A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 13 de julio de 2011, habiéndose dispuesto en el establecido, Acuerdo de 2078, conformidad que deberá con observarse lo el siguiente orden de votación: doctores Soria, Genoud, de Lázzari, Kogan, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de sentencia Justicia en definitiva acuerdo en la ordinario causa C. para pronunciar 95.552, "Rodríguez Terceros, Jacoba contra Argaín, Marcos Alberto y Transporte Automotores La Plata S.A. Daños y perjuicios. Beneficio de litigar sin gastos". A N T E C E D E N T E S La Sala III de la Cámara Primera de Apelación en lo Civil y Comercial del Departamento Judicial La Plata confirmó el fallo de origen que había rechazado la demanda (fs. 436 vta./437). Se interpuso, por la actora, recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley. Dictada la providencia de autos y encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte resolvió plantear y votar la siguiente C U E S T I Ó N ¿Es fundado el recurso extraordinario inaplicabilidad de ley? V O T A C I Ó N de A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Soria dijo: 1. La Sala III de la Cámara Primera de Apelación en lo Civil y Comercial del Departamento Judicial de La Plata confirmó la sentencia del juez de origen y, en consecuencia, intentada rechazó por sobreseimiento la los dictado acción de daños y accionantes, fundándose por de el juez perjuicios en garantías el en lo penal, a tenor de las previsiones del art. 1103 del Código Civil (v. fs. 434/437). 2. Contra ese pronunciamiento la parte actora interpone recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley, sosteniendo que se han violado los arts. 1103 y 1113, segunda parte, del Código Civil (v. fs. 440/448). 3. Asiste razón a la recurrente. a. Esta Suprema Corte ha afirmado que la aplicación del art. 1103 del Código Civil requiere, como presupuesto ineludible, que en sede penal se haya dictado una sentencia absolutoria o un pronunciamiento que pueda equiparársele (Ac. 76.760, sent. de 2-X-2002), carácter que cabe asignar al sobreseimiento dictado en beneficio del codemandado Argaín. Basta sobreseimiento apuntar dispuesto por en el tal sentido magistrado que el penal no revistió carácter provisorio -como arguye el recurrente- sino que lo fue con el alcance previsto por el art. 322 del Código Procesal Penal, circunstancia que el propio juez penal se ocupó requerimiento de del resaltar. particular En efecto, damnificado ante pretendiendo el la revocación de dicha decisión -en el entendimiento de que aquélla resultaba provisoria-, el magistrado interviniente señaló que conforme lo normado por el art. 322 del Código Procesal Penal el sobreseimiento dictado a favor del imputado, cierra definitiva e irrevocablemente el proceso en su contra, resultando una verdadera sentencia absolutoria, decisión que -destacó- se encontraba firme y consentida (v. fs. 394 de la causa penal acollarada). b. Con todo, sólo cabe verificar si la Cámara Primera de Apelación en lo Civil y Comercial de La Plata valoró correctamente las circunstancias de la sentencia penal que hicieron cosa juzgada a los fines de la litis civil. i] 352/353 vta. actuaciones, de se En la tuvo la sentencia causa por penal 19.684 dictada acollarada verificadas la a a fs. estas producción del hecho y la participación del imputado en el accidente (v. pto. 2 de fs. 352). Ahora bien, seguidamente, el magistrado penal consideró que "los elementos probatorios expuestos por la defensa técnica, a saber, las declaraciones testimoniales que resultan ser todas concordantes entre sí y con relación a la brindada por el imputado de autos a fs. 320/324, la pericia alcoholimétrica de fs. 141 que denota el gran exceso de cantidad de alcohol en el cuerpo de quien resultara víctima fatal a la legalmente permitida -más del doble- y la pericia accidentológica de fs. 288/291 donde se determina que los móviles resultan ser embestidores físicos mutuos […]" lo persuadían de que "el imputado de autos no ha obrado con impericia, negligencia o culpabilidad y que el causante del hecho investigado resulta ser quien resultara víctima fatal de ese mismo hecho" (v. fs. 352 vta. y 353). Por otra parte, descartó el valor probatorio de los elementos aportados por la Fiscalía, al juzgar que los dichos de los testigos propuestos por el Ministerio Público resultaban contraposición a [anteriormente], "poco todas como creíbles aquellas así por encontrarse declaraciones también el hecho en valoradas de haberse presentado […] a declarar a casi dos años de ocurrido el siniestro resultando incierta su presencia en el lugar de los acontecimientos". A ello agregó que la pericia de fs. 288/291 en cuanto expresa que el choque se habría producido sobre el carril por donde circulaba la camioneta de la víctima fatal, "no cuenta con un fundamento técnico cierto que la respalde […] por lo que no puede ser valorada como elemento determinante para formular una imputación en base a ella" (v. fs. 353 y vta.). Sobre tal base, resolvió sobreseer a Marcos Alberto Argaín en relación a los hechos investigados en la causa. ii] La decisión reseñada, a juicio del tribunal de la instancia, importó un pronunciamiento "sobre la falta de autoría del imputado al descartar la ausencia de relación causal entre su comportamiento y el hecho dañoso; o sea, que se ha pronunciado sobre la inexistencia del delito típico y, en tal situación […] resulta plenamente aplicable la prohibición contenida en el art. 1103 del Cód. Civil" (v. fs. 435 vta.). iii] Dos inexactitudes advierto en los argumentos desplegados por el a quo en sustento de tal conclusión. Una, sobreseimiento cometió un relacionada penal. error con Decididamente de apreciación el el al motivo tribunal afirmar del a quo que el sobreseimiento de Argaín fue debido a la ausencia de nexo causal y no de responsabilidad culposa por parte del transcribir las imputado. Como puse de relieve al partes pertinentes de la sentencia penal, el sobreseimiento no reposó ni en la inexistencia del hecho principal ni en la ausencia de autoría, sino solamente en la falta de acreditación de responsabilidad que habilite el reproche penal al entender que de su parte no medió un comportamiento imperito, negligente o culpable y que el "causante del hecho investigado resulta ser quien resulta víctima fatal de ese mismo hecho" (v. fs. 353 de la cit. causa). Tal apreciación del juez penal respecto a la falta de relación causal entre la conducta del imputado y el resultado lesivo se vincula claramente con la indemostrada violación al deber de cuidado que le incumbía y, por tanto, trasluce un juicio acerca de la ausencia de reproche subjetivo al imputado. La otra obedece a que aun cuando la cuestión discurra por los carriles del "nexo de causalidad" como entiende la Cámara, esa sola circunstancia no obstaculiza sin más la jurisdicción del sentenciante civil para valorar la responsabilidad de los intervinientes a la luz de las reglas de la reparación patrimonial objetiva por el riesgo o vicio de la cosa (conf. mi voto en Ac. 80.855, in re "Sampaoli", sent. de 1-IV-2004). Para más, las valoraciones jurídicas que efectuó el sentenciante penal en torno al accionar culposo de la víctima (en el caso, a efectos de concluir que "el causante del hecho resultó ser la víctima fatal") no hacen cosa juzgada en los términos del art. 1103 del ordenamiento civil. Al respecto, ha sostenido esta Suprema Corte que lo que se valora en la instancia penal es la conducta del imputado, y cualquier haya sido la opinión del sentenciante respecto de la actuación de la víctima en el evento dañoso, no obliga al juez civil cuya tarea valorativa se mueve en una dimensión distinta (Ac. 61.410, sent. de 15-VII-1997; Ac. 73.290, sent. de 19-II-2002). De ahí que si bien el juzgador civil se encuentra limitado por las circunstancias fácticas que rodearon el "hecho principal" definido en el fuero penal, no acontece lo mismo con las valoraciones que sobre aquéllas realice el juez penal. 4. Se explican, en lo que sigue, estas afirmaciones. a. El art. 1103 del Código Civil reza que "[d]espués de la absolución del acusado, no se podrá alegar en el juicio civil la existencia del hecho principal sobre el cual hubiese recaído la absolución". Este precepto define los aspectos en que hace cosa juzgada la sentencia penal absolutoria en el fuero civil -a la que cabe impidiendo que patrimonial del asimilar se pueda demandado. el sobreseimiento declarar En rigor, la definitivo-, responsabilidad consigna una única calificación cuya definición en sede penal hace cosa juzgada en el ámbito del juicio civil: la inexistencia del hecho principal respecto del cual se absolvió o sobreseyó. Ninguna referencia hace sobre la culpa del imputado. A su turno, el art. 1102 del Código Civil, relativo a la "condenación del acusado en el juicio criminal" alude no sólo a la existencia del hecho principal constitutivo condenado. del Ambos delito, sino elementos también de la a la culpa sentencia del penal condenatoria resultan vinculantes en la jurisdicción civil, con arreglo a dicha norma. Como lo sostuvo la Corte Suprema de Justicia de la Nación "la omisión de la referencia de la culpa en el art. 1103 del Código citado -y que sí ha sido incluida en el art. 1102- no ha sido una exclusión involuntaria ni puede entenderse como el fruto de una redacción defectuosa, pues responde al pensamiento efectivo del legislador sobre el modelo de Freitas -Esbozo, arts. 836 y 837- y de los jurisconsultos franceses" (conf. Fallos 316:2824, consid. 11° y su cita: causa P.3.XXIV "Parada, Aideé c/Norambuena, Luis Elías s/daños y perjuicios", sent. de 21-IV-1992). En tal entendimiento, sólo cuando la absolución del acusado o el sobreseimiento definitivo se funda: (i) en la inexistencia del hecho principal que se le atribuye, o (ii) en la ausencia de autoría -que, como aclara Llambías, es otra manera de no existir el hecho con respeto al imputado (conf. Llambías, Código Civil Anotado, t. II-b, Abeledo-Perrot, págs. 407/408), ese pronunciamiento no puede ser revisado en la instancia civil (conf. C.S.J.N., causa C. 1563.XXXVI, in re "Cohen", sent. de 30-V-2006). b. La noción de "existencia del hecho principal" a que alude el art. 1103 del Código Civil se limita a las circunstancias fácticas atinentes a la materialidad de los hechos y a la autoría, sin comprender las valoraciones subjetivas que hacen a la apreciación de la culpa (conf. C.S.J.N., Fallos 319:2336, consid. 6°, 316:2824 cit. disidencia de los doctores Barra y Petracchi, consid. 6°; causa L.48.XXXV, in re "Ledesma", sent. de 16-X-2001, Fallos 324:3537). De igual modo, quedan fuera de esa locución los elementos que constituyen el ilícito penal, en tanto pueden registrar oscilaciones de acuerdo a la posición doctrinaria en vigor, según los parámetros aceptados en determinado momento por la comunidad jurídica en boga. Ello es así, porque la culpa y la responsabilidad civil difieren, en su configuración y en su gradación, a la reprochabilidad penal. De allí que pueda indagarse en ámbito del derecho privado sobre esas cuestiones, sin perjuicio de la absolución en el proceso penal. Pues, si de lo que se trata es de determinar si ha mediado una falta responsabilidad o culpa patrimonial, la civil que ausencia conlleve del una correlativo reproche penal, no lo obsta. En definitiva, lo que limita al juez civil es el hecho principal como dato fáctico o, mejor aún, como suceso histórico, ceñido a sus características de tiempo, forma y modo. Se trata de evitar el escándalo jurídico al que llevarían sentencias contradictorias sobre la existencia de un mismo hecho, tal como fue la intención del legislador al incorporar la prohibición del art. 1103 del Código Civil, según se desprende de la nota a dicho precepto (conf. Ac. 76.148, sent. de 16-IX-2003). 5. hubiera tenido En por el sub lite, acreditado si que el el juez penal demandado no Argaín estuvo ese día y a esa hora conduciendo el vehículo con el cual participó del evento dañoso, o no hubiera podido tener por verificadas las demás circunstancias relevantes del factum, no podría ese quehacer fáctico ser revisado en sede civil y tenérselo -ahora- por probado. Mas, puede ocurrir y a menudo sucede, porque las circunstancias requeridas para la configuración de un ilícito penal y la imposición de una pena son bien distintas que las exigidas en el ámbito civil para fundar la responsabilidad patrimonial, que la situación fáctica acreditada en sede criminal resulte insuficiente para establecer una imputación de esa índole. Sin embargo, esa misma plataforma circunstancial (no revisable en el ámbito civil) basta para calificar el hecho y generar otro tipo de responsabilidades en el derecho privado (v.gr., de índole reparatoria). Es que, los argumentos que pueden ser eficientes en sede penal para exonerar de responsabilidad al encartado por el hecho que se le imputa, de suyo no siempre impiden que el juez civil califique ese material fáctico de manera diversa y estime que tal conducta ha contribuido a la producción del accidente que se investiga. Pues, como lo ha resuelto la Corte nacional, no se trata de desconocer hechos que fueron admitidos por el juez penal como realmente sucedidos, sino de calificarlos desde una perspectiva diferente: las normas del derecho privado (conf. Fallos 319:2336, consid. cit.). En igual sentido se pronunció esta Suprema Corte -con otra integración- cuando sostuvo que la circunstancia de que un hecho declarado "existente" en sede penal no constituya un delito, no impide que el juez civil pueda calificarlo dentro de su competencia, pero no podría -sin violentar los principios de la cosa juzgada- declarar la existencia de un hecho si tal [suceso] fue tenido por "inexistente" en sentencia penal firme (conf. doct. Ac. 37.455, sent. de 16-VI-1987, en "Acuerdos y Sentencias", 1887-II-361 y sus citas: "Acuerdos y Sentencias", 1977-II1152 y 1979-I-228). 6. En el caso de marras -reitero- tanto en el fuero penal como en el ámbito civil -pues, así lo reconoció el propio coaccionado al responder la demanda (conf. fs. 80 y 133)- se tuvo por acreditado que Argaín participó en colectivo, el que hecho en conducía su por carácter la ruta de conductor provincial n° del 36, desplazándose desde la localidad de San Isidro hacia Olmos, el día y a la hora señalados y que se produjo el accidente de tránsito referido en la causa penal entre este vehículo y la camioneta al mando del señor Alfredo Rodríguez. Asimismo, el pronunciamiento penal en forma expresa tuvo por demostrado el grado de alcoholemia que presentaba la víctima fatal -señor Rodríguez- al momento del hecho, como así también el carácter de embistentes mutuos asignados a ambos rodados (v. fs. 353, causa penal). Desde esa perspectiva, el hecho ha quedado demostrado al igual que la participación del procesado, aun cuando se ponderó que tal conducta no quedaba alcanzada por la tipicidad penal exigida por el art. 84 de la ley represiva. Esta apreciación situación jurídica distinta fáctica en el puede ámbito merecer del una régimen resarcitorio, en tanto los requisitos necesarios para la imputación de un delito imprudente -que pese a las diversas posturas doctrinarias, podría considerarse que exige la violación del deber objetivo de cuidado, que de por sí comporta ya todo el grado de disvalor de ilicitud que funda su antijuricidad y la producción de un resultado lesivo conectado causalmente (imputación objetiva) con la conducta negligente, que operan como condiciones de punibilidad-, no son los mismos que permiten calificar ese factum en sede civil a los fines resarcitorios. De allí que sea verdaderamente muy discutido que los conceptos propios de la dogmática penal para los delitos imprudentes, puedan ser trasladables al ámbito del ilícito civil. De todo lo afirmado se deduce que sólo el hecho determinado en sede criminal, en sus circunstancias fácticas, limita al juez civil, pero no los recaudos jurídicos requeridos para su tipificación penal. 7. En suma, atribuir a la sentencia penal autoridad de cosa juzgada respecto de las condiciones que permiten verificar el reproche por culpa y, también, en relación con el llamado "nexo de causalidad", a los efectos del reclamo resarcitorio como lo hiciera el tribunal a quo, constituye un apartamiento de los términos del art. 1103 del Código Civil. 8. alzada vigente no Por comporta con ello, una arreglo a en tanto derivación las la decisión razonada circunstancias del de la derecho del caso, corresponde admitir el recurso de inaplicabilidad de ley articulado por el accionante y revocar el fallo impugnado. En razón de lo decidido, deben volver los autos al tribunal de origen, a fin de que -con la integración que corresponda- proceda a dictar un nuevo fallo con arreglo a lo expresado, debiendo abocarse a analizar la responsabilidad civil del demandado y los demás agravios pendientes de resolución. Con costas (arts. 68 y 289, C.P.C.C.). Con los alcances dados, voto por la afirmativa. El señor Juez doctor Genoud, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Soria, votó la cuestión también por la afirmativa. A la cuestión planteada, el señor Juez doctor de Lázzari dijo: Adhiero al voto del doctor Soria. Ya en anteriores oportunidades he apoyado la tesis que sostiene que sólo cuando en sede penal se hubiera tratado la producción del hecho con tal amplitud que no dejare margen alguno a la responsabilidad civil el pronunciamiento absolutorio impediría una condena (ver causa Ac. 77.891, sent. del 16-V-2001; entre otras). Ello porque la responsabilidad penal y la civil no deben ser confundidas, correspondiendo puede afirmarse implique apreciarlas la con existencia contradicción con el criterios de hecho la de distintos; segunda que ya así sin que se haya declarado la inexistencia del la primera (ver causa Ac. 60.667, sent. del 11-VI-1998). En lo referido al caso, además de las buenas razones que nutren el voto al que me sumo, debe destacarse que la función específica de la instancia penal es juzgar la conducta de quien resulte imputado, las opiniones que se hubieran volcado respecto de la actuación de la víctima de modo alguno encargados debieron de valorar comportamientos 73.290, sent. constreñir de ambas del desde partes 19-II-2002). a una los jueces óptica diversa involucradas En otras civiles (causa palabras: los Ac. el análisis de los hechos llevado a cabo por parte del juez penal para fundamentar el sobreseimiento que dictara, no conduce indefectiblemente a considerar que el hecho de la víctima (su culpa, en el caso) interrumpió el nexo causal en los términos del art. 1113 del Código Civil, porque las previsiones contenidas en el art. 1103 del mismo Código no alcanzan a tales extremos. Estando también de acuerdo con que los autos deben volver al tribunal de origen para que se dicte nuevo pronunciamiento acorde con las pautas anticipadas, voto por la afirmativa. La señora Jueza doctora Kogan, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Soria, votó la cuestión planteada también por la afirmativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se hace lugar al recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley interpuesto, y se revoca la sentencia impugnada, debiendo remitirse al tribunal de origen para que -con nueva integración- dicte un nuevo pronunciamiento (art. C.P.C.C.). Con costas a la vencida (art. 68, Cód. cit.). Notifíquese y devuélvase. EDUARDO NESTOR DE LAZZARI DANIEL FERNANDO SORIA LUIS ESTEBAN GENOUD HILDA KOGAN CARLOS E. CAMPS Secretario 289,