1er Congreso Internacional "Pobres y Pobreza en la Sociedad

Anuncio
1er Congreso Internacional "Pobres y Pobreza en la Sociedad
Argentina"
Universidad Nacional de Quilmes - Argentina
Noviembre 1997
Ponencias publicadas por el Equipo NAyA
http://www.naya.org.ar/
[email protected]
I CONGRESO INTERNACIONAL de " POBRES Y POBREZA
NIÑOS, POBRES Y TRABAJADORES.
LA NECESIDAD DE UNA ESTRATEGIA MéLTIPLE PARA EL ABORDAJE
DE UN FENàMENO SOCIAL CRECIENTE.
Alicia Lezcano1
I. INTRODUCCION
El trabajo infantil, o sea todas aquellas actividades que desempeñan
los niños menores de 14 años a fin de obtener una retribución
material o simbólica, ha tenido una significación diferente a lo largo
de la historia y de las condiciones políticas, económicas, jurídicas
propias de distintas sociedades. Sin embargo, las últimas dos
décadas han presentado un importante incremento de esta población
trabajadora que es parte de la realidad cotidiana en los centros
urbanos
de
los
países
latinoamericanos.
La
Organización
Internacional del Trabajo estima que, en algunos países de la región,
el 50% de la población vive dentro de los niveles de pobreza
absoluta. América Latina cuenta con una población de 450 millones
de habitantes, de los cuales 150 millones constituyen la población
económicamente activa. Los niveles de desempleo y subempleo
trepan a una media del 28% (en algunos países de la región los
índices alcanzan el 50 %) y el 13 % (aproximadamente 58 millones
de niños) de la población trabajadora, está integrada por niños de
entre 5 y 14 años. En nuestro país, solo en el grupo etáreo de 10 a
14 años, hay más de 200.000 trabajadores infantiles2. Una
estimación cualitativa indicaba que solo el 14,1 % de esta población
estaría trabajando en las calles (Rodríguez, 1993). Con ello el 85,9 %
de este segmento de la población económicamente activa trabaja
bajo una condición particular que implica su ocultamiento. De ellos
poco se sabe, dada que es escasa o nula la producción de
investigaciones que describan, analicen o caractericen este problema.
En nuestro país existen dificultades para el registro y creemos que
parte de estos inconvenientes se basan en que este fenómeno social
no es tenido en cuenta en su total magnitud. En este sentido una de
las interpretaciones más comunes, es aquella que tiende a
subestimar o a negar su importancia real, atribuyéndole, así, un
carácter secundario y reducido. Esto es, no se lo define como trabajo
sino como actividades subalternas con pocos rasgos comunes con el
trabajo adulto. Desde esta perspectiva, el trabajo es aquel que se
incorpora y se desempeña en el sistema productivo formal y bajo un
régimen de asalarización regular (G. Schibotto 1990). Con lo cual
este tipo de problemáticas (trabajo infantil), se analiza desde una
perspectiva social pero se desprecia su valor económico y estadístico.
Esto hace que se lo trate marginalmente, sobre todo a la hora del
relevamiento censal o muestral tal y como lo hace la Encuesta
Permanente en Hogares. Si bien es cierto que existe un problema de
percepción entre algunos actores implicados en el relevamiento,"...muchos padres no reconocen que sus hijos trabajan, porque en
realidad quien es subcontratado y quien perciben ingresos es él
(padre) ..." "...o bien tienen miedo de porque están contraviniendo
disposiciones legales que prohiben el trabajo de los niños..."
Entrevistas con equipos responsables técnicos del INDEC/EPH.también, es cierto que este mismo carácter marginal que se le
atribuye, impide profundizar el conocimiento acerca de aspectos
deben ser tenidos en cuenta para la captación.
El presente trabajo tiene como objetivo presentar una descripción
acabada de los procedimientos metodológicos - cualitativos-,
seguidos durante la etapas previas y en la misma selección de casos,
la recolección y análisis de datos que se hizo para la investigación
que se llevo a cabo durante el periodo 1995-1997 "El Trabajo Infantil
Urbano en Argentina Caracterización y Comprensión. Estudio
comparativo" - correspondiente al plan de tesis presentado y
aprobado para el Doctorado de la Facultad de Filosofía y Letras.
Universidad de Buenos Aires-.
II. CONSIDERACIONES GENERALES
A partir de 1989, en nuestro país se impulsa un cambio en el patrón
de acumulación prevaleciente hasta la fecha.
Algunos de los factores que impulsan este cambio son: el retiro del
Estado en la producción de bienes y servicios, una promoción
desigual de actividades, regiones y actores sociales, y de la provisión
de economías externas al capital privado, se suma a esto la
desregulación de la economía y una importante retracción del Estado
en su función redistributiva. En este contexto se observan: altas
tasas de desempleo y subempleo, falta de generación de empleos
genuinos y la creciente incorporación de trabajadores "adicionales" en
sectores de la economía con alta propensión a la informalidad como
comercio y servicios. Parte de esos trabajadores "adicionales" son
niños de menos de 14 años.
El ingreso precoz de los niños al mercado de trabajo ha estado y está
determinado por la multipresencia de factores que dependen,
fundamentalmente, del contexto socioeconómico, histórico, cultural y
jurídico. Este fenómeno social que crece día a día en los países
latinoamericanos, aunque no debe vincularse directamente a las
situaciones de pobreza ancestrales o nuevas como un aspecto cultural
o educativo, tiene a la marginalidad, la pauperización y la exclusión
económica y ecológica como escenario principal.
El trabajo infantil tiene distintos ámbitos de realización3 y en cada
uno de esos ámbitos -calle, barrio, taller, pequeño comercio, etc.- los
niños interactúan con otros actores sociales y en contextos que
"influyen y determinan" sus decisiones, intenciones, actitudes y
creencias y por lo tanto definirán desde la edad en que se involucra
con el trabajo hasta el tipo de actividad económica o extraeconomica
que realizara. Estos ámbitos definen, en principio dos espacios de
observación y análisis. Uno de ellos hace ostensible el trabajo de los
niños dado que es fácil visualizar su presencia cotidiana en lugares de
gran concentración y exposición pública, la calle. El otro, menos
manifiesto, si se quiere más privado, es el que "oculta" al trabajo
infantil,
son
los
espacios
microsociales
que
encontramos
cotidianamente en la ciudades colindantes a los grandes centros
urbanos. Son estos mismos espacios los que determinan a los
trabajadores infantiles como "visibles" o "invisibles u ocultos".
Más allá de la visibilidad o la invisibilidad que asumen las diferentes
practicas socilaborales que realizan los niños, nosotros comprobamos,
entre otras cosas, que no existe un conocimiento profundo y con ello
una interpretación acabada de esta problemática tanto a nivel micro
como macrosocial, ya no solo de los significados que se le atribuye al
trabajo infantil sino más bien de las características esenciales que
asumen estas practicas.
Como queda expresado este es un fenómeno social de alta
complejidad, dado que nos encontramos frente a dos cuestiones
esenciales: Por un lado, los sujetos bajo análisis son niños. A su vez
estos niños se encuentran enmarcados en contextos donde se
construyen relaciones sociales que son fuertemente determinadas,
aunque no en forma excluyente, por situaciones de extrema pobreza,
constituciones familiares particulares, altos grados de violencia social
y formas culturales ancestrales diferentes. Por otro lado, tienen una
condición común que los define como trabajadores y es la necesidad
de fijar estrategias individuales o colectivas que le permiten ingresar
al mercado de trabajo urbano, a fin de satisfacer necesidades vitales.
En estos espacios los niños formalizan diversas estrategias
sociolaborales y esto hace que ellos deban vincularse con "otros
sociales", esto pueden ser pares o adultos. Cuando hablamos de
adultos nos referimos no solo a aquellos con los que los niños pueden
establecer una relación laboral, sino, también a aquellos que influyen
, estimulan (parientes, conocidos, amigos, empleadores, etc.) o
penalizan4 su actividad y que en definitiva son quienes conforman un
complejo entramado de relaciones que constituyen el "mundo social"
del niño trabajador.
La complejidad de estas relaciones no pueden ser aprendidas a partir
de registros estadísticos que no incluyen criterios adecuados. Por ello,
planteamos analizar la problemática desde distintos niveles de
observación, cada uno de estos niveles representan ámbitos de
interacción, del niño con otros niños, con adultos y entre adultos
entre sí, y el medio en el que desarrollan las actividades laborales,
como así los contextos sociales, jurídicos, políticos y económicos que
los implican.
Para esta investigación propusimos como objetivo central:
comprender y caracterizar el significado que asume el Trabajo Infantil
a partir de un estudio comparativo entre los posibles sentidos que le
asignan al mismo los distintos actores sociales involucrados en la
problemática, esto es niños e "instituciones". A tal fin planteamos tres
objetivos específicos: El primero, es el de estudiar el significado que
le asignan al trabajo infantil los propios niños trabajadores a partir
del reconocimiento de algunas características constitutivas que lo
determinan como trabajador. El segundo, es el de examinar el
sentido que le conceden las "instituciones", que están implicadas
directamente con los niños y su actividad laboral. Y en tercer lugar,
reconocer los contextos políticos, jurídicos, sociales y económicos que
"influyen", de manera "negativa o positiva", al trabajo infantil.
Este estudio se ha desarrollado en tres concentraciones urbanas:
Gran Buenos Aires, Rosario, y Neuquén, en el período comprendido
entre 1985 y 1995. Hemos utilizado una estrategia metodológica
cualitativa.
En primer lugar, diremos que la elección de contextos diferentes nos
permitió, por un lado, ampliar la posibilidad de análisis y
comparabilidad a fin de establecer regularidades más generales. Y
por otro, aumentar la confiabilidad y la validez de nuestra
investigación "en la medida que esta regularidad de aparición de los
datos se produce sin importar como quiera y donde quiera que sea
llevado a cabo" (Kirk 1986) En segundo, lugar, en nuestra búsqueda selección de los casos- advertimos que las transformaciones a nivel
macrosocial operaban, en cierto sentido, transformaciones en las
relaciones microsociales. Indices elevados de desocupación,
administraciones gubernamentales ausentes, violencia y abuso eran
algunas cuestiones que aparecían en las escenas cotidianas.
En tercer lugar, para poder comprender los significados que tanto
niños como adultos conferían al trabajo infantil era imprescindible
conocer y reconocer las prácticas constitutivas de dicho sentido.
Para emprender esta tarea y por lo antes expuesto era esencial,
entonces, orientar nuestra investigación desde una perspectiva
teórica-metodológica que nos permita reconocer en profundidad este
tipo de problemática y con ello avanzar hacia un nivel de
conceptualización mayor a partir de la integración de variadas
observaciones,
perspectivas
teóricas,
fuentes
de
datos
y
metodológicas (Denzin 1978, Fielding 1986).
III. PRESENTACION DE LA ESTRATEGIA METODOLOGICA
En este apartado intentaremos presentar y justificar tanto la elección
de la estrategia metodología, las técnicas utilizadas, las dificultades
encontradas y las estrategias de análisis que se aplican para esta
investigación.
3.1. La necesidad de un conocimiento en profundidad.
Decíamos en párrafos anteriores, que estamos abordando un tipo de
problemática complicada tanto en su reconocimiento como en los
intentos de explicación que se pueden hacer dadas la características
de la constitución que implica la unidad de análisis bajo estudio, niños
trabajadores. Para nosotros solo fue posible conocerlo a partir de la
practica etnográfica.
La etnografía es un método de investigación social que trabaja con
una amplia gama de fuentes de información.
Quien adopta ese tipo de metodología participa activamente de la
vida cotidiana de las personas durante un período de tiempo
relativamente extenso recogiendo todo tipo de datos accesibles para
poder reconocer prácticas sociales que son difíciles de visualizar en el
marco de entrevistas de corta duración (Hammersleym, Atkinson
1994). Sabemos que es la forma más básica de investigación social,
pero que también , la misma, genera una interacción entre convertir
lo familiar en extraño y lo extraño en familiar (R. Rosaldo 1991).
Guarda una estrecha semejanza con la manera como la gente otorga
"sentido" a las cosas de la vida cotidiana.
Inicialmente, el trabajo de campo etnográfico es el método que sigue
siendo inusualmente sensitivo. La observación participante obliga a
sus practicantes a experimentar, a un nivel tanto intelectual como
corporal, las vicisitudes de la traducción. Requiere de un arduo
aprendizaje del lenguaje, y a menudo un desarreglo de las
expectativas personales y culturales (J. Clifford 19 ). Efectivamente
en nuestro caso estos que aparecen como principios básicos para el
método debieron ser aplicados una y otra vez para poder acercarnos
al conocimiento.
En cualquier circunstancia cuando el investigador se acerca al campo
debe estar "preparado" para establecer un buen "rapport". Sin
embargo, en este caso el acercamiento y la relación implican una
especial habilidad, ya que no solo se trata de niños, sino que es una
porción de la niñez que trabaja. Se trata en general de niños muy
introvertidos, temerosos y con una fuerte propensión a la sumisión,
aunque la percepción generalizada sea la contraria. Causan
aprehensión, se los piensa como los hijos de familias inescrupulosas
que envían a sus hijos a trabajar a las calles para satisfacer sus
necesidades personales, o bien, que la pobreza extrema de las
familias se relaciona inexorablemente con la promiscuidad, la
negligencia y la incapacidad de constituir hogares ejemplares que les
permitieran brindar protección y abrigo a la prole.
Prejuicios y percepciones provocan en los niños una especial aversión
al acercamiento de personas ajenas a su entorno más próximo. Con
lo cual, el investigador debe poder además de fijar estrategias
múltiples de acercamiento lograr la confianza de los niños. Esto
impone por un lado cierta amplitud de criterio para dejar de lado
tanto prejuicios como preconceptos y por otro una especial
disposición para poner a prueba nuestra propia confiabilidad, con
respecto a ellos.
Lo interesante del relato aparece vinculado a como fue posible el
acceso a la información y bajo que condiciones se hizo tanto el
reconocimiento de las practicas sociolaborales de los niños que
trabajan en la calle como entre aquellos que lo hacen en ámbitos de
escasa visibilidad.
Los primeros contactos en los ámbitos callejeros presentaron una
especial dificultad dado que la observación participante entre los
grupos no solo alteraba el comportamiento de los mismos, sino que
generaba mucha desconfianza entre ellos. Debe pensarse que estos
grupos habitualmente son perseguidos por organismos de seguridad
o del patronato de menores como por ejemplo , policía, policía de
menores, asistentes sociales, etc.. De este modo fue que decidimos
otras formas de acercamiento.
Desde 1984 en nuestro país se impulsaron programas especiales de
atención para este tipo de poblaciones. Los programas cuentan desde
entonces con lo que se conoce habitualmente como operadores
callejeros o educadores callejeros o populares. En general se trata de
jóvenes, no necesariamente profesionales, que a través de un tiempo
y una modalidad determinada logran establecer una relación afectiva
con los niños en la calle. Para vincularnos con este tipo de actores
entonces fue necesario relacionarnos primero a los proyectos y
programas, pasar una suerte de evaluación a cargo de los miembros
del mismo5 para que se nos habilitara el contacto con los operadores
y muy posteriormente con los niños. Una de las experiencias mas
complejas pero simultáneamente más enriquecedoras para la
investigación, fue la de hacer callejeada durante noches y días con
los operadores en los distintos centros urbanos.
La callejeada es una metodología de trabajo en la que se recorren los
mismos circuitos espaciales de encuentro y laborales que tienen los
niños. Por lo general se hace en horarios en que se estima que el
niño puede estar más expuesto al peligro, es decir por la noche y
entrada la madrugada. Se recorre avenidas, plazas, centros
comerciales, vagones de trenes, estaciones terminales de transporte
público, etc. Allí los niños puede estar desde abriendo puertas de
autos o mendigando, - trabajando- hasta compartiendo el consumo
de inahalantes u otro tipo de adiciones. La intervención nunca es
compulsiva y los contactos se evalúan desde el sentido común y
entendiendo las necesidades del niño. En este tiempo no solo el
investigador debe demostrar su disponibilidad de tiempo sino su
capacidad para establecer una buena relación con los niños de lo
contrario se termina la relación tanto con niños como adultos. Este
aprendizaje nos permitió reconocer lugares y ámbitos espaciales de
circulación, tipos de actividad conformación de grupos, relaciones
afectivas, de poder/dominación y especialmente percepciones que
tienen ellos mismos y los otros sociales con respecto a esta porción
de población.
La inmersión profunda nos ha llevado comprobar que este fenómeno
social, en primer lugar no representan un todo homogéneo y en
segundo lugar que no hay una correspondencia entre las causas que
originan el trabajo infantil con los prejuicios o preconceptos
enunciados.
En cuanto a la heterogeneidad constitutiva hemos podido determinar
que en el caso de los niños que trabajan en la calle existen
actividades, formas de relación afectiva, de organización,
reclutamiento, condiciones de vida preexistentes y lugares o espacios
laborales que nos permiten distinguirlos en dos grupos. Existe
entonces dos divisiones principales entre los trabajadores infantiles
callejeros: 1.- La primera es la que los define como niños de la calle,
o sea son niños que viven y trabajan en las calles y que por un
conflicto familiar han sido excluidos de su hogar o han tomado la
decisión particular de autoexcluirse del grupo primario. La conducta,
los hábitos y los comportamientos, formas de entablar relación con
otros sociales, modos de organización de los grupos (más asimilables
a la estructura de organización familiar) que los distingue de aquellos
que solo recurren a las calles para realizar una actividad económica.
Entre estos se observa una libertad mayor de movimientos, gestual y
verbal , un dominio particular del espacio y una forma especial de
protección del grupo frente a peligros externos. Son niños muy
lúdicos aunque esto se ponga de manifiesto en forma violenta. 2.Los niños que solo trabajan en la calles tienen por el contrario
movimientos controlados, poca capacidad de entablar relación con
extraños, gestual - pocas veces se ríen- y corporal, el tiempo de
entrevista se duplica con respecto a los primeros. Estos niños nunca
juegan cuando trabajan6.
Existe por otro lado, una segunda condición que permite definir a un
tercer grupo de trabajadores infantiles que no trabaja en las calles y
que esta determinada por la invisibilidad de las actividades laborales
emprendidas por los niños.
La invisibilidad es una de las formas de encubrir al trabajo infantil. En
estos caso al mismo se lo vincula con estrategias esenciales de
subsistencia, a la precariedad y la informalidad. Entendiendo lo
precario y lo informal como condiciones que trascienden los procesos
económicos sino que se vinculan con el progreso de la exclusión
social. Se trata de niños que realizan actividades económicas en
ámbitos restringidos como el hogar, el taller, centros comunitarios,
etc. El limite lo impone el lugar de residencia, el barrio. La
invisibilidad esta definida por esta forma de ocultamiento espacial.
En estos casos el acercamiento debió necesariamente hacerse con
instituciones secundarias como la escuela, la entidades intermedias centros comunitarios, sociedades de fomento- ya sea tanto por el
grado de ocultamiento que existe frente a la probable sanción legal
que implica el trabajo infantil, como por la no percepción de la acción.
Esto es, el reconocimiento que el niño trabaje. Se puedo advertir que
las "comunidades" de origen de los trabajadores infantiles no solo
influían y determinaban los sentidos que les atribuían a su actividad
sino que además compartían una importante cantidad de códigos,
formas simbólicas, modos de organización, instituciones- en el
sentido amplio de la palabra-, costumbres, comportamientos y una
apropiación territorial particular y poco habitual. No se trataba
entonces de imaginarnos o interpretar rápida y falazmente lo más
íntimo de cada noción o de asimilarnos y pensar como uno de ellos.
"...las verdaderas concepciones varían de un grupo social a otro y con
frecuencia las divergencias son muy tajantes, así como las supuestas
interpretaciones...." ( C. Geertz ,1991) 7. La descripción densa nos
permitió entonces una perspectiva muy enriquecedora en esta
dirección, sobre todo si tenemos en cuenta que era una de las pocas
veces que accedíamos a otro tipo de trabajadores infantiles que no
fueran trabajadores callejeros.
En cuanto a la visibilidad diremos que parece claro que es la
posibilidad de verlos, incluso, en "momentos" que los "otros" sociales
simulen no percibirlos. Es habitual que un niño entre a un bar, pase
vendiendo su mercadería por un tren y que haya personas que dirijan
sus miradas al vacío.
Aún en esos casos la presencia de los niños se hace perceptible en la
incomodidad, movimientos estereotipados o forzados de los "otros"
sociales. Como vemos todos pertenecen a un mismo universo
simbólico. Sin embargo, en el sondeo profundo se pueden observar
las diferencias que los constituyen y como las mismas varían de un
grupo a otro.
Por último diremos, que este tipo de estrategia nos permitió
acercarnos y con ello reconocer las prácticas sociales que se
establecen con adultos relacionados con los niños en distintas
instituciones - familias, redes sociales, clandestinas, publicas, etc.que constituyen el mundo simbólico de los niños y que conforman los
ámbitos estimuladores, facilicitadores o penalizantes del trabajo
infantil. Es importante aclarar que, no obstante la ocurrencia de estas
diferencias, encontramos similitudes frente a realidades, grupos y
contextos cambiantes.
La utilización de métodos no estandarizados convirtieron a los objetos
de estudios en sujetos de la investigación.
Ellos son quienes nos permitieron plasmar la realidad que los cobija.
Por tanto pensamos que este tipo de alternativas metodológicas
permiten la generación de teorías sustantivas y contribuir a la teoría
general desde una perspectiva singular (Glaser y Strauss 1967).
Además de ampliar la posibilidad de enriquecer el aporte que se hace
desde las perspectivas metodológicas tradicionales.
3.2 Selección de los casos
Dado el dinamismo que impone este tipo de investigaciones - va y
viene desde la recolección y el análisis sucesivamente- y sabiendo
que el mismo nos podría llevar por diferentes caminos y con ello que
el trabajo apareciera viciado por datos de escaso valor, tomamos la
decisión de imponer ciertos requisitos de control. La forma más
adecuadas para controlarlo lo generaba la posibilidad de hacer una
sistemática organización en la selección de los grupos. Una de las
perspectivas metodológicas que permiten esta modalidad de
organización sistemática es el muestreo teórico.
3.2.1. Criterios y características que se tuvieron en cuenta para la
selección de los grupos de comparación.
Existen criterios básico a seguir para la selección de los grupos que
será sometidos a la comparación permanente en este método:
1. El primer criterio se basa en la necesidad de comparar un amplio
rango de grupos independientemente de las similitudes o diferencias
que se presente en los observaciones. La estrategia es poder
entonces captar la mayor cantidad de datos pertinentes a una
categoría o una propiedad similar. Esta flexibilidad del método
impone buscar un aspecto entre los grupos que sea el elemento guía
sin que esto signifique una restricción. En nuestra investigación la
elección de los grupos para la comparación se hace teniendo en
cuenta, en cada nivel de análisis y observación, que se cumplan
condiciones mínimas. En el nivel que incluye a los niños la condición
es que sean trabajadores potenciales8.
Esta claro que se fija un requisito mínimo, lo que no parece tan
exacto es como se realiza esta selección empíricamente. En nuestro
caso necesitamos hacer dos tipos de exploraciones: una in situ, a
partir de la observación participante y no participante focalizada. Esta
técnica nos posibilito captar información a la que difícilmente se podía
acceder con la aplicación, en esta instancia, de otro tipo de técnicas,
como por ejemplo la entrevista o la historia de vida (Good y Hatt;
Taylor y Bogdan 1986). En primer lugar, realizamos un
reconocimiento general en los espacios laborales con mayor
visibilidad, o sea , la calle.
En la calle los ámbitos de realización laboral están estratégicamente
determinados, dado que no todos los lugares tienen el mismo valor
económico, ni todos lo horarios son iguales en relación con este
último requisito o con el grado de riego que implica para el niño.
En los centros urbanos esta combinación entre espacio tiempo nos
permitió focalizar la atención en distintas zonas como bancos,
iglesias, bares y restaurantes, avenidas o calles principales, centros
comerciales, etc.. Y con ello determinar que no solo varia la actividad
que los niños desarrollan, sino además con quien comparten su
trabajo - otros niños o adultos-, la cantidad de actividades, la
extensión de las jornadas laborales, los ámbitos de circulación del
trabajador infantil, las relaciones que establece con sus potenciales
"clientes" , sus compañeros de trabajo u otros que influyan en la
actividad.
Mientras que esta técnica en la calle nos amplia la posibilidad de
registro, nos restringe las probabilidades de captación, eficaz, en los
ámbitos donde se ubican los trabajadores infantiles con escasa o nula
visibilidad social. Recordemos que estos espacios se localizan en los
barrios colindantes a los grandes centros urbanos, son los barrios del
GBA, de Rosario o de Neuquén. El ocultamiento del trabajo infantil en
estos, nos llevó a una segunda forma de exploración complementaria
a la observación. En estos casos recurrimos a la entrevista en
profundidad con informantes claves. Esta técnica, cuya característica
es la escasa rigidez, nos permitió establecer un modo de relación
inmediata, con un tipo de informante particular que en general, esta
vinculado a actividades sociales en el barrio como por ejemplo, las
maestras, asistentes sociales, líderes barriales o comunitarios,
médicos, etc..
Es necesario decir que la complementariedad en este tipo de
exploración entre entrevista y observación es fundamental dado que
en estos ámbitos son pocas las personas que reconocen
espontáneamente el hecho de que en ese barrio haya niños
trabajadores. Por lo general la primera respuesta que se obtenía de
nuestros entrevistado era una respuesta inequívoca: "...te equivocas
en este barrio los chicos no trabajan" seguida y casi automáticamente
el entrevistado comienza a enumerar " hay algunos cirujas....ah! si
tenemos un chico que esta en la verdulería... Juan, ayuda en el
taller..." Incluso nos sucedió que en un barrio del gran Buenos Aires
en oportunidad de entrevistar a una líder comunitaria y después de
varias horas de entrevistas nos dijo...Nosotros en mi taller (de
costura) tenemos una chica que cose que tiene 13 años....
Aunque no tratamos de establecer regularidades estadísticas, pero si
de aparición de sucesos significativos, diremos que uno de los efectos
de la aplicación combinada de esta estrategia y el tiempo dedicado a
estar en los barrios - en muchos casos llevamos más de un año- nos
ha permitido detectar a los trabajadores infantiles domésticos. Es un
tipo de trabajador infantil de difícil captación y observación.
Verificamos que, en estos casos, existe un suceso de habitual
concurrencia y que tiene relación con la actividad de los adultos a
cargo del hogar. En general, se trata de una relación directa entre la
actividad de la madre -laboral, social, comunitaria, etc.- con el
trabajo de los niños9 y aunque ella no reconozca a las actividades
como trabajo los niños si lo hacen.
Es interesante ver como ya en la exploración previa a la selección de
los grupos estos dos ámbitos de observación y análisis, se presentan
aspectos, características, atributos y propiedades que van definiendo
una estructura mínima de los mismos. Queda definidos para la
selección en principio dos grupos visibles u ocultos (ver gráfico 1).
1. Entre estos grupos se establecen formas de relación diferentes,
dado que cada ámbito de realización incluye otros sociales que no
solo comparten la actividad sino que definen formas de organización,
de reclutamiento, tipos de actividades, constituciones familiares y
condiciones medio- ambientales. Estas relaciones variables son
sometidas a la observación y al análisis simultáneamente (ver gráfico
2).
2. Una de las reglas que se establecen para establecer regularidades,
en los métodos de comparabilidad tradicionales, es tener bajo control
todas la variables, para que estas no alteren la calidad de los
resultados. Sin embargo Glasser y Strauss destacan que los cambios
en las condiciones "habilitantes" permiten al investigador visualizar
como pueden variar las categorías y propiedades y como se
mantienen o no las diferencias y las similitudes fundamentales que se
tienen en cuenta para la comparabilidad. Diremos en este sentido,
que efectivamente existen condiciones preexistentes y que tiene que
ver con aspectos macroestructurales que determinan la cotidianeidad
de los trabajadores infantiles en cada lugar, como por ejemplo:
a. El impacto diferencial que ha tenido el proceso de reestructuración,
económico y social en cada una de estas regiones, con bases
preexistente, económicas, productivas y de generación de empleo
diferentes. Uno de los ejemplos que pueden graficar más claramente
esta situación es como el aumento progresivo del desempleo, en una
ciudad como Rosario estimula singularmente la incorporación de los
niños al mercado de trabajo. Mientras que este mismo efecto de la
desocupación en los barrios trabajados en el Gran Buenos Aires se
pone en evidencia la incorporación de las mujeres al mercado de
trabajo. Y aunque por supuesto, este, no es un indicador directo del
trabajo infantil, en muchos casos es un indicio de que sobre todo en
los hogares monoparentales con jefaturas femeninas los niños son los
encargados de asegurar las condiciones materiales para la
reproducción.
b. Los marcos sociales y jurídicos. Existe per se una percepción
diferencial que hacen que las actividades de los niños trabajadores
sean consideradas ilegales (robo, hurto) o ilícitas (mendicidad, venta
ambulante, etc.) ya que contravienen o transgreden una serie de
normativas que van desde las leyes de Patronato de Menores en cada
provincia o la ley de Contrato de Trabajo Nacional. Con ello el trabajo
infantil adquiere diferentes grados de visibilidad y aceptación o
penalización social o legal. En este sentido no es lo mismo, en la
percepción social, una niña que trabaja en una taller de confección
que una niña dedicada a la mendicidad, aunque entre ambas la
primera sea sometida a un alto grado de explotación medido en
términos de la relación salarial/jornada de trabajo.
Lo social y legalmente aceptado esta estrechamente vinculado a los
proceso de precarización, informalidad y exclusión social. En nuestro
estudio hemos podido comprobar que, esta relación (entre la
actividad y la mirada social legal y social) es otro de los factores que
determinan la percepción de la sociedad pero especialmente de los
propios trabajadores infantiles.
Para poder identificar percepciones similares o diferentes debimos
trabajar en otro nivel de observación y análisis donde se ubicaban las
instituciones que iban desde las más simples - la familia- hasta las
más complejas como los son aquellas que representan el entramado
jurídico estatal de la minoridad. En estos niveles trabajamos con dos
técnicas que nos permitieran combinadamente acceder al
reconocimiento de las percepciones: la observación -sobre todo para
poder establecer las formas de interacción entre niños y adultos- y
las entrevistas semiestructuradas. Estas últimas, requieren de una
estructura mínima de organización en función de los objetivos
centrales y específicos de la investigación y fueron de gran utilidad
para confrontar la estructura discursiva y los comportamientos
objetivos observados. La aplicamos especialmente entre los adultos,
familiares, líderes comunitarios, funcionarios judiciales, políticos,
técnicos responsables de programas de atención o asistencia
vinculados a los niños. El producto de estas interacciones e
interrelaciones de actores sociales diferentes nos han permitido la
comparación de las unidades (ver gráfico 3).
c. Otra de las condiciones microsociales de alteración son las
históricas y culturales. En general, son las que nos permiten
visualizar específicamente las causas o los motivos que impulsaron la
incorporación del niño al mercado de trabajo. En este sentido
nosotros partimos del supuesto de que no existe una razón única. En
la exploración previa a la selección de los grupos advertimos que esta
decisión de incorporación puede ser individual o colectiva. Que no
necesariamente la misma tiene relación directa con una estrategia de
supervivencia combinada a fin de una mejor captación de ingresos
para la familia. De hecho observamos que el niño puede incorporarse
o ser estimulado a insertarse en el mercado laboral: a. porque es una
tradición ancestral en su familia, b. como una forma de salvaguardar
su integridad física y mental frente al abuso, el maltrato o la violencia
familia, c. por una situación coyuntural como la desocupación de los
miembros adultos a cargo del grupo familiar, d. como necesidad
interna de la familia de asegurar la reproducción material de los
miembros - es el caso de los trabajadores domésticos, e.
como forma de autoexcluirse del hogar frente a un conflicto
intergeneracional, etc. Vemos como estos ejemplos nuevamente nos
están hablando de que bajo diferentes condiciones la relación entre el
motivo o causa del ingreso e incluso la "elección" del ámbito de
trabajo varían y amplían la posibilidad de seleccionar grupos
diferentes de la misma clase sustantiva. Para el abordaje de estos
grupos nosotros recurrimos a dos técnicas que se presentaban como
más adecuadas: entrevistas en profundidad e historia de vida. "Los
significados solo pueden ser alumbrados desde adentro", pues la
realidad simbólicamente preestructurada constituye un universo
incomprensible a los ojos del observador exterior incapaz de
comunicarse; y para lograr el acceso hermeneutico a tal potencial de
saber solo es posible si participamos de la red comunicativa cotidiana
a partir de sus interacciones lingüísticas (Habermas, 1987).
Por ello, es que recurrimos a este tipo de técnicas (historia de vida).
La misma nos permitió captar distintos momentos históricos y del
ciclo vital, las condiciones externas, los procesos de toma de
decisiones y las consecuencias de las mismas que a su vez se
encadenaban con otras (Gallart, 1993), fundamentalmente con la
incorporación al mercado de trabajo. Este tipo de técnicas las
aplicamos en los dos niveles de observación. En el caso de los niños
lo hicimos con los que viven y trabajan en la calle, con aquellos que
solo trabajan en la calle y vuelven a su hogar y con los niños que
trabajan en ámbitos laborales ocultos. Cuando la aplicamos en el
segundo
nivel
de
observación
-institucioneslo
hicimos
fundamentalmente en grupos familiares y en algunas instituciones
dedicadas al trabajo con niños, especialmente los que viven en la
calle.
3. El tercer criterio básico que impone el muestreo teórico es el de
controlar la relevancia teórica de la recolección de datos. En este
sentido la comparación de grupos provee un control sobre dos escalas
de generalidad: a)nivel conceptual y b)en cuanto alcance de la
población. El control del que hablamos solo puede efectivizarse en
esta técnica a partir de un proceso continuo en el que se reducen o se
amplían las diferencias en la aparición de sucesos, acontecimientos,
costumbres, relaciones, etc., entre grupos de comparación. O sea
todos aquellos atributos y propiedades que van a definir las
características esenciales y que nos permitirán ir generando nociones
teóricas sobre grupos sustantivos. Este proceso continuo es lo que
Glasser y Strauss (op.cit) denominan "minimización" y "
maximización".
Minimizar -es reducir al mínimo- la condición diferencial que se
impone entre los grupos que teníamos en la primera selección nos
reducía la posibilidad de tratarlos discriminadamente como
trabajadores infantiles visibles - callejeros- o trabajadores infantiles
"ocultos" - domésticos, informales o precarios- o sea ampliábamos el
rango al tratarlos, solo, como niños trabajadores. Reducir estas
brecha en la condición, nos permitirá obtener una mayor cantidad de
información asimilable entre los diferentes grupos y de este modo
descubrir nuevos atributos y propiedades, comunes y diferentes que
en la primera etapa de observación y análisis no aparecieran. Por otro
lado, la minimización nos permitía discernir si bajo la restricción de
tres condiciones ocultamiento o invisibilidad y la región, persistían o
no estas características y atributos, a partir de la comparación. Esto
es si las acciones, las actitudes y las percepciones de los trabajadores
infantiles adquirían ciertos rasgos comunes y generalizables o no
(Glasser, Straus 1976).
La aplicación de esta técnica, por ejemplo, en la constatación de los
datos recogidos en las historias de vida laboral, la observación, y las
entrevistas mantenidas con todos los grupos nos otorgó la posibilidad
de determinar, entre otras cosas, que: * Las causas que motivan el
ingreso al mercado de trabajo, están determinadas tanto por
situaciones
económicas
altamente
desfavorables
como
por
situaciones conflictivas entre niños y adultos. Entre los grupos
familiares que mantienen la constitución original las que predominan
son el maltrato y el abuso sexual. Mientras que entre los grupos
familiares reconstituidos prevalecen los conflictos intergeneracionales.
* Cuando los niños ingresan al mercado de trabajo lo hacen en el
marco de grupos que construyen su identidad a partir de la
necesidad. Puede ser una necesidad económica, de solidaridad, de
apoyo mutuo frente al peligro externo o el amparo estrictamente
laboral. En el caso de los trabajadores infantiles que trabajan solos o
sea sin compañía y sin relación de dependencia - Trabajador Iinfantil
por cuenta propia- hemos podido determinar que lo hacen por un
imperativo de personalidad. Podemos decir asimismo, que entre los
primeros - los niños que socializan su trabajo con otros niños o
adultos- luego de un periodo en el que él (el niño) adquiere
experiencia laboral opta por buscar grupos que le aseguren
estrategias sociolaborales que les reporten una mayor captación de
ingresos.
* En cuanto al tipo de actividad podemos decir que se observó en
todos los casos una estrecha relación entre la elección con la forma
de reclutamiento y las modalidades que adquiere la conformación de
grupos de trabajo.
* La comparación en esta instancia nos permitió establecer que existe
una consecuencia fundamental que produce el ingreso precoz al
mercado de trabajo de los niños y es que el mismo impide completar
"eficientemente" el desarrollo psico-físico-intelectual de los mismos.
* Que existe una mirada diferencial que implican altos grados de
penalización social y legal entre grupos de niños y desde el resto del
conjunto social con respecto a ellos.
La maximización de las diferencias en las condiciones consiste en
considerar no solo a los niños trabajadores como un conjunto
homogéneo e indiferenciado, sino que se trata, entonces, de niños
que trabajan y que su trabajo se hacía ostensiblemente visible o
invisible y en realidades y contextos distintos. De este modo pudimos
poner en evidencia la más extensa y probable cobertura sobre las
características preestablecidas por nosotros y las nuevas que
emergían en este proceso continuo. Así se hicieron más manifiestas
las diferencias o similitudes entre: * causas, por ejemplo en las que
son determinadas por la desocupación,
* condiciones de vida preexistentes de pobreza extrema,
* el descubrimiento de otro tipo de modalidades de organización del
trabajo,
* mecanismos estructurales de penalización social como, por
ejemplo, el grado de sujeción a tradiciones ancestrales o el mayor o
menor grado de penalización penal a partir de la leyes de patronato,
e incluso la disputa que se pone de manifiesto en su aplicación que
aparece como un procedimiento anticonstitucional10,
* y la percepción micro o macro social de grupos o sociedades.
Lo que nos interesa mostrar es que este tipo de aproximación en
pasos sucesivos y continuos desde la consideración unidades simples
- familia, grupos de niños, etc.- hasta unidades de comparación más
complejas - centros urbanos- nos has permitido ampliar la posibilidad
de descubrir regularidades pero también nuevos datos. Esto es
importante si tenemos en cuenta que sobre todo la observación y el
análisis en distintos contextos permite visualizar la evolución de
cuestiones influidas por procesos estructurales o coyunturales que
modifican la realidad.
4. El cuarto criterio es el de la comparabilidad. La elección de
contextos y condiciones diferentes nos permitió: por un lado, ampliar
la posibilidad de análisis y comparabilidad a fin de establecer
regularidades más generales. Y por otro, aumentar la confiabilidad y
la validez de nuestra investigación "en la medida que esta regularidad
de aparición de los datos se produce sin importar como quiera y
donde quiera que sea llevado a cabo" (Kirk 1986).
Siguiendo a M. A. Gallart (1993), "el análisis comparativo sistemático
implica el examen minucioso de cada caso, y en particular aquellos
grupos de casos que tienen características comunes y muestran
regularidades en su comportamiento, así como de los casos desviados
de los comportamientos esperados".
Este tipo de análisis se basa en un método comparativo que enfrenta
casos similares entre sí, pero que contienen diferencias cruciales,
tratando de formular interpretaciones que incluyen conceptos
teóricos. Estos últimos se van construyendo en ese mismo proceso de
análisis y comparación, a partir de un continuo ir y venir de la
información empírica a la construcción teórica (Glasser y Strauss,
1969; Strauss 1987). En tal sentido, estos autores, "utilizan" este
tipo metodología para generar dos tipos de teorías: "la sustantiva,
desarrollada para un área empírica de la investigación sociológica y la
formal elaborada para un área conceptual de investigación".
Los elementos de la teoría que se generan mediante el análisis
comparativo son : categorías conceptuales con sus propiedades
conceptuales e hipótesis o relaciones generalizadas entre las
categorías y sus propiedades" (Vasilachis de Gialdino 1992).
5. El último criterio que exige esta técnica de muestreo es el de la
saturación teórica. " Saturación significa que ninguna información
adicional se hallará y con ello se altere la posibilidad por la cual el
sociólogo pueda desarrollar propiedades de la o las categorías. La
saturación se alcanza a partir del este proceso continuo que se
genera entre la recolección y el análisis de los datos, en forma
permanente. Solo cuando una categoría esta saturada corresponde ir
hacia nuevos grupos para obtener datos sobre otras categorías....Al
tratar de alcanzar la saturación, el analista maximiza las diferencias
en sus grupos para maximizar las variedades de datos contenidos en
una categoría y así desarrollar tantas propiedades al interior de las
mismas como sea posible". (Glasser, Strauss op. cit.)
El gráfico 4 muestra como fue el proceso, que fue llevado a cabo en
etapas sucesivas. En nuestro caso cada etapa esta indicando que se
alcanzaba cierto grado de saturación y que una vez superada por una
etapa posterior volvíamos a revisar la anterior para observar algunas
brechas que aparecían en el análisis. Se podrá observar (gráfico 4)
como fuimos seleccionando los grupos a partir de las evidencias de
exploraciones anteriores. Nos encontramos, como fue mencionado
anteriormente, con dos niveles de observación y análisis cuando
consideramos que las interacción y la interrelación que establecían
estos niños trabajadores con adultos influían -positiva o
negativamente, directa o indirectamente- en su constitución como
tales. Los adultos, sus prácticas, sus costumbres, políticas y
percepciones fueron ubicados en el nivel que nominamos como
instituciones de primer, segundo y tercer orden - visualizadas en el
gráfico con el color fucsia-.
Los niños trabajadores constituyen el otro nivel de observación y
análisis. Entre ellos construimos subgrupos por características
esenciales.
El hecho de contar con atributos y propiedades diferentes y similares
nos permitió construir algunas nociones teóricas que se iban
saturando a medida que se intensificaba la recolección y el análisis de
datos que se registraban en el Gran Buenos Aires. Entonces tomamos
la decisión de aumentar la comparación y así incorporamos dos
centro urbanos que, podría decirse, eran unidades más complejas,
sobre todo, si se tenía en cuenta las diferencias macroestructurales
que las definían en lo económico, político, social, demográfico y
cultural. Esto evidentemente nos confirió la posibilidad de ampliar el
rango de datos y de constatar que muchas comenzaban a
generalizarse tanto los atributos como las propiedades que aportaban
a nuestras nociones conceptuales.
Debemos recordar que esta técnica - el muestreo teórico- fue de gran
utilidad, no obstante, debimos recurrir a la etnografía como forma de
ampliar el conocimiento sobre aspectos o cuestiones subyacentes en
el comportamiento que de otra manera sería casi imposible acceder,
como por ejemplo el maltrato o el abuso como factores explicativos
del ingreso al mercado de trabajo por parte de los niños.
Otro ejemplo, era el de poder reconocer las restricciones que impone
la supresión de lo lúdico en la constitución de la identidad y la vida
adulta posterior del niño.
Podríamos decir para concluir
este capitulo
que aplicar
alternativamente ambos métodos nos permitió profundizar el
concepto de triangulación. De explicar el procedimiento y los
resultados nos ocuparemos en el apartado siguiente.
3.3. La triangulación
Si bien es cierto que nuestra investigación tiene un sesgo
predominantemente cualitativo intentamos superar esta limitación
recurriendo a la triangulación. La triangulación es un plan de acción
que le permite al sociólogo superar los sesgos propios de una
determinada metodología. El proceso de múltiple triangulación se da
cuando los investigadores combinan en una misma investigación
variadas observaciones, perspectivas teóricas, fuentes de datos y
metodologías (Denzin 1978, y Vasilachis de Gialdino 1992).
Sin embargo, la única forma de superar el sesgo es integrando las
distintas aproximaciones (Fielding 1986 en Vasilachis op. cit).
Siguiendo a Denzin (1978) existen cuatro tipos de triangulación y son
las que hemos utilizado en esta investigación: * de datos primarios y
secundarios - Aquí la mirada se centra en los datos secundarios
obtenidos, a partir de censos y encuestas aplicadas masivamente
como la EPH o por muestras intencionales o sea sobre poblaciones
específicas como lo son de trabajadores infantiles.-. Este tipo de
triangulación comprende a su vez tres subtipos
a) de tiempo;
b) de espacio;
c) de personas que comprende tres niveles: grupos; interacción y
colectividad. En nuestro caso hemos triangulando los datos obtenidos
en los dos niveles de observación - niños y adultos, a estos últimos
los hemos referido sobre todo en la mirada de instituciones-.
* de investigadores: implica la observación de distintas personas del
mismo fenómeno. Este tipo de traingulación la hemos realizado a
partir de la comparación de experiencias similares llevadas a cabo por
grupos de investigadores.
Estos han seguido perspectivas teóricas metodológicas análogos a los
nuestros en distintos centros urbanos de América Latina - México,
Brasil, Costa Rica, República Dominicana, etc.11-.
* teórica: consiste en el uso de múltiples perspectivas o enfoques en
relación a una situación o acontecimiento dado.
El trabajo infantil, lejos esta de ser un fenómeno social novedoso. Si
se observa la historia de la humanidad sobre todo luego de la
irrupción de la Revolución Industrial, esta cuestión esta presente en
la vida cotidiana de antepasados y contemporáneos. A pesar de esta
continuidad, casi siempre el mismo ha sido tomado como un
fenómeno colateral consecuencia de situaciones macroestructurales
definidas por la evolución del capitalismo12. Este tipo de
interpretaciones no alcanzan a explicar aspectos constitutivos del
mismo y como ellos influyen en la vida psico/física/intelectual del
niño presente y futura. Así como este tipo de explicaciones no
alcanzan , tampoco lo hacen por si solas, las grandes perspectivas
teóricas
metodológicas
-paradigmasque
han
influido
diferencialmente a las ciencias sociales. Con ello hemos recurrido a
analizar desde el lugar que se le atribuye al niño, en la estructura
familiar hasta la funcionalidad y la rentabilidad económica que le cabe
como trabajador infantil entre las distintas disciplinas de las ciencias
sociales - economía, sociología, psicología, derecho, etc.- enmarcadas
en posturas teóricas diferentes.
* metodológica, que puede ser:
a)intrametodológica se realiza utilizando el mismo
estrategia metodológica en diversas oportunidades
método
o
b) intermetodológia, cuando se aplican diversos métodos en una
relación mutua explícita son aplicados a los mismos objetos,
fenómenos o situaciones (Denzin 1978 y Fielding,1986 en Vasilachis
op. cit.). La complejidad de este fenómeno social nos llevo a buscar
información más completa como la que especialmente se obtiene con
la etnografía. La triangulación de distintos métodos nos fue de gran
utilidad dado que la aplicación de un solo tipo de procedimiento
metodológico no alcanzaba para explicar cuestiones subyacente en
los comportamientos, por ejemplo el maltrato, el abuso, las
restricciones que impone el trabajo en las etapas de socialización
primaria del niño y como esto implica una dificultad de relación y de
proyección en la vida adulta.
A los fines de la presente investigación se utilizaron los cuatro tipos
de triangulación. Diremos finalmente que esta experiencia parece
indicar un enriquecimiento en tanto se trata de "un camino de
construcción artesanal del conocimiento que permite ir creciendo en
amplitud y profundidad en la comprensión de conductas sociales"
(Gallart 1993), en este caso vinculadas al Trabajo Infantil.
IV. SANTESIS, AVANCES Y REFLEXIONES FINALES
A modo de síntesis diremos que en cada uno de los aglomerados
seleccionados para la comparación se sometieron a los distintos
procedimientos metodológicos y en dos niveles de observación y
análisis (ver gráfico 5)
Para terminar queremos decir que, la aplicación de este
procedimiento -recolección análisis y comparación entre unidades
simples y complejas- nos ha permitido alcanzar cierto grado de
saturación y con ello ha ocurrido la aparición regular de sucesos
similares y diferentes. Esto ha significado una avance importante en
tres sentidos.
En primer lugar, este método nos permitió caracterizar este
fenómeno a pesar de su alta heterogeneidad y así comenzar a
comprender desde las causas que lo motivan hasta las consecuencias
que implica para su desarrollo futuro la incorporación de los niños al
mercado de trabajo a edades tempranas.
En segundo lugar, pudimos empezar a construir algunas nociones
conceptuales que guiaron la construcción de un instrumento con el
que medimos - en aglomerado Rosario13- la magnitud y la
intensidad, las condiciones de vida y las estrategias sociolaborales del
trabajo infantil callejero.
En tercer lugar, lo que hemos podido determinar, a partir de este
estudio, además de las características esenciales que constituyen las
distintas modalidades que adquiere el trabajo infantil es que este tipo
de fenómeno se esta produciendo en el marco de transformaciones
en la estructura social que implican modificaciones profundas en las
relaciones sociales de la familia y la comunidad. A modo de ejemplo
diremos que hemos observado como en constituciones familiares
regulares el niño, aunque pequeño, puede ubicarse como el principal
proveedor. Esto no solo afecta la estructura económica doméstica
sino que impone cierta conflictividad a nivel generacional -entre
padres e hijos- en la identificación, la socialización y con ello en la
estructuración de identidades.
Este ejemplo mínimo se observa en un contexto de modificación
mayor en el que comienzan a ponerse en juego el cambio de reglas y
ordenamientos culturales más importantes. Es dable pensar entonces
que las ciencias sociales se encuentran frente a un desafío aún
mayor. Con lo que las formas de abordar la realidad y el análisis de
esta nuevas formaciones sociales imponen un cambio profundo tanto
en la aplicación de métodos como en la revisión teórica y en la
generación de nuevos supuestos.
V.BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
BOURDIEU, P. El Oficio del Sociólogo. Siglo XXI. 1975 Madrid.
CLIFFORD, J. Sobre la autoridad etnografica. En Geertz, Clifford y
otros, Sobre la naturaleza del conocimiento antropológico, en
Alteridades. México Universidad Autónoma Metropolitana. 1991
GIDDENS, A. Consecuencias de la modernidad. Madrid. Alianza. 1994
DENZIN N.The research act a theoretical introduction to sociological
methods. Mac-Graw Hill Book Company, New York. 2* Ed. l978.
FIELDING N, y FIELDING J. Linking data. The articulation of
qualitative and quantitative methods in social research (Qualitative
Research Methods. Vol.4). SAGE Publications Beverly Hills. l986.
FORNI F., GALLLART M., VASILACHIS I. Metódos cualitativos II. La
práctica de la investigación. Centro Editor de América Latina. l993.
GLASER B.y STRAUSS A. The discovery of grounded theory. Aldine
publishing Company. New York l967.
MILES M. y GEERTZ, C. Sobre la naturaleza del conocimiento
antropológico, en Alteridades. México Universidad Autónoma
Metropolitana. 1991
GIDDENS, A. Consecuencias de la modernidad. Madrid. Alianza. 1994
HAMMERSLEY, M. y ATKINSON, P. Etnografía. Paidós. Barcelona
1994.
HUBERMAN M.Qualitative Data Analysis: An expanded sourcebook.
Sage Publicationes. Londres. 1994
KIRK, J. Y MILLER, M. Reliability and validity in qualitative research.
Sage publications. 1986.
RIESSMAN, C. Qualitative Studies in Social Work Research. Sage
Publications Thousand Oaks. 1994
ROSALDO, R. Cultura y Verdad. Nueva propuesta de analisis social.
México. Grijalbo.
STRAUSS A. Basics of Qualitative Research, Sage Publicationes.
Londres. l990
TAYLOR Y BOGDAN, R. Introducción a los métodos cualitativos de
investigación. Buenos Aires. Paidos, 1986.
TURNER, S. The Social Theory of Practices. Tradition, Tacit
Knowledge, and Presuppositions. The University of Chicago Press.
1994.
VASILACHIS DE GIALDINO I. Métodos cualitativos I. Los problemas
teórico-epistemológicos. Centro Editor de América Latina. l992.
NOTAS
1 Socióloga, candidata al Doctorado en la Facultad de Filosofía y
Letras de la UBA. Miembro del grupo de Estudio e Investigaciones
sobre Infancia Adolescencia y Juventud.
Instituto Gino Germani 2 Estas cifras son subestimadas por la propia
OIT, dado que este es uno de los indicadores más difíciles de
registrar.
Las dificultades principales son por un lado el ocultamiento de
actividad (laboral) prohibida para menores de 14 años, y por otro las
características de poblaciones "golondrina" que adquieren el
trabajador infantil urbano.
3 Por ámbitos de realización de la actividades entendemos a los
espacios de localización urbana en los que se desarrolla la actividad
laboral. En general, se piensa que en los proceso de mayor
informalidad y precarización el espacio de la reproducción y
producción no se encuentran segregados. Veremos como este
supuesto puede modificarse dado que ámbitos laborales y hábitat
pueden o no coexistir, lo que dependerá de las redes vinculares que
tiene el niño.
4 La penalización puede ser social o legal. La rotulación, la
discriminación son las formas de penar, socialmente, al niño que
trabaja. Cuando la penalización es legal, los trabajadores infantiles
pueden ser tutelados por el Estado o sea los padres pierden la patria
postetad , o pueden ser institucionalizados - detenidos en comisarías
o institutos de menores-.
5 Una de las dificultades constante con las que nos enfrentamos es
que dentro de este complejo entramado componen programas o
proyectos de atención estatal y privado, es el prejuicio que se tiene
con respecto a los investigadores. Se acusa al investigador de invadir
estos territorios tal como si apropiara de muestras de laboratorio. Se
recrimina, en otras, falta de compromiso, cuando en la mayoría de
los caso el compromiso se entiende como la convivencia.
6 Para nosotros tener en cuenta el juego es muy importante dado
que el mismo, especialmente en estos casos, cumple algunas
funciones especificas en su rol de dinamizador social:
- le permite representar roles y jerarquías,
- el niño es capaz de resolver conflictos y ansiedades,
- puede proporcionar una vía de escape ante las presiones de la
realidad cotidiana.
7 El subrayado es nuestro. En cuanto a la diversidad de
comportamiento se pueden comparar con los trabajos llevados a cabo
por A. Ameigeiras en otros barrio de J.C.Paz, prácticamente para el
mismo periodo de estudio. Ver Dialógica Vol. 1 N§ 1 1996.
8 Recordemos que para nosotros son trabajadores infantiles todos
aquellos niños menores de 14 años que desarrollan actividades a fin
de lograr una retribución material o simbólica.
9 Pueden observarse en estos casos, que pude tratarse de hogares
monoparentales con jefes mujeres como de hogares reconstituidos en general familias ensambladas- también con jefes mujeres. Cuya
actividad -laboral, social o comunitaria- les demanda largas jornadas
fuera del hogar.
10 Es interesante ver como se pone en disputa entre la vieja
legislación de menores- leyes de Patronato que datan desde
principios de siglo- con la nueva doctrina de la protección integral,
que alcanza rango constitucional a partir de 1994. Y como este
mismo debate influyen directamente entre los niños que son
considerados en riego social aquellos que están en conflicto con la ley
y los propios trabajadores infantiles.
11 Myers 1990; Bequele/Boyden 1990; Llomovate 1991/94;
Córtes/Richards 1992; Salazar 1992; Krichevsky 1993; Rodríguez
1993 Castillo 1994; López Faguendes 1995; Fletes Corona 1995;
Oliveira Barboza 1995; Sochaczewaki 1995; Seefo Luján 1995; De
Toni 1995.
12 (Cuovreur 1964; Verlinden 1955; Quijano, 1968; Nun, 1969;
Cardozo y Faleto, 1969; Quijano, 1968; Ariès 1973; Jelin, 1976;
Donzelot 1979; Flandrin 1979; Cunningham; Mendelievich 1980.
Torrado, 1981; Standing/Rodgers 1981; Meillassoux 1985;
Hobsbawn; Ariés 1987; Telles/Abramo, 1987; Boyden 1990; Salazar
1992; Schibotto, 1990).
13 En Rosario durante 1995 se encuestaron un total de 829
trabajador infantiles. La medición se realizo durante una semana en
Junio y otra Noviembre. Las cuestiones metodologicas y los
resultados son parte de dos capítulos de la tesis. Parte de los
resultados corresponden al artículo:Condiciones de Vida y Estrategias
Laborales de los Niños en Situación de calle. Estudio de caso en
profundidad, en referato para su publicación en la Revista Estudios
del Trabajo. Asociación Argentina de Especialistas de Estudios del
Trabajo.
VOLVER / ARRIBA / IMPRIMIR INICIO NAyA en INTERNET NAyA en
CDROM EQUIPO NAyA
Noticias de Antropología y Arqueología:
Congresos en CDROM - Versión 2.2 - ON-LINE
Equipo NAyA - 2002
http://www.naya.org.ar/congresos/
[email protected]
Descargar