República de Colombia Corte Suprema de Justicia CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACION LABORAL Magistrada Ponente: ISAURA VARGAS DIAZ Radicación No. 29822 Acta No. 81 Bogota, D.C. dos (2) de octubre de dos mil siete (2007) Resuelve la Corte el recurso de casación interpuesto por la UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA contra la sentencia proferida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín, el 22 de marzo de 2006, en el proceso instaurado por LUZ MARINA COVALEDA ECHAVARRIA y NESTOR RAUL LOPEZ ROJAS. I. ANTECEDENTES LUZ MARINA COVALEDA ECHAVARRIA y NESTOR RAUL LOPEZ ROJAS demandaron a la UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA para que fuera condenada a reintegrarlos al cargo que venían ocupando cuando fueron despedidos sin justa causa estando República de Colombia 2 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia vigente un conflicto colectivo, declarando que no ha existido solución de continuidad, y a pagarles los salarios y prestaciones sociales legales y extralegales que dejen de devengar desde su despido hasta cuando se produzca efectivamente la reinstalación, con los aumentos que durante dicho tiempo se produzcan; a realizar los aportes al sistema de seguridad social en pensiones; y las costas del proceso (folio 3, cuaderno1). Para lo que rigurosamente interesa al recurso basta decir que fundaron sus pretensiones en que venían vinculados mediante contrato de trabajo a término indefinido con la entidad demandada desde el 23 de enero de 1995, desempeñándose como profesores del colegio en el área de “artísticas”, con un salario de $760.660 (Luz Marina Covaleda) y $591.200 (Néstor Raúl López); que en el mes de octubre de 2000 los trabajadores de la Universidad Pontificia Bolivariana constituyeron un sindicato, de cuya organización fueron miembros; que desde diciembre de 2000 “se encuentra vigente en la universidad un conflicto colectivo de trabajo originado en la presentación de un pliego de peticiones, el cual fue resuelto por medio de un laudo arbitral proferido el 13 de diciembre República de Colombia 3 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia de 2002, decisión que actualmente es objeto de un recurso de anulación presentado por SINTRAUPB”; que estando en pleno vigor el conflicto colectivo fueron despedidos sin justa causa; y que “tenían derecho a continuar en la UPB debido a la protección del llamado FUERO CIRCUNSTANCIAL hasta que culmine el conflicto colectivo que promovió su sindicato” (folios 2 y 3 ibídem). En la contestación del libelo incoativo, la sociedad convocada a juicio se opuso a la prosperidad de las peticiones formuladas por el actor y propuso las excepciones de pago de lo debido, inexistencia de la obligación, prescripción y falta de causa (folio 42, cuaderno 1). Concluido el debate, el Juez Séptimo Laboral del Circuito de Medellín, que fue el de conocimiento, decidió el negocio en sentencia de 7 de octubre de 2005 (folios 130 a 135, cuaderno 1), absolviendo a la universidad demandada de todas y cada una de las súplicas formuladas en la demanda inicial e impuso costas a los actores. República de Colombia 4 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia II. SENTENCIA DEL TRIBUNAL La alzada se surtió por apelación de los demandantes y culminó con la sentencia acusada en casación (folios 143 a 149, cuaderno 1), mediante la cual el Tribunal Superior de Medellín, por medio de su Sala Laboral, revocó el fallo del A quo y, en su lugar, condenó a la demandada a reintegrar a los promotores de la litis, a pagar los salarios y prestaciones sociales causados durante el tiempo que dure la desvinculación y los aportes a la seguridad social; declaró que no hubo solución de continuidad; y a la parte vencida le impuso costas (folio 148, ibídem). Para ello, y en lo que al recurso interesa, el juez colegiado, luego de encontrar probado que los actores fueron trabajadores de la demandada, los extremos temporales de la relación, los cargos desarrollados, que eran miembros de la organización sindical, que el conflicto colectivo terminó en la primera etapa el 13 de diciembre de 2002 cuando se dictó el laudo arbitral, que contra éste se interpuso recurso de anulación, el cual fue resuelto por esta Corporación el 30 de abril de 2003, declarándolo exequible, asentó que “una (sic) providencia queda ejecutoriada y República de Colombia 5 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia son firmes tres días después de notificadas, cuando carecen de recursos o han vencido los términos sin haberse interpuesto los recursos que fueron procedentes, o cuando queda ejecutoriada la providencia que resuelva los interpuestos: Así se expresa el 331 del CPC modificado por el D.E. 2282 de 1989, artículo 1, numeral 155, norma que se aplica en su integridad al procedimiento arbitral. Entonces, mientras estuviera el laudo en la Corte Suprema de Justicia surtiéndose el recurso de anulación no se podía afirmar que el conflicto había terminado porque la providencia no estaba en firme” (folio 147, cuaderno 1). Y concluyó el juez plural diciendo que “Siendo así las cosas, la Sala considera que el despido de que fueron objeto los demandantes violó el artículo 25 del decreto 2351 de 1965 porque el conflicto estaba vigente y porque la causa invocada por la Universidad (f. 45 y 50) será legal pero no es justa causa porque no está contemplada como tal en la legislación laboral, y la norma jurídica que protege a los afiliados al sindicato que han presentado el pliego de peticiones solo permite el despido justo” (ibídem). República de Colombia 6 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia III. EL RECURSO DE CASACION Inconforme con la decisión la demandada pretende en su demanda (folios 9 a 17, cuaderno 2), que fue replicada (folios 24 a 27, ibídem), que la Corte case totalmente la sentencia del Tribunal, para que, en sede de instancia, confirme la de primer grado, “con el fundamento en que está prescrita la acción que incoaron los demandantes” (folio 11 ibídem). Para tal efecto, le formula un cargo en el que acusa la sentencia porque “dejó de aplicar, siendo aplicables en este caso, el artículo 1º del Decreto Legislativo 204 de 1957, el artículo 12 de la Ley 584 de 2000, los artículos 48 y 49 de la Ley 712 de 2001 y el artículo 8º de la Ley 153 de 1887 y aplicó indebidamente los artículos 35 del Decreto Legislativo 2351 de 1965, 14 de la Ley 50 de 1990, 249, 306, 13 y 14 del Código Sustantivo del Trabajo. (según doctrina constante de la H. Sala, cuando un cargo se plantea por la vía indirecta, como el presente, la falta de aplicación se equipara a la aplicación indebida)” (folio 11 cuaderno 2). República de Colombia 7 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia Como errores evidentes señala: “1º) No haberse dado cuenta, siendo ello evidente, que la Universidad Pontificia Bolivariana interpuso oportunamente en la respuesta a la demanda inicial de este juicio la excepción de prescripción de la acción incoada por los demandantes 2º) No haberse dado cuenta, siendo ello evidente, que en este proceso está prescrita la acción de reintegro propuesta por los actuales demandantes López Rojas y Convalida Echevarria. 3º) Por consiguiente, no haberse dado cuenta, siendo ello claro e incontrovertible, de que los aludidos demandantes no tienen derecho al reintegro a sus empleos con el pago de todos los emolumentos laborales por parte de la Universidad demandada, por haber prescrito sus acciones encaminadas a formular los correspondientes reclamos ante la justicia del trabajo. Sostiene que el Tribunal no apreció la demanda inicial, especialmente el hecho 7º (folio 2) y la fecha de su presentación, la respuesta a la demanda (folios 40 a 44), y las cartas de despido (folios 8 y 19). República de Colombia 8 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia En la demostración del cargo la recurrente acepta el hecho que halló demostrado el sentenciador de que los demandantes fueron despedidos cuando estaba vigente en la universidad demandada un conflicto colectivo de trabajo, pero no admite que esos despidos les den derecho al reintegro. Para la censura el tema relativo a la prescripción de las acciones, aunque envuelve cuestiones jurídicas, “es de índole esencialmente fáctica porque en lo fundamental se reduce a comparar las fechas en que ocurrieron los hechos o actos que dan origen al reclamo judicial correspondiente y aquella en que se introdujo la demanda respectiva para esclarecer, a la luz de la norma que establezca el plazo de prescripción correspondiente, si la acción se propuso de manera oportuna o extemporánea y si se alegó en el momento procesal pertinente la excepción de prescripción, que siempre debe proponerse expresamente, como lo exige la ley. Pero la circunstancia de que para determinar en un caso concreto si está o no consumada una prescripción deba plantearse siempre por la vía indirecta o de los hechos, (porque ello exige una confrontación de fechas, que es una cuestión eminentemente fáctica), tal circunstancia no impide hacer previamente unas consideraciones de República de Colombia 9 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia derecho, para darle un marco jurídico a aquella indagación fáctica, ni tergiversa o desvanece la intención definitiva del ataque de estar planteado por la vía indirecta” (folio 13, cuaderno 2). Afirma que una de las manifestaciones del legislador para proteger el derecho de asociación es el denominado fuero sindical, que impide el despido, desmejora o traslado de sus dirigentes, sin previa autorización del juez laboral, pero cuando el empleador no cumple con dicho trámite, el trabajador aforado, por medio de proceso especial y abreviado puede ejercitar la acción de reintegro, dentro de los dos meses siguientes a la fecha de despido, traslado o desmejora. Asevera que si lo anterior acontece con el plazo prescriptivo de la acción que le incumbe al aforado por ministerio de la ley, “con toda razón debe predicarse lo mismo cuando se trata del llamado <fuero circunstancial>(…) Pero dada la absoluta y evidente similitud que existe entre las consecuencias del desconocimiento del fuero de un dirigente sindical y el del <fuero circunstancial> (propio de los trabajadores involucrados en un conflicto colectivo laboral) que es en uno y otro caso que la víctima del atropello contra su República de Colombia 10 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia fuero pueda acudir a la acción de reintegro para retomar a su antiguo empleo, resulta imperioso concluir que donde existe la misma situación de hecho (violación de un fuero) debe aplicarse la misma disposición legal, como lo enseñan el artículo 8º de la Ley 153 de 1887 y los principios generales de derecho, resulta incontrovertible que la prescripción establecida por el artículo 49 de la Ley 712 de 2001 para la acción de reintegro derivada del desconocimiento de un fuero de origen legal debe aplicarse también para la hipótesis del atropello contra un <fuero circunstancial>, o sea el término de 2 meses, contados desde la fecha en que se produjo el desconocimiento del fuero de que se trate”(folios 15 y 16 ibídem). Acota que los demandantes fueron despedidos el 17 de enero de 2003 y si la demanda inicial fue presentada el 30 de abril de 2003, según se lee al folio 5 del dicho cuaderno, es decir 3 meses y 13 días después de la fecha de despido de los actores, no cabe duda de que “la presente acción de reintegro fue propuesta extemporáneamente, porque cuando ese hecho se produjo, ya de antemano se había vencido los 2 meses que tenían los señores López y Covaleda para reclamar judicialmente su reintegro al República de Colombia 11 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia empleo, pues tal plazo de 2 meses expiró legalmente el 17 de marzo de 2003. O sea que cuando se introdujo la demanda inicial de este juicio, ya estaba prescrito el término para interponerla” (folio 16 ibídem). LA REPLICA Confuta el único cargo argumentando que adolece de serios defectos en la técnica de casación por cuanto no precisa la vía de impugnación, no integra debidamente la proposición jurídica, alega un hecho nuevo y la vía indirecta está mal escogida. Para los opositores “el recurrente está equiparando en un todo el fuero sindical al <fuero circunstancial> para aprovecharse en este caso del término especial de prescripción de la acción originada en el primero, lo cual es absolutamente errado y desconoce los principios rectores del derecho laboral y toda una construcción jurisprudencial que sobre el tema han elaborado la Sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de Justicia y demás operadores jurídicos del ámbito laboral” (folio 26, cuaderno 2). República de Colombia 12 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia IV. CONSIDERACIONES DE LA CORTE Como quedó dicho cuando se hizo el compendio de la sentencia recurrida, el juez de alzada para revocar la absolución del A quo y, en su lugar, disponer el reintegro de los actores, en esencia, asentó que “el despido de que fueron objeto los demandantes violó el artículo 25 del decreto 2351 de 1965 porque el conflicto estaba vigente y porque la causa invocada por la Universidad (f. 45 y 50) será legal pero no es justa causa porque no está contemplada como tal en la legislación laboral, y la norma jurídica que protege a los afiliados al sindicato que han presentado el pliego de peticiones solo permite el despido justo” (folio 147, cuaderno 1). Para la universidad recurrente la inconformidad con el fallo fustigado estriba en que si los demandantes fueron despedidos el 17 de enero de 2003 y la demanda inicial fue presentada el 30 de abril de 2003, según se lee al folio 5 del dicho cuaderno, es decir 3 meses y 13 días después de la fecha de despido de los actores, no cabe duda de que “la presente acción de reintegro fue propuesta extemporáneamente, porque cuando ese hecho se República de Colombia 13 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia produjo, ya de antemano se había vencido los 2 meses que tenían los señores López y Covaleda para reclamar judicialmente su reintegro al empleo, pues tal plazo de 2 meses expiró legalmente el 17 de marzo de 2003. O sea que cuando se introdujo la demanda inicial de este juicio, ya estaba prescrito el término para interponerla” (folio 16 ibídem). Pues bien, desde el pórtico observa la Corte que el juez colegiado no incurrió en los yerros probatorios y jurídicos que el cargo le enrostra, por lo siguiente: Hoy en día, tanto el derecho de negociación colectiva, como la figura del conflicto colectivo de trabajo, ocupan buena parte de la atención en la regulación de las llamadas relaciones obrero-empleadores. De ahí la importancia y protección dada por la Constitución Política en el artículo 55 que “garantiza el derecho de negociación colectiva para regular las relaciones laborales”. En igual sentido, encontramos los convenios de la Organización Internación del Trabajo números 98 de 1949 “sobre el derecho de sindicación y negociación colectiva” y 154 “sobre el República de Colombia 14 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia fortalecimiento de la negociación colectiva”, aprobados por Colombia mediante las Leyes 27 de 1976 y 524 de 1999, respectivamente. De otra parte, la filosofía de los artículos 25 del Decreto 2351 de 1965 y 36 del Decreto 1469 de 1978, no puede ser otra que la de permitir que la negociación colectiva se desarrolle en un ambiente de respeto recíproco entre los protagonistas sociales en aras de obtener mejores, adecuadas o razonables condiciones de trabajo. Para lograr ello, los trabajadores que presentan un pliego de peticiones gozan de un fuero que consiste en que no pueden ser despedidos sin que medie justa causa durante los “términos legales de las etapas establecidas para el arreglo colectivo”, en aras de que la organización sindical no se vea debilitada en sus fines legales y constituciones. Así lo sostuvo está Corporación en sentencia de 28 de agosto de 2003, radicación número 20155: “La norma bajo estudio (refiriéndose al artículo 25 del Decreto 2351 de 1965), tal como lo determinó esta Sala en sentencia de octubre 5 de 1998, contiene una verdadera prohibición para el empleador y es la relacionada con República de Colombia 15 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia despedir sin justa causa a partir del momento de serle presentado el pliego de peticiones, a cualquiera de los trabajadores que lo hubieren hecho, es decir, a los miembros del sindicato si es este el que lo presenta o a los que figuren expresamente en la lista correspondiente cuando lo hace un grupo de trabajadores no sindicalizados.“El objeto de tal prohibición, que por tal razón se extiende ‘durante los términos legales de las etapas establecidas para el arreglo del conflicto’, es el de procurar la intangibilidad de estos trabajadores con el fin de que no resulten afectados por medidas que pueden tener contenido retaliativo, y así mismo, la de evitar que se afecten las proporciones entre trabajadores vinculados o no al conflicto, para impedir que de tal forma se generen cambios en las mayorías, que habrán de ser muy importantes al momento de tomar determinaciones sobre el objetivo del conflicto, como puede suceder cuando haya que decidir entre la huelga y el arbitramento, o en el momento de solicitarse este último iniciada ya la suspensión de actividades, como también puede resultar importante la proporción de sindicalizados frente al total de los trabajadores de una determinada empresa, pues ello puede determinar la eventual extensión de los beneficios que lleguen a quedar plasmados como resultado del conflicto colectivo. En precedencia estrictez los preceptos normativos en no reclaman un término especial para que opere el fenómeno de la prescripción. Y siendo ello así, como efectivamente República de Colombia 16 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia lo es, para efectos de determinar el tiempo en que prescriben las acciones emanadas de la garantía foral de índole circunstancial, riguroso se hace acudir a la regla general que los artículos 488 del Código Sustantivo del Trabajo y 151 del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social estatuyen, que es de tres años, que por ser de orden público, no puede ser disminuido ni aumentado por las partes o por el juez, salvo, desde luego, cuando lo establezca la ley por medio de las excepciones, pero en este último evento, además de que debe ser expresa, la interpretación es estrictamente de carácter restrictiva. Por sabido se tiene que, el legislador creó unas excepciones a la mencionada regla general, dentro de las cuales no contempló las acciones de fuero circunstancial, entre ellas están: a) la acción de reintegro por fuero sindical – artículo 118 A del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, adicionado por el artículo 49 de la Ley 712 de 2001, que es de 2 meses; y b) la concerniente con los eventos en que un trabajador que a 1º de enero de 1991 llevaba 10 o más años de servicios y sea despedido sin justa causa (artículo 8º, numeral 5º del Decreto 2351 de 1965, República de Colombia 17 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia parágrafo transitorio de artículo 6º de la Ley 50 de 1990), en cuyo caso la acción de reintegro prescribe en tres meses, según las palmarias voces del numeral 7º del artículo 3º de la Ley 48 de 1969. De manera que, si el fuero bajo examen se presenta dentro de una situación particular y el legislador, conocedor de ello, no estableció un término especial para la prescripción de la acción de reintegro por fuero circunstancial, no queda otro sendero que echar mano a la regla general de tres años, sin que sea dable pregonar la necesidad de acudir a los principios generales del derecho, analogía u otras figuras, puesto que no existe, en absoluto, vacío legal y pretenderlo así sería tanto como desconocer la pluricitada regla general. Ahora bien, para la Corte tanto el fuero sindical como el circunstancial son expresiones palpables del desarrollo del derecho de asociación que buscan su efectividad y que en nuestro país se halla garantizado y protegido celosamente por la Constitución Política, entre otros, en los artículos 38, 39, 55 y 56, y República de Colombia 18 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia en el Código Sustantivo del Trabajo en los artículos 353 a 451. Asimismo, encuentra su fuente en los Convenios de la Organización Internacional del Trabajo, en especial, los 87, 98 y 151, aprobados mediante las leyes 26 y 27 de 1976 y 411 de 1997. Pero a pesar de que dichas figuras jurídicas emanan del derecho de asociación, existen visibles diferencias que, sin pretender, desde luego, agotar el tema, se exponen a continuación: 1º) Fuente legal. Fuero Circunstancial: Artículos 25 del Decreto 2351 de 1965 y 10º del Decreto 1373 de 1966. Fuero Sindical: Artículo 405 Código Sustantivo del Trabajo, modificado por el artículo 1º del decreto 204 de 1957. 2º) A quiénes cobija. República de Colombia 19 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia Fuero Circunstancial: a “los trabajadores que hubieren presentado al patrono un pliego de peticiones” que comprende a los “afiliados al sindicato o a los no sindicalizados”. Luego, es patente que esta garantía foral también protege a los trabajadores no sindicalizados que presenten un pliego de peticiones tendientes a la firma de un pacto colectivo. Se impone recordar lo que la Corte en sentencia de 11 de mayo de 2006, radicado 26726, razonó en el sentido de que están excluidos de este fuero los trabajadores que desempeñen cargos de alta dirección o jerarquía dentro de la empresa, con capacidad de compromiso y de representación, dado que no pueden “pretender estar acogido por el pliego de peticiones que la organización sindical presentó, en tanto los intereses empresariales, de los cuales en su calidad de alto directivo lo comprometían, estaban en contraposición con los suyos propios, lo que resulta inadmisible”. Fuero Sindical: a los fundadores de un sindicato; los trabajadores que, con anterioridad a la inscripción en el registro sindical, ingresen al sindicato; los miembros de la junta directiva y República de Colombia 20 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia subdirectivas de todo sindicato, federación o confederación de sindicatos, sin pasar de cinco (5) principales y cinco (5) suplentes, y los miembros de los comités seccionales, sin pasar de un (1) principal y un (1) suplente; y a dos (2) de los miembros de la comisión estatutaria de reclamos, que designen los sindicatos, las federaciones o confederaciones sindicales. Entonces, para poder gozar de fuero sindical, el trabajador debe estar afiliado a la organización sindical. Expuesto de otra manera, los trabajadores no sindicalizados no pueden ser protegidos a través de esta figura. 3º) Periodo en que opera la protección. Fuero Circunstancial: desde el momento de la presentación del pliego de peticiones al empleador hasta que se haya solucionado el conflicto colectivo mediante la firma de la convención o del pacto, o quede ejecutoriado el laudo arbitral, si República de Colombia 21 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia fuere pertinente o en aquellos casos en donde se verifique la terminación anormal del conflicto colectivo. Fuero Sindical: a los fundadores de un sindicato, desde el día de su constitución hasta dos (2) meses después de la inscripción en el registro sindical, sin exceder de seis (6) meses; a los trabajadores que, con anterioridad a la inscripción en el registro sindical, ingresen al sindicato, para quienes el amparo rige por el mismo tiempo que para los fundadores; los miembros de la junta directiva y subdirectivas de todo sindicato, federación o confederación de sindicatos, se hará efectivo por el tiempo que dure el mandato y seis (6) meses más; y a dos (2) de los miembros de la comisión estatutaria de reclamos, por el mismo período de la junta directiva y por seis (6) meses más. En caso de cambio en los miembros de la Junta Directiva, el antiguo miembro continúa gozando del fuero durante los tres (3) meses subsiguientes, a menos que la sustitución se produzca por renuncia voluntaria del cargo sindical antes de vencerse la mitad del periodo estatutario o por sanción disciplinaria impuesta por el sindicato, en cuyos casos el fuero cesa ipso facto para el sustituido; y en los casos de fusión de República de Colombia 22 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia dos o más organizaciones sindicales, siguen gozando de fuero los anteriores directores que no queden incorporados en la Junta Directiva renovada con motivo de la fusión, hasta tres (3) meses después de que ésta se realice. 4º) Para qué los ampara. Fuero Circunstancial: Para no ser despedidos sin justa causa, desde el momento de la presentación del pliego de peticiones al empleador hasta que se haya solucionado el conflicto colectivo mediante la firma de la convención o del pacto, o quede ejecutoriado el laudo arbitral, si fuere pertinente, o en aquellos casos en donde se verifique la terminación anormal del conflicto colectivo. En el evento en que el empleador considere que un trabajador incurrió en una de justa causa, no es imperativo que acuda previamente ante el juez del trabajo para solicitar el permiso para terminar el contrato de trabajo, la justeza o no se determina posteriormente al fenecimiento de la relación laboral. República de Colombia 23 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia Fuero Sindical: Para: (i) no ser despedidos; (ii) ni desmejorados en sus condiciones de trabajo; y (iii) ni trasladados a otros establecimientos de la misma empresa o a un municipio distinto, sin justa causa, previamente calificada por el juez del trabajo. 5º) Trámite procesal. Fuero Circunstancial: Por no consagrar la ley un trámite especial, el asunto se surte a través de un proceso ordinario de primera instancia. Fuero Sindical: De conformidad con el capítulo XVI del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, se debe tramitar por medio de un procedimiento especial. 6º) Contestación de la demanda. Fuero Circunstancial: El término para contestar el escrito inaugural del proceso es dentro de los 10 días siguientes a la República de Colombia 24 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia notificación del auto admisorio de la demanda, vale decir, por fuera de audiencia pública. Fuero Sindical. Se contesta dentro de audiencia pública. 7º) Notificación de la sentencia de segunda instancia. Fuero Circunstancial: se profiere en audiencia pública de juzgamiento, por lo tanto se notifica en estrado, estén o no presentes las partes. Fuero Sindical: se falla de plano, dado que no hay audiencia pública y por ello se notifica por edicto. 8º) Procedencia del Recurso Extraordinario de Casación. Fuero Circunstancial: Contra la decisión de primera y segunda instancia procede el recurso de casación, en el primer evento per saltum, de cumplirse los requisitos establecidos en la ley. República de Colombia 25 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia Fuero Sindical: no es viable el recurso de casación. 9º) Prescripción: Fuero Circunstancial: 3 años contados a partir de la fecha del despido. Fuero Sindical: Las acciones que emanan del fuero sindical prescriben en dos (2) meses. Para el trabajador este término se contará desde la fecha de despido, traslado o desmejora. 10º) Concurrencia de fueros. Pueden existir eventos en los cuales en un mismo trabajador confluya el fuero sindical y circunstancial. Bajo esta arista, aquél podrá ejercitar las dos acciones ante el juez competente e incluso ventilarse simultáneamente, eso sí, respetando los trámites pertinentes. En este orden de consideraciones, aunque la Sala no desconoce que entre las dos figuras existe la misma génesis y República de Colombia 26 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia objetivo, en su cristalización se distinguen algunas similitudes, en esencia, en cuanto a su finalidad, prohibición de despido y sus consecuencias de ineficacia, son insoslayables las diferencias que quedaron plasmadas. De suerte que, si los contratos de trabajo terminaron por decisión del empleador el 17 de enero de 2003 (folios 2, 8 y 19, del cuaderno 1) y la demanda se presentó el 30 de abril de 2003 (folio 5 ibídem), no hay duda que fue elevada dentro del término estipulado en los artículos 488 del Código Sustantivo de Trabajo y 151 del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social , es decir, dentro de los tres años siguientes a la terminación de la relación laboral, por lo que forzoso resulta concluir que el Tribunal no incurrió en los yerros probatorios que el ataque le endilga y mucho menos de naturaleza jurídica. Puestas así las cosas, el cargo no tiene la suficiente vocación de salir triunfante. República de Colombia 27 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia en nombre de la República de Colombia y por autoridad de la ley, NO CASA la sentencia dictada el 22 de marzo de 2006, por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín, en el proceso que LUZ MARINA COVALEDA ECHAVARRIA y NESTOR RAUL LOPEZ ROJAS promovieron contra la UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARINA. Costas en recurso extraordinario a cargo de la recurrente, por cuanto hubo oposición. Cópiese, notifíquese, publíquese y devuélvase al Tribunal de origen. ISAURA VARGAS DIAZ República de Colombia 28 Expediente 29822 Corte Suprema de Justicia ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERON GUSTAVO JOSE GNECCO MENDOZA EDUARDO LOPEZ VILLEGAS LUIS JAVIER OSORIO LOPEZ FRANCISCO JAVIER RICAURTE GOMEZ CAMILO TARQUINO GALLEGO MARIA ISMENIA GARCIA MENDOZA Secretaria