MATRIMONIOS EN DIFICULTAD - Diócesis de Teruel y Albarracín

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MATRIMONIOS EN DIFICULTAD
ACTUACIÓN DE LOS TRIBUNALES ECLESIÁSTICOS
Los tribunales eclesiásticos cumplen dentro de la Iglesia Diocesana un
cometido que tiene una influencia notable dentro del conjunto de la acción
pastoral de la Iglesia.
Con frecuencia esta actuación es objeto de críticas. A veces éstas se apoyan
en deficiencias que son corregibles. Las más de ellas se deben a
desconocimiento de este campo de acción de la Iglesia y a la falta de una
adecuada información.
Precisamente para facilitar el conocimiento de la función y funcionamiento de
los tribunales eclesiásticos en general, y los de nuestra Diócesis en particular,
va encaminado este apartado de nuestra Página WEB Diocesana. Esperamos
que sea de utilidad para todos.
EL MATRIMONIO, SACRAMENTO DE LA NUEVA ALIANZA
El matrimonio y la familia se cuentan entre los bienes más valiosos de la
humanidad. Son célula fundamental de la comunidad humana. "El bienestar de
la persona y de la sociedad humana y cristiana está estrechamente ligado a la
prosperidad de la comunidad conyugal y familiar" (GS, 47).
Esta importancia del matrimonio queda fortalecida para los cristianos por el
hecho de haber sido elevado por Jesucristo a la dignidad de sacramento.
La Iglesia encuentra en la familia, nacida del sacramento, su cuna y el lugar
donde puede actuar la propia inserción en las generaciones humanas, y éstas,
a su vez, en la Iglesia.
Debido a esta dignidad del matrimonio y de la familia cristiana y a su
importancia en la vida eclesial y social, la Iglesia ha manifestado siempre un
vivo interés por mantener, potenciar y revitalizar sus valores fundamentales.
Para ayudar a los esposos en su itinerario humano y espiritual, la Iglesia pone
todo su empeño con los medios humanos y espirituales a su alcance.
MATRIMONIOS EN DIFICULTAD
Se dan casos de esposos cuya "íntima comunidad de vida y amor" fracasa,
haciendo muy difícil una convivencia conyugal pacífica. ¿Qué hacer en estos
casos? ¿Qué actuación pastoral sigue con estos esposos?
Agotados todos los medios pastorales encaminados a salvar la situación y
restablecer la armonía matrimonial, y no habiendo conseguido los resultados
pretendidos, la única solución que queda es la jurídica. Para ello la Iglesia
dispone de los Tribunales de Justicia oportunos para que, siguiendo la norma
canónica, se pueda estudiar en el ámbito jurídico la solución legal en la que se
encuentre el "matrimonio en dificultad" desde sus inicios. Se trata de
administrar justicia en situaciones legalmente conflictivas.
POSIBLES SOLUCIONES
La legislación de la Iglesia abre tres caminos para dar solución a la
problemática de los esposos cuyo matrimonio se encuentra en dificultad por
razones de nulidad del vínculo matrimonial o por imposibilidad de convivencia.
A) Declaración de nulidad de matrimonio canónico
No existe matrimonio válido, por lo que se declara su nulidad. Esto significa que
la Iglesia, tras un proceso rigurosamente jurídico, reconoce que el matrimonio
fue nulo desde el principio, por existir, en el momento de la celebración, alguna
de las causas de nulidad enumeradas en el Código de Derecho Canónico.
Hubo una celebración con apariencia de validez, pero no se originó verdadero
matrimonio, aunque hayan vivido como tal.
Las causas más comunes, a título de ejemplo, por las que un matrimonio es
nulo y, por tanto, se puede declarar su nulidad tras el proceso correspondiente,
son las siguientes:
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Si uno de los esposos ya estaba casado por la Iglesia Católica.
Si se da impotencia perpetua para el acto conyugal.
Si alguno de los contrayentes carecía de suficiente uso de razón.
Si teniendo suficiente uso de razón, carecía de la necesaria discreción
de juicio.
Si alguno de los contrayentes era incapaz, por causa de naturaleza
psíquica, de asumir las obligaciones esenciales del matrimonio.
Si alguno de los contrayentes emitió un consentimiento simulado porque
al casarse excluyó:
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El matrimonio mismo, o sea, quedar verdaderamente casado.
La obligación de ser fiel.
La indisolubilidad del matrimonio.
La procreación y educación de los hijos.
Si alguno de los contrayentes se casó por error acerca de alguna
cualidad del otro contrayente directa y principalmente pretendida
o habiendo sido engañado sobre una cualidad que, por su
naturaleza, pueda perturbar gravemente la convivencia
matrimonial.
Si alguien se casó por miedo o sin libertad suficiente.
Si se pone, como condición, un hecho futuro de que se hace
depender la eficacia del consentimiento matrimonial, o un hecho
presente o pasado que no se da en realidad.
El proceso de nulidad tiene por objeto el comprobar la existencia o inexistencia
de alguna causa de nulidad. En caso afirmativo, la Iglesia declara que los
esposos en realidad nunca estuvieron casados, aunque la convivencia fue
moral y legítima. Tras la declaración de nulidad permanecen las obligaciones
morales y civiles que puedan tener origen en la vida común durante el
matrimonio declarado nulo, así como las obligaciones de alimentar y educar a
los hijos.
B) Disolución del vínculo matrimonial
Existe matrimonio válido, pero se puede disolver. La disolución consiste en la
ruptura del vínculo o en la anulación de un matrimonio válido, realizada por la
autoridad competente. Los esposos pueden volver a contraer matrimonio.
La Iglesia disuelve el vínculo matrimonial en tres casos:
1.- Matrimonio rato y no consumado.
Celebrado válidamente entre los cónyuges, pero no llegó a consumarse el acto
conyugal. Es necesario hacer una solicitud que se ha de elevar a Roma, ya que
sólo el Romano Pontífice puede disolver este matrimonio.
2.- El privilegio Paulino.
Disolución del matrimonio de dos personas no bautizadas, a favor de la fe de la
parte que se bautiza.
3.- Privilegio de la fe o Petrino.
Disolución del matrimonio a favor de la fe, por la potestad suprema y universal
del Romano Pontífice. El Código de Derecho Canónico recoge los dos
supuestos posibles en los cánones: 1148 y 1149.
C) Separación matrimonial
Existe matrimonio válido que no se puede disolver. Pero al no poder convivir
por dificultades graves, lo único que es la separación de los esposos. Es decir,
la ruptura de la convivencia o comunión de vida, permaneciendo el vínculo
matrimonial, por lo que no puede volver a contraer matrimonio. Actualmente las
separaciones matrimoniales en España se tramitan legalmente por vía civil, ya
que las que puedan decretar los Tribunales Eclesiásticos no son reconocidas
por el estado.
PROCESO CONTENCIOSO ORDINARIO
Las causas matrimoniales, así como cualquier otro conflicto que pueda surgir
entre los fieles, se tramitan por el llamado proceso contencioso ordinario. Los
Tribunales procuran siempre actuar, sin dejar la fidelidad a la norma legal, con
un talante acorde con la misión pastoral de la Iglesia.
INFORMACIÓN PREVIA
La Iglesia no considera los conflictos matrimoniales como un asunto
meramente jurídico. Los esposos, cuyo matrimonio se encuentre en
dificultades, necesitan una ayuda que han de intentar buscar antes de que se
llegue a una situación límite. Es importante que consulten su caso con las
personas y organismos que la Diócesis pone al servicio de los fieles. La Iglesia
siente la necesidad de proporcionar a estos fieles la ayuda pastoral especial y
técnica que necesiten.
Cuando algún cónyuge tenga dudas sobre la validez de su matrimonio debe
ponerse en contacto con las personas expertas en el tema para ser
debidamente asesoradas. Es muy conveniente que, antes de iniciar un proceso
de nulidad con la presentación de la demanda, se pongan en contacto con el
mismo Tribunal, que le facilitará una entrevista con alguno de los Vicarios
judiciales que, tras escuchar el problema, le asesorará sobre el camino más
adecuado que puede emprender.
ABOGADOS, PROCURADORES Y PERITOS
En el Tribunal Eclesiástico pueden actuar como abogados, los doctores o
licenciados en derecho canónico y los abogados civiles. Estos, si no forman
parte del elenco del Tribunal como abogados del turno de oficio, deberán
contar con al aprobación del Presidente del Tribunal para casa caso. La misma
aprobación necesitan los procuradores designados por las partes.
Los abogados y peritos del elenco del Tribunal cuentan con la confianza del
mismo Tribunal y con la garantía de su especialización. Son nombrados para
cada caso por el Presidente del Tribunal respetando el turno correspondiente.
Estos abogados y peritos tienen el compromiso de someterse a las tasas
económicas aprobadas por los señores Obispos para toda la Provincia
Eclesiástica. El Tribunal no se hace responsable de las tasas que puedan exigir
los abogados contratados libremente por las partes.
LAS PARTES EN EL PROCESO
Demandante o actora
Es la que presenta la demanda o escrito solicitando la nulidad de su matrimonio
por alguno de los capítulos recogidos en el Código de Derecho Canónico.
El escrito debe ir acompañado:
* de poder o mandato procuratorio conferido por el Notario eclesiásticos,
* partida matrimonio canónico expedida por la parroquia,
* partida de bautismo o, en su defecto, de nacimiento de los hijos.
Demandada
Se llama así al cónyuge que recibe la notificación de que su consorte ha pedido
la declaración de nulidad del matrimonio. Puede tener distintos
comportamientos:
* Estar de acuerdo con la petición de la parte actora. No necesita, ni puede
nombrar abogado.
* Estar a lo que la parte actora pruebe y decida el Tribunal. Se acoge a la
justicia del Tribunal y tampoco puede nombrar abogado.
* Oponerse a la declaración de nulidad. Puede nombrar abogado y procurador.
También puede no nombrar y valerse del Defensor de Vínculo, el cual por oficio
debe defender razonablemente la validez del matrimonio.
* Reconvenir, pidiendo a su vez, la nulidad por algún capítulo distinto al
alegado por la actora. Debe nombrar abogado y procurador.
* No responder a la citación del tribunal ni alegar causa justa de
incomparecencia, en cuyo caso será declarado ausente del juicio. Este caso
posible supone una incorrección para con el Tribunal.
LAS COSTAS JUDICIALES
Comprenden las tasas del Tribunal para los gastos que origina su
mantenimiento, así como los honorarios de los abogados y peritos del elenco.
Las cantidades suelen ser fijas para todos los Tribunales de la Provincia
Eclesiástica, y de ellas informa puntualmente la Secretaría de los mismos.
EXENCIÓN Y REDUCCIÓN DE COSTAS
El que carezca de medios, y lo acredite con los documentos que se le indican
en la misma sede del Tribunal, pueden ser eximidos de todos, o parte de los
gastos que origine su proceso. El Presidente del Tribunal juzgará en cada caso
lo que considere justo, para que nadie se vea excluido de la justicia de la
Iglesia por necesidades económicas. El Colegio de Abogados facilita abogados
de turno de oficio a las personas que lo soliciten, demostrando su carencia de
medios, debidamente avaladas por el Tribunal.
PRIMERA Y SEGUNDA INSTANCIA
El Tribunal de la Diócesis de Cartagena es de primera instancia. Todas las
sentencias favorables a la demanda de nulidad tienen que ser recurridas de
oficio por el Defensor de Vínculo ante el Tribunal de segunda instancia, que en
nuestro caso es Granada. Las sentencias contrarias a la demanda se dan
como definitivas en la primera instancia, a no ser que la parte demandante
quiera recurrir al Tribunal de segunda instancia, y, en su caso, al de última
instancia que es el Tribunal de la Rota de Madrid.
ARANCELES DE LOS TRIBUNALES PARA EL CURSO 2004 – 05
Subida por Decreto del Sr. Obispo; a partir del l de Junio 04
A.- PRIMERA INSTANCIA
1.- Costas totales
1.1. Con abogados y peritos del elenco del Tribunal y que serán abonadas por
cada parte:
-Derechos del Tribunal…………….925 euros.
-Honorarios del Abogado…………772 euros.
-Honorarios del Perito…………….185 euros (los dos 370 euros)
1.2.- Con abogados y peritos que aporten libremente cada parte:
-Derechos del Tribunal
925 euros.
-Honorarios de Abogados de libre contratación.
-Honorarios de Peritos
de libre contratación.
2.- Costas reducidas
Con abogados y peritos del elenco del Tribunal y que serán abonadas por cada
parte:
- Derechos del Tribunal……….los aprobados por el Vicario Judicial en cada
caso.
- Honorarios de Abogados……los mismos que los del Tribunal.
- Honorarios del Perito
los mismos que los del Tribunal.
3.- Costas de "Oficio" (Patrocinio Gratuito).
Las partes no tendrán que abonar las costas ni al Tribunal, ni a los letrados ni a
los peritos.
4.- Casos especiales
Si la causa reviste especial dificultad a juicio del Vicario Judicial, se podrá fijar
otros honorarios.
B.- SEGUNDA INSTANCIA
1.- Decreto confirmatorio:
- Derechos del Tribunal………247 euros.
- Abogados y Peritos……….no intervienen.
2.- Proceso Ordinario:
Mismas tasas, honorarios y normativa que la 1ª Instancia, detallados en los
apartados 1, 2, 3 Y 4 de la letra A.
C.- OTROS DERECHOS Y SUPLIDOS
1.- Por proceso Documental……370 euros.
2.- Por Rato y no consumado…..556 euros. (Excluidos derechos de Roma y
peritos)
3.- Incidentes….…………………123 euros
4.- Exhortos:
Ante el Tribunal de la Archidiócesis: 25 euros.
Ante otro Tribunal: lo que determine el mismo.
5.- Poderes Notariales: 16 euros.
6.- Primera copia de la Sent. O Decreto confirmatorio: Gratuita.
7.- Demás copias: 16 euros.
8.- Levantamiento del "Vetitum": 43 euros.
9.-Levantamiento del "Vetitum" Perito: 74 euros.
ESTRUCTURA DEL TRIBUNAL ECLESIÁSTICO DE LA DIÓCESIS
Nuestro Tribunal consta de dos Salas. La primera Sala la preside el Ilmo. Sr.
Vicario de Justicia, y atiende las causas impares. La segunda Sala la preside el
Ilmo. Sr. Vicario Adjunto, y atiende las causas pares. Ambas Salas cuentan con
sus correspondientes Jueces Diocesanos, Auditores y Notario. Una Secretaría
General coordina la actividad burocrática de todo el Tribunal.
DÍAS Y HORAS DE TRABAJO
El Tribunal funciona de lunes a viernes, de 9 de la mañana a 2 de la tarde.
Cierra los días festivos y durante el mes de agosto.
Está ubicado en el Palacio Episcopal. telf:
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