11 Congreso del PIT-CNT

Anuncio
XI CONGRESO DEL PIT-CNT.
ASOCIACIÓN de FUNCIONARIOS JUDICIALES del URUGUAY
JUSTICIA PARA UN PAIS DE PRIMERA
El Documento del Departamento de Trabajadores
Municipales, aprobado en el
Estatales y
X Congreso del PIT - CNT, en el nª 4
Plataforma, establecía en el punto 20 inc. n:
”Impulsaremos el rescate del
papel de la Justicia en la construcción de un nuevo Estado. Por eso se deberá
analizar en el Poder Judicial temas tales como el Acceso a la Magistratura, los
plazos de los juicios laborales, la defensa pública, las condiciones de
reclutamiento, entre otros”.
La Asociación de Funcionarios Judiciales del Uruguay (AFJU) siguiendo el
camino de aportar al debate de un tema tan importante para la sociedad y la
clase trabajadora pone a consideración el presente documento, intentando
contribuir en medidas dirigidas a mejorar el servicio que brinda el Poder
Judicial acercándolo a los lugares donde se encuentran los ciudadanos más
vulnerables y necesitados de ser protegidos en sus derechos.
REFORMA DEL ESTADO Y REFORMA JUDICIAL
El documento base para el Congreso de nuestro PIT CNT incluye, como no
podía ser de otra manera, un numeral específico sobre la Reforma del Estado. En
los párrafos destinados a la transformación estatal incorpora algunas valoraciones
críticas sobre su desarrollo hasta el presente. Independientemente de este
posicionamiento, destaca las expectativas que tiene el movimiento sindical de una
1
convocatoria a los trabajadores para participar en la discusión sobre el rumbo que
tome un estado “locomotora del desarrollo productivo, social y democrático”.1
No hace nuestra Central más que reivindicar un derecho lógico e incluso
aceptado en diferentes instancias oficiales. Es más, la importancia de la
participación de la sociedad ya fue ratificada por encuentros como la XIX Cubre
de Jefes de Estado y de Gobierno realizada en Estoril (2009) que han señalado la
obligación de los Estados iberoamericanos de facilitar la intervención
independiente de la sociedad.2
Los trabajadores judiciales entendemos que no es posible entablar un debate
adecuado sobre una Reforma Democrática del Estado sin incluir al Poder Judicial.
Parece innecesario extenderse aquí sobre la importancia que tiene la justicia en una
sociedad democrática.
Pero no sólo desde filas de los trabajadores se argumenta sobre la
imprescindible incorporación del Poder Judicial al proceso. Por sólo citar un
ejemplo. En la revista de la Oficina Nacional del Servicio Civil el Dr. Anibal
Cagnoni afirmaba que de aplicarse una dimensión parcial a la reforma no
resultaría una autentica reforma del Estado.3
Creemos que la omisión en la incorporación a la discusión de una
caracterización de la justicia y el Poder Judicial que queremos representará por lo
menos dos graves problemas.
En primer lugar, no estaremos aportando una propuesta alternativa del Estado
y el Poder Judicial dando cumplimiento a aquella consigna de “un Poder Judicial
garantía de los cambios”. Se perderá así la experiencia de los trabajadores y el saber
acumulado que nuestro Sindicato ha ido generando.
En segundo lugar, la no construcción de esa propuesta alternativa no significa
dejar un vacío que nadie ocupará. Por el contrario, seguirá vigente y en desarrollo la
Documento Bases de Discusión hacia el XI Congreso Nacional ordinario de nuestro PIT CNT “Unidad para los
cambios profundos”, p. 7.
2
Carta Iberoamericana de Participación Ciudadana en la Gestión Pública en www.clad.org
3
CAGNONI, José A.; “Reflexiones en torno a la Reforma del Estado” en Revista de la Oficina Nacional del Servicio
Civil, Año 1, 2006, Nº 32, p. 98.
1
2
propuesta de transformación del Poder Judicial que entre sus rasgos más
preocupantes y negativos conserva y defiende objetivos propios de los planteos
neoliberales de los años 90.
No es posible extendernos aquí al respecto pero surge claramente del contrato
firmado por nuestro Poder Judicial (2001), consultorías y documentos, la adhesión a
bases que no han sido modificadas a pesar de la orientación general que por vía
democrática la población ha dado al rumbo del país.
A través de estos compromisos internacionales se define también una visión
de la función y el funcionamiento del aparato estatal. Financiado parcialmente por el
Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se conservan las premisas de lo que se
conoce como la 8ª Reposición de Capital (1994). Estas pregonan una
“modernización” del Estado que apunta básicamente a una consolidación de
cambios en la economía que incluyan el “trasladar al mercado un conjunto de
actividades productivas”.4
En consonancia el BID ha apoyado con su “asistencia” financiera a procesos
de reforma económica que refuercen la economía de mercado, la apertura del
comercio y la eliminación de subsidios. Frente a lo que descalifica como
monopolios estatales “ineficientes”, “privatizar actividades productivas y la
prestación de servicios”:
“Esas reformas económicas han implicado una importante transformación en
las relaciones entre el Estado, el mercado y los diferentes actores sociales y el
Banco ha realizado esfuerzos para apoyar a los países en el fortalecimiento del
nuevo rol del Estado”5
Contrariamente a lo que se pueda suponer dado el tiempo de aprobación del
documento y las drásticas transformaciones ocurridas, la última revisión efectuada
por el Directorio del BID no produjo cambios sustanciales en las definiciones. Esto
no es una cuestión irrelevante en un documento que guía las acciones del Banco en
4
5
BID, “Modernización del Estado. Documento de estrategia”, Washington, julio de 2003, Resumen ejecutivo, p. i.
Ibídem, Objetivo, 1.8, p. 3.
3
la promoción de las reformas del Estado. Dentro de los grandes conceptos que se
mantienen, se destaca la idea prioritaria de un marco regulatorio apropiado para el
funcionamiento de los mercados en el que los poderes judiciales juegan un papel de
primer orden.
EN SUMA, los judiciales debemos y podemos incidir en las definiciones de
que Poder Judicial queremos dentro de las grandes líneas de la Reforma
Democrática del Estado.
La sociedad tiene el deber de saber y la obligación de incidir. Los trabajadores
de la justicia el compromiso de evitar que se consagren reformas grandes procesadas
a través de la letra chica.
¿PENSAR QUE JUSTICIA Y QUE PODER JUDICIAL QUEREMOS?
Entendemos que hay que pensar una justicia y un sistema judicial que se
construya sobre verdaderos principios de igualdad, solidaridad social y
accesibilidad, debemos repensar como formamos a quienes serán los operadores
del sistema, desde los planes de estudio, forma de llegar a la magistratura y a la
defensa pública, etc.
La primera apreciación que se debe realizar, es que el Poder Judicial, requiere
de un nuevo ordenamiento administrativo y organizativo generador de políticas
públicas, y que el centro de esas políticas estén orientadas a asegurar el acceso a la
justicia y la protección de los derechos de todos los ciudadanos.
La clase trabajadora debe y tiene que ser el motor que impulse como
expresión de las necesidades de la sociedad, un gran debate sobre la
transformación del Sistema Judicial. Este no debe ser exclusivamente un tema de
la academia o juristas.
4
No es posible alcanzar la Justicia Social que la clase trabajadora pretende si
nuestro país tiene y promueve una justicia que diferencia a pobres de ricos,,
excluyendo del sistema al mas desamparado en la protección de sus derechos.
La mejor distribución de la riqueza no-solo es un tema económico o de
ingresos, debe estar presente también en lo que el Estado le brinda a la sociedad en
cuanto a sus derechos fundamentales, Salud, Educación, Seguridad y Justicia.
Y en este tema el punto de arranque es el efectivo acceso a Justicia de los más
vulnerables y menos protegidos por el sistema.
Por lo que proponemos:

Reformular la Defensa Pública.
Mejorar la distribución de los Defensores y Procuradores por materia (en
Montevideo), priorizando aquellas más sensibles como Familia, Familia
Especializada, Laboral y Penal.
En el interior asignar Defensores y Procuradores de acuerdo a las necesidades
del servicio.
Que todos los cargos del Escalafón VII, Defensa Pública, sean por estricto
concurso de oposición y meritos para el Ascenso, y para el Ingreso por
concurso abierto y público.
Ampliar las competencias de la Defensa Pública, atendiendo no solo los
asuntos que se dirimen en el Poder Judicial, en primera instancia se podría
ampliar ante cualquier organismo público.

Eliminar las actuales restricciones de acceso a la Defensa Pública
La Defensa Pública, tanto en Montevideo como en el resto del País, tiene
necesariamente que ser puesta al servicio no solo de los humildes, por lo cual
es necesario eliminar restricciones que impiden llegar a la defensa; ser
5
propietario y estar desempleado o con bajos ingresos, por lo que proponemos
revisar los montos de las cuantías y demás restricciones.
Instalar consultorios de las Defensorías en los barrios más lejanos, como
forma que aquellos usuarios con menos recursos tengan un lugar donde
asesorarse y consultar, pudiendo unificarse físicamente con los Centros de
Mediación, llegando directamente a los sectores de la sociedad más vulnerables
y con menos posibilidades en el ejercicio de sus derechos. Tendiendo a un
servicio como la Defensa Publica Penal, gratuita para todos.

Volver a instalar la Justicia de Paz en los barrios.
Creemos que la actual política descentralizadora impulsada desde el gobierno,
debe necesariamente ser aplicada en el Poder Judicial, acercando la Justicia a
los vecinos.
En contrario a la política actual de la Suprema Corte de Justicia que lleva
adelante una política de concentración de sedes judiciales en la capital (por
materia) y a formar Comunidades Geográficas en el interior del país
suprimiendo juzgados de Paz y concentrando varias seccionales judiciales en
un solo juez.
Profundizar el rol de la Mediación en las materias más sensibles.
Esta instancia intermedia, de interacción social, permite resolver conflictos sin
llegar al todavía pesado sistema judicial, en múltiples situaciones donde el
dialogo y la ponderación del entorno permite resolver el problema. La
mediación ha permitido que muchos usuarios no tuvieran necesidad de iniciar
un proceso judicial con lo oneroso y prolongado que pueden ser los mismos.
El plan “piloto” lleva 20 años y recién ahora esta comenzando su ampliación a
todo el país.
6
Crear Tribunales de Apelación por regiones en el interior del país,
siguiendo un proceso de descentralización de todas las áreas del estado.
El acceso a los Tribunales de Apelaciones queda limitado a la capacidad
económica del recurrente, y la distancia desestimula el derecho de ejercer las
defensas procesales que constituyen los recursos ante un Tribunal de mayor
jerarquía cuando la decisión judicial es cuestionable jurídicamente.
La instalación de Tribunales en regiones claramente determinables
especialmente en el norte del país, sería un paso de descentralización y de
verdadera Justicia nacional.
 Democratizar el ingreso a la magistratura
Que se respete para el ingreso a la magistratura el necesario pasaje por la
denominada Escuela Judicial del Centro de Estudios Judiciales del Uruguay CEJU.
Exigimos para el ingreso, así como para el ascenso de los jueces el necesario
concurso, como para el resto de los trabajadores del Estado.
Debe ser de los pocos lugares del Estado donde para acceder al cargo más
importante del Organismo y de la Magistratura Uruguaya, en caso de no existir
acuerdos políticos, se llega por antigüedad (Ministro de la Suprema Corte de
Justicia art. 236 de la Constitución).
 Mejorar la organización de la estructura administrativa del Poder
Judicial.
La Suprema Corte de Justicia ejerce la superintendencia administrativa (art.
239 Inc. 2 de la Constitución), delegando en la Dirección General y las
Divisiones Administrativas, su ordenamiento interno.
7
Esto produce un mecanismo de marchas y contramarchas, donde decisiones
tomadas en el marco de dicha delegación, son modificadas por la SCJ, muchas
veces sin elementos relacionados a las necesidades del servicio. Estimulando
una inercia en los mandos medios, producto de este relacionamiento interno y
la falta de reglas claras en cuanto a metas y políticas de gestión administrativas.
Se requiere de
una mayor especialización y capacitación
tanto en lo
administrativo como en lo jurisdiccional, para todos los trabajadores y en todos
los niveles.
No se puede entender un Poder Judicial que no tenga un área a la
investigación y asesoramiento de los Magistrados, que coordine con la
UDELAR, con el Ministerio Público y otros actores del Sistema Judicial, en la
búsqueda de insumos necesarios desde lo académico para mejorar la calidad de
la gestión jurisdiccional.
Entendemos que el gerenciamiento administrativo debe ser incluido en el
actual proyecto de creación del Ministerio de Justicia en el marco de la reforma
del estado. Al momento el Poder Judicial no esta incluido la misma.

Aprobación con las debidas herramientas del Código del Proceso Penal y
del Código Penal.
Luego de varios intentos, hasta ahora fallidos, de modificar estos códigos, se
hace urgente que se modifiquen teniendo en cuenta la evolución del delito y de
las respuestas a dar por el Estado. En caso de aprobación de los nuevos Código
(del Proceso Penal y Penal), dotar al Poder Judicial de los recursos materiales
y humanos necesarios.
Entendemos que la aplicación de estos nuevos códigos debe aplicarse
simultáneamente en toda la Republica; rechazamos una implementación
8
gradual dado que podrían crearse dos regimenes diferentes de aplicación de las
leyes.
 Revertir la actual política de supresión de las Seccionales Judiciales
en el interior de la República.
La actual política de supresión de seccionales deja en manos (en el mejor de
los casos) del Ministerio del Interior; la mejor garantía tiene que seguir siendo
la presencia del Poder Judicial en todo el territorio nacional.
 Profundizar el efectivo ejercicio de los objetivos de la justicia
especializada en materia laboral, a nivel nacional, por medio de un
proceso de descentralización o regionalización.
Desde la implementación de los juicios laborales, en especial de instancia
única, se han generado inconvenientes en el proceso que requieren una
urgente solución para que sea efectiva y sin alargamientos en el tiempo que
desestímulo recurrir a ella.
Para los casos de violencia domestica entendemos necesario la creación de
juzgados especializados en todo el territorio nacional.
En el poder judicial hay mucho por hacer y como trabajadores tenemos a
través de nuestro compromiso laboral como servidores públicos la
responsabilidad de promover que la Justicia sea parte sustancial de la reforma
del estado.
ASOCIACIÓN de FUNCIONARIOS JUDICIALES del URUGUAY
9
Descargar