Las nuevas reformas agrarias al orden del día Nosotros del MIJARC (Movimiento internacional de la Juventud Agrícola Rural Católica) somos un movimiento democráticamente organizado de jóvenes para las jóvenes del mundo rural. Junto con la FIMARC (Federación Internacional de los Movimientos Adultos Rurales Católicos), somos actores que luchamos por la soberanía alimentaria y el desarrollo sostenible. Nuestros movimientos han sido fundados en los años cincuenta y sesenta en Bélgica y estamos presentes en 38 y 65 países respectivamente en Asia, en América Latina, en Africa y en Europa con millones de miembros. Desde 1963, el MIJARC tiene un estatuto de miembro consultivo en la FAO y nuestras dos organizaciones tienen un estatuto consultivo en las Naciones Unidas. Adoptamos la declaración final de la Conferencia Internacional sobre la Reforma Agraria y el Desarrollo Rural (CIRADR) que tuvo lugar del 7 al 10 de marzo 2006 y llamamos a la FAO y sus Estados miembros para que tomen en consideración la declaración final de la CIRADR, los pedidos que siguen y los incluyan en sus decisiones y políticas. La Conferencia Internacional sobre la Reforma Agraria y el desarrollo rural en Porto Alegre redactó 30 artículos a los cuales nos referimos en este documento para que se los tome en consideracion con prioridad. Vemos la necesidad de reiterar nuestra llamada en este sentido a nuestros gobiernos, a la FAO, a las instituciones que forman parte de las Naciones unidas y a los otros actores que estarán presentes en el Foro Especial sobre Seguridad Alimentaria. Resultado final de la conferencia de la CIRADR (http://www.icarrd.org/en/outcome.html): Alrededor de 400 participantes, representando delegaciones gubernamentales de 92 países, ONG’s y observadores de la sociedad civil de mas de 150 organizaciones de campesinos y de la sociedad civil a través del mundo, han llamado a una nueva visión del desarrollo rural y de las reformas agrarias que contribuyen a volver a dar vida a las comunidades y a reducir así la pobreza y el hambre en nuestro planeta. Los principios basados en el consenso que han salido de la CIRADR subrayan que: Las reformas agrarias y las políticas de tierra en vista del desarrollo rural son esenciales para la cohesión social, la reducción de los conflictos, la seguridad alimentaria, la erradicación de la pobreza, el crecimiento económico y la protección del medio ambiente. La gran diversidad de reformas agrarias, de políticas de tierra y de situaciones de desarrollo rural llaman a un mayor intercambio de experiencias y a soluciones y procesos diseñados en el lugar mismo, más bien que a líneas directrices comunes e indicadores de éxito. Las políticas, los modelos institucionales y los planes deben reconocer un numero de derechos fundamentales (entre otros los recursos de tierra y naturales, la soberanía alimentaria, los derechos de las mujeres, de los pueblos indígenas, de los pastores y de los grupos vulnerables). La tierra y los demás recursos naturales no son solamente elementos económicos sino también culturales, sociales e históricos. Y, por lo tanto, hay que abordarles de manera integral y territorial a través de la negociación, el dialogo y un enfoque participativo. Un acceso seguro a la tierra y a los recursos naturales es esencial pero no suficiente para abordar la reducción de la pobreza. Hay que tomar también en cuenta: o Los aspectos productivos: poner el acento sobre el rol de las familias campesinas y otros sistemas de producción a pequeña escala o Estrategias de vida no agrícolas: poner el acento sobre el empleo y los trabajadores rurales pues muchas veces, no tienen tierra y son los más pobres de los pobres o Aspectos productivos complementarios con redes de seguridad en las zonas marginadas o Todos los servicios de apoyo, de infraestructura rural y de acceso al mercado para los rurales o Un buen gobierno para todos los mencionados aquí arriba y para TODOS los actores (gobiernos, servicios privados, sociedad civil). Tomando en cuenta los resultados mencionados aquí arriba de la conferencia CIRADR, queremos pedir a todos los actores del Foro Especial durante la treintaidosava sesión del comité mundial sobre la seguridad alimentaria que asuman su promesa y aceleren sus acciones y su apoyo a la implementación de los principios de la CIRADR para alcanzar una nueva visión de las reformas agrarias y del desarrollo rural. Queremos: 1. Que el Comité mundial de la FAO sobre la seguridad alimentaria en coordinación estrecha con el comité para la Agricultura (COAG), adopte medidas apropiadas para implementar la declaración de la CIRADR. A lo largo de este proceso, queremos también presionarles para que incluyan la participación de la sociedad civil y otras organizaciones de las NN.UU. que tienen que ver con la soberanía alimentaria, la seguridad alimentaria, la reforma agraria y el desarrollo rural. 2. Una agenda sobre las reformas agrarias y el desarrollo rural, como mecanismo adicional de seguimiento de los resultados de la CIRADR debe ser discutida durante el foro especial. Debe ser un punto importante de la agenda que debe ser discutido durante la revisión a mediano plazo de los progresos de la implementación del plan de acción de la Cumbre Mundial Alimentaria. 3. Que la ciento trigésima primera sesión del Consejo de la FAO, en noviembre 2006, examine la posibilidad de mecanismos adicionales de seguimiento que apunten a ayudar a la implementación de los resultados de la CIRADR por los países miembros presentes y reciban también el apoyo de los países que no estaban presentes en Porto Alegre en la conferencia de la CIRADR. Queremos también pedir a los actores, especialmente a los gobiernos, que tomen en cuenta los elementos claves de la sociedad civil, resultados del foro paralelo de Porto Alegre para tener verdaderas reformas agrarias y volver el mundo rural y la agricultura más justos y más felices ( www.foodsovereignty.org) Nuevas reformas agrarias basadas en la soberanía alimentaria La soberanía alimentaria implica políticas de redistribución, un acceso equitativo y un control sobre los recursos naturales y productivos (crédito, tecnologías apropiadas, etc.) para las mujeres rurales, los campesinos, los pueblos indígenas, las comunidades de pescadores artesanales, los trabajadores rurales, los pastores, las comunidades de dalits y otras comunidades rurales ; políticas de desarrollo rural basado en estrategias agro ecológicas centradas en los campesinos y las familias de agricultores y de pescadores artesanales ; políticas comerciales en contra del dumping y en favor de la producción campesina e indígena para los mercados locales, regionales y nacionales ; y políticas complementarias para el sector publico como la atención en salud, la educación y la infraestructura en el campo. Las nuevas reformas agrarias deben reconocer la función socio medio ambiental de la tierra, del mar y de los recursos naturales en el contexto de la soberanía alimentaria. Deben también garantizar los derechos a la educación, a la atención de salud, a la vivienda, a la seguridad social y al ocio. Además, una reforma agraria debe asegurar la creación de espacios donde se mantiene la cultura, donde dar un hogar a los niños y a los jóvenes de tal manera que nuestras comunidades puedan desarrollar su diversidad y así podamos construir una ciudadanía en base a nuestras relaciones con la tierra, el mar, el bosque. Promover la agricultura a pequeña escala Los gobiernos deben repensar la distribución de las tierras o una reforma agraria integral según las necesidades de las familias y comunidades que hacen agricultura a pequeña escala, de acuerdo con el principio de soberanía alimentaria y la cultura. Reconocer las necesidades de los jóvenes a través de un desarrollo sostenible El concepto de desarrollo sostenible incluye un contrato entre las generaciones. Y por lo tanto, una reforma agraria sostenible debe incluir las necesidades de los jóvenes con el fin de Transferir la tierra y los demás recursos entre las generaciones a nivel nacional a través de la creación de un fondo de incentivo/retiro para los campesinos ancianos que elegirían transferir su tierra a jóvenes Brindar un apoyo técnico y financiero a los jóvenes campesinos para que inviertan y dar la libre elección a los jóvenes en lo que se refiere a la selección de lo que van a producir Dar a los jóvenes un futuro sin deuda La expresión de género en la lucha por la reforma agraria Reconocemos el rol fundamental de las mujeres en la agricultura y la pesca y en el uso y la gestión de los recursos naturales. No puede haber verdadera reforma agraria sin equidad de género y, por lo tanto, pedimos y nos comprometemos a asegurar que las mujeres gocen de la igualdad de oportunidades y de derechos a la tierra y a los recursos naturales que reconocen su diversidad, y corregir la discriminación pasada en contra de las mujeres rurales y las desventajas sociales a las cuales se han tenido que enfrentar. Une nueva reforma agraria debe dar la prioridad a los derechos de las mujeres. Rol del Estado El Estado debe jugar un rol importante en las políticas de reforma agraria y de producción alimentaria. El Estado debe aplicar políticas que reconozcan los derechos y democraticen el acceso a la tierra, a los zonas de costa, a los bosques, etc., especialmente en los casos donde el acceso a dichos recursos está concentrado en las manos de unos pocos. La reforma agraria debe crear empleos dignos y fortalecer los derechos de los trabajadores rurales. Protección frente a las importaciones En los años noventa, el Banco Mundial introdujo programas de tierra orientados por el mercado, donde el rol del Estado es limitado. Esos programas ofrecen nuevas oportunidades a empresas o a campesinos que poseen ya un cierto monto de capital y de experiencias de producción. El Estado debe tener el derecho y la obligación de definir, sin influencias externas, sus propias políticas agrarias, agrícolas, de pesca y alimenticias de manera a garantizar el derecho a la alimentación y a otros derechos económicos, sociales y culturales de toda la población. No a la privatización de los mares, de las tierras. No al modelo dominante de producción y desarrollo Con la privatización de las tierras y de las zonas de costa, vemos la desaparición de la biodiversidad. La vida no es un bien productivo. Seguiremos resistiendo a las políticas neoliberales implementadas por nuestros gobiernos e impuestas por el Banco Mundial, la OMC y otros actores. Las políticas neoliberales que financian el dumping de los productos agrícolas y de pesca deben ser remplazadas por políticas que realizan la soberanía alimentaria con el respeto al desarrollo endógeno de los pueblos. Conclusión: Nos comprometemos a seguir brindando nuestro apoyo a los gobiernos, a las organizaciones de la sociedad civil, a las instituciones internacionales y todos los otros actores activos que forman parte de procesos de autenticas reformas agrarias y de desarrollo rural. Queremos también pedir a cada actor que juegue su papel para implementar reformas agrarias. Un documento comunicado en el Foro Especial de la FAO durante la treintaidosava sesión del Comité Mundial de la Seguridad Alimentaria. George Dixon Fernandez, Presidente mundial en nombre del MIJARC/ Comisión de soberanía alimentaria. [Movimiento Internacional de la Juventud Agrícola Rural Católica] “Declaración apoyada por la FIMARC, firmada por Daisy Hermann, Secretaria general en nombre de la FIMARC (Federación Internacional de los movimientos de adultos rurales católicos)”