resolucion gral. nº 179/07

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La Plata,
24
de abril de 2007.-
VISTO:
La sanción de las leyes 13634 y 13645 referidas al fuero de familia y de
responsabilidad penal juvenil y a sus respectivos sistemas procesales, así como lo
decidido por la Suprema Corte Provincial con fecha 18/04/07 en el expediente I 68128
caratulado “Procuradora General de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de
Buenos Aires s/ inconstitucionalidad 2º, 35 incs. “f” y “h” y 37 de la ley 13.298”, y;
CONSIDERANDO:
1.- Que de conformidad con lo previsto en el artículo 67 de la ley 13298, el
decreto ley 10067 debe considerarse definitivamente derogado a partir del 18/04/07,
fecha en la que la Suprema Corte Provincial dispusiera el rechazo definitivo de la acción
de inconstitucionalidad instaurada en causa I 68128 y, consecuentemente, la vigencia y
aplicabilidad del régimen de la ley 13298 de promoción y protección integral de los
derecho del niño, y sus complementarias 13634 y 13645.Que, a diferencia de lo que sucedió con el proceso de transición iniciado en el
año 1998 con motivo de la vigencia del C.P.P. ley 11922, las disposiciones transitorias
de la ley 13634, modificadas parcialmente por ley 13645, impiden -al menos en materia
procesal penal- cualquier intento de aplicación ultraactiva del sistema legislativo que se
busca suplantar.
Que, en efecto, el artículo 95 de la ley 13634, no sólo excluye la aplicación del
decreto ley 10067 respecto de las causas que se inicien con posterioridad al 1º de
diciembre de 2007 (fecha fijada para la entrada en vigencia de las disposiciones de la
ley 13634 referidas al Proceso de la Responsabilidad Penal Juvenil comprendidas en el
Título III), sino también respecto de las que se iniciaren con anterioridad a ese fecha,
incluso si se tratare de procesos que ya hayan comenzado a sustanciarse de acuerdo a
las disposiciones del decreto ley 10067.Que en consecuencia, resulta evidente que el régimen de transición que ha
diseñado el legislador en el artículo 95 de la ley 13634 –según ley 13645- importa en
materia de responsabilidad penal juvenil la vigencia simultánea de al menos tres
regímenes procesales diferentes:
a) el aplicable a los procesos que se inicien luego del 1º de diciembre de 2007 –
arts. 18 a 85 de la ley 13634-;
b) el aplicable a los que se inicien en el lapso comprendido entre la entrada en
vigencia de las leyes 13298, 13634 y 13645 y el 30 de noviembre de 2007
(C.P.P. ley 3589 y sus modificatorias, con las adecuaciones que surgen del
artículo 95 “in fine” de la ley 13634); y
c)
el tercero, finalmente, a los que se encontraren en trámite al momento de la
entrada en vigencia de la referidas leyes 13298, 13634 y 13645 (procesos éstos
que se iniciaron de conformidad con las previsiones del decreto ley 10067 pero
que continuarán tramitando y finalizarán a tenor del C.P.P. 3589, también con
las adecuaciones antes referidas).
Que aún cuando esta disparidad de tratamiento no podría importar por sí misma
afectación constitucional, en tanto responde a necesidades evidentes de la transición y,
al menos “a priori”, no conduce a tratos desiguales en materia sustantiva, lo cierto es
que la complejidad de este cuadro jurídico-normativo impone a los órganos encargados
del gobierno del poder judicial de la Provincia definiciones que contribuyan a que los
distintos operadores puedan ir delineando –dentro del ámbito de sus competencias- sus
respectivas responsabilidades.
2.- Que en lo que atañe a este Ministerio Público, si bien no parece dificultoso
advertir que en los procesos que tramiten a tenor de las disposiciones de los artículos
18 a 85 de la ley 13634 (en principio, todos aquellos que se inicien con posterioridad al
1º diciembre de 2007) los actores principales serán los Agentes Fiscales y Defensores
Oficiales especializados –conf. art. 31 de la ley 13634-; no sucede lo mismo con los
procesos remanentes -sea que se trate de los iniciados durante la vigencia del decreto
ley 10067 o luego de su definitivo cese de operatividad-, pues tanto en uno como en
otro caso resultará de aplicación un cuerpo normativo diseñado básicamente para el
enjuiciamiento de mayores (C.P.P. ley 3589) y que, en consecuencia, no contiene
definiciones precisas con relación a los órganos que deben intervenir en los procesos
seguidos a menores.
Que aún cuando la cuestión no presenta dificultades en punto a cuál debe ser el
órgano que se encargue de la acusación (ver arts. 65, 85, 215, 218, 221, 222 y cctes.
del C.P.P. ley 3589), éstas si aparecen con relación a la defensa, en la medida en que
existen dentro del Ministerio Público dos ramas que -en principio- exhiben similar grado
de incumbencias a los efectos de afrontar la asistencia técnica de las personas menores
de edad imputadas en procesos de la etapa de transición.
3.- Que en este marco, si bien a primera vista podría pensarse que los Asesores
de Incapaces se encuentran en mejores condiciones para asumir -en las causas de la
transición- la defensa de las personas menores de edad que no cuenten con defensor
particular, especialmente por la circunstancia de que han venido desempeñando
básicamente ese rol en el marco del decreto ley 10067, lo cierto es que el proceso de
cambio que habrá de iniciarse con la vigencia de las leyes 13298, 13634 y 13645,
fundamentalmente el hecho de que se haya proscripto cualquier posible efecto
ultraactivo de la referida ley de patronato, lleva a que en el periodo de transición se
apliquen las reglas procedimentales que actuaron todos los Defensores Oficiales hasta
el año 1998 (conf. art. 95 de la ley 13634 conf. modificación ley 13645) y que hoy siguen
actuando aquellos que aún tienen a su cargo causas en trámite del viejo sistema.
Que a lo dicho cabe agregar que por imperio del artículo 224 del C.P.P. ley
3589, resulta factible que un número considerable de los procesos de la nueva
transición del fuero minoril finalicen ahora por medio de juicio oral y público, lo que
necesariamente podría alterar las proyecciones previas del específico trabajo de los
Asesores, intensificada ahora por la posible preparación de los juicios y la asistencia y
participación personal en las respectivas audiencias.
Que pese a que lo reseñado con anterioridad no necesariamente impone la
actuación conjunta de Defensores Oficiales y Asesores en cada uno de los procesos de
transición –lo que produciría una innecesaria sobrecarga adicional de trabajo en ambas
ramas del Ministerio Público-, sí en cambio exige una cuidadosa distribución de
funciones que lleve a un reparto equitativo de las responsabilidades pero que, a la vez,
suponga el fortalecimiento –a la luz de los principios de unidad, indivisibilidad y
flexibilidad- de los vínculos de coordinación, colaboración y mutua asistencia entre estas
dos ramas esenciales del Ministerio Público.
4.- Que, en consecuencia, y a los efectos de definir concretamente el ámbito de
las respectivas responsabilidades, parece prudente encomendar a la Defensa Oficial la
intervención en todos aquellos procesos penales seguidos a personas menores de edad
que, por imperio del artículo 95 de la ley 13634 –modificada por ley 13645- se inicien y
sustancien de acuerdo a las disposiciones del C.P.P. ley 3589 y sus modificatorias (art.
21 inc. 1º de la ley 12061 y 1 y cctes. del C.P.P. ley 3589).
Que, asimismo, corresponde fijar como regla que, respecto de los procesos en
trámite iniciados durante la vigencia u operatividad del decreto ley 10067, continúen
interviniendo -hasta su finalización- los Asesores de Incapaces, no sólo por las razones
antes invocadas referidas a las incumbencias y distribución del trabajo sino,
primordialmente, porque lo contrario podría conspirar contra el vínculo de confianza que
pudo haber construido el menor con su asistente técnico, y terminar incluso afectando la
estrategia procesal eventualmente diseñada para el caso.
5.- Que no pasa por alto a esta Jefatura del Ministerio Público que una primera
lectura del problema podría llevar a interpretar que la aplicación inmediata del C.P.P. ley
3589 aún a los procesos iniciados durante la vigencia u operatividad del decreto ley
10067, eximiría de toda intervención ulterior a los Asesores de Incapaces,
especialmente por el hecho de que el referido Código Jofré se refiriera siempre al
Defensor Oficial –arts. 1, 4, 64, 67, 77, 129, etc.- y no al Asesor de Incapaces. No
obstante, a criterio de esta Procuración General, sin que sea necesario forzar el sentido
del artículo 95 de la ley 13634 -que asigna a los “órganos” intervinientes la competencia
para seguir entendiendo en los procesos ya iniciados-, la aplicación inmediata de la ley
procesal penal no puede importar afectación de la actividad ya cumplida ni de las
situaciones adquiridas (Clariá Olmedo, Jorge, actualizado por Vazquez Rossi, Jorge;
“Derecho Procesal Penal”, Tomo I, pag. 109, octubre de 2001) y, desde otra
perspectiva, jamás resultaría admisible si de ella podría surgir menoscabo para la
defensa en juicio (conf. Binder, Alberto M., “Introducción al Derecho Procesal Penal”,
pags. 133 a 139; segunda edición, primera reimpresión, junio de 2000).Que visto el punto desde la perspectiva de los imputados menores a quienes durante la vigencia u operatividad del decreto ley 10067- el Estado les ha asignado para
su defensa a un Asesor de Incapaces, no resultaría razonable suponer que el cambio de
las reglas procesales que ha pautado el legislador en el artículo 95 de la ley 13634 –
modificada por ley 13645- importa, a la vez, avasallamiento de la actividad cumplida (v.
gr., cese de la intervención del abogado de oficio designado) y eventual menoscabo a
su defensa en juicio.
6.- Que, en consecuencia, como se dijo anteriormente, en los procesos iniciados
durante la vigencia u operatividad de la ley 10067, debe sentarse como principio general
la intervención de los Asesores de Incapaces hasta su respectiva finalización.
Que, sin perjuicio de ello, cuando no exista posible afectación de la estrategia
de defensa ni medie objeción alguna del imputado, el Asesor de Menores podrá –luego
del cese de operatividad del decreto ley 10067- declinar excepcionalmente su
intervención en favor de la Defensa Oficial, siempre y cuando no haya mediado dictado
del auto al que se refiere el artículo 33 del citado decreto ley.
Que lo propio podrá hacerse -por razones vinculadas a la distribución equitativa
del trabajo- en aquellos procesos que deban resolverse en juicio oral y público –sea por
disposición de la ley o por opción de los imputados- siempre, claro está, que no exista
tampoco posible afectación de la estrategia de defensa ni medie objeción alguna del
imputado.Que, en todos los casos, sea que la función de defensa la asuma la Asesoría de
Incapaces, sea que la asuma la Defensa Oficial, corresponde instar a los representantes
de ambas ramas de este Ministerio Público -que es único y debe velar por el respeto de
la legalidad y de los valores jurídicos consagrados por la constitución y las leyes-, para
que, en la emergencia, fortalezcan sus vínculos de comunicación, colaboración y mutua
asistencia, evitando en lo posible todo conflicto negativo de actuación.
Que por todo ello, la señora Procuradora General de la Suprema Corte de la
Provincia, en uso de la atribuciones contenidas en el artículo 189 de la Constitución
Provincial; 12 y 13 de la Ley de Ministerio Público; y 109 de la ley 13634,
RESUELVE:
Artículo 1.- La Defensa Oficial debe intervenir -hasta su finalización- en todos
los procesos penales seguidos a menores que se inicien y sustancien de acuerdo a las
disposiciones del C.P.P. ley 3589 y sus modificatorias (art. 21 inc. 1º de la ley 12061 y 1
y cctes. del C.P.P. ley 3589).
Artículo 2.- Los Asesores de Incapaces deben asumir o continuar ejerciendo la
defensa de los imputados menores en los procesos iniciados durante la vigencia u
operatividad del decreto ley 10067, hasta su respectiva finalización.
Artículo 3.- No obstante lo anterior, los Asesores de Incapaces podrán declinar
su intervención en favor de la Defensoría Oficial cuando (a) al momento del cese de
operatividad del decreto ley 10067, aún no hubiese mediado dictado del auto al que se
refiere el artículo 33; o (b) se tratare de procesos que, por imperio de la ley o elección
del imputado, deban finalizar mediante juicio oral y público.
Esta opción sólo podrá ser ejercida cuando la sustitución no afecte la estrategia
de defensa ni medie objeción de los interesados.
Artículo 4.- Cuando se ejerza la opción del artículo anterior, el Asesor de
Incapaces pondrá en conocimiento del Defensor Oficial toda la información que estime
necesaria para el adecuado ejercicio de su ministerio.
Artículo 5.- En cualquiera de los supuestos, y a la luz de los principios de
unicidad y flexibilidad del Ministerio Público, tanto los representantes de las Asesorías
de Incapaces como los de la Defensa Oficial, deberán redoblar esfuerzos para fortalecer
-en la emergencia- sus vínculos de comunicación, colaboración y mutua asistencia,
evitando en lo posible todo conflicto negativo de actuación.
Artículo 6.- Regístrese, comuníquese a la Suprema Corte de Justicia de la
Provincia. Hágase saber a las Fiscalías de Cámaras y, por medio de éstas, a los
Asesores de Incapaces y Agentes Fiscales. Comuníquese asimismo a las Defensorías
Generales y, por medio de éstas, a los Defensores Oficiales con competencia penal.
Remítase copia al Colegio Público de Abogados de la Provincia y a las Secretarías de
Política Criminal y Estrategia y Gestión. Oportunamente archívese.
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