Geografía de Asturias

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ANÁLISIS GEOGRAFICO REGIONAL DE ASTURIAS
• INTRODUCCIÓN
• Localización
La Comunidad Autónoma del Principado de Asturias está situada entre los 42º 54' y 43º 43' de latitud
norte y los 0º 50' y 3º 23' de longitud oeste del meridiano de Madrid (3º 41' 16'' W. De Greenwinch).
Los límites administrativos los marcan el mar Cantábrico al norte, las estribaciones de la Cordillera
Cantábrica al sur, el río Eo al oeste y al este, el río Deva, que sirve de límite entre Asturias y Cantabria.
Asturias, con una superficie de 10.603,57 Km2, se dispone como un triángulo y representa el 2,1% del
territorio nacional. Como provincia, tiene un tamaño medio (otras 20 tienen una extensión mayor).
Como región, es de tamaño más bien pequeño ya que sólo siete de las 17 Comunidades Autónomas en
que se organiza el Estado español cuentan con menor superficie.
Geográficamente, se incluye en lo que se ha dado en llamar Región Cantábrica (Asturias y Cantabria)
que constituye el reborde montañoso septentrional de la meseta española, encarado al mar, y que forma
parte a su vez, de la orla septentrional del país que abarca la mayor parte de la España húmeda.
Fuentes:
• SADEI nomenclator de entidades de población de Asturias
http://www.sadei.es/Publicaciones/Estadisticas%20demograficas/Pdf/Nomen/2003/INT.pdf
• Apuntes de clase de la asignatura Geografía de las Comunidades Autónomas impartida por
Dña, Mª Luisa Gómez, en el curso 2003/2004 de la UMA.
• Parámetros macroeconómicos: significado en el contexto nacional
• Factores de diversidad y factores de unidad geográficas.
• Objetivo, metodología y fuentes.
• GEOGRAFÍA FÍSICA.
• Relieve.
• Rasgos generales.
El relieve asturiano, está marcado por la fragmentación del Mazizo Ibérico en la orogenia alpina, por lo
que se da un rejuvenecimiento en la Cordillera Cantábrica (Picos de Europa). También fue importante
el sometimiento costero sufrido en el terciario por la dinámica litoral.
Las sucesivas etapas geológicas configuraron una orografía sumamente accidentada. La Cordillera Cantábrica,
barrera natural por el sur, con cotas que llegan a alcanzar los 2.500 m. (que propician numerosos puertos de
montaña: El Pontón, Tarna, San Isidro, Pajares, Ventana, Somiedo, Leitariegos) estructura un territorio de
profundos valles, que sólo se suavizan cerca de la costa. En la zona centro de la región, en una franja que va
de Grado a Cangas de Onís, aparecen los terrenos más llanos (Siero y Llanera), separados del mar por
montañas que, en el oriente, adquieren mayor relevancia, formando las sierras costeras del Sueve y del Cuera.
También en la parte oriental, al sur, aparecen los Picos de Europa, macizo en donde se concentran las mayores
alturas de toda la Cordillera. Esta accidentada orografía y las características clinométricas hacen que más de
las tres cuartas partes del territorio alcancen una pendiente media del 34%, lo que condiciona los procesos de
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localización de la actividad económica y el trazado de las redes de carreteras y ferrocarriles, así mismo hace
difícil establecer una jerarquización clara entre sus elementos.
• Descripción por unidades.
De norte a sur, las unidades más destacadas, quedarían de la siguiente forma:
• RASA COSTERA:
Las rasas asturianas son amplias planicies que se inician en el veril de los acantilados y terminan por
confundirse con las estribaciones montañosas más cercanas al mar. Es la única unidad que
homogeneiza el relieve asturiano y se extiende a lo largo de todo el litoral, seccionada sólo por los cauces
fluviales principales, siendo, por tanto, la única unidad común a todo este territorio.
Se trata de plataformas litorales arrasadas por el mar cantábrico de menos de 300 metros de altitud y
de 3 a 5 km de anchura (altitud baja en una estrecha franja costera) y escalonada en varios niveles de
abrasión marina, modelados en el Neógeno y emergidos con carácter definitivo por la elevación del
continente en el Cuaternario, cuyo número y disposición varía a lo largo del litoral. En la costa
occidental, por ejemplo, se organiza en una única rasa de considerable altura sobre el nivel del mar,
que sin embargo parece ser la conjunción de tres niveles diferentes de arrasamiento marino, apenas
reconocibles en la actualidad.
Esta rasa costera aparece ligeramente tendida hacia el oeste por el basculamiento de los bloques en esa
dirección. Así, en el sector oriental los acantilados se sitúan en una cota superior a los de la costa
occidental.
El amable paisaje de la rasa costera se interrumpe sólo en los valles fluviales que la seccionan. La
emersión de las plataformas de abrasión que forman la rasa supuso el encajamiento de la red fluvial,
forzando la erosión de valles profundos y de fuerte pendiente. Otros arroyos de menor importancia
cortan la plataforma de arrasamiento y, sin poder erosivo para encajarse suficientemente, forman
valles colgados sobre los acantilados desaguando al mar a través de pequeñas cascadas.
Hacia el sur, el encuentro de la rasa con las estribaciones montañosas costeras se resuelve con una
marcada ruptura de pendiente en lo que debieron ser los acantilados de la primitiva línea costera.
Hacia el norte, la rasa se interrumpe bruscamente en el encuentro con el mar, formando acantilados
verticales. La belleza y majestuosidad de las áreas acantiladas del litoral han sido sin duda una de las
causas principales para la propuesta de declaración como Paisaje Protegido alguna de zonas, como es el
caso del sector occidental.
En esa abrupta línea costera destacan por su entidad los importantes resaltes de Cabo Vidio, en el
concejo de Cudillero, y Cabo Busto, en el concejo de Valdés, que constituyen los más destacados
accidentes del litoral asturiano tras Cabo Peñas. En ambos casos se trata de la penetración en el mar de
bandas de litología cuarcítica, muy resistentes a la erosión, que seccionan la rasa costera con
orientación nordeste−suroeste.
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En contraposición a ellos se abren numerosas ensenadas de escasa entidad que acogen un sinfín de
pequeñas playas de cantos y gravas, resultado del desmantelamiento de los acantilados por los embates
del mar, los xogarrales. Tambien podemos encontrar entorno inmediato de los cauces fluviales zonas en
las que predominan las playas arenosas, alimentadas por la carga sedimentaria que aporta algunos ríos
como pudiera ser el Navia, Nalón, Esva, etc...
Fuente: http://tematico.princast.es/mediambi/siapa/web/espacios/espacios/pp/occidental/
• LA CORDILLERA CANTÁBRICA
El borde meridional de Asturias es recorrido por una alta cordillera montañosa que se prolonga hacia
el mar a través de las sierras litorales y se funde al sur con los relieves llanos de la meseta
castellano−leonesa. La Cordillera Cantábrica se extiende desde Galicia hasta casi el País Vasco. Sin
embargo, es en el tramo asturiano donde presenta relieves más acusados y cotas más altas
Las montañas cantábricas constituyen el rasgo principal del paisaje asturiano y han tenido mucho que
ver con la historia y desarrollo de la región, limitando las relaciones con el exterior y concentrando el
poblamiento en las áreas de relieve más llano cercanas a la costa o a la depresión central.
El origen geológico de la Cordillera Cantábrica se remonta a la orogenia hercínica, acaecida hace
alrededor de trescientos millones de años, durante el periodo carbonífero. Hasta entonces gran parte
del territorio asturiano había constituido una cuenca marina en la que progresivamente se habían ido
acumulado diferentes materiales sedimentarios.
La orogenia alpina supuso en Asturias la reactivación de las fracturas hercínicas y un levantamiento
generalizado de los bloques, rejuveneciendo el relieve hercínico preexistente. Sólo en la zona oriental se
registran nuevas deformaciones y distensiones de envergadura, que abren una red de fracturas de este
a oeste y dan lugar a la aparición de nuevos relieves paralelos al mar.
La actual estructura de la Cordillera Cantábrica responde por tanto a la acción sucesiva de las
orogenias hercínica y alpina, relieve retocado luego por los agentes erosivos fluvial, glacial y kárstico.
Hacia el oeste, el roquedo es principalmente silíceo y de edad paleozoica, respondiendo las estructuras a
la curvatura de la primitiva cordillera hercínica, que adopta un rumbo de suroeste a nordeste
Fuente: http://tematico.princast.es/mediambi/siapa/Contenidos/01_03_10_000.htm
PICOS DE EUROPA.
Superficie: 64.660 Hectáreas. Precipitación Media: 1050 mm
Cota mínima: 50 m. Cota máxima: Torre Cerredo 2.650 m.
Ríos: Deva, Dobra, Cares, Sella, Duje, Bulnes.
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El Parque Nacional de los Picos de Europa, surge hace poco tiempo como heredero del Parque Nacional
de la Montaña de Covadonga, el cual fue creado en 1.918. Divide su superficie entre tres comunidades
autó− nomas, Asturias, Castilla−León y Cantábria.
Aunque el parque abarca una superficie mucho más extensa, Los Picos de Europa son tres macizos,
Oriental o de "Ándara", Central o de "Los Urrieles y el Occidental o del "Cornión". Lo abrupto del
terreno y sus impresionantes desniveles los hacen destacar desde el mar tan cercano, de ahí su nombre,
ya que era lo primero que se veía de Europa al arribar en barco a la costa.
Tiene 64.660 hectáreas, y es básicamente un ecosistema de montaña con restos de geomorfología
glaciar, turberas, bosques caducifolios, roquedos y praderías. Ríos como el Cares, Sella, Deva y Dobra,
forman espectaculares desfiladeros como el de "La Hermida", el de "Los Beyos", o el del propio Cares.
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Se articula en dos sectores diferenciados tomando como eje el Cabo de Peñas y la Cuenca Central. La
anchura máxima que alcanza es de 50 km.
Sector A. Al E del meridiano del Cabo de Peñas.
Características generales: mayor variedad de materiales (calizas, margocalizas); paisaje más
contrastado. Disposición longitudinal de las unidades en bandas paralelas a la Costa: De N a S:
♦ Sierras Litorales (1000 a 1300 m): Sueve y Cuera. Materiales paleozoicos que afloran
como horst que rompe los materiales sedimentarios suprayacentes: margas y calizas del
Trías.
♦ Surco Prelitoral: se extiende entre Oviedo − Cangas de Onís − Panes. Rellenada por
materiales terciarios.
♦ Picos de Europa: Se extienden al este del Sella, tratándose de su vertiente norte. Horst
de calizas carboníferas. Tiene 64.660 hectáreas, y es básicamente un ecosistema de
montaña con restos de geomorfología glaciar, turberas, bosques caducifolios, roquedos y
praderías. Ríos como el Deva forman espectaculares desfiladeros Al norte, plataforma
de Enol, entre 1000 y 1400 m; al sur ralzado, 2500 a 2600 m. Glaciarismo.
.
♦ Montañas de la Divisoria (entre el Duero y la vertiente cantábrica). Altitud de 1000 a
1500 m. Se extienden entre los puertos de Pontón y Pajares. Se encuentran las cabeceras
del Sella y del Caudal (afluente del Nalón). Los materiales predominantes son las
cuarcitas y pizarras.
Sector B. Al W del meridiano del Cabo de Peñas.
Características generales: según algunos autores, al ser un macizo esquistoso, carece de grandes líneas
estructurales, predominando la disposición inducida por la acción fluvial: a partir de la divisoria, que
se prolonga en este sector con mayores altitudes (Peña Ubiña, 2417 m), se disponen una serie de valles e
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interfluvios (altitud en torno a los 1000 m.) de orientación N−S. Enumerados de E a W:
• Sector oriental: más complejo, con cordales de cuarcitas.
◊ Sª del Aramo − Cordal de Lena.
* Valle de Trubia.
◊ Sª de la Sobia.
*Valle de Cubia.
◊ Cordal de Mesa.
* Valle de Pigüeña.
• Sector occidental: más simple, con predominio de las pizarras.
◊ Sª de la Santina.
*Valle de Narcea.
◊ Sª de Rañadoiro − Muñiellos.
*Valle de Navia.
◊ Sª de la Bobia.
*Valle del Eo.
Según otros autores, sí es posible percibir líneas estructurales apalachenses, en relación con el
levantamiento alpino.
• CUENCA CENTRAL.
• Clima.
Temperaturas (ºC)
Media de
Media de
Año
máximas
mínimas
1995
17,9
9,6
1996
16,9
9,0
1997
18,4
10,1
1998
17,6
9,4
1999
17,3
9,2
2000
17,5
9,1
2001
16,7
8,4
2002
17,6
9,48
2003
18,0
9,9
2004
17,3
9,1
Fuente: Coyuntura Regional de Asturias. SADEI
Media de
medias
13,7
13,0
14,2
13,6
13,3
13,3
12,6
13,5
13,9
13,2
Horas de sol
1.851,9
1.817,4
1.855,8
1.768,4
1.779,0
1.729,4
1.914,3
1.712,7
1.705,3
1.791,7
Precipitación total
(mm.)
903,5
1.098,6
867,1
844,4
1.006,1
846,2
868,5
985,7
1.000,6
1.144,4
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• Factores condicionantes (localización, topografía, centros de acción).
• Distribución espacial de temperaturas y precipitaciones.
• Subtipos climáticos y su distribución espacial.
• Hidrología.
Como decía anteriormente, el corto espacio y el gran desnivel entre la Cordillera Cantábrica y el mar
configuran los ríos asturianos como auténticos torrentes. Los únicos ríos que cuentan con una cuenca
más o menos definida coinciden con los que ofrecen unas dimensiones superiores al resto, es decir: el
Nalón−Narcea, el Navia y el Sella, las tres cuencas fluviales más importantes de Asturias.
El complejo Nalón−Narcea, que riega la parte central de Asturias es el de mayor extensión
longitudinal y también el más caudaloso; el río Nalón nace en el puerto de Tarna, atraviesa el valle de
Langreo y pasa por el concejo de Oviedo, recogiendo las aguas del Caudal y del Nora; en las
cercanías de Pravia, se les une el Narcea, hasta llegar al Cantábrico, formando, al desembocar, la ría
de San Esteban de Pravia. El río Navia, que nace en la provincia de Lugo, riega el extremo occidental
de la región y termina su recorrido en la villa que lleva su nombre, formando una pequeña ría en su
desembocadura al mar. El río Sella, el más representativo del oriente asturiano, nace en el macizo de
los Picos de Europa y tras recibir aportaciones de los ríos de montaña y, después, del Piloña y del
Zardón, desemboca, formando ría, a la altura de Ribadesella.
• Vegetación no agrícola real.
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El Roble. (Quercus Petraea, Pyrenaica, Robur).
Dentro de los robles es necesario efectuar una subdivisión. Si establecemos esta división en
función de la especie dominante, son tres los robledales prin− cipales que se encuentran en el
territorio atlántico, el primero es el Roble Al− bar o Quercus Petraea que suele medrar en los
valles interiores más conti− nentales de la cordillera. El Roble Carballo o Quercus Robur, se
extiende por las comarcas costeras y valles menos continentales. Los robledales de Rebo− llo o
Quercus Pyrenaica compiten con éxito en los puntos de mayor sequía tanto en el área del Roble
Albar como del Carballo. Suelen permitir la presen− cia de una mayor diversidad de árboles y
arbustos y tal vez su representa− ción más importante en la cordillera, sea en Muniellos.
El Haya. ( Fagus sylvatica).
El Haya es la especie más representativa de los bosques atlánticos. El ha− yedo desempeña un
valor ecológico primordial, protege el suelo contra la erosión y lo nutre con el aporte periódico
de la materia orgánica de sus ho− jas muertas. Está ampliamente extendido por Europa central.
Puede llegar fácilmente a los 30 metros de altura y no suele alcanzar la longevidad de los robles
y otras especies leñosas, pues se estima que vive alrededor de los trescientos años. En su
sotobosque se desarrollan especies como el aránda− no, las fresas silvestres, frambuesas etc..
aunque son tan tupidos que solo dejan entrar una luz muy reducida que no permite
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desarrollarse a tantas es− pecies como en el del roble.
El Castaño. (Castanae Sativa).
Altura 4 a 35 metros. Familia. Fagaceae.
Árbol de tronco recto y grueso, con copa frondosa y amplia. Hoja caediza. La floración aparece
en verano. El fruto es la castaña, fuente de alimento para muchas especies, y que está envuelta
en una corteza pinchosa, que le da protección en su crecimiento, está táctica de autoprotección
es muy co− mún, y podemos verla también en el hayuco fruto del haya. Medra de forma rápida.
Prefiere suelos silíceos y húmedos. Desgraciadamente está atacado por una enfermedad llamada
"tinta" que estas diezmando los espectaculares bosques que aún se conservan de está especie
cantábrica.
Asturias es una región de accidentada geografía, cuyas peculiaridades climáticas y distinta
geología permiten la existencia de diferentes tipos de bosque, que enriquecen nuestro paisaje
con su variedad. Para el visitante de las masas forestales del Principado resultará de interés
conocer los tipos de bosque que se puede encontrar y cuales son los factores que determinan la
aparición de uno u otro.
Comencemos por el principal y fundamental agente que condiciona el tipo de bosque, el clima,
atendiendo a las temperaturas y la pluviosidad.
TERMOCLIMA
La importancia del clima y sus relaciones con los seres vivos (bioclimatología) son fáciles de
imaginar si, por ejemplo, nos paramos a analizar las exigencias y limitaciones térmicas y de
lluvia que tiene un haya respecto a una encina.
Asturias pertenece íntegramente a la Región Eurosiberiana y Superprovincia Atlántica (por
tanto con un clima eurosiberiano−oceánico); no conviene olvidar su proximidad con la Región
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Mediterránea, en la que aparecen árboles mediterráneos (alcornoque −Quercus suber−, fresno
de hoja estrecha −Fraxinus angustifolia−, el sauce Salix salvifolia).
El clima eurosiberiano−oceánico del que disfruta Asturias, determina la existencia de bosques
planocaducifolios, es decir, con árboles de hojas planas, blandas, grandes y anchas que se caen
en otoño cuando el árbol va a afrontar los rigores invernales. El bosque atlántico caducifolio
que impera en Asturias, con sus contrastes, representa una respuesta a las variaciones
climáticas anuales existentes en los terrenos que ocupa: en primavera y verano el calor y las
lluvias que, a pesar de la estación, no cesan, crean un ambiente de atmósfera templada y
húmeda. Los árboles despliegan por entonces sus hojas anchas y aplanadas, capaces de producir
una abundante evapotranspiración. Sin embargo, y aunque los contrates no son tan marcados
como en áreas más septentrionales, la llegada del otoño e invierno, con la reducción de horas de
luz y variaciones térmicas, modulan el <<reloj biológico>> del árbol, que forma barreras que
obstruyen el flujo de savia a las hojas, terminando éstas por desprenderse. Conservar en
invierno esas anchas y aplanadas hojas, a merced de vendavales y nevadas, produciría grandes
roturas de ramas o caídas de árboles, al acumular el peso de la nieve. Además, en esa estación el
árbol dispone de menos horas de luz, menos días con sol y períodos de cierta <<sequía
fisiológica>>, cuando el agua se congela, pues el árbol no puede aprovecharla en ese estado.
Aceptada la pertenencia de Asturias a ese macroclima atlántico−eurosiberiano, comprobaremos
que esa característica climatológica general se va a ver diversificada en diversos pisos, debido a
la abrupta y escarpada geografía del Principado, que influye poderosamente en las
temperaturas (termoclima) y en las lluvias (ombroclima), al recoger la Cordillera Cantábrica
los húmedos frentes oceánicos.
Los pisos termoclimáticos se caracterizan por las variaciones térmicas que sufren a lo largo del
año, factor importantísimo en la distribución de especies vegetales dado el papel limitante que
los fríos invernales ejercen sobre las plantas. Estas variaciones térmicas están determinadas por
factores como la altura del lugar sobre el nivel del mar, pero también por la orientación de sus
laderas y valles.
Desde los trabajos de Rivas−Martínez y otros, se han establecido los siguientes pisos
termoclimáticos en Asturias:
♦ PISO TERMOCOLINO: Territorios en zonas muy bajas, cercanas al mar, sin heladas y
con inviernos templados suavizados por las brumas marinas. Es el caso de Gijón,
Lastres o Tapia, por ejemplo.
♦ PISO COLINO: Es el más extenso en Asturias. En él, los inviernos son templados y
suaves, con épocas de heladas potenciales inferiores a 5−7 meses al año, y períodos de
actividad biológica de 8 a 10 meses al año. Este piso suele estar por debajo de los 700 m
de altitud, si bien este dato es orientativo, dada la influencia ejercida por la orientación
del valle (solana−umbría), proximidad al mar, etc. Dentro de este piso hay dos
horizontes (inferior y superior).
La pluviosidad aquí es de 900 a 1.500 litros de agua de lluvia por metro cuadrado y año
(ombroclima húmedo), aunque también hay zonas por debajo de esa pluviosidad (subhúmedas)
y por encima (hiperhúmedas). Es el mundo de las carbayedas y encinares. En este piso se
encuentran localidades como Oviedo, Grado y Cangas de Onís (horizonte inferior) o Tineo,
Rioseco −Sobrescobio− y Moal −Cangas del Narcea− (horizonte superior).
♦ PISO MONTANO: En la Cordillera Cantábrica, los territorios de este piso se extienden
hasta el límite de los bosques y arbustos (1.700−1.800 m), influyendo también aquí las
condiciones topográficas concretas. Los inviernos son frescos o fríos, con heladas
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seguras durante al menos 6 meses, que pueden llegar a 10 en el horizonte superior
(altimontano) de este piso. Hay menos de 8 meses de actividad biológica y la pluviosidad
es superior, entre 1.400 y 2.100 l/m2/año (ombroclima hiperhúmedo, aunque también
hay zonas húmedas). En este piso se encuentran enclaves como Bezanes (Caso), Tablizas
(Muniellos) y Somiedo. Aquí imperan los grandes bosques de montaña, hayedos,
robledales y abedulares.
♦ PISO SUBALPINO: Zonas con matorrales de enebro y heladas casi todo el año (10 o
más meses). El período de actividad biológica es aquí de 4 ó 5 meses. También hay dos
horizontes (superior e inferior). Este piso asciende desde el límite del bosque
(1.700−1.800 m) hasta los 2.300 m aproximadamente. En él ya no germinan las semillas
de los árboles debido a las prolongadas bajas temperaturas.
♦ PISO ALPINO: Por encima de los 2.300 m desaparecen también los enebrales rastreros.
Los inviernos son extremadamente fríos, las heladas seguras durante todo el año y el
período de actividad biológica de 2 ó 3 meses. Este piso sólo está presente en las más
altas cumbres de Peña Ubiña y de los Picos de Europa. El ombroclima podría ser aquí
incluso ultrahiperhúmedo (más de 2.100 l/m2/año).
OMBROCLIMA
Vistos los pisos termoclimáticos, analicemos ahora el ombroclima (de <<ombros>> = lluvia).
También aquí encontraremos significativas diferencias. Mientras en el Cabo Peñas se recogen
menos de 950 l/m2/año, en Muniellos esta cantidad es casi el doble 1.856 l/m2/año).
Evidentemente esto influye en la vegetación, pero además, en el estudio de los bosques, el
reparto a lo largo del año de esta lluvia resulta determinante para algunas especies arbóreas.
Aunque en Asturias la caída de precipitaciones veraniegas no es tan acusada como en el área
mediterránea, sí existe un descenso notable, que se acentúa cuanto más al occidente del
Principado. Si bien la pluviosidad en litros por metro cuadrado y año en la zona occidental y
oriental no es muy diferente, sí lo es en cuanto a su distribución a lo largo del año. Esta
disminución de precipitaciones veraniegas parece ser la principal causa de la paulatina
desaparición de los hayedos hacia el occidente de Asturias, dado que el haya requiere una
constante humedad ambiental y no tolera ese acusado descenso de precipitaciones estivales en el
occidente. La aparentemente paradójica presencia allí del mayor hayedo de Asturias,
Monasterio de Hermo (Cangas del Narcea), así como de otras manchas, puede tener su
explicación en la orientación del valle, que recoge más frentes húmedos y conserva abundantes
nieblas estivales.
Sin embargo, otro árbol sí está dispuesto a tolerar tal régimen de pluviosidad. Se trata del roble
albar, que sustituye en dominancia al haya cuando nos desplazamos a poniente. La distribución
de precipitaciones −y no tanto la composición de los suelos como tradicionalmente se venía
diciendo−, parece pues la clave que explica que una especie fuertemente monopolizadora como
el haya, ceda allí la preponderancia al roble albar. También en el régimen de pluviosidad radica
la ausencia de abetos y coníferas de forma natural en el Principado, pues estas especies
requieren una mayor continentalidad y un aumento de pluviosidad en el verano y otoño
respecto a la media anual, cosa que sí ocurre en los Pirineos, pero no en Asturias como hemos
visto.
Basándonos de nuevo en los criterios del equipo de Rivas−Martínez (1987) distinguimos los
siguientes ombroclimas en Asturias:
♦ OMBROCLIMA SUBHUMEDO
Entre 700 y 900 l/m2/año. Ej.: Tapia.
♦ OMBROCLIMA HUMEDO
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Inferior: Entre 900 y 1.150 l/m2/año. Ej.: Gijón, Oviedo.
Superior: Entre 1.150 y 1.400 l/m2/año. Ej.: Villaviciosa.
♦ OMBROCLIMA HIPERHUMEDO
Inferior: Entre 1.400 y 1.750 l/m2/año. Ej.: Bezanes (Caso).
Superior: Entre 1.750 y 2.100 l/m2/año. Ej.: Muniellos.
♦ OMBROCLIMA ULTRAHIPERHUMEDO
Más de 2.100 l/m2/año. Ej.: Ciertas cumbres de los Picos de Europa.
Fuente: web oficial de la Universidad de Oviedo ( http://www3.uniovi.es)
Vegetación Ribereña
Las riberas de los ríos de Asturias debieron estar en tiempos pobladas de los bosques más
diversos en especies de la región. Sin embargo, al tratarse de ambientes de gran productividad,
gran parte de los bosques de ribera han sido sustituidos por tierras agrícolas muy fértiles,
reduciendo los bosques de ribera a sotos de escasas dimensiones. Sólo en las áreas de montaña,
inadecuadas para la actividad agraria, se conservan los bosques de ribera en todo su esplendor.
Habitualmente se define la ribera como el conjunto de terrenos contiguos al cauce y
comprendidos entre el nivel mínimo de estiaje y las máximas avenidas. Ese criterio es el que ha
predominado jurídicamente en la definición de las diferentes servidumbres de cauces públicos
y, sin embargo, es erróneo conceptualmente y escasamente operativo.
Una crecida excepcional puede alcanzar partes del territorio normalmente no influidas por el
curso del agua y que no disfrutan de ninguna de las características ecológicas consustanciales a
la ribera. Además, resulta poco menos que imposible determinar cual es el punto alcanzable por
crecidas excepcionales. Más adecuado parece considerar como ribera el espacio contiguo al río
en el que la subida del nivel freático provoca cambios ambientales perceptibles, variaciones en
la composición de las comunidades biológicas y su estructura.
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En Asturias, pueden establecerse tres grandes modelos de cubierta vegetal de las riberas. En
grandes y caudalosos ríos de riberas muy llanas y por tanto, fácilmente inundables, puede
reconocerse una primera cintura de saucedas arbustivas, adaptadas a soportar los embates de
las avenidas fluviales, una segunda cintura de saucedas arbóreas y, por último, la vegetación
ribereña de bosques de aliso. La presencia de cauces de ese tipo es muy escasa y se limita a las
áreas más pobladas de la región, por lo que sólo llega a reconocerse esa zonación en escasas
localidades como la de la Sauceda de Buelles.
En la mayor parte de los cauces, la cubierta vegetal de las riberas se limita a bosques de aliso,
especie que desaparece en los bosques ribereños de la montaña para dar paso a otras
comunidades menos especializadas.
Alisedas Ribereñas
En condiciones naturales los bosques de aliso pueblan las riberas de la totalidad de los ríos
asturianos, excluyéndose únicamente las estrechas riberas de los cauces de montaña. Las
alisedas forman bosques de hasta veinte metros de altura y muy cerrados. Cuando se trata de
cauces estrechos, las copas de ambos lados llegan a tocarse, formando túneles arbóreos que
reducen la entrada de luz al medio fluvial.
Aunque el aliso es la especie principal, los bosques de ribera presentan una extraordinaria
diversidad biológica y aparecen acompañados de multitud de especies arbóreas.
Es frecuente la presencia de arces, fresnos, olmos de montaña, abedules, hayas, carbayos o
robles albares.
En general, la composición del cortejo arbóreo acompañante es muy dependiente de cuáles sean
los tipos de bosque dominantes en el área no ribereña. En la cuenca media del Navia, en los
concejos de Ibias, Allande, Grandas de Salime, Pesoz, San Martín de Oscos, Illano y Boal es
frecuente la presencia del fresno de hoja estrecha (Fraxinus angustifolia) y la bardaguera
blanca (Salix salvifolia). El primero es un árbol muy parecido al fresno común, de porte algo
menor, con hojas más estrechas y sin pelos en los nervios de las hojas. La segunda es un
arbustillo de unos diez metros de altura y hojas grisáceas de gran flexibilidad, lo que le permite
resistir sin romperse las avenidas torrenciales.
Ambas son especies comunes en las riberas de la mitad occidental de la iberia mediterránea,
donde abundan fresnedas de Fraxinus angustifolia que cumplen, salvando las distancias, el
papel que las alisedas juegan en la cornisa cantábrica. Se trata, por tanto, de un caso típico de
migración florística siguiendo los corredores biológicos de los ríos, a lo largo del curso del Navia
que nace muy próximo ya a las áreas mediterráneas del Bierzo. Por su rareza en el área
atlántica, ambas figuran en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Flora como
especies de interés especial.
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Bajo el estrato arbóreo de las alisedas se generan ambientes de escasa luminosidad, en los que
son frecuentes numerosas especies de arbustos nemorales −sauces, cornejos, avellanos, laureles,
saúcos, etc.−, lianas −hiedras o madreselvas− y diferentes especies de plantas herbáceas y
helechos. Los bosques de aliso se extienden por gran parte de las riberas atlánticas de Europa y
las alisedas de Asturias comparten con éstas numerosos elementos florísticos.
Sin embargo, Asturias ocupa el borde meridional del área de distribución de los bosques de
aliso atlánticos. Ello supone unas condiciones climáticas más benignas y térmicas que permiten
que las alisedas cantábricas alberguen en su seno algunos elementos de tipo subtropical muy
singulares, helechos como la píjara (Wodwardia radicans) o el helecho real (Culcita
macrocarpa). En ambos casos, por su rareza e interés geobotánico, se trata de plantas
catalogadas como de interés especial. Se distribuyen principalmente por las Azores, Madeira y
Canarias, alcanzando algunas localidades de la Península Ibérica y, en el caso de la píjara, de
las islas mediterráneas y el sur de Italia. Su distribución en Asturias se limita a las riberas más
térmicas, en áreas bajas y litorales, principalmente de la mitad oriental de la región, aunque
Wodwardia es frecuente en el cauce más occidental de El Esva.
Otro helecho de comportamiento geobotánico similar es la helechilla (Trichomanes speciosum),
catalogada como especie vulnerable y de distribución más norteña que los anteriores, pues
aparece, además de en las islas atlánticas citadas, en el litoral atlántico de Francia y en las áreas
más térmicas del litoral británico.
En Asturias se ha citado en contadas localidades de los tramos bajos de El Esva, en los arroyos
de la costa oriental y del centro de la región, ocupando siempre roquedos silíceos rezumantes en
el seno de los bosques ribereños de aliso.
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Por último, debe citarse al helecho macho asturiano (Dryopteris corleyi), especie endémica del
litoral oriental de Asturias y occidental de Cantabria, que aparece en claros de alisedas y
carbayedas oligótrofas, sobre suelos húmedos desarrollados en áreas de litología silícea.
También puede ocupar en ocasiones brezales con niveles freáticos altos. Su carácter endémico y
las escasas localidades en que se ha citado, principalmente en las rasas del litoral de Llanes y de
Ribadedeva, han propiciado su catalogación como especie de interés especial.
Bosques Ribereños de Montaña
Los bosques ribereños de montaña se caracterizan por la ausencia del aliso, siendo frecuentes,
sin embargo, muchas de las especies que lo acompañan en áreas más bajas: fresnos, arces,
abedules, olmos de montaña, tilos, etc.
Como ocurre con otras comunidades de montaña, gran parte de las especies que componen el
cortejo florístico de estas formaciones son de origen boreal o alpino, migradas a latitudes
meridionales durante las glaciaciones y conservadas en los enclaves más favorables para ellas de
la alta montaña.
Tal es el caso de la cola de caballo de bosque (Equisetum sylvaticum), catalogada como sensible
a la alteración del hábitat y de distribución principalmente norte europea y boreal. En España
se conserva en algunos enclaves de la Cordillera Cantábrica y Los Pirineos y en Asturias se
conocen sólo las poblaciones de los bosques ribereños de Valgrande en Lena.
Fuente: SIAPA (Sistema de Información Ambiental del Principado de Asturias).
http://tematico.princast.es/mediambi/siapa/
• Recursos naturales.
• DEMOGRAFÍA Y POBLAMIENTO.
• Dinámica natural.
• Dinámica espacial.
• Distribución de densidades.
• Poblamiento: sistema de ciudades.
Las montañas cantábricas constituyen el rasgo principal del paisaje asturiano y han tenido
mucho que ver con la historia y desarrollo de la región, limitando las relaciones con el exterior y
concentrando el poblamiento en las áreas de relieve más llano cercanas a la costa o a la
depresión central
• LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS.
• Caracteres generales (no parámetros).
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• El sector agrario.
Parámetros
Los factores de los paisajes agrarios.
♦ Los condicionantes agronómicos.
♦ El peso de la historia agraria.
♦ Las transformaciones del s. XIX.
♦ Transformaciones recientes.
La distribución interna del sector agrario.
♦ La agricultura.
♦ La ganadería.
♦ El subsector forestal.
Las estructuras agrarias.
♦ Tamaño: propiedad y explotación.
♦ La población activa agraria.
♦ Las consecuencias de estos factores: orientación de las explotaciones.
• El sector pesquero.
La pesca en Asturias.
Asturias dispone de una red fluvial de ríos cortos, de fuerte pendiente y muy caudalosos, como
corresponde a una geografía lluviosa y con una corta distancia entre los cordales montañosos y
el mar.
Se trata por tanto, de ríos de aguas rápidas, frías y muy oxigenadas, que constituyen el hábitat
más adecuado para especies de salmónidos como la trucha o el salmón. La abundancia de la
primera y la escasez del segundo en el resto de los ríos de la Península Ibérica hace de Asturias
un lugar privilegiado para la práctica de la pesca deportiva. A ello se une el peculiar encanto de
unos cauces casi virginales, rodeados de frondosa vegetación autóctona y de aguas
particularmente limpias y transparentes.
Líneas de Actuación
El Gobierno del Principado de Asturias ejerce sus competencias en materia de Pesca en aguas
continentales principalmente a través de la Dirección General de Recursos Naturales y
Protección Ambiental de la Viceconsejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.
Dicha Dirección General tiene como cometidos los siguientes:
a) Contribuir al desarrollo sostenible
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b) Proponer y desarrollar la política regional en materia de protección de los espacios naturales
y especies protegidas
c) Informar de las obras e instalaciones que se pretendan realizar en los espacios naturales
d) Desarrollar los principios y criterios que conforman la política del Gobierno en materia de
conservación y aprovechamiento de los recursos cinegéticos y piscícolas en aguas continentales
e) La programación, ejecución y fomento de las actuaciones dirigidas a mejorar el nivel de
conocimiento sobre el medio ambiente en general.
Para el desarrollo de estos objetivos, la Viceconsejería de Medio Ambiente y Ordenación del
Territorio se apoya en dos órganos íntimamente relacionados: la Comisión para Asuntos
Medioambientales (CAMA) y el Consejo Regional de Medio Ambiente (CREMA).
Como órgano consultivo y asesor del Gobierno del Principado de Asturias en materia de pesca
en aguas continentales, y con el fin de garantizar la necesaria coordinación entre las
Administraciones implicadas y la intervención de los ciudadanos y sectores interesados se ha
creado, por la Ley 6/2002, de 18 de junio, sobre protección de los ecosistemas acuáticos y de
regulación de la pesca en aguas continentales, el Consejo de los Ecosistemas Acuáticos y de la
Pesca en Aguas Continentales del Principado de Asturias.
Para la garantía del cumplimiento efectivo de estas competencias, se ha creado la Guardería
Rural, cuyas funciones incluyen, entre otras, vigilar y controlar los espacios protegidos, flora y
fauna amenazada, aprovechamientos cinegéticos y piscícolas y colaborar en las actividades
necesarias para la prevención, detección y extinción de incendios forestales.
El Gobierno del Principado de Asturias lleva a cabo sus actuaciones en materia de protección de
los ecosistemas acuáticos y regulación de la pesca en aguas continentales, en el marco del
desarrollo sostenible. El modo en que se realizan tales actuaciones se basa fundamentalmente,
por un lado, en el desarrollo y mantenimiento de la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos
continentales y su uso sostenible y, por otro, en la participación, entendida como la coordinación
entre las distintas Administraciones implicadas, la intervención de los ciudadanos y sectores
interesados y la consideración del río y demás aguas continentales como fuente de enseñanza.
Especies Objeto de Pesca
La fauna piscícola de los ríos asturianos asciende a veintitrés especies. En comparación con el
resto de cauces de la Península Ibérica, la Cornisa Cantábrica posee una ictiofauna muy pobre
en especies, y dicha pobreza se atribuye al efecto de las glaciaciones. Durante el avance de los
hielos, las poblaciones piscícolas de los ríos europeos de gran recorrido pudieron desplazarse
hacia las áreas cálidas meridionales, recolonizando el curso fluvial tras el fin de la glaciación.
Sin embargo, en la cornisa cantábrica, la Cordillera constituyó un obstáculo infranqueable que
supuso la desaparición de las especies que poblaban las aguas continentales, repobladas luego
desde la plataforma continental por especies diádromas, es decir, que desarrollan una parte de
su ciclo vital en aguas continentales y otra en aguas marinas.
Atendiendo a su origen, se considera que de las veintitrés especies de peces presentes en las
aguas continentales asturianas, doce son autóctonas y once alóctonas o introducidas.
Además de los peces, en las aguas continentales de nuestra provincia destaca la presencia de
algunos crustáceos y moluscos de gran tamaño como el cangrejo de patas blancas
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(Austropotamobius pallipes lusitanica), el cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii) y la
madreperla o mejillón de río (Margaritifera margaritifera). Tanto el cangrejo de patas blancas
como la madreperla de río son especies autóctonas en estado muy precario, mientras que el
cangrejo rojo americano es una especie introducida y muy abundante.
La Ley del Principado de Asturias 6/2002, de 18 de junio, sobre protección de los ecosistemas
acuáticos y de regulación de la pesca en aguas continentales, establece las especies objeto de
pesca en la región y las clasifica en dos tipos:
Tipo I: especies objeto de aprovechamiento. Son las incluidas en el anexo segundo de la Ley y se
recogen en la siguiente tabla:
Familia
Anguílidos
Salmónidos
Especie
Anguila (Anguilla anguilla)
Salmón atlántico (Salmo salar)
Ciprínidos
Mugílidos
Serránidos
Pleuronéctidos
Clupeidos
Cambaridos
Lubina (Dicentrarchus labrax)
Platija o solla (Platichtys flesus)
Sábalo y Alosa (Alosa sp.)
Cangrejo rojo (Procambarus
clarkii)
Estatus
Autóctona
Autóctona
Trucha común (Salmo trutta)
Reo (Salmo trutta)
Trucha arco iris (Oncorrhynchus
mykiss)
Salvelino (Salvelinus fontianlis)
Piscardo (Phoximus phoximus)
Boga de río (Chondostoma
polylepsis)
Carpa (Cyprinus carpio)
Carpín (Carassius auratus)
Cacho o bordallo (Leuciscus sp.)
Gobio (Gobio gobio)
Múgil (Mugil cephalus)
Lisas (Chelon labrosus y Liza sp.)
Autóctona
Autóctona
Autóctona
Autóctona
Autóctona
Introducida
Introducida
Introducida
Autóctona
Introducida
Introducida
Introducida
Introducida
Autóctona
Introducida
Introducida
Tipo II: especies que no figuran en el anexo segundo de la Ley, ni aparecen mencionadas en el
Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Fauna Vertebrada del Principado de Asturias,
ni en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Se trata de especies no deseables por lo
que, pese a ser objeto de pesca, no son objeto de aprovechamiento. Los ejemplares capturados
de las mismas deben ser entregados a los servicios de vigilancia.
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La Ley señala además que si se capturan ejemplares de especies protegidas y que por tanto,
figuran en cualquiera de los catálogos de especies protegidas mencionados con anterioridad,
han de devolverse inmediatamente a las aguas de procedencia.
Regulación de la Pesca en Asturias
La práctica de la pesca en Asturias ha estado regulada por la Ley 3/98, de 11 de diciembre, de
pesca fluvial (BOPA núm. 291, de 18 de julio de 1998) hasta la reciente publicación de la Ley
6/2002, de 18 de junio, sobre protección de los ecosistemas acuáticos y de regulación de la pesca
en aguas continentales (BOPA núm. 151, de 1 de julio de 2002). En este texto legal se aborda la
protección de los ecosistemas acuáticos y la regulación de la pesca en aguas continentales en el
marco del desarrollo sostenible. El modo en que se llevan a cabo tales actuaciones se basa, por
una parte, en el desarrollo y mantenimiento de la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos
continentales y su uso sostenible y, por otro en la participación, tanto de las Administraciones
como de los ciudadanos y sectores implicados.
Como instrumento de gestión de estos ecosistemas se establece la necesidad de diseñar el Plan de
Ordenación de los Recursos Acuáticos Continentales, así como planes técnicos de gestión que lo
desarrollen.
Con el objeto de garantizar la necesaria coordinación de las Administraciones implicadas y la
participación ciudadana, la Ley 6/2002 creó el Consejo de los Ecosistemas Acuáticos y de la
Pesca en Aguas Continentales del Principado de Asturias.
En la citada ley se definen dos tipos de especies objeto de pesca: las que son objeto de
aprovechamiento y las que, por ser indeseables, no son objeto de aprovechamiento y deben ser
entregadas a los servicios de vigilancia. Entre las novedades que introduce dicha ley y en
consonancia con los principios de mantenimiento de la biodiversidad, se ha hecho extensiva la
prohibición de comercialización de la trucha al resto de especies objeto de pesca. En cuanto a la
clasificación de las aguas y su zonificación se introducen nuevos tipos entre los que destaca el
vedado, en el que se prohíbe la pesca por razones de tipo biológico, científico o educativo.
En el Principado de Asturias se aprueba anualmente la normativa reguladora de la pesca en
aguas continentales. Esta normativa establece los días hábiles, los horarios de pesca y los cupos,
así como el régimen de aprovechamiento. La resolución sobre normativa anual de pesca en
aguas continentales se dicta antes del uno de noviembre del año anterior.
Cotos de Pesca en Asturias
NORMATIVA:
La Ley 6/2002, de 18 de junio, sobre protección de los ecosistemas acuáticos y de regulación de
la pesca en aguas continentales (BOPA núm. 151, de 1 de julio de 2002) clasifica las aguas
continentales en función de su régimen de aprovechamiento en: Zonas de Régimen Especial y
Zonas Libres.
Las Zonas Libres pueden ser de dos tipos:
− Zonas Libres en Régimen Tradicional: en ellas se pueden emplear todos los cebos permitidos
y capturar hasta el número máximo de ejemplares que disponga la normativa anual de pesca
fluvial.
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− Zonas Libres sin Muerte: en ella se pueden emplear únicamente cebos artificiales en las
modalidades que reglamentariamente se dispongan y en las que las capturas deben ser
devueltas a las aguas de manera inmediata y en buenas condiciones para su supervivencia. Estas
zonas se encuentran debidamente señalizadas.
Las Zonas de Régimen Especial son aquellas en las que el ejercicio de la pesca se realiza de
acuerdo con especiales medidas de protección o con arreglo a lo dispuesto en planes técnicos de
gestión y de aprovechamiento. Estas Zonas de Régimen Especial se dividen en:
− Vedados de Pesca: son aquellos cursos, tramos de los cursos o masas de agua en los que, de
manera temporal o permanente, está prohibida la pesca de todas o parte de las especies por
razones de tipo biológico, científico o educativo. Estas zonas se encuentran debidamente
señalizadas.
− Cotos de Pesca: son aquellos cursos, tramos de los cursos o masas de agua en los que la
práctica de la pesca, realizada con fines únicamente deportivos, está regulada para aprovechar
ordenadamente los recursos dentro de unos objetivos de gestión sostenible predeterminados y
sometida a la obtención del correspondiente permiso. Los Cotos se encuentran debidamente
señalizados.
− Zonas de Especial Protección: se trata de zonas de especial interés para la riqueza piscícola,
en las que por sus características naturales o ecológicas o el potencial biológico de su fauna,
requieren de una protección especial. Estas pueden ser Refugios de Pesca, que sirven como
reserva de reproductores y están vedados, o Reservas Genéticas, cuyas especies es preciso
asegurar y mantener su potencial genético, así como su biodiversidad y cuyo régimen puede ser
de zona libre sin muerte, coto sin muerte o vedado.
Los Cotos de Pesca, en cuya gestión podrán colaborar los Concejos con la Consejería
competente, se clasifican, en función de su régimen de aprovechamiento, en:
− Cotos de Pesca Intensivos: aquellos en los que se permite la apropiación de las capturas
obtenidas y en los que su mantenimiento requiere sueltas periódicas de ejemplares.
− Cotos de Pesca Sin Muerte: aquellos en los que los ejemplares pescados deben ser devueltos a
las aguas de manera inmediata a su captura y en buenas condiciones para su supervivencia.
− Cotos de Pesca en Régimen Tradicional: aquellos en los que se permite la apropiación de las
capturas obtenidas y cuyo aprovechamiento se realiza de conformidad con lo dispuesto en la
normativa anual de pesca.
Relación de Cotos de Pesca en Asturias:
En la actualidad el Principado de Asturias cuenta con 63 cotos salmoneros y 48 cotos trucheros
distribuidos por toda su geografía, desde la cuenca del Eo hasta la del Cares.
Anualmente se recoge en la normativa de pesca fluvial las novedades en el régimen de zonas
acotadas, vedadas y zonas libres sin muerte. Entre otras novedades, en el año 2004 se ha abierto
como coto truchero en el río Esva el coto salmonero vedado de La Chanona y se ha vedado el
coto truchero de Teverga. De igual forma se ha eliminado el coto truchero sin muerte del Río
del Puerto.
Permisos de pesca en Asturias
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Para el ejercicio de la pesca en Asturias es necesario poseer la Licencia de Pesca, documento
nominal, individual e intransferible expedido por la Viceconsejería de Medio Ambiente y
Ordenación del Territorio. Las clases, vigencia y procedimiento para su obtención se
determinarán reglamentariamente.
Para la pesca en los cotos además de la licencia se requiere de un Permiso de Pesca, documento
nominal e intransferible expedido por la Dirección General de Recursos Naturales y Protección
Ambiental. La posesión del permiso otorga el derecho a la práctica de la pesca en la zona que en
él se indica y su tasa se determina reglamentariamente. Del mismo modo, el procedimiento de
adjudicación se recogerá en una reglamentación anual que garantizará el principio de igualdad
de oportunidades para todos los ciudadanos y ciudadanas, mediante la adecuada publicidad de
ofertas, fechas, plazos, y el oportuno sorteo público.
Los permisos se dividirán en los siguientes tipos:
− Permisos de carácter turístico: son los destinados al fomento del turismo para su distribución
entre pescadores extranjeros y comunitarios no españoles. La Administración podrá exigir la
justificación documental de la nacionalidad que se declara.
− Permisos generales: son los destinados a pescadores nacionales, o ciudadanos miembros de la
Unión Europea siempre que no hayan concurrido al sorteo de permisos turísticos.
Datos Numéricos
Estadísticas de pesca relativa a:
• Licencias de pesca.
Año
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
Total Licencias
22.367
25.088
26.339
28.570
30.445
35.192
38.209
39.121
39.358
40.745
40.536
33.760
34.545
30.943
29.913
31.426
Año
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
Total Licencias
35.769
38.495
39.980
35.066
40.942
34.686
35.167
40.123
45.038
45.781
48.063
47.252
48.814
40.503
40.787
37.568
33.566
21
• Permisos de pesca.
SALMÓN
TRUCHA
22
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