiento temprano del paro, acceso temprano al servicio de emergencia, RCP temprano, desfibrilación temprana, y cuidados avanzados tempranos. Por último, reconociendo los problemas económicos crónicos que sufren Latinoamérica y el Caribe y la probada relación costo/eficiencia de los programas de prevención de las enfermedades cardiovasculares, la Fundación InterAmericana del Corazón considera que es obligación de los gobiernos de la región continuar con el desarrollo balanceado de políticas de inversión en recursos para la salud, en las que la enfermedad cardiovascular sea una prioridad mayor y se logre que la capacitación en RCP y el Acceso a la Desfibrilación Pública sean más accesibles. Más información La Fundación InterAmericana del Corazón es una organización que agrupa a todos los Consejos Nacionales de Resucitación de Latinoamérica y el Caribe y tiene como objetivo “reducir la discapacidad y muerte por emergencias cardiovasculares, respiratorias y eventos cerebrovasculares mejorando la cadena de supervivencia en cada comunidad de Latinoamérica y el Caribe”. Para más informaciones o preguntas, por favor contacte: Dr. Daniel Pichel (Panamá) [email protected] Dr. Raffo Escalante (Perú) [email protected] Dr. Saúl Drajer (Argentina) [email protected] Dr. Santiago de los Santos (Uruguay) [email protected] Dr. Manoel Fernandes Canesin (Brasil) [email protected] Nota: versión original publicada dic 2004, revisada enero 2013